Partida Rol por web

Asiente ante la petición de Ian y la camarera va a buscar el vino.

Yo... bueno - dice y va pasando la mirada de uno a otro - Trabajo para la compañía EasyWater - os entrega una tarjeta a cada uno de la empresa EasyWater con su nombre y número de teléfono - Hace unos meses vimos cómo el contrato de saneamiento y abastecimiento de las aguas de esta ciudad se nos esfumaba de las manos - tantea con los dedos en la mesa - Un gigante del mercado, Hidronet se lo llevó.

Hace una pausa y toma aire.

- Nuestro proyecto era pionero y ecológico. Era imposible perder. Pero Hidronet sobre la bocina presentó un proyecto similar. Si teníamos ventaja sobre ellos era por nuestra fórmula para tratar el agua, con casi la misma fórmula es imposible competir. - se cruza de brazos y se apoya en el respaldo de la silla - Alguien de nuestro departamento de Innovación y Desarrollo nos ha traicionado... estoy.. convencido - dice - Necesitamos saber quien. Perder ese contrato supone que no podremos dar el salto.. ha sido un desastre para la empresa.

Ante la sola mención de los aperitivos mi estómago se encoge y me hago consciente una vez más de que al final se me olvidó comer y llevo manteniéndome desde por la mañana con un donut y un par de cafés. Cuando la camarera nos sirve el vino apenas me mojo los labios con él. No me conviene beber sin tener nada en el estómago, al menos si no quiero que se me suba el vino a la cabeza enseguida.

Jugueteo con tarjeta que nos tiende en silencio, escuchando la información que nos proporciona el tipo y la mayoría de la cual ya conocíamos. Finalmente, asiento con la cabeza y me decido a participar dedicando al hombre una sonrisa tranquila. - Necesitaremos la lista de los integrantes de ese Departamento. 

Creo que debemos ir entrando poco a poco en el tema, no darle toda la información de golpe, creo, es fundamental para ir tirando el sedal, para tenerlo atrapado.

Con la tranquilidad de una negociación, empezaremos desde arriba hacia abajo, o eso pretendo, mis imprevisibles compañeros podrían decir cualquier cosa. Cosa que me hace casi sonreír de pensarlo, pero mantengo la compostura. Marion ha aceptado ya el caso sin hablar de dinero siquiera. La miro y frunzo levísimamente el ceño, en un rápido movimiento.

- Señor Vittio, ¿confía usted en el señor Jackson y la señorita Williams?- pregunto con calma y juntando los dedos- ¿están al tanto de nuestra posible contratación?

Escucha con atención vuestras palabras. Cuando Marion pide la lista de integrantes del departamento César Vittio asiente.

- Cuenten con ello - dice.

Entonces habla Ian y César Vittio  escucha sus preguntas con la misma atención. Se muestra sorprendido cuando menciona a sus compañeros en el consejo y se revuelve un poco en el asiento.

Parece que va a responderle pero entran al reservado dos camareros. Uno de ellos con dos fuentes de queso que deja en la mesa. El otro camarero lleva varias cestitas de mimbre en las que están los grisines.

Cuando lo colocan todo aparece la camarera de antes con una botella del vino que había pedido Ian. Lo descorcha con clase y sirve lo justo a cada uno para después dejar la botella en el medio de la mesa.

Cuando se marchan los camareros César Vittio os invita a comer con un gesto de mano y da un pequeño sorbo a la copa de vino.

- Excelente - dice mientras mira la copa. Luego mira a Ian y después al resto - Confío en mis compañeros del consejo, llevamos muchos años trabajando.. muchas horas empleadas - explica - Pero.. hasta que tenga algo concluyente prefiero que se quede en un asunto privado entre nosotros - explica y respira-

Me limito a escuchar y comer con tranquilidad. Me abstengo de tomar vino. Ni lo pruebo. El queso sin embargo es arena de otro costal. Estaba delicioso.

Como aperitivo no estaba mal. Pero o les llevaban algo más consistente o a la vuelta pararían en algún burguer.

Alterno mi mirada entre los tres.

Marion siempre tan directa y dispuesta. estaba seguro de que se dedicaba a esto más por el sentimiento de satisfacción que por la recompensa monetaria.

Ian jugaba a lo mismo que yo. Soltaba algo de información en forma de pregunta e intentaba sonsacar información. Los viejos trucos nunca pasaban de moda... y menos si funcionaban.

Y el Señor vittio que se mostraba más que dispuesto y colaborador.

Señor Vittio -digo tras un bocado -como ya le he dicho trata con los mejores. La discreción y la profesionalidad son piezas clave de nuestra labor.

Tengo que hacer un esfuerzo por no lanzarme sobre las bandejas de comida como una salvaje en cuanto las veo aparecer porla puerta. Me concentro en esperar algunos segundos, hasta que los camareros se hayan marchado y los demás hayan tenido tiempo suficiente para coger algo si lo desean, antes de estirar la mano para coger descuidadamente un pedacito de queso y uno de los grisines. Lo cierto es que me cuesta concentrarme al cien por cien en la reunión en cuanto empiezo a comer a pequeños bocaditos. 

Cruzo mis ojos con los de Mark y le dedico una mirada significativa que espero que comprenda después del tiempo pasado juntos. - Me he olvidado otra vez de comer. - No es la primera vez, ni la segunda, ni la tercera que se me va el santo al cielo en cuanto me pongo delante del ordenador. La verdad es que no he llegado a preguntarles si la idea era cenar en ese lugar o no. Pero si no es así, tengo toda la intención de pedirle que pare en algún chino, o en el burguer o cualquier sitio para coger algo de comer antes de volver a casa.

Asiento a las palabras de Mark y vuelvo a mirar al señor Vittio, al que ya considero nuestro cliente, aún sin haber llegado a hablar de las condiciones de nuestro acuerdo. Lo cierto es que prefiero que sean los otros los que se encarguen de definir los temas económicos. Y la curiosidad me impide no centrarme directamente en el tema que nos atañe. - ¿Sospecha de alguien en concreto? ¿Tal vez alguna de esas personas se ha comportado de un modo diferente desde aquello?

Sonríe con cierta confianza cuando Mark habla. Luego mira a Marion

- ¿De alguien en concreto? - pregunta y da otro sorbo a la copa de vino. Coge uno de los palitos y come sin muchas ganas. - No, la verdad es que no sospechaba de nadie en concreto. Comportamientos extraños.. no caigo ahora mismo en en ninguno.. pero observaré con discreción.. tampoco he tratado de investigarlo.. prefiero que no trascienda que hay cierta investigación en marcha - dice y os mira.

No parece que ninguno de los camareros preste demasiada atención a lo que estáis hablando. Tal vez la camarera haya desviado su mirada un par de veces más hacia ti que al resto. Pero eso no te parece nada fuera de lo normal. 

Cuando César habla del concurso parece especialmente sensible.

También tengo mucha hambre, así que también como con naturalidad, mi única preocupación es que no se manche el traje. Cosa que, con la práctica, he conseguido. Me viene el recuerdo de unos espagetis en un yate con marejada...

Pruebo un poco de queso, pero no mucho, lo justo para combinar con el plato. Mis compañeros han aceptado el caso, básicamente, así que ahora toca sacar el mejor provecho. Me cambio de postura para atraer la mirada del conversador.

- ¿Sería posible "contratar" a una joven señorita en ese departamento?- le pregunto, para saber si tiene tanto poder en la empresa como dice, ya que la siguiente cuestión será nuestros honorarios.

Con un movimiento casi lánguido, pero con cierta rapidez al cambiar de rumbo, pincho en el plato un trozo de queso que iba a pinchar Marion, y me la meto en la boca disfrutándolo.

César bebe de vez en cuando y no duda en rellenarse el vaso cuando lo termina. Con un gesto os ofrece vino. También come, aunque menos.

- Sí, sería posible, no creo que haya mayor inconveniente, hablaré con el encargado de recursos humanos - dice.- Lo que sea necesario hacer para facilitaros la investigación intentaré hacerlo - añade.

Me levanto un poco de la silla para acercarle mi copa. No quiero parecer distante ni mucho menos, sobretodo ahora que hablaremos de nuestros honorarios. Durante toda la comida y visto lo mucho que le ha preocupado, por todos sus gestos, el haber perdido el concurso, usaremos eso.

-Muchas gracias- le digo una vez me ha servido mi copa- hablamos de honorarios señor Vittio, queremos 10.000 dólares en acciones de la compañía. Estoy seguro que es una mínima parte de las acciones que tiene usted. Si no resolvemos el caso, las acciones bajarán más todavía- hago un gesto de bajada con la mano- y será casi como si no hubiésemos cobrado nada. Si lo resolvemos, impugnamos el concurso - ahora subo la mano-Pues... ganamos todos ¿verdad?- sonrío y le doy un trago al vino, secándome la boca y dejándolo sobre la mesa.

Cruzo las manos sobre la mesa, apoyando los codos en el borde.

César llena lo justo la copa de vino y deja la botella con cuidado en la mesa. Escucha las palabras de Ian y sonríe cuando escucha los honorarios que pide. 

- En efecto - dice dando la razón en general a todo lo que ha dicho Ian - Redactad vosotros el contrato.. se lo pediría a mis abogados pero como he dicho prefiero que de momento esto que estamos hablando - dice dando un pequeño rodeo con palabras - permanezca únicamente entre nosotros - dice y alza la copa invitando a un brindis.

Escucho en silencio el intercambio entre Ian y el señor Vittio, centrándome en no comerme todo el queso de la bandeja. Cuando Ian menciona el tema de infiltrar a una señorita lo miro con curiosidad. Espero que no se refiera a mí. Porque de rollos químicos y esa mierda no tengo ni puta idea. Si quisiéramos infiltrar a alguien la mejor opción sería Heinz. Aunque claro, vete a saber qué podría pasar en ese caso.

Sin embargo no digo nada al respecto. Con un poco de suerte Ian estará pensando en otra persona. Y de todas formas soy perfectamente capaz de fingir o aprender lo que sea necesario. La forma de afrontar el tema de los honorarios me resulta verdaderamente interesante. ¿Acciones? Nunca se me habría ocurrido algo así. Suena arriesgado, pero la verdad es que no tengo mucha idea de cuánto. Echo un vistazo a Mark, tratando de averiguar por la expresión de su rostro qué opina de la marcha de la reunión. 

Cuando nuestro cliente levanta la copa para el brindis, hago lo mismo y le dedico una sonrisa tranquila y confiada. - Lo vamos a petar.

¿Acciones? yo no entendía mucho de estas cosas, pero dudaba mucho que me dejasen pagar la hipoteca en acciones.

Sin duda la sorpresa se nota en mi cara. Pero bueno. Si Ian era la mitad de bueno de lo que nos había hecho creer no dudaba que el trato era beneficioso para todos. Una sonrisa bobalicona asoma a mi rostro cuando noto que Marion me mira.
No sabía que decir. Y estaba seguro que mejor solventaba mis dudas en privado y no delante del cliente.
Debíamos parecer un equipo seguro. Un buen equipo eficiente.
Además... tenía fé en Ian.
Sonrío y brindo con el resto

Amen -contesto al señor Vittio

César sonríe ante el pacto cerrado y se acomoda el traje para levantarse.

- Todo esto ha corrido de mi cuenta, no se preocupen- dice y señala con un gesto la mesa - Debo marchar. Si quieren pueden quedarse aquí a terminarlo o  a cenar, les recomiendo el rissotto , es la especialidad - dice con una sonrisa y se ajusta la chaqueta. - Estaremos en contacto, si tienen cualquier duda o sugerencia, no duden en llamarme. - finaliza.

Antes de salir del reservado se da la vuelta.

- Ha sido un placer conocerles - dice y se marcha definitivamente.

Por mi parte, creo que todo ha salido bien, no dudo en quedarme a comer, creo que todos tenemos hambre por nuestros movimientos a la hora de atacar a los entrantes, y para hablar tranquilamente con mis compañeros.

-¿Que os ha parecido chicos?- me encuentro como su hubiera sido un examen y ellos mis jueces, les sonrío- Son 2.000 Dólares en acciones para cada uno, si resolvemos el caso- golpeo la mesa- ¡se puede multiplicar!

Estoy muy contento. Me sirvo un poco más de vino y les sirvo a ambos también. Cojo la carta y miro algo que me apetezca, finalmente acepto el consejo y pido rissotto, que el arroz me vuelve loco. Tras unos momentos de dudas, elijo el de gambas. ¡No! ¡el de champiñones!.

Carraspeo en el momento que Ian se lanza a mirar la carta. Con un gesto alejo a la camarera del lugar. Yo no podría atraerlas con una mirada, pero con un gesto podía mantenerlas a raya.

Ahora en el coche nos cuentas eso de las acciones y cómo puedo pagar los gastos con ellas.

Cojo una carta y señalo los precios+

Estas *loco mi hermano*. Yo no necesito comer por encima de mis posibilidades ni aparentar más de lo que soy. Con lo que cuesta uno de estos platos puedo comer pizza como para una familia. *¡Carajo!* podría comprar para casi una semana.

Respiro hondo y digo más calmado -Cesar nos ha prometido acciones... -levanto las manos mostrando que no tengo nada en ellas. ¿Con eso vamos a pagar la cena? -suelto la carta y apoyo ambas manos en el mantel.

Al ver que se piensa mucho la respuesta y a sabiendas de que la sabe le respondo -No Ian, la vida no funciona así.

Saco la cartera del bolsillo con una amplia sonrisa -Pero con esto sí mi *hermano*. A la comida invito yo. El alcohol que lo pague otro.

No se lo que es esto pero suena *divino*

Esto -digo haciendo un gesto a la camarera y señalando el plato en la carta (Pork Tenderloin Maialino Madera wine sauce & risotto Parmigiana 20

Para el caballero lo que ha pedido y para la señorita lo que guste.

Enhorabuena Ian... eso sí -añado poniendome una mano en la boca confidente -lo de las acciones me lo explicas sí o sí.

Me encojo de hombros y sonrío como disculpa, puede ser que me haya dejado llevar un poco por el ambiente, los entrantes y el vino. He apostado por ganar dinero a lo grande, ya que el cliente se lo podía permitir. Por otra parte la comida creo que podría conseguir que nos invitaran. Miro a la camarera y le guiño un ojo cuando se lleva las comandas.

-Marki, las acciones son dinero. Si mañana fuéramos al banco a venderlas. Tendríamos 10.000 Dolares en un par de horas pero,- y me pongo un dedo en la nariz, dándole toquecitos- si tenemos olfato, y resolvemos el caso, puede convertirse en 50.000 fácilmente.

¿De verdad se ha quejado, para luego pedir un plato? creo que quiere que quede clara su postura, pero tiene hambre como todos. Le estoy notando ya su vena rebelde. Un inconformista nato. Las personas que cuestionan todo son muy importantes a la hora de avanzar, seguro que es muy cabezota también.

-Vamos a celebrar que ha sido una reunión provechosa, Mark- le lleno la copa y se acaba el vino- bueno quizás los tragos será mejor en otro sitio ¿verdad?- digo, después de dejar bien lejos de mí la carta de vinos.

Enarco una ceja con diversión cuando Ian parece decidir que nos quedaremos a cenar y se lanza a consultar la carta. Sin embargo, antes de mirar la mía, mis ojos se posan en Mark esperando su reacción que no tarda en llegar. Suelto una risita entre dientes al escucharlo y mientras tanto voy empezando a ojear la carta. La mayoría de las cosas están en italiano, joder. Ya podríamos haber quedado en un francés y habría podido lucirme. Pero de esto no entiendo casi nada, aunque no tengo ninguna intención de reconocerlo.

Cuando Mark confirma que nos quedamos y llama a la camarera no puedo evitar soltar una carcajada. Por un momento me había engañado incluso a mí. Aunque la verdad es que no tendría ningún problema en haber parado en el Domino's más cercano. - Yo me encargo del vino. - Intervengo guiñándole el ojo a Mark. Empezaba a entender por qué Ian tenía que moverse en bicicleta.

- Confiaré en el señor Vittio. Para mí un Risotto Pescatora mixed seafood & shellfish in white wine sauce. - Levanto la mirada hacia la camarera y le entrego mi carta. - Y otra botella de vino, por favor.

Después me giro hacia Ian y asiento con la cabeza a las palabras de Mark. - Sí, Clark. ¿Qué ha sido eso de las acciones? - Pregunto, cogiendo un nuevo trocito de queso con un grisini y literalmente devorándolo ahora que el cliente se ha marchado. - ¿Y quién es esa señorita que se va a infiltrar? Joder, chicos, estoy muerta de hambre. - Añado, soltando una risa y cogiendo otro trozo.