Partida Rol por web

A medida que vais avanzando por las llanuras, después de aceptar ambas misiones, podéis fijaros en el resto de jugadores. La mayoría enfrentan a un solo jabalí entre decenas, haciéndolo todo muy ineficiente, por supuesto, además de exagerado. La sensación de pánico está presente entre los jugadores que tenéis alrededor, que quieren sufrir los menores riesgos posibles. Algunos de ellos incluso se retiran del combate, o se echan al suelo a gritar cuando sufren un golpe, a pesar de que sus puntos de vida apenas se han reducido un 10 %. 

Como sea, se os hace imposible atacar a ninguno de los jabalíes que hay en la zona, pues todos están siendo asediados constantemente por el resto de jugadores que hay en la zona. Sin embargo, mientras os vais acercando a la zona de Skarl, cada vez hay menos jugadores. Eventualmente, llega un momento en el que, de improviso, un destello de luz os sorprende justo enfrente de vosotros, y un jabalí aparece ante vuestras sorprendidas miradas. 

Sin embargo, no sois los únicos en ver esto, pues otro grupo de unas cinco personas se encuentra cerca también, y os miran con desconfianza antes de lanzarse a por el jabalí, intentando entablar combate antes que vosotros.

Con unos reflejos felinos, Grimmjow se lanzó corriendo a toda potencia a por el jabalí, entrando en combate incluso antes de que el más rápido del otro grupo diera dos pasos siquiera. Con actitud chulesca Grimmjow sonríe ante el jabalí, casi riendo. El otro grupo, al ver que ya no tienen nada que hacer, se van de allí con cara de malas pulgas; algunos incluso hacen ciertos gestos con sus manos bastante obscenos hacia vosotros, pero parece que no buscan pelea, y rápidamente se largan a buscar otra posible presa, dejándoos tranquilos. 

Grimmjow miró de reojo cómo se marchaba el otro grupo y soltó una carcajada. A pasos agigantados avanzó hacia el jabalí, ya sabía cómo atacar por lo que desenvainando su espada y con una mirada desafiante trató de asestarle un tajo al indefenso jabalí.  No había nada más en su mente más que acabar con él.

Grimmjow se lanza a por el jabalí, con el arma por delante, intentando cortar a la bestia. Este, con reflejos un poco lentos, apenas consigue esquivar el tajo del peliazul por poco. Un poco de pelaje sale volando por el viento, procedente del jabalí, pero este se reafirma en el suelo, aparentemente ileso del ataque. Resopla por su nariz, mostrando agresividad, y se lanza a por Grimmjow en respuesta, tratando de golpearlo.

A pesar de ello, no consigue darle, pues el peliazul, haciendo gala de sus reflejos, se aparta rápidamente de su trayectoria, evitando por completo el ataque. El jabalí se gira, mirando continuamente a Grimmjow, pateando el suelo y resoplando furioso.

No pude evitar reír al ver como el otro grupo se apartaba de nuestro objetivo; Grimmjow lo había hecho muy bien.

Por otro lado, el jabalí no parecía tan duro como pensaba, pero tampoco debíamos confiarnos o podríamos terminar en una muy mala situación, por lo que no tarde en tomar el arco en mi espalda mientras corría hacia uno de los laterales, cargar una flecha, tensarlo y... ¡Disparar hacia el animal desde un costado!... Refiriéndome con Animal al jabalí, no a Grimmjow.

Xeno coge el arco con firmeza, apuntando al costado del jabalí, y tensando una flecha que aparece de pronto en la cuerda de su arco, la suelta. La flecha va volando con un leve silbido, cortando el viento, e impacta en el costado del animal, quien chilla momentáneamente de dolor y se gira a Xeno, resoplando. Aún con la flecha sobresaliendo del costado, el jabalí resuella y comienza a verse acorralado.

Voy corriendo hacia un lateral, buscando el punto ciego de la criatura, con el arco ya sacado y una flecha cargada.

Tras unos metros me planto en seco y estiro la cuerda. "Disparo cargado" - gritó mientras la punta de la flecha se ilumina de un color rojo. ¡Lo tengo! - pienso para mis adentros al verle atento a los demás. Es mi momento. Respiro hondo y suelto la cuerda.

De momento las cosas iban bien. El otro grupo se había retirado y le estaban dando una vuelta pelea al jabalí, al menos los demás. El animal aguantaba mucho más de lo que Lhaian había creído, y eso que se trataba de un ejemplar común: no quería ni pensar en lo que les costaría el monstruo especial al que iban a cazar. O estos bichos eran muy fuertes o al inicio los jugadores eran bastante debiluchos en comparación.

Pero dejando eso de lado, el muchacho busco concentrarse por si le llegaba su turno y tratando de ver como peleaban los demás.

Mylky se dirige al jabalí, que por otra parte parece que le han dado más palos que a un chino en humor amarillo, y se propone a hacer lo suyo. Por un momento, podéis ver cómo mueve la espada de una manera extremadamente grácil y rápida, tanto, que parece que pega dos golpes, pero sólo lo parece. Eso sí, la chica es un primor con la espada! La lástima es que no le da al jabalí, pero la verdad es que se mueve bien... al menos esperemos que sirva para recibir golpes...

Kure, después de lanzar el disparo con el arco, utilizando dicha habilidad, acierta en el jabalí, atravesando por completo a la bestia. Esta grita un momento, antes de estallar en una nube de píxeles azulados. 

Sin embargo, antes de que podáis respirar aliviados, otros dos jabalíes aparecen de la nada, sorprendiéndoos. Aunque al parecer por ahora no os han hecho sus objetivos.

- Bueno, parece que es mi turno de atacar - se dijo Lhaian, desenvainando la espada y corriendo hacia el jabalí más próximo, esperando poder tomarlo por sorpresa y atacar de forma contundente, aunque por lo visto, se necesitaban varios golpes para derribar a una sola de esas bestias.