Partida Rol por web

Vas buscando por el bosque ramas secas y hojarasca. Trabajo mucho mas difícil de lo que podría parecer .... si bien el grueso de la nieve no llega aquí, si lo hace en cierta cantidad aparte de la escarcha que lo cubre casi todo.

La mayoría de cosas que encuentras esta mojado y frío, muy frío. Pronto te duelen las manos, pero al menos consigues localizar un buen fajo de ramas cubierto debajo una sabana de hojas y hielo.

Mientras estas recogiendo la madera para la fogata, unas risas femeninas suenan a tu alrededor. Te levantas sorprendido pero no observas a nadie. Las risas vuelven a sonar, pero en distinta posición.

-¿Es un elfo?- Dice una sensual voz.

-Eso parece, pero tiene barba- Responde otra de forma divertida.

-¿Que buscará?- Dice la primera voz desde otra posición.

El elfo caminó con cuidado. Las voces llegaron a sus oidos y, por sus conocimientos de los bosques, si un ser dejaba que lo oyeras era porque quería que lo oyeras.

Pero ya estaba erguido, y casi que habían hablado con él directamente. Ehem. Sí, soy un elfo, confirmó con su lengua natal. Solo busco ramas y hojas para una fogata. No quiero molestarlas... Usó el femenino pues ese tipo de observaciones, y las risitas, eran típicas de las faerun.

Con cierta expresión de horror una de las voces replica.

-¿Que te han echo las ramas que quieras prenderlas? ¿Acaso los elfos barbudos os dedicáis a prender fuego a las cosas?-

El elfo contuvo una sonrisa. Oh, para nada queridas voces. Pero las ramas secas, muertas están. Luego deben volver a la tierra como ceniza, al cielo como humo, y a los cuerpos de los vivos, como calor. O acaso nosotros mismos, al morir, no somos tierra y alimento para otros?

Una de las voces ríe, parece que le hace gracia tu forma de hablar. La otra voz responde.

-Pero no deja de ser incomodo ver como queman a un ser querido. ¿Si vinieran de fuera y quemaran a tus parientes para conseguir calor, no te enojarías?-

Una de las voces se acerca y termina sacando su carita de detrás de un árbol, parece ser un mujer muy bella.

-Si quieres calor ...nosotras podemos proporcionarte un poco.-La chica suelta una risita picarona mientras se acerca a ti con expresión curiosa y te observa con mas detalle.

La otra voz, aparece al otro lado de su escondite.

-Elyin, ¡tienes que ser mas cuidadosa!- Protesta con cierto enfado.

La nueva mujer también es bella y agraciada, con un cuerpo en el que un bardo se perdería en odas toda una vida.

El esfuerzo sobre-élfico que Willen realizada para que no se ruboricen sus mejillas impide que pronuncie palabra por unos momentos. Cuando por fin vuelve a encontrar el aire, Saluda a las mujeres con lo que intenta (o espera) que sea una grácil reverencia.

- Si mis parientes estuvieran muertos, hubieran ya dejado su huella por este mundo... acaso no importa el recuerdo que dejemos en los demás? Causa daño el que aprovechemos lo que la naturaleza nos da? Nosotros somos parte de un ciclo, como todo.

Willen intenta quedarse quieto, con las ramas en las manos, ante la atenta observación de las muchachas. Gracias por su ofrecimiento... Elyn? Bella Elyn, lamento tener que tomar estas ramas, pero marcho con un grupo de... ehem... compañeros, menos agraciados, que morirán de frío si no llevo algo para proporcionar calor. Mis artes no me permitirían alimentar un fuego de la nada durante toda la noche.

De la punta de los dedos de Willen, ante un gesto y un susurro, surgen pequeñas luces, como puntos de fuego, que bailotean en ritmos caótico en su mano, y luego se desvanecen.

Elyin suelta una risa jovial al ver tu prestidigitación.

Lo que te distrae momentáneamente de la otra chica, que te encuentras de repente susurrando a tu oído provocandote un cosquilleo.

-Tus amigos han empezado la fogata sin ti, no parece que se preocupen mucho por ti ... ni que hablen muy bien de ti. ¿Seguro que son tus amigos?-

-O venga!- Protesta la mas jovial. -Como puedes preferir a esos toscos hombres antes que a nosotras!-

Elyin se acerca a ti, muy cerca de ti ... haciendo que instintivamente des un paso hacia atrás, donde está su compañera. Su cuerpo te detiene y tu espalda se apoya momentáneamente en sus frondosos senos.

Jurarías que la chica ha sacado pecho expresamente.

Willen intenta hacerse más pequeño para escurrirse entre ambas féminas. Bueno, compañeros usado en el sentido amplio, se entiende... no he dicho que sean mis amigos. Ni que sea necesario que nos agrademos mutuamente.

Entrecierra los ojos. No sabía que hay un campamento de los nuestros por aquí... les pido perdón, bellas damas. Si ellos ya han hecho campamento, bien puedo tal vez aprovechar su mucho más refinada compañía. Bien saben los cielos que mi garganta está seca de caminar intentando hacer entrar en razón a un enano.

Elyin continua acercándose a ti cada vez que te apartas.

-¿Que te pasa? ¿Te dan miedo las mujeres?- Entrecierra los ojos, mirándote inquisitivamente. -¿O es que prefieres a los hombres?-

-No hay un campamento cercano, en el termino exacto de la palabra.- Responde la otra mirando hacia el bosque. -A no ser que contaras con esas fatas de la corte de invierno ... pero son maliciosas con los foráneos.-

-En realidad estamos solas y vivimos aquí cerca. Si deseas mejor compañía que la de un enano, te podemos llevar.-

La mujer te analiza, como si analizara si eres un buen partido.

- Ha! Por supuesto que no prefiero los hombres. Y si ellos ya han hecho fuego...

Tampoco estaba en su naturaleza abandonarlos a la intemperie. Y si ellas mentían? Déjame chequear que están bien, y las acompañaré gustoso a donde gusten. Y buscaré una forma de pagarles la grata compañía, guiñó el ojo Willen.

Mientras da la vuelta, agrega. No es que me importen realmente; pero completar la misión que me han encomendado yo solo sería... incómodo. Hasta los enanos son útiles en cierto contexto.

Cuando te das la vuelta la mas lanzada dice un melancólico.

-Si te marchas, no volverás a encontrarnos ...-

Las palabras de la elfa son un susurro, pero Willen decide volver. Con gran pesar, claro.

No entiendes muy bien el por que, pero algo te hace cambiar de opinión. ¿Por que volver con esos ingratos?

Sin duda alguna la compañía de las dos mujeres es mas grata y agradable, no tienen punto de comparación y te mereces estar con ellas. Embelesado vuelves caminando hacia ellas aunque parece que ahora su sonrisa es un poco mas forzada, como si algo no estuviera en sus planes.

-¿Todo bien?- Preguntas sin darle mucha importancia.

-Por supuesto- Asienten ambas. -Síguenos ...-

Avanzáis por la nieve, sin saber muy bien donde os va a llevar ... Joran se ha apartado de vosotros, y aunque no tenéis muy claro que pretende, parece estar muy atento a todo.

Finalmente a lo lejos podéis ver a Willen, está hablando con dos bellas elfas.

Parece que Willen se despide de ellas ... pero algo no encaja, la actitud de las mujeres, la expresión en blanco de vuestro compañero, el mismo aire del bosque. No lo sabríais apuntar fácilmente, la cuestión es que Willen se da la vuelta y empieza a marcharse junto a las mujeres, dejando las pocas ramas que había recogido en el suelo.

Dríadas... O algún tipo de espíritu maligno. Más vale andarse con ojo. - Hago una seña  a mis compañeros para que se anden con ojo, e intento apresurar el paso, sigiloso y discreto.