Partida Rol por web

Tenebris diebus - El ladrón de humo

IV — Dos gotas de sangre

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22/12/2018, 23:06
Wilhenmina Scamander

Con una despedida de mano, Daire perdió de vista los rizos negros y la mirada oscura de Chaithra. Tenía esa sensación de ingravidez que rebosaba por todo su ser, aderezado por la vergonzosa incomodidad de un flirteo lleno de esperanza. Parecía flotar ligeramente por encima de la seriedad del asunto que lo había traído allí. Pero conforme sus pasos se alejaron de aquel encuentro, su mente se fue inundando de otras preguntas más importantes.

Sorprendentemente, no le costó demasiado dar con Wilhenmina (cosas del azar y la fuerza mágica de las coincidencias). El nogtail fugado acababa de ser recuperado por un escuadrón de tres magos, que lo traían adormecido y bien sujeto por unas cuerdas mágicas. Eso eliminaba una de sus opciones, y también un peligro de la calle. Sin embargo, aún tardó varios minutos hasta poder hablar con ella. Su asistente, el brujo de avanzada edad que había estado con ella organizando el desastre del fin de semana, fue capaz de interceptarla para que hablase con Daire con carácter urgente. Scamander iba, como siempre, de punta en blanco a pesar de las circunstancias y el lugar. Esta vez llevaba un conjunto de pantalón y camisa holgados con una túnica turquesa por encima y el gorro perfectamente torcido.

O’Connor —saludó con una sonrisa resplandeciente, enfundando la varita en una funda de cuero a la cabeza. Se limpiaba las manos en un trapo que dejó apartado antes de indicarle con un gesto cordial que la siguiese.— ¿Qué te trae por aquí? Imaginaba que vuestro departamento estaría manga por hombro con todo esto. —Lo miró un instante con ojo crítico, torciendo los labios. —¿No te habrán mandado como mediador?

Caminaba con paso ligero y más rápido de lo que uno se hubiese imaginado para alguien de su corta estatura, con los tacones resonando a cada paso por el corredor.

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23/12/2018, 17:26
Daire O'Connor

-Cualquier día, no te extrañe. Te sorprendería cuantos magos y brujas no quieren ni acercarse a un establo a pesar de trabajar en un Departamento con las palabras "criaturas mágicas" en el nombre. Pero no, esta vez vengo a título personal.

Le mostró el vial, estudiando su reacción. Era difícil no guardar respeto a Willhenmina, teniendo en cuenta la eminencia que era en el sector. Aunque no era una persona físicamente intimidante, su energía y profesionalidad eran suficientes como para que se la tomara en serio. Eso sin tener en cuenta que era el alma del Santuario.

-Vengo a pedirte consejo.

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24/12/2018, 13:17
Wilhenmina Scamander

La bruja sonrió de medio lado ante su comentario y su pelo perfectamente ondulado se balanceó con gracia como por arte de magia.

Establos. Como si los cubículos donde trabajáis no lo fuesen —dijo con soltura y un deje de orgullo impregnado en la voz. No era algo para ir pregonando a los tres vientos, pero parecía sentirse perfectamente cómoda ante la presencia de Daire. Eso, o realmente no le importaba que la escuchase.

Cuando sacó el vial, sin embargo, su rostro cambió por completo. Primero lo miró a él, pidiendo permiso para cogerlo antes de acercarlo y mirarlo a contraluz varias veces. Del interior de su chaqueta sacó un par de lentes redondas y pequeñas que se colocó sobre la nariz, arrugando el ceño. Con cuidado, golpeó varias veces el vial con la uña. *Fue entonces cuando Daire lo vio, o mejor dicho, dejó de verlo. Las escasas dos gotas de sangre que estaban tras el cristal se tornaron prácticamente invisibles durante un suspiro, de forma tan breve que podría habérselo imaginado.

Interesante —musitó tras varios segundos a media voz, tendiéndoselo. —Creo que sé lo que es, pero sólo hay una forma de comprobarlo realmente.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Hazme tirada de Percepción + Alerta y espera a que conteste el post antes de postear :3 Thanks

Editado desde * en base a la tirada. 

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24/12/2018, 15:40
Daire O'Connor

Daire alzó una ceja, intrigado ante la reacción de Willhenmina. La visión de las gotas desapareciendo, sin embargo, le hizo perderse en sus cavilaciones. El Demiguise no le encajaba del todo con el robo, dada su naturaleza...

-Mmmmm... ¿El cochino, quizás?

No sabía como no se le había ocurrido antes, en realidad, lo de agitar el vial. La sangre de los animales mágicos a veces retenía las capacidades del propietario, si bien de forma limitada. Era una prueba simple y directa, poco útil en la mayor parte de las ocasiones pero suficientemente obvia y rápida como para pasarla por alto. Él, al igual que muchos otros en su lugar, habría optado por un análisis más exhaustivo, montándose castillos en el aire y planificando pruebas mucho más elaboradas. Y eso era lo bueno de Scamander: donde la mayoría se perdía contando las ramitas de la escoba, ella echaba a volar*. A veces la solución al problema es la más simple, la que está delante de las narices.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Cutre-intento de sacarme un "idiom potteriano" de la manga.

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27/12/2018, 13:23
Wilhenmina Scamander

La mujer ladeó la cabeza

Puede. Habría que descartar primero si está copiando las propiedades del cristal, transparencia, o si pertenece realmente a un tebo u otra criatura —dijo, devolviéndole el vial y guardándose las gafas de nuevo. —Nada que no sepas, O’Connor.

Se quedó mirándolo un instante, escudriñando en sus ojos con curiosidad mientras rumiaba algo para sí con una sonrisa pendiendo en su rostro redondeado. Tenía la nariz pequeña y respingona, y los ojos de un color castaño que bajo la luz se volvían casi de miel.

Sabes que tienes las puertas del Santuario abiertas, ¿verdad? Auguro que sería un golpe bajo para Viridian, pero yo estaría más que feliz de tener tu talento por aquí. Solo por si necesitas reconsiderar ciertas cosas —dijo de forma tan casual que casi pasaba por alto la rivalidad que tenía con el Ministerio. —Pero volviendo a eso. ¿Crees que ha salido del Santuario?

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27/12/2018, 19:42
Daire O'Connor

Daire no pudo evitar reír por lo bajo ante la propuesta de Willhenmina. Ah, la pilla no tenía pelos en la lengua, y eso le gustaba. Prefería a las personas que iban con las cartas al descubierto, de frente.

-Tengo mis teorías, sí -se quedó mirando la sangre del vial con expresión pensativa, como esperando que las gotas cambiaran de color de un momento a otro-. En cuanto a lo del "cambio de aires", me lo apunto.

Se permitió la familiaridad de guiñarle un ojo, mientras se guardaba el vial en el bolsillo.

-¿Qué tal va la captura de los fugados, por cierto? Me han pasado la lista antes, parece que ya están casi todos, ¿no?

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03/01/2019, 13:24
Wilhenmina Scamander

Accio guantes —exclamó agitando la varita mientras Daire hablaba, poniéndose en marcha de nuevo hacia otro ala con paso ligero. Costaba seguirle el ritmo incluso cuando hablaba. —Acaban de traer al nogtail, pero el resto... A veces los del Ministerio se creen que todas las criaturas mágicas están en perfecto control. Parece que deciden ignorar deliberadamente que hay plagas en la mitad de los condados. Sé que los de tu departamento hacen todo lo que pueden, pero habría que meterles en la cabeza a martillazos que hay animales que siempre han estado ahí y siempre lo estarán, por mucho que nos empeñemos. En cualquier caso, qué te voy a decir que no sepas. Si conseguimos sacar al tebo de Londres me doy por satisfecha. El resto... —Sin previo aviso, los guantes aparecieron por un corredor vecino pasando a escasos centímetros de la nariz de Daire. Mina los cazó al vuelo con la misma soltura que un buscador profesional.— Ningún muggle se va a morir por ver un par de thestrals volando. Los que me traen por la calle de la amargura son los jarveys, pero, de nuevo, nadie se va a creer que los urones hablan. Algún pobre terminará en un circo de esos monstruosos. Daremos con ellos —añadió animadamente, dándole varias palmadas en el antebrazo.

Se detuvo frente a la puerta de forja sobre la cual flotaba un cartel de madera que ponía «thestrals». En el interior se atisbaba un bosque frondoso y umbrío donde la niebla flotaba baja y densa. Era como mirar a través de la ventana de un barco hacia un lugar lejano y escondido.

¿Quieres entrar conmigo?

Notas de juego

* Cutre-intento de sacarme un "idiom potteriano" de la manga.

Que sepas que yo también he soltado algunos por ahí xD Creo que a ti no te ha tocado.

Dejo a tu elección si Daire puede ver los thestrals o no.

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04/01/2019, 07:11
Daire O'Connor

-Claro.

A Daire siempre le había gustado tratar con los Thestrals. Era lo suficientemente afortunado como para no verlos, y a pesar de las múltiples descripciones que le habían hecho sobre su poco agraciado aspecto, le resultaba hilarante imaginarles mientras el resto de gente, a su alrededor, se dedicaba a interactuar con el aire.

Mientras ayudaba a Scamander, no pudo evitar pensar en sus palabras. Era cierto que el Ministerio solía quedarse en la superficie en lo que respecta a los animales fantásticos, adoptando una actitud más pragmática y a corto plazo que la del Santuario. Luego ocurrían desastres como el de los Snidget Dorados, y todo el mundo se llevaba las manos a la cabeza preguntándose como sus antepasados habían llegado a ese punto. Era fácil juzgar en retrospectiva. Sin embargo, había algo que los del Santuario obviaban, y eso era la capacidad de elegir el mal menor. Daire era especialmente culpable de ser muy optimista, quizás por eso se llevaba también con ellos, pero hasta él dudaba de que tener un Santuario de criaturas mágicas en pleno Londres fuera la más brillante de las ideas. Sí no fuera por su fe en aquella mujer y en su capacidad para manejar un proyecto tan ambicioso, probablemente no les defendería con tanta vehemencia. Pero si su confianza en Willhenmina era absoluta, igualmente lo era la que tenía en Viridian. No había más que conocerla para darse cuenta de lo vital que era la labor de su departamento. Sí, siempre habría amargados que acabarán allí de rebote a pesar de odiar todo lo que oliera a establo; pero también había personas como ella o el propio Daire. Ellos eran los que tomaban las decisiones difíciles, los que sabían que no todo se podría salvar en un mar de tiburones como era el mundo mágico. Por eso creía en lo que hacía: cada criatura a la que conseguía encontrar un hogar, apartado del resto del mundo, era una criatura que vivía para ver otro día.

Como ese maldito Kelpie.

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05/01/2019, 13:39
Wilhenmina Scamander

El frío y la humedad del bosque envolvió al irlandés con rapidez, adentrándose con el crujir de las ramitas y la hojarasca bajo la suela de las botas. Cinco pasos más adelante, uno ya no se encontraba en Londres si no en algún rincón secreto sacado de las profundas montañas del norte, donde el aire era rico y pesado, y las nubes amenazaban con tormenta más allá de la copa de los frondosos árboles. La neblina se extendía ligera entre los troncos, como si un pintor hubiese emborronado el dibujo perfecto con una capa grisácea, y Daire tuvo la sensación de haber retrocedido una década hacia su infancia. Allí, en lugares recónditos como aquel, Liz, Evelyn y Tom, sus compañeros inseparables de sus viajes y fantasías, siempre eran la sombra de sus trastadas. Entonces el mundo parecía un campo abierto con mil direcciones hacia las que correr y ninguna barrera impuesta. Algo cálido y liviano revoloteó en su estómago dibujando una sonrisa hogareña en su rostro. Todo eso quedaba ya muy lejos, tanto que parecía inalcanzable, pero todavía era capaz de rescatar retazos de una época mejor, especialmente cuando el mundo decidía darle un respiro.

Quizás aquella época no había sido necesariamente mejor, si no diferente.

A la entrada, Wilhenmina lo aprovisionó con varios cubos de carne cruda y sangrienta, dieta que nunca había alimentado para bien la ya difícil reputación sobre los thestrals, y lo guió como si el camino lo hubiese hecho ella misma. Caminaron durante varios minutos entre fresnos y pinos con el frío de la montaña empezaba a colarse sin permiso bajo la ropa. Mientras, la bruja relató con aquella graciosa espontaneidad la primera vez que ella misma había visto una de aquellas criaturas, hacía ya muchos años, de niña. Daire no pudo evitar preguntarse a quién habría visto morir de tan joven, pero aquello quedó fuera de la historia. En cambio, describió a los thestrals de una forma totalmente diferente a lo que alguien podría encontrar en un libro. A pesar de su aspecto terrorífico, para la bruja eran criaturas gentiles y tímidas, esquivas por tanto, pero con un peculiar sentido para reconocer a las buenas personas. Tan solo necesitaban algo de comprensión, en su opinión, y mientras hablaba perdiéndose en las palabras, Daire pudo ver de soslayo cómo su rostro se iluminaba de emoción. Solía pasarle con frecuencia, había descubierto hacía tiempo, igual que a casi cualquier persona que amase de verdad todas aquellas criaturas fantásticas.

Estos estaban enfermos, un parásito en la piel —explicó mientras le daba el alto señalando un punto indeterminado más adelante. Más allá se habría un claro con un centro de rocas de aspecto peculiar—. Nos llevó bastante tiempo traerlos, pero temíamos que con la llegada del verano migrasen hacia otra parte de Escocia y no pudiésemos localizarlos.

La bruja se agachó y extrajo varios viales de líquido azul, un líquido que parecía comportarse como un gas dentro de la botellita, pero que cayó como una cascada en forma de remolino al vertirlos.

Brebaje con base de sorbus aucuparia, muy difícil de hacer y corrosivo al tacto de los humanos. Por suerte solo les quedaba una dosis más, preventiva. Estaba pensando en liberarlos a principios de Septiembre pero… Supongo que hoy podría valer también —le dijo, haciéndole un guiño.

Al terminar, ella misma se quitó el guante de la diestra para tendérselo a Daire, pidiéndole que tuviese cuidado de no tocar la carne con la mano desnuda.

Notas de juego

Tirada de Alerta + Percepción, dificultad 6 :3

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08/01/2019, 07:37
Daire O'Connor

Daire se limitó a disfrutar del paseo, escuchando atentamente la historia de Willhenmina y sumido en un silencio poco frecuente en él. De alguna manera, aquel lugar le transmitía paz, e incluso la presencia de las criaturas invisibles no era suficiente como para turbarla. Más tarde, Daire se arrepentiría de haber perdido tanto tiempo en el Santuario en medio de una misión tan importante para Liz como aquella, y más estando el, o los culpables del robo todavía sueltos. En ese momento, sin embargo, sólo podía pensar en lo mucho que disfrutaba de su tiempo allí. No era Chaithra, ni Willhenmina, ni siquiera los animales... Era la sensación de que todo encajaba, de que, frente al caos de allá afuera, en el Santuario todo tenía un orden especial. Como una nube invisible, que flotara en cada establo y pasillo. ¿Como definirlo? La entidad que los Scamander habían construido podría definirse como frenética, desastrada, altruista, singular, irresponsable, y con otra miríada de calificativos, pero todos ellos fallaban en la tarea de capturar su esencia Era, de alguna manera, como si el lugar estuviera cargado de... ¿Bondad?

Daire se limitó a asistir a Willhenmina en silencio, intentando imaginar, por enésima vez, el aspecto de esas misteriosas criaturas.

-Creía que comían carne cruda. ¿A qué viene el brebaje de la muerte incierta? -bromeó.

- Tiradas (1)
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14/01/2019, 01:31
Wilhenmina Scamander

A dónde se va tu cabeza a veces, O’Connor. Eso me pregunto yo —rezongó con un suspiro, lanzando otra pieza de carne hacia el aire para que esta desapareciese mágicamente acompañada de ruiditos y gruñidos. Si uno se fijaba bien, podía apreciar cómo el follaje del suelo se movía ligeramente bajo el peso de las criaturas. Había algo allí, moviéndose de forma silenciosa pero apreciable frente a sus ojos. Daire lo sabía y casi podía hacerse una idea de lo que era pero… No llegaba a verlos; igual que no llegaba a atisbar qué era lo que se había colado aquella madrugada en el Décimo Piso.

Es para los parásitos —aclaró Wilhenmina.

Y al volver sus ojos hacia ella lo distinguió con suma claridad algo más allá, al otro lado del claro. Era un árbol poco destacable y que aunque no pertenecía a la misma familia que el resto se camuflaba bien con ellos. Había algo singular en él, sin embargo, algo que había visto en sueños y que no recordaba del todo, pero que regresó a él como un flash. La madera tenía el mismo patrón que la piel de una serpiente, igual que las infinitas ramas de aquel árbol que había visto en sueños.

Notas de juego

Tipo de madera. Para que te hagas una idea.

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14/01/2019, 07:15
Daire O'Connor

Daire estuvo a punto de soltar el cubo de golpe.

-Leñes. Perdona, Willhenmina. Hay...

No siquiera terminó la frase. Dejó el cubo en el suelo y, absortoa en aquellos hipnóticos patrones, caminó hasta el tronco de forma automática, casi sin darse cuenta, como si todavía estuviera sumido en el sueño. Quería verlo de cerca.

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17/01/2019, 01:41
Narradora

El dibujo reptante se extendía por toda la corteza, alternando claros y oscuros, curvas y rugosidades por todo el tronco. Las ramas se retorcían unas sobre otras como nudos, como un nido de serpientes, separándose y uniéndose hasta tejer una densa capa de hojas ovaladas y oscuras. No tenía mil ramas ni era inmenso como una catedral. ¿Realmente lo había soñado así? Tampoco era gris ni su corteza tenía hendiduras lo suficientemente grandes como para meter la mano por ellas —algo que, ya despierto, pensó que era muy mala idea—. El musgo tan sólo lo cubría parcialmente, igual que al resto de árboles de los alrededores. No era exactamente, pero era parte de aquello. Lo sentía como un suspiro helador en la nuca, como un pinchazo en las entrañas, como un eco del futuro o del pasado arañando la celosía de la realidad.

A Daire se le daba muy mal interpretar el futuro, pero eso no quería decir que de vez en cuando este no diese porrazos llamando a su consciencia. Y aquel era el mismo puto árbol con el que había soñado.

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21/01/2019, 07:47
Daire O'Connor

Su corazón latía a diez mil por hora. De nuevo, aquella sensación que le había invadido en el despacho de Liz...

-Scamander... ¿Dónde estamos exactamente?

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21/01/2019, 21:02
Wilhenmina Scamander

Los pasos de la bruja se acercaron con lentitud, desgranando las hojas secas de los árboles bajo sus zapatos. Otros pasos la acompañaban produciendo un eco acallado a su espalda.

En Londres. Regent's Park,  más concretamente —respondió con sencillez y un gracioso rintintín en el tono—. Pero auguro que esa no es tu pregunta.

La mano desnuda de Mina se posó sobre la corteza levemente, alzando la mirada hacia arriba, y por alguna razón inexplicable Daire sintió una punzada de rabia ante aquel gesto. ¿Cómo se atrevía a tocar aquel árbol?

Tan pronto llegó, se fue.

Todos los entornos han sido creados o traídos hasta aquí a través de magia. No son puertas a otras partes del mundo, O’Connor. Son… relfejos. —Le miró un instante con detenimiento, como si tratase de averiguar qué significado tenía aquel árbol para él. Después se detuvo a su lado—. Estoy bastante segura de que este bosque es un fragmento de Galloway, o quizás Perthshire. No tengo tan claro que este árbol sea parte del paisaje. Podría ser el recuerdo de quien lo creó, o una mera coincidencia. Esta fue una de las primera áreas en crearse, en los años treinta, así que tendría que hacer algunas preguntas para saber quién se encargó de su creación.

A su espalda, Daire notó un suave soplido, un bufido quedo seguido de un leve toque en el hombro. Sabía que no iba a ver nada por el rabillo del ojo, pero aun así resultaba inquietante descubrir que, en efecto, sólo había aire y la pesada presencia de algo invisible a sus sentidos.

¿Qué es? —inquirió Wilhenmina.

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22/01/2019, 07:16
Daire O'Connor

-Eso me gustaría saber a mí. Es... Un maldito árbol, maldita sea*. Y es importante. Pero no sé por qué.

Daire parecía estar debatiéndose entre acercarse a tocar el árbol o darse la vuelta y salir corriendo. Al final, optó por una opción completamente diferente. Extrajo su varita del bolsillo de su chaqueta y apuntó al tronco.

-Specialis Revelio -pronunció, mientras giraba su varita como quien retuerce un tornillo, sin dejar de señalar al mismo punto.

Era solo una corazonada. Posiblemente el árbol desaparecería, o revelaría algún objeto mundano y común debajo. O no haría nada. Pero de vez en cuando, algunos reflejos guardaban propiedades de aquella cosa a la que representaban. No perdía nada por probar.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* A bloody tree, dammit...

No recuerdo si este era uno de los encantamientos revienta partidas. Si es así, por favor hazlo fallar automáticamente, con hilarantes consecuencias.

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26/01/2019, 03:50
Narradora

Como Daire había imaginado, el árbol comenzó a perder toda la corteza y las hojas, las cuales se fueron resquebrajando en pedazos hasta tan solo quedar un árbol normal y corriente. La superficie no era nada más que un espejismo, la memoria del que lo había lanzado originalmente.

Well, that helped* —masculló por lo bajo la bruja, negando con la cabeza—. Si no te es mucha molestia, te prohíbo que hagas más Encantamientos en el resto de la zona sin avisarme antes. No tengo recursos disponibles como para que me desmonten el chiringuito otra vez tan pronto.

Pero mientras hablaba, Daire se fijó en algo más. Las hojas que se habían caído del árbol fictício brillaban ligeramente en un tono esmeralda demasiado vívido como para ser mundano. No llegaba a ser un destello o un reflejo, pero habían adquirido una intensidad que solo había visto en plantas con propiedades mágicas. Quizás no fuesen reales ni tuviesen ninguna propiedad, pero seguían imitando el árbol real.

Notas de juego

No recuerdo si este era uno de los encantamientos revienta partidas. Si es así, por favor hazlo fallar automáticamente, con hilarantes consecuencias.

El único "encantamiento" que está banneado son los polvos mágicos de la muerte que tiene Scamander para hacer un escáner de la escena del crimen en minuto y medio y averiguar todo lo que ha pasado allí xD

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28/01/2019, 07:17
Daire O'Connor

Por desgracia, a Daire no le había interesado nunca mucho la disciplina de Herbología, ni conocía a nadie que fuera especialmente versado en el tema. Las plantas siempre le parecieron demasiado aburridas y estáticas, frente a las criaturas con las que él se había dedicado a trabajar. Que el árbol era mágico era algo que ya intuía, pero confirmarlo significaba que, al menos, estaba avanzando en la dirección correcta para resolver dicho misterio. A pasitos de Gnomo, pero avanzando al fin y al cabo.

-Sí, perdona, Willhenmina -respondió Daire, quizás con demasiada familiaridad. Le costaba no volver al tuteo de forma ocasional con la gente que le era familiar-. Lo arreglaré alguna tarde de esta semana, cuando haya acabado con lo que tengo entre manos.

Notas de juego

Creo que Daire va a ahorrarse lo de preguntarle si tiene criaturas no declaradas. Aparte de pedirle el nombre de la persona que encantó aquel lugar, no tiene más quehaceres aquí.

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30/01/2019, 20:37
Wilhenmina Scamander

¿Y qué es exactamente lo que tienes entre manos? Porque no me importaría que me advirtieran si más problemas vienen hacia aquí —inquirió con una sonrisa inocente—. Y con problemas me refiero al Ministerio.

Su mano estaba alzada, tocando algo inexistente en el aire que por lo menos llegaba hasta su frente. Un poco más allá, donde había soltado el cubo, la carne desaparecía en pedazos. No los veía, pero estaba seguro de que estaban a su alrededor husmeando.

Notas de juego

Perdón por la tardanza, bicho.

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31/01/2019, 07:32
Daire O'Connor

Daire se encogió de hombros, como si la cosa no fuera con él.

-Aaaaah, ya sabes, lo típico. Información clasificada, si lo contara tendría que desmemorizarte luego, etcétera, etcétera. Pero habiendo visto la sangre, puedes hacerte una idea: hay alguien haciendo trastadas con criaturas mágicas, probablemente con alguna variante de cochino. Con algo de suerte, ni siquiera te enterarás de que ha ocurrido algo, y tendrás de vuelta una criatura más en el Santuario al terminar la semana.