Partida Rol por web

Terapia de Grupo

Escena 3.3: El pub La Flor y Nata.

Cargando editor
13/11/2016, 02:19
Edwina Grant

Eh, ¿No pensarán llevarme ahí dentro? Puede que ya no sea una señora, pero yo no me dedico a esos entuertos. ¡BASTARDOS! - os grita molesta al ver que no le respondéis.

Cargando editor
13/11/2016, 17:44
Nikolay Vólkov

Aún estaba intenado entender lo que había dicho l amujer en su inglés cerrado de suburbio, cuando se pone a la defensiva. Parpadeo confuso y levanto una mano, conciliadora.

Eh... No preocopar, seniora. Nos conoserr senior Grrant... Nos querrer hablar con usted, seniorra, de él.

Digo, con la actitud más humilde y educada posible, con el sombrero entre las manos, estrujándolo contra el pecho.

Cargando editor
14/11/2016, 01:09
Jack Turner

Tras ascender a la planta superior, fuimos sorprendidos por una mujer que nos miraba con desconfianza por aquellos escasos centímetros que había dejado la puerta entreabierta. No cabía duda, aquella señora debía ser Edwina Grant. Sin embargo, el deplorable estado en el que se encontraba era evidente a pesar del escaso ángulo de visión que teníamos para poder examinarla. Todo aquello me dejó por unos instantes apesadumbrado, parecía mentira que pudiera haber sido, unos años antes, una mujer de clase acomodada. Aparentemente mi compañero también se había quedado callado durante el tiempo suficiente como para que la señora Grant volviera a dirigirse a nosotros. Me apresuro a corroborar las palabras de Nikolay:

-Ah no, señora, no se preocupe. Discúlpenos, no estamos acostumbrados a movernos por este tipo de locales, y estamos un poco sobrecogidos.-Aquello no era para nada cierto, había conocido antros igual de horribles que aquel en muchos puertos por todo el mundo, pero había que dar algún tipo de explicación.-Como bien ha dicho mi amigo Nikolay, solo queríamos hablar con usted sobre Rupert Grant.

Habría querido añadir que eramos amigos suyos, o que estábamos interesados en saber más sobre Rupert para ayudarle. Aquella mujer parecía bastante susceptible y estaba a la defensiva, así que por el momento y a modo de presentación, decidí mejor dejar la frase así.

Cargando editor
15/11/2016, 22:28
Edwina Grant

La mujer permanece junto a la puerta, sosteniendo su escaso peso en el hueco que hay entre el pasillo y la entrada de la habitación. Es evidente que esta en una actitud defensiva, aunque teniendo el lugar donde os encontráis es normal. Sin embargo, cuando el señor Turner pronuncia el nombre de Rupert Grant os sorprende su reacción. Pues la mujer escupe violentamente al suelo, por fortuna para vosotros la flema queda en el centro y lejos de vuestros zapatos.

- Ese cerdo esta encerrado en el manicomio de West London. ¡Ojala se pudra allí dentro!

Vuestra reacción es intentar bloquear la puerta temiendo que la cierre de golpe. Pero la mujer se limita a fijar la vista sobre vosotros. Al menos parece que habéis llamado su atención, aunque tampoco creéis que os vaya a invitar a té y pastas precisamente. No muy lejos vuestra se oyen ruidos, los habituales cuando una pareja esta copulando.

- Tiradas (1)

Motivo: Suerte

Tirada: 3d100

Resultado: 50, 46, 25 (Suma: 121)

Cargando editor
15/11/2016, 22:41
Nikolay Vólkov

Me quedo algo confuso ante la reacción de la mujer, abriendo los ojos como platos.

Me lleva algo de tiempo contestar.

Ya no estar allí. Morir, seniora. 

dejo pasar unos momentos para que digiera la noticia. Puede ser que todo eso del sipiajo sea puro teatro. En Rusia muchas mujeres desprotican de sus maridos pero luego lloran como bebés si les pasa algo.

Por favior, seniora. Serr imporrtante hablarr de él. 

Cargando editor
17/11/2016, 01:49
Jack Turner

Aunque por las primeras impresiones me había parecido que estaba a la defensiva, no esperaba una reacción tan negativa de la mujer al escuchar el nombre de Grant. Pensaba que tal vez la nostalgia, algunos buenos recuerdos que vinieran a su mente harían que nos contaran algo de nuestro hombre. Pero parecía que no iba a ser tan fácil.

-Mi amigo tiene razón señora, Rupert ha muerto recientemente. Y es importante para nosotros saber cuáles fueron los motivos para que acabara así... de trastornado. Esperábamos que pudiera ayudarnos.

Al menos por ahora iba a continuar intentándolo por las buenas, y si la mujer seguía en sus trece... Habría que pensar alternativas.

Cargando editor
17/11/2016, 03:44
Edwina Grant

Vuestra actitud, y seguramente también vuestro aspecto en comparación con lo que se suele ver por aquí, consigue que la mujer ceda y os permita entrar. La habitación es pequeña, y esta amueblada con poca cosa. Hay una cama, a sus pies un baúl, una mesa muy parecida a las que había en la parte de abajo, tres sillas (una la ha ocupado ya ella), una lampara de aceite sobre la mesa, y varios libros sobre la mesa que procede a colocar torpemente. Hay una ventana tapada con una cortina desvencijada, se oye suavemente el sonido del puerto por allí. Y desde la puerta cerrada aún se oyen los sonidos que realiza la mujer que esta copulando, ahora son muy exagerados.

- Tomen asiento, como puedan - os dice mientras ella se sienta en un lado de la mesa. Al escuchar los sonidos del pasillo os dice: Ella acabará enseguida, no nos molestará mucho más.

Y un par de minutos después el sonido cesa poco a poco.

Cargando editor
17/11/2016, 08:11
Nikolay Vólkov

Agradezco las atenciones con un gruñido y me siento en una de las sillas, con cierta pesadez. Observo a la mujer, en silencio, como recoge los libros, a la vez que intento leer los títulos. Esas cosas siempre ayudan a hacerse una idea de sus gustos. Tampoco es que sea un experto, y en esos momentos encuentro a faltar la presencia del señor Yeats.

Cuando comenta lo de la puta, vuelvo a asentir con un gruñido, como haciéndome cargo de la situación, y se genera una situación un poco surrealista mientras estamos allí, sentados, en silencio, mientras se oyen los gemidos de fornicio en la habitación de al lado. La cosa remite y me permito un carraspeo nervioso antes de hablar.

Grrasias porr atenderr, seniorra Grrant... Como desirr amigo antes, serr imporrtante parra nos saberr más sobrre enferrmedad marrido suyo. Nosotrros conoserr marrido suyo y quedarr imprresionados porr él. Tenerr... Tenerr amiguio con enferrmedad similarr y creer que si saberr como enfermarr senior Grant poderr currarr a amigo. Antes serr buen hombrre perro que desde enferrmo ya no serr tan buena perrsona más.

Cargando editor
28/11/2016, 20:40
Jack Turner

Finalmente aquella mujer parecía recuperar la serenidad, y nos invitaba a tomar asiento y poder hablar sobre el difunto Rupert Grant, un hombre totalmente desquiciado que, hace demasiado tiempo, había tenido una vida normal junto a aquella mujer. Esperamos en medio de un silencio incómodo a que se apacigüen los obscenos ruidos provenientes de la habitación contigua, y de nuevo dejo que Volkov comience la conversación, para después apoyar sus comentarios:

-Como dice el señor Vòlkov, estamos llegando a la conclusión de que los males que aquejaban al señor Grant pueden estar reproduciéndose en otras personas, y tratamos de investigar de la mejor manera posible para evitar que más personas tengan que padecer de la misma manera. Para ello, necesitamos saber todo lo posible sobre las circunstancias que vivió antes de enfermar y sobre los primeros indicios que mostró, para intentar descubrir algo que pudiera ser la causa de su enfermedad y tratar de buscar un tratamiento con el que combatirla.-Hizo una pequeña pausa, para dejar que la mujer asimilara su parrafada, antes de continuar.- Espero que nos pueda contar todo lo que recuerde sobre la época en que Rupert estaba sano, y cuando empezó a deteriorarse, señora Grant.

Traté de mantener una sonrisa en mi cara lo más afable posible, para invitar a la pobre mujer a colaborar con nosotros.

Notas de juego

Mil perdones por el retraso, estaba a tope preparando oposiciones y me examiné este domingo. Por fin vuelvo a tener algo de vida normal.

Cargando editor
21/12/2016, 18:39
Edwina Grant

Edwina os escucha sin prestaros demasiado atención, parece que no quiere hablar de su pasado. Hay un momento en el que se dispone a escupir hacía una sucia y maloliente esquina de la habitación, pero en lugar de eso parece pensárselo y lanza el vergajo en la papelera. Tal vez sea vuestra insistencia, o el recuerdo de otra época más feliz lo que consigue que os cuente su historia.

- Hace dos años mi vida cambio drásticamente. Ya ven ustedes vaya panorama, con mi marido encerrado en el manicomio y habiendo perdido a mi hijo durante el parto. Una mujer sola en el mundo sin familia alguna, y sin tampoco mucho dinero, tenía pocas opciones para salir adelante. Enferme después del parto, así que cogí las pocas libras que me quedaban, y me mude aquí. Al local que había heredado de mi marido, no tuve más remedio que alquilar las habitaciones a las meretrices del lugar. Gracias a ello he podido ganarme la vida lo mejor que he podido durante estos dos últimos años. Así espero seguir hasta que el Señor me llame dentro de poco.

Pero no habéis venido hasta aquí para escuchar la historia de la señora. Así que le insistís algo más sobre lo que le ocurrió a su marido.

- Rupert era un dedicado empleado de banca. No muy bien remunerado, pero con un salario que les permitía vivir cómodamente de alquiler. Sin embargo, todo se truncó cuando yo quedé embarazada y perdimos al bebé en el parto. Ahí fue cuando Rupert perdió su trabajo, comenzó a beber, a fumar opio y a verse con malas compañías. En aquel momento solía quedar con unos tipos llamados Andrew Newham, Erwin Spooner y Miles Tenneman.
No sabe gran cosa de ellos, solo que Rupert volvió un día de una reunión a altas horas de la madrugada y desde entonces apenas podía comer, beber o dormir. Y le atormentaban unas horribles pesadillas.

Fue entonces cuando salió una noche y mató a Spooner y Tenneman con su arma. Cuando la policía apareció por la casa no daba crédito, su marido había matado a dos personas en un ataque psicótico y había sido encerrado en el manicomio de la ciudad donde permanecería hasta el día de su muerte.
No le han permitido verlo en dos años ya que dicen que es muy inestable y peligroso.

Después de contaros la historia la señora se pone a llorar desconsoladamente.

Cargando editor
22/12/2016, 10:42
Nikolay Vólkov

El ruso parpadea confuso ante la truculenta historia. Hay puntos de contacto, pero no entiende qué tiene que ver exactamente. De todas formas sólo ve una salida, y se aferra a ella como un clavo ardiendo.

Nikolay sentirr pérrdida seniorra Grant. Dice, sin aclarar si es por el marido, el hijo o el tren de vida. O por todo ello junto.

Prreguntarr si saberr algo de ese seniorr Newham.

Siempre pueden volver a visitar al funcionario público para sacar la dirección de ese hombre, pero prefiere evitarlo.

 

Cargando editor
29/12/2016, 18:21
Edwina Grant

La mujer suspira mientras se limpia las lágrimas usando un pañuelo que hace mucho tiempo que dejo de ser de color blanco. Y después de responder a la pregunta sigue llorando.

- No... no sé nada del señor Newham desde hace mucho tiempo.

Cargando editor
29/12/2016, 22:38
Nikolay Vólkov

Da...

Y con ademanes de oso torpe se saca el pañuelo de su chaqueta y se lo ofrece con galantería de cosaco tímido a la vieja chocha.

Entenderr que ahorra nada saberr de él. Perro quisás si recorrdarr de cuando sí saberr algo de él, quisás poderr aiudarr. ¿recordarr ocupasión senior Newham? ¿Dónde desir que vivir?

En ese momento el ruso parpadea y se da cuenta que ese tipo debe ser carne de presidio, si es que no lo es ya. O pasto de gusanos. La gente que frecuenta fumaderos de opio y putas de callejón no viven mucho.

Y en ese punto del pensamiento, Nikolay se rasca la entrepierna con disimulo, metiéndose la mano en el bolsillo del pantalón.

¿Recordar nombre banco donde trabajar difunto senior Grant?

 

Cargando editor
08/01/2017, 12:50
Jack Turner

Parecía que nuestros esfuerzos por fin daban sus frutos: La señora Grant se había decidido a contarnos su historia y la de su difunto marido sobre como pasar de un matrimonio inglés tan respetable como cualquiera a acabar hundidos en la miseria. Escuché con educado silencio y paciencia todo el relato de la mujer. Hablaba de tres hombres con los que se reunía cuando empezaron a torcerse las cosas, y dos de ellos habían muerto a manos del propio Grant. La siguiente línea de investigación parecía evidente, dar con el único superviviente: Andrew Newham.

Su compañero se le adelantó y parecía haber sacado en claro lo mismo que él.
-Mi amigo tiene razón, señora Grant. Para nosotros es muy importante recopilar toda la información posible sobre los momentos en que le empezaron a ir mal las cosas a Rupert. Y si hay alguna posibilidad de dar con ese tal Newham, tal vez él pueda ayudarnos a saber más. Cualquier dato que pueda darnos sobre ese hombre con el que se reunía su marido puede ser importante para dar con su paradero.

Viendo el ritmo de vida que llevaba Grant cuando empezó a reunirse con esos hombres, no creo que tengamos muchas posibilidades de encontrar al último superviviente de aquel grupo. Por lo que considero acertada la última pregunta de Vólkov sobre el banco, tal vez sus antiguos compañeros de trabajo también puedan darnos alguna pista.

Cargando editor
06/02/2017, 22:49
Edwina Grant

- El jefe de Rupert era Miles Tenneman. Trabajaba para él como contable, llevar las cuentas y esas cosas. No recuerdo donde era, mi marido no quería que acudiera al trabajo. La última vez que yo los vi fue durante el funeral.
Todo fue de mal en peor cuando perdimos a nuestro hijo, Randall. Nació muerto, ¿Saben? Desde que paso aquello Rupert se vino abajo, mi marido ya ni me miraba y le dio a la bebida. No entiendo porque se volvió así, fue cruel conmigo
.

La mujer solloza al contaros la historia. Es evidente que todos estos recuerdos son dolorosos para ella.

Cargando editor
08/02/2017, 17:08
Nikolay Vólkov

Sube y baja la vista, de la punta de sus pies a la cara ajada de la sra. Grant.

Da... Entenderr... Sentir por pequenio bebé Randall...

Spasiv... Grrasias porr inforrmasión, seniorra. 

Y tras ello mira al marinero, por si quiere añadir alguna cosa más, antes de irse. Odia pensar en la posibilidad de ir a visitar aquel agujero de funcionarios asquerosos para sacar información de ese Tenneman, pero si es necesario...

 

Cargando editor
14/02/2017, 02:37
Jack Turner

Atendí al relato de la señora Grant, y cuando empezó a derrumbarse por los dolorosos recuerdos durante su narración, empecé a sentirme tremendamente incómodo. De repente tenía la impresión de que eramos como dos matones intimidando a aquella pobre mujer para que nos expusiera sus miserias y su terrible historia hasta llegar a este punto. Mi mirada se había desenganchado del contacto visual con Edwina y vagaba de un punto a otro de la pequeña habitación.

Escuché las palabras de Nikolay agradeciendo a la mujer su declaración, y me volví hacia él para encontrar en su mirada la misma impresión de incomodidad tras escuchar las últimas palabras de la viuda de Grant. Pienso que tenemos suficientes hilos para tirar de nuestra investigación sin necesidad de seguir atormentándola.

-Muchas gracias señora Grant, nos ha sido de gran ayuda.-Mirando al ruso, hago un gesto con la cabeza en dirección a la puerta para sugerirle que ya hemos tenido suficiente y deberíamos salir de la habitación.