Partida Rol por web

Resolución Turno 504

Vagas sin conocer dirección o sentido durante un tiempo. El suelo rebosa humedad y te ves obligada a caminar tanteando con tu pie la firmeza en el siguiente paso pues sientes que hay lugares donde su firmeza desaparece.

Al pisar algunas veces el suelo se hunde levemente antes de encontrar un lugar sólido para continuar dando pasos y esto te obliga a avanzar lentamente.

Apenas había pasado un minuto y escuchaste un estremecedor sonido. La niebla parece absorber los sonidos o distorsionarlos pero es inconfundible. El sonido de un cuerno orco.

Resolución Turno 504

Adronath, Laufinwë y Drustan descabalgaron con cuidado. Ataron las cuerdas y se ataron entre ellos.

El suelo rebosaba humedad y se veían obligados a caminar tanteando con el pie la firmeza en el siguiente paso pues había lugares donde la firmeza del suelo desaparecía.

Al pisar algunas veces el suelo se hundía levemente antes de encontrar un lugar sólido para continuar dando pasos y esto obliga a maniobrar lentamente.

Apenas había pasado un minuto y escuchasteis un estremecedor sonido. La niebla parecía absorber los sonidos o distorsionarlos pero era inconfundible. El sonido de un cuerno orco.

Resolución Turno 504

Tocaste el cuerno orco. El lastimero sonido se extendió por el lugar estremeciéndote. Tal vez no era buena idea usar la llamada del enemigo en momentos oscuros pero ya estaba hecho.

Pasaste unos segundos de incertidumbre, quieto esperando algún tipo de respuesta o sonido ... ¡y vino!

Una nube de insectos grandes como puños llegaron a tu posición, zumbando furiosos se abalanzaron sobre ti y sobre el caballo. Os pican con sus terribles aguijones, que te alcanzan en las partes que no cubres con armadura y atraviesan fácilmente las ropas. El caballo se encabrita.

Resolución Turno 504

Tu caballo se encabrita y a pesar de tus intentos por controlarle perdiste el contacto con el grupo. Tus increíbles recursos como rastreador y tu experiencia en el entorno salvaje te permiten tener todavía alguna idea de dónde estabas y hacia dónde os dirigíais pero cuando por fin detienes el caballo sabes que debes volver rápidamente antes de que la niebla te vuelva a confundir.

Estás a punto de regresar al sitio donde crees que estabais cuando escuchas un estremecedor sonido. La niebla parece absorber los sonidos o distorsionarlos pero es inconfundible. El sonido de un cuerno orco.

Resolución Turno 504

Tu caballo se encabrita y a pesar de tus intentos por controlarle perdiste el contacto con el grupo. A pesar de que sabías que era natural la presencia de la niebla en estas zonas cercanas a los ríos también sospechas que el origen de esta tal vez esté influenciada por otros poderes.

Decides a tu pesar desechar el sortilegio que llevabas preparado y usar el sortilegio de dominio del agua. Tu voluntad se fundió con el entorno, sentías la humedad del lugar y poco a poco comenzaste a imponerte a ella, retirándola de tu alrededor. Poco a poco el ambiente se fue limpiando. Pero algo impelía a la niebla a rodearos, sentiste una presencia detrás de la voluntad del lugar.

Tanto era así que por un momento casi pensaste ver un coloso, un ser de gran antigüedad, rencoroso, esperando ... y después el sortilegio funcionó normalmente dejándote la duda de si habías sentido algo.

Luego escuchaste el sonido lastimero de un cuerno. Un cuerno orco.

Turno 505

Drustan maldijo 1000 veces aquel sonido cruelmente familiar. La niebla los había atrapado y el enemigo tan sólo esperaba a que saliesen uno a uno para acabar con sus vidas

Acarició a su halcón preguntándole si sus afinados sentidos eran capaces de percibir algo en aquella invisibilidad, debían de ser rápidos en encontrar a sus amigos.

- Guardad silencio...- comentó a sus compañeros redundantemente.

Turno 505

Adronath también lo había escuchado. El sonido de un cuerno orco. Parecía que todo comenzaba a hilarse. La niebla, la desorientación, el sonido del cuerno.

El guerrero apretó los dientes y en un susurro les dijo a sus compañeros-. Debemos seguir buscando a nuestros compañeros. Debemos reagruparnos o sermos presa fácil.

Recuerdas que Elhoram cogió uno de los cuernos de los orcos. ¿Habrá sido capaz de soplarlo para indicar su dirección?

Con la tirada de percepción que has sacado sabes que el cuerno procede de una zona a tu derecha. Si quisieses podrías ir hacia el sitio de donde salió el sonido que, está bastante más cerca de lo que parece.

Pasas la tirada de resistencia. No recibes daño adicional y como la tirada de montar era fácil también sacas la maniobra.

Puedes escribir el turno a ver qué haces con los insectos.

Me dirijo lentamente al sonido del cuerno con la intuición de que sea el cuerno de Elorham en que suene...

Turno 505

La silvana avanzó muy lentamente, a tientas, paso a paso. Un paso, luego otro y otro más. Mordió sus labios, y escrutó en derredor, cada sombra, rastro y peculiaridad del entorno en un infructuoso intento de reencontrarse con el grupo; pero no halló una mísera brizna que la guiara en su errático deambular. Entonces escuchó, deforme y retorcido, el horrísono llamado de un cuerno orco y cada palmo de su pálida piel se erizó. Es aquí y ahora, pensó. Y fue cuando aquel pensamiento afloró, que afloró el miedo también. Y algunos oscuros y lejanos recuerdos: otras sombras (pero que amargamente le sabían igual a las que se extendían ante sus ojos), su madre, el fragoso rugir de una batalla. Y como antes, estaba sola otra vez.

Presta, se deslizó hacia el corcel e intentó escapar al galope. Un ciego y enrevesado galope del que pronto desistió; no lograba dominar su montura y no quería arriesgarse a una caída mucho menos afortunada que la anterior. Así que desmontó y buscó casi a tientas un sitio donde refugiarse. Esconderse, desaparecer a los ojos de aquellas espantosas criaturas, hacerse invisible. Tiró de las riendas de su caballo que piafaba alarmado e intentó ocultarlo tras un solitario promontorio rocoso, junto a ella, pero los relinchos del atemorizado corcel atraerían la atención de los perseguidores sobre ambos, montura y jinete. 

El miedo amenazaba ahogarla. Contemplo largamente al animal a través del salobre manantial que inundaba mis ojos y que era retenido, cual frágiles diques, por sus pestañas. Lo contemplo desde las fauces del abismo que se abría en su memoria y amenazaba devorarla. Incontenible, un aluvión de sentimientos contradictorios se agolparon y pugnaron por salir al unísono en aquel interminable instante. El pánico se hizo carne en Eruannë que cerró los ojos y se concentró, arpa en mano. Apretó los labios y susurró la misma canción que le cantaba su madre cuando niña:

—¡Oh Elbereth, la Compasiva!, guía mis pasos en la Oscura Noche de los Tiempos y no temeré. Tú, Hacedora de Estrellas, ilumina mi camino hacia Aman...

Lentamente, su desbocada respiración se fue apaciguando, pero el peligro seguía allí, acechándola. ¿Cómo eludirlo? Debía hacer algo, y pronto.

Turno 505

- Que este velo que me rodea sea expulsado, que la luz llegue a mi... - Dijo el mago tras un rato pensativo. Conocia aquel hechizo, no era fácil, pero sabia lo que tenia que hacer. Con sus manos extendidas hacia delante, las palmas juntas al frente, dibujo dos amplios semicírculos hasta que sus brazos se encontraron de nuevo a su espalda. Casi de inmediato la niebla a su alrededor desapareció, era como si una barrera invisible impidiese la entrada de aquella humedad. Gracias a ello veía el suelo, cosa que agradeció, pues podría esquivar los obstáculos, charcas, agujeros y demás accidentes del terreno.

Aun estaba perdido. Trataba de buscar mas alla de su circulo de claridad. Un circulo limitado que dudaría apenas una hora. Tenia que encontrar a sus compañeros. Se dispuso a vocear sus nombres, con el fin de atraerlos hasta allí. Justo entonces sono un cuerno, lo reconocio, orcos... Enmudecio al momento, temia que sus gritos atrajesen al enemigo, se esperaba lo peor.

Trato de adivinar cuan lejos estaban, de donde venían... Con suerte estarían al otro lado del rio, lejos de su alcance. Debia encontrar a sus semejantes, cuanto antes.

Resolución Turno 505

Os juntáis finalmente. Elhoram batalla contra una nube de insectos de gran tamaño que le rodean a él y al caballo. Pero entre los dos conseguís que se vayan.

Las picaduras son fuertes y desgarran la ropa perforando la piel en las zonas no cubiertas con armadura.

Los terribles insectos son completamente antinaturales y su zumbido pone nervioso.

De algún lugar surgen voces que os llaman. Pero era difícil encontrar su origen, la niebla parecía interferir con el sonido.

- ¡¡ÁSTOMEEEER!!, ¡¡ELORHAAA!!, ¡¡ZIGUUUR!!, ¡¡ERUANNËEE!!

Luego el sonido acaba abruptamente.

Resolución Turno 505

Crees tener localizado el origen del cuerno y algo más. Crees haber escuchado la voz de Adronath llamando desde un lugar detrás tuyo y a la derecha.

¡¡ÁSTOMEEEER!!, ¡¡ELORHAAA!!, ¡¡ZIGUUUR!!, ¡¡ERUANNËEE!!

Pero luego el sonido desaparece de modo abrupto.

Puedes dirigirte si quieres al origen del sonido del cuerno o hacia la voz de Adronath.

Resolución Turno 505

El ruido y el continuo chapotear de los cascos de tu caballo hace imposible que puedas mantener el silencio que tanto deseabas y terminas una o dos veces caminando ruidosamente al meter el pie en una poza más profunda de lo que parecía.

La densa niebla te rodea y te desorienta y caminas algún tiempo hasta que distingues la extraña forma de un árbol o algo que en su día lo fue. Pero este no es como los árboles de tu tierra sino que muestra la corrupción que emana esta tierra. Torcido y podrido ha perdido sus hojas y apoyado sobre su tronco hay una vetusta choza que parece poder irse abajo con empujón. Es en realidad un montón de tablas mal colocadas que terminan confinando un espacio de unos ocho metros cuadrados.

Resolución Turno 505

Atarse con cuerdas fue una buena idea. De todos modos maniobrar en aquellas condiciones se volvía lento y los resultados no eran todo lo halagüeños que pudiera pensarse.

Pasáis algún tiempo buscando al resto pero en vano. Estáis solos, o al menos eso parece. El sonido del cuerno no vuelve a oírse.