Partida Rol por web

Tharnefuin - A través de la Oscuridad

Capítulo VIII: El rescate de una princesa.

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20/04/2015, 22:12
Director

Sam había devorado cada frase de la historia. ¡Una princesa! ¡Una princesa elfa! Pero ... ¿Dónde estaba la historia de los otros dos que se habían separado? La falta de aquella parte le sulfuraba. Eruannë, que era la cronista y tomaba notas de todo como antes hiciese Tumladen, no había registrado nada de lo que sucedía con el erudito y el beórnida porque no estaba con ellos.

¿Qué pasaría a continuación? Leer aquel relato le abstraía a tiempos más difíciles y emocionantes, en los que había vivido aventuras parecidas. Se sentía joven.

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20/04/2015, 22:12
Director

Turno 800

Aegnor siguió andando a paso vivo. Atrás quedaron sus amigos y su determinación. El erudito era una persona valiosa y el beórnida también se había convertido en un personaje importante para el grupo. Ahora, cuando parecía que iban a enfrentar su mayor desafío, no podían contar con ellos.

Caminaron durante varias horas mientras el bosque comenzaba a oscurecerse y las sombras se alargaban. Pronto tendrían que parar a descansar aunque Aegnor no daba señales de hacerlo. Seguía caminando incluso cuando parecía que no se podía ver mucho más allá de las narices.

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21/04/2015, 05:55
Eruannë

Turno 800

Y finalmente sus caminos se separaron...

Dejaron atrás al beórnida, al erudito y al dúnadan con un mensaje que, Eruannë sabía, ellos depositarían en las manos de su destinatario. Pero ahora les aguardaban largas jornadas de viaje antes de afrontar la tarea de rescatar a Namiré y a Saeros.

Mientras avanzaba en silencio, recordó las palabras de Aegnor... Una nueva y oscura fuerza había aparecido, una maligna fuerza que parecía dirigir su mirada hacia los Salones del Bosque; y el secuestro de Namiré era tal vez una mera estratagema para desviar la atención de Thranduil. ¿Con qué propósito?, se preguntaba la elfa. Lo ignoraba, pero intuía que la respuesta los esperaba al final del camino.

Eruannë echó una rápida mirada en derredor y sobre sus compañeros. La noche se cerraba sobre sus cabezas como un lúgubre manto y si para ella era dificultoso ver entre tantas sombras, harto más para los edain. Pero Aegnor no mostraba señal alguna de detener la marcha, sino todo lo contrario. Tal vez pretendía caminar día y noche sin descanso, pero...

-Aegnor, pronto deberemos hacer un alto. A diferencia de los quendi, los edain requieren de algunas horas de sueño o menguaran sus fuerzas -le recordó. -Los elfos solo necesitamos reposar muy poco. Y ya que somos tres -dijo, refiriéndose al propio Aegnor, a Laufinwë y a ella misma, y volteó la mirada hacia sus compañeros buscando su aprobación- nosotros vigilaremos y vosotros podréis reposar. Liberándoos de las guardias, dormiréis más y avanzaremos más rápido.

Notas de juego

EDITADO: ¿Ástomer sigue al comando suicida o va por el mensaje? O_o

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21/04/2015, 14:51
Elorham

Turno 800

-A mí me parece bien, dijo Elorham a la propuesta de turnos. Necesitaba descanso, y no sólo para que su cuerpo se recuperara de las jornadas de viaje. Necesitaba que su mente descansara, y volver a sentirse en plena comunión con la Naturaleza. Se avecinaba un cometido harto difícil, y su don para sanar y para conectar con las fuerzas invisibles podía marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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22/04/2015, 21:10
Laufinwë

TURNO 800

-Como siempre eres la más atenta Eruannë- Dije mientras miraba a nuestros dos compañeros edain. Sería muy difícil para ellos seguirnos el paso si nos quisiéramos poner serios al marchar. Que los elfos (o casi por mi parte) hiciéramos guardias sería lo mejor. -También creo que así sera lo mejor.-

-Aún hay otro tema que discutir.- dije llamando la atención de los demás, aunque Aegnor no estuviera realmente implicado en lo siguiente. -No sabemos que nos depara más adelante y creo que sería bueno seguir con las costumbres que usamos durante nuestro viaje... Alguien debería tomar el papel de Adronath como líder... Y creo que el mejor para la tarea serías tu Elorham.- dije mirando al resto a ver que opinaban. Ya sabíamos de primera mano que si votábamos como iguales como hicimos hace poco no siempre salía bien. Necesitábamos que uno tomase la responsabilidad y la carga de tomar decisiones.

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23/04/2015, 15:56
Ástomer

Turno 800

No aceptaré ordenes de ningun lider. Ya nos conocemos y sabemos de qué somos más capaces cada uno.

Además, para qué sirve tener un líder si al final cada uno va por libre? dije algo molesto aún por el devenir del grupo y la reciente división que habíamos sufrido.

Descansaré un rato, dije pensando que era muy probable que pronto tuviese toda la eternidad para descansar, aunque no me hacia ni puñetera gracia ser atravesado por la espada de un orco.

Notas de juego

Sí, Eruanne, yo tambien soy masoca; voy con el grupo de inmolación. No vamos a estar cambiando de parecer continuamente xD

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23/04/2015, 19:40
Elorham

Turno 800 bis

-Te desheredo y te despojo de todos los derechos y privilegios de esta Casa. Ya no serás bienvenido bajo este techo, ni te brindaré protección alguna. Te trataré como a cualquier vagabundo sin hogar si vienes pidiéndome ayuda….

-Toma el caballo que quieras, pero vete antes de mañana…

El eco de las palabras de su padre le abrumaba. La propuesta de Laufinwë de que fuera el líder de la pequeña comitiva le cogió por sorpresa, y no pudo evitar recordar cómo en su juventud había rechazado esa clase de responsabilidad en la Marca, y lo que esa decisión había supuesto para su padre, el Senescal. Entonces había elegido el camino del animista. Ahora, de nuevo el dictado de su corazón le había conducido a una senda diferente a la prevista. Y peligrosa. Mas esta vez no caminaba solo. A su lado tenía a tres compañeros, a tres amigos, y juntos se arriesgarían la vida para salvar a una inocente a la que no conocían.

¿Cómo le iba a explicar a Laufinwë, y a los demás, que renunciaba cualquier liderazgo impuesto? Entonces intervino Ástomer, lo que le facilitó la tarea al animista.

-Gratitud por tus palabras, Laufinwë, pero no creo que yo deba dirigiros. Estamos aquí precisamente por haber optado por no seguir ciegamente una orden, sino por nuestra convicción de que nuestros destinos yacían aquí. Pocos somos, para enfrentarnos a un peligro así. En cierto modo la carga del porvenir de todos pesa en mis hombros ahora, ya que mías fueron las palabras que dividieron el grupo. Ahora somos cinco con Aegnor. No creo que ningún juramento, ni ninguna orden impuesta, deba obligarnos a dar un paso más de lo que el corazón de cada uno está dispuesto a asumir.

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23/04/2015, 23:14
Eruannë

Turno 800 bis

La silvana entornó los párpados y sus ojos se posaron brevemente en Laufinwë. La sangre adan corría con fuerza por sus venas, y con ella, algo de la naturaleza de los Segundos Nacidos. Por momentos, se mostraba como una criatura de arraigadas costumbres y que olvidaba con facilidad las experiencias vividas. Fruto tal vez de su condición de guerrero y de la férrea disciplina militar, pensó Eruannë. Una simple mirada alcanzaba para saber que Elorham no necesitaba cargar otra mochila sobre sus espaldas, más que la que él mismo ya se imponía. Pero era cierto que esa muestra de confianza era algo que el vapuleado ánimo de Elorham agradecería.

Con una sonrisa ladeada jugueteando en sus labios, Eruannë replicó:

-En todo caso, Laufinwë, si necesitáis que alguien os de órdenes, con gusto os complaceré -y en su mirada brilló una chispa burlona.

Acto seguido, hurgó entre sus pertenencias y susurró:

-Según el relato de Aegnor, tal vez debamos trepar un empinado muro de piedra, tengo aquí una soga, pero necesitaremos más -dijo, y la mostró a los ojos de sus compañeros. -¿Alguno tiene cuerdas o ganchos? -Y, sin esperar respuesta, añadió: -En cuanto a conocernos, como dijera Ástomer, ¿qué podéis decirnos de vos, Aegnor? Observé que os movéis en silencio y parecéis ágil; y antes dijistéis que domináis el arco y la espada, ¿con qué otras habilidades contáis para rescatar a vuestra princesa? -inquirió Eruannë.

Eran cinco.

Cinco hijos de Ilúvatar, recordó.

Eruannë los contó uno a uno, Aegnor, Ástomer, Elorham, Laufinwë, mientras que en su cabeza revoloteaban nítidos recuerdos de cada uno. Unos muy recientes, los de Aegnor; otros alzaban vuelo en el Bosque Dorado y surcaban el complicado derrotero de un viaje cuyo final intuía tan próximo que por un instante imaginó que podría alcanzarlo con solo extender su mano...

Suspiró ligeramente y sus ojos derramaron una silenciosa mirada sobre el elfo.

Que la valië nos ilumine...

Notas de juego

Done.

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25/04/2015, 08:53
Aegnor

Resolución Turno 800

Soy cazador y guerrero. Comenzó a hablar el elfo. Mil doscientos años tengo y no los he pasado ocioso. Conozco este bosque que amo y en él me muevo sin vacilar y sin hacer ruido pero el lugar al que vamos no es un sitio en el que haya estado antes. Allí me siento incómodo, hay pocos árboles y sobre todo está esa sensación de opresión que para en el aire.

Respiró un poco fuerte, estaba el elfo reflexionando.

Sé usar mejor el arco que la espada pero no me quedaré quieto si tengo un Yrch al lado. Este no es mi arco y sin él me siento desnudo pero lo usaré sin dudar un segundo. Creo que lo mejor que podemos hacer es ir en silencio y observar, tomar a quien guarde el lugar sin provocar la alarma e intentar el rescate rápido y sin llamar la atención.

Hizo otra pausa. ¿En qué pensaba el elfo?

Si nos descubren nos sobrepasarán sin duda. Por simple número. Deberíamos pensar un sitio al que retirarnos si esto sucede y volver más tarde. Si entramos siendo notados tal vez maten a Namiré.

Ante los razonamientos del grupo, descontento por el retraso pero a fin de cuentas sin otra opción, Aegnor permitió que pausaran su marcha.

En las guardias, en las que afortunadamente nada pasó, apenas se sentó a descansar el mínimo tiempo necesario y observaba pasar el tiempo como si un reloj de arena fuese perdiendo grano a grano las esperanzas de que Namiré estuviese viva.

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25/04/2015, 09:05
Director

La luz comenzó a llegar. Poco tiempo pararon, el justo para que los segundos nacidos pudiesen reposar y los eldar alternasen la vigilancia con el descanso.

Reanudaron la marcha una vez más, Aegnor, callado delante de ellos y rápido, con paso ligero, intentando tal vez recuperar el tiempo perdido durante el reposo.

El terreno comenzó a subir levemente y los árboles aflojaron un poco la presa que mantenían por todos lados en el bosque mostrándose algo más dispersos pero no por ello menos malintencionados. Eran numerosas las raíces que parecían querer entremeterse en los pies del grupo, haciéndoles tropezar o simplemente obligándoles a cambiar el paso.

La mañana trascurrió sin más incidentes, aunque con una marcha endiablada.

Notas de juego

Ganáis un punto de destino por decidir ir a rescatar a Namiré.

Todo el mundo una tirada de resistencia contra nivel 3 por el ritmo de la marcha. Quien no la pase estará a -10 a la actividad.

El primero que responda que haga una tirada de 1d100 oculto. Gracias.

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25/04/2015, 10:34
Elorham
- Tiradas (2)

Motivo: TR

Tirada: 1d100

Dificultad: 34+

Resultado: 20(+5)=25 (Fracaso)

Tirada oculta

Motivo: oculta

Tirada: 1d100

Resultado: 9

Notas de juego

Luego subo el post. Movil

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25/04/2015, 10:44
Director
Sólo para el director

Vaya asco de tirada master, con un 9 no hay encuentros.

:(

Hoy no te vas a divertir.

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25/04/2015, 12:25
Elorham

El descanso de la primera noche le había fortalecido a Elorham, pero pronto reanudaron la marcha y le costaba mantener el ritmo marcado por Aegnor y los elfos. El bosque era hostil y denso, los senderos apenas perceptibles. El animista se tropezaba en las raíces que sobresalían, y respiraba con dificultad el aire viciado del bosque. Apretó los dientes, y con todas sus fuerzas, se centró en seguir a sus compañeros. No había tiempo que perder…

On camp-stede
Eorlingas beteran wurdon
hettend crungon,
faege feollon.

Repetía esas palabras a menudo usados como cántico por los guerreros rohirrim antes de la batalla, pero que pocas veces había dicho Elorham. Eran versos de una conocida balada que narraba precisamente la gran marcha de Eorl a la que había hecho referencia Eruannë. Siempre le habían parecido lejanas aquellas historias contadas en Meduseld, incluso había dudado a veces de su veracidad. Pero el padre de Eruannë lo había presenciado, y al compartir la aelfen ese recuerdo con Elorham en la despedida, ella había despertado algo en él. Le había infundado valor y fuerza. De alguna forma, se sentía más en contacto con el espíritu de sus venerados ancestros.

En uno de los pocos descansos, se dirigió brevemente a sus compañeros tratando de recuperar el aliento. –He estado pensando. No contamos con las artes de Zigur, pero yo puedo manejar fuerzas latentes en la Naturaleza. No es lo mismo, pero quizá pueda ayudarnos llegado el momento. Me puedo ocultar de distintas formas, pero no puedo hacerlo con otro. Lo que sí puedo hacer es convocar pequeños animales que nos ayuden, quizá generando alguna distracción. Y también barreras naturales para ayudarnos a escapar.

Notas de juego

me ha pisado el dire, qué honor :)

Gracias por el punto de destino, espero que no lo necesitemos.

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25/04/2015, 15:14
Eruannë
- Tiradas (1)

Motivo: ¡Piifia! >_<

Tirada: 1d100

Dificultad: 34+

Resultado: 74 (Exito)

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25/04/2015, 19:04
Laufinwë

Turno 801

Ya, Astromer podía enojarse si quería pero en el fragor de la batalla, cuando solo el acero resuena sobre todo otro sonido, la voz de un líder repartiendo ordenes es lo único concreto en el caos además de la sangre y tu enemigo. Años peleando tanto en las tierras de mi madre y de mi padre me habían enseñado el valor de la disciplina. Pero tal vez tuvieran razón; tal vez si cada uno hacia lo que sabía hacer mejor fuera suficiente.

Me sorprendió el humor de Eruannë, pues los Eldar no eran de los primeros en soltar chistes o sarcasmos, pero mi lado humano se había acostumbrado mucho en los años pasados en Minas Tirith. -Salve señora del Arpa y maestra de la compañía. Humildemente le aviso que también tengo un rollo de cuerda.- Dije devolviéndole la sonrisa a la Eldar.

Al final Aegnor hablo, pero solo lo último me llamo la atención. Sería una buena idea tener un punto de encuentro. -Bien, si tu no conoces bien la zona a donde vamos tendremos que elegir el lugar sobre la marcha, pero me parece una buena idea Aegnor.-

Al final y tras un descanso mínimo pero merecido, solo nos quedo marchar, pues las prisas apuraban por el bienestar de los cautivos y sinceramente, porque quería estar el menor tiempo posible en este bosque, que aunque se dispersaba levemente mientras avanzábamos, seguía teniendo esa aura oscura y malintencionada. 

- Tiradas (1)

Motivo: Resistencia

Tirada: 1d100

Resultado: 26(+35)=61

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26/04/2015, 01:45
Eruannë

Turno 801

Primero fue un sorprendido arqueo de cejas; luego, una réplica a la broma y una sonrisa. Eso fue todo, pero entre tantas tinieblas y opresión era como una bocanada de aire fresco para la elfa. Eruannë respondió con una graciosa reverencia. Hubiera dado lo que fuera por verlos sonreír otra vez, como cuando fueron acogidos en el Bosque Dorado. Recordó a Drustan con el arpa y aquel brillo en su mirada. Recordó la risa de Elorham. Adronath, Ástomer, Laufinwë y hasta el reconcentrado Zigûr mostraban un semblante plácido y distendido por entonces.

Lothlórien... ¿Dónde quedaron sus hermosos mellyrn, el dorado reflejo de su luz, la música del bosque? Tan lejos, pero tan cerca de mis latidos...

Eruannë escuchó a Aegnor con atención, asintió en silencio a sus sugerencias y percibió su preocupación por Namiré. Y lo comprendió. Un escalofrío le recorrió la espalda. Cada hora era una hora más de tormento, de horror...

"Si entramos siendo notados tal vez maten a Namiré", dijo Aegnor. Y era verdad, pero...

Eruannë lo miró a los ojos. El elfo padecía en carne propia los tormentos a los que imaginaba sometida a su princesa, era algo que podía percibirse en cada gesto, y ese sufrimiento lo hacía egoísta. El dolor siempre es egoísta, pensó Eruannë. Era comprensible, pero... Si entramos siendo notados tal vez maten a Namiré. Y a Ástomer, a Elorham, a Laufinwë. A vos, aunque eso no os importe, y a mí, quiso recordarle. No lo hizo. Apretó los labios con fuerza, pero su mirada lo dijo por ella.

***

Apenas asomaban las primeras luces en el horizonte cuando retomaron el camino. El bosque cedía en espesura, pero no en hostilidad. El aire era denso y enfermo y una maraña de raíces les entorpecía el paso. Los eldar, ágiles como eran, sorteaban sin problemas los obstáculos; pero no ocurría lo mismo con los edain. Después de largas horas de marcha, Elorham se notaba cansado. Pero Aegnor avanzaba presto, incansable, sin preocuparse por quienes dejaba atrás. Algunas filosas miradas de Eruannë lo obligaron a detenerse, algo molesto. La silvana apretó los labios y mordió las palabras que pugnaban por escapar de su boca. No pretendía causarle al elfo más pesar del que ya cargaba, pero si quería que lo ayudaran en tan ímprobo rescate debería amoldarse al ritmo de los edain.

En uno de los breves descansos, Elorham hizo referencia a ciertas habilidades a las que podía echar mano. Eruannë sonrió complacida y respondió:

—Es una buena noticia. Aún nos queda unas jornadas de camino, pero, llegado el momento, no dudo de que nos servirá. Cualquier estratagema que nos ayude a pasar desapercibidos y distraer la atención del enemigo es bienvenida.

Luego, tras una pausa, afirmó:

—No os preocupéis, lo lograremos.

O eso quería creer Eruannë.

Notas de juego

¡Ahora tenemos dos puntos de destino cada uno! =D

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26/04/2015, 11:13
Elorham

Turno 801

Los ánimos de Eruannë le daban aliento al animista en la penumbra de aquel bosque. No sabía cómo agradecerle su apoyo y comprensión mientras se recuperaba del esfuerzo físico. -Las palabras que te dijo tu padre son ciertas, le dijo en el breve descanso. -Así se nos ha narrado lo que sucedió hace cuatro siglos, pasando de padres a hijos… tragó saliva para reprimir el recuerdo doloroso antes de continuar: –Las palabras en rohirric no tienen la belleza sobrecogedora de los versos en sindarin, me temo...Pero os citaré algunos:

Her Eorl cyning,
Eorla riddena,
rad faedme wuda
his néahfriend eac,
Cirion cyning,
geslogon aet saecce
sweorda ecgum
ealdor-lange tir
ymbe Calenardhone.

-Rad faedme wuda hace referencia a lo que comentaste de los árboles, de cómo abrazaron a los eóthed, a mis antepasados, que en aquellos tiempos aún cabalgaban por las estepas a ambos lados de este bosque que ya entonces comenzó a oscurecerse. El cobijo que nos da este lugar, dijo mirando a su alrededor, nada tiene que ver con el de los árboles dorados que protegieron a los que entonces  acudieron para ayudar al reino de los dúnedain y su rey, Cirion, que lo había solicitado. Liderados por Eorl, y con los siete mil cabalgaron también los espíritus de nuestros ancestros. Así es el corazón de mi pueblo, de los rohirrim. De los eorlingas. Y tú me has hecho recordarlo.

Elorham alzó la vista al cielo, y las arrugas de su rostro se veían más profundas bajo la escasa luz que penetraba la verde frondosidad. -Pero por aquella victoria, como por tantas otras, se pagó un precio muy alto. No hay mayor honor para un jinete de Rohan que hallar la muerte y ser recibido por sus antepasados luchando por una causa justa en el campo de batalla...

Heardes hand-plegan
aeletha nanum
faege to gefeohte
on tham camp-stede
riddan geonge,
sweordum answefede.

Ne hearpan sweg wigend weccean;
ne winfæ´t guma sceal healdan,
ne se swifta mearh beatan.

 

-Muchos cayeron en aquella batalla. Como recompensa y reconocimiento. Cirion el rey de Gondor nos entregó la tierra de Calenardhon, que pasó a llamarse Rohan. Y Eorl fue el primero y más grande de los reyes en el palacio de Meduseld. Gondor nos mostró su eterna gratitud y respeto al coraje de mi pueblo. Miró a todos, en especial a Ástomer. -Y así se forja la inmortalidad para los hombres. A sangre y acero, pero también con gestas que nacen del corazón, del sacrificio y de la voluntad inquebrantable de unos pocos. Yo también creo que lo lograremos.

Pero … ¿a qué precio?

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26/04/2015, 19:34
Ástomer

Turno 801

Las palabras de Aegnor estaban cargadas de acierto y sabiduría. Aunque estaba dispuesto a cualquier cosa por salvar a su princesa, no era ningun necio y conocía la dificultad de la tarea y las posibilidades que teníamos si nos descubrían; ninguna.

Una vez lleguemos cerca de ese oscuro lugar donde están retenidos los elfos, puedo consultar con la naturaleza de este lugar y trazar un plano que me diga donde hay algun lugar apropiado para ocultarse, dije.

Por otro lado, Elorham hablaba de batallas de rohirrin y su lealtad con Gondor, cuando miraba en mi dirección. Desconocía si fue por casualidad o no, pero me mantuve callado. No quería decir nada, y mucho menos que por mi sangre corría la misma que la de los antiguos Reyes de Gondor y Agnor, el gran Elendil, padre de Isildur y Anárion. Pero eso era otra historia...

- Tiradas (1)

Motivo: TR

Tirada: 1d100

Resultado: 22(+25)=47

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26/04/2015, 23:35
Eruannë

Turno 801 Bis

Poco a poco, el relato de Elorham tejió una trama que fue extendiéndose y completando el relato que antes le hiciera Eruannë. Nombres y lugares fueron entrelazándose y cobraron otra dimensión, como si hasta los rostros anónimos y los hechos olvidados por las centurias cobraran nueva vida. A los ojos de la elfa, padres e hijos reunidos en torno al fuego del hogar hacían de la memoria alimento del espíritu. Y así, los inmutables hechos pretéritos adquirían un sorpresivo sabor en los relatos que pasaban de padre a hijos, y estos a sus hijos, compartidos y saboreados como hogazas de pan recién horneadas.

Éothéod, rohirrim, Cirion, Calenardhon y Gondor, Eorl, Meduseld y Rohan…

Eruannë escuchó en silencio aquel relato, lo saboreó lentamente y olió el aroma de la tragedia, de la gloria y de la inquebrantable determinación de aquellos edain efímeros como el aleteo de una mariposa, pero inmortales en la persistencia de aquel vuelo repetido en generaciones y generaciones.

Los ojos de la silvana se volvieron hacia el montaraz y pensó que sus ancestros también encarnaron aquella historia de  coraje y amistad. La sangre de Ástomer y la de Elorham compartían a través de las centurias parte de la amistad que simbolizaba la flecha roja del pacto forjado en las cumbres del Halifirien, la montaña sagrada.

¿Cuántas otras historias revivían en la sangre de aquel variopinto grupo? En la del que había partido rumbo a los Salones del Bosque y en este, frente a sus ojos, que se había empeñado en un arduo rescate.

Dentro de los límites de Lothlórien, las más de cuatro centurias de Eruannë habían transcurrido ajenas de cuanto acaecía en Endor, y ahora descubría que un reino, Rohan, había nacido apenas dos años antes que ella. ¿Cuántas generaciones de rohirrim habían nacido, amado, soñado, luchado y muerto desde entonces? ¿Cuántos hechos habían sucedido que a ella le eran desconocidos? ¿Y en Gondor? ¿Y en otras tierras habitadas por edain cuyos nombres ni siquiera había escuchado jamás? Los edain eran breves en años, pero pródigos en historias.

Eruannë solo conocía la historia de Endor desde los ojos de su padre, un longevo avar que había nacido cuando solo las estrellas de la valië iluminaban el piélago celeste. Historias que muy pocas veces incluían a los edain en ellas, historias de eldar.

Tras un largo silencio, Eruannë sonrió y musitó:

—Alguna vez quisiera conocer Rohan y Gondor

Luego, cuando Ástomer revelara aquello de que, llegado el momento de enfrentarse a lo que fuera que les deparaba al final del camino, podría trazar un plano que les ayudara a elegir el lugar apropiado para ocultarse de las huestes enemigas, la elfa casi aplaude de alegría, vivamente impresionada.

—En verdad —exclamó mientras sus ojos iban de uno a otro de sus compañeros —, sois una caja de sorpresa.Finalmente miró a Aegnor que se removía impaciente, con los ojos puestos en el camino, y dijo: —Deberíamos reanudar la marcha.

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27/04/2015, 22:16
Director

Resolución Turno 801

Elhoram acusó el cansancio de la jornada, trastabillaba a veces errando el paso, otras se notaba cansada su respiración pero apretaba los dientes y seguía. Pararon brevemente para comer algo pero Aegnor no permitió que descansasen mucho.

El terreno subía poco a poco, en una suave pendiente que poco a poco parecía sacarles de lo más profundo del Bosque o al menos llevarles a una zona con bastantes menos árboles que se comenzaban a mostrar más dispersos. El suelo se transformaba poco a poco en dura roca y los árboles, aunque más lejanos unos de otros tenían la corteza más oscura y comenzaron a ver el cielo, un cielo oscuro y cargado de nubes de lluvia.

Lloviznaba intermitentemente, sin llegar a molestarles pero mojando sus ropas y convirtiendo algunos puntos del terreno en resbaladizos, sobre todo cuando una suave pendiente de roca se transformaba en una resbaladiza superficie inclinada por efecto de la lluvia.

Comenzó a oscurecer, si es que había luz en aquel extraño día que habían pasado ocultos por las nubes. La penumbra que les había acompañado todo el día comenzó a transformarse en la oscuridad de la boca de un lobo.

Esta vez Aegnor no necesitó que le avisasen de que precisaban descanso. Se derrumbó sentándose en el suelo.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Motivo: Aegnor TR

Tirada: 1d100

Resultado: 21(+10)=31

Tirada oculta

Motivo: Evolución del tiempo

Tirada: 1d100

Resultado: 46

Notas de juego

Elhoram: -10 actividad.
Aegnor: -10 actividad.