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The Dragon Gate: El esperado encuentro

Recuerdos pasados

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16/11/2011, 20:12
Elius Brezon

- Los asuntos de mujeres son los más inexplicables - contestó Elius encogiéndose de hombros - ¡En fin! Ya casi hemos llegado a nuestra primera parada, precisamente la casa de la señora Rerna - dijo a poca distancia de la vivienda.

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17/11/2011, 06:42
Gruntah

El explorador no tardó en percibir un murmullo contínuo, como si de un zumbido de un insecto se tratase. ¿A qué era debido? No había arbustos en aquella zona, extrañamente limpia de maleza, así que se dejó  llevar por su curiosidad, y siguió el sonido. Rodeó la casa hasta llegar a una zona despejada que quedaba entre la herrería y la vivienda. Allí había zonas chamuscadas, piedras enormes fragmentadas en trozos del tamaño de una ciruela, y un intenso olor a azufre. Pero sin duda, lo que más llamaba la atención, era la figura en el centro.

Imhol ya había conocido al draconiano más grande de la aldea, pero era la primera vez que veía un ejemplar como ese. De color negro y violeta, vestido con una túnica simple de arpillera, el místico ser flotaba en el aire con las piernas cruzadas y los brazos extendidos. A su alrededor, giraban dos esferas de luz ambarina, y parecía concentrado, ya que tenía los ojos cerrados.

Ese era el origen del zumbido.

Notas de juego

Disculpa la tardanza >_<

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17/11/2011, 08:30
Imhol

Interesante - Se dijo a si mismo el ventante - Kromwill me había hablado de él, pero no creía que fuese tan llamativo.

Imhol se quedó mirando al semidragón, estudiándolo; sin duda era un usuario de magia arcana y cabía esperar que también fuese todo un portento físico.

El ventante se le acercó y esperó a que su concentración terminase para saludar. Kromwill le había dicho más de una vez que tenía que relacionarse más con los demás.

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17/11/2011, 17:06
Gruntah

De repente, el draconiano abrió los ojos alarmado, y cayó con ambas patas traseras sobre el suelo, poniéndose a la defensiva. Las dos esferas se quedaron en el aire, inmóviles, aunque chisporrotearon levemente. Gruñendo muy levemente, como si forzara la garganta más que haciendo el sonido por naturaleza.

- ¿Qué quieres, extraño? - dijo, alzando levemente dos dedos a media altura.

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17/11/2011, 18:14
Imhol

-¿Te llamas Gruntah, verdad? Soy amigo de Kromwill. - Me presento, no esperaba una reacción tan violenta, pero quizás pudiera solventarla al nombrar a Kromwill. No tenía intención alguna de provocar ningún daño al semidragón, y de hecho no tenía armas para hacerlo, pero este parecía decidido a salvaguardar su defensa por encima de todo.

-He venido a pedir una lanza a tu padre y me ha dicho que estará lista en un par de horas, me quedé a esperar, te escuché y me acerqué. Te pido disculpas si te he molestado.

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18/11/2011, 09:40
Gruntah

Cuando le llamó por su nombre y nombró a Kromwill, Gruntah se relajó visiblemente. Las esferas de energía se desvanecieron en el aire con un chasquido de sus escamosos dedos, y se incorporó. Era alto, fornido, pero mucho menos corpulento que el herrero. Era evidente que el hecho de practicar hechicería le había quitado tiempo de entrenamiento.

- Disculpas por mi comportamiento - dijo, inclinando levemente la cabeza - No estoy acostumbrado a que extraños se dirijan a mí con buenas maneras. Has venido a ver a mi padre, estoy seguro de que la tarea que le has encomendado será satisfactoria.

El draconiano tenía un don de lenguas bastante amplio, y recordaba a esos eruditos de larga barba blanca que poblaban altas torres.

- Es un placer conocerte, amigo de Kromwill - dijo, extendiendo su brazo hacia tí con la palma abierta.

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24/11/2011, 08:22
Imhol

Imhol asintió con la cabeza, poca experiencia tenía él con el sexo opuesto más allá de el roce con Gloria por la amistad que unía a todo el grupo.

-Pues vamos a ver si le damos lo que necesite rápido. ¿Quieres que entre o que me quede fuera esperando?

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24/11/2011, 08:24
Imhol

-Imhol, me llamo Imhol - Contestó el ventante cuando fue nombrado como "amigo de Kromwill". - Kromwill me había comentado que tu padre era el herrero, pero no se por qué no esperaba encontrarte aquí. - El ventante tomó aire - Dime, ¿qué hacías hasta que te detuve?

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24/11/2011, 15:09
Elius Brezon

- No creo que haya inconveniente en que pases - respondió Elius. A continuación, ya en la puerta de la casa de la anciana, llamó un par de veces con entusiasmo. Una débil vocecilla contestó desde el interior.

Elius abrió un poco la puerta y antes de entrar, avisó de su llegada:

- Señora Rerna, soy Elius, el hijo del curandero. Le traigo sus medicinas...

- Pasa, niño. - respondió entre toses la voz desde el interior de la casa.

Elius se giró hacia Ihmol y con un gesto de cabeza le indicó que pasara detrás suya. El interior de la pequeña casita, a pesar de que sólo consistía en una habitación, era simple pero confortable. La anciana se encontraba metida en su cama y miró con curiosidad a los visitantes.

- Señora Rerna, este es mi amigo Ihmol, espero que no le importe que me haya acompañado - comentó Elius mientras se acercaba al lecho.

- La compañía nunca está de más, niño - respondió la señora, mirando a Ihmol de arriba a abajo y centrándose sobre todo en las líneas azules que recorrían su piel. Tras una pequeña pausa para toser, se dirigió al ventante - Refréscale la memoria a esta pobre vieja, ¿quién eres tú? ¿de qué familia eres?

Notas de juego

He interpretado un poco a mi gusto a la señora para interactuar en la casa, puedes interpretarla tú también si quieres, ¿ok?

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24/11/2011, 20:14
Gruntah

Imhol, sí, eso tiene más sentido. Me sonaba raro que se llamara Amigo de Kromwill.

Cuando el ventante le habló de su padre, una sombra de tristeza afloró en el escamoso rostro de Gruntah, e Imhol pudo averiguar que había una dura historia entre ambos. Pero su distendida expresión regreso tan rápido como se había ido.

- Estaba practicando - dijo, moviendo su par de párpados al unísono, provocando un leve sonido de succión - Soy... ¿cómo podría explicártelo...? Percibo las energías del entorno, puedo manipularlas, extraerlas y darlas forma...

Estaba claro que el discurso lo había hecho varias veces, como intentando explicar a un profano temas complejos sobre la magia. Claro, no sabía qué clase de conocimientos tenía Imhol.

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24/11/2011, 20:34
Imhol

El ventante sonrió, llevaba viviendo en el pueblo ya bastantes años, y había coincidido con la señora Rerna en varias ocasiones, siempre se le quedaba mirando de esa manera como si fuese un forastero extraño que acabase de llegar al pueblo.

-Imhol, señora Rerna; vivo en la casa que hay más allá del sauce de hojas pardas y soy de la familia de los únicos ventantes del pueblo.

Giró la cabeza y sonrió a Elius, siempre eran las mismas preguntas, y siempre daba las mismas respuestas.

-Debéis ser nuevos, porque no me suena tu cara, niño.

-No, señora; llevo viviendo aquí varios años.

-Pues debes esconderte de los que más tiempo llevamos aquí, nunca te había visto.

Y de nuevo era tontería seguir discutiendo, aquella mujer estaba absolutamente convencida de que era un extranjero.

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24/11/2011, 20:41
Imhol

El rostro de Imhol adquirió una expresión de meditación.

-Magia ¿no? Conozco algo sobre ella, mi... - Iba a decir padre, pero dada la respuesta emocional de su interlocutor cuando nombró a su progenitor, decidió ignorar esa palabra - maestro, me enseñó algo sobre un tipo de magia a la que él llamaba "ilusión". También me comentó sobre otra serie de energías, pero no recuerdo sus nombres.

Una ráfaga de viento agitó las hojas de un árbol cercano provocando que varias de estas saliesen volando y crucen justo entre Gruntah e Imhol.

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24/11/2011, 23:35
Gruntah

Gruntah se encogió de hombros, como dando por hecho que era normal que Imhol no supiera mucho acerca de la magia. Recogió su báculo y algo se le pasó por la cabeza. Miró de nuevo al ventante, repasándolo de arriba a abajo, y finalmente alzó un dedo, apuntándolo con su garra.

- Disculpa mi atrevimiento pero, ¿eres humano? - dijo, sonriendo (o al menos, lo que parecía una sonrisa) - Algunas de vuestras... particularidades físicas me son desconocidas... y tú eres distinto a mis convecinos.

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24/11/2011, 23:39
Imhol

-No, no soy humano - Respondió Imhol sonriendo - Mi raza es la de los ventantes. No somos muchos y es normal que la gente no conozca a nadie de nuestra raza. - En ese momento Imhol pensó que sería lo más oportuno invertir la pregunta - Y dado que yo te he respondido, ¿me permites preguntar a mi? Por lo que veo tienes ciertas similitudes con los dragones que cuentan las viejas historias, pero no eres ni de lejos tan grande como uno de ellos.

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24/11/2011, 23:43
Gruntah

- Ventante - repitió para sí, obligándose a recordarlo para luego investigar sobre la extraña especie - Soy un draconiano, y es comprensible, puesto que los dragones y nosotros compartimos un antepasado común. Podríamos decir que... son nuestros primos.

A Gruntah parecía gustarle hablar de su especie, porque, sin que Imhol se lo preguntara (y sin preguntarse si le importaba), pasó algunos minutos explicando las diferencias entre ambas especies, que iban más allá del tamaño. Al contrario que sus primos, los draconianos no podían volar, pero eran mucho más inteligentes que los Dracos, y algo más que los Dragones. Podían exhalar fuego, pero había raras ocasiones en que no podían, quizás debido a un problema durante la incubación o simple agotamiento. Y por supuesto, estaba la posibilidad de que un draconiano se emparejara con otro miembro de su especie de distinto color de piel, cosa que los grandes Dragones no hacían.

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25/11/2011, 23:26
Elius Brezon

Elius sonrió silencioso ante la paciencia infinita que se tomaba Imhol en intentar convencer a la anciana señora de que no era un forastero. Mientras tanto, Elius sacó de su bolsa un ungüento de color verde oscuro, lo abrió y un olor parecido a la menta inundó la habitación.

A continuación, se puso un poco en las manos, y masajeó suavemente con la sustancia el cuello y la garganta de la vieja. Ella, con los ojos cerrados, se dejó hacer. Al acabar, miró complacida a Elius.

- Tienes buenas manos, curandero. - dijo tosiendo un poco menos.

Con una carcajada, el joven aprendiz respondió:

- Sólo soy un aprendiz aún, señora Rerna, mi padre es el verdadero curandero. Bueno, tiene que darse esta friega todas las noches, y aquí le dejo estas hojas de malva con las que tiene que hacerse una infusión cada día. Mi padre pasará mañana a verla de todas maneras, ¿de acuerdo?

- ¡Cómo si me fuese a olvidar! - comentó con aires de indignación.

Dejando las medicinas sobre la mesa de la señora Rerna, Elius e Imhol se despidieron de ella para continuar con los recados. Cuando iban a salir, la señora dijo desde la cama:

- Imhol, dale recuerdos a tu madre de mi parte.

Era sorprendente como la lucidez de la señora Rerna iba y venía con tanta facilidad.

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05/12/2011, 10:03
Imhol

Resultaba muy interesante la conversación con Gruntah, a menudo Imhol se había topado con referencias a los dragones en antiguas ruinas, tanto en escritos donde eran nombrados como los amos del cielo como en dibujos e inscripciones en paredes y placas metálicas. Habitualmente cuando las había encontrado había observado que los antiguos habitantes de esos muros veneraban a los reptiles como casi dioses. El ventante se preguntaba si acaso los dragones, tan majestuosos como parecía que deberían ser, no serían efectivamente dioses; y si los draconianos no serían una mezcolanza híbrida entre hombre y dragón lograda por métodos que se perdiesen en el paso de los años.

-Me parece muy interesante, más de una vez me he topado con dragones durante mi niñez - Dijo sin percatarme de que posiblemente fuese interpretado como que he visto dragones vivos, y no meros dibujos en piedra. - Aun así, jamás me había topado con un... "Draconiano", parece que nuestras razas no son exáctamente las más comunes en este lugar.

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05/12/2011, 10:13
Imhol

No pude evitar suspirar con resignación cuando la señora Rerna volvió a dirigirse a mi como un conocido de años en el pueblo.
Miré a Elius y sonreí, lo cierto es que me entristecía pensar que la mente de un humano pudiese perderse con tanta facilidad... los ventantes eran diferentes. Cuando alcanzaban el momento de sus muertes simplemente perdían poco a poco su gracilidad, como si se fuesen convritiendo en rocas. Después todo acababa.

-¿Quién es el siguiente de la lista? - Preguntó Imhol cuando ambos salieron de la casa. Resultaba hasta cierto punto bonito observar cómo Elius entraba en la casa de un moribundo y más tarde salía de la casa de una persona viva.

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05/12/2011, 11:24
Gruntah

El draconiano asintió al comentario de Imhol y le indicó que le siguiera al interior de la vivienda familiar. Era una casa semejante a muchas otras, si bien más grande y con muebles mucho más robustos para soportar el considerable peso de la especie. Aquí y allá colgaban recuerdos de lugares lejanos y lo que parecían reliquias familiares, cosa que atrajo la atención del explorador. Según parecía, los padres de Gruntah en otra época habían sido aventureros, porque podían encontrarse estanterías con pergaminos antiguos, retratos a carboncillo y pincel, y restos de criaturas vencidas, entre las que podían encontrarse armas, un casco antiguo y la cabeza de un draco de oropel.

- La primera vez que pregunté a mi madre acerca de las relaciones de nuestra especie con los dracos y dragones, me enseñó este trofeo - dijo, con una amarga sonrisa - Para ellos somos como una versión subdesarrollada y sin pulir... y debemos ser purgados.

Luego dejó sus libros ordenadamente en la estantería y se dirigió nuevamente al ventante.

- Padre tardará en rematar tu encargo, es muy meticuloso - dijo, haciendo un ademán con el dorso de la mano - ¿Quieres un té? ¿Algo de comer?

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07/12/2011, 13:53
Elius Brezon

- Freder Stunt. Vive cerca de los campos de labranza, es el campesino que te comentaba antes que se había accidentado mientras trabajaba. Ya es la última visita que haremos. - añadió Elius.

Caminaron un rato en silencio, cada uno perdido en sus propios pensamientos. Los de Elius se iban relacionando como si estuvieran unidos, uno detrás de otro tenían sentido, pero intentar hilar el primero con el último era prácticamente imposible, pues no tenían nada que ver.

Elius trató de elegir las palabras más educadas y respetuosas para abordar a su amigo con una pregunta un poco espinosa:

- Imhol, ¿puedo preguntarte algo sobre tu raza si no es indiscreción? Es simple curiosidad. - Los ojos interrogantes de su amigo le invitaron a seguir. Elius tragó saliva. - Por suerte, tu familia no os ponéis enfermos casi nunca, - y sonrió cálidamente al pronunciar esta afirmación - así que no sé mucho sobre vuestra raza en ese sentido... ¿cuánto de longevo puede llegar a ser un ventante? ¿como un humano?