Partida Rol por web

 La moto abandonó la carretera principal para incorporarse al túnel rampa que daba acceso al distrito oeste del mega bloque de viviendas donde Kenzo tenía su apartamento. Los sensores biométricos instalados en el arco de acceso al párking identificaron al japonés como inquilino y al instante una línea de ruta se proyectó sobre el suelo.

  Kenzo siguió el holograma hasta una plataforma elevadora; tras apagar el motor se bajó de la burra y dejó que el sistema de aparcamiento robotizado se encargara de poner el vehículo a buen recaudo. Él, caminó hacía los ascensores que le llevarían a una de las área de viviendas del nivel 75 de la colosal estructura.

 La Colmena Habitacional D13 ocupa un cuadrado de más de 15 manzanas por lado y con sus 200 niveles de altura se alza hacia la oscuridad eterna del Subnivel 3. El complejo da cobijo a cerca de 100.000 almas.

 Las 125 primeras plantas quedan por debajo de lo que muchos llaman el "Cielo"; un cúmulo de nubes producido por la acumulación de vapor y el vertido tóxico de las innumerables chimeneas industriales del Sub3. Los siguientes 50 niveles, no son habitables y albergan todos los sistemas de soporte energético y vital de la Cúspide.

 Las 25 últimas plantas de la megaestructura se encumbran por encima del Cielo y albergan las residencias de las familias del clan Tanaka. Este clan, además de administrar la Colmena D13, controla una de las mayores plantas de generación de energía y de depuración de hydro con las que se alimentan, allá arriba a kilómetros de distancia, los Niveles 2 y 1 de la Reserve. A la Cúspide solo se puede acceder por aire y tras superar los estrictos controles de seguridad.

 Lo primero que hizo Kenzo al llegar a casa fue ir al pequeño aseo y echar una buena meada. Luego se quitó la ropa, que dejó caer al suelo, y se dio una ducha rápida. Con el cuerpo relajado por el agua caliente se echó en cama y no tardó en quedarse dormido.

 ***

 Con ojos somnolientos Kenzo miró su reloj; había dormido unas seis horas. Salió de la cama, se acercó al dispensador de alimentos y pagó por una taza de cafeína y un tazón de gelatina proteica. Tomó el desayuno en la pequeña terraza del apartamento disfrutando de las vistas de la ciudad desde esa altura. Para la mayoría de la gente vivir en el Nivel 3 era una pesadilla pero en el japonés producía una fascinación salvaje. Era una jungla salvaje y oscura llena de oportunidades para quien supiera aprovecharlas, alguien como él.

Kenzo terminó de apurar el desayuno recordando a la rubia del garito, que había resultado ser la piba de pobre capullo al que había machacado, soltó una carcajada  - Jejejeje. Menuda zorra. - dijo para sí mismo y se preparó para su rutina de ejercicios.

 Durante algo más de media hora hizo estiramientos. Después, 10 minutos de salto a la comba en intervalos intensos de 50 segundos y 10 de descanso. Cuando ya había entrado en calor continuó con un circuito de cuerpo completo con peso corporal donde combinó ejercicios de tirón y empuje. Tras 45 minutos de emplearse a fondo se ducho, compró un batido de proteínas y vitaminas y llamó a Flash. 

  -Ey, grandullón. ¿Listo para ver al runner? Paso a recogerte en media hora. ¿Anoche? Juas, luego te cuento, pero casi no recuerdo una mierda, jajajaja. Tío, me pillé un pedo de los gordos. -  mientras hablaba por el teléfono, Kenzo, se colocó la sobaquera; introdujo un cargador en el Sentinel-00 y aseguró el subfusil en su funda bajo el brazo derecho; cogió otros dos cargadores y los guardó en el portacargador doble debajo del izquierdo. Por último se puso el 3/4, cogió el casco y salió del apartamento. 

Era una nueva mañana. Un nuevo día lleno de oportunidades, y eso sin mencionar que era justamente hoy el día en que ibas a dar un paso importante para llegar a tu meta definitiva. Ser capaces de mezclarse en los negocios del Blue era algo bastante grande para un dealer independiente como tu, era una oportunidad en millón y tu decidiste tomarla sin mirar atrás. ¿habrá sido la decisión correcta? Eso lo dirá el tiempo.

Comenzaste tu mañana como siempre, buscando comida y haciendo tu rutina de ejercicio teniendo la imagen de la inmensa ciudad de fondo a través de tu ventana. Era un paisaje increíble y desde tu apartamento podías ver tan lejos que la imagen de la ciudad simplemente se desvanecía en la oscuridad. Las infinitas luces de los edificios siempre estaban encendidas y algunas eran tan pequeñas que hasta parecían estrellas en la tierra en vez de en el cielo que es donde se supone que deberían estar. La mayoría de edificios son mucho mas pequeños que la colmena donde vives, pero de vez en cuando, uno que otro edificio masivo se alza entré los mas pequeños y se impone sobre los demas. Algunos de esos edificios eran otras colmenas como en la que vives, y otros eran edificios industriales pertenecientes a alguna mega corporación o conglomerado de esos que controlan el mundo. Habían edificios de todos los tamaños, pero de todas formas, ninguno era tan alto como la estructura central del nivel tres. El árbol de Yggdrasil, como lo llamaban, era un pilar inmenso que iba desde el centro del nivel 3 hasta el techo. Esa colosal estructura era lo único que conectaba el nivel 3 con el 2, y ha estado allí desde que se construyo la Reserve. Muchos sueñan con un día ser capaces de estar dentro del árbol y subir al ascensor que los llevara al nivel 2, dejando atrás el infierno en que viven llamado nivel 3.

¿Quien puede culparos por querer escapar? Al fin y al cabo, este mundo que te ha tocado vivir todo es una locura, pero tu. tu lo adoras por eso. El “cielo” es mas oscuro que la propia noche y lo único que ilumina al hombre son las luces falsas de sus propias invenciones. Ya no hay rastro alguno de lo que se supone en algún momento fue un planeta vivo y lleno de esperanza. Ahora todo es frio y falso, todo es oscuridad… Pero, de alguna forma, tu has logrado aceptar a este mundo, de alguna manera tu has aceptado que este es el lugar al que perteneces. No hay razón para odiarlo como lo hacen todos los demas y tienes todas las razones para aceptar vivir en este lugar con entusiasmo y esperanza de que algún día, incluso aquí, encontraras eso a lo que llaman felicidad.

Después de terminar con tu ronda de ejercicio diaria, era ahora de trabajar. El primer paso era llamar a Flash, el era el que conocía al Netrunenner en cuestión al fin y al cabo. Fue cuestión de dejarle el mensaje, salir de tu apartamento y encaminarte hacia el ascensor para que tu teléfono volviese a sonar notificándote que Flash habia contestado.

- Jeh, por que no me sorprende. -Dijo a través del mensaje con respecto a tu mención de los problemas de anoche- La verdad yo también tuve una noche… Interesante por decir lo mínimo. Del que si no se nada es Dan. O es que sigue metido en el Munchkin o es que esta dormido en algún hotel con una chica. Sabes como es el. Como sea, te estaré esperando en la entrada de la colmena.

Nuevo día, nuevas oportunidades. Era hora de trabajar.

Kenzo detuvo la moto junto a la de Flash  - Ey tío - dijo a modo de saludo al tiempo que chocaba el puño contra el de su amigo y socio.  - Tú delante, te sigo. Cuando lleguemos le mandaré la ubicación a Dan. A ver si para entonces, nuestro pequeño rompecorazones ha dado señales de vida. -  Kenzo se bajó el visor del casco, metió gas y salió en pos de la Artemis 125.

 A estas horas el Nivel3 era un hervidero de actividad con miles de personas desplazándose para ocuparse de sus asuntos. Los dos motoristas zigzaguearon entre el denso tráfico siguiendo una ruta que los sacó de las vías principales. La nueva carretera se perdía entre las enormes tuberías de los colectores, los túneles de servicio y los gigantescos cables de alta tensión que formaban las raíces de Yggdrasil; raíces que recorrían todo el Nivel3 drenando los recursos producidos por la ciudad para enviarlos a las élites del Nivel superior.

Bajar desde tu nivel de la colmena hasta la puerta donde Flash te esperaba te tarda alrededor de 10 minutos, al fin y al cabo, tienes un par de centenas de niveles bajo tuyo que bajar, y ademas, también tienes que ir a buscar tu moto en el estacionamiento automatizado del nivel subterráneo. Para buscar tu moto tienes que llegar hasta la planta baja, sacar un ticket para el retiro de tu vehículo con el robot de la caseta de servició y luego ir hasta el nivel subterráneo a entregar el ticket a la respectiva maquina que encenderá tu moto automáticamente y la conducirá remotamente hasta ti. El ticket no es gratis, pero no lo pagas en ese mismo momento, en vez de eso, la maquina registrará cuantas veces has usado el sistema de estacionamiento automático y sumará el total a tu renta.

Después de retirar tu moto, condujiste fuera del nivel subterráneo por la rampa de acceso y te encontraste a Flash a unos pocos metros de la salida.

- Hey. -Contestó Flash a tu saludo con una sonrisa en la cara- Tienes la cara un tanto maltrecha. Te diste una buena anoche ¿he?

Las heridas de tu cara no eran la gran cosa, pero se notaban un poco. Tendrías que hacer una parada por alguna clínica de reconstrucción mas tarde para que hagan desaparecer de tu cara los rastros de la pelea de anoche.

- Vale, -dijo Flash mientras encendía su moto- El contacto de que te hable está en el distrito vecino. Son como unos 20 minutos si vamos a buena velocidad. No te quedes atrás.

Y así, la Artemis de Flash rugió por la calle y arrancó con velocidad. Esa moto tenia un motor bastante ruidoso, era una de esas maquinas pesadas y fuertes, no era tan rápida como la tuya, o tampoco como la Lotus de Dan, pero eso no importaba cuando era una pieza de arte de ese calibre. Al fin y al cabo, la Artemis de Flash era la moto mas cara entre las de ustedes. La 125 era considerada como un articulo de colección entre los fanáticos de las motos, era una moto casi legendaria.

Nadie sabia de donde Flash habia sacado tal pieza de maquinaria automotriz. Si le preguntaban, el solo decía que habia sido un regalo, pero nunca llego a decir de quien. Leon era una persona misteriosa en muchos sentidos. Lo conociste gracias a Dan, quien lo contrató como guarda espaldas una vez que fueron a hacer un trato con los chinos del 14k hace unos cuantos años ya, antes de que todo lo tuyo se fuese al caño. No habla mucho de su pasado antes de conocerte a ti y Dan, así que no sabes de donde viene ni nada por el estilo. En un principio eso te molestaba, pero con el tiempo comenzaste a confiar en el mas y mas a la vez que su relación se iba profundizando y dejaron de ser compañeros de trabajo y comenzaron a ser amigos.

Justo así como dijo Flash, 20 minutos mas tarde, llegaron al distrito 03, también conocido por algunos como la jungla digital. No hay lugar en todo el nivel 3 que tenga mas movimiento de información en forma de ceros y unos que este. Aquí todo esta conectado a todo por una infinidad de cables, toda palabra dicha, acción cometida es registrada en la red sin falta. Las centrales de las empresas de telecomunicaciones mas grandes están establecidas aquí, osea que este lugar tiene conexión directa con todos los demas distritos del nivel tres. En otras palabras es el paraíso de los Netrunneres. Si buscaban información, este era sin duda el lugar.

Después de entrar al distrito, Flash te guió por las calles pobladas de autos y gente hasta que llegaron a un edificio bastante grande que estaba infestado de publicidad de series de televisión y cosas por el estilo.

- Es aquí -Dijo Flash- Ahora, la persona con quien nos vamos a encontrar es un tanto, excéntrica así que, mantén la mente abierta.

 A Kenzo no le sorprendió que la reunión fuera en la Jungla Digital. Solo había estado en este distrito un par de veces, cuando trabajaba para las FAD, y no era un sitio que le gustara especialmente volver a visitar; le aturullaba los sentidos y le hacía sentir fuera de lugar. Pero necesitaban un netrunner y este era el mejor lugar para encontrar uno. 

  - Tranquilo Flash. ¿Te acuerdas cuándo conocimos al jefe de los B.B.? Aquella maldita mole de carne se vestía como un jodido bebe y mamaba de las tetas de sus putas. Menudo personaje, joder. Tío, después de eso ya nada me sorprende. - Kenzo dio una palmada en el hombro de su amigo y sacó su comm.  - Le mando la ubicación a Dan y vamos para dentro. - 

 Con las motos ya aseguradas los dos hombres caminaron hacia el enorme edificio. Según se acercaban algunos anuncios de series y programas de entrenamiento parecieron desprenderse de la pared y volaron hacia ellos rodeandolos. El bombardeo publicitario era incesante. Kenzo y Flash agitaron las manos como si espantasen moscas y los molestos anuncios se alejaron flotando.

  - Y bien, ¿qué sabes de este tío? ¿Ya habías trabajado antes con él? -  preguntó mientras cruzaban la puerta.

- Ella. -Contestó Flash cuando preguntaste por el netrruner en cuestión- Es una tía... Y si, no es la primera vez que hago negocios con N3. Ella nos ha ayudado mas de lo que sabes con nuestro negocio.

Normalmente Dan es quien se encargaba de buscar información y ese tipo de cosas, pero de vez en cuando, cuando se le dificultaba mucho un trabajo de esos, Flash siempre era el que le echaba un cable y le ayudaba a solucionar los problemas. También habían veces en las que tenían un problema y Flash simplemente tenia las respuestas para solucionar todo después de salir a la calle por un par de horas. De seguro la persona que estaba a punto de conocer tenia algo que ver con todo eso.

Después de lidiar con el asalto de la “publicidad interactiva,” como la llamaban en las corporaciones que las hacían, Flash te guió por los pasillos de la planta baja hasta llegar a un ascensor. El destino seleccionado fue el piso 12 de los 30 que tenia el edificio en total. No era un edificio tan grande en comparación a otros que se ven en el nivel 3, y tampoco estaban subiendo a los pisos superiores, así que llegar a el piso seleccionado no les tardo ni siquiera un minuto.

Una vez se abrieron las puertas del elevador, fueron recibidos por un angosto pasillo deteriorado. El piso tenia una raída y sucia alfombra roja, y las puertas del pasillo eran de colores distintas y cada una tenia un aviso electrónico que indicaba que habia detrás de cada una de las puertas.

Normalmente los primeros niveles de un edificio de oficinas como este estaría prácticamente abandonado al estar en estas condiciones, pero no en este distrito. El aviso de todas y cada una de las puertas ponía un nombre distinto y habia distintos tipos de música que se escuchaba saliendo de prácticamente todas las puertas. Este tipo de edificios eran paraísos para grupos de Hackers, Netrruners, Talleres Bio-técnicos, incluso hasta ventas de armas y drogas se podrían hacer aquí, y todo eso por un buen precio.

De todas formas, por mas que aquí los servicios de todo tipo abunden, encontrar a alguien que haga un verdadero trabajo de calidad por aquí era considerablemente difícil, eso explicaba los buenos precios. Normalmente este seria el tipo de lugar al que viene la gente de pocos recursos y sin mucha experiencia para buscar hacer algo fuera de la ley, pero para gente como ustedes, este lugar normalmente estaría fuera de cuestión, pero aun así, esta era la recomendación de Flash, por mas prejuicios que puedas tener sobre la gente de este lugar, el hecho de que sea tu amigo el que te guie aquí te da bastante confianza.

Caminaron un poco mas por el pasillo hasta que llegaron frente a una puerta roja que estaba llena de calcomanías de series de televisión y grafitis en japones y koreano. Nuevamente, podías escuchar música viniendo desde dentro de esta oficina, y esta vez identificaste lo que oías como música comercial japonesa. El aviso en esta puerta ponía. “Pink Cat Society Desings” Era un nombre bastante llamativo y extraño. Flash se detuvo frente a esa puerta, se dio la vuelta para mirarte un poco para verificar que siguieses allí, antes de volver la mirada hacia la puerta y tocar el timbre.

Estuvieron esperando al rededor de 3 minutos hasta que la puerta se abrió. Recién se abrió la puerta la música que habían podido escuchar desde afuera les inundo los oídos con bastante fuerza y apareció la figura de una chica incluso mas baja que tu bastante peculiar.

La chica no solo tenia toda la parte superior de su cabeza completamente mecanizada de forma tal que parecía ser la cabeza de un gato, si no que también tenia una multitud de cables conectados en todo el cuerpo, desde la parte trasera de su cabeza, hasta por su espalda e incluso piernas y brazos.

- Hey, -Le saludo Flash con una sonrisa- Como estas N.

Después de que la puerta se abriese y escuchar a Flash, la chica se quedó en silenció por un par de segundos, hasta que repentinamente comenzó a sonreír y se lanzo a abrazar a tu compañero.

- ¡Leon-kun! -Grito ella mientras se tiraba sobre Flash- ¿Donde estabas? Me tenias abandonada, nya.

Flash pareció verse un poco incomodado por como la chica se lanzo sobre el llamándolo de esa forma, incluso notaste como mientras ella lo abrazaba el torció los ojos un poco.

Después de que la chica restregase su cabeza en el pecho de Flash, tu compañero no lo pudo soportar por mas tiempo y le puso las manos en los hombros a ella para apartarla de el con delicadeza.

- Oye, oye. Vine la semana pasada ¿No te acuerdas? -Le dijo con una sonrisa un tanto forzada- Como sea, ¿Hiciste lo que encargue ayer?

- ¡Claro nya! -Contestó ella con emoción- Fue pan comido para mi.

Esta era una escena extraña. Normalmente Flash era el tipo de persona que tenia una cara de piedra, y nunca lo habías visto sonreirle a otra persona que no sea o tu o Dan con una de sus bromas. El definitivamente no era el tipo de persona al que esperabas actuando de esta forma frente a una chica como esta, y se notaba que el también tenia eso claro, porque tu que lo conoces bien puedes notar lo incomodo que esta en esta situación.

Después de que Flash y la Chica se saludasen, ella volteo a verte sin dejar de sonreír y pareció sorprenderse de ver a alguien allí parado.

- ¿Y tu quien eres? -Pregunto ella.

- El es un amigo -Contesto Flash.

- Hummmm… -Musito la chica mientras movía la cabeza para verte de arriba abajo- ¿Como te llamas?. Yo me llamo N3K0.

 El aspecto decadente del lugar producía un curioso contraste con todas aquellas puertas de colores y las luces de los avisos electrónicos. Un sonido reverberaba por el pasillo; Kenzo tardó unos segundos en darse cuenta que era la mezcla de diferentes piezas musicales saliendo de las habitaciones. 

 Mientras el japonés seguía a su colega su curiosidad no hizo más que aumentar: ¿qué hacía un tipo como Flash rondando por un lugar como este?

 La respuesta no tardó en llegar cuando se detuvieron delante de una de las puertas y Flash llamó al timbre y les recibió una chica con modificaciones cibernéticas extremas.

 Kenzo no era reacio al transhumanismo, él mismo había potenciado sus reflejos y tenía un cogniport detrás de la oreja derecha, pero los implantes corporales tan bestias siempre le daban un poco de impresión.

  En las FAD había conocido a unos tipos durante una operación, una unidad operativa de élite, que iban tan cromados que casi parecían cyborgs; eran más máquinas que hombres. Claro que, verlos en acción fue todo un espectáculo. Pero le había dicho a Flash que tendría la mente abierta y eso pensaba hacer.

   Cuando la muchacha se lanzó a abrazar a Flash, Kenzo casi no pudo contener la risa y menos aún al ver la cara de su colega cuando esta se frotó contra él; esto sí que era algo realmente inusual y al grandullón se le veía realmente azorado. 

   Luego la joven pareció advertir la presencia de Kenzo y se presentó. El hombre respondió con una reverencia, e intentó recordar las viejas fórmulas de cortesías japonesas. Kenzo, como la mayoría de la gente del Sub3, hablaba un idioma híbrido que había evolucionado de las lenguas de las distintas naciones que se habían salvado del fuego nuclear en aquella Reserve, hacía ya más de un siglo. Además, no había vuelto a hablar en japonés nativo desde la muerte de sus padres.

   –Konnichiwa, N3ko-san. Yo soy Kenzo. Parece que tenemos un asunto entre manos –.

 Tras saludar esperó a que la muchacha los invitara a pasar y miró a su colega.

 Kenzo valoraba mucho lo que estaba haciendo Flash al revelarle la identidad de uno de sus contactos; uno muy importante por lo visto. Una muestra de confianza así, en un mundo tan jodido como el del Subnivel 3, valía más que toda la pasta o riqueza que pudieran tener las élites de los niveles superiores. 

N3K0 pareció quedarse un tanto atónita cuando escucho tu nombre. Incluso sin tener ojos pudiste notar en su cara lo sorprendida que estaba con tu nombre.

- ¿Kenzo? -Dijo para si misma sorprendida antes de hacer una curiosa pausa que ella misma rompio repentinamente- Un segundo Nya, ¡¿Eres japones?! -Preguntó ella casi gritando mientras soltaba a Flash y se acercaba a ti hasta invadir tu espació personal- Aunque tu habla suena raro, nya… ¿No seras un impostor...? Jummmm, ¿Sabes como cocinar ramen?, todo japones debería saber como hace eso.

No tenias ni la mas mínima idea de porque esta chica se emociono tanto al reconocer tus raíces étnicas. ¿No era ella misma japonesa? Ahora que lo pensabas, era bastante difícil reconocer la descendencia de esta niña cuando la mitad de su cabeza es de metal. ¿Será que ella es una de esos no-japoneses fanáticos de la cultura japonesa? Hoy en día hay bastantes jóvenes obsesionados con el tema de las culturas de épocas pasadas, y entre ellas, la cultura japonesa es una de las mas populares entre esos círculos... Aunque ella parece estar mas inclinada hacia el aspecto comercial nipon que mas nada.

- N. -Le llamó la atención Flash a la chica- No se te olvide por lo que venimos Kenzo y yo.

Al escuchar a Flash, N3K0 se dio la vuelta hacia el poniendo una expresión que podrías describir como un puchero. Aun así, considerando la cantidad exagerada de metal en su cabeza, era posible debatir si era que estabas mal interpretando su expresión o si era que tenias razón.

Sea cual sea el caso, después de que la netrunner mirase a Flash, y este le regresase una mirada seria de esas que el tiene todo el rato, al parecer ella entendió el mensaje y procedió a encogerse de hombros mientras se alejaba de ti y comenzaba a caminar hacia la puerta de donde salió.

- Dan no baka… -Dijo ella en voz baja, pero lo suficientemente fuerte como para que ustedes escuchasen- ¡Bueno! ¿Van a entrar o no?

Diciendo esto, N3K0 se adentró en su “oficina” dejando la puerta abierta para que ambos entrasen. Aprovechando que la chica ya los habia dejado solos, Flash, volteo a verte con ganas de explicar un poco la situación, pero lo suficientemente avergonzado como para no querer decir todo.

- Si no la detenía podía pasar horas preguntándote cosas raras... -Aclaró el- Como te dije, es un tanto extraña.

   - Lo siento, N3K0. Pero me temo que la cocina no se me da especialmente bien. - respondió Kenzo dejando aflorar su mejor sonrisa. - Pero si te sirve, mi registro de memoría genética puede trazarse hasta el siglo XX. Por lo visto mi antepasado era un conocido mangaka nacido en Fukushima. -
  Kenzo dejó que la chica se acercara a él. Ella desprendía un olor muy peculiar, una mezcla de lubricante y sakura, que para nada era desagradable y, en cierta manera, resultaba embriagador. Desde esa distancia, el japonés, pudo observar con más detalles las modificaciones de N3K0. Era, sin duda alguna, un trabajo de calidad.
  Antes de que N3K0 continuará con sus curiosas pesquisas intervino Flash, que volvía a tener esa expresión dura como la piedra tan suya, y le recordó a la joven el motivo de la visita. N3K0 pareció algo compungida y, tras invitarles a pasar, volvió a su apartamento. 
  Kenzo devolvió la mirada a su amigo. Una sonrisa bailó en el rostro del japonés. - Si, bastante peculiar pero parece una tía maja, me ha caido bien. Y seguro que es buena en lo suyo. - 

   Los netrunners controlaban la información. Era su moneda de cambio y la fuente de su poder. En el rato que habían pasado en el pasillo y solo con su desparpajo, N3K0, había logrado que Kenzo se relajara y hablara más de la cuenta. El simple dato que había facilitado sobre sus orígenes era más que suficiente para que un hacker curioso, y de seguro que esta gatita era muy curiosa, pudiera empezar a tirar del hilo y averiguar más cosas. Debería de estar más atento a lo que decía y más en un sitio como este.
   Hacía algunos años que Kenzo se había impuesto un objetivo. Una meta que requería de tiempo; una buena cantidad de pasta, por eso traficaba; una minuciosa planificación y mantenerse en las sombras. Nadie debía poder relacionarlo con sus anteriores identidades.
   - Venga, Flash, vamos para adentro. Y no te creas que te vas a librar de contarme más tarde como has conocido a una gatita así. ¡No te pega nada, tipo duro! - bromeó Kenzo soltando por fin la carcajada que llevaba un rato aguantando y dando un golpe en el pecho de Flash. Luego fue tras los pasos de la chica.

   Cuando cruzó el umbral se detuvo un momento para echar un vistazo a la oficina de N3K0. Aunque más que una oficina, parecía un museo extraño y extravagante. Kenzo alucinó con el sitio y se preguntó si el resto del edificio sería de este estilo.

   Si, decididamente N3K0 era una persona muy peculiar. 

Definitivamente Leon no se sentia muy comodo en esa situación. No era un disgusto muy grande, si mas bien lo setias como una muestra de verguenza de parte de tu amigo, lo cual era extremadamente raro viniendo de el, aun así era muy dificil notarlo, pues su cara de piedra seguia casi igual que siempre a exceción de un par de detalles de los que te pudiste percatar solo porque eres su amigo. Sin duda, por la expreción que Leon tenia en la cara justo ahora, este viajem ya habia valido la pena.

Solo con verle la cara a Flash podias notar que no era muy fan de la idea de explicarte cual era su relación con N3K0, pero de todas formas no pareció negarse cuando le preguntaste. Aunque lo mas probable era que no quiso negarse porque sabia que si lo hacia tu no lo dejarias de molestar hasta sacarle la historia completa de su boca.

- Es... Una larga historia. -Dijo el en respuesta a tu comentario dejando salir un suspiro durante la pausa corta que hizo- Como sea. Vamos.

Despues de contestarte, Flash comenzo a caminar tras de ti hacia la "oficina" de N3K0. El lugar era un apartamento completo incluso hasta mas grande que el tuyo, pero no era para nada espacioso, pues habian un monton de cables tirados por el suelo, pegados a las parades e incluso colgando del techo y porque habian un monton de maquinas por todos lados. Servidores, maquinas de almacenamiento masivo, terminales de conexión segura, antenas, toda clase de pieza tecnologica que un Netrruner podria querer estaba en ese apartamento. Tambien, justo en el fondo, habia un escritorio con tres o cuatro pantallas grandes cada una mostrando algo distinto. Esta chica definitivamente tenia bastante Hardwhare para trabajar.

De todas formas, esas no fueron el unico tipo de cosas que pudiste ver por allí, tambien habian un par de sofas, sillas y tres mesitas sin orden aparente que saltaban a la vista por el intenso color rosado que todas tenian. Tambien, en una de las paredes, habia una secuencia estantes que te llamó la atención ya que todos estaban repletos de arriba a abajo de figuras de acción, hologramas de bolsillo, peluches, posters, mangas, novelas ligeras y toda clase de productos relacionados a los medios de entretenimiento japoneses. El area donde estaban esos cinco o seis estantes era el unico pedazo de todo el apartamento que parecia tener un orden comprencible. Al ver eso comprendiste un poco mas la reacción de N3K0 al enterarse de que eres Japones.

Tambien llegaste a ver dos puertas en la pared izquierda y una que estaba en la derecha. Cada puerta tenia un pequeño afiche colgando que indicaban hacia donde daban. L apuerta de la derecha decia "Baño-nya" la primera de las de la izquierda decia "Coscina-nya" y la ultima decia "Habitación-Nya". No sabias porque cada afiche terminaba en Nya, pero los hacia ver un tanto graciosos.

Flash, ya parecia conocer el lugar, y directamente fue a sentarse en el sofá que estaba mas cerca de la mesa con los monitores que era donde N3K0 estaba sentada. Flash se veia un tanto raro sentado en un sofa rosado rodeado de peluches y hasta de una almohada de cuerpo completo que tenia estampada a una chica de un anime bastante popular de hoy en día. Sin duda era una vista unica la del duro de tu amigo sentado en un sofa que parecia ser salido de una pelicula de princesas.

- Entonces N, dinos que encontraste. -Dijo Flash una vez se acomodo en el sofá.

- Pues la verdad no mucho nya. -Contesto N3K0- El café del que me hablaste es un lugar normal. No tiene ni un solo registro sospechoso ni nada por el estilo. No hay nadie raro entre los empleados nya, y el dueño es un señor normal. Pero eso mismo fue lo que me pareció sospechoso. Así que busqué un poco mas a fondo y... -Hizo una pausa dramatica antes de continuar- Nada. Ese lugar esta tan limpio como la casa de Tsubaki-san.

- Eso no puede ser algo bueno -Contesto Flash.

- Exacto nya. De todas formas descargue un mapa del lugar y otra información que les pudiese resultar de ayuda mas adelante. Nya.

Al decir eso ultimo, N3 recogió de su mesa algo que parecia ser un pequeño chip y se levanto para entregarselo a Flash, para luego volverse a sentar en su mesa y ponerse a revisar cosas en su computadora.

Flash agarró el chip y lo miró por un par de segundos antes de lanzarlo en tu direcciónpara que lo agarrases. Resulto que era una micro tarjeta UCD, justo de las que eran compatibles con tu modulo cerebral.

- Revisa que hay allí -Te dijo Flash.

   Kenzo esperó a que entrara Flash y cerró la puerta. Luego observó atentamente la guarida de la cibergatita. No solo el despliegue tecnológico era impresionante, también era abrumadora la cantidad de material friki allí reunido. Dio unos pasos procurando no enredarse con los cables que cubrían todo el lugar e imitando a Flash se sentó en el otro extremo del pintoresco sofá. La imagen de los dos trapicheros callejeros sentados rodeados de adorables muñequitos y separados por un dibujo manga estampado en una almohada enorme no tenía precio. 

   - No, nada bueno. Cuanto más limpio parece más mierda te encuentras debajo de la alfombra. - dijo Kenzo mientras cogía la pequeña tarjeta que le lanzó su amigo. La hizo saltar un par de veces en la mano y luego la insertó en el puerto que tenía detrás de la oreja derecha. Un diminuto indicador LED junto a la ranura parpadeó cuando el cogniport comenzó a leer el contenido de la micro tarjeta. 

   El japonés se recostó en el sofá y dejó que la información se desplegará en su campo visual a través de sus ojos ciber mejorados. 

   - Ok, veamos que tenemos aquí. -

Insertaste la memoria en el puerto detrás de tu oreja e inmediatamente pudiste ver como comenzaban a parecer los cuadros de dialogo de tu Cogniport.

Initializing…

Un montón avisos de diversos colores comenzaron a aparecer para indicarte que todo estaba funcionando como debería, y al cabo de unos segundos, el software del Cogniport terminó de analizar el dispositivo que acababas de insertar en tu cabeza y te mostró la opción de abrir una carpeta que contenía un total de 42 archivos. La carpeta se llamaba Café Bulevar. Al abrir la carpeta, te encontraste con unas cuatro sub-carpetas que parecían contener información sobre el Café al que deberías ir mañana, que aparentemente se llamaba Cafe Bulevar. La primera carpeta que viste se llamaba “Localización” y tenia un total de 10 archivos. Le segunda “Planos”, tenia 6 archivos. La tercera se llamaba “Personal” y tenia 9 archivos, mientras que la ultima, “Información general” tenia 14 archivos.

N3K0 habia hecho un buen trabajo organizando los archivos a diferencia del que hacia para organizar su propio apartamento. Si estabas esperando ver carpetas rosadas y brillantes o imágenes de gatos por todas partes al abrir una carpeta hecha por ella, te ibas a llevar una decepción. Parecía que ella era bastante profesional cuando se trataba de trabajo.

Justo cuando te disponías a abrir la primera carpeta que elegiste para revisar, una nueva notificación apareció en una esquina de tu campo visual. Al parecer te habia llegado un mensaje. El numero remitente no estaba registrado así que no tenias forma de saber quien lo habia enviado, pero de todas formas, no era como que si recibir un mensaje anónimo fuese algo raro en tu linea de trabajo.

   El pequeño sensor háptico que Kenzo tenía injertado en la yema del dedo emitió una luz azul cuando interactuó con la carpeta virtual donde N3K0 había clasificado toda la información que había conseguido. El japonés, como practicante todo el mundo en Sub3 menos los fanáticos de la pureza de la carne, tenía varios de estos sensores implantados en las manos para manipular la Realidad Aumentada.

   Dentro del directorio raíz había cuatro carpetas más. Por el momento decidió que le echaría un vistazo rápido a la nombrada Personal; si el dueño y los empleados llevaban ahí poco tiempo, digamos que desde la aparición del Blue, podría tratarse de una tapadera. Ya en su apartamento estudiaría los archivos con más calma. Además de descargarlos a su comm para pasárselos a Flash y a Dan.

   - Otsukaresama desu, N3K0-san. -  dijo a la hacker y justo cuando se disponía a abrir la carpeta entró un aviso del comm, era un mensaje con emisor anónimo 

   Con un gesto de una mano desplazó las carpetas a un lado y con la otra tocó la notificación desplegando el mensaje delante de sus ojos. 

N3K0 alzo su pulgar en tu dirección con una sonrisa como respuesta a tus felicitaciones. Despues de eso Flash y ella comenzaron a hablar de cosas sin importancia, como que si aparentemente la Hacker se habia comprado una nueva almohada de cuerpo completo de un personaje de otra serie de televisión y otras cosas por el estilo. Tu tenias cosas mas importantes entre manos, así que los ignoraste y seguiste en lo tuyo.

La primera carpeta que abriste fue la de personal. Dentro habían otras seis sub carpetas. Una que se llamaba Francisco Martínez, otra que se llamaba Andrew Mathers, otra que decía Wu Long, etc. Cada carpeta tenia el nombre de una persona que asumiste eran los que trabajaban en el café. Como decidiste que tenias que revisar esto mas calmadamente en otro momento simplemente le echaste una ojeada a un par de carpetas para ver que tenían dentro.

Cada carpeta que revisaste tenia una foto del sujeto en cuestión, registros legales como que si estaban asegurados, o alguna que otra declaración de impuestos pagados o no pagados. No revisaste los archivos muy a fondo, pero todo lo que viste parecía estar en orden. Al parecer casi todos los empleados del café habían comenzado a trabajar meses o incluso años antes de la aparición del Blue en las calles, así que las posibilidades de que hallan creado ese café solo para usarlo de tapadera para el Blue eran pocas. De todas formas, eso no niega que ambas cosas no estén interconectadas. Tendrías que revisar mas a fondo los archivos que N3K0 consiguió para llegar a alguna clase de conclusión.

Ya que habías terminado de echarle un ojo por encima a los archivos del personal, decidiste tomarte un rato para revisar ese mensaje misterioso que te acababa de llegar. No era muy largo, y no tardaste mucho en enterarte quien era el remitente.

Kenzo, es Ciara.

Mira, no tengo tiempo para explicar que fue lo que ocurrió, pero estoy en problemas, y de los gordos. La vida de un par de personas que me importan están en peligro y eso sin mencionar que la miá propia también lo está. Voy a necesitar tu ayuda con unos asuntos si quiero salir bien parada de todo esto.

Si estas disponible, me gustaría que fueras a esta dirección:

Allí pregunta por mi al hombre de la barra y el te dirá como contactarme.

Este no es el tipo de mensajes que recibes todos los días.

Recordabas a Ciara, o mejor dicho, recordabas la vez que te saco esa bala del abdomen. Le debías las vida, aunque la verdad, tener lealtad hacia una persona que solo te salvo la vida por dinero no era algo bueno, de todas formas, has visto suficientes doctores codiciosos mata-sanos como para saber que esta Ciara no es una de esos. Ella si era una persona que valía la pena regresarle el favor de salvarte la vida.

El código de barra contenía una coordenadas que te llevaban a un bar en el distrito 6. Llegar te tardaría un par de horas en moto, pero no seria mucho problema encontrarlo gracias al sistema de navegación.

   El hombre chocó con unos cubos de basura y estuvo a punto de caer al suelo. Durante unos segundos se quedó allí parado, recuperando el aliento, luego continuó andando con paso torpe y vacilante por la oscura y sucia calle.

   Tras de sí iba dejando un rastro de sangre que se escapaba de una herida de bala en el abdomen. Había recibido el disparo a quemarropa y solo la armadura táctica lo había salvado. 

   La armadura también le mantenía con vida ahora, inyectando estimulantes y fármacos en su torrente sanguíneo, pero si no encontraba ayuda pronto no iba a durar mucho más.

   Llegó al final de la callejuela y se quedó apoyado en la pared. Su objetivo estaba al otro lado de la maltratada carretera ocupando el espacio entre dos megaestructuras con sus chabolas y casas prefabricadas: la comuna Aurora.

   Allí esperaba encontrar a una persona. Alguien a quien había conocido en una operación conjunta con la policía contra el clan Tong, la paramédico Ciara O´Conell. La especialista táctica demostró tener unas habilidades de campo formidables y Kenzo quedó impresionado.

   Pocos años después buscó a la paramédico pero Ciara ya no era miembro de los EIT. Se enteró de la caída en desgracia de la mujer y de como había sido expulsada con deshonor. La Serpiente, lejos de sentir lástima por Ciara, pensó que eso se ajustaba mejor a sus intereses. Y qué coño, Ciara estaba mejor lejos de aquel pozo de corrupción que era el cuerpo de policía del Sub3.

   Usando los recursos de las FAD terminó por localizar a Ciara en Aurora, una comunidad autogestionada, donde a veces ayudaba como voluntaria. El japonés esperaba que esta noche fuera una de esas veces o estaba muerto.

   Con un gruñido de dolor el hombre cruzó la calle y la vista se le nubló. Hacía un rato que los dispensadores automáticos del traje habían inoculado las últimas dosis de fármacos y el dolor volvió con toda su jodida mala leche.

   Tambaleándose cruzó la entrada a la comuna, una verja abierta coronada con un cartel con enormes letras.

   Terminó por caer al suelo. Todo se volvió oscuro pero alcanzó a oír a unas personas que se acercaban corriendo. - E…pona. De...decirle que Tango03 la busca…Tan…3 - logró decir antes de desmayarse.

   Esperaba que la mujer recordara el nombre en clave que el japonés utilizó en la misión contra los Tong…

  Kenzo se llevó, de manera inconsciente, una mano a la herida del abdomen mientras recordaba aquella noche; por debajo de la camiseta notó la nudosa cicatriz. Aquella noche Ciara podía haber pasado del asunto, solo otro muerto más en una cuneta, pero se la jugó por un tío vestido con un armadura de las FAD y le salvó la vida. Desde entonces se había forjado una relación mutuamente beneficiosa de "negocios" entre ellos. Ahora ella estaba en problemas y él le iba a devolver el favor.

   Kenzo pasó el dedo por el código de barra y la dirección de un bar en el Distrito 6 se hizo visible. Desde la Jungla le llevaría un par de horas llegar; una ocasión cojonuda para seguir exprimiendo las nuevas prestaciones de la moto pero antes tenía que dejar las cosas organizadas.

   El japonés desconecto el enlace del cogniport y extrajo la pequeña tarjeta de memoria que entregó a Flash. - Regresa a mi apartamento y descarga los datos. También intenta localizar a Dan y que se reúna allí contigo para ir analizando la info de N3K0. Me ha surgido algo importante, una vieja deuda que saldar. Nos vemos en unas horas. - 

   Kenzo accedió al registro online de su apartamento en la Colmena e incluyó a sus dos colegas como invitados para que pudieran pasar al área de seguridad. Tras despedirse de Flash y N3K0 salió del edificio bajando los escalones de dos en dos. 

   El rugido de la SuryaNation sonó por toda la calle cuando Kenzo aceleró a fondo. 

Cuando te fuiste de donde N3K0, Flash no preguntó a donde ibas ni nada por el estilo. Simplemente se despidió de ti y te dejó marchar. El se quedo con N3 y te aseguro que revisaría mas a fondo el nuevo material que habían encontrado.

Fue pura suerte que Ciara te llamase justo hoy, cuando aun no habías comenzado tus negocios con el Blue. Si esto hubiese ocurrido mañana, cuando estés a mitad de reunión con el contacto de Dan, quien sabe si hubieses podido atender al llamado de Epona.

La dirección que te envió ciara estaba en el distrito 4. Por suerte ese distrito es vecino al 3, donde estas justo ahora. Salir del distrito te llevó una media hora completa, y tal vez hubiese sido un poco mas si es que hubieses ido a menor velocidad, pero por suerte, tu apuro dejó su recompensa. Después de entrar al distrito 4, el mapa que te envió Ciara en el código de barra te indicó que de, donde estabas hasta tu destino, tendrías que conducir por otros 40 minutos a la misma velocidad a la que ibas para llegar a tu objetivo.

Sin dudarlo dos veces, aceleraste.

El viento volvía a pegarte en la cara con fuerza, y el motor de la moto hacia un escandandalo al que ya te habías acostumbrado hace tiempo. ¿Que le habría ocurrido a Ciara? En el mensaje dejó claro que se trataba de algo bastante serio, pero ¿Que tan malo podría llegar a ser? En una ciudad como esta hay un sin fin de cosas malas que pueden ocurrir, pero incluso aquí hay un puñado de esas que preferirías evitar a toda costa, ese tipo de cosas que te harían preferir morir a involucrarte. Las posibilidades de que algo así le halla pasado a Ciara son pocas, pero en este océano de corrupción y miseria que es el nivel 3, uno nunca puede bajar la guardia.

Después de andar por el tiempo requerido, el programa de localización integrado en el sistema dentro de tu cerebro te indico que ya habías alcanzado tu destino. Al mirar hacia donde te habia indicado lo que viste fue un bar. Paresia viejo, pero tena un aire de decencia y calidad. La verdad seria un lugar al que te gustaría ir a echarte unas copas, pero por desgracia, justo ahora no estabas para eso.

   Durante el trayecto, Kenzo estuvo pensando en que lío se podía haber metido Epona. La ex agente de los EIT era una mujer dura y resuelta, no era de esas personas que pedían ayuda por lo que el asunto tenía que ser algo gordo y eso, en el Sub3, solía implicar violencia y muertes. Solo esperaba poder ayudar a Ciara a solucionar lo que fuera lo antes posible y así volver a centrar toda su atención en el negocio del día siguiente.

   Cuando Kenzo llegó a su destino el navegador de realidad aumentada marcó con un anillo pulsante el bar, un lugar de aspecto avejentado pero rodeado de una pátina de antigüedad que agradó al japonés.

   Con un viraje, el motorista cambió de dirección y entró en el parking aledaño al bar. Antes de bajar de la moto, y con discreción, introdujo un cargador en el subfusil, amartilló el arma y puso el seguro. Luego, con pasos decididos, se encaminó al bar.

   La puerta se cerró tras él. Durante unos segundos permaneció ahí de pie observando al bar y a los clientes. El sitio tenía un encanto especial y los parroquianos parecían gente de lo más normal. Kenzo avanzó hasta la barra y tomó asiento en uno de los taburetes de sintecuero y metal negro. 

   - Hola, una botella de hydro y un taco de SoyaMeat bien picante - respondió cuando el camarero le saludo y pregunto que iba a tomar.

   Kenzo le dió un par de buenos bocados al taco y bebió un trago de la botella. - Hey jefe ¿que te debo? - el camarero se acercó con el lector de credisticks y el japonés aprovechó para preguntar. - Busco a una amiga, se llama Ciara. -

Sin duda este bar era un tanto peculiar, pero no en el mal sentido. Era peculiar porque este lugar paresia ser mas habitable que practicamete todos los demas bares que has visto en el nivel 3. No parecía ser un hueco de mala muerte de esos que abundan por las calles, y la gente que estaba adentro no parecia querer sacarte los ojos solo por diversión. Parecía ser un lugar mas, civilizado, aunque estabas seguro de que no importaba lo bien que se viese por fuera, estas en el nivel 3, aquí lo “civilizado” no significa nada.

Cuando entraste casi nadie te prestó atención, la mayoria de los que estaban aquí estaban muy ocupados bebiendo y hablando con otra gente como para repara en ti, pero los que si lo hicieron, no tardaron mucho en mirarte de forma sospechosa, y es que en ese lugar, tu imagen de callejero resaltaba un poco. De todas formas, nadie dijo nada, así que no tenias nada de que preocuparte. Ademas, no es como que si en este lugar existiese un bar en al que entres sin que por lo menos una persona te mire feo.

Primero entraste como un cliente cualquiera y te dirigiste hacia la barra para pedir una bebida. El tipo que te atendió parecía estar un tanto amargado, pero no dudo en cumplir tu pedido. Cuando le pediste la bebida y el taco, el hombre asintió y se puso a buscar preparar tu orden.

- Aquí tienes -Te dijo cuando te puso el plato con la comida frente a ti y el baso de cristal con el alcohol que solicitaste.

Después de eso, te tomaste tu tiempo y miraste a tu alrededor mientras comías y dejabas que el hydro bajase por tu garganta. No pudiste ver nada sospechoso, ninguna figura sombría entre los clientes, ni nadie que pareciese ser “De los tuyos” Todos eran gente normal.

Entonces terminaste tu comida y llego el momento de pagar. El mismo batender se acerco a ti para cobrarte, y cuando acercaste tu brazalete a el lector de credisticks hiciste la pregunta.

Cualquier persona con poco cerebro no hubiese llegado a ver el ligero de talle de que cuando mencionaste el nombre de Ciara, el hombre hizo una pequeña pero abrupta pausa en sus movimientos, como que si acabas de oir algo que definitivamente no quería oír. Sin embargo, el tipo logró seguirse moviendo sin dejar salir mas pistas sobre lo que le estaba pasando por la cabeza.

- ¿Quien es esa? -Preguntó el tipo mientras te cobraba- ¿Vive por la zona?

   Ahí estaba. Pequeña, sutil, apenas una imperceptible alteración en los movimientos, tan rutinarios y cotidianos, del barman. El tipo si conocía a Ciara y mintió. A Kenzo no le extrañó que el hombre se mostrase cauto ante un desconocido, que bien podía ser un secreta husmeando, y tan solo hacía lo que haría cualquier buen barman al mantener la privacidad de sus clientes. Debía manejar al tipo con cuidado para que no se cerrase en banda.

   Kenzo dejó aflorar su mejor sonrisa mientras se quitaba las oscuras gafas y las guardaba en la chaqueta. Luego miró al hombre fijamente.

    - La verdad, no sé si ahora vive en este distrito. Somos viejos conocidos y hace tiempo que nos vemos. Ponme otro de esos tacos, por favor. Me dejó un mensaje diciendo que quería que nos viéramos y que preguntara por ella aquí. - dijo despreocupadamente y esperó a que el hombre volviera con la comida.

   - Es un local muy… diferente. Quiero decir, no es el típico tugurio que uno acostumbra a ver por el Sub3. ¿Es tuyo? En ese caso he de decir que tienes buen gusto. - dijo cuando el barman volvió y abarcó el lugar con la mirada. El tono de voz era tranquilo, modulado a propósito para tranquilizar al hombre y ganarse su confianza. 

   - Entonces, me dices que no te suena ese nombre pero quizás hayas visto por aquí a una mujer alta, de proporciones atléticas. Es atractiva de una manera peculiar por la sangre de la vieja Irlanda que corre por sus venas. Una vez me contó la historia de esa curiosa insignia que siempre lleva en la chaqueta. - Kenzo describió el escudo de la Garda Síochána. Con esta última frase, que parecía fuera de lugar, pretendía descolocar al barman. Kenzo observó atentamente las reacciones involuntarias de su interlocutor.

Filos de dedico una mirada dudosa cuando ibas saliendo. El tipo no sabia quien eras, así que era de esperar que no confiase en ti. Al fin y al cabo, por todo lo que el sabe, tu no eras nada mas que un criminal al que Ciara conocía por alguna razón, y la verdad estaba en lo correcto, así que no podías culpar al viejo por no fiarse de ti. Mas bien, te parecía inteligente de su parte.

Ciara se quedó dentro del bar, así que tu por tu parte saliste para buscar tu moto mientras pensabas en la tamaña montaña de mierda en la que Ciara se acababa de meter.

Esto si que era gordo, bueno, cualquier problema en el que se mezcle la FAD es uno gordo, pero ¿Petrenko? ¿En serio? De entre todos los  capitanes hijos de puta que abundan en la FAD, de entre todos los sabuesos y malditos cazadores que hay en ese cuerpo ¿Petrenko? Eso era definitivamente como sacarse la lotería. Aunque en este caso era una lotería que no querías haber sacado ni en mil años.

Ese desgraciado era prácticamente una leyenda en las fuerzas. Llegar a tener mas 30 años en servicio no era algo que cualquiera pudiese conseguir lograr. O te mataban o renunciabas, pero nunca te quedabas... A no ser que seas un maldito infeliz como Petrenko, y justamente eso era lo que lo hacia ser de los mas peligrosos de todo el cuerpo.

"Teme a un hombre viejo en una profesión en la que se muere joven" Ese dicho describía perfectamente el como se sentía enfrentarse a ese maldito.

Sea como sea de mierdera la situación en la que estaba metida Ciara, ahora tu tenias que encargarte de tus asuntos. Tenias que dejar a los capitanes y a los terroristas de lado por un rato, pues tenias Blue al alcance de tus manos, y eso era algo que no podías olvidar por nada del mundo.

Poco después de que saliste del bar, te llego un mensaje de voz. Era de Flash.

- Oye hermano. -Sonó la voz de Flash- Perdón por contestar tarde, pero es que recién vi tu mensaje me puse a trabajar con N en lo que pediste. No se en que follón te metiste ahora pero ya sabes, si me necesitas solo dilo. Como sea. Ahhhh, Dan me llamó hace poco. Al parecer acaba de salir de la fiesta en el Munchkin. Dice que quiere hablar con nosotros urgentemente o algo así. Le dije que viniese aquí al apartamento de N, así que regresa para que hablemos todos... Y de paso nos cuentas que pasó ahora.