Partida Rol por web

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Habia conseguido parte de mi equipo y eso me animo mucho mas a seguir buscando aceptando la ayuda de Bjorn. 

- Sin mi foco no puedo hacer magia, es necesario, forma parte de mi ser!

Y asi rebuscamos entre todas las cosas hasta encontrar mi amuleto y mucho mas equipo. Se notaba que el lugar mas que un deposito era un tiradero de todos aquellas victimas que habian encontrado su destino en manos de esos desgraciados. Tomando el dije entre mis manos alcé una plegaria de agradecimientos antes de volver a ponermelo y jurar para mis adentros que nunca lo perderia.

Antes de continuar tomé tambien un arco ligero que sabia que podía controlar. No habia practicado mucho la arqueria pero en estos momentos sabia que daría lo mejor de mi.

- Estoy lista!!! susurre a los demas antes de salir de alli y agradecer la ayuda a Bjorn con una sonrisa.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Tras unos minutos tensos mientras os equipabais, nadie vino por vosotros, al parecer el caos generado por los Barbas Grises os había dado un tiempo precioso. El tiempo suficiente para armaros con vuestro equipo, ahora solo os quedaba trazar un plan y decidir que hacer en las entrañas del territorio enemigo.

Mientras los temblores provocados por sus poderes hacían que cada poco la estructura de Alto Hrothgar se resintiera, pero era una edificación recia y sólida, en el exterior se empezaba a escuchar el rumor de truenos. Se acercaba una tormenta.

La pregunta era, ¿qué haríais ahora?

Mes de Helada, Alto Hrothgar

- Son demasiados. No podemos hacerles frente… hay que huir. – Sentenció Bjorn. Se sentía atrapado en una ratonera sin mucha opción. Sólo veía una salida, bajar por aquellas escaleras y procurar escapar al amparo del caos generado por la llegada de los Barbas Grises.

Lanzó un vistazo al resto de prisioneros. No quedaban muchos, e incluso equipados no parecían una gran amenaza. No eran un ejército, ni soldados disciplinados. No habían combatido juntos. Akatosh no estaba de su lado.

- Vamos. – Dijo llevando la voz cantante y liderando al grupo con el arma en la mano. Bajaría él primero y se detendría al final de los escalones para observar el panorama y ver si era factible intentar huir en medio de aquel caos, o si tendrían que abrirse paso luchando.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

- Espera Bjorn... grite casi desesperada.

- Viene una tormenta y no podremos bajar la montaña asi, dudo mucho que alguno realmente conozca el camino y no soportariamos una helada si nos perdermos, debemos esperar a que pase la tormenta.

Esperar alli era una locura y dedicarnos a limpiar el castillo era mas descabellado aun. Yo no era cobarde, solo que no sabia que opcion era peor. Afuera la tormenta anularia nuestra visibilidad y quebraria nuestros huesos por el frio o nos mandaria al vacio en un ventarron. No habia salida. 

- Joder! Salgamos de aquí!!!

Que mas daba si ibamos a morir no importaba la forma, aunque sabia que algunos sobreviviriamos. Levante el arco que habia conseguido y seguí a Bjorn lista para... lo que fuese. 

Mes de Helada, Alto Hrothgar

En el tiempo que me tomó encontrar el arma de Nabar y comentarles mi disposición al explorador y al diplomático alguien ya había urdido un plan y se lanzaba, seguido por la sacerdotiza, escaleras abajo.
Me quedé atónito.

No lo comenté, pero notar la refinada táctica de aquellos dos me hizo comenzar a sospechar cómo era que el imperio había caído tan fácilmente contra los Thalmor -¿Pero qué tienen el la cabeza?- se dijo el Ragada siguiéndolos mucho más lentamente y con el arma de Nabar en mano -han desperdiciado el factor sorpresa-.

Se quedó atrás, junto con el resto de los prisioneros que no habían optado por correr ciegamente hacia la muerte segura y que, al igual que él, tenían algún otro deseo, como la venganza o el cumplir con una misión.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

El sonido del combate en ciernes al otro lado del monasterio iba enmudeciendo, las órdenes que vociferaba alguien en una lengua totalmente incomprensible para vosotros se propagaron por todo el recinto, parecía que vuestros captores habían reducido a los Barbas Grises de algún modo.

Por vuestro lado, pudisteis avanzar lo suficiente, los que lo hicisteis, para ver por el momento el camino despejado hacia una de las salidas anexas del monasterio. No había ni rastro de los akaviri que os retenían. Todo parecía hasta demasiado tranquilo. Haber descendido al siguiente nivel daba pie a dos nuevas rutas, izquierda y derecha, la primera daba a una suerte de salón principal lleno de columnas, a la derecha el pasillo acababa del mismo modo que acababa el pasillo que dejabais atrás.

Bjorn y Sienna tenían ante ellos aquel pasillo despejado, pero por el silencio que empezaba a propagarse por Alto Hrothgar indicaba que la cosa no a permanecer mucho más tiempo despejada. Tavase, que se había quedado retrasado junto a sus compañeros, tampoco vislumbraba nada desde su posición.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Bjorn frunció el ceño. El hecho de que los ruidos del combate se fueran apagando no auguraba nada bueno para los Barbas Grises, ni para el grupo reducido de prisioneros tampoco. 

El corazón se le llenó de esperanza al ver el camino despejado hacia una de las salidas anexas del monasterio. Pero algo en su cabeza le gritó a todo volumen que estuviera alerta. Estaba demasiado tranquilo, quizá se tratara de una trampa. Tenían que salir y deprisa.

Bjorn miró a Sienna y luego lanzó un vistazo hacia atrás, hacia el resto del grupo. Eran pocos pero al menos ya estaban armados. Si daban con ellos y querían tener una oportunidad de aguantar no podía ser en un pasillo cerrado. La sala repleta de columnas era mejor idea. ¿O no?

El nórdico dudó e hizo un gesto a Tavase para que se acercara. Luego dio indicaciones a Sienna:

- Avancemos por la sala de las columnas. Si nos encuentran tienes que guiar al grupo por ese otro pasillo. - Dijo indicando la otra opción que tenían. - Yo les retendré todo lo que pueda y os daré tiempo para salir. - Su tono no admitía discusión. Si se topaban con alguna patrulla, todo el que se quedara a combatir acabaría muerto o reducido. Y Bjorn no pensaba permitir que todos sufrieran el mismo destino, tenía que conseguir que al menos algunos lograran escapar y extendieran la noticia de lo que estaba sucediendo en ese monasterio. El mundo tendría que prepararse.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Tras las indicaciones de Bjorn solo asentí para cumplir su idea. Tenia sentido y aunque sonaba a sacrificio por su parte una vez habiendo avanzado y asegurado a los demas podia cubrir su salida para que pudiera escapar tambien. 

Ya en el salon de las columnas tome un costado buscando cobertura tratando de no hacer ruido aunque me sentia bien torpe mientras avanzaba. Con el arco apuntaba hacia adenlante por si aparecia algun enemigo.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

En mis manos llevaba, desenfundada, el arma de mi maestro. Mis dedos se aferraban al mango como el náufrago que se sostiene de un tronco, aterrado ante la posibilidad de la muerte, ante el incierto futuro y las chances de no cumplir con sus cometidos.

Sienna y Bjorn fueron tan sigilosos como un goblin ebrio azuzado por Sangine, literalmente el estruendo de sus pisadas era pasmoso. Cada tanto miraba a mis camaradas, aterrado. Debían ser unos guerreros muy fuertes y valientes para no tener que usar el sigilo, seguramente habrían necesitado a dos docenas de akaviris para atraparlos con vida.
Contrariado accedí al plan del guerrero, sin lugar a dudas no habría demasiadas opciones pero si la salida era por el gran salón quizás también estaría muy custodiada.

Miré a uno de nuestros acompañantes, quien había dicho que sabía salir de allí, y le hice un gesto para que nos indique el camino. No medié más palabras que aquellas, en un suave susurro -¿Por dónde?-.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

La fortuna quiso que en vuestro avance inicial no os encontrarais ningún guardia, parecía que el salón principal estaba desierto, por lo que a pesar del estruendoso avance de Bjorn y Sienna no había nadie para escucharlos. Alcanzasteis el exterior con relativa rapidez, casi parecía que estabais tocando la libertad cuando por el camino de ascensión al monasterio os topasteis de bruces con una suerte de patrulla de subida, un grupo de hasta seis akaviri que quedaron sorprendidos por el encontronazo.

Ahora ya no había vuelta atrás, vuestra única ruta de escape estaba delante de vosotros. Erais ocho contra los akaviri, una cifra suficiente como para vencer, pero vuestros adversarios iban perfectamente pertrechados con armaduras y sus espadas curvas. Esperabais que los dioses os favorecieran.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Cuando emergimos del maldito templo sentí la fuerza retornando a mi alma, uno de los prisioneros sabía como transitar aquel camino y, como era costumbre, sugerí a mis compañeros dejarlo en la mitad de nuestra formación. De esa forma estaría protegido y nos aseguraríamos que pudiera guiar a algunos a la seguridad.

Farsad y el nativo caminaban cerca del centro mientras que Kamal y yo los observábamos desde la distancia. No había soltado la cimitarra de Nabar desde que la había tomado, había optado por lo inusual de emplear mi rodela. Allí, después de todo, no había combatientes sino civiles.

Entonces, presencié la llegada de alguna suerte de patrulla. Estaban lejos y me sentí estúpido por no tener el arco en las manos, debía hacer algo, proteger al resto.

Mes de Helada, Alto Hrothgar

Bjorn encabezó la marcha por aquel salón repleto de columnas. De ahí, el camino al exterior no fue complicado, menos aún cuando uno de los prisioneros parecía reconocer algunos tramos. Aquel guardia rojo, Tavase, que tanto arrojo había mostrado y que había perdido a alguien parecido a un mentor, propuso proteger en el centro del grupo a la suerte de guía que llevaban con ellos, y Bjorn asintió. Era un buen plan. 

Con un gesto de la mano que empuñaba la espada indicó a otros dos miembros del grupo que se desplegaran, uno a cada flanco, y él volvió a situarse en cabeza por delante de Sienna. En la mano izquierda empuñaba su escudo, y ahora relucía con un aspecto fiero gracias a su cota de mallas negra. En sus ojos una firme convicción, que no desapareció ni cuando se toparon de improvisto con la patrulla akaviri.

Los reconoció. Apretó los dientes y aferró con fuerza la empuñadura de la espada dispuesto a acabar con todos ellos.

Bien, suponiendo que tanto Tavase como Kamal hayan escalado en pequeño desfiladero, paralelo al camino, para cubrir al grupo, asumo que desenfundar los arcos y atacar por sorpresa sería una buena idea. El joven lo sugeriría sutilmente a su compañero, en caso de que no lo proponga él.
En caso de que Kamal no esté junto a él haría posiblemente lo mismo, pero solo.

Si no tengo una posición elevada en dicho desfiladero no se me ocurre cómo podría tener sigilo (porque el camino a Alto Hrothgar no abunda en vegetación y eso) pero en caso de que así sea en este contecto, esperaría a que pasen los primeros Akaviri en mi posición, sin moverme.
Cuando hayan pasado todos salvo el último intentaría un placaje al mismo para lanzarlo hacia el vacío y, de paso, flanquearía al grupo enemigo, encerrándolos.
¿Me explico?

Si no van todos al ataque en un solo movimiento espero, retrasando acción.  Ej: si dos avanzan a pelear contra Sienna y Bjorn no voy a revelar inútilmente mi posición.

- Si alguno de mis compañeros se lanza a la carga, cargo con él/ella para no dejarlo solo en combate.

- En caso contrario permanezco cerca de Sienna por si los akaviri se nos lanzan encima, interceptaré al que primero se acerque. (Si es posible retener acción y atacar en cuanto se acerquen, ésa es mi idea)

- Si los akaviri se alejan y mi grupo no parece querer ir a por ellos -> es el único supuesto en que no ataco.

Te dejo hecha una tirada de ataque y daño por si acaso, de momento sin bono de carga Que no sé si lo hay...