Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] ¿Cerramos el trato? -Finalizado-

Cargando editor
25/11/2016, 20:25
Niranye

Sumida en la deliciosa satisfacción que le entregabas de tu boca, notabas como el cuerpo de la altmer se deshacía obedeciendo cada uno de tus gestos y se sujetaba a duras penas en tu cabeza mientras soltaba agudos chillidos de placer. Fue entonces cuando te separaste de ella, con las piernas flaqueando se derrumbó sobre la cama jadeante justo después del beso y te miró entrecruzando las piernas por instinto.

¿Qué.. qué.. hacer? balbuceó con el mundo dándole vueltas, y recuperando el aliento recuperó fuerzas para acercarse a ti y empezar a lamer tu cuello como una gata en celo. Su piel nívea contrastaba con tu piel oscura, uniendo ambos opuestos cromáticos en una sintonia excitante, pues cuando fue tomando confianza fue apretando tímidamente tus pechos, palpando su tacto pleno y coronando los pezones con tenues pellizcos.

Cogiendo confianza, te liberó de la túnica descubriendo tu escultural cuerpo, y con el fuego en el cuerpo descendió sobre tu busto al que empezó a lamer y mamar con fruición, totalmente entregada a las nuevas sensaciones que le otorgaba el descubrir el cuerpo de una mujer de aquella forma.

Cargando editor
30/11/2016, 20:23
Seretide

Oh...-Seretide dio un respingo, al notar el tacto de la lengua de Niranye sobre sus senos, que parecían derramarse una vez más de pura excitación, secretando aquel néctar afrodisíaco que la altmer inevitablemente acabaría por probar. 

La dunmer acunó su rostro y acarició su pelo, mientras gemía, con el rostro vuelto hacia lo alto, sintiendo cómo mamaba de ella, casi con codicia, notando que sus adentros ardían, y que la cara interna de sus piernas comenzaba a humedecerse- Qué dulce... Qué dulce eres...-dijo, titubeante, notando los pezones enhiestos, y sintiendo un profundo calor al bajar de nuevo la vista y contemplar a su acompañante, con los ojos entrecerrados, entregada a sus deseos de manera irrefrenable. 

Cargando editor
10/12/2016, 20:31
Niranye

La altmer se vio presa de aquella deliciosa sensación que manaba de tus senos y le entregabas con fruición, como con el nórdico aquello espoleó el deseo de Niranye más allá de lo lógico para ella y empezó a mamar cada vez con mayor intensidad. Movida por una gula sobrenatural, quiso exprimir tus pechos mientras el propio cuerpo de la mer se retorcía de placer.

Empapada el leche, Niranye descendió por tu vientre besando y lamiendo, buscando la entrada de tu éxtasis con diligencia. Para cuando la halló, se lanzó a por ella como un animal hambriento penetrándote con la lengua, moviéndose por instinto dentro de ti. En aquella ominosa euforia, la altmer se estaba entregando al máximo, deseosa de complacerte con una y otra sumersión entre tus piernas.

Niranye se había lanzado a una expedición en busca de tu placer, y se estaba demostrando muy obstinada con ello mientras te sujetaba las piernas con las manos para mantenerte abierta para ella.

Cargando editor
11/12/2016, 19:57
Seretide

La lujuria finalmente prendía, en su máximo esplendor, entre las cuatro paredes de aquella acogedora habitación. Seretide se dejaba complacer por la altmer, abriendo las piernas, entregándose, llevando los dedos al reguero blanquecino que la leche que aún manaba a pequeñas gotas de sus pezones, había conformado, descendiendo por su vientre, como si quisiese seguir la estela de su acompañante, que ahora profundizaba en ella con total codicia y glotonería.

Cerró los ojos, y de nuevo, recordó el sabor del vino que le había ofrecido Sanguine. ¿Era aquello tan solo sugestión? ¿O la propia Niranye también lo encontraba tan arrebatador, dulce, delicioso y estimulante? No lo sabía. Pero la había visto mamar entregada, y ahora parecía fuera de si. La imagen era absolutamente excitante, y pronto provocó que su mente terminase de encenderse del todo, en concordancia con su cuerpo, que se arqueaba al ritmo de la lengua de Niranye. 

Se sintió cerca, pero quería más. Quería un contacto más estrecho. Quería sentir sus pechos contra los de la altmer. Sus tiernos pezones rozarse contra los de la elfa, más sonrosados. Quería acariciar su sensible entrepierna con la suya propia, y sentir cómo entrallaba sobre su propio sexo. Y llevada por el deseo la apartó de si. La empujó, abriendo, doblando sus piernas contra su pecho, a los lados de su cuerpo, reclinándose ella misma sobre la joven Niranye, besándola, ansiosa, mientras se colocaba, abriendo ella ahora sus piernas, encajándose contra su anatomía, gimiendo al sentir cómo la leche que había manado de sus senos actuaba ahora como lubricante, provocando que sus pezones resbalasen contra los pechos de la altmer.

Y a aquel roce le siguió el del resto de su cuerpo, le siguió su mirada carmesí, enterrándose en la de su compañera, más clara, mientras sus sexos se apretaban entre si y se rozaban. Seretide comenzó a moverse, a trazar pequeños círculos, manteniéndose aferrada a Niranye. El cuerpo le temblaba, y un sudor perlado cubría su espalda. Niranye gemía con ella, alentándola. 

Era delicioso. La delicadeza de una hembra. El contraste sublime con la potencia masculina, el deseo hecho lujuria refinada. Sus movimientos aceleraron, gradualmente, hasta que prácticamente se encontró a si misma restregándose contra la altmer, que a ratos mamaba de sus pechos, desconsolada, antes de volver a besarla, ansiosa. 

El orgasmo se había hecho esperar, pero llegó como un torrente. Como un vendaval que hizo que ambas temblasen casi al unísono, y que gimiesen y jadeasen, hasta la extenuación. Y ambos cuerpos caían finalmente sobre la cama, complacidos, en medio del silencio apacible de la noche.

Ambas sabían que no era necesario decir nada y símplemente buscaron el calor mutuo bajo las sábanas. El sueño llegaba finalmente como una caricia suave que penetró profundamente en sus sentidos, encontrándolas aún desnudas, bajo la luz tibia de las velas que pronto acabarían por consumirse. 

Cargando editor
14/12/2016, 20:15
Narrador

La lujuria de esa noche junto a la altmer se cobró algunas horas de la madrugada, y entre los agudos gritos de placer y el calor del sexo, llegasteis a esa cima a la que las dos os abandonasteis. Uno junto a la otra os quedasteis dormidas, ella buscando tu contacto mientras respiraba relajada, como un animal asustado que buscaba cobijo.

Los sueños fueron deliciosos, ardientes, como si la sesión que te unía a Niranye no hubiera terminado. Pero eran frágiles también, pues tu oído escuchó un ruido inusual en la habitación e hizo que te despertaras. Una sensación de alerta se propagó por tu cuerpo, pues en esa duermevela adivinaste ver una figura oscura junto a una de las ventanas abiertas de la alcoba.

- Tiradas (3)

Tirada oculta

Motivo: Escuchar al maloso

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+5)=16

Tirada oculta

Motivo: Maloso furtivo

Tirada: 1d20

Resultado: 1(+6)=7

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 8(+3)=11

Notas de juego

Has tenido suerte con la tirada xD

Haz una tirada de Iniciativa para reaccionar.

Cargando editor
14/12/2016, 20:40
Seretide

Seretide despertó, con un respingo. Miró hacia la ventana, adivinando, confusa, aquella figura irreconocible aún. No lo pensó dos veces. El miedo atenazó sus entrañas, tras haber visto y sabido tanto la tarde anterior sobre aquellas chicas muertas. 

Tomó su bastón, en un gesto casi instintivo, y sintiendo cómo una fuerza desconocida se condensaba en la boca de su estómago, brotaron de sus labios unas palabras que sonaban casi amenazantes, mientras la rosa de rubí en su bastón titilaba. 

 

- Tiradas (3)

Motivo: Iniciativa

Tirada: 1d20

Resultado: 20(+4)=24

Motivo: Golpe

Tirada: 5d8

Resultado: 18

Motivo: Golpe

Tirada: 5d8

Resultado: 5, 2, 4, 3, 8 (Suma: 22)

Notas de juego

Lanzo dormir

Cargando editor
15/12/2016, 01:45
Narrador

Tu reacción como un relámpago saldó ipso facto el presunto problema, tu magia brotó de ti infundiendo sueño mágico al asaltante. Tu movimiento brusco así como tu voz despertó a una aturdida Niranye, que aun sin ser consciente de lo que sucedía se movía nerviosa ubicándose.

Con la habitación a oscuras pudiste apreciar gracias a tus ojos élficos que se trataba de una figura humana, embozada de manera que fuera irreconocible. Tumbada boca a abajo se le escuchaba roncar, durmiendo el sueño de los.. ¿justos? La duración del hechizo era de un minuto, debías aprovecharlo bien.

Cargando editor
15/12/2016, 01:49
Seretide

Seretide se acercó, cautelosa, pero resuelta. Había escuchado moverse a Niranye y aquello la tranquilizó. No había sufrido ningún daño. 

Se agachó, aún desnuda, sobre la figura embozada, y procedió primero a atarle las manos y los tobillos, por precaución. Tras ello revisó las ropas, palpándolas, para retirar cualquier objeto que llevasen encima, y por último, y no exenta de cierto nerviosismo, desvió una temblorosa mano oscura hacia su capucha, desembozando el rostro de quien había entrado furtivamente a la habitación. 

Notas de juego

Si hay cuerda en la habitación, usaré cuerda. Si no, las sábanas en tiras, o la funda de la almohada. Lo que sea.

Cargando editor
15/12/2016, 02:05
Seretide
- Tiradas (1)

Motivo: Investigar

Tirada: 1d20

Resultado: 20(+4)=24

Cargando editor
15/12/2016, 02:06
Niranye

Cuando la altmer se despejó y vio aquello abrió mucho los ojos sorprendida, pero cuando creíste que iba a gritar o asustarse viste como actuaba de una forma bastante fría. Trató de ayudarte en tu búsqueda de algo que te permitiera atar al intruso, pero su ayuda no fue muy necesaria pues pudiste solventar el problema con las tiras hechas con la sábana. Atado revelaste su identidad, y el rostro que pudiste ver era el todo familiar para ti. Era Calixto Corrium, el propietario del extraño museo de Ventalia.

¿El señor Corrium? dijo sorprendida mientras te miraba desconcertada. ¿Pero qué..? Por los Divinos.. ¿por qué? ¿qué hace aquí?

Cargando editor
15/12/2016, 16:04
Seretide

Al descubrir la cara de Calixto Corrium, Seretide alzó las cejas, francamente sorprendida. Había llegado a pensar, durante sus pesquisas, que quizá el dueño del museo de Ventalia tenía algo que ver con los hechos acontecidos. Pero una cosa era tener una sospecha, y otra... Otra era encontrárselo entrando a hurtadillas en la misma habitación en la que ella se encontraba, embozado y portando un arma que bien podía parecer el cuchillo de un carnicero.

¿Que qué hace aquí? Mira...-dijo, alzando el arma, para enseñársela a la altmer- Por lo que pude averiguar, el señor Corrium ayudó muchísimo a encontrar al "culpable" de los acontecimientos de hace años. Y sin embargo hay quien piensa que el Sin Vida no era un hombre dado a perpetrar esa clase de crímenes... -se levantó, cruzándose de brazos- Encontrar al señor Corrium escurriéndose por la ventana, embozado y con una daga tan afilada entre sus pertenencias, me deja las cosas más claras. 

Cargando editor
16/12/2016, 20:23
Niranye

La altmer se quedó francamente sorprendida por el descubrimiento, pero del mismo modo parecía actuar con una calma preternatural después del sobresalto. Casi podrías decir que estaba acostumbrada a ese tipo de cosas, pero antes de que pudieras formularte preguntas habló.

Hay que avisar a la guardia.. dijo Niranye dando unos pasos hacia la puerta de la habitación, aunque antes de eso se empezó a vestir. Mientras decía esto Corrium empezó a moverse, liberándose del sueño mágico lentamente.

Cargando editor
16/12/2016, 20:25
Calixto Corrium

El hombre anciano se había movido francamente bien antes de caer presa de tu sueño mágico, lo primero que notó fueron las tiras de sábanas impuestas en sus muñecas que lo inmovilizaban y soltó un quejido. Alzó la mirada para encontrarse con la tuya, una mirada ígnea de odio infinito y que no formuló ninguna palabra, solo escupió al suelo girando la cabeza.

Cargando editor
16/12/2016, 21:36
Seretide

Ve a avisarla. Yo me quedaré vigilando a nuestro querido señor Corrium.-dijo, dedidáncole una sonrisa maliciosa al hombre, posando un pie sobre su espalda para mantenerlo pegado al suelo- Si quieres me cuentas por qué. La verdad es que me gustaría saberlo. - comentó, hablándole al hombre, cruzándose de brazos- Eres un desgraciado. Me va a saber bien ganar el dinero que brindan por tu cabeza. 

Cargando editor
19/12/2016, 15:00
Narrador

Todo sucedió lentamente al principio, pero como si fuera pólvora la noticia de la captura del Carnicero se extendió por Ventalia a pesar de que faltaba una hora para el amanecer. La guardia se presentó en la posada de Niranye, y aunque desconcertada por tratarse de un miembro reputado de la ciudad las pruebas eran irrefutables. Al amanecer la guardia se dirigió a la casa-museo de Corrium, allí se descubrió todo lo que escondía el imperial.

Calixto había sido el autor de los asesinatos de hacía veinte años y había manipulado las pruebas para que Wuunferth el Sin Vida cargara con ellas. En su casa se descubrieron diarios de Calixto donde se reflejaba una personalidad obsesionada con su hermana largo tiempo fallecida, un odio visceral a las mujeres por querer rivalizar con su querida hermana y que las mataba porque no podía soportar la juventud y belleza de otras jóvenes cuando su hermana murió joven.

En presencia del mayordomo del jarl, Juren te agradeció públicamente tu ayuda en la captura del Carnicero y te puso como ejemplo para el resto de nórdicos, aun reacios por la convivencia con los elfos, de que todos estabais en el mismo bando. Te pagó una jugosa suma de doscientas monedas de oro y se te entregó un salvoconducto para circular libremente por toda la Marca Oriental. Tu nombre se propagó por la ciudad, y quizá disfrutaste de esa temporal fama, pero una noche...

Cargando editor
19/12/2016, 15:15
Sam Guevenne

Despierta, dormilona. una voz suave, ardorosa, se coló en tu mente y en tu alcoba a la par que una mano acariciaba tu cuello. Despierta.

A pesar del sobresalto que pudieras haber tenido por un nuevo intruso en tu habitación, no sentiste miedo o alerta, sino excitación. Delante de ti había un joven bretón con una mirada pícara y una sonrisa aun más pícara.

¿Has disfrutado de estos días? preguntó el hombre sin perder la sonrisa, tomó una copa de vino que había junto a la mesilla de tu habitación, una copa de vino que nunca estuvo ahí, y bebió de ella.

Notas de juego

Te añades 200 po.

Cargando editor
19/12/2016, 22:56
Seretide

Seretide había disfrutado de aquella fama temporal. Sobre todo por lo que aquello pudiera suponer para quienes podían considerarse más reacios ante la presencia de elfos oscuros en Ventalia. El ser precísamente una de su raza quien había resuelto el misterio del Carnicero debía calar en lo más hondo para más de un nórdico, e incluso para algún que otro imperial. Y de sólo pensarlo sentía ganas de reírse por lo bajo. Aunque no lo hizo. Tan sólo trató de sacar provecho de la situación, disfrutando de alguna que otra invitación y de los elogios que no se molestó en rechazar. 

En cualquier caso, con los días, y a pesar de todo, Ventalia también empezaba a parecerle monótona y aburrida. Contaba con Niranye, para las noches solitarias, y podía seducir a cualquier mozo que se le apeteciese, pero había perdido la costumbre de permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar. 

Y justo cuando se planteaba recoger de nuevo sus pertenencias, aquella voz, aquella presencia, se colaba en su dormitorio. El tacto de su mano sobre su cuello le produjo un respingo, pero al contemplar al hombre joven que se alzaba ante ella, no pudo sino evocar una miríada de intensas sensaciones, pertenecientes al recuerdo de una noche difusa y ritualística. 

La excitación sonrojó sus mejillas, y aceleró su respiración mientras se desperezaba. Una mirada cargada de lujuria y de admiración se posaba sobre el rostro de quien, con aquella expresión, y aquella copa de vino en mano, le resultaba inconfundible. Recordó las palabras de la nórdica que había conocido al despertar tras la bacanal presidida por Sanguine, y reconoció aquellos rasgos bretones y la túnica que la mujer había descrito. Y esa picardía... - Mi señor.-dijo, suspirando, notando el ansia remansar en su pecho, sentándose en la cama para descubrirse, vestida con el mismo camisón con el que había aparecido en la taberna tras la fiesta.

Ha sido divertido. No había imaginado que vuestros dones pudieran amenizar mis días de una manera tan drástica... Y que incluso pudieran serme útiles en situaciones arriesgadas.- explicó- Y he seguido vuestras directrices. No he reprimido ninguno de mis deseos. -añadió, mordiéndose el labio inferior. 

Cargando editor
20/12/2016, 02:41
Sam Guevenne

No esperaba menos. respondió el hombre mientras te acariciaba impunemente los senos, hundiendo los dedos sobre tu tierna piel. Pero como beneficiada de mi favor, tengo un cometido para ti. Nirn se vio sujeto al azote de fuerzas antiguas hace veinte años, el poder de los Pergaminos Antiguos fue desencadenado con demasiada ligereza y este mundo afronta las.. imprevisibles irresponsabilidades de unos pocos. hablaba de algo que se antojaba serio, pero el avatar de Sanguine seguía bebiendo y metiéndote mano generando un contraste descollante.

Irás a Helgen, un pueblo del oeste de Skyrim. Allí esperarás a que suceda algo.. algo que amenazará el equilibrio de las cosas, algo que no quiero que devaste este mundo. lo dijo en un tono tan condescendiente que hasta te causó estupor. Los señores daédricos poco se preocupaban del destino de los mortales o del propio Nirn, pero Sanguine era uno de los príncipes cuya actividad estaba más íntimamente ligada a los mortales. Para el Príncipe de los Excesos, que los mortales murieran o sufrieran destinos peores significaba perder su fuente inagotable de diversión.

Cargando editor
20/12/2016, 17:16
Seretide

Seretide trató de prestar atención a las palabras de Sam Guevenne, mientras el tacto de sus dedos sobre la tierna piel de sus pechos la hacía suspirar, acelerando su respiración y en parte, desconcertándola, precisamente por la ligereza con la que hablaba de aquellos asuntos. 

- ¿Helgen decís? -preguntó,  tratando de confirmar lo que había escuchado, emitiendo un leve gemido, preguntándose si tendría que permanecer demasiado tiempo en el mismo lugar a la vez que no podía evitar prensar que no podía evitar pensar que quizá el avatar de Sanguine podía llenarla igual de bien o mejor que un dremora- ¿Y debo prestar atención a alguna clase de señal determinada? ¿Deberé pasar mucho tiempo en ese lugar? -añadió, sin poder evitar posar la mirada sobre sus manos, y acto seguido, entre sus piernas- Ansío volver a ser el recipiente de vuestro vino... Y el de vuestra simiente 

Cargando editor
20/12/2016, 20:21
Sam Guevenne

Sabrás verlo cuando suceda, mi acólita. dijo convencido mientras te contemplaba de aquel modo que prendía la llama de tu deseo. Estarás allí el tiempo que estime oportuno, puede que incluso puedas iniciar a otros por el camino de mis virtudesentonces rió burlón al decir ese último termino mientras mantenía el paseo de su mano sobre tu cuerpo, acariciando cada centímetro que pueda alcanzar de ti.. y eso era enteramente todo lo que eras tú.

Tu petición fue escuchada, y Sam se colocó sobre ti mostrando su falo erecto oculto hasta ese momento tras los pliegues de la túnica. Te miraba a los ojos mientras sentía su preponderante sexo atravesar el tuyo con absoluta facilidad.

¿Mi simiente? ¿Mi vino? se hundió en ti, empezando a moverse con absoluta dedicación. Me satisface tu entrega.. Me satisface tu deseo por mi.. una y otra vez, entrando y saliendo, surcando tu interior con desenfreno creciente. Te fornicaré cuanto quiera.. y te daré placer divino en la forma que yo desee y cuando yo desee.. porque eres mía, tu placer me pertenece.. sus gemidos entrecortados no reblandecían sus palabras, sino que espoleaba más dureza en las internadas dentro de tu vagina. ..una perra ansiosa de su amo que la domine.. y yo un amo orgulloso de ti.. porque cada orgasmo que me alcanzas es una oración de devoción a mi..

Por un instante te pareció ver el rostro rojizo del señor daédrico sobre ti, pero fue un instante, allí estaba la encarnación bretona del mismo apropiándose de tu cuerpo causándote un placer indescriptible y salvaje. Tanta intensidad que tu cuerpo no pudo soportar y estalló en un intenso orgasmo que dejó exhausto todo tu ser. Sentiste como la simiente de tu amo daédrico fluía en tu interior, dándote calor, y cuando Sam Guevenne se separó besó tus labios mientras te susurraba.

Seretide.. me sirves bien.. y yo cuido de los que me sirven bien.. ve a Helgen por el camino del río Blanco.. allí encontrarás alguien que podrá ayudarte. hizo una pausa y olió tu sudor como si fuera un néctar, lamió tu piel. ..mas él no debe saber a quien sirves realmente.. ten cuidado..