Partida Rol por web

18 de Fuego del Hogar, Ocaso, aserradero de la Media Luna,cerca de Falkreath

Era inaudito, haberme perdido de esa manera. Estaba segura que no podia estar lejos y el hecho de sentirme observada me puso muy nerviosa.

- Agni!!!!  ...  AGNI!!!!!!

Ni siquiera podía estar segura de que el sonida de mi propia voz llegara un poco mas alla de la creciente oscuridad que se cernía extraña a mi alrededor. Caminando en espiral comencé a buscar indicios de donde debería estar la choza o al menos alguna forma de ubicarme.

- AGNIIIIIII!!!!! DONDE ESTAS?????

Dibella, por favor iluminame, no me abandones!

Caminé mucho mas mientras con la daga desenfundada le buscaba sentido a la situacion en donde estaba.

18 de Fuego del Hogar, Ocaso, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Tus gritos te parecieron que se extendían por el bosque, no hubo ninguna respuesta de Agni, ¿tanto te habías alejado? Mientras avanzabas un poco para ubicarte, pudiste manifestar en persona aquella sensación de que alguien te observaba. Era un hombre, bien parecido, con ropas negras, que jurarías que apareció junto a un árbol en plena oscuridad, o quizá simplemente diste con él a medida que avanzabas.

¿No te escucha, tu amiga? preguntó mirándote con ojos extraños, intensos, atrayentes, sin moverse. Tranquila. alzó las manos al verte la daga desenfundada. No soy un peligro esta noche. No para ti. No hoy.

El hombre siguió quieto, observándote, aunque había alzado las manos no parecía temeroso.

Me llamo Malphareus. se presentó, te mostró una labrada reverencia. ¿Con quién tengo el placer de conversar? Sé que eres una sacerdotisa de Dibella, pero tu nombre, eso es más complicado de averiguar, ¿tendré uno?

18 de Fuego del Hogar, Noche?, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Ya estaba algo mas nerviosa cuando vi que solo daba vueltas en ningun lado es decir que no avanzaba hacia ningun lado aunque me moviese en una direccion u otra. A un lado de una árbol habia una forma humanoide.

Será un hombre. Y me acerque curiosa.

- Ah!!! grité alarmada cuando escuché que habló.

Dandome cuenta que de verdad era una persona de carne y hueso me relajé un poco, por lo menos ahora no estaba sola.

- No! Disculpa!! ... Es que me perdí!!!!

Volvi a mirar alrededor sin encontrar sentido alguno asi que camine hacia él. 

- Si, si, disculpa. Y guardé la daga. 

- Es que estaba en el aserradero Media Luna con mi amiga y un segundo despues me habia perdido y no se como regresar, me puedes ayudar?

Aunque ahora estaba mas cerca mantuve una distancia prudencial, ya que no lo conocía para nada y aunque era confiada de buenas a primeras tampoco era tonta.

- Me llamo Sienna y si soy sacerdotisa, como lo supiste? 

Debia ser la daga.

- Sabes donde esta el aserradero?? hacia donde debo ir?

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

El hombre se mantuvo tranquilo, como un témpano de hielo, te observaba con una actitud curiosa tomándose su tiempo para responder.

¿Habéis parado allí? preguntó curioso. Valientes. Dicen que está encantado, maldito. hablaba con naturalidad, como si aquello no fuera ni la más mínima preocupación para él.

Sienna. repitió tu nombre, ahora con más detenimiento le adivinabas unos rasgos bretones, pero tenía una suave palidez en el rostro. Se me da bien adivinar cosas. respondió con un tono ligeramente burlón. Ahora te miró él, de arriba a abajo, con detenimiento.

Sé hacia dónde debes dirigirte, pero me pregunto, ¿por qué debería ayudarte? se cuestionó manteniendo esa postura rígida, distante. ¿Qué gano yo a cambio de ayudarte, Sienna?

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Sentía la mirada inquisidora del hombre frente a mi y traté de permanecer normal, pero estaba mucho mas intranquila.

- Maldito? ... Encantado?....

Para mi era obvio que sabia mucho mas de lo que decia pero no me daba buena espina querer saber mas al menos de él. Su tono condecendiente me indicaban que seguramente iba a querer mucho mas que mi gratitud.

- Oh, mi Señor, la verdad que pocos bienes poseo en este momento como para pagar por vuestra ayuda, incluso pensarlo podria ser un insulto a vuestra buena voluntad, sera posible que pueda contar con mi gratitud como pago de vuestra bondad? Estoy segura que contará con la bendición de mi Señora.

Aunque me sentía intrigada e insegura lo primero era salir de alli y regresar con Agni, luego pensaría en los demás.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

El hombre te miraba fijamente, te percataste que apenas parpadeaba, y su actitud rígida no cambiaba en ningún momento. No se movía de su posición, ni parecía tener ademán alguno de hacerlo.

Maldito. Encantado. repitió del mismo modo que tú, pero en tono de afirmación. Te escuchó hablar, y aunque tus palabras hubieran convencido a la mayoría, Malphareus no se movió un ápice en su rictus distante, incólume.

Los bienes de cada uno pueden ser pocos a ojos de algunos, valiosos a los de otros. habló lentamente, posó la mano sobre el tronco del árbol. O quizá no los mismos. movió la cabeza con cierto desdén. Estoy más allá de la bendición de tu diosa, sacerdotisa. Tu gratitud no me satisface, no ahora. negó lentamente, pero seguía sin moverse.

Seguro que podría degustar con placer tus carnes. movió la cabeza lentamente. Eso sería una buena muestra de generosidad por mi ayuda. sugirió, la mirada se estrechó, analítica.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

- Mi cuerpo? Es lo que deseas?

Mi sorpresa era total, nunca nadie me habia abordado de esa manera, y aunque no tenia problemas con ello el acto sexual en si mismo tenia un sentido místico y espiritual, aunque fuese con la intencion de ayudar a un desconocido o incluso como un acto de placer y de comunión con el universo y con la existencia misma. La explosión orgasmica debia ser una unificacion con el ser y la existencia misma para exaltarnos hacia nuestra deidad en este caso mi Señora Dibella.

Lo que este hombre me pedía era sexo burdo y basico, sin inspiracion alguna. Podria ser tan banal yo como para sucumbir a sus deseos? Tendria al menos que dejarle una enseñanza a este hombre.

- Mis posesiones no son mias, son de quien las necesitas porque estamos en este mundo para dar y recibir lo que damos. Quieres mi cuerpo, quieres poseerme, necesitas tocarme, disfrutarme, puedes hacerlo...

Mi arma y el resto de mi ropas comenzaron a caer al suelo mientras hablaba.

- Si es lo que necesitas para continuar tu camino y conseguir una existencia plena, estoy aqui para ayudarte buen amigo, pero si deseas mi cuerpo, si de verdad quieres tomarme y saborear las mieles de mi piel, tomalas porque lo deseas, tomalas por que las necesitas que yo estoy dispuesta a saciarte pero no me tomes como un pago, porque mi cuerpo no es moneda de cambio.

- Si necesitas de mi para saciarte, aqui esta mi pecho, si necesitas amor aqui estan mis brazos para cubrirte y si necesitas calmar tus ansias aquí esta mi cuerpo para que me poseas y exaltes tu existencia, pero no me pidas o uses como pago por tu ayuda, si no deseas ayudarme no importará que previamente te hayas servido de mi ser. 

Ya desnuda me quede frente a el en espera de ver su reaccion y esperar que al menos mis palabras no cayesen en saco roto.

Tal vez incluso todo aquello era una prueba de mi Señora, en todo caso estabamos para servir entre otras cosas y si realmente Malphareus necesitaba de mi quien era yo para negarme, sin embargo podria yo disfrutarle tambien.

Dude de momento. Si bien mis experiencias en Markath habian sido bien limitadas estaba dispuesta a dar lo mejor de mi.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Cuando te desnudaste ante él, el hombre no mostró ningún gesto apreciable, ni siquiera mostró deseo en el brillo de sus ojos. Habías sentido como la mayoría de hombres te miraban con deseo, como sus cuerpos anhelaban el tuyo cuando te mostrabas de aquella forma tan evocadora. Pero Malphareus no se inmutó, ni por tu desnudez, ni por tus palabras.

Todo un hallazgo. dijo al final, se acercó a ti lentamente, pero de una forma casi parecía deslizarse sobre el suelo. Te tomó del talle con brusquedad, acercándote a él, donde pudiste oler un aroma dulzón que desprendía su cuerpo. Poder violar y alimentarme de una sacerdotisa que ya se ha desnudado para mi. mostró una sonrisa maligna entonces, y sus ojos empezaron a brillar rojizos, perversos, a la par que de sus dientes asomaron dos colmillos.

La fuerza inhumana de sus agarre te inmovilizó, tu lucha era en vano, y con absoluto desdén hizo descender sus labios a tus senos de los cuales empezó a succionar con una fría gula.

Sabes muy bien, sacerdotisa.. ¿sabrá tan bien tu sangre? se preguntó mientras notabas como el hombre, la criatura, el vampiro, mamaba de tus senos con una mezcla de lujuria y desprecio.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Gravemente me dí cuenta de mi error demasiado tarde.

Es un vampiro, es un vampiro.....

Habia sido una estúpida en confiar en alguien y no podia creer la suerte que tenia en mi primer viaje de caer frente a una de esas criaturas. Sabia lo que eran, habia estudiado sobre ellas pero nunca habia visto una, y por confiada mi humanidad ahora pendian de un hilo.

El hombre habia sido rapido y me sujetaba para mamar uno de mis senos. La electrizante sensacion de sus colmillos lejos de ser dolorosa apremiaban en mi reaccion a sabiendas que podia morir desangrada en pocos segundos.

- Que haces, criatura infernal!!! Nooooooo!!!!!

Comence a golpear su cabeza para liberarme mas que para hacerle daño y si lograba zafarme saltaria hacia la daga para enfrentar al demonio.

- Sueltameeeeee!!!!!

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Tu repentina reacción te facilitó una huida milagrosa de la presa del vampiro, antes de que pudiera morder tu seno rehuiste de Malphareus mientras es, riendo perverso, no parecía hacer ningún ademán por perseguirte.

Que tiernos pechos he podido saborear, la sangre fluir, calentándolos.. notando tu excitación.. mantuvo esa sonrisa maligna mientras te apresurabas en coger tu daga, que la habías dejado caer junto al resto de tus pertenencias. El vampiro se mantuvo en su posición, confiado en su superioridad.

Pero antes de que tomaras ninguna iniciativa, o bien te enzarzaras en aquel combate desigual, una evocadora voz femenina se propagó por el bosque. La mirada de Malphareus pasó de satisfacción a cautela, y súbitamente una línea de luz se dibujó entre tú y él rodeándote por completo. Detrás de ti apareció una determinada figura reconocible para ti.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Junto a mi, Sienna. inquirió Agni que sujetaba una lanza de la cual manaba un fulgor ambarino que denotaba magia. Encaró la lanza hacia Malphareus. Atrás, criatura. No eres bienvenido aquí.

La amenaza de la lanza poseía algo que mantenía al vampiro a ralla, quizá era la línea mágica que había invocado Agni entre vosotros.

Sabía que uno de vosotros aun rondaba esta zona. apretó los puños alrededor del mango de la lanza, tensa. Sienna, vístete.. no se va a acercar.. tranquila.. habló sin mirarte, a pesar de que su voz pudiera sonar maternal, lo cierto es que era fría como el acero.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Tuve que apretar los dientes para recoger mi arma y no preocuparme por mi herida, primero deberia enfrentar a semejante criatura fuese cual fuere mi destino, pero un haz de luz se interpuso entre el y yo y para mi sorpresa era Agni quien aparecia de la nada para ayudarme.

Con todo el sentimiento de ser una estupida me puse la túnica en un segundo y tras recoger el resto me puse al lado de mi compañera para salir de alli o lo que Agni dispusiera. Estaba sorprendida de notar que realmente debia ser una maga poderosa para la que la criatura no se abalanzara contra nosotros pero en ese instante solo pude sentir gratitud de que me hallase encontrado.

- Gracias, Agni ni siquiera se que paso....

A sabiendas que ella tenia el control aun asi no guarde mi daga y estaba lista para cualquier cosa, o al menos eso queria creer.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

El vampiro se quedó en su posición sin moverse, pero no perdía esa sonrisa que, ahora, se antojaba maligna y repulsiva. El brillo rojizo de sus ojos contrastaba con la oscuridad del bosque, ahora ya engullido por la noche.

Reconozco ese fulgor, bruja. dijo siseando como una serpiente. ¿Ya sabe tu amiga que rindes servidumbre a un daedra? mostró los colmillos en una sonrisa escalofriante, Agni ni se inmutó. ¿O que eres consciente que tus patéticos trucos no pueden detener a alguien como yo?

Malphareus se paseó por el límite de la barrera mágica que había alzado Agni, lejos del alcance de la lanza de la mujer, podías sentir como la mirada del vampiro te seguía encima, controladora, sombría.

Pero no vine por vosotras, que la sacerdotisa se me ofreciera como un apetitoso aperitivo ha hecho más placentero añadido a las razones que me traen aquí. explicó ufano, desdeñoso, Agni le miró seria sin que le temblara el pulso. Malphareus se dirigió a ti directamente. Querida Sienna, ¿sabes que tu buena amiga te iba a usar de cebo para cazar un vampiro? ¿Uno que descansa en el subsuelo de ese aserradero abandonado? ¿No lo sabias? Oh.. miró a Agni negando con la cabeza. Está feo que las amigas no se cuenten las cosas.. muy feo..

Agni permaneció callada, atenta a los movimientos del vampiro, parecía hecha de piedra. Pero lo más inquietante de eso, es que Agni no negó la acusación de Malphareus.

La criatura no avanzaba mucho mas del halo de energía emitido por mi amiga lo que hizo sentir mucho mas tranquila y mas segura, aunque no dejara de hablar.

Sus palabras calaron en mi como un baño de agua fría. Habia sido la mas tonta de las sacerdotisas desde el principio, tanto en confiar en el hombre como en Agni. No podia creer que no hubiese alma noble en el mundo y tuve que darle un voto de confianza a Agni por mi cordura personal.

- Agni? Pregunte a su lado en espera que aclarase la situacion, pero realmente no tenia importancia.

- Si es verdad o no, al menos me ha salvado de ser tu comida, miserable criatura del mal, ahora regresa de donde hayas venido y dejanos en paz.

Era mejor que retarle sin saber si realmente podriamos vencerle. Si era verdad o no lo de Agni no tenia importancia de momento, me habia salvado por mi estupidez de confiar en ambos y tal vez yo fuese el cebo, y no confiase mas nunca en nadie mas, pero en este preciso instante estaba agradecida.

Me aferré a mi espada corta con fuerzas mientras asimilaba el trago de la traición, luego tendria una larga conversacion con mi ex amiga. Bueno, tal vez no tan larga.

- Podias habermelo dicho Agni, te hubiese ayudado igual, como has sido capaz? Le susurré a Agni.

Me sentía tan tonta que casi podía golpearla a ella tambien.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

El vampiro sonrió satisfecho por el efecto causado por sus palabras, negó a continuación sin moverse de su posición.

No me miré, sacerdotisa. dijo inapelable, aunque su atención permanecía aferrada a la lanza de Agni. He venido para lo mismo que ella, incluso para algo mucho más importante que para matar sin más. siseó Malphareus emitiendo un amenazador gruñido.

La criatura que vino a matar tu amiga, la que he venido a destruir yo, es un vampiro antiguo y peligroso. explicó con tranquilidad, pero sin abandonar esa actitud ácida y burlona. Ese vampiro sirve a un poder que incluso atemoriza a los Divinos y a los Daedra, me han enviado a destruirlo, y a sacarle respuestas. miró a Agni entrecerrando la mirada. Te propongo un trato, cazadora de Meridia. Una tregua. Una colaboración temporal. Ambos deseamos lo mismo, y yo quiero la información que nos pueda dar.. que a ti también te interesará, ¿qué me dices? 

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Agni se mantuvo firme en su posición, inalterable por tus palabras, concentrada en mantener a ralla a Malphareus en caso que decidiera que la colaboración con vosotras no era una opción. Te miró de soslayo, bufó frustrada y levantó la lanza mostrándose dispuesta a aceptar la oferta del vampiro.

No tienes porque aceptar tú, Sienna. dijo con tono acerado. Tiene razón, iba a usarte como cebo, y te lo iba a contar cuando fuera el momento. Pero tienes razón en sentirte traicionada. miró hacia un lado, un sendero. Puedo lanzar un conjuro de luz que te guíe lejos de aquí, no te voy a pedir que te quedes.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Escuchaba los comentarios y como ambos decidian trabajar juntos para conseguir batir a un enemigo comun. Yo sabia luchar y no temia hacerlo pero no era una guerrera asi que rapidamente tenia que sopesar mis opciones. No podia confiar en el vampiro y molesta o no Agni me habia protegido, si me iba nada podia garantizar mi suerte hasta llegar a Helgen y esa criatura podia estar en mi camino. 

De momento me parecio lo mas acertado quedarme con ellos, luego iría a Helgen y alli podria despedirme de Agni a menos claro que al menos se disculpase mas formalmente aunque tambien sabia que no era el momento. 

Que mas daba. Estaba alli para hace el bien de alguna forma y aunque no fuese una guerrera de Stendar al menos podia colaborar y era una forma de complacer a mi Señora.

- Agni, los ayudaré, solo te pido dos cosas y confio en que me puedas proteger de ambos vampiros, la primera es que no me vuelvas a mentir y la segunda es que despues de cumplida tu mision vayamos a Helguen.

Me puse ahora mas relajada pero sin perder de vista a nuestro nuevo compañero. 

- He de suponer que seguire siendo un buen bocado y anzuelo para lo que sea que estan buscando solo que ahora no soy tan tonta, asi que diganme que tengo que hacer para que aparezca y preparemos una emboscada?

Habia de suponer que Agni entendia que aun confiaba en ella aunque estaba molesta y que despues de todo aun esperaba su ayuda como ahora la ayudaba yo a ella. Y si podiamos vencer a ambos vampiros me daba por servida.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Complacido por vuestra respuesta, Malphareus se acercó un poco a vosotras cuando Agni levantó la lanza y la barrera mágica se disipó.

Despertar a ese vampiro requerirá algo más que desnudarse para tentarle, sacerdotisa. repuso malicioso, se deslizó con agilidad hacia un lateral. Pero tengo algo más poderoso que llamará su atención. se miró la mano de forma enigmática mientras os invitaba a acompañarle de vuelta hasta el aserradero.

Hace tiempo que sus guardianes los mataron, pero nunca llegaron a por el antiguo. explicó Malphareus sin perder aquel tono cínico que permanecía impreso en su actitud. Quizá nunca supieron que estaba allí, quien sabe..

Te daré un poco de mi sangre, sacerdotisa. te dijo. La echarás sobre el suelo, deja que se filtre y que llegue hasta el antiguo.. lo despertará, vendrá a por ti.. creerá que lo desafías.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

Agni te miró unos instantes en silencio, su rostro se mostraba pétreo y firme, la veías preparada ante cualquier eventualidad, no sacaba ojo de encima de Malphareus.

Esa siempre ha sido mi intención. respondió lacónica, luego volvió la mirada hacia ti un instante. Cuando terminemos, te llevaré a Helgen, está bien.

La cazadora escuchó el plan de Malphareus, de alguna forma el plan propuesto por el vampiro era mejor que el que ella tenía previsto, pues no puso ninguna objeción.

Nosotros esperaremos a que aparezca. dijo con sencillez. Luego sacó algo de su fardo, te lo tendió, era un medallón en forma de estrella. Un Amuleto de Meridia.. sé que eres una sacerdotisa de los Divinos, ahora que sabes a quien sirvo, no sé si confiarás en mi o querrás mi ayuda. dijo con tempo tranquilo, el vampiro sonrió burlón, divertido por la situación. Meridia combate a los muertos vivientes, a pesar de ser una señora daédrica, este amuleto te protegerá ante el vampiro antiguo.. pero entenderé que no lo aceptes. Aun así, yo estaré vigilante.

18 de Fuego del Hogar, Noche, aserradero de la Media Luna, cerca de Falkreath

- YO NO ME DESNUDE PARA .... y mire alrededor molesta.

No tenia caso dar explicaciones o demorar mas aquel asunto. Regresamos al aserradero para invocar a la criatura.

- Agni, no temo a tu Señora y mucho siendo Meridia quien es, la respeto como lo que es, y quiero creer que tus intenciones son buenas a pesar de lo que me hiciste. 

Tome el amuleto con la conviccion de que serviría de mucho si era necesario.

- Ademas nuestras guias nos pusieron en el mismo camino estoy segura que es con la venia de ambas, estoy segura que sus planes celestiales o divinos tendran sentido fuera del alcance de nuestra comprension asi que acabemos con estoy y confio en que podras protegerme si hace falta. Luego Helguen. Y sonrei mas para darme animo a mi misma.

Cumpliendo las indicaciones del vampiro derramé la sangre en la tierra y espere con mi espada en la mano para enfrentar lo que sea que saliera de la tierra.