Partida Rol por web

The Elder Scrolls - Helgen

[Prólogo] Piedras guardianas -Finalizado-

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21/09/2016, 17:45
Kaeso Adamo

Estaba profundamente dormido, pero cuando acariciaste su mejilla reaccionó levemente, frotó su rostro contra la palma sintiendo un agradable cosquilleo que lo fue despertando.

Hati.. dijo susurrante mientras sus ojos azules se abrían ligeramente, sonrió al verte y bostezó ligeramente. ¿Qué hora es..? Tengo la espalda.. le dolía la espalda en la posición que había tomado para dormir, pero se sentía feliz al verte de nuevo, aliviado por verte bien. Bienvenida.. te tomó la mano y la apretó suavemente, dejándose hipnotizar por tu mirada.

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21/09/2016, 18:06
z/Hati, Garra Roja

Sonreí con extrema dulzura al ver cómo frotaba su rostro contra la palma de mi mano.

-Acaba de amanecer- dije, incorporándome sin soltar su mano -. Vamos a la cama, anda- susurré con cariño, ayudándolo a incorporarse -Siento haberme ido así, mas no tuve demasiado tiempo y estabas durmiendo plácidamente, por lo que no quise despertarte.

Me senté en el borde de la cama y comencé a quitarme las botas y a desvestirme -Estoy agotada. Menos mal que dormí antes de que cayera la noche.

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21/09/2016, 18:19
Kaeso Adamo

Tomando tu mano se levantó contigo, aun medio dormido se dirigió a la cama sentándose. Se quedó en silencio, solo mirándote, porque sabía que si abría la boca sería para preguntar y no quería ponerte en un compromiso. Simplemente apoyó la cabeza en tu hombro antes de que empezaras a desvestirte.

Estás aquí.. es cuanto importa. respondió al final, besó tu hombro, como si aun siguiera en un sueño te vio cambiarte. Quiero estar contigo. Tuve una pesadilla.. me desperté y no estabas. dijo mohíno mientras te miraba. Luego volvió la mirada a un lado y apretó los labios. Je.. me estoy ablandando.. suspiró y se tumbó en la cama mirando al techo.

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21/09/2016, 18:47
z/Hati, Garra Roja

Giré la cabeza y sonreí cuando apoyó la suya en mi hombro. Acaricié suavemente su mejilla, antes de continuar desvistiéndome.

-Y estoy aquí, Kaeso. No voy a irme a ningún lado- dije, besando su sien cuando él hizo lo mismo en mi hombro -. ¿Una pesadilla? Una anciana de Carrera Blanca dice que hay que compartir los malos sueños para que no cobren vida, y guardar los buenos para que se hagan realidad- sonreí y me encogí de hombros -. Si crees en esas cosas...

Pesadillas... no me eran ajenas. El problema es que la mía podía llegar a hacerse realidad.

Vi su expresión y reí con suavidad cuando dijo que se estaba ablandando. Vestida sólo con la ropa interior, me puse a gatas sobre él en la cama, con una sonrisa y una mirada traviesa refejadas en mi rostro.

-Eso tiene solución, querido...- dije pícara, besando sus labios.

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21/09/2016, 19:18
Kaeso Adamo

Escucharte lo tranquilizó, sabiendo que no eras parte de ningún sueño, en todo momento quiso tener alguna clase de contacto contigo, para convencerse de que no eras una ilusión. Te escuchó hablar de la anciana, y él sonrió levemente mientras la miraba.

Soy medio nórdico, y tú me completas mi otra mitad. respondió con tono sutil, divertido, pero respetuoso, como si con ello pudiera quitarse el malestar de la pesadilla de encima. Me perseguía algo.. estaba en medio del bosque, por la noche.. y algo me acechaba.. creo que era un lobo. Yo corría, pero no podía dejarlo atrás, llegó a morderme la pierna.. entonces saltó sobre mi.. y desperté.. respiró profundamente. Movió la cabeza y la miró a los ojos con devoción. Supongo que paso demasiado tiempo en el bosque.. sonrió restando importancia. 

Pero esos males desaparecieron cuando te vio ascender sobre la cama con ropa interior, los senos y cabello colgando. Una sensación de fuego que le recorrió el cuerpo, resopló sin poder contener el deseo. Dejó que ascendieras hasta él, te besó los labios uniéndose a esa picardía.

Creo que me encanta está solución.. respondió mientras te acariciaba la espalda aspirando más aire para poderte besar sin parar.

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21/09/2016, 19:32
z/Hati, Garra Roja

Sonreí cuando dijo que lo complementaba. Pero palidecí cuando me contó su sueño. Me quedé muda y el horror se manifestó en mi mirada. No... eso no... pensé, sintiendo que el aire me faltaba. Tuve que aferrarme a las sábanas con mis puños para controlar los temblores causados por el escalofrío que azotó mi columna.

No... no puedo... tengo que apartarlo de mí...

Miré a Kaeso, tumbado sobre la cama y sentí esperanza. Esperanza para luchar contra aquello... y vencer. Akatosh, Dibella, Kynareth... Divinos, dadme fuerzas. Supliqué, Dadme fuerzas para contarle la verdad.

Apartando mis miedos, me coloqué sobre el imperial y lo besé. Deslicé mis manos por debajo de su camisa, para quitársela. Volviendo a besarlo con mayor ahínco. La noche había traído horrores consigo, pero el amanecer, traía promesas.

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21/09/2016, 20:56
Kaeso Adamo

Inconsciente de tus pensamientos, Kaeso sonrió sumergido en esa burbuja de deseo y amor en la que se había metido con tu sonrisa. Con ahínco trató de liberarse de sus propias ropas, ganando terreno por cada suspiro que podía dejar escapar tras un beso. Su corazón bombeaba pasión, una de entregada pues sentía todo su cuerpo arder por el mero roce de tu piel a la que echaba ya de menos.

Tras cada beso sonreía, tras cada caricia ronroneaba, tras cada mirada se excitaba, el imperial no comprendía que por cada instante que os uníais en aquella danza de desenfreno era por momentos cada vez más tuyo, y tú cada vez más suyo. Cuando logró liberarse de las últimas prendas te contempló sobre él, con la pasión teñida de deseo, recorrió tu cuerpo con ambas manos, desde la cintura a tus senos y de tus senos a tu rostro. Únicamente pudo decir..

Te amo.. te amo.. y te deseo con locura.. dicho esto te atrajo hacia él y te besó una vez más, un beso que chispeó y prendió el incendio.

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21/09/2016, 21:53
z/Hati, Garra Roja

Tras quitarle la camisa, sentí esa necesidad de poseerlo, de hacerlo mío. Sin dejar de besarlo, con urgencia empecé a deshacerme de mi ropa interior, respirando con fuerza. Un deseo casi animal se había adueñado de mí, seguramente por lo que había añorado aquella noche sus labios y el calor de su cuerpo.

Besé y lamí su cuello, no precisamente por ese orden, mientras terminaba de desnudarme y ayudaba a Kaeso a desprenderse de sus calzones. Mi cuerpo anhelaba cada parte de su ser y, como si el propio amanecer tuviera lugar en aquella habitación, lo que empezó con una luz disipando las sombras de la noche, amenazaba con hacer arder aquel lecho.

Una pausa, con la respiración agitada. Un leve silencio en calma antes de la tormenta, y nuestros ojos se miraron fijamente, sellando promesas que no era menester pronunciar con la voz, pues salían del propio corazón. Las manos de Kaeso recorrieron mi piel y dijo aquellas palabras que me hicieron sonreír como nunca antes de conocerlo.

-Lo sé- dije, burlona antes de inclinarme sobre su cuerpo para besarlo -. Y yo a ti...- susurré antes de que mis labios se fundieran con los suyos. Besos lentos y profundos al principio, ansiosos y apasionados después.

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22/09/2016, 00:25
Kaeso Adamo

Sintiendo tu excitante cuerpo sobre él, sentía la incitante tensión de su miembro consciente de lo que anunciaban esos arrumacos, pero Kaeso se abrazó a tu cuerpo con intensidad al escucharte, rió divertido.. porque tras ese abrazo había la perversa treta de empezar a hacerte cosquillas.

¡Atrapada! reveló riendo mientras sus dedos paseaban por tu cintura y acallaba los risas a besos, tu tensión invitaba a Kaeso a besar más partes de tu piel, y esas partes era tu cuello, tus hombros y tus senos al erguirte. Allí Kaeso empezó a besarlos, a lamerlos con devoción, sintiendo como costaba cazarlos al estremecerse por las cosquillas. Pero estate quieta.. te reprendió bromeando mientras consumir la suave piel de tus pechos.

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22/09/2016, 00:58
z/Hati, Garra Roja

Ese abrazo calmó un poco el instinto, abrigando con más fuerza el amor que sentía por el imperial... no me di cuenta de que era una trampa.

-¡¿Qué....?!- demasiado tarde. Entre risas, Kaeso comenzó a hacerme cosquillas sin darme tregua para huir. Reí a carcajadas a medida que mi cuerpo se tensaba mientras me retorcía entre los brazos del imperial -Para... te lo ruego- logré decir, riendo sin poder hacer nada -. ¡Para!

Kaeso intentaba besar mi busto y mi cuello, pero no dejaba de hacerme cosquillas. Sus dedos torturaban mis costados, hasta que me hizo desequilibrar y caer de espaldas sobre el lecho, con la respiración agitada y el imperial sobre mí. Jadeante, lo miré fijamente a los ojos. Sólo se escuchaba el latir de nuestros corazones, mientras mi mirada se encendía de puro deseo.

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22/09/2016, 01:50
Kaeso Adamo

Tras ese pequeña emboscada de cosquillas, Kaeso tomó la ventaja poniéndose sobre ti con una sonrisa luminosa, sus labios cayeron sobre tu cuello con centelleantes promesas de placer inminente.

¿Seguro que quieres que pare..? ¿Seguro..? susurraba mientras besaba y lamía el cuello, llegaba a morder con intenciones traviesas. Por que no sé si podré parar.. 

Sus manos tomaron tu cintura, arañando suavemente la misma hasta llegar a tus glúteos y tomar cada uno con la palma de cada mano. Parecía dispuesto a descubrir cuanta intensidad podía soportar antes de que el frenesí no pudiera contenerse más, cuando sus labios se saciaron de tu cuello bajaron a tus senos y ahora sí, libre de las cosquillas, tus pechos estaban dispuestos a las atenciones húmedas y apasionadas de la lengua y labios del imperial.

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22/09/2016, 02:04
z/Hati, Garra Roja

Bufé por la excitación que me produjeron las palabras de Kaeso. Verlo sobre mí, en aquella posición dominante, me enloqueció. Mordiendo mi cuello como un felino... arañando mi piel... Mi mente rememoraba lo sucedido en la cueva y sentí una creciente humedad en mi flor, ansiosa por recibir al imperial.

Mis manos acariciaron su cabello, clavando mis dedos en su cabeza por la tensión placentera cuando descendió para degustar mis senos y sus manos se aferraron a mis glúteos, reclamando lo que era suyo. Da igual la visión, Hircine se equivocaba -No eres una presa... eres un depredador...- musité, recordando lo que vi, recordando su sueño.

Tiré de su cabeza, para mirarlo en los ojos antes de beber de sus labios. Mi mirada gritaba que me poseyera, mi apasionado beso... que no tardara demasiado.

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22/09/2016, 13:09
Kaeso Adamo

La excitación creciente de los cuerpos de ambos amantes, sus gemidos acompasados, sus miradas que tintineaban deseo, Kaeso volvió a ascender para compartir contigo su inminente unión a ti, dejó de agarrarte el trasero para tomar tus muslos, separarlos y doblar tus piernas, notabas su miembro rondar tu entrada más preciada, la presión del glande sobre la perla que te hacía derretir de placer. Pero antes de eso su mirada quedó suspendida sobre la tuya, Kaeso te sonrió a ti, y sentiste por un instante que cuantas sonrisas pudiera evocar desde ese momento hasta el final de los tiempos, solo serían para ti.

Sin parpadear apenas, fue entrando, lentamente, en ti. Quería verte estremecer como tú también lo veías a él hacerlo. Sus jadeos estallaron en su garganta como notabas las palpitaciones de su sexo en ti, y cuando se unió enteramente en ti ambos cuerpos los unió una corriente eléctrica como si de una máquina dwemer se tratara, pero allí estabais los dos, más vivos que nunca, más ansiosos que nunca, Kaeso te besó e inició su movimiento de cadera penetrando rítmicamente tu sexo con tranquilidad, como si tuvierais el mundo a vuestros pies y, de hecho, así era..

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22/09/2016, 13:31
z/Hati, Garra Roja

Kaeso ascendió poco a poco, separando mis piernas y flexionándolas. Me mordí el labio, ansiosa por lo que iba a suceder. Divinos, como alguien nos interrumpa ahora, soy capaz de matar... pensé, relamiéndome al cruzar mi mirada con la del imperial, pues su miembro rozaba mi sexo, que se contraía ansioso por sentir de nuevo la virilidad palpitante de Kaeso.

Mi frente se arrugó a la par que mis labios se abrían exhalando un suspiro de placer cuando suavemente el imperial me penetró, pues esta vez no hubo dolor. Deslicé mis manos por su espalda, arañando su piel mientras no pude contenerme y reí, reí de dicha, de placer, de complicidad. Cualquier cosa que nublara mi mente, se disipó en aquel instante en el que el miembro de mi amante entró en mí.

Mi flor, húmeda por la excitación, lo recibió con contracciones placenteras, dichosa de encontrarse de nuevo con él. Gemí de placer y besé al imperial sin borrar mi sonrisa mientras Kaeso me penetraba lentamente, sintiendo su miembro palpitar dentro de mí, desde el glande hasta el final.

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22/09/2016, 16:52
Kaeso Adamo

Tus risas se contagiaron al imperial, que empezó a reír mientras te besaba una y otra vez, pletórico de gozo y felicidad, Kaeso fue aumentando poco a poco la intensidad de sus penetraciones. Resollaba sobre tu cuerpo como un toro, espoleado por la pasión que chispeaba cada vez que su cadera se unía a la tuya. Notabas su cuerpo obedecer al tuyo, como el tuyo obedecía al suyo, una sintonía inimaginable que os elevaba tanto como lo hacían vuestros crecientes gemidos.

Aquella fuerza comedida empezó a fallar, y notabas como ahora había poder e vigor en sus entradas, sus labios cayeron sobre tu cuello, beso y mordió estos de forma indistinta mientras su espalda se erizaba por tus manos aferradas a ella. 

Por los Divinos.. aráñame.. muérdeme.. bufó sintiendo el éxtasis gobernar su cuerpo. Un éxtasis que espoleaba las embestidas de Kaeso hasta el cenit de esa intensidad creciente. 

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22/09/2016, 17:09
z/Hati, Garra Roja

Las embestidas de Kaeso fueron cada vez más intensas, hasta llegar a dolerme, pero a pesar de ello, esta vez fue mucho mejor que la anterior, cuando mi flor se abrió por primera vez para él.

Verlo tomar mi cuerpo como un animal, me excitó hasta nublar mi razón, haciendo que mi instinto cogiera fuerza, derritiéndome al sentir sus mordiscos en mi cuello mientras el lecho crujía bajo nuestros cuerpos y nuestros gemidos traspasaban las paredes. 

Que surrara aquello,  me estremeció por completo, algo que el miembro de Kaeso pudo sentir por las contracciones cada vez más fuertes, de mi sexo. Sonreí con picardía, humedeciéndome los labios mientras hundía mi rostro en su cuello para satisfacer su petición. Aspiré su aroma y ronroneé, antes de morder su cuello a la par que deslizaba mis manos hacia sus glúteos, clavando mis uñas en su piel.

De sólo imaginar que depositaba su semilla en mi interior, mi bajo vientre pareció vibrar... incrementando mi placer. Cuando más me excitaba por las penetraciones, mayor era esa promesa de un éxtasis hasta ahora desconocido. Cuanto más se acercaba dicho clímax, más me excitaba. Estaba atrapada en una espiral de placer indescriptible... cuya única salida, precedida por mis gemidos que se asemejaban cada vez más a gritos enmudecidos por el cuello de Kaeso, era el ansiado orgasmo.

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22/09/2016, 17:41
Kaeso Adamo

Era curioso decir que a pesar del desenfreno creciente o de la pasión que se teñía de lujuria, en todo aquello subyacía un profundo sentimiento de amor entre los amantes. Unos cimientos aún jóvenes, pero que se fortalecían cada vez con mayor solidez, fuera a base de miradas, de besos o de promesas que solo los enamorados comprenden con sus silencios. Kaeso se arrebujó a tu alrededor, dispuesto a recorrer los últimos pasos junto a ti.

El imperial apretó los dientes, los hizo rechinar de toda la tensión que no podía contener más dentro de si y lo notaste, notaste ese instante en el que se cruza la barrera del placer al éxtasis, y llegó con la súplica de que te unieras a él, unidos por y para siempre en aquella bendición que muy pocos eran capaces de conocer: el amor incondicional, la entrega absoluta y el éxtasis junto a la persona que amas, todo ello en conjunción como danzaban las lunas alrededor de Nirn, y ahora llegaba dentro de ti con la semilla del imperial volviendo a derramarse en tu interior junto a un prolongado gemido de devoción.

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22/09/2016, 18:27
z/Hati, Garra Roja

La súplica de Kaeso envolvió mi corazón en una cálida manta de sentimientos. Deslicé mis manos, ahora suavemente, desde sus glúteos hasta su rostro, acariciando su espalda. Mis labios se apartaron de su cuello enrojecido para buscar los del imperial y, en esa carrera hacia el éxtasis, lo besé con fervor, enmudeciendo mis gemidos por el inminente clímax.

Un hormigueo en mi sexo, como si se sacudiera, precedió a una paz estremecedora mientras la semilla de Kaeso se derramaba dentro de mi flor y esta se contraía succionand su simiente. Suspiré, jadeante. Con una sonrisa como ninguna. El placer supremo, la felicidad de tocar el cielo con mis dedos. Acaricié el rostro del imperial, apartando sus cabellos para mirarlo fascinada mientras mi sonrisa se ensanchaba. Entonces reí, reí feliz, pues nunca había conocido nada igual. El amor, la cópula, la pasión y la necesidad de desear pasar toda la vida con aquel hombre.

Moví mis piernas para girarme con un rápido movimiento y situarme sobre Kaeso, unidos por nuestros sexos como si fuera un cordón umbilical. Comencé a besar su cuello, besos cortos, cariñosos mientras murmuraba: -Te amo, te amo, te amo...- cada vez que mis labios tocaban su piel.

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22/09/2016, 21:24
Kaeso Adamo

Al germinar el clímax, Kaeso sintió las prolongada sensación de placer que ya no nacía del cuerpo, sino del corazón. Aun unido a ti, no impidió el cambio de roles en el que tomaste parte. Te contempló sumergido en el lago de la placentera somnolencia, con una sonrisa hechizada por la diosa que tenía sobre él. Una diosa de cabellos de fuego y mirada esmeralda, la visión más increíble que un hombre tuvo la fortuna de contemplar y sonrió, sonrió feliz y afortunado. Y obnubilado por la presa de aquella visión que eras tú, se confesó sin cortapisas todo lo que sentía.

No habrá dios, daedra u mortal que me separe de ti.. como la noche necesita las estrellas para ser noche y el día al sol para serlo.. te amo.. te amo.. te amo.. yo, Kaeso.. te amo a ti Hati..

 

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22/09/2016, 22:02
z/Hati, Garra Roja

Tras la lluvia de besos cariñosos, me quedé contemplando, con la respiración agitada y una sonrisa que daría envidia a la propia Secunda. Aquel hombre había cambiado mi vida. Sentía que quería recorrer cada rincón de Skyrim a su lado. Ya no era la loba solitaria que se crió en Jorvaskrr. Había encontrado mi alfa.

Su confesión me hizo respirar profundamente y soltar el aire muy despacio, sin apartar mis ojos verdes de sus zafiros. Mi corazón saltaba de alegría y mi respuesta fue un beso en los labios, un beso que no requería palabras para decir que yo sentía lo mismo por él.

Era pronto, pero al apartarme de sus labios, apoyándome con los brazos extendidos y las manos en el lecho, a ambos lados del cuerpo de Kaeso, no pude evitar bromear: -Kaeso Adamo. ¿Me estás diciendo... que no me compre un amuleto de Mara?- arqueé una ceja, con una expresión burlona en el rostro, antes de reírme y volver a besarlo sin borrar la sonrisa de felicidad perenne que curvaba mis labios.