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The Elder Scrolls - Helgen

[Rol Libre] Alrededores de Helgen

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21/01/2017, 20:32
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Nuestros cuerpos parecían saciar lo que anhelaba el otro en cada beso, en cada gesto y cada roce. Nuestras miradas se fundían, el verde acariciando las orillas de las aguas, creando un mundo de promesas y esperanzas, de sueños y deseos donde sólo existíamos los dos, donde la pasión desenfrenada alimentaba nuestras almas que ansiaban fundirse en una sola.

Me estremecí entre sus brazos, pero la vena dominante, depredadora, quizá por la sangre de bestia, quizá por mera lujuria, me hacía batallar por el control. Me sumergí en aquel beso, donde mi lengua echaba un pulso húmedo con la suya, una competición para ver quién se quedaba antes sin aliento, casi...

Mis manos se deslizaron por el torso de mi amante, de arriba a abajo, arqueando los dedos como una fiera marcando las lindes de lo que es suyo. Me liberé de sus labios, descendí por su cuerpo depositando besos y suaves mordiscos... puede que uno más fuerte de lo pretendido en uno de sus pezones, mientras reía ante la reacción de Kaeso.

Kaeso... mi hombre, mi amante. Lo amaba con la misma intensidad que lo deseaba, a pesar de no demostrarle mis sentimientos tan a menudo como debería, mas él sabía que lo que abrigaba mi corazón era pleno y sincero.

Me acucuclillé, recorriendo a besos su abdomen, hasta llegar a su ombligo. Sentí la virilidad endurecida del imperial, lo que me excitó como si fuera un animal en celo. Emití algo similar a un gruñido de deseo y ascendí nuevamente buscandos su boca para beber el almíbar de sus besos una vez más. Sonreí traviesa y me humedecí los labios. Entonces, sujeté con firmeza los cordones de sus calzones y la pretina de los mismos mientras besaba a Kaeso en los labios y tiraba de él, caminando de espaldas, hacia el lecho.

Reí al separme de sus labios y lo empujé hacia la cama, deleitándome con la visión casi divina de su cuerpo semidesnudo. Me deshice de los restos de ropa que me quedaban y me incliné sobre el lecho tras quitarme las botas. Entonces gateé sobre el cuerpo de Kaeso hasta que mi rostro quedó frente al suyo -Demasiado tarde...- susurré.

-Ya no podrás escapar de mí...

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23/01/2017, 20:26
Kaeso Adamo

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Kaeso se dejó conducir por ti, sonriendo y riendo, alcanzando tu piel con estimulantes caricias que no buscaban otra cosa que prender el fuego en ti. Un fuego que ya se había apoderado de ambos, el brillo peligroso de la mirada del imperial perdiéndose en cada centímetro de tu cuerpo como si con ello devorara un exquisito manjar.

Sintió la excitación más intensa al verte gatear hacia él, una visión tan perturbadora que casi le volcó en arrastrarte hacia él y tomarte como un animal salvaje. Pero se contuvo, y cuando te colocaste sobre él declarando aquello, contemplando tu rostro y tus redondos senos colgando desde su perspectiva, te agarró de la nuca y te besó con absoluta lujuria bañada en deseo.

No quiero escapar de ti.. quiero entrar en ti.. respondió mientras te tomaba de las nalgas, las apretaba y soltaba un pícaro azote sobre tu piel. Te miró mordiéndose el labio y sonrió con absoluta devoción.

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24/01/2017, 00:41
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Aquel beso salvaje enmudeció un gemido de placer en mi garganta. Aspiré aire con fuerza por la nariz mientras me entregaba a ese beso y mis manos desataban con premura los cordones de sus calzones, pero entonces sus labios se separaron de los míos y, jadeante, me quedé prendada de su mirada.

Resoplé y emití un gruñido de puro deseo al escuchar su palabras, acrecentado por aquel azote pícaro que me arrancó una sonrisa. Apoyé mis manos en sus pectorales, sentándome a horcajadas sobre la pelvis de mi amante, rozando lenta pero impunemente mi entrepierna sobre su virilidad, aún presa de sus calzones, provocando al imperial hasta que no pudiera soportar la excitación... y liberase a la bestia.

Mas ese juego se volvió en mi contra debido a mi propio deseo. Deslicé mis uñas por su pecho hasta llegar a esa prenda que nos separaba como el dique que osa imponerse en el camino de un río. Sólo es necesario que el caudal aumente para destrozar esa barrera y continuar su senda. Y vaya si había aumentado.

Besé su vientre y lancé pequeños mordiscos mientras mis manos liberaban su verga de su prisión. Entre risas, le quité las botas y los calzones desesperada por entregarme a mi amante una vez más. Desnudo por completo ante mí, admiré su cuerpo, memorizando cada cicatriz, cada lunar, hasta que mis ojos verdes se encontraron con el azul de los suyos. Sonreí, dichosa, hechizada por algo que iba mucho más allá de la mera cópula. Era algo que albergaba mi corazón y, en ese cruce de miradas, mis labios vocalizaron un silencioso: "Te amo".

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26/01/2017, 02:51
Kaeso Adamo

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Sus risas y gemidos eran un coro que se unían a los tuyos, un fuego que se convertía en incendio, nubes que juntas formaban tormenta. Kaeso sentía los placenteros escalofríos que le regalaban tus manos sobre su piel, retorciéndose por no perder el control y dejar que exploraras a placer su cuerpo. Su azul se volvía tormentoso cuando te miraba, alimentado por el deseo de volver a tomarte como las veces anteriores.

Cuando cruzasteis la sonrisa, él te la concedió amplia y luminosa, y se sintió ascender. A un plano elevado de si mismo que hizo que cuando se sintió liberado, hizo que volvieras a él para besarte. Vuestros labios escudaron los secretos inconfesables de uno y otro, y mientras te envolvía entre sus brazos para estrechar esos secretos, el movimiento de cadera hacia arriba de Kaeso encontró el camino para adentrarse en tu interior.

Kaeso gimió y prometió al espacio escaso que os separaba que te amaría por siempre, y mientras tu reposabas sobre él iniciándose aquella intensa unión, el imperial te tomó de la cintura con firmeza mientras te contemplaba, contemplaba a lo más hermoso que un hombre enamorado podía contemplar: a su amada.

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26/01/2017, 23:04
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Bufé de placer al sentirlo dentro de mí y me incliné sobre él para besarlo mientras me acomodaba sobre su cuerpo, con las rodillas sobre el lecho. Entonces comencé a mover mis caderas hacia adelante y hacia atrás, profundizando cada penetración entre gemidos enmudecidos por los besos.

Kaeso se había convertido en mi maestro... y en mi adicción, mi Azúcar Lunar. Cada vez que copulábamos, aprendía algo nuevo, dónde buscar su placer, dónde encontrar el mío y ambos parecíamos insaciables de pasión.

Llevando yo las riendas, hicimos el amor hasta que la semilla de Kaeso se derramó una vez más en mi interior y mis gemidos orgásmicos resonaron a través de las pareces. Que me escucharan los de la posada me era indeferente. Allí, en la intimidad, el imperial era todo mi mundo.

Caí rendida sobre él, con la espalda perlada de sudor y las marcas de arañazos decorando mi pálida piel. Jadeante, apoyé mi cabeza junto a su cuello y, cuando recuperé el aliento, besé con ternura su hombro, antes de mirarlo a los ojos y sonreír.

-Me estás mal acostumbrando- susurré, apoyada sobre su pecho. Le di un toquecito en la nariz, juguetón -. Y yo a ti también...

Reí, llena de dicha y lo besé con dulzura en los labios, aunque tiré de su labio inferior con mis dientes, traviesa, cuando me aparté.

-¿Sabes?- dije, dibujando distraídamente círculos sobre su pecho -Creo que ahora sí necesitamos ese baño.

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30/01/2017, 12:51
Kaeso Adamo

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Metidos en aquella vorágine de descontrol que erais tú y él, el mundo se ausentó para que ambos gozarais del éxtasis más intenso que nacía del amor que ambos compartíais. Kaeso se entregaba a ti, y tú te entregabas a él. Era una simbiosis perfecta de equilibrio trascendente, una que desembocó en la culminación de él fundiendo su semilla dentro de ti una vez más. Los jadeos dejaron lugar a las respiraciones roncas, los gemidos a los susurros tiernos y los arañazos a las caricias en la mejilla. Todo su mundo, todo vuestro mundo.

No sé si me puedo mal acostumbrar a esto... sonrió aun obnubilado, quiso atrapar el dedo en su nariz con los labios, pero torpemente falló.

Cuando te escuchó decir sobre el baño, Kaeso sonrió con los ojos entrecerrados, sintiendo el sopor pesado en su cabeza. Pero aun lúcido para responder.

¿Y dónde propones..? preguntó mirándola con una sonrisa leve.

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30/01/2017, 14:54
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Saqué la lengua antes de humedecerme los labios y sonreír.

-Bueno... mientras rastreaba al ciervo, vi un pequeño estanque en las afueras...- comenté, haciéndome la interesante -Estaba al abrigo de una gran roca, mas no es accesible por el camino, sino que hay que llegar atravesando la foresta- lo miré de soslayo -. No está demasiado lejos, te lo prometo.

De pronto, en un arrebato juguetón, me abalancé sobre su cuello y gruñí mientras frotaba mi rostro contra su piel. Me alcé de nuevo, entre suaves risas, para mirarlo a los ojos y besar su mejilla, antes de levantarme del lecho.

-Claro, que siempre puedes quedarte aquí mientras yo disfruto de un buen baño al aire libre... a solas- solté, picajosa, mientras comenzaba a vestirme, aunque preferí dejar mi armadura en un rincón.

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02/02/2017, 00:12
Kaeso Adamo

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

La mirada de Kaeso seguía cerrada en rendijas mientras te miraba con alguna clase de sospecha. Su actitud se demostraba paródicamente desafiante, como un padre que esperase la enésima excusa de su vástago.

Aja.. dijo para fortalecer su aparente suspicacia. Pero antes de alegar nada, te lanzaste a por él frotando tu piel con la suya electrificando su reacción. Recibió el beso en la mejilla sintiendo ese cosquilleo absoluto que le daba cada vez que meramente sugerías un roce, te miró de soslayo con una sonrisa traviesa mientras declarabas que ibas a bañarte sola.

¿Oh? ¿Alguna esperanza puesta en un espía furtivo? preguntó siguiéndole el juego, aunque quizá no con lo que ella esperaba, o quizá sí.

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02/02/2017, 10:15
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

-Ja, ja...- reí sin ganas, burlándome de sus palabras -muy gracioso, imperial- comenté, terminando de recoger lo básico para bañarme, aunque cogí mi arco por si las moscas.

-No vengas si no quieres...- dije, acercándome a él, inclinándome para buscar su oído -Aunque no eres el único que podría espiarme- susurré, rozando su oreja con mis dientes, simulando un suave mordisco en el lóbulo -, y el agua al anochecer suele estar... cálida... muy agradable- añadí, antes de apartarme y sonreír, burlona.

Había mucha población masculina en Helgen y Kaeso lo sabía. Claramente lo estaba "pinchando", pero no iba a obligarlo a venir si no lo deseaba, como tampoco iba a dejar que ningún otro hombre me tocara. Era suya, de nadie más.

-Vamos Botitas- le ordené al cachorro, antes de guiñarle un ojo al imperial -. Volveré al ponerse el sol.

Y salí de la habitación.

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03/02/2017, 04:29
Botitas - Cachorro

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Tus provocaciones o bien cayeron en saco roto, o bien la sonrisa y la mirada de Kaeso escondían alguna travesura que no sabrías definir. Se despidió de ti con un beso, y siguió con su escritura. Por otro lado, Botitas parecía entusiasmado ante la perspectiva de salir y casi le faltó tiempo para salir disparado antes de que pudieras decirle a mi lado.

Saliendo de Helgen no tardaste mucho en localizar ese rincón que habías encontrado, perdido en un sendero apenas visible lo primero que escuchaste era el discurrir del agua que se propagaba entre las hojas de los árboles, como si su sonido rebotara en una mística sinfonía natural.

Botitas iba en vanguardia, olisqueaba continuamente, quizá en alguna ocasión se perdía entre el sotobosque, pero regresaba a tu llamada enseguida. Al llegar al estanque lo encontraste tan apacible como lo habías dejado, con sus claras aguas reflejando el bosque que crecía sobre sus orillas.

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03/02/2017, 08:41
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Me habría gustado que el imperial me acompañara, pero no iba a insistir. Tampoco lo culpaba, pues una parte de mí prefería haberse quedado abrazada a él tras acostarnos, dejando que el sueño nos venciera. Eran esos momentos en los que Kaeso veía todo de mí, y no me refiero a la desnudez, precisamente. Mi relación con los demás... bueno, podía decirse que era bastante arisca y, sin embargo, el imperial derribaba mis muros como si fueran de papel. Eso seguía dándome miedo. 

Pero de vez en cuando una necesita estar a solas, reordenar sus pensamientos. Del mismo modo que a Kaeso le venía bien no estar todo el día conmigo. Adoraba su compañía pero yo necesitaba mi espacio y supongo que él igual.

Hasta que no salí de Helgen, estuve arrepintiéndome un poco de no haberme quedado en la posada bajo las pieles que abrigaban el lecho, mas Kaeso tenía razón: necesitaba un baño. Como tío Farkas me dijo una vez: "No te precupes si tu olor molesta a los demás. Preocúpate cuando te moleste a ti", y no se equivocaba.

Acompañada del cachorro, no tardé mucho en localizar el estanque que buscaba. Miré alrededor por si había alguien en las cercanías, antes de dejar mi arco apoyado en una roca, cerca de la orilla. Me acerqué al agua y metí la mano...-Está cálida- sonreí. Antes de empezar a desvestirme, dejando la ropa junto al arco. Eso sí, con una tira de cuero, amarré la daga que siempre llevaba en la bota a mi muslo. Por mucho que hubiera recorrido esa zona, nunca terminaba de fiarme del todo.

Entré en el agua, muy despacio, soltando una exhalación al sentir el agua tibia sobre mi piel, antes de sumergirme por completo.

Notas de juego

Editado, que escribí esto media dormida xD

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03/02/2017, 16:07
z/Hati, Garra Roja
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: Percepción

Tirada: 1d20

Resultado: 2(+5)=7

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04/02/2017, 20:26
Narrador

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Mientras Botitas miraba con recelo el agua, tú empezaste a disfrutar del baño. El agua cálida te abrigaba la piel como un manto maternal, aunque no te cubría por completo podías agacharte para sumergirte entera, y de ese modo pudiste disfrutar de un rato de tranquilidad absoluto en el que el único ruido que había era el de los pájaros y tu chapotear. En la orilla Botitas se encogió, con una de tus botas en la boca que roía con ganas.

Los minutos pasaban, un viento algo frío se levantó haciendo zozobrar los arbustos que poblaban los bordes del estanque. La sombra de los árboles aun se reflejaba clara sobre el agua, faltarían unas tres horas para que cayera la luz. Todo se mantenía en perfecta calma, en una armonía prístina y tú eras el centro de todo aquello. Quizá demasiado centro, porque pronto se empezaron a dejar el sonido de los pájaros, un manto de extraño silencio cayó sobre el estanque.

Botitas reaccionó levantando la cabeza, extrañado, y miró a su alrededor, pero bostezó y volvió a tumbarse tranquilo.

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04/02/2017, 20:40
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Tras agacharme para sumergirme por completo, emergí del agua con una exhalación, con el cabello empapado, adherido a mi espalda y al naciente de mis senos. Con ambas manos me lo eché hacia atrás y abrí los ojos, para ver al cachorro mordisqueando una de mis botas. Reí a la vez que lo salpicaba con un poco de agua -Sin vergüenza...- musité, mas no pude borrar mi sonrisa.

Tanteé la parte más profunda y me arrodillé para que el agua me cubriera casi enteramente. Froté mis brazos, mi cuello... todo mi cuerpo, casi como si fuera un ritual, despacio... con suavidad, pero insistencia. Luego, simplemente, me relajé para disfrutar de aquella paz que reinaba en ese pequeño paraíso natural.

-Kaeso no sabe lo que se pierde- pensé para mí, cerrando los ojos y acomodándome. Dejé mi mente en blanco, degustando aquel silencio sólo interrumpido por la brisa que mecía los árboles y el trinar de los pájaros.

No sé cuánto tiempo llevaría allí cuando sentí un frío allá donde mi piel no estaba sumergida bajo las cálidas aguas. Arrugué el ceño y abrí los ojos y me incorporé un poco. Aún quedaba para el ocaso, así que volví a dejarme hundir, lo suficiente para que mi cabeza quedara fuera del agua, y cerré nuevamente los ojos, aprovechando todo lo posible aquel remanzo de paz... hasta que algo me hizo abrirlos de nuevo y mirar alrededor.

-Demasiado silencio- pensé y no fui la única en extrañarme, pues busqué al cachorro, cuyos sentidos eran muchos más agudos que los míos y lo pude ver alzando la cabeza y las orejas... aunque fue sólo un instante. Con el ceño fruncido, llevé una mano a la daga atada a mi muslo, comprobando que seguía en su sitio.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: TS Sabiduría

Tirada: 1d20

Resultado: 19(+3)=22

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06/02/2017, 02:01
Narrador

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Aquella sensación extraña se prolongó durante unos minutos más, en toda la zona había caído una campana de irrealidad creciente. Pero a pesar de esa sensación que te acompañaba, Botitas permanecía tranquilo, cansado de morder tu bota, hecho un ovillo descansando. Fue en ese instante cuando percibiste un sonido de unos arbustos moverse a unos cuatro metros a tu derecha, en el lado opuesto donde estaban tus cosas.

El arbusto se movió un poco más, como si tuvieras la sensación de algo se acercara por esa zona. Algo había por los alrededores, pero desde el estanque no podías discernir el qué.

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06/02/2017, 10:09
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Por mucho que el cachorro se mostrara tranquilo, yo tenía otra sensación que me inquietaba. Me puse en pie poco a poco, ignorando la gélida brisa mientras mis piel se erizaba gradulamente al abandonar la calidez del agua -Por Stendar... ¿qué está...í?- pensé, alertándome al escuchar el ruido entre la maleza. Sin dejar de mirar hacia los matorrales que se movían como si algo se acercara, fui retrocendiendo poco a poco hacia donde estaba mi arco. Si me daba tiempo, cogería mi arma para defenderme... Rezando porque fuera suficiente para persuadir... o ahuyentar a lo que quiera que se acercaba.

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06/02/2017, 20:05
Narrador

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

El sonido permaneció, así como el sutil movimiento de los arbustos, como si hubiera notado que la habías detectado y tratara de disimular lo que fuera que estaba escondido ahí. Afilando tu mirada, pudiste apreciar dos ojos claros de color azul, que se colaban entre las hojas y te observaban. No sabías descifrar el sentido de los mismos, pero sí percibías una vibrante curiosidad.

Cuando te acercabas al arco, pudiste escuchar sin lugar a dudas un suspiro agudo, ¿infantil quizá? y con ello se quedó inmóvil en la posición donde lo habías localizado. No se escuchaban pájaros, el único sonido apreciable era el del agua fluir a tu alrededor y las hojas acariciadas por el viento.

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06/02/2017, 20:17
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Escruté la foresta. Lo que quiera que se acercara tuvo que haber sentido que había percibido su movimiento. Para colmo, pude llegar a ver dos ojos azules y lo primero que pensé es que era Kaeso, que había cambiado de idea. De hecho, hasta esbocé una sonrisa divertida... hasta que escuché una especie de suspiro infantil que me provocó un latigazo en la columna de estremecimiento. 

Rápidamente miré, asustada, hacia el lugar del sonido y me acordé de los rumores que había dicho el imperial sobre algo de una niña que se aparecía en el bosque.

Dudé si coger mi arco o no... pero me quedé cerca del arma -¿Quién vive?- pregunté, mirando alrededor por si aparecía algo más al escuchar mi voz.

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06/02/2017, 21:15
Danna

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Descubierta por tu voz, lo que fuera que escondiera el arbusto se quedó paralizado. Hubo unos instantes que no parecía que hubiera a haber otra reacción, pero del mismo se alzó una figura menuda e infantil, una niña. Esta te miró con sus dos ojos azules con intensidad, pero se la veía alerta, dispuesta a reaccionar como tú también lo estabas. Se quedó en pie, en silencio, a la expectativa. Pero aquel silencio duró poco, venido de todos lados quizá, se empezó a escuchar un graznar desagradable de ave.

Kekekekekekeke... 

La niña, como si aquello hubiera sido una advertencia o un aviso, reaccionó mirando a todos lados. Te miró a los ojos por última vez con miedo en la mirada y se internó en la foresta.

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06/02/2017, 21:23
z/Hati, Garra Roja

3 de Fuego del Hogar, Tarde, Cerca de Helgen

Al ver a la niña, abrí los ojos como platos -Así que los rumores son ciertos- pensé, tardando en pensar mi próximo movimiento. No sabía tratar con críos, ni tampoco con adultos, ya de paso... Varias preguntas y dudas revolotearon por mi cabeza, pero jusgo cuando pensé en relajarme y decirle que no tuviera miedo, algo, probablemente un pájaro, graznó, sobresaltándome y haciendo que la niña se pusiera en alerta, mirando a todos lados.

Arrugué la frente, indecisa, hasta que la chiquilla me miró a los ojos antes de desaparecer de nuevo entre los arbustos -¡Espera...!- exclamé, demasiado tarde. Resoplé y miré mi arco. Quizá lo mejor era que regresara.