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The Elder Scrolls - Helgen

[Rol Libre] Alrededores de Helgen

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02/08/2017, 18:39
Moura Mirada de Kyne

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Verlo de otra forma no implica que tu visión o la mía sea la acertada. aseveró la mujer mientras volvía su mirada hacia ti sin dejar de jugar con las luces azuladas que proyectaba la luminaria. Pero sin duda tu respuesta es.. esclarecedora.

Al ver que respondías a su juicio, la mujer no alteró su actitud casi solemne que presentaba ante ti. Te miraba con atención, casi sentías el peso de su presencia en ti, pero no se mostró en ningún momento u hostil o agresiva.

Respondes como si te hubiera atacado, te revuelves como un animal enjaulado ante lo obvio, como una bestia. pausó sus palabras con tranquilidad. Pero no te culpo, a veces es difícil ver lo que subyace en nuestras decisiones hasta que es demasiado tarde. Entonces nos arrepentimos o.. nos alegramos. asintió levemente para si varias veces. Los animales son como deben ser y fueron creados por Kyne, que tu adjudiques valores humanos a sus comportamientos no deja de ser, en cierto modo, revelador y curioso. Puede que sea un esfuerzo por creer que ambas facetas pueden combinarse. sonrió un poco, mas era una sonrisa triste.

Dejó que esas palabras fluyeran entre ambas, a decir verdad no parecía importarle la forma en que las recibieras. Pero no había intención negativa en ella, al menos no la veías, era como hablar con alguien absolutamente neutro en cuanto a emociones o sentimientos.

Kyne me susurra muchas cosas, Hati hija de Aela. Mi nombre perdió su importancia hace tiempo, pero si lo necesitas para sentirte más segura. hizo una pausa mirándote a los ojos. Puedes llamarme Moura.

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02/08/2017, 20:36
z/Hati, Garra Roja

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Puede que estuviera reaccionando a la defensiva, pero estaba empezando a sentirme incómoda, lo cual me hizo incluso cuestionarme si, tal y como la mujer afirmaba, me comportaba más como una bestia que una mujer. No me sentía en mi entorno, de ahí que recelara tanto. Además que mi paciencia a la hora de tratar con las personas, tenía mucho que envidiar a la que mostraba en la caza.

Por otra parte, aunque mis gestos involuntarios indicaban que deseaba salir de allí, no quería faltar el respeto a Kyne. Creer en Kynareth, pensar que de algún modo la diosa de la tormenta no permtiría que Hircine me reclamara tan fácilmente para sí, era lo que me daba fuerzas en las noches donde las pesadillas me atenazaban.

-Bien, Moura- dije cuando se presentó, evitando ahondar más en los otros temas -. Afortunada tú que no recibes el silencio de los Divinos. Ahora dime, ¿qué hago aquí? Al principio quise pensar que era el azar, mas ahora empiezo a cuestionarme que sea una simple casualidad...

Me obligué a mí misma a relajarme, aunque me daba la sensación de que el sermón de Moura no había hecho más que empezar.

-Y en cuanto al origen de las estrellas, me temo que lo ignoro- añadí, cruzándome de brazos y cambiando el peso de un pie al otro.

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03/08/2017, 00:20
Eldrid

4 de Helada, mediodía.

- Supongo que si… Comentó sin darle mucha importancia, la magia para ella era bastante extraña en cuanto a cómo funcionaba. Torció la cabeza cuando la vio inclinarse hacia ella. No es como si no tuviera más cosas en las que pensar, pero por no hacerle un feo… ¿Cómo qué? Preguntó dejando ver la curiosidad que asomaba en sus ojos.

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03/08/2017, 00:54
Seretide

4 de Helada, mediodía.

- Cierra los ojos, y te lo enseñaré.-dijo, con una sonrisa, mirándola fijamente. 

 

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03/08/2017, 01:00
Seretide

4 de La Helada, Noche, Afueras de Helgen

Observó a la joven, emerger del agua, con aquel cabello encendido cayéndole en manta sobre la espalda, humedecido. La piel perlada por el agua del estanque, erizada por el frío. Absolutamente toda su piel. Sonrió, complacida, sin privarse de observar su cuerpo trabajado por la caza, aquella belleza femenina y en cierto modo salvaje.

Podría haberte ayudado. No me resulta dificultoso invocar el fuego. Aunque reconozco que hacerlo de esa manera... Nunca me he visto en la obligación de tener que hacerlo así, con mis propias manos.-explicó, sin mostrarse avergonzada por ello, guardando entonces silencio, relajándose en el agua mientras las llamas crecían, alimentadas por los leños.

No estamos hechos para vivir solos, ¿sabes?- dijo, de pronto- Los sentimientos, las experiencias que nos unen a otros seres sintientes... Pueden ser problemáticos. Pero son la prueba de que estamos vivos. Y, ¿de qué sirve una vida, si ésta se encuentra vacía, por mucho que sobrevivas años, décadas o siglos?- suspiró, con la profunda nostalgia titilando en las pupilas- Una vida vacía conduce al ostracismo. A la soledad mortificante. A la monotonía insoportable. Y cuando no tienes nada por lo que seguir. Cuando nada ni nadie te preocupa, porque te has desprendido de todo lo que amabas o te importaba, lo único que queda es esperar a que algo ocurra, algo que se te lleve.

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03/08/2017, 01:20
z/Hati, Garra Roja

4 de La Helada, Noche, Afueras de Helgen

Una sombra de nostalgia cruzó mi mirada -Me has recordado a mi hermano Sköll- dije, aunque en mi tono habían pequeños matices de tristeza -. Solíamos acampar fuera de Jorrvaskr cuando éramos niños, y en las llanuras de Carrera Blanca cuando crecimos. Yo seguía los pasos de nuestra madre, pero Sköll nació con aptitudes para la magia. A veces, si la leña estaba húmeda o el viento era demasiado fuerte, mi hermano usaba sus trucos para prender el fuego de la hoguera- sonreí, recordando aquellos momentos, cuando aún teníamos algo de inocencia en nuestras vidas.

Ya junto a Seretide, mientras esperaba a que el fuego cogiera fuerza, escuché a la dunmer sorprendida por la profundidad de sus palabras. Daba qué pensar, desde luego.

-Muchas cosas que nos rodean bullen de vida sin tener sentimientos ni compartirlos. Que nosotros, seres pensantes, tengamos que necesitarlos para estar seguros de que existimos... no habla muy bien de nosotros, ¿no?- cuestioné, sonriendo ligeramente -. Sin embargo... creo que tienes razón en cuanto a la soledad- añadí, más serena -. Hasta ahora no me había dado miedo a estar sola... al contrario: buscaba ese resquicio de intimidad. Y aunque puedo sobrevivir sola, no quiero estarlo...- arrugué la frente -Y eso sí me perturba, pues antes no me importaba tanto.

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03/08/2017, 13:16
Eldrid

4 de Helada, mediodía.

La miro unos segundos sin saber muy bien si hacerle caso o no, al final se encogió de hombros y procedió a cerrar los ojos y esperar por lo que fuera a enseñarle.

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03/08/2017, 16:57
Moura Mirada de Kyne

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Si así lo crees. repuso la mujer cuando mencionaste sobre el silencio de los Divinos, te miró en silencio una vez más, ahora con toda su atención puesta en tu persona. ¿Hacer? Hablar conmigo, preguntarte por qué me sigues escuchando y.. dirigió la mirada hacia Botitas. ..ver como tu vínculo con este animal florece más allá del vínculo que tienes ahora con él.

Sus palabras se ganaron un bostezo de atención del mencionado, se plantó entre las dos mirando una y a otra como si aquello no fuera con él.

Quizá estás aquí para contemplar otro rostro del mundo en el que vives. explicó con tranquilidad. Una oportunidad distinta a la que ya conoces. O, sencillamente, este animal mestizo nunca ha sido afín a tus.. lealtades. se cuidó mucho de no parecer acusadora, como si expusiera hechos, no juicios.

Al mencionar las estrellas, Moura volvió su atención hacia la estrella azul. Acarició su brillo con los dedos, casi tenías la sensación de que lo hacia físicamente.

Hace incontables milenios, en la Era del Amanecer, hubo uno de los Espíritus Originales, los Et'Ada, que convenció a los demás de construir una gran obra entre todos ellos. narró casi solemne, hizo una pausa y te miró a los ojos. Nirn. Mundus. Nuestro mundo.

Pero era una trampa. Un engaño destinado a aniquilar a la mayoría de los Et'Ada para crear el plano mortal. Uno de los más poderosos, Magnus, escapó atravesando la bóveda celeste y hoy aun lo contemplas durante el día. hizo un gesto con la mano dándote a entender que era el sol. Pero no fue el único que huyó, infinidad de espíritus menores siguieron la estela de Magnus, y también atravesaron el cielo haciendo agujeros de menor tamaño. Ellos serían conocidos como los Magna Ge, las Estrellas Huérfanas, que aun hoy brillan en el firmamento cuando Magnus descansa.

Terminó la narración con un silencio solemne, respetuoso, y al volver a hablar te miró con detenimiento.

Hoy Kyne, Kynareth, es la diosa del firmamento desde el cual aun vela por sus hermanos perdidos. Custodia su recuerdo ante las ambiciones del Perdido, que llevó a tantos de sus hermanos a la destrucción y al exilio. dijo con gravedad. ¿Por qué te cuento esto? Porque el Perdido es el creador de aquel a quien tú sirves y cuya maldición fluye por tus venas como un veneno lento. respiró profundamente, se puso junto al altar. Kyne no es Mara, no muestra compasión incondicional, pero ama a sus hijos por igual. Quizá porque tu animal lo sabe te ha traído hasta aquí, te puedo mostrar una forma de hacer que.. Botitas.. se vincule a ti de una forma más profunda y especial. Será más fuerte, más rápido, más inteligente.. con la bendición de Kyne, y una luz para cuando las tinieblas te alcancen y no sepas hacia dónde dirigirte.

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03/08/2017, 18:46
z/Hati, Garra Roja

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Miré extrañada a Botitas a medida que la mujer hablaba. ¿Acaso él me había traído hasta aquí? El cachorro parecía tranquilo a pesar de mi incomodidad y era probable que fuera la razón de que no hubiera dado media vuelta para irme de allí.

Moura, de quien empezaba a sospechar que su tacto con las personas era tan bueno como el mío, comenzó a relatar una leyenda. Tozuda, al principio mantuve mi expresión estoica, mas a medida que avanzaba el relato iba relajándome, viendo cómo la historia, mito o no, me atrapaba. Alcé incluso la vista al firmamento subterráneo, imaginando a las Estrellas Huérfanas huyendo tras la estela de Magnus.

Respeté el silencio de Moura cuando terminó, bajando lentamente la vista hasta ella, con la expresión mucho más calmada... hasta que la explicación del por qué me relataba aquello, del por qué Botitas me había de un modo u otro llevado hasta aquel altar, salió a la luz.

Moura sabía lo de Hircine y mi maldición.

-¿Cómo...?estaba perpleja, confusa. Las palabras se arremolinaban con las dudas y los miedos en mi cabeza, impidiéndome hablar durante unos instantes -¿Cómo lo sabes?- pude preguntar al fin, y añadí al poco: -Esta carga me adolece desde mi primera sangre de Luna, mujer... En parte es la razón de mi aislamiento- dije, sin mostrarme a la defensiva esta vez -. Si hay un modo... de que Botitas pueda frenarme o guiarme cuando suceda lo inevitable... adelante.

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04/08/2017, 14:59
Seretide

4 de Helada, mediodía.

La nórdica pudo sentir un movimiento sobre la hierba entonces, que precedió al susurro de un idioma extraño y a unos segundos del más absoluto silencio. El leve roce de una respiración, el roce del cabello ajeno sobe las manos desnudas, y entonces... El tacto de unos labios húmedos y carnosos sobre los suyos, que le propiciaban un beso apasionado y deleitoso, que casi parecía pretender dejarla sin aliento. 

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04/08/2017, 15:45
Seretide

4 de La Helada, Noche, Afueras de Helgen

Esas cosas de las que hablas no son seres sintientes. -replicó- Eres cazadora, y llevas contigo un mestizo de lobo. Los animales, que también son seres sintientes, socializan. ¿No es así? Van en manada en muchos casos, por la propia supervivencia, quizá, pero, forjan lazos afectivos, y buscan el reconocimiento de sus pares. Y hasta el depredador más solitario se ve obligado a socializar. Para aparearse, para afianzar su legado. -explicó, con un suspiro, mirando hacia el fuego, comprobando que ya había alcanzado una virulencia mayor, y por lo tanto, debía calentar mejor.- En cualquier caso, supongo que antes no conocías a ese hombre...  Uff... Allá voy...-dijo, saliendo con una agilidad grácil del agua, notando cómo los dientes empezaban a castañetearle según el aire rozaba su piel desnuda y mojada, provocando que se le erizase toda la piel, y que emitiese un ligero siseo de dolor al notar como los pequeños aros se convertían en pequeñas barras heladas atravesando su carne más sensible. 

Buscó su capa con prisa, y se la echó encima- P... Por el santísimo Tribunal... Q...Qué frío.-balbuceó, temblando. 

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04/08/2017, 16:20
Eldrid

4 de Helada, mediodía.

En cuanto sintió los labios sobre los suyos, abrió los ojos de par en par bastante horrorizada, viendo la cara de la elfa, en cuanto reaccionó se llevó las manos a los hombros de la mujer, dándole un empujón alejándola de ella con brusquedad. Se levantó con rapidez, dando unos pasos hacia atrás dejando más espacio entre ambas. La miró unos instantes completamente ojiplatica y helada, sus manos tapaban su boca aun sin creerse que hubiera pasado aquello.

 

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04/08/2017, 16:28
Seretide

4 de Helada, mediodía.

Cuando Eldrid abrió los ojos y se envaró como un resorte, pudo ver ante ella algo diferente a lo que se esperaba. No fue el rostro de la elfa el que encontró frente a ella, sino el propio aire, el vacío. Pues Seretide se encontraba varios pasos atrás, observándola, con una sonrisa divertida en los labios y una mueca algo resignada, así como una mano aplicada sobre el báculo, que en ese momento comenzó a perder el brillo incandescente que lo caracterizaba cuando la dunmer apelaba a su magia. 

Espero que no te pongas así cuando ese chico te bese, o va a pensar que tiene la Escarlatina.-dijo, llevándose una mano a la cadera-

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04/08/2017, 17:14
Eldrid

4 de Helada, mediodía.

Cuando se medio recupero del susto y la impresión, volvió a enfocar a la elfa que parecía divertida con el asunto. Entrecerró los ojos y apretó los dientes, antes de bajar los brazos a los costados, conteniendo las ganas de arrearle por graciosa.

- No tiene ni puta gracia Seretide Espetó enfadada, estaba por irse de allí, ahora sentía la necesitada de liarse a hostias con lo que fuera.

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04/08/2017, 18:18
Seretide

4 de Helada, mediodía.

- ¡Sí que la ha tenido!- dijo, riéndose, haciéndole un gesto acto seguido con los brazos, como si pidiese una tregua- Vamos mujer, que no te he besado de verdad. No es para tanto. Ni siquiera te he hecho creer que te metía mano, y mira que me tentaba la idea...-confesó, maliciosa, acercándose, despacio, con la mano libre en alto- No me irás a atizar, ¿no?-preguntó, suspicaz- Venga, te invito a algo. Para que te quites... "El mal sabor de boca". 

 

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04/08/2017, 21:00
Eldrid

4 de Helada, mediodía.

- No, no la tiene y no es algo agradable Cruzó los brazos por delante del pecho y volvió a mirarla lanzando cuchillos a través de sus ojos, pensándose seriamente si dejarlo pasar o no.  A puntito estuve, no te creas, si llegas a ser tú de verdad, te habrías comido uno de mis puñetazos en toda la jeta. Venga, ya estas desfilando delante de mí, no pienso dejar pasar bebida gratis por nada. Aunque no esperes que se me pase tan pronto lo que has hecho.

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05/08/2017, 20:54
z/Hati, Garra Roja

4 de La Helada, Noche, Afueras de Helgen

-Pero no son sentimientos lo que los unen- aclaré, calmada -, sino el instinto. Mata la cría de una hembra Dientes de Sable y a los pocos días volverá a entrar en celo para reproducirse, sin importarle llorar su pérdida o no- un ejemplo algo crudo, pero no por ello menos veraz. Entonces arrugué la frente -. ¿A qué hombre te refieres? ¿Al imperial?- pregunté mientras giraba la cabeza hacia el fuego, pues vi a Seretide surgir desde las aguas. Me incorporé y avancé con paso tranquilo hacia la fogata, pero con una sonrisa divertida en el rostro al ver a la dunmer tullida de frío.

-Esta noche dormirás como un bebé- dije, sentándome junto a la hoguera, arrebujándome aún más en la manta -. Acerca tu ropa al fuego, así estará cálida al vestirte de nuevo.

Los latigazos de frío pronto se convertirían en un hormigueo a causa de los temblores, lo que relajaría los músculos mientras el fuego calentaba los huesos. Aunque claro... yo estaba acostumbrada y podía tolerarlo por ahora, pues en invierno, sería un suicidio intentarlo.

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08/08/2017, 02:55
Moura Mirada de Kyne

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Yo sé las cosas que Kyne desee que sepa. argumentó la mujer mirándote a los ojos. Pero no soy yo quien juzga, tal juicio lo encontrarás en tu muerte.

Te escuchó hablar en silencio, sus movimientos eran fluidos, casi como si flotara bajo ese océano de estrellas ficticias.

Tu animal no te frenará si lo que deseas es sangre, no te contendrá si abrazas el legado de tu sangre, pero cuando sinceramente desees liberarte de esta mácula.. dijo lentamente. ..entonces déjate guiar por él, y sabrás qué debes hacer, ¿estás lista?

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09/08/2017, 00:05
Seretide

4 de La Helada, Noche, Afueras de Helgen

Igual que una mujer se buscará a un nuevo marido, si no tiene comida con la que mantener a sus hijos ni un oficio al que recurrir.-añadió, encogiéndose de hombros- Pero bueno, tampoco pretendo pisotear todas tus reflexiones. Al fin y al cabo no soy una entendida de estos temas.-admitió, aún con los labios temblorosos, casi azules del frío, acercando la ropa y las manos al fuego, sin atreverse a sacar los brazos de la capa.

Eso espero. Me vendrá bien. -dijo, con un suspiro, a la afirmación de que dormiría como un bebé aquella noche, buscando su bota de vino de entre sus pertenencias, descorchándola con los dientes para echar un buen trago, sintiendo un agradable calor bajar por su garganta- ¿Quieres? Para entrar en calor. -ofreció, mirándola, con el brillo del fuego danzante titilando en sus pupilas carmesí. 

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09/08/2017, 00:44
z/Hati, Garra Roja

7 de La Helada, Atardecer, Sur de Helgen

Desvié la mirada, arrugando ligeramente la frente.

-Lo sé.

No necesitaba que nadie me aclarase lo que ya sabía: si Hircine recalamaba mi sagre, por mucho que yo intentara impedirlo, mi alma acabaría sus días en el Divino Coto del Señor Daédrico de la Caza... como un perro de presa más. Era algo que había asumido tiempo atrás.

Aunque siempre había una alternativa... Siempre que no me rindiera.

-Kodlak Melena Blanca no se rindió...- pensé, recordando lo que me inculcó mi madre -mas ni él ni los otros nacieron "así".

Sacudí la cabeza antes de mirar a la mujer nuevamente. Aún tendría tiempo para darle vueltas, pues ni siquiera sabía si sería "digna" de Hircine. Quizá el Señor Daédrico me viera más como una presa que como un cazador. Aún había esperanzas.

-A veces la fortaleza no reside en los músculos- dije, cuando me advirtió de que Botitas no podría frenar a un licántropo. Eso era obvio incluso para un niño de teta -. Estoy lista.