Partida Rol por web

Randall seguía flotando en dirección a la chalupa. 

Haviland encendió el pequeño reactor de la chapula por la que llegaron los asaltantes y comenzó viaje junto a la Señorita Briannah, no tenían tiempo que perder si querían alcanzar a la Doctora Tálin.
Surcó la superficie de la Sturgeon sobrevolando las salas de tripulación mientras intentaba leer el radar de la consola para localizar a su objetivo. Tenía que ser uno de los dos puntos que se veían como naves aliadas, y más precisamente, el que se movía en dirección a la más lejana.
En eso, como quien sale a dar un paseo, ve a Randall Moss flotando hacia su dirección.
Vaya, eso si que no me lo esperaba, pensó y abrió el canal de voz.
-Hola Señor Moss, ¿Disfrutando la vista? Si quiere, podría acompañarnos en nuestra pequeña empresa para rescatar a la Doctora Talin. Mentes tan brillantes como la suya nunca sobran y sería de gran ayuda-. dijo con su típica forma de hablar calmadamente que desentonaba con la situación.
Perfiló la chalupa para que el científico entrase de manera rápida y siguieran viaje sin perder tiempo.

Randall por fin se agarró al asidero que había al lado de la compuerta de entrada a la chalupa, que gracias a la diestra maniobra del señor Cruyff se posicionaba de forma adecuada para facilitar el acceso. Ya dentro de la chalupa y cerrada la compuerta, sonrió al encontrarse con su compañero.

-Aún sin su adulación, estaría encantado en acompañarles. 

Se acercó a la cabina. Más que la visión exterior, le interesaba lo que mostraran los sensores que ya estaba comprobando el señor Cruyff. Intentó localizar a la nave "madre".

Primero intentó localizar a la chalupa que se había llevado a Talin. Sin duda les llevaba algo de ventaja, pero más que eso le interesaba ver la trayectoria que llevaba para intentar averiguar la distancia y situación de la nave "madre". También podría ayudar revisar la trayectoria que la chalupa había recorrido en el viaje de ida, si es que esa información estaba disponible. Si fuera posible conectó su tablet al ordenador de abordo para facilitar la consulta.

-Estos cacharros utilizan un código cinturoniano obsoleto. Creo que podría destriparlo con cierta facilidad ¿Qué idea tienen en mente?¿Abordar la chalupa de la doctora?¿O abordar la nave "madre"?

-Señor Moss, nunca ha sido mi intención inducirlo a que nos ayude al expresarle el reconocimiento que yo le guardo.- ¿Qué le pasaba a esta gente? Egoísta, adulador, ¿qué ya no podía haber personas educadas en este mundo? Pensó Haviland un poco ofendido de cómo tomaban sus comentarios, pero era algo menor.
Lo cierto es que Randall era brillante, ya estaba haciendo cosas que Haviland ni entendía con los computadores, no se equivocaba.
-¿Abordar la nave madre?- dijo Haviland pensativo, no se lo había planteado antes. -Nuestra intención es rescatar a la Doctora Talin, pero si no le damos alcance no tendremos otra opción.- aunque temía ante la idea, doce asaltantes habían fracaso en abordar una nave de investigación, ¿Cómo podrían ellos tres contra una nodriza militar?
-Señor Okoye, ¿Me escucha?- dijo por el canal de la Sturgeon.-Lo necesitamos, ¿Cree que podría interrogar a alguno de los asaltantes para obtener respuestas? Necesitamos a priori conocer el número de tripulantes que quedan en su nave- luego de unos segundos agregó. -Use libremente los medios que crea necesarios para que hablen.- No nos andamos con juegos.

Simón saca de la enfermería algunas drogas anti-radiación y se las inyecta en la sala común.

Mientras tanto Brianha, Haviland y Randall parten en la chalupa que había en la parte de arriba de la nava en persecución de la primera. Ambas aceleran al máximo que les dan sus motores, a este ritmo en breve necesitaran el "zumo".

-Lo sé, lo sé...no me malinterprete-dijo Randall sintiéndose un tanto culpable al comprobar los efectos de sus palabras en su compañero-solo intentaba bromear...

No, disculparse no era lo importante en ese momento. Escuchó el plan de Haviland y asintió.

-¿Es posible?....Alcanzar la otra chalupa, digo. No sé cuánto corre este trasto. Si es así, hagámoslo y luego ya veremos qué hacer.

Mientras hablaba Randall no dejaba de trastear con la computadora de la nave, ayudándose de su propia tablet para descrifrar el código y poder romper el sistema.

-¡Ah!-dijo cuando por fin, la pantalla de su tablet le reveló algo que pareció capatar su interés-.

Fuera lo que fuera, captó por completo la atención del científico, que se quedó absorto en la pantalla por un instante, sin hacer caso a nada más. 

Randall encuentra un archivo cifrado en el sistema en el que tras romperlo puede ver las coordenadas de un punto de encuentro etiquetado como : "ZONA DE EXTRACCIÓN".

-Lo tengo-dijo Randall-la ruta de la chalupa y el punto de extracción. A 45.000 kilómetros. Te lo marco. Debemos apresurarnos para capturar la chalupa antes de entrar en el rango de alcance de la nave madre.

El científico señaló un punto en la pantalla del cuadro de mandos para que el piloto pudiese visualizarlo.

-¡Excelente trabajo Randall!- exclamó el viejo Cruyff a la vez que le daba una palmada en la espalda al científico olvidando cualquier formalismo de etiqueta a raíz de la emoción.
-Prepárense*, pondremos a prueba este trasto-. Y comenzó a acelerar la chalupa en la dirección que el Señor Moss le había marcado.

Mientras maniobraba al inconsciente Asho hacia la zona de camarotes tras parchear el agujero del traje, dando gracias por la falta de gravedad, Jules se dirigió hacia los dos científicos restantes de la expedición, cuyos nombres no conseguía recordar por más que lo intentase. "A ver, 1 y 2, echad una mano, tenemos gente que necesita atención médica. Venga! Que este armario no se va a mover solo! Buscad un camarote que pueda cerrarse para sacarle el traje y operar antes de que se nos desangre"

Vió por el rabillo del ojo como Simon rebuscaba frenéticamente en el destrozado laboratorio. No podía oir la alarma, pero veía claramente los indicadores de alerta radiológica en los monitores. Madre mía, que desastre. La Sturgeon iba a necesitar un descontaminado completo, y no iban a poder acercarse a ingeniería sin trajes NBQ. Tomó nota mental para buscar en el almacen si alguien había tenido la previsión suficiente para cargar alguno con el material de la expedición.

Dirigiéndose a Simon, le instruyó "No, eso son epipens. Necesitas DTPA, son esas jeringas dobles de la derecha en el armario roto, sí, las azules y verdes. Coge tres, tienes que pincharte en el muslo una ahora, y luego otra cada hora durante las siguientes dos horas. Y bebe agua sin parar, tienes que mear como un caballo. Deberíamos tener suero por alguna parte, me va a hacer falta para estabilizar al grandullón... " acabó murmurando.

"Voy a estar un rato ocupado, los mareos y náuseas son normales. Si vomitas o meas sangre me avisas en seguida, en otro caso te examinaré luego. Y recuerda el entrenamiento, no toques nada hasta cambiarte, el traje y todo lo que llevas está irradiado también. Cámbiate enseguida y déjalo todo en un camarote aparte, ya lo tiraremos. No toques nada!"

Tras recuperar del laboratorio todo el material necesario, incluyó en el montón una botella de adrenalina sintética. Iba a necesitar una buena dosis para despertar a esa masa de músculos, y no quería correr riesgos con solo un segurata a bordo. Además parecía en buena forma, seguro que su corazón aguantaría. Aunque estaba perdiendo demasiada sangre, cuando se levantase iba a estar para el arrastre.

La Sturgeon parece estabilizarse dentro de su gravedad, a diferencia de sus habitantes que continúan con sus problemas de salud.

En tanto la chalupa robada empieza a perseguir a la que lleva a Talin. Los tres ocupantes se sientan en los sillones de aceleracion y la nave les inyecta el zumo. Con la chalupa pirata acelerando a 8gs, para poder alcanzarla no les va a quedar otra opción que superar esa aceleración, llegando a niveles difícilmente soportables para los humanos.

Para sorpresa de Haviland en cuanto empiezan a acelerar la otra chalupa empieza a usar sus motores de vapor para hacer maniobras erráticas. De alguna manera parecen saber que les persiguen.

Haviland casi había muerto ese día y no sabía aún cómo iba a terminar aquello. Estaba en su lugar en el mundo, sentado en la silla de pilotaje y con ambas manos en los mandos, aún así el estrés comenzaba a notarse.

Entonces hizo lo que hacía falta para que desapareciese. En unos pocos segundos tomó su terminal y la conectó a la nave.

-Señores, no me juzguen, por favor.- Música de siglos anteriores comenzó a sonar.

-Aumentaré la velocidad a 10g, eso alcanzará y no... esperen, me encanta esta parte... ¡teiik on miiiii! ... como decía, y no comprometerá demasiado nuestra salud. 

Havilland había tenido un error de cálculo y la chalupa de Talin amenazaba con escaparse. Randall pensó en cómo podría ayudarle. Quizá podría utilizar la computadora de abordo para intentar ayudar al piloto con los cálculos. O quizá podría intentar algo más agresivo: hackear la chalupa enemiga para inutilizar o incluso invertir la potencia de los motores.

Briannah apretó los dientes cuanto pudo. Incluso con las drogas la sensación de aceleración desmesurada era muy dolorosa, sobre todo para una lunática como ella no habituada a estar mucho en el espacio.

- ¡Adelante! ¡Necesit... No podemos dejar que se lleven a Talin, es una de los nuestros!

La idea impulsiva de interceptar la otra chalupa parecía buena, pero más bien era una locura, enfrentados a mínimo 2 soldados armados y expertos tres personas que eran expertos en otras cosas, si acaso, pero no en combate.

- ¿Detectaremos a la nave de recogida a tiempo? Probablemente sea un juego de niños para ella hacernos volar en pedazos. Randall, si aparece centra tus esfuerzos en identificarla.

No obstante, tenía que ayudar de alguna manera. Tratando de no parecer atontada por el jugo comenzó a contarles a sus compañeros.

- Joder, vosotros no me conocéis apenas, pero recién cumplida la mayoría de edad me incluyeron en un proyecto en el que teníamos que validar unos prototipos de misiles interceptores. ¡Me encantó! Y eso que tenía mucho de matemáticas: calcular trayectorias, velocidades, atracciones gravitatorias. 

Estuvimos semanas haciendo miles de pruebas, primero en el simulador, después en la superficie de ceres y finalmente en el espacio. A medida que practicábamos era más intuición y menos cálculo, como los rodeos en el antiguo fargüest. Por ejemplo, Haviland, si entrecierras los ojos y te centras en la trayectoria en la pantalla y no en los números del vector de dirección de la otra chalupa te será más fácil intuir por dónde va y no daremos los tumbos que dan ellos, recortando la velocidad más rápido.

¿Ves? Es como un juego. Randall, inténtalo tú también, verás. No lo programes en la terminal, déjate llevar e inicializa las variables de búsqueda de gradiente siguiendo tus impulsos.

-¡Está llena de sorpresas, señorita Briannah!-. Se le cruzó por la mente que quizás alguna vez utilizó uno de los misiles interceptores esos en el ejército marciano, o quizás le tiraron con alguno. 

-¡Lo intentaré! ¿Cree que pueda ayudarme a calcular el punto de giro para poder interceptar la chapula que perseguimos?-  Dicho eso, entrecerró los ojos y sacó a relucir su sexto sentido de pilotaje. Parecía funcionar, aunque no podría asegurar si era que realmente ese sentido de intuición existiá o simplemente le dió confianza y seguridad al viejo Haviland, lo que se transmitió en una manos más firmes a la hora de pilotar la nave.

Randall empieza frenéticamente a planear rutas que le lleven a interceptar la chalupa enemiga antes de que llegue al teórico punto de encuentro. Recibe al inesperada ayuda de un fallo de motor en la chalupa perseguida que le hace ganar unos preciosos minutos mientras lo reparan. Incluso las palabras de Briannha le resultan de utilidad.

Pero el piloto de la otra chalupa es demasiado hábil, contrarresta con maestría cada giro de Randall y pronto queda claro que no lo van a poder interceptar.

Aún así la nave nodriza aparece en los sensores de la chalupa. Una nave sin transpondedor del tamaño de una fragata. No tardan mucho en detectar que les esta disparando con su cañón de rail. A esta distancia, y pilotando de forma tan errática como lo hace Haviland, es francamente muy difícil que les puedan alcanzar.

Pero hay dos cosas que parecen claras:

- Si no lo estuviera usando contra la chalupa, y como alguien no haga algo, ese cañón lo tiene fácil para destrozar a la Sturgeon mientras siga flotando en linea recta.

- No tienen misiles. O no los quieren gastar con la chalupa.