Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

1.0 Una noche cualquiera...

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04/10/2019, 00:17
Alix

Alix apareció Bajando a paso acelerado de su "cueva", como la llamaban todos. Una de las habitaciones llenas de partes de maniquís, equipo electrónico probablemente robado, y varios arcones junto a multitud de lienzos a medio acabar y toda la pared llena de grafitis. Como si fuera un horizonte quebrando la propia realidad, se podía ver un mar de colores arco iris dibujados en la pared quebrada, llena de animales imposibles. Lo rodeaba una imagen de los habituales pintada en enormes rostros fractales con sombras de brillantes colores. 

La música era como siempre una mezcla de comercial, rap, dance y electrónica mezclada en una miríada de gustos y colores que representaban la variedad inalcanzable del local. Se acercó al DJ, con un par de "aspirinas" para animar la fiesta. Llevaba una chupa vaquera abierta con una camiseta pintada por él mismo con una nebulosa de colores asomando por debajo. Llevaba dos piercings de plástico fosforescente, unas gafas de sol metalizadas y una gorra amarilla con fractales negros puesta del revés.

Le golpeó la espalda, asintiendo ante la música e intercambiando comentarios sobre la fuerza que desprendía. Le hizo una petición especial y cuando empezó a sonar Sean Paul con Dua lipa se despidieron chocando las manos en un intrincado saludo. La canción era una mezcla de dance y rap, una canción de hacía unos años que le hacía volar. Solo le ponían ese rap comercial cuando se lo pedía por favor al jefe, pero no había nada que no se pudiera intercambiar en ese bendito lugar. Arte, favores, experiencias, sueños y fluidos corporales.

Se dejó llevar por los ritmos, dejó que la sensualidad de la canción animara su ser. Como si la cantante susurrara directamente a su corazón, como si su canción de deseo pudiera esgrimirse como una llave para abrir su propia alma y derramarse sobre la pista.

Empezó a bailar, como si lo hubiera poseído una fuerza primordial. El ritmo, como el latido de un corazón acelerado, moviéndose mostrando una plasticidad y contundencia fascinantes en los movimientos, incorporando saltos que había aprendido de Eve hacía solo unos días. Acercándose a cada mujer que se prestaba a llevarle el ritmo, acariciando su cuerpo, sintiendo la pasión que los únia para volver de nuevo a dejarse llevar por el canto ancestral. Como una de las mismísimas ménades de baco en mitad de una bacanal moderna.

Notas de juego

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04/10/2019, 21:16
Eve

Había bajado pronto de su cuarto. No tan pronto como para ser de las primeras. No. Eso no habría tenido el más mínimo estilo. Pero sí lo suficiente como para exprimir al máximo la noche.

Tras hacer un poco de skate por la tarde se había duchado con calma y arreglado. Algo sencillo. Unos pantalones y top palabra de honor blancos con un estampado de triángulos isósceles en verdes, rosas y azules en tonos eléctricos que además brillaban con la luz ultravioleta.

Para cuando Alix hizo su aparición Eve ya había bailado un buen rato y había conversado con varios grupos del local. ¡Cada cuál era más interesante que el anterior! Algunos chicos le habían invitado a copas, había conseguido los teléfonos de chicos y chicas, y varias chicas se habían mostrado interesadas por sus clases de yoga. ¡Hasta algunos chicos se habían interesado por las clases! Jajajaja Aunque intuía perfectamente cuál era su motivación real.

 

Hablaba con un par de chicas cuando captó la presencia de Alix que había irrumpido con fuerza en la pista de baile. Sonrío y les dijo algo a las chicas señalando en su dirección, a lo que ellas contestaron asintiendo y riendo. Juntas se lanzaron a la pista de baile como tres náyades bailando entre ellas mezclando sus cuerpos en una armonía perfecta con el ritmo de la música mientras lentamente avanzaban entre la gente hasta llegar junto a Alix.

Con una sonrisa Eve se separó un momento de las otras dos náyades y se unió al baile de Alix acercando ambos cuerpos en un fluido continuo. Las otras dos chicas bailaban entra ellas a su lado, a veces rodeándolos como dos satélites a su planeta.

Eve se separó para bailar de nuevo con ellas y otra de las náyades ocupó su lugar. Después la otra, y por último de nuevo Eve, dedicándole otra sonrisa pícara a Alix y guiñándole un ojo.

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04/10/2019, 23:39
Alix

Álix puso una rodilla al suelo cuando sus tres diosas se acercaron a el en un intrincado ritual de movimientos, caricias y quiebros aproximándose inexorables. Siguiendo el ritmo que marcaba el retumbar de los drums y la voz de la solista clamando por los deseos de la carne, se arrastró poniendo una rodilla tras otra en el suelo hasta plegarse ante las tres nayades. Empezó a rodar en el suelo  levantándose con una pierna en alto cual B-boy profesional y tomando de los brazos a una de las esculturales mujeres cuando se puso de nuevo en pie. Podía oler el perfume de sus labios, el calor de su mirada al tiempo que como dos imanes se acercaban y se repelían en movimientos fluidos. Una tras otra, como pirañas buscando desgarrar su corazón se acercaban y se alejaban de su cuerpo y su expresión anhelante.

- Espero que me des sus teléfonos. Por dios dime que me darás sus teléfonos.- Dijo con un gesto de súplica cuando Eve se acercaba en solitario, sonriendo divertido.

Cuando la canción dejó paso a la siguiente mezcla de rap y electrónica Álix retomó la fuerza de sus gestos, saltando con cada acorde al tiempo que se agachaba ante esa Diosa de pelo rubio, acariciando el top de Eve, susurrando sandeces sin importancia al tiempo que disfrutaban de un momento único de complicidad. Sin reglas, sin necesidad casi de palabras. Solo el movimiento de sus cuerpos, la verdad de sus miradas.

Me tendrás que decir como venir a tus clases de Yoga, necesito más elasticidad para cumplir con las expectativas.- Dijo con una sonrisa socarrona. 

Entonces una idea alocada cruzó por su mente. Rebuscó en sus pantalones anchos y encontró un pequeño pote de pintura. Con un gesto rápido cogió su zapato y lo hundió en el espeso líquido color verde fluorescente. Volvió a ponerse el zapato y dió un largo trazo con el pie. Sonrió a Eve y le ofreció el pote a ella.

-¿Te atreves? Yo te guío. Vamos a dibujar nuestras almas en la pista.

Notas de juego

Si me paso de loco avisadme XD

 

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05/10/2019, 23:32
Director

Notas de juego

 

Un temita pa animar la fiesta!

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06/10/2019, 04:04
Vesper Blue Proctor

Blue dio unos retoques a su cabello con gel antes de bajar a la pista y se acomodó los bordes de la solapa de su saco blanco inmaculado, debajo una camiseta musculosa al cuerpo negra, jeans y zapatillas de lona negras. Ah, sí los anteojos de espejuelos violetas.

Bajó las escaleras animado por la música que ascendía hasta su escondrijo como el humo por una chimenea y ya antes de llegar las luces intermitentes le indicaban el camino hacia su destino, una multitud apretándose, gimiendo y sudando: nada mal. Con solo poner los pies en la pista se empezó a mover al compás de la música mientras saludaba a los habitués (que reconocía ya con solo ver sus formas contra las luces de color) chocando los cinco, dando besos y abrazos dependiendo de qué tan cercanos eran.

A lo lejos vio a Alix y a Eve bailando el uno contra el otro y decidió que era su deber hacerlos sentir más en su casa de lo que ya se sentían... pero en un rato. A Vesper le gustaba espiar a veces y así, desde una distancia prudente, los vio interactuar entre sí en esa mortalmente sensual línea delgada que era el baile hasta que él sacó algo del bolsillo del pantalón y quiso saber qué era, definitivamente no iba a averiguarlo desde esa distancia.

Fue acercándose al ritmo de la base techno, apresurándose con la música, moviendo los hombros y la cabeza, las caderas y cuando estuvo a pocos pasos comenzó a hacer el robot solo para hacerse la graciosa. Luego de unos cuantos movimientos mecánicos que iban dibujando una sonrisa pícara en sus labios sonrosados se paró en seco y dijo a viva voz con las manos en la cadera: -¡Se acabó la diversión vagos, llegó la ley! -esa noche su aspecto era completamente andrógino, la musculosa negra no hacía si no sembrar más duda, a excepción de los ojos suavemente delineados. Prorrumpió en risas de pronto -¿Cómo están los niños de la casa?

 

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06/10/2019, 18:59
Redmond Fox

Hoy no se había vestido para bailar. Llevaba una camisa clara de cuello abierto, y una americana con pantalones a juego, de un color negro rojizo. Las sempiternas gafas de espejo redondas ocultaban sus ojos. Llevaba un tiempo en la fiesta, pero no estaba en la fiesta; merodeaba por sus límites, observando con un perezoso distanciamiento.

En la mano sostenía un vaso con whiskey. No era el primero que se tomaba, ni el segundo. Apoyado sobre una columna, simplemente observaba el flujo de las personas yendo y viniendo. Se divertía tratando de predecir dónde llevaría la música a cada bailarín, qué personas formaban parte de cada grupo y qué parejas se formaban y destruían como estrellas de un sistema binario que se precipitaban la una contra la otra.

Alix estaba haciendo algo interesante en el centro de la pista con tres muchachas. Alix solía hacer siempre cosas interesantes, pero era la primera vez que le veía intentar llenar el suelo de la pista de baile de pintura. 

Ah, sí, por fin comenzaba a relajarse. Habían sido un par de días duros, pero ya notaba que el dulce cansancio le invadía. Un poquito más de alcohol y podría irse a dormir. Quizá en un par de horas.

Notas de juego

Me tenéis que decir cómo hacer para que los vídeos os salgan tan chiquitines ;)

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06/10/2019, 22:51
Director

 

Beat no tenía pensado salir a pinchar esa noche y observaba la pista de baile desde una de las pasarelas elevadas. El mar de cuerpos bajo él se mecía, tomando fuerza, como presagiando la  tormenta embravecida que Podía llegar e ser... Las olas de sensaciones y emociones inundando el espacio y salpicando sus sentidos al ritmo de la música.

La Peña esta bastante arriba, piensa. -¡Mola tron!- le dice a Red.

Apoyado sobre una columna, simplemente observaba el flujo de las personas yendo y viniendo

Este dio un respingo, unos segundos antes la persona que había a su lado era una muchacha que saltaba como un resorte animado por las ondas electrónicas. Beat solía aparecer así, de la nada; había alguien a tu lado, y de repente al volver a mirar había desaparecido y era él quien allí estaba.

Pero no son los temas de su colega a los platos lo que el DJ escucha, sino un ritmo más íntimo, el Beat que se encierra en lo más hondo de cada una de las mentes y los cuerpos que fluyen bajo su mirada. *¡Beat!... !Beat!.. Beat!... 

Eso era lo que sentía cuando se colocaba, el Ritmo del Mundo...  y si podías oírlo, eras capaz de controlarlo. Cuanto más colocado estaba mejor se le daba sintonizar con esa melodía de todas las cosas, y ese día se había puesto hasta arriba ¡YES! Fue entonces cuando se fijó en Alix y Después en Eve, y decidió bajar a la pista. 

-Escucha colega. -le dijo a Fox antes de marcharse, mirando en las lentes redondas su reflejo de pupilas dilatadas, tan profundas como una pareja de agujeros negros que pudieran absorberte el alma- ¿Puedes ir a buscar todas las pirulas que tengas? Me da igual lo que sea, lo que cuenta es que todo el mundo se coloque. -y pasando su brazo por el hombro de su dealer siguió, señalando con el otro brazo extendido a donde los nuevos residentes bailaban -Cuando acabe su baile se las das a Eve, y que lo reparta entre la peña. ¿Harías eso por mi?- Caro!, fue el primer pensamiento que cruza la mente de Redmond, un pensamiento intruso, que había asaltado su conciencia, a traición y sin piedad, echando a patadas cualquier otra idea...  

Sin esperar respuesta, pues nadie suele decir que no a los caprichos de Beat cuando este Habla, el DJ descende las escaleras, moviendo la cabeza y los hombros para seguir el pulso de la percusión, pero meciendo su cuerpo al ritmo de las subidas y bajadas de un vals invisible que solo él escucha, al acercarse buceando entre la masa de carne y energía emocional que lo empapa. 

Se situó a cierta distancia, al igual que Blue (o era Vesper? uno nunca puede estar seguro de qué máscara lleva puesta...), no lejos de la cabina, pero lo suficientemente cerca de Eve como para poder saborear el eco de sus talentos. La chica impregnaba el aire a su alrededor con una esencia almizclada, y un olor más perceptible a sexo si te acercabas y la tocabas. Pudo apreciar como ella también influía en las mentes de los que la rodeaban, al coger al vuelo alguna imagen que su Arte provoca en los subconscientes de aquellos con quien bailaba.

Le parecía que se iba a llevar bien con esa rubita con cara de niña buena pero insoportablemente morbosa... El pondría la música y las luces para que ella encendiera la pista de baile. Estaba deseando que Helena la entrenara en La Danza del Aire, y verla volar semidesnuda sobre los rostros de mirada atónita de un mar de almas.

Sin embargo, la niña produce en él sensaciones encontradas; una mezcla de excitación y peligro, pues le parece que esa carita de ángel esconde un demonio, como le muestra su cuerpo en sus movimientos y actitudes, y piensa que podría llevarlos a todos a la gloria más elevada... o al pozo más profundo del infierno. 

Entones vio que Alix iba a empezar algo grande y borró esas ralladas de su mente. ¡Joder!, si que me ha dado fuerte, piensa...

Sin dudar un segundo más se sube a la cabina, le susurra algo al oido a su compi, se coloca los cascos, y se pone a los mandos de los platos. Era el momento perfecto. Blue llegaba haciendo el robot. La saluda con un pulgar hacia arriba y empieza a mezclar. 

Sin que se note, como si lo que viene fuera lo que el flow necesitaba, y no pudiera ser de otra forma, incluyó en la base electrónica del tema que sonaba una voz femenina que canta una sensual y excitante descripción de un cuerpo humano. La melodía va produciendo en la gente, según el ritmo evoluciona, la necesidad de admirar a esa Náyade que había irrumpido esa noche como un maremoto en SU pista. Jugó también con las luces, un poco, dejando el local casi a oscuras excepto los reflejos de la bola de espejos y, aquí y allá, algunos rojos y y azules. 

El parpadeo estroboscópico y un foco ultravioleta ilumina al ahora trío, alrededor del cual se ha abierto un círculo para dejarles espacio, como un claro en mitad de un bosque de ansiosas miradas. Resalta el trazo flúor de Alix y el interior de su bote, con una energía que parece que la pintura palpita con fuerza vital propia.

Tensión!... Tensión!... cuanta belleza!

Tensión!... Tensión!... cuanta belleeeza!.....Cuanta belleza.

 

Notas de juego

*Nota del Narrador: de ahí viene su nombre aritistico.

Los vídeos creo que se les cambiar el tamaño simplemente encogiendo la imagen, pero desde la rablet no veo la forma. Por cierto, este tema es de una muy buena amiga, escuchadla a ver si os mola. Se llama María Guadaña

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07/10/2019, 00:13
Eve

 

- Espero que me des sus teléfonos. Por dios dime que me darás sus teléfonos.- Dijo con un gesto de súplica cuando Eve se acercaba en solitario, sonriendo divertido.

 

- Oh, cariño, ¿qué pensarían ellas de ti si yo te lo doy? – replicó Eve en un tono compungido claramente provocador – Ve y toma la fruta madura que se te presenta… - le dijo en una imperiosa invitación lasciva a satisfacer sus deseos, a atreverse a dar el paso el mismo, a tomar lo que ansiaba y no limitarse a esperar que los demás le dieran aquello que quería; él era el actor de su vida, no un espectador.

 

Se alejó un paso de Alix divertida, guiñándole un ojo, girando sobre sí misma con los brazos extendidos como queriendo mostrarle no solo a las dos chicas, sino que todo el mundo estaba a su alcance, todo era para él.

 

-¡Se acabó la diversión vagos, llegó la ley! -esa noche su aspecto era completamente andrógino, la musculosa negra no hacía si no sembrar más duda, a excepción de los ojos suavemente delineados. Prorrumpió en risas de pronto

 

Paró un segundo con cara estupefacta para con la misma gracia acercarse Blue con los brazos extendidos y las manos juntas poniendo morritos.

- Por favor, agente, espóseme, porque he sido una chica muuuuyyyy mala… - para con el mismo movimiento dar un salto y reírse. Al caer girando sobre si misma percibió las luces que ahora los enfocaban y que remarcaban los colores de los triángulos de su conjunto haciendo que el blanco quedara más de fondo y diese la impresión de que los triángulos era una especie de pintura tribal que cubría su cuerpo desnudo.

Cogió por la mano a Blue llevándolo junto a Alix y la pintura que les ofrecía para pintar la pista de baile. Miró a este un momento a los ojos y con un leve asentimiento aceptó su propuesta. Miró un instante también a los ojos de Blue y con un leve cabeceo le invitó a unirse a la sesión de pintura. Sin necesitar más palabras, dejando que su cuerpo hablar por ella, pisó la pintura y comenzó a dibujar junto a Alix. Dibujos imposibles que no podrían hacerse nada más que saltando con los pies, pues tenía también las manos para apoyarse, girar y rodar por la pista manteniendo los pies lejos del suelo hasta el momento preciso en que quisiera añadir una raya o una pisada al conjunto que dibujarían los tres.

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07/10/2019, 00:13
Eve
Sólo para el director

Notas de juego

Me gustaría usar Mente 2 para transmitir más potencia a la sensación de sensualidad, excitación, desfase, que quiere transmitir el trío. Quizás el baile que estamos haciendo pudiera considerarse un Ritual a efectos mecánicos y el uso de Danza para rebajar la dificultad de la tirada de Areté :)

Al ser un prólogo no sé si quieres que hagamos tiradas para estas cosas o que lo mantengamos más narrativo. Tú me dirás :)

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07/10/2019, 00:20
Alix

Cuando Eve le invitó a tomar la fruta prohibida, un grito tribal, profundo, atávico nació de su pecho aullando a la vida. Saltando de nuevo como una bestia enloquecida, sin perder el ritmo frenético y acompasado sintiendo el latir del propio local retumbando en su cuerpo. Esa enigmática mujer apareció en escena como un misterio por descifrar. Eve se ofreció, insinuando sus curvas del pecado y con una expresión capaz de enloquecer al mas casto de los santos. 

Se sentía como en casa, un lugar sin ley, sin normas, donde cada uno podía ser quien era. Donde no se pedían explicaciones, donde la imaginación y la creatividad eran el aire que todos ellos respiraban. Entonces la mujer rubia a la que en tan poco tiempo había considerado como su mejor amiga, su hermana, desconocida y comprendida hasta el mas profundo de sus silencios,un silencio compartido entre susurros, empezó a volar.

Rebuscó mientras, como una tormenta de verde fluorescente, fileteada por haces de luz y cubierta con marcas tribales acariciando su piel, Eve bailaba en la pista como un tornado desatado. Tomó un pote de rosa fluorescente y lo ofreció a la misteriosa mujer de pelo corto y mirada hipnótica, Blue ¿O era Vesper?

- Agente, no tengo nada mas que declarar.

Le dijo enterrando sus dedos en el liquido rosa y entregándoselo a Vesper para que hiciera con el lo que quisiera. Podía unirse, podía aspirar sus vapores, podía dejarlo abandonado y lanzarlo contra el suelo. Eran almas libres volando en un cielo de tormenta.

Al tiempo que la música volvía a cambiar siguiendo el ritmo frenético de sus cuerpos. Álix se puso a los pies de esa voluptuosa sílfide rubia, andrógina, perfecta, para reseguir sus pisadas con trazos de rosa fluorescente. Como si de flores se trataran, enormes explosiones de color empezaron a aparecer en una compleja danza, entre el cielo y la tierra. Con las manos manchadas, la camiseta empapada en sudor y el alma arremolinándose alrededor, como una cometa atada y sacudida por el viento. Alcanzó a ver como Redmon observaba desde el fondo invitándolo a unirse con la mirada, casi podía ver sus lentes especulares, distorsionando una realidad imposible, como su críptica pintura que lo transportaba mas allá del mundo real.

Tirándose de rodillas justo cuando Eve se alzaba por encima del suelo sobre sus manos en una voltereta imposible, trazó mas líneas verdes con la punta de sus deportivas al tiempo que señalaba a sus compañeros de armas. Este era su momento. Se dio la vuelta con la cabeza alzando el cuerpo del suelo en un pino que cubrió de verde su pelo. Riéndose de si mismo saltó de nuevo recorriendo las paredes con los dedos. Animando a todos los locos que habían decidido venir al House of yes a plasmar sus sentimientos con los dedos, los pies, imprimiendo un enorme cuadro pintado con sus cuerpos en la vorágine de la música del gran Beat. Dejando que su musa le inspirara para convertir todos los trazos individuales, tímidos, enloquecidos y solitarios en un todo conjunto con forma de corazón y rostro de inocencia. Lleno de verdad, y de belleza.

Notas de juego

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07/10/2019, 12:32
Vesper Blue Proctor

Sonreí deleitada ante los movimientos de Eve y Alix y al percibir las intensas vibraciones de su encanto me dejo seducir como la víctima culposa que soy, o que me gusta pretender ser. Mis ojos los recorren a ambos con hambre por encima de los anteojos que lo único que hacen en aquel ambiente en semipenumbras es hundirme en la suave caricia del vacío en el que todos nos arremolinamos sin fin, girando sin control hacia el agujero negro del centro de la galaxia junto con todo lo que nos rodea. Al final hay que concederle a Freud que todo es Tánatos y Eros, pendiendo sobre el abismo de la muerte y la vida está la cornisa del deseo.

Pongo las manos delante de mí como quien recibe el regalo de una deidad y miro la pintura divertida, meto la mano y me pinto inmediatamente la cara y las manos, luego me las pongo en las suelas de las zapatillas y empiezo a llamar a los que están alrededor bailando invitándolos a hacer lo mismo. Aprovecho y, cómo no, imprimo mi mano en cuanto trasero, pecho y demás partes apetecibles del cuerpo me son ofrecidas. Inclusive en algunos imprimo mi mano en la frente como una suerte de Saruman de los bajos fondos.

Luego me acerco a mis compañeros y trato de unir sus movimientos con los míos haciendo una secuencia en la nuestros cuerpos dialoguen, buscando una danza común.

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07/10/2019, 16:46
Redmond Fox

-Escucha colega. -le dijo a Fox antes de marcharse, mirando en las lentes redondas su reflejo de pupilas dilatadas, tan profundas como una pareja de agujeros negros que pudieran absorberte el alma- ¿Puedes ir a buscar todas las pirulas que tengas? Me da igual lo que sea, lo que cuenta es que todo el mundo se coloque. -y pasando su brazo por el hombro de su dealer siguió, señalando con el otro brazo extendido a donde los nuevos residentes bailaban -Cuando acabe su baile se las das a Eve, y que lo reparta entre la peña. ¿Harías eso por mi?- Caro!, fue el primer pensamiento que cruza la mente de Redmond, un pensamiento intruso, que había asaltado su conciencia, a traición y sin piedad, echando a patadas cualquier otra idea...  

Sin esperar respuesta, pues nadie suele decir que no a los caprichos de Beat cuando este Habla, el DJ descende las escaleras [...]

¡Claro! El pensamiento se cuela en su cerebro y se hace con el control. ¿Cómo no? - Claro. - responde, con una media sonrisa, aunque probablemente Beat ya no le escucha, mientras se aleja hacia la gente que baila.

No lleva pirulas encima, hoy no. Están en su taller privado, pero ¿quién le dice que no a Beat?

¡Claro! ¿Qué mejor que un poco de claridad? Tiene justo lo que necesitan los entusiastas de la pintura que van a dejar el suelo de la House of Yes hecho un cuadro (¿qué cuadro? Puede ser interesante verlo, aunque estoy tan cansado...). En su taller hay unas pastillas casi recién cocinadas. Meta, en su mayor parte, aunque también algo más, que hará que el efecto tarde menos en comenzar.

Red cierra los ojos y Habla. - Gis'graph-Urgraph Gisgdonundruxfam Malsme'don Gis'graph. - Después, mete la mano en el bolsillo interior de su americana, la saca en su laboratorio y coge la bolsa con las pastillas, que deja allí, en su bolsillo. Nota el tirón de la Realidad, resistiendo, como le enseñó Britanny que sucedería cada vez que usara su Arte. Pero es un tirón flojo, pues nadie ha oído sus palabras entre el estruendo de la música. Y a nadie le parecería raro que Red llevara encima unas pirulas.

Comienza a andar hacia la pista. Tiene un don para esquivar a la gente que se arremolina a su alrededor. Y, aún más importante, para que no se derrame su vaso, que lleva frente a sí como si fuera el mascarón de proa de la USS Efedrina. - Cuidado, cuidado, mi vaso. Gracias. - La verdad, es fastidioso tener que estar allí, él debería estar ya a punto de tomarse sus últimas dos copas e irse a la cama. Lo hará en cuanto le de a Eve las...

Claro...

Beat le ha manipulado. Probablemente sin mala intención (parpadea, mira el interior de sus gafas y ve de nuevo el reflejo de los ojos de Beat en ellas... sí, lo que sospechaba; iba puesto hasta arriba), pero eso no hace que le fastidie menos. No le gusta nada que le hagan algo así, y se lo hará saber a Beat en algún momento del futuro. De algún modo que le jodiera, aunque solo fuera un poquito.

Ahora, sin embargo, tenía que entregar su mercancía. En fin...

Se para un momento, rodeado de gente. Aún le falta un buen trecho para llegar, y no podrá hacerlo sin sacrificios. - Adiós, viejo amigo. - dice, mientras deja su vaso en las manos de un chaval que lo adopta como quien adopta a un cachorrito. Después, cabecea una, dos, tres veces, hasta que pilla el ritmo de la música. Una palmada. Brazos frente a él y... a bailar (ay, hoy no había venido vestido para bailar). La música y las matemáticas son dos caras de una misma verdad universal, una que Red comprende de forma instintiva. Comienza a moverse hacia el centro de la pista, orbitando hacia Alix, Eve y Blue, danzando de un cuerpo a otro. Agarra suavemente a una chica de la cintura y, casi instantáneamente, la suelta mientras gira con su cuerpo y se acerca a otro bailarín. Mientras tanto, aprovecha para ir uniendo con sus pies las distintas marcas de pintura que va encontrando, conectándolas.

Al fin, la gravedad del sistema trinario que se movía en el centro de la pista le atrae a su pozo gravitatorio. Ya está cerca y Alix le ve (sonrisa, conexión). Blue también le observa llegar (reflejos que se entrecruzan un número infinito de veces en sus respectivas gafas de espejo). Ya está casi junto y pone sus manos frente a su cara... a tiempo de interceptar la mano llena de pintura de uno de los bailarines satélite. Se desembaraza de él (o ella) con un giro y se pinta, con la pintura que embadurna ahora sus manos, unas líneas de color bajo sus ojos, que disimulan sus cadavéricas ojeras reales.

Al fin está al lado y se pone al lado de Eve. Apenas lleva allí un par de semanas y ya es casi la dueña del local. Es, sin duda, la dueña de la pista de baile. Aprovecha un instante a sincronizar sus movimientos y... la coge de la mano. El contacto es suave y cálido, pero firme, y por un instante, solo por un instante, se mueven al unísono, uno junto a la otra, espejo contra mirada. Los pantalones de Red ya están llenos de pintura, y también parte de su americana. Pero, oh, lógico; no había venido vestido para el baile. Entonces, con un movimiento rápido, Red se acerca a Eve, lo suficiente como para que su olor le arrebate (asociaré esta noche siempre a este olor) y entonces le habla en lo que sin la música sería un grito y con la música que los invade, un simple susurro. - Repártelas, regalo de Beat. - Y pone su otra mano en la mano libre de Eve, dejándola el paquete con las pastillas que ha sacado del interior de su chaqueta.

Misión cumplida. Siente la orden de Beat desvanecerse. Toca retirada.

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08/10/2019, 20:52
Director

Arthur se dirigió a Williamsburg dispuesto a disfrutar de The House of YES, una noche más, tras acicalarse en su lujoso Penthouse en el Upper Esat Side.

El Rolls Roice se deslizó por la cuidad como un Fantasma, haciendo honor a su nombre y su ocupante*. Salieron de Manhattan y cruzaron el East River por el puente de Queensboro, que tras pasar sobre la isla Roosevelt conecta la gran manzana con Long Island City. Al cruzar el puente pudo divisar, en el parque Gantry, desde lejos, el brillo carmesí del cartel Vintage de Pepsi Cola y el par de impresionantes grúas antiguas de acero, en las que rezaba el nombre de Long Island, y que en el pasado se habían usado para trasladar mercancías desde los trenes a las barcazas que cruzaban a Manhattan.

El parquecito era un precioso rincón a orillas del río, frecuentado sólo por gente local, excepto los fines de semana cuando se podía ver algún turista que deseara salirse de los circuitos más típicos. Era perfecto, salvo por las altas torres de apartamentos que habían construido a sus espaldas.

Después enfilaron por la gran avenida que, en Long Island City, se llamaba Jackson, para cambiar su nombre por McGuiness Blvd. tras de cruzar el puente Pulaski. Giraron a la derecha para recorrer Norman y Wythe Ave, y finalmente por la 10th hasta llegar al parque River.

Pidió a su chofer que lo dejara allí, pues prefería no llamar la atención. Le gustaba ese parque, aunque no era tan bonito y bien cuidado como el Gantry, desde allí se podía contemplar una de las mejores vistas del Sky Line de la isla al otro lado del río.

Continúo paseando tranquilamente hasta la entrada. Se cruzó con bastantes grupos de jóvenes, pues a parte de The House, la zona contaba con numerosos locales nocturnos.

Al llegar, como de era costumbre, había cola, pero él se dirigió directamente a la puerta y el personal de seguridad le dejó pasar con un guiño a modo de saludo.

Esa noche tenía la firme intención de encontrarse con Diabolique, con la que no había podido conversar desde que la “rescataron” y se unió al colectivo, no hacía más de una semana...

Notas de juego

Mierda... no se que ha pasado que se ha perdido la última foto al copiar el texto y volver a pegarlo desde word... ta la volverá a buscar y la cuelgo

Edito: Listo, esa foto tiene copyright, es de Thomas Farina y la saqué de un artículo del Washington Post.

*el coche el un Rolls-Royce Phantom

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09/10/2019, 00:31
Vesper Blue Proctor

Estoy bailando de lo más compenetrada, el beat de la música -su mismo latido- penetra mis poros, retumba en mis órganos, se acompasa a mi corazón. Alzo las manos al cielo y muevo las caderas de una forma rítmicamente violenta que dejaría a Shakira en la ignominia y me río lanzando una carcajada que llena mis pulmones. Luego me detengo a cambiar de estrategia, porque me gusta desconcertar a la gente, y comienzo la rutina de Uma Thurman en Pulp Fiction cuando está en el concurso de twist, es un lujo que solo algunos se pueden dar el hacer el ridículo cuando les place. Todo eso manteniendo una expresión imperturbable de resting bitch y los antejos puestos.

Entonces llega Red, una total sorpresa... No parece del tipo de bailar. Veo el intercambio sospechoso que hacen con Eve y ya me supongo de qué va la cosa, también me supongo de qué va su laboratorio experimental, ese al que no me ha dejado entrar todavía. Yo tampoco le he mostrado mi vivero y me estoy preguntando seriamente si debo dejarle tener la belladona al alcance de su mano.

Por su lenguaje corporal lo veo dispuesto a la retirada -¿Ya te vas tan pronto, aguafiestas? -lo pincho -Un poco de baile no le hace mal a nadie.

Luego miro a Eve -¿Te ayudo con eso?

Notas de juego

:-P

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09/10/2019, 10:30
Director

Notas de juego

Señor Fox, recuerde sus defectos...

Cita:

Adicción (Drogas)
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09/10/2019, 16:26
Redmond Fox

Por su lenguaje corporal lo veo dispuesto a la retirada -¿Ya te vas tan pronto, aguafiestas? -lo pincho -Un poco de baile no le hace mal a nadie.

Se rió al escuchar a Blue intentado picarle - Tentador. - gritó/susurró cuando Vesper se puso cerca de él. Y, en realidad,  fue tentador. Hasta movió su mano, con la intención de buscar si algo se había quedado en el bolsillo de su chaqueta. Pero estaba cansado y este "pintoresco" baile (unió dos líneas que no lo estaban antes, con un movimiento del pie; así mejor) tenía pinta de que iba a tener entretenidos a todos los parroquianos durante mucho tiempo. 

Así que resistió a duras penas, alejó su mano de su bolsillo mágico y decidió que la pobre Blue se merecía una mínima explicación. 

Luego miro a Eve -¿Te ayudo con eso?

- Venga, venga, tú puedes; todos confiamos en ti, Eve. - le dijo a las dos chicas, mientras cogía a Blue por la cintura y tiraba hacia ella ligeramente, alejándola de la (espectacular y nada andrógina) reina de la pista. Dio un par de vueltas con Blue (la muy andrógina pero también muy reina de la pista) entre sus brazos y giró, giró, y la dejó alejarse un poco, pero cogidos de la mano y la atrajo de nuevo hacia él, mientras pintaba la pista y creaba un espacio para ellos dos solos, aún rodeados de cuerpos sudorosos y entusiasmados. 

Y al fin terminaron juntos, con Red a la espalda de Blue, sus cabezas muy juntas y la boca de Red muy cerca del oído de Blue. - Otro día te juro que bailaremos juntos... pero es que hace tres o cuatro días tuve una pesadilla. - Las manos de Red, que estaba inicialmente en los costados de Blue, subieron por su blanca camisa dejando un rastro de pintura que, casualidades de la vida, formaban un par de runas en enochiano. -  Y como la experiencia fue horrenda, me tomé una de mis pastillas. Y llevo tres días despierto. - añadió la última frase con un ligero tono de cansancio y un gañido de perrito apaleado. - Pero te prometo que la próxima vez bajaré vestido para bailar y no vestido para dormir... - Rozó su mejilla con la mejilla de Blue, levemente, como un gato saludando a otro, con un ronroneo - ... y bailaremos.

Y con esta última sentencia, giró por última vez, soltó a Blue y mantuvo su mano extendida por un momento hacia ella, antes de alejarse y perderse entre la multitud. 

- Tiradas (1)

Motivo: Voluntad

Dificultad: 7

Tirada (5 dados): 3, 2, 7, 7, 4

Éxitos: 2

Notas de juego

Que conste que he tenido que pasar una tiradita de Fuerza de Voluntad para irme. Divertíos, muchachada. Besitos.

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09/10/2019, 19:46
Arthur H. Wheeler

Para Arthur la noche se le antojaba serena, apacible y armoniosa dentro de la burbuja que le brindaba la comodidad de su auto. Era una suerte vivir en esa zona de Nueva York, tan tranquila, pero sin duda no era ajeno a los peligros que encobija la oscuridad al anochecer. Venía pensando en lo que había ocurrido noches antes, con aquella muchacha tan interesante que se hacía llamar Diabolique, había algo en ella que todavía no descifraba y que estaba decidido a descubrir. Quería conocer más de ella, su historia, su pasado… cómo descubrió su “Don” y cómo fue que llegamos a rescatarla. Era como si el gusanito de la curiosidad –literalmente– horadara su mente para comprenderla, tal vez novelizarla. –Si ella estuviera de acuerdo, claro… –se dijo a sí mismo.

El coche se detuvo a un lado del East River State Park, en Brooklyn, lejos de su tranquila Manhattan y el chofer se apresuró a abrir la pesada puerta trasera de su Rolls-Royce. Ya desde lejos se podían oír los sonidos de la ciudad, vibrante, sensual, caótica e impredecible. El parque era un oasis en medio de todo ese ruido, y además la forma más pintoresca de llegar a la House en Williansburg sin dejarse ver. Decidió apreciar la vista del panorama urbano de la ciudad que se abría al otro lado del río con la única compañía de un cigarrillo. Su mente halló paz por unos minutos, hasta que se consumió por completo y continuó su camino.

En la puerta del club ya lo conocían y no era necesario para él hacer fila, las personas que aguardaban por entrar reaccionaron con una suerte de confusión entre saber y no saber de quién se trataba, uno que otro seguramente pensó que “ese tío que acaba de entrar se parece MUCHO al escritor de En el nombre de Dios…”, o alguna otra de sus novelas. –Gracias –dijo, de forma imperceptible al portero mirándolo a los ojos, casi sin esforzar su voz.

Al entrar, en seguida la vibración de las personas bailando, el calor de sus cuerpos y el olor de la pasión del lugar le hicieron dibujar una leve sonrisa en su rostro. No era él una persona de fiestas tan movidas y entretenidas, desde luego, pero disfrutaba ver cómo las personas se olvidaban de sus problemas en la pista y creaban un nuevo patrón, fugaz y temporal, al hacerlo. Dejó su abrigo en la entrada, vestía un hermoso traje de cachemira de tres piezas de exquisito diseño italiano y una camisa blanca de algodón de alpaca, con una corbata carmesí que resaltaba sutilmente su estilo. Su perfume era capaz de inundar los sentidos de quien estuviera cerca de él, un aroma a lavanda, bergamota, musgo de roble y maderas frescas se unen en el afecto y la sensualidad del ámbar para crear una fragancia inconfundible e irrepetible al contacto con quien la porta.

Necesitaba ir a tomarse un trago en uno de los reservados del club, tal vez para encontrarse con sus compañeros o con la misma Diabolique, a quien buscaba con la mirada detrás de sus gafas de carey. En su caminar por la pista de baile para llegar a esos reservados, se mantuvo inmaculado. Las personas mantenían la distancia con él de forma involuntaria, como abriéndole el paso sin que se dieran cuenta, volviendo a su lugar tan pronto Arthur pasaba de largo, casi como el mar Rojo se abrió ante Moisés durante el Éxodo, pero con un tono mucho menos dramático. Casi.

Sonríe al ver a Alix, Vesper, a Eve y a Redmond en la pista, pero piensa que sería impropio importunarlos en su diversión. Aunque no por falta de ganas de irse a meter al ajo, como se dice informalmente, sino más bien por una suerte de sentido del decoro que pocos en el lugar llegaban a entender, mucho menos a compartir. Pero por alguna razón, lo respetaban.

Al llegar a uno de los sofás frente a una mesa, pidió un whiskey doble, seco y algo para tapear mientras esperaba a Diabolique. Encendió otro cigarrillo apenas le llevaron el trago, y él mismo lanzó un suspiro involuntario al sentir el buqué del escocés y del cigarrillo pasar por su garganta. –Si no fuera por esto… –murmuró en silencio para sí mismo. –… los espacios intermedios de la vida serían insoportables –pensó.  

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09/10/2019, 20:14
Eve

Estaba ensimismada en el baile con Alix y los extras que él y Vesper se trajeron, en tratar de seguir los trazos en lo que debía ser el primer cuadro vivo de la historia, todos moviéndose al son de la música bajo la luz violeta remarcando la pintura. Desearía tener la capacidad de separar su consciencia de su cuerpo, de extender sus sentidos más allá de esa cáscara terrenal que tanto se afanaba en transcender, para poder observar el cuadro desde las alturas, en todo su conjunto, en toda su magnificencia…

No obstante, aún debía seguir trabajando el cuerpo y la mente para lograr separar su psiquis. Lo que sí podía hacer mientras era asegurarse que todos los que la rodeaban vivieran la mejor noche de sus vidas, ayudarles a transcender sus propias limitaciones autoimpuestas por la mente y las constricciones del cuerpo… al menos, un poquito.

Tal y como ella sabía desear es poder. El deseo mueve el mundo. El deseo alimenta la mente, el instrumento más poderoso de la creación. El deseo. Si deseas algo con la suficiente fuerza el universo entero confabulará para que se haga realidad y esa noche ocurrió de nuevo. En respuesta a su deseo, al poder de su psique, Redmond había llegado con una nueva hornada de pastillas listas para repartir, incluso antes de que ella tuviera que formularlo en voz alta, justo en el momento en que lo había deseado de verdad. Así era como funcionaba el universo y House of YES era su epicentro.

 

Le sonrió cómplice cuando se la entrego.

- Gracias – le dijo al oído mientras le acariciaba la mejilla contraria con dulzura para terminar dándole un beso en la mejilla, sin haber llegado a oír realmente que el regalo procedía de Beat.

 

Vesper no tardó en percatarse y se sumó al nuevo proyecto de equipo. Pareció que a Redmond no le hacía mucha gracia, pero aquí eran como una familia y en las familias todo se comparte. Se echó un puñado en la mano y le tendió la bolsa a Blue.

- Claro, cielo. – le contestó dejándole con Redmond tratando de convencerlo en quedarse. Sabía bien los rollos en los que no debía meterse y ya tenía claro que había una conexión especial entre esos dos. Aún no había logrado discernir cuál tipo de conexión, quizás ni ellos mismos lo habían discernido aún, quizás la propia conexión entre los dos era como uno de esos cuadros de Red, todavía en construcción. Las mejores obras necesitan tiempo para cuidar los detalles y ellos apenas habían comenzado a dar las primeras pinceladas del fondo.

 

Por su parte Eve se dirigió derecha de nuevo hacia Alix. Había tenido una idea y esa idea comenzaría con él.

Se colocó una pastilla entre los dientes. Se movió como una serpiente entre los cuerpos que rodeaban el proyecto creativo del pintor calljero y aprovechando uno de los giros de este, lo cogió por la cintura como los chicos solían hacer con las chicas, le dio la fracción de segundo precisa para que reaccionara a su cara y la mirada con la que tocaba su alma, para acercar mi boca a la suya dejando que cogiera la pastilla con sus dientes sin que nuestros labios llegaran a tocarse. No hay mayor sensualidad que la de dejar la miel en los labios, aunque te dejaran el gran premio de consolación en forma de pastilla. Le guiñó un ojo y lo hizo girar de nuevo llevando el movimiento desde su cintura, para ella misma girar en sentido contrario.

La gente alrededor saltaba animando el momento con silbidos que la música apagaba. Los movimientos de Eve se volvieron más sensuales cuando ya no se esperaba. El mercurio amenazaba con romper el cristal del termómetro. Curvas hipnóticas fluyendo con una gracia que no debería ser posible en cuerpo que no fuera de pura agua. Movimientos perfectamente acompasados con el beat y los destellos de luz. Caricias calculadas para preguntarse si habían ocurrido alguna vez. Pastillas repartidas a unos con la mano, a otras lengua con lengua, a otros ofreciéndolas cogerlas de su cuello desnudo mientras sus labios dibujaban una expresión como de gemido,… uniendo a todos en un ritual de música, luz, cuerpos y drogas que llevaba a sus participantes al éxtasis, a la euforia… a transcender.

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09/10/2019, 23:17
Alix

Lo que había comenzado como una noche cualquiera se había convertido en un éxtasis de música, color y sensualidad. Podía ver a Redmond bailando con Vesper, había algo químico entre ellos, un color especial que viraba entre luces y sombras, tímido y temerario al mismo tiempo en un complejo baile de intimidades y secretos confesados. Y entonces pudo ver como el señor de las lentes especulares sacaba sus fragmentos de paraíso y Eve y Vesper empezaban a repartirlos , como Valkirias modernas con alas de luz violácea, en busca de guerreros dignos del Valhalla.

Todo a su alrededor se tornaba más frenético, más excitante, más puro. Podía sentir como el momento de puro infinito llegaba de la mano del ritmo pulsátil que se adueñaba de sus sentidos. Llegaba bailando con el cuerpo de virtud y pecado de su compañera, jugando con sus pasos, sus caricias, la profundidad de sus miradas... Y de repente la tubo a escasos centímetros, oliendo su aliento, sintiendo su alma y su ser estimulando cada una de las células de su cuerpo. Su fluidez era imposible, su belleza extenuante y su verdad absoluta. Tomó del fruto prohibido y una explosión de percepciones alteradas y sonidos apenas percibidos sacudió su cuerpo.

Poseído de nuevo por otra idea delirante se encaramó en la barra, ayudándose de varios colegas que se prestaron a hacerle de andamio. La gente se había dejado llevar por el ansia creadora y las paredes estaban cubiertas de manchas, símbolos indescifrables y frases obscenas. Se giró, desde las espaldas de su nuevo soporte humano para contemplarla. Eve era única, perfecta. Una fuerza de la naturaleza que instaba al mundo a ser libre. Rebuscó en sus chaqueta y sonrió al ver un spray negro a medio gastar después de su excursión a la comisaría del distrito.

Podía oír los susurros y la risa traviesa de su musa a sus espaldas, instándolo a crear, a dejarse llevar por el éxtasis capaz de cambiar el mundo. Poseído por un ansia inexorable empezó a pintar, desplazando trozos de cartón en la pared para crear la imagen sagrada de la misma Libertas. Dejando que su arte resonara con los sentimientos de felicidad, ilusión y esperanza. Llenando cada corazón, filtrándose por las paredes, recorriendo cada línea de su obra, resonando en toda la sala.

Cuando acabó, saltó para colgarse de uno de los apliques, y escribir palabras de fuerza, de inspiración. Para que aquellos que estaban sumidos en la oscuridad de un mundo que los trataba como a escoria, pudieran ver la luz y volar. En ese mismo instante recordó su propio infierno, cuando pasaba de casa de acogida a casa de acogida sin pasar por la casilla de salida. Cuando lo encerraron en el maldito reformatorio.

El frio que pasó cuando sus propios compañeros lo dejaron en pelotas y le obligaron a dormir en el suelo mientras le escupían aún atenazaba su corazón en las noches de tormenta. La rabia, la soledad, la impotencia, el odio que a veces amenazaba con consumirlo fue trasmutado con cada giro de su compañera, con cada quiebro de su cuerpo y cada media sonrisa en determinación, en ilusión, en ese momento de exaltación que le permitía perderse en una imagen del mundo llena de color y belleza. Los trazos en verde, dibujados con los dedos dejaron su estela. Por un instante había podido cambiar el mundo. Y la fuerza de su arte resonaría por mucho tiempo con su mensaje de esperanza.

 

No te rindas, aún estás a tiempo

De alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo

 

Por Eve y su fuerza arrolladora, Por Vesper blue y su verdad única y cambiante, por Redmon y su visión creadora, por Arthur y su sabiduría ancestral, por todos ellos. Gracias.

- Tiradas (4)

Motivo: pintar

Dificultad: 6

Tirada (9 dados): 6, 4, 1, 5, 2, 10, 2, 4, 10

Éxitos: 2

Motivo: mente 2

Dificultad: 2

Tirada (3 dados): 4, 1, 3

Éxitos: 1

Motivo: mente 2

Dificultad: 2

Tirada (3 dados): 6, 10, 9

Éxitos: 3

Motivo: mente 2

Dificultad: 2

Tirada (3 dados): 3, 8, 7

Éxitos: 3

Notas de juego

Y si el master me lo permite y recordando como va esto hacer magia

Seria mente dos para la compulsión emocional para cambioar sentimientos negativos de soledad, odio y tristeza por los de ilusión, libertad y esperanza

el umbral lo determina el máster pero el efecto deseado es

Impulsión menta de cambiar el estado de ánimo por uno de ilusión, felicidad y esperanza

A todo el que mire el cuadro y lea el poema

Durante al menos un mes

 

cómo lo hago

Mediante el arte, que encaja en mi paradigma de el arte como catalizador del alma imortal y omnipotente para imponer un nuevo orden en el caos. Somos la mariposa que trae la tormenta nena.

Focos

Pintura, escritura, el baile de eve y la música

 

Me ayudo de la habilidad de pintura para bajar la dificultad (restaría 2 la dificultad 5)

 

Uso de un foco especializado (ese retrato y la poesía de esperanza) (-1)

Resonancia personal dinámica de cambio (-1)

Máximo de -3

 

Lo trato como un ritual con lo que paso canalizando 3 tiradas. Si no que sirva pa ese momento y ya

Ya si eso me corrige el máster donde vea

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10/10/2019, 00:23
Director

Notas de juego

Muy chulo el efecto Alix, repaso los sistemas y te contesto.