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The House of YES: Amenazas

Flashbacks: Noche de lluvia en Nueva York

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20/10/2020, 20:50
Director

Era una de esas noches frías y húmedas de otoño en Nueva York. La lluvia había cubierto las calles de un manto de espejo, que al reflejar las luces eternas del tráfico y los neones hacía que la ciudad brillara con más intensidad. Eso, junto a la neblina que se formaba por el incesante repiqueteo de las gotas al estrellarse contra las superficies y el vapor de agua vomitado por los respiraderos de los sistemas de calefacción, conferían a la urbe de un cierto aspecto irreal…

Shoshana solía caminar hasta su pequeño apartamento al salir del trabajo, y a pesar de lo desapacible del clima, le gustaba hacerlo en noches como aquella, y dejarse llevar por las sensaciones que le producía la refulgente paleta de colores.

Esa noche se había distraído siguiendo a una mujer que se protegía de la lluvia con un paraguas rojo, y había cambiado el soplo helado y vigorizante del viento en el exterior por el aliento fétido y sofocante de las entrañas de la tierra, al haber sido engullida la desconocida por una de las bocas del metro...

No pudo evitar perderla de vista al internarse en la estación, con el paraguas plegado y el hormigueo de gentes caminando con prisa de un lado a otro, y deambuló sin rumbo por distintos vagones atestados, bajándose y cogiendo otra línea con la esperanza de volver a encontrarla. A ella u otra cosa que llamara su atención… hasta que lo encontró.

Sus oídos atisbaron la música entre la cacofonía de conversaciones entremezcladas y el chirrido de los trenes, y siguió las notas hasta que llegó a un cruce de caminos entre varias escaleras que ascendían o descendían en todas direcciones. Allí había un chico, tocando su guitarra.

Notas de juego

Aquí teneis la primera escena de preludios. Aunque todos podeís leerla de momento es sólo para James y Shoshana.

@Cusa, me he tomado alguna licencia sobre los gustos de Shoshana para montar la introducción, creo que lo que he puesto casa con lo que me has contado de tu PJ, espero no haberme equivocado.

@Alihosha, no he querido describir tu personaje para que puedas hacerlo tú.

 

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20/10/2020, 23:01
James Bonnie

Las largas zancadas de James le llevaron aquella noche hasta una parada del metro. La lluvia le había sorprendido a medio camino de su destino y pensó que sería buena idea refugiarse allí. Pero antes de bajar llamó su atención un tipo que, sosteniendo una cámara de fotos, parecía apostado junto a las escaleras de la entrada.

No se movía de allí. James pasó cerca de veinte minutos observando cómo de tanto en tanto hacía algún disparo, tratando de adivinar qué tipo de cosas o de gente o de juego de luces y reflejos parecían hacer que se decidiera a apretar el botón. Le dio la impresión de era como unos de esos fotógrafos de aves que podían pasarse horas o días entre arbustos con un traje de camuflaje esperando que el objeto de su obsesión se pusiera a tiro. Y llegado un momento aquello le pareció una buena idea, así que decidió emularlo.

Una vez bajo tierra, en un cruce de túneles entre salidas y andenes, quitó la funda a su guitarra y respiró hondo. Esa noche iba a cazar algo. ¿Qué podía ser? Eso no lo sabía: tal vez un transeúnte se sintiera especialmente generoso y decidiera darle una pasta, tal vez escuchara a alguien al pasar diciendo la frase que inspirara sus próximos días, o tal vez fuera algo simplemente insospechado. Pero así como el tipo de las escaleras tenía su cámara, James tenía la música para esperar que un mensaje en forma de pájaro se presentara ante él. Solo tenía que ser capaz de reconocerlo.

Tocaba “Famous Blue Raincoat” de Leonard Cohen cuando la vio a ella. Al terminar la canción se quedó mirándola sin tapujos. Si alguien era digno en aquella escena de ser un pajarillo (en aquella escena o tal vez en aquella ciudad o en aquella vida), esa tenía que ser la muchacha de ojos brillantes, aspecto inocente y figura tan menuda que parecía la de un chiquillo.

Durante unos segundos buscó comprobar si le mantenía la mirada. Y como si ella hubiera de tener la respuesta a cualquier pregunta, James le dijo:

¿Y bien?

Notas de juego

Estaba pensando que James haría un hechizo de entropía. Digamos que lo que pretende es estar muy atento a las señales y que aquello que sea realmente significativo para él en ese lugar y momento no se le pase por alto. Para ello utilizaría la música. No sé si hacer alguna tirada o solo dejarlo declarado ya que es más que nada por darle color a la escena y la respuesta imagino que ha de ser Shoshana. :-)

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21/10/2020, 00:15
Shoshana Lipkin

La ciudad a esas horas le parecía a Shoshana la piel de un sapo. Incluso trató de no golpetear el suelo con sus pasos, algo que le era imposible con sus botas de lluvia color marrón bolsa de basura.

Llevaba su gabardina favorita, color canela, unos pantalones vaqueros azules y una camisa verde selva clarita con un lazo como los de los vaqueros elegantes de las películas antiguas, pero amarillo.

El paraguas resaltaba tanto que parecía venido de otro mundo, como en esas fotografías tan típicas de Nueva York en el que un elemento en color resaltaba sobre el resto de la imagen en blanco y negro. Pensó en él no como en el objeto de alguien sino más bien como en la parte de arriba de una de esas medusas que brillan en las profundidades abisales y —¡Jopé! —en ellas se le escapó. En el metro.

El metro no le parecía una ciudad bajo otra ciudad sino más bien como una especie de purgatorio habitado por gusanos mecánicos que engullían las almas de los durmientes para ayudarles en su tránsito entre las esferas de sus mundos personales.

Notó una de esas ráfagas de aire que vienen de dentro de los túneles y que anuncian la llegada de un nuevo tren y se sintió cazada por su inercia. Consciente al fin de que estaba totalmente perdida y de que ese viaje podría empeorarlo llevándole muy lejos de casa buscó un cabo al que aferrarse para salir de esa inercia que tiraba de ella.

Y es entonces cuando sintió la música. Acudió a ella en contra de la dirección de la mayoría de la gente, farfullando disculpas, hasta que llegó hasta él.

Le pareció guapo. Sobre todo su cabeza, muy bonita. Le quedaría bien un sombrero.

Mantuvo su mirada sin inmutarse porque incluso habiéndole hablado tardó como cinco segundos en darse cuenta de que se dirigía a ella. No tenía ni idea de qué responder así que abrió el bolso y sacó el dinero que llevaba en su monedero, varios billetes que había juntado para ir de compras que en esa situación era incapaz de sumar, pero que no debían ser menos de un dólar ni más de cien. Y se los dio.

Luego le hizo un gesto con la cabeza, afirmando.

—¿Te sabes algo de Ray Russell?

Era el único nombre de solista de guitarra que conocía. Por un cuento infantil que seguía ojeando de vez en cuando, de esos que tienen iconos que si los presionas sale música. En las últimas páginas venía la lista de canciones y sus compañeros de trabajo le habían ayudado a hacer con ellas una playlist de spotify.

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21/10/2020, 11:01
James Bonnie

Durante una fracción de segundo la actitud de la muchacha desconcertó a James. Pero eso duró solo un instante porque su juicio inmediato fue que debía estar drogada.

Efectivamente la chica le mantuvo la mirada, al parecer sin ser siquiera consciente de que le estaba hablando. Al fin consiguió reaccionar para dejar caer en su funda un montón de billetes, todos los que llevaba en la cartera o eso le pareció. No pondría objeción a eso, sin embargo. No tenía pinta de ser alguien que pasara estrecheces y para que acabara en manos de algún camello mejor caer en manos de un… Vale, excamello.

La observó hacer con el ceño fruncido. Un sentimiento de decepción o frustración o no sabía muy bien de qué se adueñó de su ánimo. Por un momento su presencia le había parecido como la nota brillante de una campanilla en un mar de ruido blanco y cuando su sonido estaba a punto de apagarse, al fin escuchó su voz. ¿Y quién demonios era Ray Russell?

Disfrazó su frustración de desprecio y tras mirar con displicencia los billetes, devolvió la atención a sus ojos.

Esto no es una jukebox, bonita.

Ahora tenía curiosidad por saber si sería capaz de reaccionar, mandarlo a la mierda y llevarse su dinero.

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21/10/2020, 12:52
Shoshana Lipkin

Las ironías no se le daban muy bien. En una situación  más "controlada", en su casa o en el trabajo quizá habría entendido que el músico la estaba regañando pero aquí no lo tenía nada claro.

Optó por sonreír para mantener la compostura y tratar de explicarse, que era la mejor estrategia para entenderse con la gente, en el metro o donde fuera.

—Sí, es una que la música hace "huaghua" "huaaa" "Ña-ca".

Probó a ayudarse con las manos, haciendo como que tocaba la guitarra pero se dio cuenta de que era imposible que el chico adivinara la melodía. Se le pasó por la cabeza decirle de qué conocía la canción pero se dió cuenta de que aunque el cuento era un best-seller mundial si le hablaba de un ratón amante de la música en una tienda de instrumentos de Londres en la que un oso tocaba el bajo la tomaría por chiflada. Se le escapó una carcajada al pensarlo y se compadeció un poco del chico.

—Lo siento, amigo. No sé… Explicártelo...

Paró de reír con un suspiro pero no podía abandonar la sonrisa.

—Toca algo guay, porfi.

Notas de juego

Edito: he cambiado alguna palabrilla sin importancia.

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21/10/2020, 21:29
James Bonnie

Tal vez habría soltado una carcajada si no hubiera estado tan ofuscado.

Los gestos de la chica tocando una guitarra invisible, la sonrisa con que había ignorado el comentario de James y sobre todo su insistencia en parecer que estaban teniendo algún tipo de conversación amigable, ensombrecieron todavía más su ánimo.

Conocía a esa gente. Esa a la que le gusta tirarte a la cara su dinero y pedir después que bailes como un mono creyendo que te están haciendo un favor. Los había visto a cientos desde que era un niño, a todos aquellos que se habían creído con derecho sobre él por darle algo. Tal vez la chica solo quisiera hacerse la simpática, pero no pensaba convertirse en la anécdota llena de vacíos de memoria que contara al día siguiente en sus redes sociales. Se agachó para recoger el dinero de la funda —al final era lo único que parecía haber “cazado” aquella noche—, lo metió en el bolsillo de sus vaqueros y comenzó a enfundar la guitarra con parsimonia.

Se cierra telón, niña —levantó la vista buscando ver su decepción—. Vete a casita a dormir la mona.

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22/10/2020, 08:53
Shoshana Lipkin

Cambió la sonrisa por un gesto circunspecto. No estaba segura de qué había ido mal pero pensó que seguramente le había molestado por haberse reído de su arte. Por su trabajo de recepcionista en la galería ella sabía muy bien hasta qué punto los artistas eran sensibles con lo que hacían.

Dio un paso a un lado para no estorbar. Era momento para la prudencia aunque, por muy malas pulgas que pudiera tener, ese tipo seguía siendo la llave para salir del submundo liminal en el que se había perdido.

Decidió imitar a esos pececillos de los documentales que viajan pegados a los tiburones sin llamar mucho su atención y cuando el chico hubo andado ocho o nueve pasos tiró tras él.

- Tiradas (1)

Motivo: Astucia más Sigilo para seguir al músico

Dificultad: 7

Tirada (3 dados): 9, 1, 5

Éxitos: 0 Fallo

Notas de juego

Dejo una tirada de Astucia más Sigilo para seguirle sin que se entere, le pongo una dificultad 7 y no saco ningún éxito ¡Lógico! :-)

Edito: algún pequeño cambio sin importancia, no hace falta releer.

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22/10/2020, 10:28
James Bonnie

No había caminado demasiado cuando tuvo la impresión de que la chica le seguía. De todos modos ni apretó el paso ni buscó despistarla, ella sabría por qué lo hacía y en un principio James decidió que le daba igual. Pero llegado un momento una idea cruzó su mente. El chico se sonrió de lado: ¿y si le había dado todo su dinero y no tenía otra forma de pagar la manera con que marcharse a casa o allá a donde fuera? Era la única posibilidad lógica que se le ocurría, que quisiera abordarlo sin atreverse para que le devolviera el dinero, aunque de alguien drogado se podía esperar cualquier motivo absurdo. ¿Es que no tendría alguna aplicación para pagar con el móvil, una tarjeta o algo así? Al pie de una escalera de salida, James se detuvo de pronto y dio media vuelta para encarar su dirección. 

Algo en la imagen de la muchacha le provocó entonces una punzada de remordimiento. La rodeaba un aura de animalito desvalido y el gesto algo aturdido de su cara le transmitió la impresión de que andaba perdida de un modo u otro. Y esa idea, la palabra “perdida”, era en realidad más de lo que James podía soportar.

Relajó su ceño fruncido desde hacía no sabía cuánto rato e hizo un gesto con la mano para que se aproximara.

Notas de juego

Edito: una repetición. 

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22/10/2020, 13:13
Shoshana Lipkin

Cuando, ya en la escalera de salida, el chico se giró a ella con el gesto amable, pidiéndole que se acercara, ella acudió.

—¡Hola! Perdona… ¿Por casualidad sabes cómo puedo llegar al 144 de la Avenida Norman, en Greenpoint?

Movió levemente la cabeza tratando de parecer interesante.

—Es mi casa.

¡Soy independiente!

Y sonrió. Le encantaba esa sensación de libertad de no tener horarios, llevar a quien quisiera y esas cosas. Sería su primer invitado más allá de las dos o tres personas de su esfera de confort.

—Si me acompañas te puedo hacer una pizza.

Ni se le pasó por la cabeza que fuera mala idea invitar a un perfecto desconocido. Se fiaba de su instinto y no se había encendido ninguna alarma.

—Mmmm. Es precongelada, pero está muy buena.

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22/10/2020, 17:50
James Bonnie

Lo primero que salió de la boca de James fue una risilla de incredulidad en forma de bufido. Que se dirigiera a él como si no hubieran hablado antes volvió a sorprenderlo. Pero todo lo que siguió no hizo sino descolocarlo aún más. Del dinero no parecía ni acordarse.

Se la veía muy joven, tal vez ni siquiera fuera mayor de edad. Y en verdad daba la impresión de no saber cómo llegar a su casa. Porque como gancho para tratar de invitarle habría sido un poco estúpido. ¿No?

Oye, ¿estás colocada? —se agachó para poder inspeccionar de cerca sus pupilas—. Déjame darte un consejo porque se ve que no eres de por aquí: no le des tu dirección a un desconocido, ¿vale? Podría ser un pirado. ¡Y esto es Nueva York! Está llena de pirados.

Sacó su móvil y buscó la dirección que le había dado.

Vamos a hacer una cosa, ehmm… Como te llames —levantó los ojos de la pantalla un instante esperando que dijera su nombre—. Te acompaño hacia allí y luego ya veremos.

Dicho esto se recolocó la guitarra en el hombro, ladeó la cabeza haciendo un gesto para que le siguiera y se puso en marcha en busca del andén de la línea G.

Notas de juego

La intención de James es viajar hasta la parada de Nassau Avenue, a trescientos metros de la dirección que le ha dado la chica.

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22/10/2020, 19:27
Shoshana Lipkin

Frunció el ceño y echó la cabeza hacia atrás, pero le siguió.

—¿Co… Colocada? ¡Qué va!

Empezó a temerse que se estuviera acabando ese espacio de tiempo en que alguien desconocido le tomaba por una persona "normal" y eso la enfadó. Habría querido que durara al menos hasta mitad de cena. Quiso discutirle con cosas ingeniosas e hirientes pero para cuando había trabajado los argumentos ya se le había pasado el enfado. Le hacía gracia la gente tan alta que su cabeza sobresalía sobre las demás cuando había una multitud. Se fijó en sus manazas y le gustaron mucho. Pensó en hacerle unos guantes. No, mejor unas manoplas, que se tarda menos.

—Si lo piensas bien lo que dices no tiene sentido: mi dirección no es un secreto en absoluto y si de verdad hay tantos pirados en Nueva York seguro que siete u ocho de ellos me ven entrar y salir cada día de mi casa y de mi trabajo. Así que ¿Por qué no le voy a dar mi dirección a alguien que me parece majo?

Afirmó con la cabeza y frunció el ceño, para darle gravedad a su discurso. Ahora venía lo gordo:

—Además, lo que dices es un poco… un poco machista… ¿No crees?

Tan pronto lo dijo se arrepintió. No le pareció justo reprender a quien fin y al cabo sólo se estaba preocupando por los demás. Además pensó que seguramente si ella hubiera sido un chico le habría dicho lo mismo.

—Bueno, perdona. No creo que lo hayas dicho por machismo. Sólo estás preocupado por mi, pero no hay motivos. Créeme hombre. Relájate.

Y cambió de tema.

—¿Cómo sabes que no soy de por aquí?

Notas de juego

Edito: sólo puntuación y alguna repetición.

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23/10/2020, 10:46
James Bonnie

James sonrió con los comentarios de la chica. La creyó cuando dijo no estar colocada, simplemente parecía una chiquilla.

Pues mira, no te falta razón con lo de los pirados, y según donde trabajes más fácil todavía será encontrártelos. Y bueh, llámame machista si quieres. Puede que también tengas razón y si fueras un tío te hubiera enviado a la avenida Norman de una patada en el culo —bromeaba pero no le importó si se lo tomaba literalmente.

Canceló dos viajes de su propio bono (al fin y al cabo pagaba ella) y una vez en el andén le ofreció la mano.

James —esperó que la chica dijera su nombre. Después simplemente se la quedó mirando. Le preguntaría de dónde venía o qué hacía en Nueva York, pero seguro que lo que fuera a decir ella espontáneamente sería más divertido. Y ahora que ese ataque de mal humor suyo parecía estar disipándose recordó que al fin y al cabo ella había sido la respuesta a la pregunta que había lanzado al mundo momentos antes. El pájaro mensajero.

Así que la observó todavía más atentamente preguntándose el porqué.

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23/10/2020, 13:48
Shoshana Lipkin

No se creyó lo de la patada en el culo. Le dio la mano y la mantuvo agarrada mientras trataba de reprimir sin demasiado éxito una risilla tonta.

—Yo soy Shoshana aunque me puedes llamar Shana. Qué manos más bonitas tienes, je je.

Carraspeó.

—Es que me gusta coser y me fijo… Clavo las tallas con mirar a las personas… Tu talla de guante tiene que ser una… ¿Puedo?.

Aunque pudiera parecer una técnica un poco hosca para sobarle la mano al guitarrista no vio motivos para que no funcionara.

—Talla diez, por lo menos.

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23/10/2020, 14:35
James Bonnie

Talla diez, ya… —James guardó la mano en el bolsillo de su abrigo en cuanto la chica lo soltó y desvió la vista hacia el túnel al notar que el tren se acercaba. De nuevo se adueño de él el desagrado y por un momento incluso sintió una pequeña náusea. Si creía que por unos billetes acababa de comprar compañía estaba muy equivocada.

Aquella muchacha lo desconcertaba. La candidez que le parecía transmitir su rostro o sus gestos se desvanecía cuando le hablaba. Aunque ya no sabía qué pensar acerca de lo de andar perdida, subió al tren como por un automatismo y miró en el panel informativo cuántas paradas quedaban para su destino. Bien, la llevaría hasta allí, a eso había accedido. Y lo mismo le daba estar aquí o allí, él también estaba perdido pero en su caso era más bien un estado del ser. No podría recordar algún momento en su vida en que no sintiera haberlo estado.

Se quedó de pie sujetándose a una de las barras verticales y volvió a observarla inquisitivo. Tal vez no fuera ella el mensaje, sino que debía ver hasta dónde lo llevaba. Avenida Norman. Pues bien, seguiría desde allí.

Durante la ruta guardó silencio y dejó vagar la vista entre la punta de sus botas y el reflejo de los viajeros sobre la oscuridad de las ventanas.

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23/10/2020, 19:12
Shoshana Lipkin

Afirmó con la cabeza.

—Diez, o incluso once, sí.

Se agarró de la misma barra que él y se entretuvo mirando a los viajeros, buscando compartir con alguno una sonrisa, sin éxito.

Pensó que era normal que el tema de los guantes no fuera muy de interés para un guitarrista. Para un motorista, tal vez. Aunque los guitarristas deberían cuidarse las manos. Otra vez las manos. Vaya. Volvió a levantar la cabeza para mirarle.

—¿Te gusta la pintura? Yo trabajo en una galería de arte y hay una exposición de un hombre-langosta que hace estatuas con globos de colores.

Sonrió, para dejar claro que lo del hombre langosta no era porque ella pensara que el pintor fuera alguna especie de monstruo, sino que era de broma.

—El tío es larguirucho y pelirrojo y lleva el pelo pincho, bufanda y gafas con el cristal tintado de amarillo. Por eso le llamamos el hombre langosta.

Notas de juego

Edito: una errata.

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23/10/2020, 20:10
James Bonnie

Mira, Shoshana —no solo no quería tomarse ninguna confianza, sino que aquel diminutivo le sonaba horrible comparado con su nombre. Devolvió la mirada a sus ojos—. No tienes por qué darme conversación, ¿vale? —e iba a añadir alguna razón pero, ¿qué sentido tendría?—. Te llevaré hasta tu calle. Luego sigues los números, que no tendrá pérdida —espetó no sin sentirse mal de inmediato por ello.

Se sentía cortocircuitado. Aquella chica le parecía algo y lo contrario sucesivamente, incluso al mismo tiempo, pero no quería permitirse dudar otra vez. No entendía por qué, pero cada vez que volvía la convicción de que lo había catalogado como un capricho asequible, sentía una punzada dolorosa. Podía ser un efecto por haber utilizado un hechizo... Sí, muy probablemente. Tal vez se hubiera vinculado momentánemente a ella de una forma indeseada. O tal vez el microsegundo de esperanza que le había transmitido su sonido vibrante hubiera sido demasiado insólito para él. Tanto que en ese momento ni lo recordaba ni parecía quererlo recordar.

Después, cosa rara, quiso volver a mirarla a los ojos pero desvió de inmediato su mirada hacia las figuras anodinas del andén. Se sucedían cada vez más despacio hasta que el tren se detuvo.

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24/10/2020, 02:10
Shoshana Lipkin

También apartó la mirada. Conforme el tren se detenía aflojó la mano con la que agarraba a la barra y se pasó el reverso del dedo índice de la otra por la nariz, torciendo a la vez el morro.

Se dijo a sí misma que la actitud del músico no debía importarle pero tenía un nudo en la garganta.

Echó a andar tras él cuando llegaron a la parada.

Odiaba esos momentos en los que una especie de bruma se adueñaba de ella y no sabía qué decir. Ni siquiera sabía muy bien cómo se sentía. Quizá como un grifo pasado de rosca o una olla exprés imposible de abrir. Había como una energía en su interior que, al no encontrar ella la forma de abrir algo para sacarla, presionaba más y más y lo hacía todavía más difícil.

Metió las manos en los bolsillos de su gabardina y apretó los puños.

—Lo-lo-o siento.

Notas de juego

Edito: una faltaza de ortografía.

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25/10/2020, 09:46
James Bonnie

Según las indicaciones en su móvil, bastaba caminar una manzana por la avenida Manhattan para alcanzar la avenida Norman. Volvía a guardarlo en el bolsillo cuando escuchó a la chica balbucear una disculpa.

Respiró hondo y se volvió hacia ella. Parecía sentirse verdaderamente azorada y eso lo volvió a sorprender. Tenía que tener en verdad un buen carácter para no haberlo mandado a la mierda hacía rato, así como para llegar a disculparse, y James negó con la cabeza queriendo quitarle hierro al asunto. No encontró palabras al ver su rostro pesaroso y dudó si no se habría pasado. Aunque, aferrado a su impresión sobre el asunto, pensó que una lección no le vendría mal. La próxima vez pensaría mejor el modo en que acercarse a alguien.

James frenó el paso para ponerse a su lado.

Esta bien. No te preocupes —paró un instante y empezó a hurgar en el bolsillo de su pantalón—. Toma —le tendió los billetes. De alguna forma habían envenenado todo el trato posterior y quería librarse de ellos como quería hacerlo con aquel amargo sabor de boca—. Esto es tuyo —los movió delante de ella esperando que los aceptara.

¿Ves ese cruce? —señaló en dirección noroeste—. Esa es tu calle. Según esto tienes que caminar hacia la derecha cuando la alcances y no tardarás en llegar—a pesar de que seguía sin comprar eso de que se hubiera perdido —o que no utilizara simplemente su propio teléfono para ubicarse—, llegados a ese punto prefirió terminar lo que había empezado. O tal vez no sabía qué otra cosa hacer tan confuso como estaba.

Adiós, Shoshana —levantó la mano como despedida y la miró de nuevo a los ojos. Volvió la punzada en el pecho al sentir como que la abandonaba. Qué estúpido.

Buena suerte —y esto último se lo deseó de verdad.

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25/10/2020, 12:42
Shoshana Lipkin

Miró el dinero hondeando al tuntún en la mano de James como el plumero de un chamán de mentiras salido de una película en blanco y negro y negó con la cabeza, casi como un acto reflejo.

Bajó la mirada, haciendo como si buscara algo en el suelo y oyó las indicaciones negándose a escuchar, enfocándose en el enigma de lo que sentía. No estaba segura pero era como si ella le hubiera defraudado a él y ya no existiera solución posible. Como si le hubiera roto la guitarra o algo.

Ese chico le hacía sentir mal y no, desde luego que no tenía derecho. Algo raro había en esa interacción, más común al sueño que a la vigilia. Miró a su alrededor como para asegurarse de que no se había dormido. Contuvo la respiración hasta que sintió la necesidad de aire y suspiró, un poco menos confusa. Esa era una de las técnicas que utilizaba a menudo. Si estuviera en un sueño, casi con toda seguridad, hubiera despertado.

Cuando fueron a separarse ella levantó también la mano pero en cuanto el chico le dio la espalda llamó su atención con un "Oye" y dio un paso hacia delante tratando de captar su mirada directamente.

—No te enfades, hombre.

Le sonrió, sin saber muy bien qué más decirle.

—No, no pasa nada… ¿Ok?

Esto último lo dijo afirmando, como para enfatizar.

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25/10/2020, 13:36
James Bonnie

James se giró al escuchar de nuevo voz de Shoshana y al hacerlo se encontró con su rostro amable. Sintió el impulso de disculparse pero no lo hizo. Aún así ella le respondió como si hubiera podido leerlo directamente en su cara con un "no te enfades" y sobre todo ese "no pasa nada" acompañado de su rotunda afirmación y una sonrisa. Había algo angelical en el aspecto de aquella chiquilla y se sintió estúpido, como si tuviera delante un libro que no supiera leer. Él, a quien tanto le gustaba pensar que sabía leer en los patrones más intrincados e insospechados, que podía intuir qué había pasado o qué iba a pasar, que jamás en su vida se había extraviado siguiendo ningún camino, se sentía ahora como ciego, sordo y totalmente desorientado.

Eres un misterio, ¿lo sabes? —le dijo casi sin pensar. Lo mismo daba que pudiera entenderle o no, parecía haber renunciado al entendimiento con aquella muchacha. Y siguiendo su sonrisa le devolvió otra como un reflejo.

El dinero ya se lo haría llegar. Podría dejárselo en el buzón de su casa. Tampoco le sería difícil encontrar la galería donde se exponían las esculturas de globos de colores del hombre langosta —que seguro serían horribles.

Sintió que un peso se desvanecía bajo el influjo de aquella sonrisa.

Anda, ve, que te vas a empapar.