Partida Rol por web

Sin pensárselo dos veces, Juzoh propinó un espantoso golpe a la primera de las puertas, con una sonrisa adornando su rostro. La puerta no agunató el impacto de la enorme maza de metal, y se hizo astillas. Lo que reveló fue una pequeña biblioteca, llena de libros esparcidos por estanterías, mesas y sillones. Alguien había estado leyendo mucho allí...

Sin embargo, no tuvieron demasiado tiempo de preguntarse quién sería, pues en ese momento la casa volvió a crujir con fuerza. Por un momento Akari pensó que el golpe de su hermano podía haber dañado la estructura (no sería lo primero que se cargaba...), pero entonces los cristales de toda la casa estallaron con estrépito y el viento entró con furia.

Afuera se había formado un auténtico vendaval. Cuando miraron al exterior, vieron que los relámpagos se multiplicaban y que las nubes se arremolinaban en el cielo... como si dieran vueltas alrededor de algo. Sin embargo, desde donde estaban no podían ver de qué se trataba. El ruido del viento era ensordecedor, pero también les parecía oír una voz lejana... aunque no podían distinguir lo que estaba diciendo.

Justo en ese momento, cuando los cristales de la casa estallaron hechos pedazos, otra de las puertas del piso de abajo se abrió. Lee apareció en el umbral. Había conseguido abrirse camino desde su encierro en el sótano hasta el lugar donde se encontraban los demás.

Amano cruzó con rapidez el comedor, para averiguar si al otro lado le esperaba su ansiado sake. Sin duda, un par de tragos le harían verlo todo con más claridad...

Sin embargo, se detuvo en seco cuando un relámpago destrozó los cristales de la habitación y el viento entró a raudales en la sala, ensordeciéndole. ¿Qué había sido eso?

Amano se impresiona un poco al ver eso, era obvio que no era natural, amanos e asoma a la ventana para ver quien fue quien mando ese rayo, por un momento olvido aquel sake que lo habia llevado hasta alla, probablemente ese rayo significaba que iba por el camino correcto

Maldita sea, se nos acaba el tiempo, hay que detener el ritual, o no solo nos enfrentaremos a hombres, sino a demonios. Y eso no es una buena opción.

Grandullón, no pares, abre todas las puertas.

¡Monje!

Dijo Moriya mirando a un nuevo visitante, que sin duda, ya era conocido por los demás, puestos que el resto del extraño elenco de personas que allí había no se sorprendieron al verlo.

De donde viene. Del sótano, es allí el ritual. ¿Donde está Shinnosuke Kagami?

El guerrero estaba inquieto, fuera lo que fuera que estaba pasando fuera, sería un fiel reflejo de lo que pasaría por todo Japón ni no detenían a aquel loco.

me quedo un poco decepcionada al encontrar solamente una biblioteca, parece que va a haber que abrir muchas puertas para encontrar lo que buscamos. Y parece que de tiempo no vamos sobrado, ya que fenomenos extraños sacuden la casa, provocando que tiemble y los cristales se rompan en mil pedazos.

Me cubro la cabeza para protegerme de los cristales que puedan caer, y miro a Moriya y Kaede preocupada.- Eso no parece buena señal...

Aparece entonces por otra puerta el joven calvo que acompañaba a nuestros nuevos aliados, seguro que  era  el que se habia colado por una de las ventanas. Bajo rapidamente para acercarme.- Estas bien, amigo? has encontrado al enemigo?.- Pregunto sin darme cuenta que Moriya tambien lo hace

Echa el cuerpo a tierra cuando todo comienza a temblar y los cristales de las ventanas comienzan a volar por todas partes por una explosión. El aire entra por las ahora abiertas ventanas, con violencia. Mira en la dirección en la que Hagure se ha marchado deseando que esté bien y que no le pase nada por culpa de ese vendaval que se ha levantado.

-¿Qué es esto? Tiene más pintar de estarse celebrando en el tejado!

Moriya estaba realmente desesperado por encontrar una pista de Kagami, pero por más puertas que derribaban, no se le veía por ningún lado. La casa parecía desierta.

Además, aquella tormenta estaba tomando rápidamente un cariz preocupante. No era sólo que fuera potente... es que algo les decía a todos que era extrañamente antinatural, y que de algún modo estaba relacionada con la casa, aunque en ella no se encontraba nada raro.

Lee sabía que abajo no había nada salvo una celda y tarros de arroz, así que... ¿dónde podían estar sus enemigos? Si no se daban prisa podían perder la oportunidad de detenerlos y todo estaría perdido.

La tormenta arreciaba, y aparecieron un par de grietas en las paredes pintadas de la casa. El suelo de madera estaba resbaladizo por la lluvia. Aunque era una construcción muy sólida, ningún edificio aguantaría por mucho tiempo aquél vendaval.

Parecía una locura, todo le hacía pensar que el ritual seria bajo tierra, pero quizás aquella joven tenía razón. Puede que fuera arriba.

No hay tiempo que perder, dividámonos y el primero que encuentre al enemigo que grite para avisar a los demás.

No nos queda tiempo, esta casa terminara por salir volando por los aires.

Sin más, corrió escaleras arriba, haría lo posible para encontrar a su némesis, y hacerlo antes de que el mundo espiritual se fusionara con el real en aquel extraño punto de Japón.

Porque sin duda, si se podía abrir una puerta en dicho lugar, era porque desde siempre había sido un foco de poder, un lugar mágico o encantado. Y suponía, y el viento le inducia a seguir esa línea de pensamiento.

Juzoh estaba un poco confundido con tantos fenómenos extraños que sucedían a su alrededor. Cuando pensó que algo estaba claro, y era abrirse paso a través de puertas cerradas rumbo al sótano, el pelirrojo hizo caso a su hermanita y tiró escaleras arriba. ¿Por qué la gente no se ponía de acuerdo?

Además él tenía hambre, mucha hambre... ¿dónde estaría la cocina?

Ya tendría tiempo para comer luego... lo primero era encontrar a ese tipo. Así que marchó sin mucha prisa tras el pelirrojo.

Seguí a mis hermanos en nuestra búsqueda del enemigo, no podíamos dejar que se escaparan, pero la casa podía volar por los aires. Teníamos que ser rápidos, el futuro del mundo dependía de nosotros.

Katana en mano seguí abanzando.

Deja su "escondite" para seguir a los demás escaleras arriba. Está claro que ese tipo de fenómenos solo podrían invocarse en un lugar abierto y no en un sótano... sino se llevarían también al invocadores porque sería un lugar demasiado pequeño. Pero parece que el grupo no está muy cohesionado. 

Con la ayuda de su bastón, avanza escaleras arriba, agarrándose donde puede para no caer por todo lo que arremete contra la casa.

Amano recorrió toda la sala hasta el extremo opuesto, pero no encontró más que pared y ventanas. Aquél comedor no parecía tener más salida que la que daba al recibidor.

Al otro lado de la entrada, el grupo corrió escaleras arriba para encontrar al enemigo.

Todo el grupo subió las escaleras como una tromba, mientras la casa se sacudía cada vez más. Al llegar al segundo piso, una de las vigas de madera cayó a pocos metros de ellos. La estructura no aguantaría mucho más...

Desde las ventanas de aquél piso pudieron ver más allá de los árboles que rodeaban la mansión. En unas colinas de piedra, no muy lejos, los rayos de la tormenta parecían concentrarse. ¿O quizá partían desde el suelo hacia el cielo...? Lo único que parecía claro, es que en ese lugar ocurría algo.

Había puertas abiertas en ese piso, y dentro de las habitaciones que rodeaban la galería del recibidor pudieron ver cuerpos tendidos. Sin duda eran cuerpos humanos, iluminados de cuando en cuando por los relámpagos que tronaban en el exterior.

El tamaño de Juzoh no le permitía ascender las escaleras como a los demás, así que se quedó el último para que todos pudieran subir y no atascarlas, porque si se abría camino como tenía intención, derrumbaría la casa. Mientras esperaba, observó por la ventana por simple aburrimiento, y entonces descubrió que el viento que amenazaba con tirar la casa abajo provenía, o eso le parecía, de unas colinas cercanas.

- ¡Eh, Aka-chan! ¡Hay algo raro en las colinas! ¡A ver si estamos haciendo el tonto, y es por allí!

Al mirar al exterior, me percato como Juzoh que algo raro esta pasando en una colina cercana.- Moriya, creo que èl- señalo a Juzoh - tiene razon, no parece muy natural esa concentracion de rayos. Creo que estamos buscando en el lugar incorrecto

Me percato entonces de que en las habitaciones que encontramos abiertas hay gente tirada en el suelo. Mi primera idea es acercarme a ver si estan bien. Pero los quejidos de la casa me recuerdan que tenemos otras prioridades mas acuciantes

Mira hacia el exterior y descubre lo que está diciendo su hermano. Si que están haciendo el tonto, sí. Seguramente el malo se debe de estar riendo de ellos por haber decidido ir por ese camino. Va hacia la puerta principal para salir de esa casa que se está a punto de hacer pedazos... aunque no está segura de como acabarán si salen a la tormenta... pero tienen que intentar llegar.

-Vamos!

El grupo se dispuso a correr hacia aquellos rayos, pues era evidente que algo sucedía allí. Estaban dando la vuelta, mientras la casa se caía a pedazos, cuando uno de aquellos cuerpos se movió. Aún vivía.

- Ayu... ayud... -se volvió hacia ellos lentamente, suplicante, tendiendo una mano trémula.

Antes de que pudieran hacer nada, el techo de la sala se derrumbó sobre los cuerpos, enterrando al desdichado superviviente. Aquella gente había sido asesinada, igual que los aldeanos del pueblo que Akari, Juzoh y Lee habían visto. Igual que Kafuse, que había llevado en su carro a Kaede y Yuki. Igual que los hombres del Shinsengumi, los hombres de Washizuka. Igual que Aika, la joven amiga de Amano. Igual que Gaisei, como bien sabía Moriya...

Todos estaban muertos, como pronto lo estarían sin duda todos los seres humanos del mundo si no detenían a aquél loco. No podía quedarles ninguna duda... y tenían que salir de aquella casa antes de que se les viniera encima.

El no haber encontrado sake era descepcionante, pero ni modo, habia que volver a la accion, ya que esos rayos se ven sospechosos ire hacia ellos, veo a aika muerta ahi, nada podia hacer pro ella, solo quedaba llorar.

Amano llora mientras sale del lugar, sale por la ventana que el rayo rompio, el estar ebrio hacia que no me importara tanto su muerte, pero me hacia querer venganza, ella lo merece... mi anforita lo merece