Partida Rol por web

"The Last of Us: Un nuevo comienzo" (+18)

[CAPÍTULO 1] - Endure and Survive

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07/05/2023, 09:25
Sunny

Sunny prosiguió en silencio, incluso cuando Strickland y El Oso hablaron, llegando a sentir miedo de este último al ver su rostro enrojecido y claramente enojado.

Escuchó las propuestas, torciendo un poco el gesto al ver que los "jefes" realmente no tenían un plan claro y necesitaban de la opinión de los presentes para elaborarlo. Eso lo complicaba, pues a su entender cada uno propondría lo que más les beneficiaría individualmente.

La pelirroja apretó los labios. Algo no la convencía del todo, como si faltara algo... pero no sabía muy bien el qué. 

Los disparos no pasarán desapercibidos ni para F.E.D.R.A. ni para los infectados— comentó con cautela, a sabiendas de que comparada con el resto no era más que una mocosa —. A más lejos de la zona de cuarentena se produzca el asalto, mayores las posibilidades de atraer infectados. Lo mismo con los soldados de F.E.D.R.A si se realiza cerca de la QZ, que además gozan de posiciones favorables y siguen protegidos por los muros— se atrevió a mirar brevemente a Strickland y al Oso —. Quizá... sería prudente limpiar algunos edificios antes para asegurarse de un menor número de infectados atraídos por la reyerta, puede que entre el área que Donovan usará para la emboscada del convoy y los lindes de la zona de cuarentena— comentó, preocupada por ser ellos los que estuvieran entre el fuego de Donovan, de F.E.D.R.A. y, además, atrayendo una hueste de infectados.

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07/05/2023, 12:19
Michelle MacLeod

La situación era tremendamente complicada, avocándome esta a realizarme preguntas y a realizar algunas en voz alta, siendo las referidas a la situación de mi madre las que produjeron una respuesta en mi hermano que no entendí, al menos del todo; hablándome este sin separar la mirada del mapa siquiera.

- Eh, no hagas eso. – le dije tirando levemente de su chaqueta a la altura del hombro, queriendo hacer que me mirara aunque sólo fuera un segundo. – Este es mi problema. De los dos a lo sumo porque te has visto involucrado por mi culpa. Ten claro que no es sólo cosa tuya. – le advertí entre la consternación y la preocupación.

Fue poco después cuando se dio el estallido de Walker, algo ante lo que no pude evitar replicar, llegando pronto la respuesta del mercenario. El temor que este me procuraba se disipó en parte al escuchar el tipo de respuesta que me ofrecía, tratando de evitar los temas que no le convenían y mintiendo descaradamente acerca de los motivos que le habían llevado a actuar así entre otras cosas. No entendía gran parte de sus palabras, ¿en qué momento algo de lo que había dicho Elliot resultaba tan sumamente peligroso para mi familia? Si alguno de los presentes se atrevía a llegar hasta Donovan para delatarme, pondría su propio cuello en juego, el cual podría terminar siendo sajado tanto por Peak, como por Oso y Strickland si descubrían su traición. Que Walker metiera a mi hermano en todo aquello tampoco lo entendí, como pronto demostraría Barry que él tampoco.

No añadí nada. Mi intención no había sido entorpecer el tema que se trataba, sino asentar unas bases. No estaba en mi naturaleza el discutir con los demás, pero tampoco que se vapuleara a nadie en mi presencia sin hacer nada. Había dicho cuanto tenía que decir, y tan sólo terminé poniendo mis ojos ligeramente en blanco cuando Jhon me habló de moderar mis palabras, cuando era él quien se había extralimitado en su trato a Elliot y hablaba de mi hermano y de mí sin tener ni idea de lo que decía. Barry no tardó en intervenir, y es que no sólo se había hecho directa alusión a él, sino que pareció querer mediar para que la situación no se nos fuera de las manos; aunque yo ya estaba segura de que aquello no sería así. Mi hermano estableció como solución definitiva que no trabajara con Walker, algo que yo ya no veía viable dado lo peligroso que resultaba ser aquel hombre, y que me mantendría a su lado. No me planteé replicar, al menos por el momento, pero mi hermano dejó claro que tampoco me lo iría a permitir; terminando por dirigir algunas palabras tanto a Elliot como a mí, encargándome el que mi socio se separara de Walker. Hice un gesto con la mano a Hudson para que me siguiera a donde había estado sentada con mi hermano y Vika, no tardando las informaciones en fluir nuevamente desde diferentes fuentes, teniendo que detener mis pasos cuando Strickland se acercó para susurrarme al oído.

- Se lo agradezco, Señor Strickland. Eso me deja mucho más tranquila. – le respondí al líder mafioso con una sonrisa algo contenida, evitando lo referido a que acudir a Donovan había sido una mala decisión, pues no estaba de acuerdo con ello; nunca había sido una buena opción, pero sí la menos mala de entre todas las que había tenido.

Al regresar a mi sitio, vi que Vika hacía algo con una lata, dándome cuenta de que se trataba de la mía cuando al sentarme vi que la que me había dado mi hermano no estaba junto al resto de mis cosas. Supuse que no le había dado importancia a aquello al no parecer que fuéramos a tener problemas para conseguir comida, llevándome la situación a bromear con mi mentora, aunque probablemente también el que necesitaba relajarme un poco.

- ¿Ahora me vas a castigar sin comer si no entreno lo suficiente? – le dije a Vika con humor, sonriéndole.

Tantas emociones habían logrado quitarme el apetito, pero cuando aquellas conversaciones terminaran tendría que obligarme a comer algo. No dediqué mucho tiempo a aquel pensamiento, centrándome en las informaciones, preguntas, propuestas y reflexiones que todos compartían. Sentí no tener mucho que aportar, pues o bien mis ideas ya se habían expuesto, o mi inexperiencia en el exterior me impedía opinar sobre algunos asuntos.

Llegó el momento en que parecía ir a llevarse a cabo aquel interrogatorio, y mi hermano quiso dejar claras sus condiciones para participar definitivamente en todo aquello. No pude evitar ver a mi padre reflejado en él mientras se pronunciaba de tan contundente y acertada manera, sintiendo orgullo y nostalgia a partes iguales. Cuando Barry acabó de hablar, terminando por mostrar qué podía ofrecer él, dejando abierta la opción de negociar en el futuro, y tendiendo la mano a los líderes mafioso; me puse en pie para pronunciarme, pues mi participación había quedado en el aire.

- En esas condiciones, estoy dentro. - afirmé mirando de manera alternativa a El Oso y Strickland. – Pero me gustaría contar con algunas cosas, cuando vayan a dejar esa nota, ¿podrían traérmelas? – pregunté, dirigiendo mi mirada a quien mayor rango ostentaba. - ¿Le comento los detalles a Veron? – pregunté antes de añadir unas pocas palabras más dirigidas a ambos hombres. – No tengo experiencia alguna fuera de la zona de cuarentena, pero me he preparado durante años, y puedo asegurarles que haré cuanto pueda para que toda esta locura salga bien. – finalicé con absoluta sinceridad y convicción.

Pensé en mirar a mi hermano y lanzarle una pequeña broma, pero El Oso explotó y me quedé petrificada unos instantes. A pesar de ello, cuando su intervención finalizó de tan abrupta manera, no pude hacer más que correr en busca de algo de agua para llenar un vaso, acercándoselo rauda al mafioso.

- ¿Se encuentra bien? – pregunté a El Oso en voz baja con preocupación mientras trataba de continuar escuchando lo que el resto decía, enumerando ya en mi mente algunas cuestiones que querría exponer.

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08/05/2023, 16:13
Jefferson Strickland

Lo tendrás, Walker – dije, a la vez que asentía interrumpiendo las palabras del hombre que parecía más inestable del grupo – y en cuanto al vehículo, habrá que revisar nuestra… mmm… como decirlo, nuestro “parque móvil” – sonrisa y guiño – seguro que algo encontramos que sirva. Tus habilidades para con la puesta a punto nos serán muy útiles.

Bien… ¿qué más?

El resto, quien más quien menos, aportó su idea, y parecía haber un denominador común. Emboscar a los emboscadores… lo cual coincidía con mi idea y, sobre todo, con la del Oso, que por algo era mi segundo, o mi igual simbiótico… si es que eso significaba algún carajo.

Y de nuevo el Oso intervino, cual elefante en una cacharrearía, con esa sutileza digna de un ariete, embistiendo con su refinada dialéctica y derribando todos los muros del orden y concierto… vamos… muy en plan “El Oso”…

Tranquilo, amigo… tranquilo – traté de apaciguar a mi mano derecha, sobre esa fina línea que separa el tranquilizar con quitar autoridad – creo que ya lo han entendido… pero ha dicho bien, y bien claro, por cierto. Todos podéis poner condiciones, y serán estudiadas, pero no debéis olvidar que las putas las pagamos nosotros… disculpen, señoritas, es la costumbre – dije a las chicas, consciente de lo impropio del símil, aunque no por ello arrepentido. Que se le va a hacer, Jeff era algo machista antes de que el mundo se fuera al carajo, a estas alturas no estaba la cosa como para cambiar.

¿Veis? – dije ahora dirigiéndome a todos, tras las palabras de Barry – aquí el joven MacLeod continua con sus peticiones. No está de mal hacerlas, demuestra personalidad, y eso me gusta. No me fío de un tipo que sea todo pasividad, porque esos, al final, cambian de lealtad como de chaqueta.

Me parece razonable lo que pides, hijo. Las medicinas para tu madre no entran en la ecuación. Pase lo que pase, tienes mi palabra que no le faltará de nada. Cuando se llega a una edad, sí, podéis mirarme, cuando se llega a una edad se necesita que alguien cuide de los demás. Tenéis mi respeto.

Y si, también si, con este cargamento la QZ pasará a estar completamente bajo MI control, no habrá más facciones, y al que intente meter la cabeza se la volaré y luego se la meteré por el culo. Puedes estar tranquilo, Barry, no habrá cambios repentinos en las condiciones. Además, vuestras obligaciones con la organización morirán con esa misión. Después, quien quiera quedarse, será libre de hacerlo.

Bien, puesto que somos muchos y hay mucho que hacer, es hora de asignar tareas. Oso, coge a tus hombres y a… mmm… los MacLeod, Vika y el joven Elliott, encargaros de la logística y transporte, rutas de aproximación, de huida…

El resto, conmigo.

Cualquier cosa que necesitéis, pedidla, joder. Armas, una estampita de la Macarena, lo que sea.

Andando, que se hace de noche.

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08/05/2023, 22:31
Ambientación

El repentino acceso de tos del Oso, mientras airado trataba de dejar claras las cosas, no dejó indiferente a David y el señor Love, quienes acudieron raudos ante el orondo hombre para brindarle ayuda. Por suerte, la joven MacLeod fue ágil de mente y piernas, acercándole un vaso de agua con el cual sacarle del mal momento.

- Joder, jefe. No me de esos sustos... - mencionó el menor de los García, tendiéndole un pañuelo con el cual secar el sudor de su frente - Ya les ha quedado claro a todos lo que ha dicho, créame. Además, algo me da buen pálpito en cuanto a grupo que se está conformando, la inmensa mayoría gente competente y leal - abogó por los presentes, pese a no ser más que un adolescente, no conociendo lo suficiente a todos ni siéndoles tan cercano como para dar ese aval. Seguramente trataba de infundirle simplemente calma a su jefe, quién en ocasiones tenía aquel tipo de arrebatos, razón por la cual también se había granjeado el apodo del "Oso". ¿No mencionó tener pensado el señor Strickland y su persona, precisamente contratar a varios de los aquí presentes, incluso antes de que todo se precipitase en el Giocomo's? MacLeod, Vika, el señor Young... - fue señalando con los dedos a medida que los nombraba -  También diestros mercenarios como el señor Miller y el señor Walker... ¡Tenemos lo necesario!

Love por su parte, sonrió ante lo sucedido, quitándole hierro al asunto y aportando ese punto más natural y espontáneo, en ese tono de humor que le caracterizaba.

- Eso jefe - mencionó el recién afiliado al grupo del Oso, interesándose por el estado del Oso tras su repentina tos - Mejor cuide su salud, no vaya a ser que me quede sin cobrar, jaja. Por cierto, si debemos pertrecharnos y salir cuanto antes de la QZ. ¿Qué hay de la pelea de esta tarde? ¿Tendré tiempo a dejar en la lona a mi adversario y recibir mis balas de calibre militar, o deberemos salir antes de eso?

Fue Veron el que respondería a las dudas del peleador callejero, habida cuenta de lo que acababa de mencionar el propio Strickland.

- Si vamos a dividirnos en dos grupos, obviamente no todos podremos salir del mismo modo de la QZ, por lo que quizá sí tengas tiempo a lucirte en el cuadrilátero. - aseveró con su voz calmada e interpérrita, fijando la vista en su interlocutor - Si no estoy equivocado, nuestro jefazo ya ha dispuesto a los integrantes de cada uno de los dos grupos por más de una razón en particular. No solo en base a sus habilidades, si no también considerando que probabilidad tendrían de salir de la QZ por un camino u otro. - y señalándose a sí mismo y al resto de los hombres de Jeff, mencionó un dato relevante - Nosotros ya contamos con permisos y acreditaciones falsas con las que cruzar los muros hacia el exterior, de forma más o menos segura. - miró tras aquello a Chad y Sunny - Supongo que los dos reclutas tienen sus propias identificaciones y uniformes, no resultándonos difícil untar a alguno de los guardias para que los dejen pasar y acompañarnos, en caso de que estos ofreciesen alguna pega al verificar sus documentos, lo cual lo considero improbable. Siempre ha sido más fácil salir que entrar. - y finalmente, echando la mirada a Miller, Walker y Young, se meció la barbilla con ciertas dudas -  En cuanto a cómo se las apañarán estos tres... - entonces sonrió, cayendo en la cuenta de por donde podrían ir los tiros - Jeff, ¿no será a caso uno de estos tres tipos aquel de quién nos hablaste? ¿Ese capaz de falsificar cualquier tipo de documento acreditativo de FE.D.R.A? - No fue necesaria respuesta afirmativa, tras el simple guiño sonriente de Jeff. Ahí estaba la clave de todo el meollo, disipándose las dudas del fornido mercenario. Entendido. 

Solo al ser requerido por su jefe para atender las necesidades de la joven MacLeod, Veron se levantaría de su asiento obedeciendo las órdenes recibidas de su benefactor, para de inmediato acercarse a sendos hermanos MacLeod. Él mismo iba a hacerse cargo de entregar la carta que le redactasen, poner a salvo a la madre de ambos, y a recoger lo que cualquiera de ellos le demandasen del domicilio.

- ¿Michelle y Barry MacLeod, cierto? Hablemos en privado allí afuera, si os parece bien. - les señaló la zona ajardinada, para tener un poco de privacidad - Decidme todos los detalles y aquello que preciséis de mi persona, y personalmente me haré cargo de hacérselo llegar a vuestra madre. ¿Hay algo que quieras que os traiga de vuestro domicilio?

 

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08/05/2023, 23:29
Ambientación

Saint Andrés retomó la palabra, rompiendo nuevamente el silencio ante las posibles dudas del resto, especialmente de aquellos a los que no les quedó claro como iban a salir de la QZ.

- Era de esperar que no todos podrían salir de la QZ por la entrada principal, pero todo el grupo que acompañe al Oso podrá hacerlo de forma segura a través de los túneles, y salir al exterior amparados en la oscuridad de la noche. - aclaró Saint Andrés, entregándole a Pablo una dirección concreta - Este contacto se encargará de haceros de guía hacia el exterior. En más de una ocasión hemos requerido sus servicios y nunca nos ha defraudado. - Y si Barry echaba un ojo a la nota, antes de acompañar a Veron, se percataría de que se trataba de una vieja conocida de cuando todavía faenaba realizando incursiones al exterior. Nada más y nada menos que Sandy Queen. ¿Cuánto hacía que no veía a aquella joven rebelde y temeraria, con quién antaño, en más de una ocasión, había requerido de sus servicios? ¿Seguiría Sandy siendo la que era, aislada de todo y de todos, refugiada en los túneles que siempre habían sido su hogar? ¿Ves Love? Para salir sin ser vistos deberéis partir cuando oscurezca, por lo que con suerte podrás pelear antes de marchar. 

Vika había lanzado un cuestión al aire, que Saint Andrés trató de responder de forma escueta.

- No se mucho de Robert Downes, sinceramente. - negó con la cabeza, habiendo esperado un tiempo a que alguien que estuviese más al corriente de quién era el tipo y sus acciones hablase - Solo se que al igual que Donovan, es otro de los capos contrabandistas que nos tocan las pelotas de vez en cuando. Ese desgraciado controla el contrabando de la zona 2 y gran parte de los muelles de la zona 5, y si bien en alguna ocasión hemos tenido nuestros encontronazos, el muy cabrón es extremadamente esquivo. Trafica con armas, y su brazo derecho es un tipo al que se le conoce como Vela. - Saint Andrés presionó los puños y se le marcaron las venas en la sien, demostrando que tenía un odio inconmensurable con ese hombre - Ejem, Santino Vela. Ese malnacido asesinó a mi hermano. No hay un solo día que no me recuerde que se la tengo jurada. La venganza se la cobraré más pronto que tarde. El muy hijo de...

Otro de los hombres de Jeff, más específicamente aquel al que todos llamaban Tony, se acercó para templar los ánimos exacerbados de su camarada. Recordar aquello había tensado a Saint Andrés, y sabiendo que aquel era el frente sin resolver de su compañero, le brindó una palabras que apelaban a la calma y a ser pacientes.

- Ey, hermano. Tranquilízate, ¿vale? - le mencionó en ese tono conciliador y comprensivo, pero sin que por ello se sintiese Saint Andrés que le compadecían o le hiciesen ver débil - Ya llegará el momento que nos cobraremos nuestra venganza, ya sabes que estoy contigo. Al igual que el Oso, Jeff y el resto de nosotros. Damon era uno de los nuestros, eso siempre será así, y jamás lo olvidaremos. ¿Te queda claro? - y viendo que Saint Andrés asentía, Tony posó su mano derecha sobre su hombro derecho. Ten paciencia. Aprovecharemos esta salida para finiquitar cuentas. Confía en nosotros.

 

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09/05/2023, 00:14
Ambientación

Las conversaciones que se suscitaban finalizaron abruptamente en cuanto Pablo, el mayor de los García, golpeó un par de veces la puerta metálica del piso franco en el que se encontraban. Dave Beltrán abrió esta tras obtener permiso de Jeff y el Oso con sus miradas, accediendo Pablo al interior del lugar, empujando frente a sí al prisionero que continuaba maniatado de manos y con un saco en la cabeza impidiéndole la visión.

A trompicones lo hicieron llegar hasta el centro de la estancia, para forzarlo a sentarse en una de las sillas. solo cuando le retiraron el saco de la cabeza y bajaron la mordaza que le había mantenido en completo silencio hasta entonces, el chaval, respiró profusamente y maldijo a los presentes de mil y una formas.

- Malditos hijos de puta, cabrones, malnacidos... no sabéis las ganas que tengo de reventar vuestras cabezas con una pistola. - expresó visiblemente nervioso, hablando atropelladamente y mirando de un lado a otro a los presentes, para acabar escupiendo en el suelo con todo el desprecio del mundo. ¿Qué coño queréis de mí, eh? ¡No voy a decir ni una puta mierda! ¿A qué esperáis para matarme, eh? ¿DISPARADME DE UNA PUTA VEZ, JODER! ¿A caso esperáis que vaya a ser un jodido chivato de mierda? ¡VUESTRAS GANAS!

No obstante, y a pesar de la multitud de sandeces, improperios y amenazas que acababan de salir de su boca, el joven temblaba de forma incontenible. Sus piernas eran mucho más que un flan, y lo peor de todo era el tufo a meado que desprendía el lugar tras su llegada. Solo con prestar atención a sus pantalones, era posible observar que había una extensa zona completamente mojada, señal inequívoca de que se había meado en los pantalones. ¿Hasta cuando sería capaz de mantener aquella pantomima? ¿Sería el Oso, quién había decidido tomar la iniciativa en el interrogatorio que estaba por comenzar, capaz de hacerle cantar como si no hubiese un mañana? ¿Qué sabría de todo lo que se estaba fraguando aquel niño destetado?

Vika, ayudada por Dave beltrán, también habían terminado por acercar a King desde la sala anexa hasta la azotea exterior, sentándolo entre ambos en otra de las sillas del lugar. Desde la posición en la que se encontraba el joven prisionero, apenas podía ver de reojo a su líder, del cual creía seguía enteramente vivo, y al igual que él, pensaba estaría siendo interrogado. 

- ¡KING, QUÉDATE TRANQUILO! ¡MIS LABIOS ESTÁN COMPLETAMENTE SELLADOS! ¡NO PIENSO DECIRLES NI UNA MIERDA! - intentó hacerse escuchar desde la distancia, sonriendo con cierta autosuficiencia, como si por lo que acababa de decir estuviese ganando cierta reputación. ¿Cómo reaccionaría cuando descubriese la dura y cruel realidad, y se percatase de que realmente su líder ya hacía tiempo que era un triste cadáver? 

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09/05/2023, 08:16
Barry "Fortuna" MacLeod

Llegué a pensar que, de tanto jugar con fuego, me estaba quemando. Había jugado demasiadas cartas al mismo tiempo, y bien podía haber calculado mal. Era demasiado lo que pretendía dejar atado, demasiados frentes abiertos en los que batallar, porque, al contrario de lo que Michelle afirmaba, sí que tenía que hacerlo. Podía sonar antiguo, machista incluso, pero tras la muerte de nuestro padre sentía que debía ejercer como “el hombre de la casa”, cuidar de ellas, protegerlas. A eso se sumaba el remordimiento que sentía por la pérdida de papá, ese sentimiento que me llevaba a creer que podría haber hecho más, que debería haber hecho más. Y que si ellas ya no tenían a nuestro padre, era por mi culpa.

Por supuesto, no expresé aquellas ideas cuando mi hermana reclamó que dejase de hacer aquello, cargar con la responsabilidad de arreglar las cosas. Conocía a Michelle, y sabía que nada de lo que dijera la haría cambiar de opinión. Además, tenía otras cosas en las que centrarme.

Así, tras zanjar el asunto de Walker oyendo cómo trasladaba la conversación a otro momento sin tener claro si se trataba de una amenaza u otra cosa, expuse ante el Oso y Strickland mis exigencias para unirme a aquella misión. Dejando la humildad de lado, creía firmemente tener bastante que ofrecer para algo así, de modo que me atreví a exigir en consecuencia. Sin embargo, la airada reacción de Gorbinsky me hizo creer que se iría todo a la mierda. Muy al contrario, para mi tranquilidad, pese a la bronca no negó ninguna de mis peticiones, y expresamente aceptó alguna. Fue Strickland quien, tras calmarse el Oso gracias al trago de agua que le llevó Michelle por la fea tos que le había causado tanto grito, confirmó el resto. Y no sin alguna sorpresa, pues se apresuró a dejar las medicinas de nuestra madre fuera, algo que interpreté al principio como una negativa, pero nada más lejos. Suspiré con satisfacción al confirmar el mafioso que se ocuparía de todo respecto a ella. Puede que fuera realmente bondadoso, a pesar de su oficio; o puede, y me inclinaba más por esa opción, que fuera un líder inteligente, de los que trataban de ganarse la lealtad de los suyos.

- Entonces, ya tiene a su hombre. –Le confirmé estrechando su mano, antes de regresar a una posición en segundo plano, esperando instrucciones.

Para mi satisfacción, Strickland reunió en torno a Oso y los hombres que ya le escoltaban a Michelle, su “socio” y Vika, además de a mí mismo. Buen equipo. Crucé una seria mirada con Elliot, cuyo desempeño ahí fuera era una incógnita para mí, aunque quedaba claro que, como mínimo, debía de ser alguien escurridizo. También miré a Vika, alzando mis cejas un par de veces en un gesto de complicidad, que habría compartido también con Michelle si no tuviera una tormenta en mi interior al saberla aceptando el trabajo, tal y como ya sospechaba que haría. Me habría hecho inmensamente feliz oírla negarse a ello, pero las cosas eran como eran, no como las deseábamos. Al menos, la tendría cerca para velar por ella. Para hacer esta vez las cosas bien.

Logística y transporte… -Repetí en voz baja, sacando de nuevo el mapa mientras los que íbamos a formar equipo nos reuníamos y acercábamos al Oso y sus hombres- Conozco a alguien que puede sacarnos al exterior. Es buena, o lo era. –Compartí con el resto- Y tengo que comprobar la ruta, por si pasa por el refugio de Hathaway. Es un buen lugar para hacer un alto con seguridad.

En seguida me di cuenta de que la mayoría de los presentes no sabría de qué hablaba. No recordaba si Vika había llegado a conocer a Troy Hathaway, pero sabía que Michelle no, y dudaba de que Elliot supiera de ese superviviente.

Uno de los hombres de Gorbinsky aclaró que nosotros saldríamos de la zona de cuarentena por los túneles, por medio de un contacto que aseguraba la ruta. No me costó echar un vistazo a los datos de ese contacto, reconociendo satisfecho que se trataba precisamente de en quien yo estaba pensando. Crucé una mirada con el tal Saint Andrés, asintiendo con aprobación. Me gustaba la idea de que fuera ella quien nos sacase de la ciudad. Pero no dije nada al respecto, pues otro de aquellos hombres, el tal Vernon, nos indicó que le siguiéramos fuera para hablar de lo relativo a su paso por casa.

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09/05/2023, 08:18
Barry "Fortuna" MacLeod

Fuimos saliendo hacia la zona ajardinada, a tiempo de comprobar que Saint Andrés tenía cuentas pendientes con la mano derecha de Downes. Al parecer, el tal Santino Vela había matado al hermano de aquel latino con aspecto de tipo duro. Sinceramente, deseé que tuviera ocasión de vengarse, algo que sí estaba en su mano si todo salía como debía. Era algo que yo no podría hacer, que estaba fuera de mi alcance, de modo que le comprendía bien. Ojalá me dieran a mí la oportunidad que aquel tipo tenía. Pero nadie organizaría una expedición al territorio del Chacal para acabar con ese hijo de puta y los suyos.

Por suerte, salimos fuera antes de que comenzase el interrogatorio, algo que no me apetecía presenciar. Aquel chaval estaba jodido, y encima no se enteraba de que estaba sólo, creyendo que King seguía con vida. ¿Estaría dispuesto a pasar por un infierno por no delatar a los suyos? ¿Por una banda?

En fin, Vernon necesitaba datos acerca de cómo proceder cuando acudiera a casa, tanto respecto a qué llevar, como a si debía traernos algo. Al decir aquello, me giré mirando a Michelle con el ceño fruncido.

- ¿Tu arco? –Le pregunté, dejando claro que me parecía una buena idea- Prefiero que utilices principalmente el rifle, pero ahí fuera a veces es mejor no hacer ruido, ya sabes. –Compartí con ella mientras sacaba un documento del bolsillo, volviendo a mirar a Vernon- Ya se que no le va a hacer falta porque vais a encargaros de todo, pero si no te importa, además de la nota hazle llegar esto. –Le pedí, entregándole la cartilla de racionamiento que me habían entregado aquella misma mañana- Mejor que la tenga ella. Y en cuanto tengamos la nota te la entregaremos. En cuanto mi hermana la escriba, quiero decir. –Expliqué, mirando a Michelle de reojo, adelantándome a sus más que probables protestas- Se te da mejor, es lo que hay.

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09/05/2023, 16:13
El Oso

 El Oso no estaba en sus mejores condiciones para andar gritando. Estaba acostumbrado a ser el "policía malo" cuando se trataba de negocios junto a Strickland. Ser el de la cara de perro, el capo terrorífico... Pero aquel día de locura, disparos y mucho ejercicio le habían dejado con los pulmones bailando samba. Ahorgarse con su propia saliva en frente de todos esos mercenarios no le dejaba como el temerario criminal que habían escuchado en las calles.

 Aún así, parecía que elevar la voz había servido. La mayoría de los presentes dejaron de cacarear cual cotorras y todo se organizó más. El Oso se agarró la garganta, mientras sus hombres se acercaban preocupados a él. E incluso la hermanita de MacLeod se acercaba con un vaso de agua para calmar su picazor.

- Gracias, querida... coff coff... no te preocupes, hace falta algo más que un ahogamiento para matar al Oso. David, mi chico, tienes razón. Estamos cargados con un buen equipo, y me alegro de eso. Solo que... necesito que me dejen de tocar las pelotas y hagan solamente lo que se les pide, ¿ok?

 Esto último fue dicho más como un pedido que como una orden. Incluso como una súplica, si se quisiese. Era evidente que toda esta misión tenía preocupado al Oso, especialmente porque como había dicho Strickland, se jugaba el futuro del mundo del crimen en Boston. Aquella facción que se hiciera con todas aquellas armas podría llevar adelante un aniquilamiento feroz de las demás bandas. Todo tenía que salir bien si el sindicato de Strickland no quería quedar bajo tierra... y toda la gente que colaborase con ellos, si Donovan y Downes así lo querían.

- Love, te gustan más las balas que a mi los hot dogs, heh heh... las peleas de esta noche se harán, sin excepciones. Necesitamos vender la fachada de que todo está en orden en nuestra zona. Actuar como si no nos hubiéramos enterado de una puta mierda... además, hay que recolectar dinero de apuestas, ¿no? Esta misión no va a conseguir inversión de la nada...

 El boxeador era un hombre prometedor en el mundo de las apuestas, y eso lo habían evidenciado hoy a la mañana. Quizá aquella noche sería un evento especial para recaudar fondos y además cerrar los últimos cabos antes de la misión. Y si la misión salía mal, sería la última noche donde El Oso se podría tomar un buen whisky mientras miraba una buena pelea.

 Al poco tiempo llegó Pablo, su mano derecha, con el muchacho al que tenía de rehén. El tal Peter Turner, que estaba meado del miedo, literalmente. Su actitud rabiosa y desafiante persistía, convencido a no contarles nada y a mandarlos al infierno en cuanto tuviera la oportunidad. Iba a ser un hueso difícil de roer, pero El Oso sentía que podía sacarle algo al muchacho. Y quién sabe, quizá no tener que derramar más sangre por lo menos por hoy...

- Pablo, que bueno que llegaste... después tengo que hablar contigo. Mientras tanto, que David te ponga al tanto de lo que estuvimos hablando... ahora, tu...

 El Oso se acercó a Peter, literalmente a menos de un metro del muchacho. El olor era sumamente palpable, así como entendible. El capo recordaría cuando era más joven y tuvo que amigarse con los conceptos de usar un arma, estar en un tiroteo o perder a un amigo o ser querido. Mojarse los pantalones... podía pasar.

- Muchacho, te tengo una buena noticia. No tengo intención de matarte. Realmente, no sacó ningún beneficio de hacer eso, y tampoco ningún goce. Pero respecto a King... bueno, si conoces algo de mi, es que quiero pegarle un tiro a ese cabrón desde hace 10 años. Y nunca me fue tan fácil hacerlo como ahora. Pero soy más inteligente que eso, y creo que podría dejarlo ir con su jefe. Para eso, lo que voy a necesitar es que me digas todo lo que sabes sobre las operaciones de Donovan. Ahora.

 El Oso intentaba venderle una posibilidad a Peter. De que no pensase en si mismo, y si en su jefe. Notaba más fidelidad de aquel joven a Raul que de cualquier otro de sus chivatos muertos, y eso podría ser exprimible. El capo hablaba suavemente y con tranquilidad, pero la atmósfera del lugar ponía presión en cada palabra.

- Tu pareces más leal a la causa que tus compañeros muertos, que estaban dispuestos a sacrificar al negro para salir con vida de esa situación... ahora están todos muertos, y tu vivo. Quizá el universo recompensa la lealtad, quién sabe... habla lo que sabes, y King ira con Donovan. Pero ten cuidado... no me mientas. Porque creeme que me daré cuenta, muchacho.

- Tiradas (1)
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09/05/2023, 23:01
Vika

Eché mano de mi bolsa, la que siempre me acompañaba a todos los sitios y tras revolver un poco saqué dos latas - ¿Qué prefieres guisantes o atún? - le tendí a Michelle la que escogiera y a Elliot la otra - ¿estás a dieta? ¿No? Pues come - a tenor de la información que se estaba gestando sin duda íbamos a tener una noche movida. Había que preparar el golpe y aparte recabar toda la información posible de nuestros antagonistas, empezando por Donovan y siguiendo por Robert Downes. El nombre de Santino Vela se unía a la lista de objetivos tras mentarlo uno de los hombres de Oso, Saint Andrés, al parecer Vela era la mano derecha de Downes, como King Raül lo era de Donovan. 

Si bien nadie lo había dicho, pude suponer que la idea era que no volviera nadie. La escaramuza no sólo sería un robo sino una demolición de toda la banda de Donovan. Seguramente el propio Donovan pensara lo mismo sobre los soldados que controlaban el convoy. Lo importante era no dejar testigos, nadie que te relacione con el robo, los asesinatos, la escaramuza, etc.

Barry llegó a un acuerdo con Strickland para proveer de medicinas a su madre, con independencia de lo que ocurriera en el asalto al convoy. Sin lugar a dudas era un buen acuerdo siempre y cuando se cumpliera. Sin embargo, bien mirado el acuerdo no era todo lo seguro que podría pensarse, dado que tanto Strickland como Oso iban a formar parte del asalto, si no volvían podría ocurrir que tal acuerdo se desvaneciera con ellos. Aún así, algo siempre era mejor que nada. Además ganaban tiempo porque desde ya iban a atenderla con las medicinas que necesitaba.

Antes de que trajeran al prisionero para interrogarlo, Strickland organizó a los presentes en dos grupos de intervención, tocándome junto a Elliot, Michelle, Barry y Oso que vendría con sus hombres, mientras el resto conformaría el segundo grupo.

- Logística y transporte, ok - revisé uno por uno los rostros y los portes de cada uno de los miembros del grupo, sobretodo de los hombres de Oso. Parecían hombres curtidos en mil batallas, con experiencia. Aunque algunos tenían más pinta de matones que de otra cosa; no pondría la mano en el fuego, pero juraría que había más de un ex-militar allí.

- Barry, ¿me dejas ver ese plano? Estíralo un poco más - me fijé en las líneas discontinuas, de primeras las confundí con carreteras pero tenían un trazado raro - ¿éso es la línea férrea? - el problema de los trenes era que no te podías salir del circuito, de las vías. Por contra, salvo por los túneles, ofrecía una vía de escape rápida. Lo cierto es que el servicio ferroviario no estaba en uso, no era como el puerto que estaba bajo control precisamente de Robert Downes, la estación de tren fuera del enclave que pudiera suponer el edificio y sus accesos, no tenía mucha utilidad - hay que echarle un ojo al trazado de la línea del tren, podría servirnos - no estaba pensando en equipar una locomotora, pero igual se podía ajustar al vehículo un eje alternativo para que pudiera circular por encima de los raíles. Tendría que verlo si era viable o una pérdida de tiempo.

Tras la intervención de Oso tratando de hacerse respetar mediante amenazas y estrategias basadas en miedo, temor y consecuencias no me pasó desapercibido su estado de salud. No era la primera vez que lo veía toser, ni sentirse indispuesto. Sin embargo ahí estaba, parecía que nos iba a acompañar fuera de los muros de Boston para dar el golpe en persona y me pregunté si en sus circunstancias era realmente un activo o podía suponer un problema. Pero viendo la obediencia ciega de los demás y el acuerdo que habían trabado con los MacLeod por las medicinas, di por hecho que habría que asumir los riesgos y procurar que volviera de una pieza.

- ¿El refugio de Hathaway? - a veces se escuchaban referencias que parecían provenir de un pasado remoto. ¿Hathaway? Ese nombre me sonaba, sin embargo no era capaz de ponerle cara. Para Barry parecía que era algo más que un nombre, conocía a esa persona, la trató en el pasado y seguro que tenía algún vínculo con su padre o su familia, si no no habría reaccionado con esa cara de sorpresa y convencimiento - túneles, claro - así íbamos a atravesar la zona controlada por FE.D.R.A. para salir al exterior. Porque no era lo mismo hacer un agujero en la red metálica y pasar de un área de la ciudad a otra, que atravesar los muros. Aparte estaba que había que hacerlo de incógnito, procurando mantener la discreción y el sigilo.

Mientras tanto seguí estudiando el plano de Barry con detenimiento - si controlan el puerto, igual no les interesa volver por carretera y sí dirigirse a la costa, quizás en un embarcadero les esté esperando un barco - no había que dar por descartada ninguna opción, de ahí que el prisionero podía proporcionarnos una información muy valiosa, si confesaba claro.

Trajeron al prisionero para interrogarlo. Oso se iba a encargar. Me pareció interesante quedarme para ver cómo lo llevaría a cabo. De primeras me sorprendió el detenido, era un niño, un chico joven. Miré a Miller de manera automática, ¿Acaso se interpondría en el interrogatorio? Pero fue algo pasajero porque en cuanto le quitaron la venda de la boca, aquel chico largó más y peor que Elliot. Por cómo habíamos colocado el cuerpo de King Raül, aquel chico creyó que en verdad no era el único apresado, que la mano derecha de Donovan estaba también allí. Oso le presentó un trato, si colaboraba podría salir de allí con vida y sino, King Raül sufriría las consecuencias. Me gustó, la táctica era buena y por el momento limpia, a ver qué decidía. 

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10/05/2023, 20:36
Michelle MacLeod

Esbocé una amplia sonrisa cuando, durante su intervención, Strickland aseguró que a nuestra madre no le faltaría de nada; mirando fugazmente a mi hermano ante ello antes de regresar la mirada a El Oso, junto a quien continuaba tras asistirle con aquel vaso de agua. Algunos de sus hombres también habían acudido raudos a ayudarle, algo en lo que vi una buena señal, y es que, se preocuparan genuinamente o no por él, parecían gente atenta y eficaz. Mostré una pequeña sonrisa al mafioso ante su agradecimiento, terminando por acercarme a su oído cuando tuve ocasión, buscando que mis palabras no alcanzaran a sus hombres. Aquel hombre resultaba temible, pero tenía un punto débil, y era posible que se estuviera esforzando en que este no cobrara importancia para quienes estaban bajo su mando.

- Si necesita ayuda, puede contar conmigo. Mantendré el pico cerrado. – le hice saber en un susurro, volviendo a sonreírle levemente antes de retirarme.

De vuelta junto a Vika, Elliot y Barry, habiendo este ya sellado el trato con Strickland, mi mentora me sorprendió ofreciéndome una lata; pero sobre todo pidiéndome que comiera. Debía hacerlo, no le faltaba razón.

- Atún. – respondí, tomando entonces la lata que me tendió. – En cuanto pueda me la como, ¿vale? – le dije en un tono que trataba de resultar tranquilizador, pues no quería preocupar a Vika.

El líder mafioso había establecido grupos, sintiéndome contenta por aquel en el que me había tocado, y es que además de que trabajar con Barry, Vika y Elliot sabía que sería fácil, los hombres de El Oso me daban bastante buena espina. En cuanto a él… No dejaba de ser un jefe, pero había mostrado ser muy comprensivo a pesar de su ataque de rabia.

- Logística y transporte… - repetí a la vez que mi hermano, teniendo que contener una risa al darme cuenta de ello.

Barry parecía tener ya una idea sobre con quiénes podíamos contar, aunque yo no tenía la menor idea de de quiénes hablaba. Mi hermano nunca me había hablado mucho del que había sido su trabajo, salvo alguna anécdota ocasional o datos que le parecieran claves, pero nunca se dedicó a profundizar en ello; tampoco papá. Probablemente ninguno de los dos imaginó nunca que quizás algún día me hicieran falta ciertas informaciones.

Me dediqué a mirar el mapa que sacó mi hermano durante unos instantes con cierta frustración. Era perfectamente capaz de leer un mapa, y de trazar las mejores rutas de escape en zonas que ya conocía, y es que me había pasado gran parte de mi vida recorriendo los entresijos de la ciudad en busca de cosas de utilidad; pero todo lo que suponía el exterior… Se me escapaba demasiado.

Quizás sea cuestión de pensar en que es lo mismo pero a gran escala, ¿no?

Terminé pensando con optimismo, poniendo suma atención a lo que Vika fue señalando a medida que examinaba el mapa. Sin duda habría que considerar las distintas vías que Donovan y sus hombres pensarían tomar, pero aún me faltaba información. Sin embargo, no pude preguntar por esta, como tampoco mencionar a Strickland algunas cosas que íbamos a necesitar. El momento de sentarnos a planificar no parecía haber llegado aún, y es que finalmente el interrogatorio del prisionero iba a dar comienzo, y en aquel lugar. Además, Veron, aquel hombre que ya me había mencionado Strickland, nos animó a mi hermano y a mí a acompañarle a aquella especie de jardín para hablarle de nuestras peticiones.

- No creo que tardemos, luego nos ponéis al tanto de las novedades. – le dije a Vika y Elliot, dirigiendo unas palabras a Hudson antes de salir junto a Barry, bajando la voz lo suficiente como para que nadie pudiera escucharlas a parte de nosotros cuatro. – Y tú mantén la cabeza alta, ya quisieran muchos de los presentes ser la mitad de capaces que tú. – afirmé de manera neutra, no habiendo tenido ocasión antes de decirle nada al respecto.

Aún no tenía claro cuán enfadada estaba con Elliot, o si debía estarle agradecida, pero lo que tenía claro era que me repateaba que mi amigo actuara dejándose ningunear; como si se creyera muchas de las cosas que le habían recriminado o con las que le habían intentado insultar.

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10/05/2023, 20:47
Michelle MacLeod

Dejando atrás algunas conversaciones y la inminente llegada del rehén que iban a interrogar, salimos a aquella zona ajardinada a hablar con Veron. Este quería saber qué era exactamente lo que necesitábamos de él de cara a hacérselo llegar a mamá, dejando claro que se encargaría personalmente de ello, preguntando además si había algo que quisiéramos que nos trajera de casa; algo que ya había dejado caer antes.

Mi hermano en seguida cayó en qué era lo que necesitaba de allí, aunque había algo más, y asentí cuando preguntó por mi arco; ese al que tanto cariño guardaba al ser un recuerdo de mi padre. No tardó en mostrar su preferencia en que usara el rifle, aunque reconocía que el arco podía ser también de utilidad. No era un arma tan mortal, pero era más diestra con él, y estaba convencida de que podía llegar a sacarnos de más de un apuro. No me pronuncié a ese respecto, no parecía ser necesario, y antes de contestar a Veron presencié cómo Barry le daba a este una cartilla para nuestra madre, sorprendiéndome al hacerle saber además que le daríamos la nota en cuanto yo la tuviera lista.

- Eso sí queda a mi cargo, ¿eh? – repliqué con cierta ironía ante que me adjudicara encargarme del mensaje, teniendo en cuenta el silencio por su parte cuando le había pedido que no echara a sus espaldas la responsabilidad de todo. Igual se creía que no iba a imaginarme que mis palabras no habían tenido efecto, o no el suficiente, como si no le conociera… - Pero tienes razón, se me da mejor. – añadí en seguida con media sonrisa, mirando tras ello a Veron. – Lo que necesito que recojas es un arco y su carcaj, están en un armario de la última habitación a la izquierda del pasillo. Y también una caja que hay bajo la cama, cerca del cabecero. Está atada a las láminas del somier con algo de cuerda, es de metal y está cerrada con un candado.

Suponía que mi hermano desconocía aquel escondite, aunque probablemente también algún otro que tenía por casa.

- Dale también mis cartillas, por si las necesita mamá. – le pedí a Barry, recordando algo entonces, y es que en mi cabeza contemplaba la opción de enviar otra nota a Annika. Me quité la mochila y saqué la botella de cristal que llevaba en ella, aún con su parte de leche. – Ten. Hayas desayunado o no, seguro que nada como esto. – comenté a mii hermano con picardía, moviendo la botella frente a él.

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11/05/2023, 11:01
Liam Young

Liam permaneció expectante todo el tiempo que pudo. Era un hombre observador. Recordó la imagen de los tres simios que se tapaban o señalaban zonas de la cara. Los ojos, las orejas y la boca. Ver, oír y callar. Libre, en parte al menos, de las emociones que se tenían a flor de piel fruto de las discusiones mas propias de otros momentos, trató de calmarse y darse cuenta de la situación que se estaba dando.

Aquella coyuntura podría definirse como desorganización. La estancia era un auténtico caos. Strickland y El Oso, líderes de una banda criminal, daban muestras de flaqueza que cualquier lugarteniente ligeramente avispado debería tratar de aprovechar y hacerse con el dominio total. Incluso la joven Michelle se permitió el lujo de codearse con Stickland susurrando algo a su oído y retirarse con una sonrisa mezcla de picardía y complicidad.

Por otro lado, debían tener un plan mejor preparado que consultar a unos recién reclutados sobre cómo abordar, el que probablemente fuera mejor golpe que hayan tenido por delante en años. Siempre que el soplón no se hubiera jugado un órdago. Todo aquello le confirió una sensación de intranquilidad. La incursión de King, aunque fallida, daba muestras de mejor jerarquía y organización. Young confiaba que pronto tomaran las riendas y se hiciera justicia a su fama.

 

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11/05/2023, 15:11
Jhon Walker

Una vez centrado de nuevo en el trabajo, lejos del bocazas y con un objetivo claro, me resulto fácil volver a mis costumbres de siempre.

Nadie lo sabía pero hace algunos meses había perdido a mi aprendiz un muchacho hábil con las manos, rápido con el gatillo y una lengua de plata como no había dos.

Todo por culpa de un idiota que había hablado demasiado, mierda que tenía futuro, pero no, un familiar del cliente tenía que pasarse de copas y hablar de más, una operación simple. Llegar a una vieja fábrica, recuperar un vehículo y volver a la QZ se convirtió en un infierno.

Un grupo armado apareció de la nada, emboscada, tiroteo y la guinda del pastel, infectados, el muy idiota me empujo por la ventana y luego un puto infectado lo derribó, eso fue todo.

Volví a la QZ hecho una furia y cuando descubrí lo ocurrido, decidí que de todas formas cobraría mi tarifa completa. El cliente se negó a pagar y yo tenía dos balas libres, así que como no hubo plata, cobre con plomo para él y su hermano.

Desde entonces estaba especialmente irritable.

Pierda cuidado señor Strickland, si tiene motor, no importa si rueda, vuele o flote, yo lo haré trabajar y lo mantendré operativo de inicio a fin. - respondo cuando el capo hace referencia a mis habilidades mecánicas.

Dicho esto, me puse en marcha con el grupo  que me fue asignado.

Sunny, Chad, vengan conmigo. - digo con tono serio y calmado, quería a los tórtolos lo más cerca de mi que pudiera pues no estaba dispuesto a permitir que lo de Oliver se repitiera.

Notas de juego

Disculpad si quedo corto, pero estoy pasando por un muy mal momento y me cuesta inspirarme.

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12/05/2023, 00:31
Jefferson Strickland

Observé como los chicos se ponían a trabajar… ay, bendita juventud. Sonreí. Era lo bueno de reclutar a los mejores, que apenas había que decir nada. Y era fundamental la motivación. Estaba harto de ver como actuaba el miedo en la gente. Si, en el momento se conseguían resultados, pero los tiranos inmisericordes y soberbios duraban poco. Más en un mundo como este. 

Para pegar cuatro voces estaba el Oso, mi leal segundo. Yo siempre había preferido otros caminos, más sutiles y letales. Pero lo dejé hacer, pues habíamos alcanzado una buena cohesión y apenas si necesitábamos una mirada para hacernos entender. Así que, volví a sonreir cuando controló los impulsos del púgil. El éxito se basaba en el sigilo, en las apariencias. Había que actuar con normalidad.

Y comenzó el interrogatorio. Me situé un par de metros por detrás de la “acción”, lo justo para ver y oír todo sin que la (más que posible) sangre del desdichado me salpicase.

Si… bueno – intervení situándome entre mi segundo y el joven Peter – te ruego que disculpes las formas de aquí el amigo – señalé con el pulgar al Oso – no es… bueno, muy reconfortante. Estás jodido, eso creo que hasta un botarate como tú lo sabe. La pregunta que debes hacerte es… ¿quieres un final rápido? ¿O quieres que esto dure días y días…? Y días… y más días. Creéme, hemos acumulado un enorme knowhow, increíblemente grande, para que eso ocurra. Te haremos una transfusión de sangre si hace falta. Bueno… no entraré en detalles.

A ver – me acerqué entonces un poco a Barry - ¿me permites? – y tomé el mapa que éste tenía entre manos, regresando de nuevo frente al muchacho de Donovan. Saint Andrews se apresuró a situarse a mi lado, inclinándose, para que pudiera apoyar el mapa en su espalda y quedara a la altura del torturado.

Bien, corrígeme si me equivoco – obviamente no estaba equivocado – así, en plan preliminar, diría que tu jefe habrá seleccionado un par de lugares donde emboscar el convoy. Por supuesto lo suficientemente alejado de la Qz de Boston como para no temer a F.E.D.R.A., que jugaría con ventaja, ni tan alejados que los infectados supongan un verdadero problema, tal y como ha aportado Sunny. Gracias, hija – me acerqué entonces a la joven y le revolví un poco el pelo – preciosa – añadí, sin ningún tipo de intención oculta, como un viejo lo reconocería de su nieta.

Bien – volví al mapa y, tomando un marcador, hice una elipse que abarcaba un poco al sur de New Haven y la ciudad de Providence, al noreste.

Esta zona, será en esta zona. Con certeza. Hasta un idiota carente de imaginación como Donovan sabrá que si quiere tener posibilidad de éxito, debe ser aquí. Y esto me deja… o me da que pensar en dos puntos.

Comenzaré por Providence, que es la más cercana. Allí tengo gente, si, no me miréis así, ¿acaso creéis que esto se maneja solo? Pues eso, mis hombres de allí sabrán… repito, sabrán si se prepara algo. Según nos digan, continuaremos al sur o nos quedaremos allí esperando el momento adecuado. Sunny, lo siento ahora, pero si Donovan prepara la emboscada allí, no será viable “limpiar” algunos edificios. No se si has peleado con algún infectado ya, pero no basta con darles un par de collejas.

Continuo. En caso de que la zona esté tranquila, la otra posibilidad es New Haven. Más concretamente aquí – señalé un punto al sur – aquí hay unos ramales del metro por los que podrán acercarse y huir una vez dado el golpe.

Le di entonces una cachetada en el trasero a St Andrews para permitirle que se pusiera derecho de nuevo.

¿Tengo razón? Recuerda lo de muerte rápida versus tortura sempiterna…

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12/05/2023, 01:01
Ambientación

Aunque a priori diese la impresión de que la banda de Jeff Strickland y el Oso trabajaba de forma desorganizada y caótica, casi sobre la marcha y sin definir un plan de inicio a fin, lentamente quedó en evidencia que una a una iban a ser resueltas las cuestiones más básicas de la operación que iba a llevarse a cabo, especialmente tras quedar confirmado que todos los allí presentes serían parte de ello. La lluvia de ideas y propuestas que se lanzaron de forma dispar fueron seriamente analizadas y sopesadas por el bueno de Jeff en silencio, hasta que llegado el momento, decidió intervenir aclarando muchas de las dudas formuladas.

Toda razón y lógica apoyaban lo ya expuesto. El grupo de Donovan Peak no se aventuraría a emboscar el convoy de FE.D.R.A más allá de la ciudad de New York, no solo porque apenas tendrían tiempo material para preparar el asalto, desplazar a sus hombres y acondicionar el lugar antes de su llegada, si no porque como bien apuntaron algunos de los supervivientes, estarían actuando demasiado lejos de la QZ y exponiéndose a los infectados. Por otra parte, tampoco podían realizar dicha operación demasiado cerca de Boston, dado que si en algún momento los soldados de FE.D.R.A lograsen alertar a la base, en pocos minutos podrían verse comprometidos. Sí, la zona podía definirse y delimitarse muy claramente, siendo los dos puntos señalados en el mapa por el capo contrabandista los que con más alta probabilidad serían contemplados por Donovan Peak, quién no era precisamente un mal estratega, si no más bien todo lo contrario, un tipo cauto e inteligente.

- Providence es una posibilidad muy a tener en cuenta... - valoró pensativo Tony, torciendo el gesto con seriedad, después de que Jeff resaltase aquella posibilidad - El convoy de FEDRA forzosamente deberá transitar por algunas de sus calles, que no precisamente se caracterizan por ser anchas y espaciosas. Es el lugar perfecto para bloquear el camino, llevar a cabo el asalto con rapidez y eficiencia, controlando al tiempo todos los edificios y calles circundantes, para una vez finalizada la operación, tomar este acceso de aquí... - señaló el acceso a la autopista cercano, justo a las afueras de Providence, desde el cual bien podrían tomar numerosas vías de escape por carretera. El problema de ese lugar es que frecuentemente suelen operar por allí varias bandas de cazadores, extremadamente crueles y sanguinarias. ¿Se expondría Donovan a dicha posibilidad? ¿Y si hubiese llegado a algún acuerdo con...?  - Sin embargo, Tony no terminó aquella frase, valorando la segunda de las posibilidades expresadas por el propio Strickland. La segunda de las opciones es igual o más viable que la primera. - señaló el punto que Jeff indicó con anterioridad -  New Haven contaría con mejores rutas de escape finalizado el asalto al convoy... desde los ramales del metro que ya ha mencionado nuestro jefe, que bien pueden haber sido acondicionados de antemano por Peak y sus hombres,... o quizá otra ruta de escape que con buen criterio Vika mencionó... ¿No podrían estar fraguando una ruta de huida desde el puerto? New Haven cuenta con grandes muelles de carga y descarga, incluso centenares de almacenes y contenedores de gran tamaño, en los que perfectamente podría cargarse todo el cargamento del convoy. - No obstante, aquel emplazamiento también contaba con un serio problema, y es que durante años había sido zona roja incluso para FEDRA, dada la proximidad de un enorme centro comercial plagado de infectados. El problema de esta emboscada es la proximidad de este enorme centro comercial de aquí... - señaló un enorme bloque de edificios cercano emplazado en la guía - Si se agita el avispero, vete a saber como terminaríamos todos...

Jeff, creo que habiendo ya sido organizados y divididos ambos grupos, nosotros deberíamos encabezar la marcha y salir cuanto antes para tantear el terreno. Ir a Providence, contactar al resto de los nuestros y saber a que atenernos... - expuso con buen criterio - Y mientras tanto el Oso y los demás podrían terminar de cargar con los suministros que precisamos, salir de la QZ por los túneles, hacerse con un transporte y venir tras nosotros. Una vez se aproximen, fácilmente podríamos contactarlos por radio...

 

- Yo tengo conmigo una radio de largo alcance a nuestra disposición, del mismo modelo que emplea FE.D.R.A y cuya frecuencia soy capaz de sintonizar sin dificultad alguna... - se atrevió a romper el silencio Chad Franklin, deseando ser partícipe de todo lo que se exponía - Creo poder ser capaz de captar la señal del convoy una vez se aproximen, y quizá escuchar las conversaciones que mantengan con otros grupos o con la base.

Tanto Saint Andrés como Tony asintieron complacidos. Era bueno contar con ambos reclutas de FE.D.R.A entre sus filas, a pesar de su corta edad e inexperiencia. También los aportes de Miller y Walker fueron tenidos en cuenta, siendo Dave Beltrán el que respondió a la duda del primero de los mercenarios.

- Señor Miller, en el almacén contamos con múltiples armas y munición de sobra para llevar a cabo la operación, incluso algunas granadas de fragmentación. También disponemos de equipo variado; desde tiendas de campaña, mantas térmicas y sacos, botiquines, máscaras y filtros, linternas... - y recordando la petición de la muchacha pelirroja, el fornido hombre se meció el bigote pensativo antes de continuar  - ...puede que hasta un escáner médico, pero temo que estaba averiado y no lo pudimos hacer funcionar. ¿Sería posible repararlo, llegado el caso? Cuando salgamos de aquí con el jefe, una vez cante el prisionero, hablemos de ello. En cuanto a usted, señor Walker... cuento con sus habilidades para la puesta a punto de uno de nuestros vehículos. En nuestra última salida se averió, y a duras penas pudimos arrastrarlo y ocultarlo fuera de la QZ. No sabemos si precisará de algún reemplazo de piezas o simplemente sea una cuestión mecánica.

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12/05/2023, 11:39
Sunny

Sunny hizo una mueca al ver que sus palabras caían en saco roto, quizá entendiendo que a fin de cuentas no dejaba de ser una adolescente cuya voz no era tan sonora como la de los adultos. Al menos ese pensamiento la acosaba hasta que Strickland la mentó y la joven alzó sus ojos verdes hacia él, sonriendo suavemente y agradecida de que al menos alguien la hubiera escuchado. Que le revolviera el pelo la sorprendió un poco, pero no vio malicia en el gesto, asintiendo simplemente con la cabeza.

No obstante, Strickland también le comentó la inviabilidad de de su propuesta. Sunny lo entendió en parte, apretando los labios —Desgraciadamente, sí... lo he hecho— le respondió —. Entiendo los riesgos y la prioridad, sin embargo— añadió, conforme a lo que el hombre dijo. Si ellos habían sobrevivido tanto y estaban tranquilos ante ese aspecto, quizá ella debería empezar confiar en la experiencia de su grupo.

Aún estaban intentando sonsacarle los jefes información al rehén cuando Walker llamó su atención y la de Chad para que fueran con él. Sunny asintió y comprobó sus cosas, sacando un cuaderno para anotar lo que necesitaría ella para poder ser de ayuda si la cosa se complicaba. Lo anotó y arrancó la página para entregársela a uno de los esbirros de Oso —Cuando puedan— dijo escueta, antes de terminar de prepararse para salir con el grupo designado para acompañar a Walker.

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12/05/2023, 11:52
Sunny

La nota de Sunny contiene la siguiente lista:

- Rollos de vendas
- Alcohol
- Aguja e hilo para suturas
- Mechero o cerillas
- Tijeras
- Peróxido de Hidrógeno
- Apósitos
- Un par de rollos de cinta adhesiva elástica o americana
- Navaja
- Linterna
- Analgésicos o calmantes

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12/05/2023, 12:30
Ambientación

Tras finalizar todo lo concerniente a la operación que llevarían a cabo, y una vez el prisionero estuvo frente a ellos, Jeff y el Oso fueron quienes llevaron la iniciativa para hacerlo hablar. Las bravatas del muchacho cayeron en saco roto más pronto que tarde, mostrándose intranquilo al comprobar que desde la distancia, King no respondía, incluso habiendo Peter elevado la voz para hacerse oír. Si bien el chico valoró al inicio la posibilidad de que su lugarteniente estuviese amordazado bajo el saco que le cubría la cabeza, algo empezó a darle muy mal pálpito cuando el cuerpo de King lentamente fue inclinándose al frente y la cabeza se inclinaba de medio lado, en una posición antinatural que amenazaba con que el cuello se le partiese de un momento a otro.

El Oso requirió la atención del joven, quién volvió a mirar de frente al Oso con altivez y descaro.

- Yo solo respondo ante Donovan Peak y King Raül... - se atrevió a proferir, aunque en esta ocasión la voz pareció más un quejido lastimero que no una bravata - ¿Quién me asegura que no queráis hacerme hablar para después silenciarme? ¿Cómo puedo confiar en que dejaréis libre a King Raül, una vez os cuente todo lo que se? - cuestionó las palabras del Oso, tratando de hallar fuerzas y valentía de donde no las había. KING, ¿ESTÁS AHÍ? ¿ESTOS CABRONES TE TIENEN AMORDAZAD...?

El joven Turner abrió los ojos como platos ante la escena que presenciaría a continuación, vomitando sobre si mismo de forma incontenible, salpicando en el proceso los zapatos de Jeff Strickland y el Oso. Al llevar por enésima vez los ojos a un lado, tratando de observar a King y esperando alguna respuesta por su parte, Peter se percataría que el cuerpo de su líder terminaría por vencer hacia el frente, cayendo a plomo de la silla contra el suelo y deslizándose en el proceso el saco que le cubría la cabeza. Para todos quedó a la vista el brutal tajo de derecha a izquierda, cercenadas la yugular y las vías respiratorias superiores hasta el punto de quedar expuestas, amén de los ojos en blanco del jefe mafioso, la tez nívea del sujeto y la sangre coagulada y en parte oxidada que manchaba sus indumentarias.

- ¡JODER, JODER, JODER! ¡NO PUEDE SER, NO ES VERDAD! ¡JODER, QUIERO LARGARME DE AQUÍ! - gritó como un poseso Peter, mirando a la nada con los ojos desencajado, tratando sin éxito de incorporarse de la silla en la que estaba cautivo, siendo Dave Beltrán quién lo asió por los hombros y lo dejó enclavado. Un bofetón del colosal tipo restalló en la sala, que por poco desencajó la mandíbula del joven, haciéndole regresar a la realidad tras el estado de shock. 

- Responde a lo que los jefes te están preguntando y no nos hagas perder el tiempo, ¿te queda claro o te lo vuelvo a explicar? - amenazó Dave al chico, en un tono neutro y calmado, como si interrogar y torturar a alguien fuera el pan de cada día.

- ¡JODER, JODER! No me matéis, por Dios. No soy nadie. Juro que si me dejáis salir de aquí, jamás volveréis a verme el careto. ¡LO JURO!

Chad empezó a sentirse tremendamente mal por lo que estaba presenciando, compadeciéndose por el joven que tampoco tendría muchos más años que él y Sunny. Pidiendo previo permiso al Oso para dirigirse al chico, le expresó unas palabras mucho más conciliadoras y tranquilizantes.

-Eh, tío. Deja de hacerte el valiente y respóndeles a lo que te pregunten. Te están dando una oportunidad de sobrevivir, no la desaproveches... - mencionó el joven afroamericano de forma breve, logrando el asentimiento del prisionero, dispuesto a confesar todo lo que sabía. En cuanto Chad se retiró, Peter sollozó agitado, temiendo esta vez sí por el triste y funesto destino que probablemente le aguardaba.

- Hablaré. Hablaré todo lo que se, lo juro. ¿Por donde empiezo? ¿Qué queréis saber exactamente? - les preguntó al Oso y a Jeff, no recordando si quiera las preguntas que le habían lanzado con antelación. 

 

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12/05/2023, 18:27
Barry "Fortuna" MacLeod

Afortunadamente, el asunto a tratar con Vernon nos llevaría a Michelle y a mí a salir fuera de aquella estancia antes de que comenzase el interrogatorio. No era plato de buen gusto, asistir a un interrogatorio, aunque yo había tenido que presenciar alguno que otro con los años.  No era agradable, y no acostumbraban a terminar precisamente bien.

Antes de eso, sin embargo, hubo tiempo para cosas que sí resultaron más agradables. Ver a Vika y Michelle hablando distendidamente acerca de la comida era lo más parecido a una cierta normalidad, alejada de tanta preocupación y riesgo. Si había algo que se acercase mínimamente a la felicidad en un mundo tan asqueroso como el que nos había tocado vivir, para mí eran momentos como aquel. Al menos, ahora que otros momentos se me habían extinguido para siempre. Decían que era mejor haber amado y haber perdido que nunca haber amado. Los cojones. Pero al menos las tenía a ellas, mis amigas, mi familia. De no ser por eso, probablemente vería aquel machete que portaba de otra manera.

Terminamos, de hecho, los tres revisando aquel mapa con las anotaciones de padre, después de que Vika me pidiese que lo estirase mejor para que pudiera verlo ella desde un costado, y Michelle se situase en el otro.

- Al menos, suelen ser vías despejadas. -Comenté en referencia a la línea férrea, cuyo uso valoraba Vika- Las carreteras y autopistas a veces tienen bloqueos, acumulación de vehículos abandonados. Lo malo son los vagones abandonados, con los que hay que extremar la precaución. Hay gente ahí fuera que los usa de refugio...

Y la gente que vivía ahí fuera, salvo honrosas excepciones, era un peligro a tener en cuenta. Hathaway era una de esas excepciones, aunque en seguida me di cuenta de que ninguna de las dos sabía a quién me refería.

- Ah, claro, no sabéis quién es. -Constaté, mirando alternativamente a ambas mujeres- Es un superviviente que vive por su cuenta. No se fiaba de los militares, de modo que nunca llegó a pisar una zona de cuarentena ni un campamento de refugiados. Se atrincheró en una subestación eléctrica y la fortificó el sólo. Debería seguir allí, es un tipo muy capaz. Algo excéntrico, con un sentido del humor muy particular, pero buen tío. -Indiqué encogiéndome de hombros- Hace negocios con saqueadores, si le demuestran su buena fe. Trueque, principalmente. Papá se llevaba bien con él.

Mientras doblaba el mapa, dispuesto a acompañar a Michelle y a Vernon fuera, sopesé con seriedad la posibilidad que Vika había apuntado. Si Donovan controlaba los muelles, era factible que emplease barcos, sí. Sin embargo, me parecía poco probable con lo que sabíamos, a no ser que nos hubieran dado información falsa, que también era una posibilidad. Si fueras a volver por mar, no te molestarías en ir por tierra con tanta carga, ¿no? ¿No sería más sencillo ir también por mar, y desembarcar ligero? En cualquier caso, era un riesgo a tener en cuenta, sin duda.

Para mi sorpresa, mientras aguardaba un instante a que Michelle dedicase unas palabras a su socio antes de retirarnos, Jeff Strickland se acercó para pedirme el mapa de mi padre. No tenía motivos para negarme a ello, y de hecho no lo hice, pero sí que dudé un instante, desviando mi mirada al resto de planos que había en el lugar, aquellos que Elliot le había arrebatado a Donovan. ¿Por qué necesitaba precisamente el mío? No es que hubiera muchas opciones de que fuera a entender las anotaciones que había en él, con la letra que tenía mi padre y los códigos que usaba para anotar los distintos elementos marcados, así que no había diferencia entre ese y el resto. En cualquier caso, le entregué el plano al mafioso, y me retiré con mi hermana y Vernon, aunque de vez en cuándo me asomaría para comprobar los avances que fueran haciendo con el chaval.