Partida Rol por web

Te dirigiste directamente hacia una de las mesas, que tenía a tres jugadores nada más. Te sentaste y rápidamente, te integraste en la partida con una sonrisa.

Los otros tres hombres te miraron como a quien van a desplumar rápidamente.

El joven Crow no dijo nada. Se fue directamente a una de las mesas, se sentó y comenzó a jugar.

Hábilmente, repartes cartas, intentando quedarte con las suficientes como para ganar esa mano y sin duda, el dinero que hay puesto encima de la mesa, pero dos de los hombres te miran con desconfianza, mientras el otro no dice nada.

-Creo que eres un tramposo -te dice uno de ellos.

-Yo también lo creo -comenta el otro. Creo que debería enseñar sus cartas.

Roy muere. Como haría cualquiera cuando le sacan los sesos fuera: de prisa y sin sufrir.

Pero muere.

Sarge observa el cadáver, ensimismado, sin mayor atisbo de satisfacción. Apoya el rifle en la barra del bar y, viendo que el barman ya le ha servido su comida, se sienta en una silla y se pone a comer. A su alrededor, sucede una conversación cada vez mas interesante. Alguno le saluda con un gesto, que Sarge devuelve con la mínima cortesía necesaria, pero todo fluye sin que él hable mucho. Cuando el Sheriff le pide irse, simplemente asiente. Se irá si Charlie no está allí. Si no.

Solo come, poco a poco. Uno de las escasas satisfacciones que aún le quedaban en la vida.

No es el mejor almuerzo que ha tomado, pero le entra bien. Carraspea de vez en cuando, dejando que su tos rasposa y sangrienta se amortigüe por el charleteo a su alrededor. Al final, la chica le pregunta.

¿Nos ayudarán? ¿Vendrán a River Creek?

Sarge se vuelve. Un segundo. Tiene la boca llena, pero se limpia con un pañuelo antes de hablar.

- Aún me queda un hombre en mi lista - comenta, distraído-. Charlie Valance. Se supone que estaría con Roy - señala a la mancha de sangre y sesos-. Una vez acabe con él... Iré. Pero no quiero ni sus anillos ni su dinero, solo lo necesario para comer y dormir. 

Eh tío me ofendes. !El que haces trampas eres tu!. Reclamo al primero que me ha acusado de tramposo tratando de colarle a el las cartas y que sus compañeros le acusen a el.

Estoy atento por si se cabrean y tratan de disparar y pelear y hacerlo yo antes.

Los dos vaqueros ven cómo intentas colársela a otro hombre, así que se ponen en pie, lanzando la mesa a un lado, con todas las cartas y el dinero, y ambos, uno detrás de otro, se lanzan a por ti para golpearte.

El primero de ellos te lanza un puñetazo a la cara y el segundo espera su turno para hacer lo mismo.

Mientras tanto, el otro pobre que no ha dicho nada, cae al suelo, debajo de la mesa que acaban de tirar el resto de jugadores

Mientras habláis, se desencadena una pequeña trifulca. Crow está jugando con otros tres vaqueros, pero dos de ellos se levantan e intentan darle sendos puñetazos. La mesa de juego sale por los aires, empujada por ellos, y el tercer vaquero cae al suelo.

Parece que mas de uno quiere venganza y eso es mas que suficiente para que no le saquen a aquella gente lo poco que tienen que por lo que parece y saca Donna de un bolsillo es bastante poco. Donna se dirigue a mi diciendome lo de la recompensa y en aquel momento me siento ofendida y enfadada pues lo habia dicho para que ella no tuviera que sacar aquello del bolsillo y ayudarla pero parecia que mi intencion no habia sido de aquella manera.
Por mi puedes guardarte eso le dije señalando lo poco que llevaba en aquella bolsa Yo solo quiero lo mismo que él dije señalando al hombre que habia dicho que solo necesitaba lo necesario para comer y dormir.

Al parecerer la pelea volvia a empezar ya que de nuevo en otra mesa un poco alejada una nueva trifulca por las cartas daba comienzo.
Creo que deberiamos salir de aqui dije al ver que aquella pelea daba comienzo Este parece que no es mejor lugar para hablar dije intentando que todos salieramos de alli.

Donna miró a Elena y Sarge y aguantó la emoción de saber que al fin, había conseguido ayuda.

-L-les aseguro que tendrán eso, y mucho más. Mientras estén en el pueblo, no les faltará de nada a ninguno de ustedes. 

Creo que deberiamos salir de aqui. Este parece que no es mejor lugar para hablar

Entonces se giró para ver a qué se debía el alboroto.

!Oh mierda! Me habían pillado y no ha colado para nada el inculpar a su compañero. Supongo que cuando trate de tranquilizar no llamar mucho la atención es algo que se ha conseguido con éxito, no llamo la atención mas que de costumbre.

Listo para pelear esquivo al primero y en una posición de ventaja le golpeo entorpeciendo al segundo en su golpe, aprovechando su espalda para golpearle a traición.

!Corred si no queréis acabar peor!

Los dos vaqueros salen despedidos hacia atrás, cayendo encima de otra mesa en la que se estaba jugando a poker, echando por tierra todo el dinero y las cartas de los cuatro hombres que estaban en ella. Estos se levantan, cabreados, y empiezan a pegar a los dos que tú lanzaste, pero otros dos van hacia Crowi, mientras en todas partes comienzan a llover puñetazos, botellas, sillas y mesas en pocos segundos.

¿Vosotros también?, pregunté colándome entre mis dos agresores y desde su espalda doy una patada en el culo a cada uno con fuerza.

Me sentía como pez en el agua corriendo riesgos y entre conflictos, desde luego una buena pelea si sabe hacer como evadir tu mente.

-Es decir, quieren contratarnos para matar a un grupo de forajidos y asesinos entre quienes se encuentra vuestro nuevo sheriff -comenté, valorando la información que nos había proporcionado la tal Donna. Era duro, era realmente duro oír a la joven pelirroja escuchar lo que esos bandidos ahora hacían en su pueblo, bajo el amparo del propio "sheriff"-. Lo siento, señorita, pero yo no soy como estos hombres -señalé a Sarge y al coronel-. A mí no me motiva la venganza, ni a necesidad de conseguir algo de efectivo. Hoy es mi día de suerte y no quiero morir...

Se reflejó una sonrisa amarga en mi rostro, mientras me debatía entre marcharme de allí con mi dinero y continuar viviendo de engañar a la gente o hacer lo correcto. Y sinceramente, cuando una joven bonita pide ayuda, un caballero siempre hace lo que puede por prestársela.

-Pero miro y veo a todos estos blanquitos -señalo a Sarge, el Coronel y Poncho- ofreciéndose para hacer el trabajo, y me digo a mí mismo: Leroy, ¿vas a dejar que los blanquitos se lleven toda la gloria de ayudar a la señorita? Puede contrar conmigo, señorita Stephens. Le ayudaré con estos forajidos.

Entonces mis ojos percibieron a alguien. Crow. No había duda, era él. Había acudido a la barra para llenar su petaca y, antes incluso de que pudiera acercarme a saludarle, ya estaba envuelto en una trifulca con varios individuos. No sabía cómo había empezado, pero si conseguíamos que parara pronto, quizá podríamos convencer a Crow para que también acudiera a River Creek.

-Conozco a ese chico, se llama Crow -le digo a Donna, en tono bajo-. Si necesita más hombres para acudir a ese pueblo, señorita, puede ser una buena opción. Tiene una excelente puntería y parece que además se defiende bien en el cuerpo a cuerpo.

Parecia que la pelea iba de mal en peor pues dos de los hombres que habia en la mesa cayeron a la mesa contigua haciendo que estos perdieran su "mano", ahora practicamente todo el Saloon era nuevamente una trifulca aunque habia que decir que en esta ocasion no habia balas cosa que no sabia si era mejor o peor pues las botellas, copas y sillas volaban por doquier y aquello empezaba a ser peligroso; hombres!! pense mientras veia como se divertian dandose manporros y la cuestion es que uno de ellos, el que parecia moverse mejor era... un niño??

Si fuera su madre le cogia y le daba un par de azotes en el culo por mal comportamiento y no sabia ni siquiera si tenia edad para estar alli, suspire y empece a alejarme de la pelea acercandome a la salida por si tenia que salir de alli. Tal vez aquella no era manera de demostrar mi valentia pero no consideraba que Donna nos tuviera que llevar llenos de magulladuras o incluso tuviera que arrastrar con nosotros hacia su ciudad, mejor si le facilitabamos las cosas.

La pelea continuaba extendiéndose por todo el salón, y solo el pequeño grupo se mantenía aparte... por el momento. Otro vaquero apareció de la nada y le lanzó un puñetazo certero a Crow, después de que éste se desembarazada de los dos de antes.

Al mismo tiempo, otro de los muchos que peleaban fue golpeado y empujado hacia vuestro lugar, chocando con Elena. Se giró rápidamente y al ver que era una mujer, se llevó una mano al sombrero para disculparse.

-Perdone, señorita.

Acto seguido, se giró y continuó su pelea.

Cuando quiero darme cuenta un puñetazo de la nada me roza gracias a que puedo apartarme y en un tono vacilón me río claramente de ese vaquero, aun no he bebido suficiente para que me pegues.

Como continúe así alguno va terminar dándome, pero con suerte se terminan matando entre ellos mientras sobrevivo a un buen puñetazo, botella, taburete, mesa o vete a saber que...

Donna agradeció el ofrecimiento de Leroy con el rostro. Fuese por lo que fuese, aquellos desconocidos estaban siendo más amables que todos cuantos habían conocido hasta entonces.

-Conozco a ese chico, se llama Crow. Si necesita más hombres para acudir a ese pueblo, señorita, puede ser una buena opción. Tiene una excelente puntería y parece que además se defiende bien en el cuerpo a cuerpo.

Donna y Ben se giraron para observar cómo peleaba.

-La verdad es que se defiende bien. Estoy segura de que su ayuda sería inestimable, así que si puede convencerle, le estaría muy agradecida -le dijo a Leroy.