Partida Rol por web

Donna entró en salón acompañado de Ben, esperando encontrar al Sheriff. En lugar de eso, en cuanto cruzó la puerta, ambos contemplaron una escena caótica.

El sheriff estaba acercándose a un hombre que sostenía su mano herida, mientras el resto del salón los observaba con expectación, esperando que sucediera algo.

Al bajar las escaleras te encontraste con una escena inesperada. Un hombre con la mano herida, estaba siendo apuntado por el sheriff con un rifle, ante la mirada fija del Coronel, un desconocido que portaba otro rifle, un mestizo al que habías visto jugando a las cartas, antes de subir, y una mujer que acababa de entrar.

Parecía que habías aparecido en mitad de una pelea.

Roy no iba a dejarse coger con facilidad, y aprovechando la llegada de aquel desconocido, que desvió toda la atención en otra dirección, incluyendo la del sheriff, le arrebató a éste el rifle. Tras hacerse con él, se deshizo del sheriff con un empujón.

Coronel...en otro tipo de situación no le diría que alegría verle, pero le agradecería que me echase una mano con un cerdo que hay ahí arriba, ha tenido suerte.. -empezó a decir el desconocido recién llegado.

El hombre se calló y miró la escena que había interrumpido, mientras el hombre pegado a la estrecha se estampaba contra las mesas y las sillas que estaban alrededor, Roy le daba la vuelta al rifle y se preparaba para disparar hacia John "Sarge".

Había permanecido en silencio, manteniéndome a distancia del sheriff y de aquellos dos hombres, Roy y John, quienes tenían una historia personal de lo más peculiar. El tal John había perdido a su familia y a sus hombres a manos de Roy y otros tipos de su calaña, y ahora buscaba venganza, pero Roy no parecía ser el tipo de hombre al que se le vence con facilidad.

Para colmo, había llegado un tipo de negro que había disparado contra Roy, acertándole en la mano en la que portaba el arma, logrando que perdiera el revólver, pero ahora Roy le había arrebatado el rifle al sheriff.

Suspiré aliviado, ya que en esos instantes yo estaba pasando totalmente desapercibido. A Roy Throne literalmente le estaban literalmente "creciendo los enanos" y comenzaba a pensar que el jugador de póker no sería tan estúpido de darle importancia al hecho de que yo le había desplumado cuando en esos instantes se enfrentaba a dos hombres que pretendían acabar con su vida.

-Señorita -dije, en tono nervioso, dirigiendo una mirada a la joven de cabello rojizo que acababa de entrar en el Saloon-, quizá sea mejor que salga de aquí cuanto antes. Creo que la cosa se va a poner muy fea...

En cuanto el Coronel realizó su primer disparo con el revólver, el arma que empuñaba Roy salió despedida por el aire y éste se dolió del impacto, impidiéndole llevar a cabo su travesura. Recibió el agradecimiento del sheriff y observó como éste se aproximaba al criminal para hacerle preso, la justicia se llevaría a cabo y confiaba en que ese tal John pudiese cobrarse su venganza.

Entonces observó la llegada de su eterno competidor, aunque parecía herido en el hombro.

- Parece que está perdiendo facultades, señor Paxton. ¿Le han disparado? - hizo burla de su "amigo" que acababa de aparecer en lo alto de las escaleras, sin perder de vista al malherido Roy Throne por el rabillo del ojo. Sheriff, debería encerrar a ese hombre y ver que ocurre ahí arriba. ¿No cree?

Sin embargo, el sheriff se aproximó demasiado a Throne sin prestar la suficiente atención al criminal, observando el ingreso de nuevos sujetos al local y al malherido cazarrecompensas Paxton , momento que Roy aprovechó para abalanzarse , forcejear durante unos instantes y terminar robándole el rifle. No había dudas de que iba a vender caro su encierro.

- Debería aprender cuando rendirse. Levantar el arma será su mayor error, le advierto... - comentó indiferente, con una sonrisa un tanto maquiavélica. Sin embargo, el cretino levantó el rifle dispuesto a disparar y Mortimer no tardó en desenfundar nuevamente el arma y reventarle los huesos del hombro, haciéndole caer nuevamente el arma al suelo. Menudo idiota. Debería volarle la cabeza.

El disparo del tipo con bigote y vestido de negro me hace pensar de inmediato en que Roy ya no luce tan fiero como antes, y difícilmente podrá abatir a tres hombres que abran fuego sobre él a la vez.

-¡Nadie me llama tramposo, blanquito! -exclamé, desenfundando a toda prisa para disparar sobre Roy.

No creía que el jugador de póker fuera a ser lo suficientemente rápido como para abrir fuego sobre nosotros tres y el misterioso hombre del poncho, por lo que decidí disparar a Roy en dirección al pecho. No era un gran tirador, era mucho más hábil cuerpo a cuerpo, pero estando a una distancia tan cercana, esperaba que fuera un tiro lo suficientemente certero.

El hombre detenido junto a la barra, observa como un desesperado Throne trata de desenfundar y dispararle. No parece gesticular, no habla, no se plantea hacer un comentario irónico.

Simplemente descuelga su rifle y dispara, un solo tiro, al bastardo. Quizás no vaya oír risas, ni sufrir lo que sufrieron otros de sus compañeros.

No.

Pero morir morirá.

Donna y Ben entran en el mejor momento de todos. La aparición de un desconocido bajando las escaleras (Bill) hace estallar todo delante de sus ojos.

Roy arrebata el arma al sheriff y lanza a este al otro lado del salón, dándole la vuelta al rifle que aquel tenía entre sus manos y preparándose para disparar.

Para lo que no estaba preparado era para la respuesta de los tres hombres que le miraban. El coronel le disparó en el hombro, pero su oponente, sacó su revolver y una bala del mismo se alojó casi a la vez en su abdomen. Sarge no fue tan piadoso como los demás. Rápidamente, casi al mismo tiempo que el resto, hizo girar su rifle entre sus manos y efectuó un único disparo entre ceja y ceja.

Con un grito mudo de sorpresa y una mirada perdida, los brazos de Roy cayeron laxos a ambos lados del cuerpo y sus rodillas se doblaron como unos pantalones vacíos. El cuerpo del jugador y asesino se desplomó en el suelo, ante el asombro de todos los que estaban en el lugar.

Casi al mismo tiempo que Roy caía, un hombre empezaba a bajar las escaleras, completamente desnudo y con un arma en sus manos.

-Voy a matarte, cazarrecompensas -le gritó a Bill.

Pobre Roy. Le habíamos pegado tantos tiros que el desdichado jugador y asesino ahora debía de parecer un colador. El tipo probablemente me habría matado sin pestañear de no haber sido por el tal John, por lo que había tenido gracias con su repentina aparición.

-Gracias, señor -le dije al hombre, quitándome el sombrero de manera cortés.

Dirigí entonces una mirada al tipo desnudo que apuntaba con su arma al individuo del poncho, y no pude evitar esbozar una sonrisa divertida, preguntándome qué diablos habría sucedido para que el tipejo hubiera acabado sin nada de ropa.

-Ese es todo tuyo, Ponchi -le dije a Bill, con una risotada-.Un placer conocerles. Ha sido divertido disparar juntos a ese mal bicho...

Sin más, ajeno al enfrentamiento entre Bill y Bufford, decidí aproximarse a la mesa de juego y comenzar a recoger todo el dinero que había obtenido después de desplumar a Roy y a los otros cinco.

Una chica entra justo detrás de los dos recién llegados, a tiempo para ver descender al justo desnudo que amenaza con liarse a tiros con Bill, pero nadie le hace caso.

La atención es atraída tanto por él como por el sheriff, que recoge su arma de las manos del cuerpo de Roy, se pone en pie y dispara contra Bufford.

El disparo del sheriff le da justo en la cabeza a Bufford, que sale despedido hacia el pasamanos, para a continuación rodar escaleras abajo hasta quedar justo a los pies del cazarrecompensas (Bill).

-Ya estoy harto de todo esto -dijo en voz alta, mientras movía los hombros para aliviar la tensión.

La gente del salón irrumpió en un montón de gritos y aplausos, y de repente, era como si nada hubiera ocurrido.

Despues de que aquellos tipos le metieran un balazo entre ceja y ceja al que anteriormente habia golpeado al sheriff este se puso en pie y diriguiendo al cadaver que se encontraba en el suelo le cogio su arma y disparo contra el hombre que estaba completamente desnudo en la escalera y con su arma entre las manos; parece un excelente tirador pues al igual que los otros tambien le da un balazo en la cabeza que lo deja muerto cayendo por las mismas a los pies de otro hombre que hacia tan solo unos segundos acababa de bajar por ellas.

Cita:

Dijo mientras movia todo su cuerpo para lo que parecia ver como se encontraba despues del golpe recibido, me lo quede mirando con atencion y si no fuera por el bigote mas de una vez me habria dejado pillar por la ley si el hubiera sido el sheriff de donde me encontraba. Despues de aquello todos los alli presentes empezaron a irrumpir en vitores y aplausos y yo no pude mas que apoyarles y aplaudir junto a ellos; mientras me colocaba al lado de Donna.
-Puedo acompañaros?? le dije cuando ya parecia que la cosa se iba calmando.

El sheriff se acercó a vosotros y después de mirar el cuerpo de Bufford, os habló con tono seguro e intimidante.

-No me interesa tener en mi ciudad a gente capaz de alterar el orden de esta manera. Donde hay revólveres hay muertos, y siempre son los inocentes los que pagan. Supongo que usted, mejor que nadie, lo entenderá, ¿verdad... John? -le dijo a Sarge, mirándolo fijamente -. Así que esto es lo que vamos a hacer. Les doy hasta mañana al mediodía para que se vayan. No necesitan estar por aquí más tiempo. Si después de esa me los encuentro, me veré obligado a hacer algo, y les aseguro que no me temblará la mano por ello.

Después se giró y se acercó al mestizo.

-Y usted también. Mañana por la mañana espero que se haya ido con su juego a otra parte. 

A continuación señaló a un par de vaqueros que había allí, les pidió que le ayudaran con los cuerpos de Bufford y de Roy, y los condujo fuera del salón.

-No se preocupen -os dijo sin volverse -. Comprobaré cuánto pagan por estos hombres y les daré también su dinero antes de que se vayan. Al pueblo de Socorro no le gusta deber nada a nadie.

Al marcharse, miró de reojo a Donna, pero no le dijo nada.

Donna esperó con paciencia a que todo terminase. A su lado, Ben parecía más nervioso, pero estaba claro quién tenía más experiencia.

-¿Vas a hablar con ellos? -le preguntó Ben.

-Sí. Es justo lo que necesitamos -respondió Donna, acercándose a vosotros.

Hola. Mi nombre es Donna Stephens y éste es Ben Brewer. Queremos hacerle una proposición que espero encuentren interesante, antes de que se marchen de aquí.

El sheriff empezo ha hablar y por lo que dijo los que habian matado a la persona que le habia empujado no eran bienvenidos en aquel pueblo ya que les dio hasta el dia siguiente para que se marcharan de alli o seguramente se encontrarian con el y despues de todo lo ocurrido y ver como habia disparado a aquel hombre yo me lo pensaria dos veces antes de provocarle abiertamente. Despues junto a algunos hombres que habia alli cogio los cadaveres y se marcho del lugar no sin antes mirar a Donna aunque simplemente no le dijo nada.

Se notaba que Ben se encontraba nervioso pues cuando Donna quiso acercarse a los hombres a los que habia "amenazado" el sheriff este le pregunto si estaba segura pero Donna no se amedrento, yo viendo que tal vez no fuera aquello lo que mas se ajustara a lo que aquella mujer necesitaba detuve a Ben cuando esta se acerco a los hombres para hablarles.
-Dejala le dije seriamente mientras ella parecia que les queria hacer algun tipo de proposicion Parece que sabe lo que se hace le dije con total seguridad mientras veia como aquella mujer se desenvolvia.

Realmente era valiente y los tenia bien puestos.

La escena era la típica que había presenciado y protagonizado más de una vez, aquel escenario no era nuevo para mí, pero era un actor invitado que no debería de haber aparecido. Aún tenía el revólver en mi mano zurda, pero disparar era una temeridad y solo lo haría en caso extremo.

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Sonreí amargamente, pues me molestaba soberanamente tener que pedirle ayuda pero enemigo de mi enemigo, es mi amigo así que no tenía otra opción-Asi es Coronel, pero un mal día lo tiene cualquierda-en ese momento apareció Tannen y las balas comenzaron a volar sin yo moverme un pelo para ver como aquel ohmbre caía inerte al suelo por el balazo entre ceja y ceja del extraño con el rifle cuyo cañón aún humeaba. Tannen comenzaba a bajar las escaleras así queme giré y con la zurda le aputé listo para disparar otro par de balas pero el sheriff se me adelantó y recogiendo su rifle del suelo disparó contra Tannen impactando en pleno cráneo haciendo que su cuerpo rodase por las escaleras hasta mis pies.

-Excelente disparon señor, se lo agradezco-dije tocándome la punta del sombrero mirando el cuerpo desnudo y muerto del forajido. El sheriff parecía buen hombre y como todo sheriff quería los problemas fuera de su pueblo y eso nos incluía al Coronel y a mí pincipalmente "invitándonos" a dejar Socorro al día siguiente tras cobrar la recompensa. Miré al cazarrecompensas e incliné la cabeza hacia la barra-Necesito un trago, estoy seco... ¿quiere uno?-le pregunté serio, el lugar de la herida me ardía y tenía que ir a ver al matasanos, pero eso sería después del trago.. Momento en el que nos interrumpió una mujer.

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Giré mi cabeza hacia ella y la miré con curiosidad-Muy bien señorita ¿de quése trata esa proposición? si es lucrativa es posible que me interese..-comenté sujetándome el brazo con la zurda ya libre tras enfundar el revólver.