Partida Rol por web

Mientras acababa de vendar a aquel hombre vi como Leroy sacaba al jovencito de aquel lugar y por lo que parecia no tenia buen aspecto.
Si me disculpa le dije al hombre al que estaba vendando con una amplia sonrisa Creo que el "bebe" tambien me necesita dije suspirando y desganada me acerque al jovencito Deja que le heche un vistazo le dije a Leroy mientras miraba las heridas que tenia aquel chico.

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Mientras con un trapo limpiaba las heridas de aquel chico las personas que nos habian ofrecido el trabajo tenian prisa y es que si no volvian rapido a su ciudad tal vez fuera la ultima vez que los vieramos por alli e incluso me preocupe pues tal vez por culpa nuestra se hubieran retrasado y no los vieramos con el mismo aspecto.
Tened cuidado les dije mientras se marchaban Nos vemos en unos dias

Mientras el ruido del bar parecia disminuir, suponia que al no estar aquel alborotados la cosa comenzaria a calmarse e incluso parecia que gente salia tranquila y sin rasguños de aquel lugar.

Cuando ya logro centrarme la chica guapa del salón mirando mis heridas, sobre todo mi brecha de la cabeza y la herida de mi pierna izquierda que esta cubierta por el cataplasma de una hierba como tratamiento.

Sonriendo rompo mi silencio, ¿alguien ha visto que tren me ha atropellado?. Mas ubicado me separo de la mujer que me atiende, no necesito que me atiendas... no soy un bebe que necesite tu compasión, ocúpate del que estabas curando antes.... mi tono a la mujer emana orgullo y malestar, odio que me subestimen y me desprecien, esa mujer lo ha hecho abiertamente para ignorar a esa mujer centrándome en Leroy primero y mi hermano después, estoy bien Leroy, gracias por sacarme del salón antes.

A mi hermano me acerco abrazarle para que esté tranquilo, estoy bien, no deberías entrar en ese salón, se ha liado una pelea muy gorda.

Mientras sigo limpiando la herida de aquel chico veo que ya lleva una primera cura en su pierna izquierda, parece que el que le haya hecho eso sabe bien lo que se hace.

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Me dice mientras se separa de mi y va a abrazar al hombre que acaba de salir del saloon, mientras le miro con desprecio por aquella falta de tacto -Niños!! mescullo entre dientes y aprieto la banda que tenia en la mano y con la que le estaba limpiando para no arrearle un bofeton, mientras empiezo a contar a los que somos alli, uno, dos, tres... cinco; si no habia contado mal en el saloon eran cinco los que habian decidido acompañar a Donna en aquella mision sin contar al criajo y ahora eramos solo cinco con lo que faltaba uno que aun deberia estar en el saloon. Volvi a mi caballo a dejar las cosas y me acerque nuevamente al primer hombre al que habia curado y vendado. Parece que seremos compañeros dije de manera distendida mientras volvia a mirar aquel grupo variopinto Alguno conoce al que se ha quedado dentro?? alce la voz preguntando por si alguno lo conocia.

Cuando me explicó su "oficio" asentí en silencio pero algo más escondía aquella mujer, llevaba demasiados años metido en aquel trabajo como para no saber cuándo alguien ocultaba algo-Pues para ser la hija de un vendedor ambulante sabe curar muy bien las heridas-dije cerrando un ojo cuando la joven dió el último apretón al nudo de la venda-muy buen trabajo-comenté moviendo ligeramente el brazo comprobando la movilidad del mismo.

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-Bill Paxton, cazarrecompensas, para servirla-me toqué el ala del sombrero junto con una leve inclinación del mismo. En ese momento la mujer que nos había contratado junto con su compañero se despidieron con prisa tras unas breves explicaciones de cómo llegar a aquel pueblo-Desde luego su control sobre vosotros es más que férreo, eso no es un pueblo, es una cárcel..- mascullé viendo como la pareja se alejaba. La curandera tenía intención de guardar sus vendas cuando apareció el imberbe con una hernia en la puerta y ella con ánimo de curarle fue hacia él.

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-Eh, niño, un poco de respeto por la señorita que solo intentaba ayudarte-dije con desagrado mirando a la muchacha-De desagradecidos está el mundo lleno..cuando tenga una bala en la pierna y se esté desangrando veremos si es tan duro-negué con la cabeza. Los críos prepotentes como ése me sacaban de quicio, ese chaval no llegaría a los treinta gracias a sus bravuconadas y si fuera antes, mejor.

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-Si se refiere al viejo con cara de serpiente es el Coronel Mortimer, otro cazarrecompensas como yo, muy bueno siendo sincero, así que será un gran activo para el grupo- comenté con frialdad, mirando hacia la puerta del edificio.

Ya tengo una bala gilipollas, además de tonto no sabes preguntar antes de hablar. Es mas no es la primera bala que recibo.... idiota... vete a follar y no te metas en mis asuntos.

Puto gilipollas, se cree que puede darme lecciones de algo y estoy atento por si trata de dispararme desenfundar mas rápido y disparar yo.

Ya hace años que recibí mi primer disparo, algunos ya también que maté a mi primer hombre y que vengan hablarme de lo que ya he vivido, no me conocen como para poder opinar lo mas mínimo de mi. Por respeto a Leroy no voy a matar a sus compañeros si no lo intentan conmigo ellos antes... ya llevo muertos no deseados de mas por estos días....

Los ojos de Jeff recorrieron a todos los presente, evaluando sobre todo al tipo alto, pero la visión de su hermano herido, otra vez, le hizo obviar la peligrosidad del otro. Le ayudó a caminar, mirándole con una mezcla entre preocupación y furia.

-No podías quedarte tranquilo. ¿Verdad?- torció el gesto, tampoco podía decir mucho él-. Nos vamos- observó al nutrido grupo, saludándoles con una leve inclinación de cabeza. No le interesaba precisamente hacer nuevos amigos ahora mismo-. ¿Puedes cabalgar?

Miré con ojos gélidos a aquel niño y no pude evitar echarme a reír a mandíbula batiente-Vaya sí resulta que hasta tienes huevos niño..-miré sus ojos y la mano moviéndose de forma refleja de manera casi imperceptible, estaba listo para disparar-Vamos no te ofusques chaval, solo deja trabajar a los mayores primero, ya he liquidado a más de un follonero como tú y no me apetece más gresca hoy-dije aplacando la risa sujetándome la venda del brazo, era un mocoso temerario y con tal de quedar por encima de los demás no le importaría desenfundar.

-Señorita Earp ¿fuma?-dije sacando una pitillera de plata, un regalo muy preciado para mí. Saqué un cigarro y lo encendí con una cerilla dándome una profunda calada y echando el humo hacia un lado.

El hombre al que habia vendado primero se presento como Bill Paxton y parecia que era el mas caballeroso de los que habia alli pues fue el unico en salir a defenderme cuando aquel niñato se metio conmigo pero claro, a aquel niño le gustaban los jaleos, ya lo habia demostrado en el saloon y ahora no iba a ser menos asi que contesto de mala manera a aquel hombre buscando en todo momento volver a empezar una nueva trifulca para colmo el hombre que habia a su lado y que acababa de aparecer no le dijo nada y simplemente pretendian irse.

Si sera mejor que se vayan pense mientras Bill me ofrecia un pitillo Si se quedaran con nosotros no nos causarian mas que problemas pero tambien era verdad que cuantos mas fueramos mas facil nos seria atacar al pueblo y liberarlos asi que simplemente espere haber que le decia Leroy.
No como costumbre respondi a Bill con una amplia sonrisa mientras cogia un cigarro que me ofrecia y me acercaba para que me lo encendiera; di una calada del cigarro y saque el humo a la calle.

No me gustaba fumar, era mas consideraba que el aliento a tabaco era lo peor que se puede sentir en cuanto besas a un hombre y el tinte que les dejaba a muchos de ellos en los dientes era lo mas antiestetico pero en ocasiones y sobre todo, cuando la situacion me sobrepasaba, aquello me calmaba y me ayudaba a reorganizar mis ideas y en aquel momento lo necesitaba.

-Menudo día, ¿eh? -comenté, con una risotada, una vez que Donna y Ben se hubieron marchado. Dirigí una mirada a Crow al oírle que me daba las gracias por salvarle de aquella mole. Fue entonces cuando me percaté de que había aparecido aquel hombretón que debía de ser el hermano de mi joven compinche-. Espero que te apuntes a ese trabajo en River Creek, Crow, y también puede venirse tu hermano. Personalmente, soy de los que prefiere desplumar a los incautos en una mesa de juego, pero no voy a decirle que no a la posibilidad de disparar a esos tipos. Siempre me ha gustado el riesgo.

Escucho a la chica que había sido reclutada por Donna preguntar por el tipo que se ha quedado dentro, a lo que el Tío del Poncho le responde que se trata del Coronel Douglas Mortimer.

-Mortimer es bastante competente -coincidí, con el cazarrecompensas-. Y el último hombre también. Roy lo llamó John, aunque él prefiere que le digan "Sarge". El tipo tuvo que ser sargento seguramente...

Me acerqué entonces a la carreta en la que transportaba a mis gallos. Todos seguían allí, metidos en jaulas de madera. Aproximándome, agarré una de las jaulas, la abrí y me dispuse a coger a un gallo de plumaje negro y rubio, con la cabeza clara y el cuerpo de tono oscuro.

-¡Aquiles, mi pequeño! ¿Cómo has estado sin papá? -le pregunté al gallo, agarrándolo entre mis brazos como quien sujeta a un bebé, pasándole una mano por el lomo. Le hablaba en todo meloso, como si el gallo de pelea fuera un niño pequeño-. ¿Te asustaron los disparos de antes, mi pequeñín? Tranquilo. Solo era un hombre malo al que ya han matado un par de futuros compañeros de papá.

Puedo cabalgar pero espera, respondo a mi hermano tras escuchar a Leroy. Después miro a Leroy sin comprender la locura que me ofrece y como la ha aceptado el. Te explico amigo, otra cosa no pero experiencia en esto tengo... con 12 años asustaba y atracaba a idiotas con pistolas además de desplumar idiotas con las cartas, con 14 años ya empecé a entrar en misiones mas serias y con 16 me gradué en misiones de profesionales de mas años trabajando que yo viviendo. Para controlar un pueblo necesitas mínimo un centenar de hombres y me dices que te has apuntado a una misión para liberar un pueblo de por lo menos un centenar de bandidos...

Mirando a mi hermano después sabiendo que se va enfadar mas, perdona hermano... ese silencio es mas que evidente para mi hermano que voy a cometer una locura. Finalmente me centro en Leroy, si querías suicidarte y arrastrarme a mi en el camino sería mas sencillo que nos quedáramos en el Paso cuando estafamos aquel líder de esa banda. Bromeo con una sonrisa aceptando su petición, desde que empecé a trabajar por falta de dinero en este mundo mucha gente ha intentado matarme y pocos son los que de verdad se han expuesto por mi. Leroy sin ser un combatiente tan bueno es uno de los pocos que si lo han hecho junto a mi hermano.

Meterle un par de balas al idiota del poncho se le pasó por la cabeza, sobre todo si era tan osado como para mover su mano hacia su arma de esa manera. Los cazarecompensas se creían la gran cosa, como si estuvieran por encima de la ley, pero eran igual de bastardos que los que cazaban. Pero ya estaba metido en líos y otro cadáver en su espalda era lo que menos quería.

 El intercambio entre su hermano y el joven de los gallos le hizo suspirar. Sobre todo cuando su hermano comenzó con su habitual fanfarronería, algo que le llevaría a morir joven. Eso si no lo hacia los muchos problemas en lo que se metia. Y hablando de eso, un posible “trabajo” del que todos hablaban y que, por lo poco que entendía, no era un trabajo como cualquiera.

-¿De qué demonios están hablando?- le dijo directamente a Jonathan.

Unos granjeros o algo así están siendo sometidos en River Creek por una banda de... bandidos y tienen comprados casi todos los pistoleros en el pueblo. Dos de esos granjeros imagino han venido buscando ayuda y han convencido a ese caza recompensas, esa mujer, mi amigo Leroy y dos tipos mas que están en el salón.

Se trata de un trabajo gordo y no parece sencillo. Ese trabajo puede venirte bien, esa gente está dispuesta a desprenderse de sus alianzas y todo lo de valor que tienen, igual es una buena oportunidad para lo que te comenté al llegar aquí... piénsalo. Estoy seguro que voy a llevar una vida corta y la voy a vivir al máximo. No espero que vivir como pistolero a sueldo y superar a mi padre siendo mejor que el me permita tener lo que todos buscan, así que es mas sencillo no esperar nada mas que lo que yo mismo pueda ganarme con esfuerzo y sacrificio.

Leroy le explico todo el asunto al criajo y despues me dijo que en el interior tambien se encontraba "Sarge"; al parecer no era uno sino dos los que aun estaban en el interior haciendo vete tu a saber que, normalmente era una persona paciente, como buena "carterista"debia serlo porque la paciencia era la mejor virtud tanto de una carterista como de una mujer pero ver como Leroy se iba hacia un carromato a "arrumacar" a unos gallos y el criajo parecia que se apuntaba a nuestra aventura estaba empezando ha hacer que mi paciencia disminuyera por momentos.

Caballeros dije interrumpiendo lo que fuera que todos aquellos estaban haciendo Que les parece si asignamos tareas y nos ponemos en marcha?? dije asumiendo el papel de lider, cosa que en mas de una ocasion me habia tocado hacer mientras estaba con mi padre si queria llegar a final de mes porque si era por sus "chanchullos" como vendedor ambulante estariamos pasando hambre.

Si alguno conoce a los de dentro mejor que se encargue de buscarlos dije de manera seria mientras le pegaba otra calada al cigarro que tenia entre las manos Yo no se ustedes pero yo no pienso perder mas el tiempo le di la ultima calada al cigarro y lo tire al suelo Esa mujer necesita nuestra ayuda y creo que ya hemos perdido el tiempo suficiente, no creen??

De aquella manera, poniendo seria tambien alejaba las sospechas que parecian tener alguno sobre mi autentica profesion, nada como desviar el tema para construir una buena tapadera y aquella era otra de mis muchas facultades.

La joven rubia aceptó el cigarro de buena gana así que en cuanto se lo puso en los labios encendí otra cerilla prendiendo el nuevo tabaco liado por mí.

Miré al hombre que ayudaba al destetado que al parecer era su hermano mayor, desde luego parecia tener bastante más cerebro que el primero y con él habría que andarse con más cuidado, escruté su mirada, fría y decidida. No eran trigo limpio. En ese momento el señorito se acercó lo que al parecer eran unos gallos de su propiedad tratando a uno de ellos de una manera más "especial" y cariñosa, suspiré y tiré el pitillo al suelo pisándolo con mi bota, exasperado. El pequeño empezó a fanfarronear de sus éxitos con el plomo cuando aún no había aprendido a andar, apreté los dientes acumulando paciencia para no cogerle y bajarle los pantalones zurrándole en trasero con un cinturón.

-Joder, vaya grupo, el Coronel, todo amor, el destetado con su hermano, delincuentes sin duda. El tahúr amante de los gallos y la muchacha que escondía algún secreto...si salimos vivos de ésta será un milagro- refunfuñé mentalmente.

Me ajusté el sombrero y volví a cubrirme con el poncho mirando a la joven que tomó sorprendentemente la iniciativa, elevé las cejas ante tal arranque sorprendido pero no molesto si una mujer venía con nosotros más valía que fuera fuerte y no corriese con las enaguas levantadas a la primera señal de peligro.

-No me parece mala idea señorita, yo me encargo de avisar al Coronel y luego buscaré al médico para que me desinfecte y cure la herida en condiciones y ya estaré prácticamente listo para partir-dije esperando unos segundos por si alguien más decía algo de interés antes de ir a buscar al Coronel y al otro desconocido.

Bill entró de nuevo en el salón, en donde por fin había terminado la batalla campal. Los cuerpos de muchos vaqueros se amontonaban en el suelo, junto a restos de sillas y mesas rotas, y el barman, a la postre, el dueño del local, caminaba de un cuerpo a otro protestando y quitándole a cada uno de ellos un par de dólares para sufragar los gastos.

-Todos los días igual. Se nota que ellos no tienen que limpiar nada. Espero que al menos se queden sin muelas.

Ignorándolo, el cazarrecompensas se acercó a Sarge y al Coronel, que estaban terminando de comer en la barra, como si nada de todo aquello fuese con ellos.

El lugar estaba hecho polvo y el barman se estaba cobrando los arreglos por su cuenta quitándole dinero a los hombres inconscientes y bien que hacía, sonreí de forma tenue mientras me acercaba al Coronel y al otro hombre que había comentado el señorito, ambos comiendo tranquilamente. Me veía reflejado en ellos ya que más de una vez había volado una botella de whisky sobre mí sombrero mientras comía mi plato de estofado tranquilamente. -Coronel y..¿Sarge? Si no me equivoco, claro- mantuve un gesto serio-la mujer que ha solicitado nuestra ayuda y su amigo han tenido que irse, al parecer la gente que subyuga ese pueblo los tienen totalmente controlados. Nos ha dado instrucciones de no usar el ferrocarril pues controlan la llegada de los trenes así que tendremos que llegar atravesando desierto y de noche ¿Qué les parece?- miré a ambos pistoleros que daban buena cuenta del plato. -Yo debo ir a que me curen la herida en condiciones pero deberemos salir en breve si queremos darles una buena sorpresa a esos malparidos- apoyé el codo de mi brazo bueno en la barra. -Y sé que lo habéis visto, pero ese niñato y su hermano mayor no son trigo limpio, habrá que mantener los ojos abiertos- miré a Mortimer, no me caía bien ni yo a él, pero teníamos un código y en el caso de impartir justicia, era el mismo.

Mientras el niño seguia hablando con el hombre y el mestizo besaba a sus gallos, el unico que parecio que me hacia caso era Paxton.

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Si no le importa Sr. Paxton dije mientras miraba aquel variopinto grupo con el que no me apetecia nada quedarme Puedo acompañarlo?? le dije ofreciendole una sonrisa y con la voz serena. De todos los que habia alli, aquel hombre era el que mas confianza me transmitia aunque sabia que yo a él no, el crio tan solo sabia hacer que famfarronear y meterse en lios y no era eso... mas que un niño; el hombre que estaba con él parecia que no sabia como manejarlo y a parte parecia que no le interesaba mucho el trabajo y Leroy... bueno a Leroy mejor seguir dejandolo con sus gallos. Suspire exasperada y me dirigui junto a Bill a la puerta del saloon entrando ambos en él. Quiere que vayamos juntos o usted va a por uno y yo a por otro?? le pregunte buscando a ambos individuos en el saloon; mientras esperaba que los que habia fuera se supieran apañar cosa que veia bastante improvable.