Partida Rol por web

Ben escuchó a Brokk y luego escuchó la intervención de Richard. Solo cuando su arrodillo su mirada de incredulidad era fácilmente perceptible. Tras escuchar sus palabras sorprendido por el extravagante personaje volvió a mirar a Brokk.

- No se que ha pasado, pero estoy seguro de que ha afectado a este de aquí. - Dice señalando a Richard. - ¿Puedes ir al grano? No tengo ganas de pasar la noche aquí. 

Suspira. Aparta un poco la mirada y resume: -Que puedo arreglar algún aparato a cambio de que nos dejen pasar la noche.-

Esperando que Ben ignore el comentario de Richard, pues estaba seguro de que podría llegar a ofenderle, Brokk mira fíjamente a Ben unos segundos, y entonces dice:

- Al grano, ¿eh? - dice Brokk en plan de: pues te vas a cagar - Estoy hasta el tupé de Cele, y todos los que me acompañan igual. Planeamos su destrucción. O el fin de su imperio, al menos. Necesitaremos toda la ayuda que podamos, sea de forma directa o indirecta.

Ben miró a Brokk largo rato, como pensando como reaccionar. De pronto se levantó, mostraba una gran sonrisa, algo forzada. Se acercó a Brokk y le puso la mano en el hombro. 

- Ah, así que era eso eh... - Dijo manteniendo la sonrisa, riendo entre dientes. Después, sin que Brokk tuviese tiempo para reaccionar, Ben le dio una colleja que casi hace que Brokk se caiga hacía adelante. - ¿Es que te has vuelto loco, imbécil? - Se alejó de Brokk, poniendo de espaldas a él. - Cuando mas intento alejarte de ese mundo más problemas quieres abarcar... - Se restregó la cara, cansado. Y se giró. Dirigió la mirada de nuevo a Rat y Owl, concretamente parecía que miraba a Owl. La señalo. - He visto ese collar antes. - Dijo señalando al collar que llevaba Owl en el cuello cuello, tenía forma de fénix. - Los jinetes del renacimiento, eh... - Volvió a mirar al grupo. - Creo que comienzo a entender por donde van los tiros. - Miró a su alrededor. - Bajad, no conviene que nos escuchen las ratas. 

Dicho esto se dio media vuelta y golpeó la trampilla. Tras una palabras se abrió al rato, dejando mostrar durante un momento la cara del niño de los ojos blancos. Después comenzó a descender Ben por ella. 

Matrika fue la primera en levantarse y acercarse a la caja que había señalado Ben. 

Brokk sonrió hasta para recibir la colleja. Esperaba algo así. Brokk siguió a Ben en silencio.

Maria seguía sin comprender qué narices estaba haciendo allí. Lo que más odiaba de toda aquella situación, era toda la incertidumbre bajo la que se encontraba. Era como caminar sobre una pasarela de cristal que se podía romper en cualquier momento.

No intentó llamar mucho la atención después del numerito que había montado el amable anciano al presentarse D., pues estaba cansada de vagar y vagar por el desierto. Cualquier cosa era mejor que dormir a la interperie bajo el desolador frío del desierto.

Se limitó a obervar desde un tercer plano, como siempre, a la espera del visto bueno del decrépito anciano. 

Tras la colleja que le dio a Brokk, pudo entender la confianza que había entre ellos. Maria intentó mantenerse seria, aunque ella no supo si se le escapó alguna media sonrisa. La verdad es que le hizo mucha gracia ver a Brokk recibir el collejón.

Al parecer el hombre ya estaba algo familiarizado con esas situaciones y con los ''disparates'' de Brokk, así que probablemente, tarde o temprano daría su visto bueno al grupo.

Él sigue a Brokk, sin decir mucho. Se mantiene pensativo sobre su confusion, malinterpretó la situación... Aún así, no pretende intervenir por ahora.

Cuando pueden ver que Ben a tocado el suelo (Lo que vendrían siendo una distancia de 2 metros como mucho) el resto del grupo le sigue por detrás. Brokk baja tranquilamente como tantas otras veces, William lo sigue y después va Maria, que parece estar rodeada por una extraña aura que atrae la atención de los demás encandilándolos con su belleza. Después bajan Nirameth, que ya abajo se vuelve a posicionar cerca de Maria y continúan luego Matrika, Rat y Owl que siguen algo alejados del grupo aún, aunque les siguen. 

Una vez todos abajo el niño de pelo blanco y ojos blancos, que les espera ahí cierra la compuerta desde abajo. Ahora que uno se fija mejor es evidente que el niño es ciego, dado a que no mira a ningún lugar en concreto. Aunque el grupo comienza a avanzar, él permanece en ese lugar.  

La trampilla daba a pequeño pasillo excavado en la roca, era difícil de creer que alguien como Ben cogiera por aquel pasillo, a pesar de pasar de lado. Tras el pasillo se noto una subida de temperatura bastante grande, antes ellos se abría otra pequeña sala, en ella se podían ver todo tipo de herramientas y artilugios a medio montar, al fondo había una forja. En un pared había una vieja puerta. El niño del pelo negro estaba sentado en un taburete, sostenía un martillo. Cuando más rato se estaba en esa sala más se notaba el calor. 

- Bueno, no soy muy dado a hacer visitas turísticas por este lugar, pero este es mi taller. Y solía ser un lugar privado. - Miró a Brokk de reojo, procurando que se diera cuenta. - No creo que os apetezca mantener una reunión aquí, esa puerta que veis allí conduce a unas viejas minas, supongo que aún quedara alguna sala estable donde podamos hablar y podáis pasar la noche. - Ben miró a niño de pelo negro. - Kuro, te dejo al cargo, dile a Shiro que no deje entrar a nadie. - El niño asintió. 

Acto seguido Ben continuo por la vieja puerta e hizo un gesto para que el grupo lo siguiera. La puerta conducía a unas escaleras que descendían en forma de caracol, al final de las mismas había un pasillo. A ambos lados del pasillo había puertas, aunque algunas mostraban grandes imperfecciones y otras sencillamente ya no se podían considerar puertas o las entradas donde deberían estar solo eran una montaña de rocas. Al final del pasillo había un hueco cubierto con vigas y tapiado con madera, hacía pensar que quizás se tratase de un ascensor. Ben avanzó por el pasillo y tras una rápida inspección en una de las salas, entró en su interior. 

La sala estaba completamente a oscuras, aunque Ben tenía un mechero a mano. Lo poco que alumbro mostraba una sala totalmente vacía salvo por varios casilleros tumbados situados en la pared. 

- Este será un buen lugar. - Ben se sentó en uno de los casilleros sin pensárselo dos veces. - Supongo que tendré que comenzar yo... - Se acomodó. - Conozco a los jinetes del renacimiento porque conozco a Gregory, hice trabajos para él en el pasado. De hecho Shiro y Kuro son dos niños que estaban cuidado los jinetes cuando solo eran una asociación benéfica. A pesar de que llevo años sin saber de él estoy al corriente de que los jinetes estaban planeando algo, y supongo que ese algo tiene que tener relación con vosotros, ¿Me equivoco? 

- Gregory... - Intervino Matrika entrecortada. - Mi padre... Mi padre ha muerto. 

Un gesto de tristeza recorrió la cara de Ben, tras un silencio incomodo volvió a hablar. 

- Mal asunto... Tu debes ser Matrika, aún eras un bebe la última vez que te vi, desde que ocurrió aquello... - Ben hizo un gesto con la cabeza, para poder evitar el tema. - En todo caso siento mucho tu perdida, Gregory era un gran hombre. - Volvió a dirigirse al grupo. - Ya os contado lo que yo se, ahora decidme que es lo ha pasado. 

- Mientras hacía el último trabajo que me encargaste, Ben, me secuestraron los jinetes para reclutarme. Después de terminar el trabajo decidí aceptar - Brokk observa las reacciones de la cara de Ben. Seguro que estaba disgustado - y pasé a formar parte de ellos. Y fui a Cele. Disfrazado de un científico. Hasta el laboratorio nos llevó William - Brokk señala a Willy - y una vez allí, encontré encerrada a María - ahora señala a María - y la liberé. Tuvimos problemas para salir, pero con la ayuda de William pudimos escapar. Nirameth - señalando nuevamente - es una amiga de María, parece que vinieron juntas. Y al resto nos lo encontramos en... - Brokk duda un momento - en las ruinas de la vieja Cele creo que eran. Y desde ahí subimos a la superficie, no muy lejos de aquí.

Al ver que eran pocos datos y que con esto no explicaría nada de valor a Ben, continúa:

- Por todo lo que hemos visto... podemos decir que se prepara algo grande. Creéme, han sido los días más extraños de mi vida. Y puedo asegurarte que en Cele está pasando algo, algo que no nos gusta nada. Y vamos a aprovechar este momento para cambiar la suerte de los suburbios de una vez por todas.

Maria seguía en un segundo plano, contemplando la escena, pero no pudo evitar sobresaltarse al oir la palabra ''secuestros''.

Dió un bote de su silla/sitio donde estuviera apoyada y se incorporó con un suave balanceo.

-¡Un momento! Has dicho que te secuestraron unos... ''jinetes''. ¿Quienes eran y por qué optaste a colaborar con ellos?

- Tranquila, tranquila. No fue un secuestro en toda regla. De hecho, me salvaron y me llevaron luego en contra de mi voluntad. No podía saber donde se escondían. - la voz de Brokk baja un poco de volumen -  Ya sabes... - y termina por detenerse en seco -.

Richard permaneció en silencio durante toda la travesía. Sus ojos se fijan en diferentes objetos al pasar, ¿Analizando, considerando, o simplemente observando? Sea lo que sea, está atento a sus alrededores, intrigado por todo lo que se encuentra.

No habla por ahora, no realmente, al menos no con los demás. Cada vez murmura algo para sí mismo...

Una vez llegan a la sala, asiente un poco: -Será suficiente. Gracias por la hospitalidad.-, asiente al benefactor y se acomoda, sentandose en una roca grande.

-El objetivo no debería ser simplemente cambiar la suerte de los suburbios, sino liberar a la humanidad de las cadenas y otorgarle libertad a los oprimidos; no se trata de arrebatarle el oro al rico para darselo al pobre, pues entonces el pobre se haría el nuevo opresor... Se trata de conseguir equidad e igualdad.-

Durante la explicación de Brokk la incredulidad es palpable en la cara de Ben. Cuando parecía que Brokk había terminado y Ben iba a saltar con otra reprimenda, de pronto habló Maria y se resistió. Escuchó la correción de Brokk y después miró a Richard cuando intervino. Tras sus palabras asintió, en signo de aprobación. 

- Es posible que te tragarás un diccionario al nacer. - Comentó en primer lugar. - Pero creo que sabes de lo que hablas. Me recuerdas a un grupo de idiotas con la cabeza llena de ideas de heroísmo y fantasía. - En ese momento, hizo una pausa, como si estuviese recordando algo. Después miró al grupo con seriedad. - Dudo que tengáis un plan, y si lo tenéis es un plan suicida, no os podéis enfrentar a Cele por la buenas y yo no puedo ayudaros. En todo caso os podéis quedar aquí por ahora, no arméis jaleo y intentad aclarar vuestras ideas con el sueño. - Hizo una seña. - En esa caja tenéis mantas, es todo lo os puedo ofrecer por hoy, tengo la despensa vacía... Y no creo que hace falta que os diga que ninguno de vosotros ha estado aquí, me ha costado mucho conseguir esta tranquilidad.  

Dicho esto se dirigió a la puerta, no sin antes dedicarle una mirada a Brokk, entre enfado y compasión. Después de ello se quedó la sala en silencio. 

- Ha ido mejor de lo que esperaba - dice Brokk, a nadie en concreto -. Pero es cierto, no tenemos ningún plan. Y obviamente, no podemos enfrentarnos a la seguridad de Cele de cara. ¿Alguna idea?

William se mantiene en un taciturno silencio. No entiende qué demonios es este sitio ni la mitad de las conversaciones que tienen los demás. No obstante, no puede obligarse a irse, en parte porque no tiene ningún otro sitio a dónde ir después de esto, y en parte por lealtad a sus nuevos amigos.

Una vez llegan al final del camino, les espera un callejón sin salida. Se han arrinconado a ellos mismos, y apenas queda nada que hacer.

- Bien, vamos a recapitular brevemente. Los de ahí arriba están planeando algo. Algo muy malo. No tenemos ni idea de qué tienen entre manos, pero tienen una ciudad plagada de robots esperándonos, si nos atrevemos a entrar. Apenas somos siete personas, y no contamos con apenas armas. Y lo peor de todo: no tenemos la más mínima idea de qué es lo que nos espera, o de a qué nos enfrentamos.

Mientras dice todo esto el rostro de William se ensombrece.

- Sin embargo, conozco a un tipo, que no ha sido precisamente amable con nosotros, al que le debemos una visita desde hace un tiempo. Probablemente sepais de quién hablo, pero es la persona más informada de toda Cele. Deberíamos sonsacarle un poco, ¿no creeis?

Matrika, que en ese momento estaba ayudando a Rat y Owl a colocar una mantas se detiene al oír las palabras de William. Mientras Rat y Owl siguen a lo suyo Matrika se vuelve a acercar al grupo. 

- Cuenta conmigo, le debo algo más que una palabras a esa escoria. - Matrika se palpó la funda de las pistolas, como si quisiera estar segura de que seguían ahí. 

Rat y Owl se miraron preocupados, pero siguieron colocando mantas y sin que nadie los obligara a ello comenzaron a repartir mantas entre los demás. 

- Creo que a mi también me puede interesar saber lo que alguien que se hace llamar "El Informador" pueda decirme sobre lo que ha pasado durante mi descanso. - Dijo de pronto Brian en el interior de Richard. - Esperemos que no sea un burdo impostor. 

- ¿Te refieres al que te ordenó... ya sabes... ir con nosotros y tal?.

-Está bien, con algo de suerte podremos contactar con él.-, dice Richard en tono bajo, hacia nadie en particular realmente, mirando hacia la pared de reojo. Luego mira a los demás. -Gracias, niños.-, le dice a Rat y Owl una vez tiene sus mantas, asintiendo suavemente.

Una nueva posibilidad se baraja en el ambiente y Maria intenta retener con dificultad todos los conceptos que aportan sus compañeros, algunos de ellos, totalmente nuevos para ella. Tras dudar unos instantes, se dirige a Willy con expresión dubitativa en la cara.

-Dices que tienes que hablar con cierta persona, pero esa persona... ¿no se ofuscará al ver a Brokk con vida? Quiero decir...si vé que sigue vivo... quizá dude de tus intenciones... Deberías tener eso presente si vas a volver a comerciar con tu contacto.