Partida Rol por web

Con una destreza impropia de su estado Brokk consigue esquivar el golpe del matón haciendo que solo le roce ligeramente la pierna. Dado que lo ha esquivado saltando aprovecha este impulso para agarrar el cuello del matón para pegarse más a él y clavarle su daga justo en el corazón. El hombre se tambalea con la cara pálida y suelta la barra de hierro en el suelo. Brokk intenta recuperar su daga mientras que ocurre esto, pero no lo consigue dado que se la había clavado muy profundo en el pecho. Y cesa en su intento cuando escucha que el segundo matón se acerca esgrimiendo su barra con la intención de darle en la cabeza. 

Brokk decide olvidarse por unos segundos de su navaja y coje la otra barra de acero del suelo, e intenta repetir la proeza: Esquivar al matón y asestarle un golpe en la cabeza que, como mínimo, le deje inconsciente.

Brokk no reacciona lo suficientemente rápido y acaba siendo golpeado por la barra de hierro del matón. El mundo comienza a dar vueltas alrededor suyo y acaba desplomandose de rodillas en el suelo por el aturdimiento. Junto después de caer escucha un disparo y ve que el matón tiene ahora un agujero que le atraviesa la cabeza y acaba desplomandose él también. Lo ultimo que puede recordar de esa escena de esa escena antes de desmayarse era al líder de los matones saliendo corriendo con el rabo entre las piernas y a alguien acercándose a él. 

Brokk vuelve a despertar en una habitación desconocida para él. Tiene los ojos vendados y esta atado a lo que podría ser una silla. Al principio solo mueve la cabeza desorientado, ya van dos veces que se levanta hoy con ese dolor de cabeza por culpa del alcohol. Si seguía siendo hoy y no llevaba desmayado varios días, claro esta. 

Una voz de hombre le sorprende tras la oscuridad de sus vendas. 

- Chicos, ya se ha levantado. - Dice gritando hacia otra dirección. - Ya os dije que era un hueso duro de roer. - La voz le es familiar a Brokk, pero no consigue reconocerla por completo. 

Brokk, instintivamente, intenta zafarse, aunque no consigue nada. Cuando desiste, gira la cara hacia donde ha oído la voz conocida, y dice:

- ¿Quien eres? ¿Dónde estoy?

- Tranquilo, fiera, ¿Es así como se le habla a un viejo amigo? - Brokk escucha unos pasos y tras un movimiento de manos ya puede volver a ver más allá de la venda. Una puerta se abre y se cierra mientras que Brokk aún se esta adaptando a la luz. 

Y a quien ve delante suyo es a Frank Turks, algo más mayor de lo que le recordaba. Están en una sala iluminada y hay otras personas en ella. Entre ellas hay un hombre mayor con gafas de pelo canoso recogido en una coleta vestido de uniforme, una niña con gafas y pelo recogido en dos trenzas y otros individuos que observan curiosos la situación desde el otro extremo del cristal de una puerta. 

- ¡Franky! Cuánto tiempo viejo amigo. ¿Me ayudarás a desatarme las manos? -

Brokk hace esa pregunta sin saber muy bien que esperar. Si eso se trataba de un negocio, daba igual la anterior amistad que tuvieran.

- Yo lo haría Broky, pero el señor vejestorio con gafas no se fia de ti. - Dice como si te lo dijera al oído, pero se escucha bien claro en toda la sala. 

En ese momento el hombre con el pelo canoso da un paso al frente. Cuando lo hace Brokk puede darse cuenta que su maletín y su daga están cerca de la niña de las trenzas.  

- A quien llamas vejestorio, Turks. - Dice en tono indignado. Si que parece bastante mayor por el color de su pelo y su tono de voz pero su forma física delata que no puede pasar de los cuarenta años como mucho. Ahora se dirige a Brokk. - Debes comprender que esto es una simple medida de seguridad, estas a salvo, hemos rescatado tus pertenencias y tu motocicleta. 

- Aunque por por poco no te rescatamos a ti. - Dice la niña del fondo. - Hay que tener valor para enfrentarse así a Dorado. - La niña tendría un par de años menos que Brokk. Lo que más destacaba de ella eran las dos pistolas que tenía enfundadas una en cada pierna. - Tienes suerte de que tuvieras un angel de la guardia cerca.

El hombre mayor tosió para llamar la atención de la niña y esta se aparto quedandose en silencio. El hombre volvió a dirigirse a Brokk. 

- Comencemos por un resumen de la situación, te hemos estado buscando por mucho tiempo Brokk, eres una de las piezas fundamentales para que cumplas cierta misión. Te encontramos ayer y te hemos estado siguiendo hoy, te hemos salvado del Dorado y ahora nuestra pregunta es simple, ¿Nos ayudarías a hacer resurgir la verdad de este mundo? 

A Brokk solo le surge una palabra de su boca como respuesta:

- ¿Qué?

Brokk se queda mirando a todo el mundo, como si se tratara de una broma. De qué cojones hablan? Resurgir el mundo de qué? Que le han estado siguiendo?

- Quiero decir... ¿Qué coño? ¿De qué narices habláis?

- Papa, lo estas asustando. - Dice la niña de las trenzas. - Recuerda que no todos tenemos las ideas tan claras como tu. 

El hombre parece que va a protestar indignado pero se calla con cara de arrepentimiento, se pone a un lado y le indica a la niña que se ponga donde estaba él con un gesto. 

- En fin, no se que haríais sin mi. - La niña se vuelve hacia Brokk. - Comencemos desde el principio, mi nombre es Matrika Vanguard y ese cabezón de ahí. - Dice señalando al hombre viejo. - Es Gregory, mi padre. Y bueno, creo que ya conoces a Franky. - Matrika se queda mirando a Brokk un momento y después se coloca a su espalda. - Vamos a quitar esto de aquí, no comiences a morder a la gente, ¿eh? - Gregory se mueve hasta allí para detenerla pero Matrika se pone enfrente de él. - Le hemos registrado de arriba a abajo y le hemos quitado la única arma que tenía, no creo que supongo un amenaza para tres personas armadas y sin heridas, ¿No?

Gregory parece querer decir algo pero una mirada de enfado de Matrika lo detuvo en su posición. Le desata el nudo a Brokk que se puede mover ahora con total libertad. Matrika se pone en la mesa con el maletín y la daga y comienza a juguetear con la daga. 

- Se que tendrás muchas preguntas, pero voy a intentar ser lo más clara posible. - Clava la daga en la mesa. - Seguramente hayas oído hablar de los Jinetes del Renacimiento. 

Brokk había escuchado algo sobre ellos. Era un grupo que operaba en las sombras y ayudaba a los más necesitados cuando debía. Mucha gente los había intentado encontrar pero nadie lo había logrado. 

Brokk se sacude un poco las manos. Después de tenerlas tanto rato atadas las tenía entumecidas.

Una vez desatado y algo más cómodo, Brokk mira con más detalle a la gente de la sala. Su viejo amigo había crecido mucho, había cambiado, pero seguía siendo el mismo por lo que veía. Y ese hombre viejo... parecía el jefe o algo así. Y por último la chica de las trenzas. Aunque su padre (por lo que habían dicho) parezca el jefe, esta chica le dominaba como quería. Y esas dos pistolas... ¿con quién narices estaba reunido Brokk?

- Pues... - dice Brokk algo despistado, pues aún miraba a los otros. Pero se despeja la mente y dice con más claridad - sí, he oído hablar de ellos. Son bastante famosos de hecho. ¿Tenéis algo que ver con ellos?

Brokk calla un instante, y sigue en voz baja:

- ¿No seréis parte de los Jinetes del Renacimiento?

Brokk termina la frase con los ojos muy abiertos, ya montándose historias en su cabeza.

Matrika se comienza a reír. 

- Brokk, estás ante el líder de la organización. - Dice señalando a Gregory con la mano. Este vuelve a toser, impaciente. - Ya se, ya se, voy al grano. 

- No. - Interrumpe Gregory. - Creo que ya has hablado demasiado, Matrika. - Matrika agacha la cabeza y se pone a jugar de nuevo con la daga. Gregory vuelve a mirar a Brokk. - Tenemos una misión que cumplir y tu eres una pieza clave en ella, pero no podemos hacerte participe de ella hasta que no sepamos si estás con nosotros. - Se le nota algo cabreado ya. - ¿Vas a unirte a los Jinetes del Renacimiento, Brokk Jone?

- Pero... ¿qué puedo tener yo que necesite una organización con fama como la vuestra? Ya, ya, no puedes decírmelo hasta saber que estoy en el ajo - Brokk se responde a si mismo incluso -.

Brokk sigue mirándolos, sin dar respuesta, ni recibir una tampoco. Al ver la cara de impaciencia de Gregory, Brokk se apresura a responder:

- Mira, no sé. Son demasiadas cosas de golpe, ¿vale? Esto me ha pillado por sorpresa, no sé que decir. ¿Tengo que daros una respuesta ahora?

- Tres días. - Dice Gregory con tono serio tras la respuesta de Brokk. - Te esperaremos donde te vamos a dejar dentro de tres días. Si para entonces no tienes una respuesta o no apareces, no volverás a saber de nosotros y tu no dirás nada de lo que ha pasado hoy aquí. 

Dicho esto Gregory se marcha por la puerta con Matrika tras sus pasos. Antes de salir Matrika le dedica una mirada de pena a Brokk y después cierra tras de si. Solo están Frank y Brokk en sala, incluso los curiosos de fuera se están marchando. 

- Créeme, Broky, son buena gente. Solo están algo nerviosos. - Frank se saca otra venda del bolsillo. - No es nada personal, pero tendrás que salir con los ojos tapados. - Frank se pone a sus espaldas y le pone la venda en los ojos, después Brokk nota como le da el maletín. 

Frank le agarra del brazo y comienzan a caminar, aunque no en la dirección que esperaba Brokk. Caminan en dirección contraria a la puerta. Frank se detiene un momento y parece pulsar ciertos botones, se oye el sonido de algo al caer y entonces siguen avanzando dejando atrás todo sonido. El suelo se nota blando bajo sus botas y llega a cierto punto vuelve a ser duro. Frank vuelve a pararse y de pronto Brokk nota como que algo bajo sus pies se esta moviendo. Por el sonido a su alrededor se podría suponer que se trata de alguna especie de elevador. Después de un rato subiendo Frank vuelve a hablar. 

- Y bien, ¿Como te va? No creo que te metas en problemas todos los días, ¿no? 

- Bueno, casi cada día. Martes y Jueves hago fiesta. Sigo como siempre, yendo de aquí para allá con mi moto. ¿Y tú? Hacía años que no te veía.

- Bueno, ya puedes ver que he estado ocupado. - Dice en tono jovial. - Si te preguntas como alguien como yo acaba metido en esta madriguera te diré que una cosa llevo a otra y Gregory acabo salvándome la vida. Descubrí algo que no le interesaba a cierta persona y casi muero en el intento. - Entonces se ríe. - Tío, no me han dado muchos datos sobre para que te quieren, pero se que se esta armando algo gordo por aquí.    

- Vaya, ¿siempre reclutan miembros salvándoles la vida? Ya te digo que tendré que pensarme esto. Me gustaría analizar con detalle si... me conviene.

Y Brokk se queda pensativo un momento. Analizando en ese mismo momento.

- Dime, ¿pagan bien aquí?

Brokk se da cuenta de que si recibe dinero por esto, no tenía nada que perder. En su vida diaria ya arriesgaba su vida, pero ganaba un dinero escaso. Ahora le estaban brindando la oportunidad de formar parte de un grupo de fama, donde posiblemente cobraría más de lo que cobra ahora, a cambio de arriesgar la vida, cosa que ya hacía. Ni siquiera había, en su estilo de vida actual, una razón por la que desear mantener ese estilo de vida. ¿Por qué dudaba?

Está vez Frank se río a carcajada a limpia.

- ¿Sabes? Creo que eso dejaré que lo descubras tu mismo. 

Justo en ese momento el ascenso se detuvo. Brokk pudo comenzar a notar viento y el típico sabor a arena en la boca. Fue entonces cuando Frank le quitó las vendas. Estaban en un pasillo oscuro que daba justo al desierto. En una pared estaba a apoyada su moto. 

- Como dijo el jefe dentro de tres días estaremos esperandote aquí. Así que recuerda bien este lugar. - Ahora mira a Broky a la cara y le pone la mano en el hombre. - Espero volver a verte pronto, tío. - Dicho esto, se despide con la mano y el elevador comienza a bajar. Una compuerta se cierra donde antes estaba el agujero. 

Cuando Brokk sale por el pasillo puede ver que esta en medio del desierto pero a lo lejos puede ver la gran estructura gris de Cele para poder guiarse. El pasillo esta oculto en una duna, así que más le valía recordar ese lugar de alguna forma. 

Estaba atardeciendo, Ben estaría ya impaciente a estas horas. 

Brokk se marcha con la moto sin perder el tiempo, pero pensativo.

Ya tenía bastante claro que iba a aceptar, pero no se atrevía a ello. Era el miedo al cambio, después de toda la vida siendo el mismo macarra, entrar en un grupo que ayuda a la gente?

Brokk estaba planteandose su misma existencia. Un cambio radical en su vida. ¿Había odiado su estilo de vida todo este tiempo sin percatarse? ¿Por qué aún así se mostraba reacio a unirse a ese grupo? ¿Quizá orgullo?

Finalmente Brokk llega hasta el taller de Ben, y pica a la trampilla.

El camino por el desierto se hace bastante tranquilo y cada vez se hace más oscuro. Después de tanta tensión ese silencio de la noche le produce una gran tranquilidad a Brokk. Cuando llega al pueblo donde esta el taller de Ben ve que unos mendigos han encendido una hoguera. Miran a Brokk con miedo, así que él los ignora. Aún así algo va mal, Brokk se estaba olvidando de algo, pero no estaba seguro de que. El maletín lo llevaba en la mano y la puerta tapa del taller de Ben se abrió mientras pensaba en ello.

Shiro le saluda con la cabeza cuando baja hacía abajo, aunque fuera ciego parecía saber quien era cada persona que pasara por allí solo por sus pisadas. Sentado en un taburete esta Ben al lado de un rudimentario mantel hecho con papeles. Encima hay una comida bastante escasa pero Kuro se la esta comiendo con ansia. Shiro se sienta en otro taburete y Ben se gira al ver oír entrar a Brokk. 

- Comenzaba a pensar que... - Entonces se da cuenta del aspecto lamentable que tenía Brokk. - ¿Que ha pasado? 

- Bueno, tuve algunos problemillas con las "ratas". Pero ya ves, no moriré sin cobrar la paga.

Dicho esto, Brokk cae en una silla del cansancio y cierra los ojos, como si fuera a dormirse de un momento a otro.

- Aún así, ese hombre parecía muy agradecido. Hasta me invitó a "una" copa. Je.