Partida Rol por web

Felix miró hacia la cama, levemente sorprendido ante el despertar de Mi. Durante unos instantes dudó que responder a la pregunta de la pequeña. Finalmente suspiró y asintió con la cabeza, invitándola a entrar. Entre los druidas no solía existir ciertos pudores como la desnudez o la sexualidad. Acostumbrado a bañarse con otros druidas de diversas edades o a encontrarse a compañeros en relaciones íntimas sin ocultarse en gran medida, como lo hacían los animales o seres de la naturaleza: con naturalidad, aquella petición de Mi no debería resultar complicada de aceptar.

Sus dudas se debían, principalmente, a que Mi no era una druida o un animal.

Aunque es parcialmente un ser de la naturaleza, convino finalmente, dando el visto bueno a la pequeña para que entrara.

Nada mas asentir Mi se quita rápidamente la capa que le cubre el cuerpo y salta para tirarse casi de cabeza a la bañera y desaparecer bajo el agua unos segundos antes de sacarla para respirar con una sonrisa de oreja a oreja.

- Aaah que calentita y que bien huele - exclama mientras reposa su cuerpo en el otro extremo de la bañera sin apenas ocupar espacio. Cuando el agua se calma un poco puedes fijarte mejor en su anatomía: a todos los efectos es una niña normal y corriente, excepto por su piel azulada y sus irises de un color azul que cuando miras te recuerdan al azul cielo despejado de verano.

Mientras discretamente escrutas el cuerpo de la pequeña en busca de abnormalidades empiezas a notar que el agua está empezando a calentarse y a tomar un color azul marino turquesa, como si estuvieras mirando el mar cerca de una costa tropical. Es entonces cuando te fijas que el cuerpo de la pequeña despide un pequeño halo bajo el agua convirtiendo ésta en aguas termales naturales.

Felix observó con atención el fenómeno que Mi provocaba. A simple vista parecía una niña. Con grandes ojos oceánicos y de color azul, pero una niña. Aparte de aquella anomalía parecía que no existían otros elementos fuera de lo común... hasta que advirtió cómo el agua subía aun más de temperatura y cambiaba de color a otro turquesa. Como si Mi destiñera e impregnara al líquido un color similar a su tonalidad de piel.

El joven no dijo nada en un primer momento, y aunque la sensación era agradable se puso alerta, a la espera de nuevas sorpresas, subidas repentinas de temperatura u otros fenómenos anómalos originados por la pequeña.

- Vaya. Se ve que te gusta el agua - por fin habló mientras seguía observando con detenimiento el cambio de color y temperatura en la bañera -. Dime, Mi, ¿Cómo te sientes?

Como ella está ya acostada, Tachi decide que mañana será hora de ir a por un par de pociones de Comprender Idiomas.

Quizá incluso ahorre para un objeto mágico que le permita hablarlos todos. Pero por el momento... quizá la poción sea lo único que pueda usar.

Dicho esto, saca el cubo y se dedica a mirar otra cara. Si la de los glifos es la cara 1, ahora mira la cara 2

Al ver y leer la carta que el Rey había depositado cuidadosamente en la mesa, decido firmar con mi nombre consiguiendo así un titulo honorifico en la ciudad, después de ello y sin poder moverme mucho mas, accedo al baño, dejo el grifo abierto y me dispongo a rezar mientras el sonido del agua entra por mis oídos y el vapor por mis fosas nasales.

Mi sigue apoyada contra la bañera con los brazos extendidos, los ojos cerrados y una sonrisa de satisfacción en la cara. Cuando escucha exhala aire con un tono de evidente placer antes de abrir los ojos de nuevo y erguirse para verte mejor:

- Genial, el agua calentita me está revitalizando por completo y removiendo todo el cansancio del viaje. casi parece cosa de magia jijiji.

Mi no está tan alejada de la realidad, las sacerdotisas del castillo han bendecido las aguas de las bañeras para proporcionar un efecto balsámico a quien las utilice. Chapotea un par de veces el agua con las manos antes de volver a tumbarse relajada en la bañera. Su voz sigue provocando esa sensación de escuchar un riio fluir y tanto su piel como su actitud no parecen haber cambiado así que el fenómeno que provoca sobre el agua debe ser algo relacionado a su raza o quizás una magia de la que no sea consciente.

El agua caliente de la bañera te relaja y te calma toda la presión y el estrés del viaje casi al instante, un detalle mágico de las sacerdotisas del castillo asumes ya que como clérigo eres experto en bendiciones.

Cierras los ojos un momento para disfrutar el baño y una serie de imágenes se te pasan por la mente, reminiscencias de tu época de clérigo en el monasterio aunque poco a poco se van distorsionando y haciendo más reales, casi como si fueran una visión más que un recuerdo.

Reconoces inmediatamente la capilla principal donde se erigían las estatuas a Irori y Gozreh y donde muchos visitantes venian a rendirles culto y traerles presentes para pedirles ayuda y bendiciones. Sin embargo la sala está vacía a pesar de estar a plena luz del día excepto por dos personas, una que inmediatamente reconoces como tu maestro y otra figura alta y delgada que cubre su rostro y cuerpo con una túnica con capucha. Aunque no escuchas nada deben estar teniendo una conversación acalorada por el rostro y las expresiones de tu maestro quien llegado a un punto agita su mano y decide darse la vuelta para abandonar la sala, sin embargo la figura encapuchada saca una daga de su manga y se la clava a tu maestro en la espada atravesando su cuerpo de lado a lado y provocando que éste caiga inmediatamente sin vida en el suelo.

La figura encapuchada hace unos ademanes para invitar a otras personas a entrar y gira su cabeza para mirar hacia la zona desde donde estás viendo la escena e inmediatamente abres los ojos y sacas la cabeza fuera del tomando una bocanada de aire, con el corazón aún agitado.

Tras observar el fenómeno y, por qué no decirlo, disfrutarlo en cuanto a su temperatura y capacidad vigorizante, Felix decidió salir de la bañera, dejando a Mi que disfrutara un rato más. Al parecer el agua era el entorno más idóneo para ella.

El joven druida se secó y se vistió con un camisón que encontró dentro de un armario. Junto a él había otro de mucho menor tamaño.

Vaya, han pensado en todo, admitió mirando a Mi, hundiéndose esta hasta el fondo de la bañera mientras hacía burbujas. Mientras permitía que la pequeña siguiera jugando en el agua, Felix se acercó al papel dejado por el rey y lo releyó. Torció la boca con un gesto de cierto desagrado. Comprendía la generosidad del monarca. Su desacuerdo se debía a que no tenía pensado permanecer por largo tiempo en Nueva Rondar. Pretendía volver a Septemtrión cuando tuviera suficiente información que comunicar al Círculo de Ancianos.

Algo había descubierto y cosas tenía para informarles. Pero, ¿Era eso lo que los druidas deseaban oír? ¿Una secta en el Bosque del Lobo Gris liderado por un antiguo héroe de la última gran guerra y la creación de Mi? Cuando el Círculo lo envió a la civilización fue porque diversos agentes y espíritus de la naturaleza advertían de tiempos inciertos y sensaciones preocupantes. Los hechos que él tenía recabados no creía que contestaran a las preocupaciones de los druidas. Probablemente debería permanecer algo más de tiempo por la zona.

El joven suspiró, alargó la mano a una pluma cercana de una mesilla y la untó en un tintero junto a ella. Su manó dudó de nuevo pero finalmente se resignó, firmando el documento al estampar su nombre en él.

Y ahora verlas venir, se dijo mientras no pudo evitar mirar a la niña azul jugando en el agua. Tal vez tú las atraigas, pequeña. Tal vez tú tengas respuestas, se dijo el druida, vigilante y protector, a la vez, de Mi.

Neithos se levantó inquieto. Esto ha requerido magia poderosa, fue su primer pensamiento en cuanto pudo aclarar su mente.

Una visión de presente, pasado, o futuro? se preguntó a si mismo mientras paseaba inquieto paseaba por la habitación. Maldición, se le escapó en voz más alta.

Si es el futuro o presente, que pinto yo aqui en Rondar de recadero del rey de los humanos. Taptaptaptaptap, sus dedos tamborilearon sobre la mesa inquietos.

Y como ha llegado curiosamente este artefacto aqui. Volvió a sus adentros, No parece un mago entrenado, asi que o tiene un asesor o es un espontaneo de primer nivel.

Volvio a la cama a meditar, mañana intentaré averiguar algo y decidir que hacer

Desperté sobresaltado con la cara goteando sin saber muy bien si es agua o sudor por la visión que había tenido. -no logre ver su cara...- así que en un iluso intento de volver a las visiones me sumerjo nuevamente en el agua de la bañera aun caliente aguantando la respiración con fuerza.

Cada uno sumido en sus pensamientos y tras un sueño reparador los primeros rayos de sol atraviesan las ventanas del castillo iluminando las estancias y despertando al personal del castillo, y sus invitados. Las puertas de las habitaciones suenan y las sacerdotisas del castillo os invitan a acompañarlas al comedor privado del Rey donde impaciente os espera.

Al igual que ayer en el enorme salón os espera el rey sentado en el final de la enorme mesa. Junto a él se encuentra otro humano pelirrojo y de complexión bastante fuerte en unos atavíos que no parecen nada nobles, sino de un guerrero, aunque cuando os acercáis se levanta de la mesa y con una sonrisa os dedica una breve reverencia antes de volver a sentarse.

El Rey os invita a sentaros y empezar con él el desayuno. Delante de vuestros ojos encontráis todo tipo de comidas de diversa categoría: dulces, bollos, leche, carne, huevos, fruta, verdura, diferentes zumos y hasta pescado. Ya que el Rey no conoce vuestra cultura y no sabe que desayunáis ha decidido no arriesgarse y ha preparado un desayuno intercontinental para que disfrutéis sin reparos.

Terminado el desayuno y tras haber retirado todo de la mesa el Rey se pone de pié y camina hasta la mesa que hay al fondo de la sala, al lado de la enorme cristalería que ilumina el entorno, de la cual saca unos papiros y algo que parecen carteles. Tras volver a la mesa procede a extenderlos dejando espacio entre ellos para poder apreciar su contenido.

En la mesa se encuentran un mapa de Malz muy bien detallado con el nombre de cada continente, cada mar, cada reino y su situación exacta y escrito a mano sobre éste y con aspecto de haber sido reciente hay un punto negro y sobre el "Tumba de Azula" en la cosa no muy lejos de Nueva Rondar. El segundo de los papiros extendido es de nuevo un mapa de Malz aunque éste está más bien dibujado a mano alzada y hay varias X dibujadas con tinta roja repartidas en varias partes del mundo que parecen aleatorias, aunque notáis una X roja encima de Nueva Rondar también.

 Y por último los carteles que coloca encima de los papiros son carteles de reclutación en los que todos muestran el mismo símbolo que ya habíais visto antes, en el pecho del elfo que capturasteis hace tan solo unos dias y que fué interrogado en el castillo.

El Rey se sienta en la silla sin decir nada y os permite escrutar la información unos minutos.

La puerta de la sala se abre y una pequeña mujer se cuela por la rendija antes de cerrarla de nuevo. Suspira lévemente antes de cubrirse su pelo azulado poniéndose un gorro de pico en conjunto con el resto de atavíos de bruja que lleva. Mira hacia la mesa y se ruboriza brevemente antes de desaparecer y aparecer de nuevo al lado Modas, en apenas un abrir y cerrar de ojos.

- Lamento la tardanza.. me.. he... quedado dormida - dice avergonzada con una voz atercipelada sin poder quitar la mirada del suelo. Cuando la levanta echa un vistazo a la mesa y ve que los pergaminos y los carteles ya están expuestos y cambia su expresión por completo a una muy seria. Hace un ademán con la mano y del aire sale un bastón de madera bastante fino adornado con runas en forma de espiral a lo largo del palo y de cuya punta superior cuelga un cristal que emite una luz azul cobalto bastante misteriosa. Tras dar el espectáculo se queda de pié expectante a continuar la reunión.

Moldas tose brevemente aparentemente evitando con todas sus fuerzas reirse de la extraña maga que acaba de entrar y decide no darle mayor importancia y continuar con el tema principal.

- Ésto que veis aquí son los datos que hemos podido recopilar los últimos dos meses. En ese papiro con las cruces rojas se hayan todos los santuarios que han reaccionado como el de Nueva Rondar hace unos dias emitiendo un haz de luz hacia el cielo que se desvanece pasadas unas horas. El resto de los carteles han sido encontrados en los barrios bajos y sitios de infamia alrededor del mundo.

El Rey se apoya en la mesa cruzando los dedos y apoyando la cara sobre ellas. - No sabemos qué es lo que traman, no encontramos ningún patrón en los santuarios y no hay ninguna pista ni caso ni evento histórico que apoye lo que está ocurriendo. Por ese motivo si aún estáis interesados y por una oferta más generosa que ayudar a limpiar un bosque me gustaría pediros que forméis alianza otra vez con un nuevo propósito, aunque antes de daros más información, me gustaría daros la oportunidad de expresar vuestras preguntas, aclarar las dudas y que decidáis si queréis aceptar o no éste encargo.

Saludé a los recién llegados al comedor. Había estado esperando ya por un tiempo, aunque no había llegado antes de que el rey llegara. Me senté junto a el y esperé con solemnidad a que el resto llegaran a la hora acordada. Desayune poco mas de unas frutas y verduras. Cuando terminé esperé al resto en silencio, y cuando el rey empezó a prepararlo todo me levanté a ayudarlo a colocar todo.

Los datos recolectados eran dignos del equipo de investigación del castillo. Mientras observaba los papeles entro una mujer, una maga, que entro de manera poco decorosa a la presencia del rey. Le lancé una mirada asesina e inquisitiva por su poco respeto al monarca, aunque al ver que el monarca lo tomaba con risa me relaje un poco, pero no demasiado. Escuché cada una de las palabras que el rey nos dijo, y junto a los papeles me quedó todo claro. Simplemente me quedé callado a su lado, sin decir nada.

"Su alteza real" le dice al Señor Moldas haciendo una formal reverencia "Ya sabe de nuestra anterior misión. Quiero que sepa que tenemos ESTO"

Y sobre la mesa, pone los frascos que fue tomando: El de pozoña que tirarían al lago, y el del agua empozoñada

"Quizá los alquimistas, o los más estudiosos puedan sacar algo de esto"

"Lo segundo es que, si realmente el hombre que les lideraba era Tharlathos el Magus ¿Están localizados el resto de los Héroes de la anterior guerra?" El poder de algunos, como el de Tharlathos o el de Jainas es terrorífico ¡Pero se dice que como dejasen suelto a Razar, eso si que sería catastrofico! ¡Para él y para todos!

Aunque conforme habla, empieza a bajar el tono. Una presencia se impone en la sala. Una muy poderosa. Una que presiona con la misma fuerza espiritual, con el mismo Kí de un guerrero.
Tachi se gira, extrañada, y contempla al recién llegado, a Derek el recien llegado.
Y notando como dispara una mirada gélida hacia la pobre de Dale ¡Casi se siente mal por la hechicera!

Durante el opíparo desayuno, Felix tuvo que palmear en un par de ocasiones la pequeña espalda de Mi, pues al zampar como una tragaldabas se atragantaba por momentos... y tras recuperarse seguía engullendo, disfrutando de casi todo lo que tragaba.

- ¿Santuarios? Perdone, majestad. ¿De qué tipo de santuarios habláis? Los hay de muchos tipos ¿Tienen algo en común? - preguntó el druida extrañado, al no recordar que se hubiera comentado nunca antes el extraño fenómeno que el rey Moldas les refería.

Examinó con detenimiento la marca dibujada, símbolo de los cultistas de Tharlatos, y no pudo evitar preguntar lo evidente.

- ¿Qué significa esa marca? - inquirió. Saber su significado supondría saber los objetivos y metas de esos fanáticos.

Enarcó una ceja de incredulidad al ver aparecer a la pequeña maga correteando a deshoras. No por su falta de puntualidad, ni su escaso tamaño o su indumentaria, sino porque a esa arcana ya la había visto antes. Y no en palacio. El druida se calló por el momento y decidió hablar en privado, más tarde, con la maga azul.

Tachi mostró unas muestras de la sustancia recuperada en el Bosque del Lobo Gris y preguntó sobre los héroes de la última guerra. Si uno estaba metido en un berenjenal tan peligroso, a saber que estarían haciendo el resto. No conocía mucho sobre ellos, aunque hubo un nombre que le sonaba por encima del resto.

¿Razar? ¿Eso no es de un chiste o decires ridiculizantes?, se preguntó sorprendido. A ver, como era... "Eres más tonto que Razar, que llegó a un cruce de dos caminos y nunca más pudo avanzar". O, "un poco más torpe y te pareces a un Razar", rememoró el joven. Vaya, debe ser un tipo de cuidado, admitió.

Un tipo pelirrojo, fuerte, serio, sentado en la mesa con ellos pero que hasta ahora no había dicho nada, tomó la palabra presentándose. Felix le correspondió mientras se preguntaba cual era su papel en todo esto.

Tras llegar al comedor donde ya se encontraban el Rey Moldas y un nuevo invitado con un aspecto igual de feroz que el orco Grog, el cual le extrañaba no ver por la sala... decidí sentarme y comer todo lo que mi pequeño cuerpo pudiera aguantar, hasta que casi me atraganto al ver a una joven bruja bastante guapa para ser humana. Escuche toda la conversación atentamente y surgieron otra vez ciertos nombres los cuales no conocía pero el resto de integrantes parecía que si que conocían.

-Perdonad que os interrumpa ¿Pero me podrías explicar quienes son esos héroes de la antigua guerra que mencionáis? He estado muchos años en un monasterio y se poco de lo que ocurrió años atrás.-