Partida Rol por web

Me quede un rato dubitativo de que camino debía seguir, pero pensé que nadie puede tener mas información que un rey y su corte, así que decidí seguir con el grupo al rey para posteriormente preguntarle sobre los asesinos que tanto busco.

-Yo os seguiré también y espero que todos hagamos lo mismo.-

Sonreí, y por una vez en mucho tiempo no era por poder machar a alguien. Era por haber encontrado a alguien que mereciera la pena. Su sola presencia y el que vieran su cara había hecho que aquel elfo de poca monta casi se meara en los pantalones. Ademas no había dudado en mostrar su superioridad y su fuerza. Sin duda era alguien que merecía la pena seguir, por ahora al menos.

-Vamos, esto puede ponerse interesante.

El grupo se pone de acuerdo en seguir al Rey aunque la pregunta de Tome se queda en el aire ya que cuando ha querido recibir una respuesta el Rey ya estaba fuera de la sala y no ha podido escucharla.

A regañadientes sigue al resto por el agujero de la pared que da a un pequeño  pasillo muy diferente, de una piedra muy rústica aunque cuidada e iluminado por candelabros en las paredes que arden con una llama débil. A lo largo del pasillo hay puertas de madera que parecen bastante pesadas con unas pequeñas rendijas con barrotes, con lo que es fácil asumir que son los calabozos del castillo aunque parecen deshabitados.

El rey sube las escaleras al final del pasillo hacia la derecha ,seguido de cerca por el grupo, y cuando llega a un rellano sigue subiendo otros 3 tramos de escaleras, hasta llegar a una sala con una enorme puerta de madera de dos puertas y cuatro bancos a los lados decorada con jarrones con plantas y cuadros describiendo una guerra y a un dragón blanco surcando los cielos. A primera vista parece una sala de espera aunque cuando el rey abre de una patada las puertas dobles muestra una enorme mesa de madera maciza con sillas alrededor para sentar hasta a 20 personas, aunque solo hay una silla al final de esta que es más grande y decorada con filigranas de oro y plata dando la sensación de ser más un trono que una silla en sí.

El rey cruza la sala y corre una cortina de una pared que al principio parecía no ocultar nada detrás para mostrar un triclinio con un cojín bastante simple y una pequeña tela de seda. Con suavidad deja a la sacerdotisa en ella para que repose y corre la cortina de nuevo para ocultarla y sentarse en la mesa del trono, haciendo un gesto con la mano invitándoos a sentaros.

En la mesa hay desplegado un mapa de rondar y a su lado un mapa del continente en el que os hayáis ahora, mostrando una serie de dibujos de círculos y flechas escritos con tinta negra y unas figuras mostrando un caballo y una torre situadas en las montañas al norte y en los bosques al sur respectivamente.

- Gracias por venir. - ésta vez el tono de su voz deja escapar un leve tono de preocupación. Señala el mapa y más concretamente la torre al sur, en los bosques.

- La situación en éste continente está yendo cada vez a peor. Los fanáticos que habéis visto hoy no son los primeros en venir a la ciudad, aunque si los primeros en haber hecho algo y no podemos permitir que sigan así, es un tema que afecta a Malz entero, no solo a Rondar o los Humanos. Así que iré directo al grano.

Se levanta y empieza a pasar el dedo por el mapa del continente, desde Rondar hasta la torre al sur en los bosques. - Tenemos la certeza de que hay una base de gran importancia mágica al Sur del continente, en los bosques del Lobo Gris. No puedo enviar a ninguno de mis hombres porque la situación de la ciudad ha estado muy delicada desde la Guerra de Última y tampoco dispongo de muchos magos a mi disposición. Si habéis seguido a los fanáticos es porque tenéis algún motivo personal con ellos o con la magia y eso nos conviene a ambos así que os haré una buena oferta.

Se vuelve a sentar en el trono y posa las manos en la mesa antes de continuar - Id al bosque, recabad información, si la situación es complicada tenéis permiso de quemar el bosque entero si hace falta para liberar el continente de cualquier peligro y volved con un reporte. Si lo hacéis bien os concederé un titulo nobiliario en rondar, 1500 monedas de oro para cada uno y un objeto mágico de las arcas de los antiguos magos de Rondar.

Moldas se queda con cara seria expectante de vuestra aprobación.

Seguí al rey como motivo formal aunque con intención de volver a preguntarle sobre el asunto de mi maestra, aunque algo me decía que no iba a tener muchas respuestas.

Cuando llegamos a la gran sala y nos explicó cuál era sus intenciones para nosotros no pude aguantar a decir lo siguiente. – Mire “su majestad” – dije esto en tono algo irónico – Creo que tiene una idea equivocada por lo menos mía. Esos tipos de antes no sabía ni quienes eran, solo les atacamos porque ellos lo hicieron primero. No sé cuáles son las prioridades de los humanos, pero el oro, la fama y el poder los dejaría en una isla abandonada y quien quisiese sería libre de ir a buscarlo. Yo solo he venido a buscar a mi maestra, en cuanto sepa que no está por aquí abandonaré el lugar y la buscaré por otro sitio. – me aclaré un poco la voz – Además, no sé si se ha dado cuenta, pero como brujo que soy me he visto obligado a vivir en bosques para ocultarme de humanos que intentaban darme caza y ahora me pide que de fuego a un bosque entero, junto con las miles de vidas de animales que seguramente se merezcan vivir más que los ciudadanos de este pueblo. Desde que he llegado solo he visto gente que trabaja lo justo para comprar alcohol y emborracharse, personas viviendo en la calle porque no tienen casa, mientras que otras viven en mansiones que no saben ni cómo llenar – hago un pequeño gesto señalando el lugar en el que estamos. – Y usted me propone que vaya a un bosque y le de fuego… - seguía algo molesto por todo esto. No me gustaban mucho los druidas del bosque, de hecho pensaba que eran imbéciles, pero en su imbécil sabiduría habían decidido vivir y defender los bosques, y ahora sabía por qué.

- Si me disculpa, me retiraré a seguir buscando a mi maestra – dije haciendo una reverencia para no faltar al protocolo, aunque se notaba que era algo así como una mofa.

- El pequeño sapo dice algo de verdad, majestad - afirmó Felix -. El que encontráramos a esos elfos cultistas se debió a que cierta "aparición" hizo de señuelo para que la siguiéramos y ella nos condujo hacia estos ritualistas, comenzando un combate iniciado por ellos - relató haciendo ver que, concretamente, no tenían nada contra ellos -. Aunque si su majestad se digna a explicarnos en que consiste la amenaza que se cierne sobre Malz y en la que ese funesto culto está involucrado, tal vez nuestra ayuda pueda ser más voluntaria y activa - sugirió el joven pidiendo algo más de información, el motivo de su presencia.

- También concuerdo con la rana en que no pegaré fuego a un bosque. Bajo ningún concepto. Así que, si al final terminamos en el bosque del Lobo Gris, más nos vale estar bien informados para encontrar a esos individuos y así evitar tener que cometer aberraciones en el proceso, majestad. No me parece muy congruente intentar salvar a muchos condenando a otros tantos - sentenció negando.

Observó que la rana no tenía pelos en la lengua, ni en ninguna otra parte, para criticar al ser humano y a sus ciudades, por un lado. Por otro hablaba de no ayudar y de encontrar a su maestra por encima de todo.

- Te deseo suerte en tu búsqueda - le deseó sin hacer ningún comentario crítico hacia su búsqueda que lo ridiculizaría... al buscar a su maestra en una ciudad de borrachos, pobres desheredados y ricos opulentos y egoístas. 

Si tanto aberra este lugar, ¿Por qué su maestra, de quien posiblemente habrá aprendido todo ese desprecio, habría venido a un lugar tan "despreciable" como este?

- ¿Pertenece a tu misma raza? Por si la encontramos antes que tú y le transmitimos sobre tu búsqueda - se ofreció antes de que el batracio abandonara el lugar.

En cambio y a diferencia del resto, Tachi se quita la espada -con vaina incluida- y la deposita en el suelo. Y hace una reverencia al rey. No es la mejor ni la más exquisita formalmente, pues nunca recibió clases de protocolo. Pero al menos, ella hace lo que cree correcto ante un rey

"Mi señor. Aun hay gente que necesita ayuda, los puertos de Rondar están ardiendo, y una buena amiga mia puede estar en peligro. De hecho, su imágen es lo que nos ha traido hasta aquí"

Pero si siente que el rey es apremiente, o que le asegura que la situación es segura para los ciudadanos, entonces no hará feos a la oferta
Porque ella intentará vivir honorablemente ¡Pero ni ella, ni sus padres han llegado a ver mil piezas de oro juntas en toda su vida!

¡Es muchisimo dinero! Y si es por una buena causa, pues mejor.

"No quemaré el bosque, pues hay mucha vida allí. Vida natural y vida inocente. Pero si hay maldad, cuente conmigo para erradicarla de esas tierras"
 

Y le dedica un leve murmullo al druida, no más alto que un soplido pero claro como una sinfonía. pues los comentarios del sabio ya hace que ella sospeche de la vocación de su amigo.

"Pst, Maese Félix. Será mejor aceptar e intentar resolverlo nosotros" le susurra "O si no, puede que este trabajo recaiga en manos de alguien más pragmático y con menos aprecio por la naturaleza. Hagámoslo, mi sabio Félix, y hagámoslo bien"

Felix miró a Tachi y asintió.

- Es lo que intento - susurró a su compañera -. Pero para hacer un buen trabajo, hay que ir preparados. Y para considerarnos preparados, necesitamos tener toda la información disponible. Y una vez informados, facilitará encontrar a ese culto sin necesidad de pegar fuego a nada - fue deduciendo en voz baja.

Empezabamos a hablar el mismo idioma. Dinero y poder, eso era lo unico que podía gustarme mas que aplastar una cabeza. Sobretodo por que ambos me dan facilidades para hacerlo. No entendía ni la obsesion de la rana con su maestra ni la necesidad patológica del resto del grupo de proteger todo. Si me pagaban tan bien, yo estaba mas que contento por ello.

-Yo me apunto. Espero que tengas un buen arma magica guardada en ese almacen tuyo.

- Sire, comenzó hablando despacio acuerdate de la etiqueta humana, viejo elfo. Yo estoy dispuesto a ayudar, pero a cambio pido que se me revele la información que tenia el elfo, hace una pausa, la ubicación de Tharlathos el Venerado, Heroe de la Ultima Guerra.

- El simbolo que lleva tatuado el elfo, miró a la Sacerdotisa, ambos conoceis de que se trata, otra pausa para pasar a mirar al Rey, Comprendereis Sire que a nadie le gusta ir a ciegas sin saber a que se tiene uno que enfrentar, acabó la frase con una leve reverencia

Escuche y observe todo lo que dijeron tanto el Rey como mis “compañeros” hasta poder sacar una conclusión de todo ello y poder exponer mis argumentos.

Me levante de la silla para que se me pudiera ver bien ya que en esa mesa parecía un niño pequeño alrededor de adultos.
-No es una mala recompensa y no la despreciaríamos, pero me he dado cuenta en el poco tiempo que he estado con mis “compañeros” de que todos nosotros buscamos algo de información, ya sea por un caso u otro, por lo tanto quiero que añada a la recompensa que podamos contar con toda la información que posee el reino si esto nos ayuda a encontrar nuestros objetivos personales- se volvió a sentar esperando una respuesta del rey.

El rey no expresa ninguna emoción ante las diferentes respuestas que recibe.

- Maese Grippli, sigues refiriéndote a tu maestra por "tu maestra". Si decides ofrecer algo de información al respecto, un nombre, aspecto o última localización vista me aseguraré de ofrecerte una pista sólida a la vuelta de ésta petición, si eso te complace más que el resto de recompensas.

Se recuesta en su respaldo y entrelaza los dedos antes de seguir.

- Respecto al bosque creo que lo habéis entendido mal, allí ya no queda vida ni nada que salvar. Mis espías me han descrito detalladamente cómo el bosque está absolutamente podrido alrededor de la torre de los fanáticos y cómo la podredumbre se expande léntamente cada día, obligando a toda forma de vida a huir. Entiendo que algunos de vosotros tengáis comunión por la naturaleza, y si tanto os importa podréis tomar esto como una manera de ayudar al bosque y no lo contrario.

Respecto a la amenaza de Malz o la orden de los fanáticos no tenemos mucha información. Aparecieron después de que los Héroes de la Guerra de Última se deshicieran del mal que acechaba al mundo. Por lo que tenemos entendido ésta gente adora a un ente llamado Azula a quien también se refieren como La Madre y esperan poder traer de nuevo a Última a Malz. - hace una pequeña pausa antes de continuar - Lo que si sabemos por seguro es que son de carácter maligno y se dedican a cometer asesinatos, rituales con gente viva y otro tipo de fechorías que debemos detener cuanto antes en nuestro continente.

Si aceptáis podéis descansar hoy en el castillo, recibir una comida caliente y un buen baño y partir mañana al alba con unos caballos prestados por el reino, pero necesito una respuesta ya. - estas ultimas palabras salen con un tono más serio y menos amigable que el resto.

La verdad es que el rey tenía razón, aunque yo tampoco podía decir mucho más de cómo era mi Maestra pues nunca le había preguntado su nombre. Nuestra relación era simple, ella me enseñaba y yo aprendía, y aunque viviésemos en la misma casa, siempre la había llamado Maestra.

- Es humana, por lo menos de apariencia, aunque bien podría ocultarlo. Siempre ha tenido un aura mágica rodeándola, muy poderosa, así que desconozco de lo que es capaz. Solía tener bastantes visitantes pidiéndole que maldijese a gente o que se ocupase de los “enemigos del reino”, así que me imagino que sería una persona con renombre. – contesté al rey – Y vivíamos en un bosque del Este.

Prácticamente eso era todo lo que sabía. Bueno, eso y que tenía mal carácter.

- Me dijo que la buscase en esta ciudad, por eso mi estancia en esta ciudad. Y si es cierto que podéis darme información no me importaría ayudar con la misión. – concluí. Aunque las “fechorías” que las personas de ese culto habían cometido no me parecían para tanto. Yo también hacía sacrificios a mi diosa Hecate cuando lo requería y los humanos son una presa a la que se le puede engañar fácilmente. Además, siempre podríamos terminar la misión rápidamente si se le daba fuego desde un principio al bosque. Si era verdad que ya solo había humanos allí me importaba más bien poco.

"Alguien tendrá que hacerlo, su alteza"

"Por la gracia de Shibari, la emperatriz del cielo, y la gloria de Iomedae, puede contar conmigo, mi rey!"

La ninja hace una reverencia, y deja salir su mejor sonrisa de portada de revista. Al fin y al cabo, la mitad del grupo no es que le caiga bien, es que le fascina. Le fascina la sabiduria de Félix el hijo de los bosques, y el poder increible de Kinogmo Kingnomo y Neithos. Incluso la rana, seca como ella sola, tiene algo carismático.

Aunque Grogg... en la anterior pelea temió que le fuese a hacer daño A ELLA en vez de a los enemigos

"Quisiera saber ¿Que harán con el elfo que apresamos, y cómo se llama su sociedad? La del tatuaje, quiero decir"

Pensándolo bien tengo que descansar lo mejor que pueda, así que no me vendría mal aceptar la oferta del rey.

-Yo acepto mientras pueda recibir información una vez hayamos terminado la misión, ahora si no os importa iré a descansar, meditar y rezar- si no lo hago no podre lanzar ningún hechizo mañana.. y algo me decide que los necesitaremos.

Espere al grupo para ir todos juntos a nuestros aposentos que el rey nos había preparado.

Felix, ante la pregunta del rey miró de soslayo a sus compañeros. Él tenía bien claro qué hacer pero retardó su respuesta a las reacciones del resto. Sonrió ante el entusiasmo de Tachi y la afirmación del pequeño gnomo. 

- Dos son compañía y tres multitud. Hará falta gente para combatir aquel mal. Contad conmigo - afirmó el joven confirmando la tercera presencia en el grupo que marcharía al bosque del Lobo Gris.

Como bien decía Kinogmo, un descanso y preparación previa serían necesarias.

El Rey asiente y llama a unos soldados que entran en la sala y os conducen individualmente a cada una de vuestras habitaciones que están alojadas en el mismo pasillo del castillo, en el piso inferior al que estabais.

Dentro de cada habitación hay una tina con agua caliente, una mesa individual con un buen banquete y una cama con mantas que parece bastánte cómoda junto con una mesa con un candelabro de 3 puntas que ilumina la habitación.

Habiendo llegado a la habitación me dispuse a reponer fuerzas comiendo y bebiendo, tenia demasiado cansancio acumulado y las reservas a cero, una vez habiendo terminado de comer me arrodille junto a la cama y me puse en posición de rezo para poder rezar a mis dioses para luego dormir y comenzar mi nueva aventura.