Partida Rol por web

Thuathza

El Templo del Infinito.

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24/06/2008, 16:36
Sólo para el director

El hogar de los Dioses.

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05/07/2008, 20:16

La espera infinita ha terminado, una extraña tormenta ha estallado fuera del Templo, y por las ventanas en las que solo se veia la negrura del Infinito se podían ver extraños rayos de luz amarillos y blancos, brillantes, caer de arriba y perderse en la caida hacia abajo.

Adelphos despertó empapado en frío sudor al escuchar un sonido que jamas se había escuchado, y los restos de las luces se esparcieron por el Infinito, todo producido por el inconscientemente, creo el firmamento donde se encontraría lo que vió en el sueño que acababa de tener.

Se levantó de la cama donde reposaba con su mujer y sin decir nada avanzó hacia el Gran Salón, los demás dioses tambien despertaron ante el sonido que escucharon y se dirigieron hacia allí. Adelphos debía que contar lo que habia visto, un Mundo suspendido en la negrura manchada de pequeñas luces, en él curiosos seres humanoides y seres parecidos a Drenas al nacer, Adelphos estaba seguro de que el Cosmos le había entregado su misión.

Notas de juego

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05/07/2008, 21:01
Adelphos

Despertar del sueño lo sumergíó en el absoluto silencio, caminaba y sin siquiera haber despertado a su mujer vistió sus prendas de seda blanca, su corona corporal de oro y plata, caminó hasta el centro de gran salón que se hallaba lleno de la vacuidad que lo identificaba, vacuidad que había sido desplazada con la presencia de Adelphos.

Su aura que resplandecía una brillante y purificadora luz se coló por los rincones del salón dorado, un tono similar al color bronceado de la piel del Dios del Fuego, en su mente llevaba perfectamente y concentrado el recuerdo de dichas imágenes, quería buscar a Drenas, hablar con ella primero, quería preguntar algunas cosas sobre su sueño, pero eso sería un tema para ver si trataría a solas, o en público.

Se acomodó en su lugar mientras sus alas estaban plenamente guardadas en el interior de su cuerpo; en aquella mesa, de perfectas figuras, quizá era obra de Durmeg, esperó allí en silencio, mientras esperaba la llegada de los demás Dioses, que era obvio, también se habrían despertado.

La habitación empezaba a ganar una temperatura tibia y se llenaba de un aura de bienestar -hasta que llegara Arezos-.

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05/07/2008, 21:15
Ereymos

El estruendo había sido excepcionalmente poderoso, al punto de hacer cimbrar todo a su alrededor. Incluso hasta las delicadas sábanas que la cubrían habían sido agitadas con aquel cimbronazo. Se hallaba recostada de espaldas a Adelphos, sobre su costado izquierdo.Ereymos había despertado antes de sentirlo, como si presintiera la agitación del estallido antes de ocurrir. Algo en su interior también se movilizó, pero la incertidumbre de no saber la había mantenido en ascuas, despierta más que entredormida, con sus enormes ojos abiertos que lo transparentaban todo, de pupilas dilatadas en cuyo interior se perdía un abismo.

Sintió a su lado cómo él se incorporaba y permaneció sumisa, callada, dejándolo hacer. Sin verlo, lo vio. Pudo efectuar el mismo recorrido que él hacía, hasta llegar donde sus ropas para colocárselas. De repente el lecho se transformó en un frío inconmensurable. Su calidez la había abandonado. Lo escuchó calzarse las ropas. Se podría decir que hasta lo sintió pensar. Podía adivinar lo que en su mente se disgregaba.

Adelphos se retiró de la habitación donde yacían. Ereymos quedó sola y recién allí se incorporó para levantarse. Colocó sobre su cuerpo helado una túnica blanca que ciñó a su cintura y calzó unas sandalias que anudó a sus pantorrillas. Ató sus largos y lacios cabellos blanquecinos en una prolija cola de caballo y colocó una tiara simple de plata brillante sobre su frente.

Se acercó primeramente hacia el gran ventanal que coronaba el lugar, y observó esa gama de colores precipitando hacia la infinita negrura. Meditó. ¿Quizá ya era hora?

Muy silenciosa como siempre, tal cual si Adelphos continuara dormitando, la diosa helada caminó sin que sus pasos se escucharan hacia donde el dios supremo se encontraba y pudo observarlo meditabundo.

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05/07/2008, 21:39
Adelphos

No tenía por qué escuchar sus pasos, solo con sentir la brisa tibia del lugar moverse,sabía que ella había entrado al lugar, desde el gran salón y su lugar, podía ver que al final hay un hermoso balcón desde donde se podían esconder para admirar la negrura del infinito, pero ahora se veía ese manto de luces, sabía que lo ocasionado tuvo que ser obra suyo, porque nadie más hubiese podido lograr crear algo así, -"¿Pero si solo era un sueño...?"-se preguntaba y resultaba casi placentero el hecho de saber que todo empezaba, solo que... le hubiera gustado de otra forma...

Se puso de pie, y se acercó un poco más hacia el portal que dividía el salón de aquel balcón, quizá para admirar el nuevo exterior, o para tomar consciencia.

Regreso su mirada hacia atrás para observar a su mujer, y ante su helada mirada, sus ojos, tornaron al color celeste.

-Quizá esperamos mucho tiempo... o no tomamos el suficiente, pero como lo has visto y oido, ya he empezado,- no quería decirle que no tenía totalmente claro como lo había logrado, pero continuó - así es que he tenido un sueño, he visto como será el mundo que crearemos, y en breve, hablare de esto ante el Círculo de Dioses. -así llamaba el a la reunión que vendría-

Su mirada se enredo entre la tela de su túnica, dificultandole mirar hacia otro lugar, parecía estar perdido entre la tela y la piel de su amada.

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05/07/2008, 21:59
Ereymos

-Sí... -Dijo cadenciosamente y sin apartar su mirada de Adelphos. -Parece que lo has hecho...-Pensaba en voz alta.

No había nadie más entre ellos que tuviera el poder suficiente como para que aquel hecho tuviera lugar. Sólo Adelphos podía. Sólo él era apto para hacerlo. Más la diosa no estaba del todo tranquila o satisfecha. La mirada de Adelphos no la conformaba, pues él tampoco parecía estarlo. Pero debió tranquilizarle. Era lo lógico y esperable de ella.

-Ha sido el tiempo. Es el momento indicado, estemos o no preparados. La obra comienza porque tú lo has deseado, conciente o inconcientemente. Y como sea que se haga, estará bien. -Sus palabras encerraban un mensaje encriptado.

Se acercó a él sin que sus pisadas se hicieran notar. Se detuvo a su lado.

-¿Has visto esos colores? -Y al hablar, el frío de su aliento se condensó en un vapor suave producto de su acercamiento al dios del fuego. -¿Acaso no son bellos? -Le sonrió.

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05/07/2008, 22:14
Adelphos

Realmente lo conoce, ella lo conoce mejor que nadie, y lo que hizo le dejó tranquilidad, aunque comprendió a la perfección el mensaje encriptado, sonrió y al salir del hechizo, observó su creación y se sintió ahora mucho mas confiado, ahora que lo veía con más más atención, podía notar todos esos colores, y formas que se habían creado gracias a su genialidad, y bueno, todo nació de un sueño así es que como tal era perfecto.

-Te diré, que esos colores, son hermosos, porque tu me inspiraste...-

Se acercó a ella y como su absoluto dueño, la besó.

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05/07/2008, 22:51
Durmeg

Durmeg se despertó, el cual, a pesar del alboroto, no se impaciento demasiado ya que conocia de antemano las constantes bromas de Arezos.
Se incorporo de la silla en la que sin querer se abia quedado durmiento mientras meditaba sobre una serie de cosas en silencio. No perdió el tiempo vistiendose, por lo que se lo tomó para lebantarse con calma, con su leve y caracteristico suspiro de cansancio apollandose en su firme bastón. Una vez en pie creyó combeniente salir de sus aposentos, aun sabiendo que el pasillo que lo llebaria asta la sala comun seria largo de andar... La idea de abandonar el confortable dormitorio no le atraia demasiado... Pero no combenia hacer esperar a sus hermanos y aun menos al heredero de la Voluntad del Cosmos si lo ocurrido era mas que una escandalosa broma del mayor de sus hermanos.

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05/07/2008, 23:25
Asura

El estruendo sonido despertó a Asura de su bello sueño... se removió un poco entre las sábanas, no sin antes susurrar un simple: - solo un poquito más... - cerró los ojos, a pesar de que se tendría que levantar, y sonrió. Sabía que nadie la escuchaba, que nadie le concedería aquel "poquito más"; y sabía que nadie la vería sonreir... pues estaba sola en sus aposentos. Aun así, lo hacía, porque le gustaba: decirlo, y sonreir.

Tras bostezar, decidió que debería irse moviendo... pues no le gustaba hacer esperar a los demás dioses, y sabía que probablemente, ya habría alguno esperando, sobretodo Adelphos, y muy probablemente su mujer Ereymos.

Se levantó, tarareando una canción... le gustaba cantar, la música, y ahora que estaba sola en su habitación... ¿qué mejor momento para hacerlo? sonrió una vez más, mientras se vestía con un diáfano vestido rosado muy claro que dejaba entrever muy sutilmente su hermoso cuerpo.

Sin dejar de cantar, salió de su habitación para adentrarse en los pasillos que la conducirían a reunirse con los demás dioses, su vestido ondeaba a cada movimiento. Sonriendo... siempre, sonriendo.

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06/07/2008, 00:10
Durmeg

Al sonido del baston de Durmeg se le unio el de una dulce y alegre voz que por monentos se podia oir mas claramente segun avanzaba. A Durmeg le dio la impresion de que aquella melodiosa voz llegaba asta lo mas profundo de su ser, como sus constantes pensamientos en su cabeza, un breve momento de calma que se hacia de agradecer.

-Veo que Asura se a despertado... -dijo Durmeg casi rozando el susurro con una expresion calmada y alegre. -Raro es no ver al inquieto Arezos... ¿Podria ser que no fuera él el responsable de tal alboroto? - Pensó sin dejar de andar el pasillo asta el encuentro de sus semejantes.

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06/07/2008, 04:11
Arezos

Tras un rato los chorros que caían de arriba abajo comenzaron a torcerse y a caer en diagonal, chocando entre si, formando nuevos colores. Colores jamás imaginados.

Tan pronto como eso comenzó a pasar Arezos apareció como de la nada en el salón de reuniones, como si hubiese caído del techo, dando un par de innecesarias volteretas antes llegar al suelo, justo tras Adelphos, apoyando las manos en sus hombros.

-Saludo Rey de Dioses -Dijo casi susurrando a su oído.

Pero antes de que este pudiera girarse para reprenderle se retiro rápidamente hacia atrás haciendo una exagerada reverencia, no se sabe muy bien si en señal de respeto o de burla.

-¿Que te parece mi creación? -Dijo levantando levemente la cabeza pero aun sin incorporarse.- Si, puede que lo hallas hecho tu, pero yo llevaba mucho esperando este momento, y lo peor es que no podía adelantar nada...Nada de lo que se...O de lo que sabré, o lo que sabia según se mire.

En un visto y no visto se desplaza hasta una de las sillas que adornan las mesas quedando en pie sobre ella. Se lleva las manos a donde debería tener la boca, como si estuviera evitando decir algo que no quiere...O que no puede. Y tras unos instantes de indecisión consigo mismo...

-Definitivamente deberías dar tu la noticia, estaría mal que yo dijera algo fuera de lugar...Tu deber es darla así que tu serás quien lo comunique al resto de dioses. Así esta decidido. -Según habla va caminando dando grandes zancadas de una silla a otra con cada dos o tres palabras que dice. Alternado su mirada entre Adelphos y Ereymos- Espero que te guste ese toque que le e dado a esos chorros...Cayendo por caer eran demasiado aburridos los hice pensando... En ti.

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06/07/2008, 10:06
Drenas

Drenas, aun medio dormida, decide despertarse para ver que se estaba montando ahí fuera.
Se sienta en su cama, rodeada de finas y suaves sábanas con un ligero aroma, puro y reconfortante.

Hum...habrá que ir...

Deja salir un suave suspiro de su boca, aparta unos mechones de pelo que se le habían puesto incomodamente delante de la cara.
Viste sus delicadas prendas, bañadas en un natural tono verde y se dispone a salir a ver la causa de tal alboroto.

Camina silenciosamente, dejando caer lantamente sus descalzos pies para impactar con un frío suelo.

Al llegar y ver a unos cuantos de los dioses reunidos mueve su cabeza en señal de querer unas buenas explicaciones.

¿Y bien?

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06/07/2008, 10:27
Asura

Finalmente, Asura llega al salón donde están reunidos ya algunos dioses... deja de cantar y dedica una leve reverencia de cabeza a Adelphos y a Ereymos; y dirige una mirada junto a una sonrisa a Arezos.

Hola, Arezos, veo que sigues tan activo y enérgico como siempre - suelta una leve carcajada, Arezos siempre le ha parecido... divertido; este es el adjetivo.

Observa como entra la Deidad de la naturaleza y escucha los pasos de un anciano con bastón. Vuelve a sonreir.

Ya faltamos menos - dice, refiriéndose a los dioses que aun no han llegado.

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06/07/2008, 10:58
Durmeg

Durmeg entra por fin al gran salon con la cabeza agachada como si estubiera pensativo o, conociendole, sonoliento. En el salon ya estaban a la espera algunos de sus hermanos. Mira a cada uno de los presentes como un poco solprendido.

¡Oh! Espero no haberos hecho esperar mucho, no pretendia... Mis disculpas si es así. -Se hacerca a Adelphos y hace una inclinacion de cabeza como signo de respeto y admiración.

Al parecer los que estamos presentes estamos aqui por la misma razon... se gira para ver otra vez al resto de dioses que estan en la sala, muy especialmente a Arezos.

No sabia si seria otra de las bromas de Arezos, pero despues de ver de lo que se trata... Solo se de alguien capaz de algo tan grandioso. Es el comienzo...-mira otra vez al Adelphos y a su señora.

Si me disculpais, mi Señor, señora Ereymos, me retiraré hasta una de las sillas a la espera de que estemos todos y nos de sus indicaciones -Durmeg inclina nuevamente la cabeza y se retira.

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06/07/2008, 15:19
Ereymos

Ereymos había recibido el beso de Adelphos justo antes de que los dioses hicieran su aparición en el lugar. Sintió un profundo bienestar con las palabras que el dios del fuego le dedicó y lo reflejó en una blanca sonrisa que iluminó sus labios por unos instantes, para volver a su clásica y habitual ubicación.

Y comenzaron a ingresar los dioses. Ereymos se separó unos pasos de Adelphos cuando Arezos hizo su aparición, juntando sus manos sobre su regazo y desviando su blanca mirada hacia el exterior, donde los colores continuaban refulgiendo, ahora meneándose en su caída libre, agitándose frenéticos, gracias a los 'toques' del dios del caos, para luego dirigirlos de manera cómplice hacia Adelphos.

-Bienvenidos sean. -Dijo suavemente cuando luego llegaron Asura y Durmeg también los saludó de la misma manera, más guardó silencio luego de su saludo ante la pregunta de Drenas, la cual correspondía a Adelphos que respondiera.

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06/07/2008, 16:38
Eulme

A pesar del estruendo, Eulme se despertó con mucha calma. La verdad no la sorprendía en absoluto. Ya hacía unos días que algo por dentro le decía que iba a ocurrir algo muy importante.

Sin más demora, se levantó de la cama y se miró al espejo. Su pelo por muy largo y liso que fuera nunca estaba fuera de lugar. Ni un nudo. Se puso su habitual vestido que hacía juego con sus ojos y que la cubría en gran parte, pues su piel era tan suave y delicada que parecía que podría dañarse hasta con un suave soplido.

Salió de su habitación y fue a reunirse con los demás dioses. Cuando entró a la sala, vio que ya estaban allí gran parte de ellos. Espero no haberme perdido nada... pensó algo preocupada. Su presencia pasaba algo inadvertida, era como una pequeña luz que iluminaba un rincón.

Padre. Madre. Dijo mostrándo sus respetos a sus progenitores con una reverencia. Su mirada hacia ellos era algo seria pero estaba llena de adoración. Después se dispuso a saludar al resto de los dioses.

Mis saludos. Dijo haciendo una reverencia también, pues ella era una Diosa menor. Pasó sus miradas por todos los presentes, en especial por Asura, a la que sonrió, pues era como una segunda madre para ella. Asura le había contagiado su pasión por la música.

Se colocó en una posición clasificada de segundo plano, y se dispuso a escuchar atentamente a sus superiores para aprender y dado el caso, cumplir su sueño de poder colaborar con ellos.

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06/07/2008, 17:36
Ereymos

Allí llegaba su hija. La recibió con un saludo de bienvenida, aún a pocos pasos de su padre y no pudo evitar ver la expresión de Eulme hacia Asura. Era amor, mientras que por ella sentía respeto. Viejas rencillas volvieron a aparecer como siempre lo hacían y en los peores momentos. El corazón helado de Ereymos abrió una brecha. Esa misma que siempre intentaba cerrar y la cual sangraba.

Amaba a su hija. Era el fruto del amor y la pasión que sentía por Adelphos. Pero su propia naturaleza le impedía encontrar el camino adecuado para hacérselo saber a la joven diosa. Sabía que Asura no tenía la culpa. También era algo implantado en su naturaleza, en su forma de ser. Pero le remordía. Le daba en lo más profundo de su ser, allí donde ni siquiera Adelphos lograba llegar con su fulgor.

Se giró para observar el segundo plano donde Eulme se había ubicado. Percibió esa hermosa luz que emanaba y fue como un alivio. El tipo de calidez que una madre siente por su hija. Pero nuevamente las puertas de su interior se cerraban y se autoimponía una especie de traje de solemnidad frente al resto de los dioses. Ereymos no era a diosa soberana, como sí lo era Adelphos. Ella sólo era su pareja. La que permanecía a su lado incondicionalmente. Ella era una diosa más.

Extendió su mano hacia Eulme, invitándola a acercarse, no sin un gesto que se vería hasta lejano. No podía evitarlo por más que le doliera. Ereymos no poseía la gracia y la calidez de Asura. Pero Eulme era la hija del gran dios y como tal, en aquel momento de la Suprema Creación, debía estar al lado de ellos y no en segundo plano discreto.

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06/07/2008, 18:40
Arezos

Al observar como los demás Dioses comienzan a llegar a la sala, el inquieto Arezos no puede evitar el acercarse a “saludarles”.

Se deja caer de la silla en la que se encuentra hacia atrás haciendo el pino caminando hasta Drenas.

-No seas impaciente, el momento esta cercano pero aun falta un poco… Tan poco que pronto el futuro será presente… Y luego pasado.

En un instante esta junto a la Diosa Asura, gira a su alrededor como el que baila ballet, como si aun escuchara su melodiosa voz.

-Mi hermosa Asura por ser el día de la creación te observo aun mas hermosa y tu voz suena a melodía… Quizás deberíamos implantarla en esos chorros que caen del cielo, le darían un aspecto mucho mejor –En uno de sus giros coge suavemente uno de sus rojizos mechones de pelo y se lo lleva cerca del rostro- También he de reconocer que tu fragancia es espléndida en el día de hoy.

Seguidamente se acerca Durmeg, caminando por encima de la mesa hasta donde se ha sentado. En un rápido movimiento le intercambia el báculo por su sombrero repleto de cascabeles. Le divertía ver a Durmeg quejarse cuando le cogio el bastón, era de las pocas veces que se le veía mostrar algo de energía.

-Saludos Durmeg, me sorprende que hallas llegado tan pronto –Dice al tiempo que hace girar el bastón entre sus dedos con una agilidad sorprendente.- espera verte mucho mas tarde jujuju.

Y aun con el eco de su risa resonado en la sala aparece como de un flash sentado al lado de Eulme y con su gorro de nuevo en la cabeza y entonces… ¿Dónde esta el bastón de Durmeg? De nuevo ente las grandes manos de su propietario por supuesto
-Buenas sean joven Diosa, hoy será un buen día para todos… Sobretodo para algunos…Quizás para ti también lo sea… O quizás….
Deja las palabras en el aire.

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06/07/2008, 18:52
Asura

Cuando Eulme entró, Asura esbozó una entrañable sonrisa... se hubiera acercado a ella, a invitarla a sentarse a su lado. Pero su madre se le adelantó, y mirando a Ereymos... se apartó, sin dejar de mostrar la tierna sonrisa.

Un leve rubor se encienden levemente en las mejillas de Asura cuando Arezos le habla únicamente a ella... y más aun cuando le coge el mechón de pelo. Sonríe y asiente.

Estoy convencida de que estos chorros quedarían mucho más bellos con música... - dice con una voz melodiosa y tranquila... tal cual como si cantara - de hecho... todo quedaría mucho más bello con música... ¿verdad?

Observa los movimientos del Dios del Caos y no puede reprimir una sutil carcajada, poniéndose previamente la mano delante de la boca, al ver como "juega" con Durmeg y su paciencia... y sin poder evitar mirar Arezos con fascinación y admiración por sus ágiles y precisos movimientos, a la vez que sigue mirando, divertida, como mueve el bastón de la Deidad de la Roca.

Dirige la mirada hacia la nueva "víctima" de Azeros: Eulme. Su curiosidad le pica la nariz... así que mira al Dios, una vez más y pregunta...:

¿O quizás qué...?

Sabía que a Arezos le encantaba eso, dejar estos toques de intriga al final de cada frase, párrafo o explicación... pero a ella le encantaba preguntarlo. Aunque no obtuviera respuesta a cambio.

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06/07/2008, 19:54
Durmeg

Durmeg con su cetro nuevamente en sus manos contempla la robustez y firmeza de este obgeto con el que, asta donde alcanza su memoria, siempre a estado a su lado. Las propiedades de este se desconocen ya que nació de la misma roca que su propietario... Suspira al comprobar que nada en el se a alterado tras la broma del enigmatico y bromista Arezos.

Arezos, querido hermano ¿No crees que tus bromas podrias astiar a los presentes? No pretendo hacerte enfadar con lo que, de la mejor manera posible, intento decirte... segun termina la frase Durmeg parece que esté meditando sus palabras para no ofender a su hermano o incitarle a que repita la broma con él, o podria ser que...

Zzzzzz...