Partida Rol por web

Estaba claro que algo ocurría. El solitario muchacho que desayunaba tranquilamente deja el mendrugo de pan sobre la mesa y como sobresaltado por algo apura su paso escaleras arriba.

Recorres las escaleras de piedra hasta que alcanzas el primer piso de la posada. El pasillo de madera no es muy largo, a derecha e izquierda las puertas de las habitaciones (4 en total) y al fondo una sala común que hace las veces de sala de estar para los inquilinos del primer piso. Poco a poco la tensión aumenta, pues sin duda escuchas una respiración entrecortada, casi jadeante, que proviene de la puerta abierta de esa sala.

Como era de esperar, nadie me sigue.

Quizás solo estuviera escuchando un sonido de mi mente, algo que me había imaginado uniendo ruidos aislados que se entremezclaran en la taberna. Quizás podría haber sido eso... si aquel chico no me hubiera mirado.

Apoyo una mano en la pared mientras subo escalón a escalón la escalera de madera que lleva al piso de arriba. La otra mano reposa sobre la empuñadura de la daga que reposa en torno a mi cintura. Noto como, un tacto tan simple, frio y de metal, puede transmitir algo de valor cuando te enfrentas a algo desconocido, quizás ni siquiera existente.

Me fijo en las puertas, 4 en total. Los pomos resaltan en la penumbra de un pasillo no demasiado largo que acaba en una sala más abierta.

Al instante, la respiración entrecortada hace que la mía se corte, que la mantenga expectante en mi pecho a la espera de tener vía libre para volver a salir. No quiero llamar la atención de los que estén en esa sala, de los que estén llevando a cabo quizás algún tipo de tortura o maltrato físico.

Intento que mis pasos sean tan ligeros como una pluma, que el quejumbroso suelo del edificio no se estremezca a mi paso.

Quiero ver que pasa más allá...

Tus pasos se suavizan mientras acompasas tu respiración. Avanzas lentamente hacia la sala en la que se origina ese preocupante sonido. Aún cuando la tensión es palpable tus movimientos son fluidos, suaves y sigilosos como los de un felino acechante. La luz se filtra a través de la ventana de la salita y es extiende por el pasillo haciendo que tu sombra no pueda traicionarte. Cuando casi alcanzas el umbral puedes ver que en la esquina de la habitación, muy cerca de la única ventana, hay una persona encogida en el suelo; calza botas de piel oscura y cubre el cuerpo y su cabeza con una oscura capa que la envuelve completamente. No repara en tí pues parece estar totalmente centrada en vigilar la ventana y no parece que haya nadie más.

Mientras continuaban caminando Mat se alegro de ver que la chica habia comenzado a hablar un poco mas con el luego de su conversacion sobre las estrellas,si bien n le habia parecido que fuera nada demasiado espectacular ella al menos parecia estar sorprendida de que conociera algo sobre las estrellas, no le gustaba que le dijiera tan directamente que lo habia visto como un tonto pero al menos era un avance.

Cuando las luces de la posada ya podian verse en la distancia Mat apresuro un poco el paso pensando que al fin podria disfrutar de una cama caliente sin preocuparse por lo que le ocurriera a la chica en el descampado pero justo en aquel momento sucedio algo increible; la chica que habia estado caminando delante de el se desvanecio como si nunca hubiera estado realmente alli,shockeado por aquella extraña manifestacion Mat comenzo a mirar a los alrededores buscando a la chica y cuando no la encontro se vio forzado a aceptar que quizas habia dicho la verdad y realmente era un segador de almas lo que se habia encontrado en el camino. Un escalofrio lo recorrio ante esa nocion y montando su caballo continuo su camino a paso lento hacia la posada sintiendose una vez mas preocupado.

Lo hago de un modo tan limpio y fácil que casi me resulta sorpresivo el hecho de que estoy en el marco de la puerta observando sin que mi objetivo se haya dado cuenta de mi presencia.

Miro a la figura que está en el suelo. Me fijo a su alrededor: Si hay sangre o cualquier cosa que me de una idea de quien puede ser. Después, observo la habitación, me fijo en cualquier cosa que pueda llamar mi atención, cualquier arma improvisada, cualquier objeto que haya podido dejar el asaltante a modo de equipaje. Intento no perder detalle de nada.

A continuación, como un vistazo rápido, observo al que mira por la ventana. Intento vislumbrar, por su contorno y bulto bajo la ropa, si se trata de un varón o una mujer. Si, de sus manos o por algún resquicio de tela asoma un arma de filo desenvainada o, por el contrario, está confiado y quizás, solo quizás, le pudiera sorprender en caso de emprender algún tipo de acción ofensiva contra él o ella.

Me mantengo un minuto más observando, ocultándome. Espero haber cuales son sus siguientes movimientos o si se dirige al cuerpo que yace a sus pies.

"Necesito cerciorarme de que está pasando aquí, es todo muy extraño" Pensaba mientras buscaba algún tipo de sentido a aquella acción. A la luz del día, sin ningún tipo de intención de acallar los quejidos de su víctima. Una de dos: o había sido un acto completamente visceral o simplemente estaba lo suficientemente confiado en si mismo y sus capacidades para no tener que tapar sus huellas.

Por último, giro la mirada hacia atrás por si me espera alguna otra sorpresa por detrás. Quizás no este solo o puede que alguien se haya decido a subir tras mi viendo que no volvía.

Mientras Cau-kun se encamina a la posada lo voy siguiendo muy de cerca, me entró curiosidad por este chico que habla sobre estrellas y estoy decidida a aprender un poco más sobre él. Es un bakabaka, pero parece bueno.
Pero ese edificio... tan grande e iluminado. Me estremezco un poco mientras miro desde mi pequeña estatura sus paredes y ventanas, doy unos pasos hacia atrás con inseguridad abrazándome a mí misma y a mi guadaña y doy un suspirito. -...- Jamás había estado dentro de uno de estos lugares, nunca me habían llamado la atención de todos modos.

Si Cau-kun entra allí tendré que juntar mucho coraje para seguirlo. Espero que no haya demasiada gente dentro.

Mientras continuaba avanzando hacia la posada Mat iba perdido en sus pensamientos repasando los extraños sucesos que acababan de tener lugar,cada tanto giraba su cabeza pues le parecia oir el sonido de pequeños pasos o captar un olor peculiar en el ambiente pero luego solo se volvia hacia el camino--debo estar imaginando cosas-- penso mientras contiuanba avanzando hasta que finalmente la enorme posada se perfilo junto a el. Aun con algo de dudas se encamino hacia el establo donde converso por unos segundos con el mozo de cuadra mientras desencillaba a su caballo y se aseguraba que tuviera un buen lugar en el establo con comida y agua;una vez se hubo encargado de aquello se dirigio hacia la sala comun de la posada donde el posadero estaba atendiendo en la barra mientras un par de sirvientas llevaban las bebidas y comidas a los parroquianos del lugar.

(Creo que tal vez no describí bien lo que veías o no me hice entender bien. Sólo hay una persona en el interior. Así que lo aclaro y completo la escena con lo que observas durante el ratito que espías en el umbral)

Ameko alcanza el umbral de la puerta y observa el interior de la sala. La salita es muy sencilla, tiene un buen tamaño pero a mano izquiera sólo consta de una gran mesa con 5 sillas para los inquilinos. Justo enfrente de la puerta se haya la ventana, que está abierta en estos momentos. En el suelo, justo al lado de la ventana, una persona respira con dificultad y de forma entrecortada mientras vigila la ventana. No ves restos de sangre y ya que esta persona lleva una capa negra y está en el suelo, es difícil adivinar si está armada o no. Aventurarías que es una mujer y te da la impresión de que por debajo de la capa se sujeta el costado con una mano. Debido a su claro estado de agitación y tu absoluto sigilo, la persona sigue ignorando tu presencia.

Después de garantizar el bienestar de su preciada montura Mat da un último vistazo para cerciorarse que la muchacha no está. Al entrar en la posada el ambiente está bastante tranquilo. En este momento sale uno de los últimos clientes del local. Una moza bosteza distraída mientras sirve las bebidas a los dos últimos parroquianos del lugar. A simple vista es fácil de ver que la posada necesita una buena mano de limpieza y no estaría de más que un carpintero trabajase un par de días para adecentar el lugar.

- Buenas noches caballero. Te dice el posadero tras la barra de madera, un hombre de mediana edad, ojos castaños,  orondo y con alopecia terminal. - ¿ qué va a ser ?

Desde el exterior de la posada Mare, todavía indecisa, puede observar cómo el joven Mat se cerciora de que su montura está bien alimentada y como le da un par de palmadas cariñosas antes de entrar.

Tras él sale uno de los parroquianos que se aleja silbando por el camino en dirección contraria y se olvida la puerta abierta. Tras observar las estrellas para cargarte de valor te acercas a la puerta,  tal vez podrías aprovechar para colarte en el interior sin que nadie lo notase.

Desde el quicio observas a Mat hablando con el posadero, un hombre de mediana edad, calvo y bastante gordo. Además de ellos en el local, que se ve algo viejo y sucio, sólo hay una moza sirviendo a dos viajeros que apuran su cena.

Tras respirar hondo un par de veces decido colarme por la puerta abierta.

Todo lo que veo es nuevo para mí, con los ojos muy abiertos contemplo cada uno de los muebles, las personas, las luces de las antorchas en las paredes. Casi me choco a la mesera cuando va a alcanzarles la comida a unos viajeros, pero me hago hacia atrás con un ligero sobresalto y llevándome las manos al pecho.

...No estoy segura si debí haber hecho esto o no... Me voy a un rincón y me siento en el suelo abrazándome las rodillas, me quedo mirando a Cau-kun un rato mientras habla con el posadero, aunque no comprendo mucho lo que dicen.

Una vez se hubo encargado de su caballo Mat se dirigio a la sala comun a hablar con el posadero-me gustaria tomar una de sus habitaciones y un baño caliente si fuera posible posadero-dijo mientras se apoyaba en la barra mirando al sujeto a los ojos,en un principio parecia un sujeto afable y era un posadero relleno lo que hablaba de que al menos la comida seria buena alli si nada mas. Tomo unos minutos para hablar con el posadero,siendo que aquel era el camino a hecate seguramente tenia toda clase de informacion sobre la gente que se estaba dirigiendo alli para la eleccion del virrey; una vez satisfecha su curiosidad subio hasta una de las habitaciones donde habian tenido la gentileza de preparle una tina de agua caliente,mientras se quitaba la ropa ya casi podia saborear el agua sobre su cuerpo lavando la fatiga y el cansansio del viaje

La situación no admitía demasiado tiempo para pensar. Solo había dos opciones: O actuar o pasar de largo y olvidar aquella escena que rozaba el surrealismo.

Después de dedicarle un poco de tiempo a valorar el escenario y buscar todo aquello que pudiera suponer un problema. En mi mente las opciones se barajan intentando asumir el control de mis movimientos.

"Nada malo puede pasar si simplemente pregunto" rondaba por mi cabeza. En su poblado, a menos que fueran enemigos declarados, siempre se intentaba ayudar a los necesitados y a los heridos.

Separo ligeramente la empuñadura de la daga de la funda. Con la yema del pulgar rozo ese filo cortante, virgen.

Respiro hondo, dejando que el aire enrarecido llenara mis pulmones. Levanto las manos mostrándolas desnudas y entro en la escena.

- Estoy desarmado, solo quiero ayudar - me dirijo a ella con un tono neutral, amigable. Todo el mundo sabe que no hay nada mas peligrosa que una criatura herida.

- ¡¡¡ Aaahhh !!!.

La figura embozada se sorprende tanto que no puede reprimir un chillido de angustia. Trata de levantarse desesperadamente mientras se apoya en la pared y cuando por fin alza la vista para contemplarte, te parece adivinar un poco de alivio en su rostro. Ahora puedes ver su cara con claridad, se trata de una mujer joven de labios carnosos, ojos claros y cejas finas; su rostro lleno de sudor y de tono rojizo por el esfuerzo. Justo cuando tienes la sensación de que va a decir algo su mirada se pierde en el vacío y se desploma.