Partida Rol por web

Tiempos Convulsos en Diez Ciudades

Fortuna y Gloria

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09/10/2019, 10:55
Narrador

En este tema trataremos todo lo relativo a la creación y desarrollo de vuestros PJs: reglas caseras, opciones de personaje permitidas, etc.

► Experiencia inicial: los personajes comienzan la campaña a nivel 7.

►​ Características:  se generan por reparto de 32 puntos según la siguiente tabla:

►​ Puntos de golpe: a nivel 1º, el dado de golpe da siempre los máximos puntos de golpe posibles. En los niveles siguientes se tira el dado correspondiente. Si el resultado es inferior al valor que se muestra en la siguiente tabla, se sustituye lo que hayáis sacado por el valor correspondiente:

►​ Oro inicial: 19.000 piezas de oro.

►​ Manuales: no prohíbo ni permito completamente ningún manual. Proponed lo que queráis y decidiré si lo acepto o no.

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09/10/2019, 10:59
Narrador

Todos los personajes ganan un bonificador +1 una habilidad a elección del jugador. Esta habilidad será siempre clásea para el personaje. 

Hay habilidades que desaparecen y otras se fusionan entre si. Os pongo las tablas de habilidades antiguas y nuevas, del derecho y del revés.

 

Elegir 20

Sólo se puede elegir 20 en:

►​ Buscar

►​ Escapismo

►​ Inutilizar Mecanismo para abrir cerraduras (no para desactivar trampas)

►​ Lingüística (según el uso concreto)

►​ Supervivencia para discernir la ubicación (no para otros usos de la habilidad como seguir rastros o forrajear)

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09/10/2019, 11:00
Narrador

►​ Cualquier dote que otorgue bonificadores a una o varias habilidades (como Acrobático Soltura con una Habilidad) convertirá en siempre clásea esa o esas habilidades a partir del nivel en el que se adquieran (es decir, que no se aplica de forma retroactiva). Además, si el personaje tiene 10 o más rangos en esa habilidad, el bonificador sube de +2 a +4 en el caso de dotes que bonifiquen 2 habilidades distintas o de +3 a +6 para las que sólo bonifican una habilidad.

►​ Las dotes de Esquiva Defensa con Dos Armas proporcionan +1 CA adicional a los niveles 6º, 11º y 16º.

►​ Las dotes de creación de objetos mágicos no consumen puntos de experiencia. En vez de ello, el coste material sube a 3/4 partes del precio de mercado.

►​ Dureza otorga un número de puntos de golpe adicionales igual a 2 + tus DG actuales. Cada vez que obtengas un DG (por ejemplo al ganar un nivel), obtienes 1 punto adicional. Si pierdes un DG (por ejemplo al perder un nivel) pierdes 1 pg de forma permanente. Sólo se puede escoger esta dote 1 vez.

►​ Las dotes de Gran Fortaleza, Reflejos Rápidos y Voluntad de Hierro permiten tirar 2d20 y elegir el resultado más alto cuando se realice una TS de ese tipo. Puedes hacer esto 1 vez al día más 1 vez adicional por cada 3 niveles de personaje (redondeando hacia abajo).

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09/10/2019, 11:02
Narrador

MODIFICACIONES AL PALADÍN

• Todas las deidades tienen paladines del mismo modo que tienen clérigos. El alineamiento de un paladín deberá estar a un paso del de su deidad. El código de conducta será sustituido por una senda del devoto, una lista de juramentos y de tabúes exclusiva para cada fe.

Puntos de habilidad: 4 + modificador de Int (en vez de 2 + Int habitual)

• Los usos de Castigar el Mal pasan a medirse en veces por encuentro (en vez de veces al día)

Imposición de Manos: un paladín puede recuperar la cantidad de puntos de golpe que puede curar gastados con la aptitud de Imposición de Manos rezando a su dios durante al menos un minuto (10 asaltos). Puede hacer esto una cantidad de veces al día igual a 1 + la mitad de su bonificador de Carisma (redondeando hacia abajo).

Panacea (Su): al llegar a nivel 6º, cuando un paladín cura al menos 10 pg con su Imposición de Manos a un objetivo le cura además todos los venenos. Si le cura al menos 20 pg, le cura también todas las enfermedades. Esta aptitud sustituye a la de Quitar Enfermedad.

Dote adicional: a 7º nivel, el paladín debe elegir Combatir desde una Montura, Ataque al Galope, Carga Impetuosa, Disparar desde una Montura o Pisotear como dote adicional. Esta dote se puede cambiar por una apropiada si el paladín decide cambiar su Montura Especial por otra aptitud (como la variante de Charging Smite del Manual Jugador II).

[Versión no completa y sujeta a cambios]

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09/10/2019, 11:02
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:02
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:02
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:03
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:03
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:03
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:05
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:05
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:05
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:05
Narrador
Sólo para el director
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09/10/2019, 11:05
Narrador
Sólo para el director
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20/10/2019, 13:34
Ramiel Gardeniere
Sólo para el director

PG: 6 + 1d6+2 + 1d6+2 + 1d6+2 + 1d10+2 + 1d10+2

Estupendas tiradas de picaro, mierda de espadachín xD

(6+2)(1) + (5+2)(2) + (6+2)(3) + (3+2)(4) + (5+2)(5) + (6+2)(6) + (5+2)(7) =  50 PG

- Tiradas (2)
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21/10/2019, 16:38
Wido Cuervo Blanco

Puntos de golpe:

Nivel 1 bárbaro: 12 

Nivel 2 bárbaro: 6

Nivel 3 bárbaro: 6

Nivel 4 bárbaro: 6

Nivel 5 cruzado: 5

Nivel 6 cruzado: 5

Nivel 7 cruzado: 7

Total: 47 +21CON: 68

- Tiradas (2)
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29/10/2019, 21:33
Lilandra

4+4+5+4+4+8= 29

29+8+14 = 51

- Tiradas (2)
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22/02/2020, 14:08
Lothar

Tiradas:
10+5+8+7+9+6+9=54
Con:
54+14 = 68

- Tiradas (1)
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20/04/2020, 07:33
Narrador

Aquí te dejo el trasfondo de Nahyeeda, que está sacado de un personaje de Estigia. Pretendía modificarlo y adaptarlo a mi gusto pero a la hora de la verdad nunca le metí tiempo porque nada de su historia ha salido a la luz durante la aventura todavía. De modo que tú puedes cambiar todo o nada, lo que gustes. Sé que vas a adoptar a Nahyeeda de forma temporal, pero me gustaría que hicieras al PNJ tuyo durante el tiempo que lo juegues. Sin más preámbulos:

• El padre de Nahyeeda es un efreeti, pero ella nació de una madre humana. Su madre era una esclava en Calimsham, capturada cuando ya estaba embarazada de ella. Por suerte o por desgracia, su dueño (un noblezuelo de por allá, llamado Najib-Anur) se encaprichó de lo exótico del bebé, arrebatándoselo a la esclava y adoptándolo para sí.

• Najib tenía un hijo, Rashaad, y tan entusiasmado estaba con su nueva adquisición que cargó en sus hombros la mentira de que, para la muchacha, él sería un hijo adoptado, y ella su verdadera hija; por supuesto a Rashaad no le hizo ninguna gracia que el capricho pasajero de su padre le colocase en una situación tan indigna durante probablemente el resto de su vida, él no era especial, no había nada exótico en su sangre, no podía llamar su atención más que la chiquilla. Pero tampoco era estúpido y temía la ira de su padre de modo que no tuvo más remedio que aceptar a regañadientes.

• Nahyeeda creció sin saber quién era su verdadera madre, o más bien, con la falsa historia de que ésta había sido una efreeti y que había desaparecido poco después de traerla al mundo. Rashaad creció alimentando un odio ponzoñoso hacia su "hermanastra". La muchacha se crió entre velos de seda, joyas de oro y cojines mullidos; y pronto se puso de manifiesto su don para la magia, el cual fue cultivado con los mejores maestros que Najib podía pagar. Pero también creció con un "padre" que estaba siempre más ocupado exhibiéndola o creándose fama entre otros nobles que ejerciendo de padre.

• La relación familiar por tanto era casi nula. A Nahyeeda la habían acostumbrado a pensar que aquello era normal por lo que le daba lo mismo; simplemente estaba allí para henchir el ego de aquel hombre, y para que el resto del mundo satisficiera los caprichos de ella. Desconocía el valor de un abrazo cariñoso, o de un juego inocente entre hermanos, pues su supuesto hermanastro siempre la evitaba. Pero tampoco le hacían falta; Tenía la magia. No necesitaba nada más.

• Huelga decir que Najib la mantuvo apartada de cómo de cruda era la vida "allá abajo", entre la gente normal, y, sobre todo, de los esclavos. Prácticamente encerrada en una jaula de oro, Nahyeeda desconocía aquella faceta de Calimsham.

• Determinado día, Nahyeeda y Rashaad tuvieron una discusión, fue justo después de que el patriarca de una familia aliada visitara a su padre; el muchacho se pasó la velada teniendo que aguantar halagos sobre lo hermosa que era la genasí, el encanto que le otorgaba la magia, la bendición que conllevaba tener una hija así y demás en comparación con lo anodino, vulgar y aburrido que era tener un hijo común, sin nada especial y espadachín como otros tantos cientos. Rashaad se dirigió a buscar a Nahyeeda lleno de rabia, fue él, de hecho quien comenzó la discusión y el desinterés de la maga en la misma no hizo más que espolear su ira hasta tal punto que terminó soltándole a voz en grito que no era más que un fraude, una falsa hija y una ladrona que le había robado su derecho legítimo por pura suerte.

• Por supuesto aquello no tenía sentido para Nahyeeda, se limitó a mandar a Rashaad y a sus desatinos al diablo, volvió a sus aposentos y siguió estudiando sus libros de magia. Aunque la semilla de la inquietud ya había sido plantada, ¿de dónde había sacado su hermanastro una ocurrencia tan extraña y absurda como aquella? Era demasiado estúpido como para inventarse algo tan creativo; seguramente era una tontería que le había oído a alguien, tenía que ser eso seguro.

• Los azares del destino hicieron que ese mismo día, por la tarde, mientras paseaba por uno de los corredores de la mansión, Nahyeeda oyera una apagada discusión; se acercó a hurtadillas a las grandes puertas doradas de la habitación de la que provenía, que era la de su padre, y escuchó cómo este increpaba a su hijo por bocazas, jurándole que debería matarlo por haber largado aquello contra ella cuando se lo había prohibido terminantemente. Pero si no lo degollaba allí mismo y le echaba la culpa a unos ladrones del asesinato, era porque habían quedado en ir a aquella tarde al coliseo para ver las peleas de esclavos con el patriarca de una familia aliada cuya hija le interesaba casar con él. Aunque habría consecuencias para el chico, entre ellas, desmentirlo todo delante de la genasí.

• Nahyeeda estaba aturdida por lo que acababa de oir, ¿acababa de escuchar que la acusación que había arrojado quien toda su vida había creído que era su hermano era verdad? ¿y qué era eso de unos esclavos? ¿qué esclavos? Demasiado turbada como para permanecer allí, corrió fuera de casa sin pedir permiso a nadie, envuelta en una capa sencilla para pasar desapercibida; necesitaba aire, necesitaba salir a la calle por primera vez, pensar, y por alguna angustiosa e imperiosa razón necesitaba saber qué diablos era aquello del coliseo.

• Deambuló por las calles y preguntó hasta que supo dónde estaba, pero tardó más de una hora en atreverse a acercarse a la puerta, no paraba de torturarse mentalmente con aquel angustioso enigma, repitiéndose una y otra vez para tratar de tranquilizarse que debía haber oído mal. Tenía que ser un error, tenía que ser un producto del enfado, una confusión. Más tarde le preguntaría a padre y seguro que él se lo aclaraba todo. Fue justo en ese momento cuando se desató el caos; como surgidos de ninguna parte los gritos y la gente corriendo comenzaron a surgir a borbotones de las puertas del edificio. Sin saber por qué, algo la impulsó a correr en dirección contraria a ellos, a entrar en vez de salir.

• Y dentro encontró una pesadilla. Había gente en una especie de arena luchando entre sí, gente con látigos y espadas, gente vestida con apenas harapos siendo masacrada por los propios centinelas locales, ¿por qué hacían aquello? Pronto quedó patente que había dos fuerzas en liza, unas luchaban por liberarlos y otras luchaban por evitarlo mientras la genasí contemplaba cómo el mundo, el embuste en el que había vivido toda su vida se hacía pedazos a su alrededor. Toda aquella barbarie que su padre le había ocultado encerrándola en una jaula de oro, su falso padre se corrigió mentalmente... y la conversación sobre que su verdadera madre era una esclava que bien podría estar allí estalló en su interior como una tormenta que le incendió la sangre.

• Se abrió paso hasta las tribunas, hacia donde había escuchado que estaría sentado Najib y. quizá por capricho de Tymora. terminó localizándolo. De hecho, localizó a Rashaad haciéndole de parapeto pese a que se encontraban en un lugar a salvo de la marea de personas, privilegiado, lejos del dolor y la sangre que se vertía allá abajo... Nahyeeda sintió que perdía la razón. La persona a la que había llamado "hermano" desde que tenía consciencia de si misma fue su primera víctima, y la que había llamado "padre", la segunda. No fueron muertes piadosas ni carentes de dolor.

• Presa de una furia que no podía controlar, Nahyeeda se lanzó de cabeza al caos, arrasando con cualquier centinela que pretendiera tocar a un esclavo, centinelas de su propia ciudad, y ni si quiera sabía por qué. Sentía odio, sentía asco, sentía rabia, se sentía inexplicablemente culpable por haber estado tantos años sin saber que aquello existía, sentía unas ganas imperiosas de convertirlo en cenizas... pero sobre todo se sentía perdida. Terriblemente sola en aquel lugar lleno de gente.

• Apenas fue consciente de cuánto duró aquello, abrasó, incineró, y mató, mató lo que no había matado jamás durante lo que bien pudieron ser horas hasta que llegó un punto en que los guardias directamente huían despavoridos al ver a aquella mujer en llamas desatando explosiones y fuego a su paso como si de algún ser infernal se tratase. En determinado momento, pareció haber un lapso, un ojo de huracán en todo aquel caos en el que los defensores tuvieron una tregua para trazar un plan de huida. A aquellas alturas, Nahyeeda se encontraba de pie sobre lo que prácticamente era una alfombra de cadáveres, cubierta de sangre ajena y hollín, jadeando, sudando, agotada tanto física como emocionalmente pero incapaz de aceptar la voluntad de parar. No era suficiente.

• Era evidente que aquel espectáculo debía haber llamado también la atención del otro bando puesto que alguien se acercó, a decir verdad, el hombre tenía unas agallas de hierro para emprender tal iniciativa después de lo que la genasí había hecho, pero lo había hecho atacando a la misma gente a la que ellos atacaban de modo que debió ser por eso.

• Nahyeeda se dio la vuelta con una expresión asesina en el rostro. Asesina, furiosa y desolada a la vez. "Quiero acabar con esto" fue lo único que salió de sus labios y no fue consciente de que su cabeza le hubiese ordenado a estos que pronunciaran aquello, simplemente le salió como si lo hubiese dicho otra persona en su lugar. Después sintió como si todo el desgaste y el cansancio hicieran mella en ella de golpe con el bajón de adrenalina; se mareó, las rodillas se le doblaron y el suelo pareció subir a su encuentro cuando cayó de rodillas mientras tenía la vaga sensación de que el hombre que se  había acercado con cautela echaba a correr hacia ella.

• Más tarde, no sabría decir cuánto más tarde, se encontraba en un barco camino de a saber los dioses dónde. El desconcierto fue la primera lógica impresión que acudió a su aturdido cerebro, pero el mismo humano de antes andaba cerca de ella. Se llamaba Altair y lo primero que dijo con una amplia sonrisa fue "Yo escuché 'quiero unirme a vosotros' ".

• Nahyeeda se sentía perdida, no tenía a dónde ir, no conocía a nadie. Sólo sabía dos cosas: que estaba exhausta y que aquella gente había hecho algo bueno en el coliseo; fue solo eso lo que la hizo decantarse por quedarse un poco con ellos en las montañas, ¿qué otra cosa podía hacer? No conocía el mundo más allá de los barrotes de su jaula de oro.  Necesitaba un descanso y pensar qué hacer.

• El resto de aquel día se lo pasó prácticamente durmiendo en una tienda de campaña, a veces abría los ojos por alguna pesadilla que no recordaba y le parecía ver a aquel hombre sentado cerca. Aquello no hizo que confiase más, ¿quién le decía que no era falsa amabilidad? Tampoco se mostró desagradable, pero iba a pasar mucho tiempo antes de que confiase en alguien. Si lo volvía a hacer alguna vez.

• Los arpistas que habían acudido a aquel evento se retiraron pero la historia de la genasí de fuego que había surgido de la nada a ayudarlos a golpe de llama se fue con ellos, y terminó llegando a oídos de Dove Falconhand, quien pareció interesarse por la anécdota. ¿Desde cuándo los arpistas ganaban aliados improvisados como por arte de magia? Merecía la pena investigarlo, y la invitación a unirse a los arpistas, no tardó mucho en llegar a manos de Nahyeeda.

• Una organización que le permitiese desencadenar su rabia contra todos los matones, tiranos, esclavistas y demás miserables del mundo? Parecía hecho para ella, quizá si pudiera encaminar su vida a algo después de todo; y los había visto actuar de modo que tenía la seguridad de que no era una trampa.