El jabalí estaba a punto de empalar a Aranarth con sus afilados y mugrientos colmillos cuando recibió un lanzazo de parte de Dimrod en uno de sus costados que le produjo varias magulladuras y una ligera hemorragia, pero que no pudo parar la carrera del cerdo salvaje.
Aunque en verdad no pudo avanzar ni un metro más, ya que otra lanza, esta vez la de Lunadan, le arrancó un buen trozo de piel y después se clavó por el otro lateral al anterior ataque. haciendo que el animal salvaje se clavará en seco en el sitio, inmovilizado por las dos lanzas.
Fin de esta parte de la cacería.
- Gracias, me habéis salvado- Dijo hacia todos, entonces miró hacia el cadáver del jabalí y se dio cuenta que la herida que había sufrido su perro era más grave de lo que se pensaba, de su abdomen emanaba sangre mientras aullaba de dolor.
Allí, en el punto de encuentro, se encontraban los plebeyos despiezando las piezas cazadas por sus señores. Aranarth, bajo rápidamente de su montura junto a su perro, y lo transporto unos 20 metros entre sus brazos hasta llegar hasta su sirviente, pero las noticias no fueron buenas.- Lo siento, pero es imposible salvarlo. Sólo prolongaríamos su dolor.- Se produjo un silencio.- Yo...-
- No, lo haré yo.- Interrumpió a su sirviente. Había tenido que tomar una difícil decisión, pero era la correcta. El príncipe se alejó, y con su propia mano dio muerte a su fiel compañero, al decir verdad le despojó de su sufrimiento.-
Al cabo de media hora, todos los cazadores habían regresado y recontaban sus piezas conseguidas no sin antes dar el pésame al príncipe sobre la muerte de su perro.
Puntos de caza conseguidos(300/lobo, 300/ciervo, 400 jabalí, 800/oso. Los cazados con arco valen la mitad:
El Príncipe, aun compungido, aplaudió al resto de cazadores exitosos y consoló a los pocos heridos. En esos instantes, él conocía muy bien el dolor.
*El dinero que da Aranarth son 1 moneda de cobre por cada Punto de Caza.
Melyanna dio un beso cortés por el arrojo mostrado durante la cacería a Lunadan , y le obsequió con un premio de parte del Príncipe, 50 monedas de plata.
Actualizado todo el dinero.
A su regreso a casa, Lunadan, por haber conseguido quedar entre los primeros, y Yuma, por haber acabado con un ciervo él sólo, recibieron merecidos elogios por parte de los nobles y del mejor cazador de la región, Azrahil.
A la mañana siguiente, cuando se levantaron, en la sala comunal de los criados, sentado en un sillón enfrente de Dimrod se encontraba alguien que no esperaban volver a ver, Emyr.
En la sala están todos, excepto Matha, Melyanna y por supuesto Alraim.
Me levante del sillón al ver la entrada de algunos de mis anteriores compañeros, sonreía sinceramente pues los había echado de menos – Saludos compañeros, me alegro mucho de volveros a ver… espero que no os importe que seamos de nuevo compañeros de misiones...
Suspiré, al menos se merecían que les contase lo sucedido – Encontré el paradero de mi hermana, pero por desgracia había fallecido, fue asesinada por orcos hace ya algún tiempo… al menos pude presentarle mis respetos ante su tumba…
Levanté de nuevo la mirada – Pero no hablemos de cosas tristes ¿qué os contáis vosotros?
Escucho a Emyr, la perdida de un ser querido siempre es dolorosa, pero parece que su entereza puede a su pena.
- Me alegro de que estes de nuevo con nosotros Emyr - le digo tranquilamente.
- Vârkim y yo, hemos tenido un pequeño encontronazo con Galastel... - dejo unos segundos para atraer la atencion del los oyentes. - Ese malnacido intento asesinar a Yanndabar, nosotros guardabamos la casa durante la noche, malogramos su intencion, pero escapo de todos modos, a estas horas debe ser la persona mas buscada de toda la ciudad, solo espero que sea capturado y page por el asesinato de Elacar, y el intento que hizo con la comerciante.- Despues espero un rato antes de subir a descansar.
Vârkim al ver a su viejo compañero muestra una cara de alegria, pero su historia es triste, luego Nagredog cuenta sus adanzas de la noche y Vârkim solo puede añadir:
- Ese tramposo de Galastel por lo menos probó mi acero antes de huir saltando por la ventana como un cobarde.
- Emyr entiendo tu perdida créeme, casi toda mi familia fue asesinada por esos apestosos Orcos y mi padre fue secuestrado por estos mismos - dice acercándose a su compañero - si necesitas cualquier cosa ya sabes donde encontrarme amigo.
- Bueno ¿y vosotros tenéis alguna novedad digna de mención antes de que los currantes nos vayamos a reposar? - dice dirigiendose al resto de sus compañeros mientras se encamina a sus aposentos.
- Nada que merezca mención alguna.- Contestó a Vârkim ante la inactividad de los demás, quizás se habían quedado demasiado sorprendidos de reencontrarse con Emyr.- Aunque me pese, ahora no tenemos tiempos para buscar a ese desgraciado, lo único que podemos hacer es confiar en que la guardia lo atrapará y hará caer todo el peso de la justicia sobre él.- Opinó sobre la información que había dado Nagredog, tras haber conversado con ambos largo y tendido sobre el asunto acaecido esa misma noche.
- Prestadme atención, por favor.- Ahora que estaban todos, Dimrod se levantó, abrió la puerta del salón comunal de los criados para cerciorarse que ni la baronesa ni sus criadas andaban cerca, y tras volver a su asiento comenzó a explicar los próximos planes del grupo.- Matha me ha informado, que esta mañana el príncipe y la dama irán al mercado para que Melyanna compre artículos que hagan que su próxima estancia en nuestro siguiente destino del viaje, Ilmaryen, sea mucho más cómodo.-
* (entre ellos solos) **(para reunirte con nosotros antes de partir hacia Ilmaryen)
Tras agradecer las palabras amables de los enanos escuche el plan de Dimrod, inmediatamente me sentí emocionado por cambiar mi corta y aburrida estancia en esta mansión por un viaje con mis compañeros.
- Entiendo, no hay problema, tan sólo necesito saber cual será el punto de reunión – escapar de un sitio aunque no me fuesen a atacar no era una empresa fácil, pero me sentí bastante atraído por la idea
- Dado que yo me tengo que quedar... ¿Me podéis comprar algo de tabaco para mi pipa? Cuando nos encontremos os lo pago, eso no es problema - le dije a Dimrod
- Sal por la puerta norte de la ciudad y continúa por el camino, te estaremos esperando en la primera arboleda que encuentres a tu paso.- Le explicó donde se encontraba el punto de reunión.-
- Bueno entonces Nagredog y yo nos vamos a dormir un poco. Supongo que nos levantaremos a la hora de la comida. - dice mientras se dirige hacía las habitaciones - Que os vaya bien en el mercado
Atendí a las indicaciones de Dimrod y agradecí su ofrecimiento – Gracias y allí nos encontraremos entonces
- Que tengáis un buen descanso maestros enanos, yo me quedaré aquí por si me reclaman de la casa – dicho esto me volví a sentar en el sillón, ahora ya tenía cosas en las que pensar, por la tarde daría una inspección de forma disimulada a la casa para ver por que lugar sería mejor salir y memorizar el recorrido por si había poca luz.
El Príncipe recogió modestamente a la dama y a sus acompañantes: Matha, Dimrod, Eoden y Arthos; y visitaron tantas tiendas como la muchacha quiso. Pasaron de este modo cuatro horas, en las que Melyanna aprovechó para probarse joyas y vestidos, perfumes y sedas. La joven parecía encantada, libre del yugo opresor de la baronesa.
Llegada la hora de marcharse a la falsa cena, sin que Emyr hubiera vuelto a ver a Melyanna, debido a las estrictas normas de conductas impuestas por la baronesa, según ella estipuladas por la nobleza dunadán - Hasta luego.- Dimrod se despidió de forma escueta, por el miedo a que la baronesa o una de sus criadas entrase sin previo aviso, como habían echó rutinariamente para saber si se cumplían las normas.
Dimrod te da el tabaco antes de partir. Emyr(sólo), pasamos a la escena "La huida".