Partida Rol por web

Nada que objetar-respondo apoyando a mi viejo amigo -la verdad es que cada vez me gustan menos las corporaciones pero al menos nuestros actos aportarán un gran bien a la humanidad. Si no fracasamos. Observo a mi alrededor, al posible personal que puede encontrarse en el puente y a terceros con oídos muy finos. Una vez que todo está en orden y tengo la suficiente privacidad me acerco a mis dos hombres de confianza -Me temo que lo ocurrido con el doctor Kern no puede ser un mero error humano. Creo que alguien quiere boicotear nuestra misión, algún tipo de fuerza con gran cantidad de recursos. Necesito que esteis aún más atentos de lo normal, preparados por si ocurre algo inesperado.

Gaeta abre mucho los ojos, parece nervioso y preocupado:

- S-si señor - se pone en el acto a disposición de su comandante - Puede contar con nosotros. Para lo que precise.

Saúl frunce el ceño y su mandíbula protuye hacia delante de forma inconsciente:

- Sabes que siempre estaré a tu lado, incondicionalmente - afirma - ¿Pero realmente sospechas de que hay un saboteador a bordo?

Niego con la cabeza ante la pregunta de Saúl -No, no creo que esté entre nosotros, al menos no tengo pruebas de ello. Pero si pienso que alguien puede ver nuestra situación una amenaza y que nos podemos encontrar sorpresas. Lo ocurrido con el doctor Kern puede haber sido planificado y creado desde fuera, con anterioridad. Creo que pronto veremos si me equivoco. Gracias por vuestro apoyo chicos y, recordad, no podéis decir palabra de esta conversación a nadie. Os he informado puesto que sois ambos de mi plena confianza y porque necesito que esteis preparados por si cayera indispuesto.

El gesto del Primer Oficial se vuelve torvo:

- Si esa indisposición que insinúas corresponde a lo que imagino, Will, viejo amigo, te aseguro que no ibas a ser el único en sentirla...

No iba a dejar títere con cabeza.

Vuestro próximo destino, para sorpresa general, no va a ser el área del espacio en la que desaparecieron las naves del convoy minero procedente de Mercurio, sino Júpiter, el lejano gigante gaseoso que representa casi dos veces y media la masa de todos los demás cuerpos celestes del Sistema Solar juntos. O para ser más precisos, una de sus lunas, Himalia, en torno a la que orbita una Estación Penal gestionada por la Weyland-Yutani, donde por lo visto uno de cuyos ocupantes reviste un inexplicable interés para vuestra misión. Y no es un preso cualquiera, sino un terrorista tristemente célebre que la mayor parte de la opinión pública ya creía olvidado en el pasado.

El rumbo de la misión propuesto por Mr. Smith puede despertar suspicacias, pero a fin de cuentas los suyos ponen la nave y os han reclutado, así que os guste o no, vuestro cometido por el momento es trazar la mejor ruta posible.

Aunque tan pronto como empezáis a hacer los cálculos astronómicos para establecer la ruta de aproximación, descubris con alivio que la ventana orbital es excepcionalmente favorable en estas semanas. Júpiter se encontrará muy pronto en uno de sus momentos más cercanos a la Tierra, apenas unos 400 millones de kilómetros cuando podría haber sido más del doble... y además, su órbita dentro de unos tres o cuatro meses le hará aproximarse al máximo a la zona del espacio que en un momento u otro debéis rastrear a conciencia para descubrir lo que ha ocurrido.

Todo muy conveniente para vuestra misión. Sospechosamente favorable.

Thig menea la cabeza cuando los cálculos de trayectoria empiezan a ofrecer sus resultados y deja escapar un irónico silbido entre los labios:

- Fiuuuuu... viendo esto, Will, con una ventana orbital tan conveniente, empiezo a tener la sensación de que alguien fuera de este puente de mando ha trazado ya nuestra ruta. Y es alguien que sabe lo que se hace. - comenta con suspicacia - Pero te apuesto la paga de un mes a que ese Smith tiene tanta idea de navegación espacial como yo de finanzas. Esto viene de fuera de la nave.

El oficial de comunicaciones demuestra su diligente predisposición:

- Cuando lo indique, comandante, transmitiré a la tripulación las órdenes de acudir a la cámara de criogénesis.

No cabe duda de que tendréis que emplear ese recurso, tan habitual en los viajes espaciales interplanetarios, aunque no tenéis una prisa especial. El sistema de soporte vital del AURORA os confiere una autonomía de más de tres meses sin tocar puerto.

Afirmo las palabras de Saúl -Es obvio que las directivas de la misión vienen de fuera, ya hemos visto la cantidad de recursos que pueden mover las corporaciones por lo que no sería raro que hubieran contratado a expertos para crear las rutas. Debo hablar de ello con Smith, que parece que es la corporación que está al mando. Antes de salir en busca del representante doy unas últimas órdenes a Gaeta -Avise a los hombres respecto a las cámaras de criogénesis e informe de que, tras el despertar, toda la tripulación será evaluada por la doctora para constatar su estado de salud.

Mientras el comandante abandona el puente, dejando al mando al primer oficial, tiene aún ocasión de oír al oficial de comunicaciones transmitir sus órdenes por megafonía, con la eficiencia que le caracteriza:

- Aviso a toda la tripulación, en las próximas seis horas deben dirigirse a la cámara de criogénesis para realizar el tránsito en hibernación, todo el proceso será supervisado por la Dra. Roslin - informa del protocolo, dejando como es habitual suficiente margen para que cualquiera pueda culminar las tareas que esté realizando y tenga tiempo de organizarse - Por orden del comandante Adama, cuando salgamos de la crioestasis toda la tripulación sin excepciones debe someterse a un examen médico completo en la enfermería de la nave - y concluye con la frase típica en estos casos, tan cásica que incluso el oficial de comunicaciones de la nave se permite saltarse el protocolo con tono de camaradería - ¡Y felices sueños!

Teniente Gaeta, solicite la presencia del oficial Young en el puesto de mando por el canal interno. Tengo que pedirle que revise parte del equipo -ordeno a mi hombre de confianza. Una idea se me había venido a la cabeza tras mi conversación con el agente Bester. Si el doctor Kern no estaba implicado en lo ocurrido el incidente había sido una distracción, seguramente aprovechada por alguien para hacer algo. Con esta idea en mente se me ocurrieron dos trágicas ideas que podían sabotear totalmente la misión, una relacionada con la cámara criogénica y otra vinculada al motor de la nave.

- A sus órdenes, señor - contesta tan diligente como de costumbre el Oficial de Comunicaciones.

- Oficial Young, preséntese en el puente de mando - su mensaje va dirigido directamente al laboratorio científico en el que el localizador de su uniforme ubica a Everett.
 

Al cabo de un breve lapso de tiempo el Oficial de Seguridad Informática se presenta en el puente de mando con su habitual estilo enérgico y competente. Puede que fuera de servicio, en los permisos, Everett tenga fama de ser algo juerguista y mujeriego... pero cuando pisa una nave, se convierte en un hombre serio y formal, completamente volcado en su trabajo.

- Se presenta el Alferez Young - saluda marcialmente al entrar en el puente.

Alferez Young -respondo imitando el saludo militar de este -¿Ha obtenido algún tipo de información del equipo que se vio envuelto en el incidente? Aparte de dicha información me gustaría que revisara, junto a los encargados de ello, el equipo de criogenización y el reactor nuclear. Prefiero pecar de precavido ante una posible manipulación de elementos tan importantes de la nave.

Young se cuadra para reportar su informe:

- Lamento tener que decir que no he encontrado nada relevante, señor - explica con tono serio - He hecho un análisis pormenorizado, pero no hay absolutamente nada en el sistema informático del laboratorio - se nota que le cuesta admitirlo, como si sus habilidades profesionales se estuviesen cuestionando - Cuanto menos, puedo asegurarle que una intromisión que no deje ningún rastro ha debido ser muy superficial, sin afectar a ninguno de los subsistemas asociados... lo cual nos reafirma la sospecha de que ese incidente sólo fue una distracción.

Parece bastante lógico.

- Por ello recomendaría una inspección de los sistemas vitales de la nave - corrobora - Y me congratulo de que usted mismo coincida, comandante, sin duda es lo más prudente. Me pondré a ello de inmediato.

Y entonces comenta, como de pasada:

- Por cierto, Tyrol ha desmontado la terminal que realizó la cuenta regresiva para examinar el hardware, pero dudo mucho que obtenga algo reseñable si yo no he visto nada...

No cabe duda de que es un oficial competente y responsable, pero tiene un toque de soberbia algo irritante.

Muchas gracias por la información y el servicio oficial Young. Es todo un honor para mi contar con su apoyo. Me gustaría que revisara las cámaras de criogenización y el reactor con el personal relacionado con ellos, la doctora Roslin y el jefe O,Brien. Yo mismo me encargaré de informarles de ello. Manténgame informado -ordeno dando por concluidas, de momento, mis órdenes.

Es perfectamente visible para todos como Everett Young se infla de orgullo al recibir el reconocimiento público de su oficial al mando, parece el tipo de persona que le da mucha importancia a esas cosas.

- Señor - se cuadra y saluda con un movimiento enérgico, antes de retirarse para cumplir las órdenes que ha recibido.

De nuevo en el puesto de mando saludo a mis fieles subordinados y doy las órdenes precisas para los objetivos que tengo en la cabeza, uno totalmente personal.

-Necesito que se presente en el puente de Mando el oficial técnico Henderson. También me gustaría realizar un vídeo de índole personal que sea entregado en cuanto dejemos de ocultar nuestra posición. Por último necesito de vuestro consejo y como sabéis, viejos amigos... quiero que me contéis lo que de verdad pensáis, sin pelos en la lengua -concluyo.

Tras la pertinente llamada por el intercomunicador, el Jefe Henderson no tarda en presentarse en el puente:

- ¿Me ha mandado llamar, señor? -saluda de forma un tanto informal, mientras se limpia las manos en la pechera de su mono de trabajo, que muestra alguna mancha de grasa y las rodillas algo rozadas...

- Gracias por asistir con tanta celeridad, oficial técnico Henderson, y por interrumpir sus quehaceres -saludo dejando que mi mirada se detenga en las manchas del uniforme de Tyrol- Necesito su ayuda y consejo. Ustedes saben la situación de la misión y la lista de pasajeros que llevamos con nosotros. Si en algún momento encontramos que alguien está detrás de lo ocurrido debemos tratar de detenerlo y ponerlo en custodia para que sea cometido a juicio. Por ello creo que deberíamos disponer de algún lugar que sirva como prisión. Parece que las brillantes mentes de las corporaciones no pensaron en coger prisioneros pero nosotros no somos ellos, actuamos según la ley. Además, todos sabemos que Riddick es un agente peligroso, pese a su colaboración. Yo lo compararía con un perro de presa, brillante y capaz en su tarea pero no desearías dormir en la misma habitación. Si disponemos de un lugar así podemos dejar que pernocte allí durante las noches -informo a mis hombres revelando mis intenciones- ¿Puede hacerse? ¿algún consejo? -pregunto a todos los presentes.