Partida Rol por web

Tierra Muerta

Camino Embarrado (Intro I)

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05/10/2010, 13:28
Director

La lluvia caía sobre tu cabeza, era una fría mañana de otoño. Hacía varios días que habías abandonado la confortable tierra de tus ancestros. Las hojas doradas y verdes del gran Bosque Perenne, volvían a tu mente ante el deprimente paisaje que se abría ante tus ojos.
Tras cruzar las desérticas y yermas tierras que separan el valle de los hombres rata de Solder, contemplas desolado la muralla de espinos. Antaño una majestuosa protección natural que servía a Solder como escudo de las criaturas oscuras. Ahora, solo enormes ramas resecas se esparcen por lo que fue la poderosa frontera sur del reino.

En el horizonte, entre la bruma, puedes distinguir una enorme ciudad en ruinas, Tanis. Así es como tu maestra la llamo. – Que tus patas no te lleven al interior de Tanis, la ciudad en ruinas. Pues es demasiado peligroso, aun para ti, mi buen amado Zzarat. Cruza la muralla de espinos, y busca a elfos y humanos, ellos podrán ayudarte en tu misión…

Tu misión, solo una intuición interior que te empuja a avanzar, solo por la más pura fe.

Las horas avanzan mientras te mueves con prudencia entre las marchitas ramas de la muralla. La maleza crece incontrolada, negra y podrida. Los árboles crecen retorcidos buscando desesperadamente la luz del sol. Una luz que ya no calienta, pues es fría y gris.

Cuando por fin logras posar tus pies en el reino de Solder, un silencio estremecedor recorre la arboleda en la que te encuentras. No logras divisar camino alguno, ni ninguna señal de vida, todo parece muerto.

Después de cuatro horas abriéndote paso entre la espesa y marchita maleza, tu cuerpo entumecido reclama su merecido descanso. El mediodía hace rato que ha pasado, y no has probado bocado desde ayer por la noche. Acampar solo es imprudente, pero no has detectado señales de vida, o no-vida, desde que traspasaste las fronteras de Solder.

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05/10/2010, 14:28
Director

Mucho tiempo has vagado por Solder, tu búsqueda te impulsa hacia delante. Tu dolor no deja darte por vencido. Si hay alguna posibilidad de encontrar a Liaenthis y a Erioven, el paso del tiempo so será un impedimento para ti, pues muchos años has vivido, y más desgracias has pasado delante de tus ojos.

Llevas días inquieto, como si algo en tu interior se agitara violentamente. Un nuevo desasosiego te azota por las noches. Como si alguien, o algo del pasado intentara decirte alguna cosa, pero cuando estás a punto de comprender, se escapara de entre tus dedos. Algo está a punto de ocurrir, lo presientes.

La lluvia caía sobre tu cabeza, en una fría mañana de otoño. La maleza crece incontrolada, negra y podrida. Los árboles se alzan retorcidos buscando desesperadamente la luz del sol. Una luz que ya no calienta, pues es fría y gris.

Hace horas que transitas por un viejo camino embarrado, un camino que antaño fue vía de comunicación principal entre la capital y Tanis. Tanis, el nombre evoca en tu mente recuerdos de un tiempo pasado. Imágenes de una poderosa ciudad, joya de Solder, que defendía con valor los ataques de las criaturas malignas que azotaban las fronteras del sur. Una poderosa ciudad que cayó en las manos de Bahalmuth hace ya 150 años. Recuerdos enterrados renacen en tu memoria. Tus amigos fallecidos, luchando a tu lado, frente a las puertas de la ciudad humedecen tus ojos. Más la lluvia limpia tu cara, y los recuerdos dejan paso al presente.

El medio día se desvanece lentamente, ningún rastro de vida o no-vida ha perturbado tus pasos, y eso es raro en estos días. Al lado del camino, aun a la distancia, logras distinguir una casa de hospedaje. Entre los arboles ves una rudimentaria empalizada que rodea la construcción. Sin duda, uno de los múltiples refugios que construyeron los humanos para poder descansar a salvo de la Peste Viva. 

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05/10/2010, 14:48
Cromvar
Sólo para el director

La última noche ha sido larga. Aún descansando en la relativa seguridad de un bosque no he conciliado el sueño, que se muestra esquivo últimamente. El desasosiego y el pesar llevan a sueños frios e inquietantes que me desvelan. El cálido y suave tacto de la madera del arco que Liaenthis me regaló me relaja, pero nunca lo suficiente.

- Quizás una noche entre sábanas y el calor de un hogar me permitan un respiro... debo seguir adelante.

El recuerdo de mi esposa e hijo son las espuelas que me impulsan un dia tras otro a seguir por este mundo abandonado. Allá donde poso la vista nada es igual que antes. Hacia tiempo que no viajaba por esta parte de Solder... pero el cambio nada tiene que ver con el inevitable paso del tiempo. La casa de hospedaje es una prueba de ello, protegida y guarnecida para defenderse del acoso de los no-muertos.

- Quien sabe, a lo mejor han visto algún grupo de refugiados elfos o hayan oido algo. La gente que esté de paso quizás pueda tener alguna información, ni que tan solo sean rumores... ni que tan solo sea una chispa de luz en este vacío...

Sé que mis esperanzas son eso, esperanzas, pues llevo ya muchos dias sin encontrar nada ni a nadie que me pueda decir alguna cosa en concreto. Los rastros se perdieron hace ya semanas, imposibles de seguir. Solo me queda vagar por este erial hasta encontrar alguna pista.

Mi vagar me lleva hacia la posada que triste se alza al lado el camino que antaño era tan transitado, lleno de vida.

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05/10/2010, 16:25
Director

Mucho tiempo llevas vagando por los caminos de Solder, buscando cualquier información que avive las esperanzas de encontrar a tu padre. Cualquier viajero puede saber algo, cualquiera que esté tan loco como tú para merodear solo por los caminos infestados de muerte.

El antiguo camino que llevaba a las ruinas de Tanis, serpenteaba entre una arboleda. Árboles que crecían retorcidos entre marchita y podrida maleza. Antaño un camino transitado, pero ahora, ya casi olvidado y abandonado. Abandonado como la muralla de espinos, que 150 años a tras se erguía majestuosa contra el invasor, y servían de protección a la majestuosa ciudad de Tanis.

La fuerte tormenta otoñal que se desató aquella mañana, te obligo a hospedarte en “De camino”, una vieja casa de hospedaje rodeada de una rudimentaria empalizada. Sin duda había visto tiempos mejores, pero aun servía a su cometido, proteger a los viajeros de la Peste Viva.

Un guardia hacía vigilancia en la empalizada, de unos 2 metros de alto, y de una pequeña cuadra, se oía el relinchar de unos caballos.

La casa de huéspedes, era una construcción de una sola planta de madera, pero de fuertes ventanucos y puertas. En su interior, unas brasas ardían en el hogar, y un grupo de guardias sentados a una mesa, vaciaban unas jarras. Detrás de la sucia barra, un hombre bajo y orondo limpiaba ensimismado unas copas de metal.

Al entrar en la sala, el orondo tabernero, dirigió una mirada de soslayo hacia ti. Tus ropas empapadas y tus botas llenas de barro arrancaron algunas miradas curiosas de los guardias, más pronto volvieron a sus asuntos.

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05/10/2010, 18:45
Director

 

La tormenta descarga con fuerza sobre tus doloridas y entumecidas extremidades, es medio día y aun te quedan unas horas de camino para llegar a la casa de hospedaje “De Camino” el lugar seguro más cercano. El corazón aun te palpita en el pecho al recordar los hechos ocurridos aquella mañana.

Habías partido junto a Mikel y Aldan, dos aventureros caza fortunas, desde la pequeña aldea de Galain, dispuestos a explorar las antiguas ruinas de Tanis. Una gran ciudad abandonada largo tiempo atrás, junto a la muralla de espinos, ahora podrida y marchita.

Cuando solo estabais a media hora de camino de las ruinas, la lluvia empezó a caer sobre vuestras cabezas, la luz mortecina de la mañana empezaba a despuntar, y Mikel percibió algo extraño. Un grupo de lo que parecía no-muretos, pues sus ropas desgarradas y sus miembros sin vida no daban opción al error, estaban ¿escoltando? una caravana de gente, gente viva!, hacia lo más profundo de la ciudad abandonada.

De repente todo se transformó en caos, los muertos os sorprendieron en vuestro escondite. Cayeron sobre vosotros, sedientos de sangre. Mikel cayó bajo el ingente número, y su carne fue desgarrada entre alaridos de terror.

Superados en número, Aldan y tú tomasteis la decisión más sensata. Huir, huir como alma que lleva el diablo. Más Aldan no pudo seguir el ritmo, y al cabo de media hora de persecución, calló exhausto. Antes que pudieras prestarle ayuda, los no-muertos salieron de entre los carcomidos y retorcidos árboles, y acabaron con el, en una orgía de vísceras y sangre.

El camino se hizo largo, el barro te cubría casi por completo. Ahora, después de horas de marcha, aun te giras de vez en cuando, seguro que tras de ti, decenas de muertos siguen tus pasos.

Ya solo estás a una hora de camino, la salvación esta cerca, el refugio está cerca.

 

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05/10/2010, 18:59
Director

La fortuna te ha sido esquiva, pues siempre parece que cuando tu llegas, aquel a quien buscas ya ha partido. Hace semanas que no tienes ninguna pista del paradero de Cromvar.

Tus pasos te han llevado a las fronteras del sur de Solder, junto a la antigua muralla de espinos, ahora marchita y podrida. Las ruinas de la antigua ciudad de Talin reposan malditas y silenciosas a lo lejos. Desde hace mucho tiempo, nadie se atreve a adentrarse en ella.

Falta un poco más de una hora para el medio día, y la lluvia otoñal cala tus huesos. La aldea de Galin se encuentra a menos de un medio día de allí, en dirección al norte. Tras andar largo tiempo por sendas forestales, cubiertas por espesa maleza marchita y podrida, llegas a un camino. Un camino embarrado, que antaño fue una importante vía de comunicación entre Talin y la capital del reino. Hacia el norte se encuentra la aldea de Galin, y al sur Talin, la ciudad maldita.

Amenazantes y retorcidos arboles crecen a los márgenes del camino, y desde hace algún tiempo, que no has oído sonido alguno, ni de vivos, ni de muertos.

Sin previo aviso, algo perturba la inquietante calma. Alguien se acerca desde el sur, tus ojos te revelan, a la distancia, una figura humanoide, que avanza pesadamente bajo la lluvia.

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05/10/2010, 19:00
Director

Una rudimentaria empalizada de dos metros de alto se alza frente a ti. La puerta de madera permanece cerrada bajo la incesante lluvia.

Un sonido de pasos parecen acercarse a la puerta. - ¿Quien anda ahí? Una voz áspera surge tras la empalizada. Sin duda un humano.

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05/10/2010, 21:46
Leanúit (Lean) Cailc
Sólo para el director

Su mano repiqueteaba ritmos nerviosamente en la correa del escudo, este lo llevaba en el hombro, pues cada jornada era un largo viaje. No le apetecía nada volver a dormir en el subsuelo húmedo y podrido, puesto que ese solo empeoraba con el chubasco que caía, por eso se alegró bastante al encontrar la chabola.

 Mientras se acercaba tatareaba canciones viejas e inventadas, sin patrón alguno, estaba algo nerviosa puesto que llevaba un buen rato con el mono. Al acercarse al guardia, se inspeccionaron mutuamente, eran tiempos jodidos y la muerte podía acechar tras cualquier rostro.
El hombre era humano, y sus ojos reflejaban un mínimo de integridad, al cabo de un rato ambos se sintieron un poco más seguros, por lo que al llegar al arco de entrada el guardia la había dejado entrar.

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05/10/2010, 21:47
Leanúit (Lean) Cailc
Sólo para el director

Ahora, ya adentro, la aventurera se sacude un poco la capa mojada, saca la pipa y la rellena cuidadosamente, y con calma de hierba para fumar. Mientras busca con que encenderla, contempla el interior, cada una de esas caras, cada uno de esos tipos. Saca un pequeño y largo bastoncillo, y lo acerca a una llama que da luz a la habitación, hasta que la madera prende, y con ella puede encender el artilugio decorado con sumo gusto. Aspira un par de caladas, disponiendo de todo el tiempo del mundo.

 Con la mente ya más serena, y las manos más firmes, se acerca al posadero. – Buenas tardes, me gustaría saber si disponen de habitación libre.- dice con una voz muy clara y agradable, mientras relaja la mochilla de su espalda.

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05/10/2010, 22:53
Cromvar
Sólo para el director

Es un alivio oír a alguien, aunque sea la voz ronca y cansada de un guarda. Una puerta bien cerrada es al menos signo de seguridad. Si al aproximarme hubiera visto la puerta abierta y el silencio reinara alrededor lo más sensato habría sido no acercarme más.

- Soy un viajero y busco aposento! Me llamo... E'lan de Knigthway. Esta noche se presenta desapacible para pasarla al raso.

Me parece sensato no decir mi nombre, pues siempre hay oídos atentos de algunos dirigentes de la religión de Isgard. En vista del poco éxito que tuvieron en "reclutarme" para su doctrina algunos pensaron que era hora de que visitara a mis antepasados y disfrutara de la paz y gloria del Reino de Isgard. De momento no tengo intención de complacerles. Aunque tampoco me esconderé como un ratón del buho.

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05/10/2010, 23:11
Ludic Parsan

- Desde luego... Una sonrisa amigable se dibuja en el rostro del tabernero. - Bienvenida a "De Camino", soy Ludic y todos los viajeros son bien recibidos, sobretodo si son hermosas jóvenes como usted. Hizo una teatral reverencia, acompañada de un gentil gesto con el mugriento trapo que llevaba en la mano.

- La habitación es comunal, espero que no le sea un inconveniente. Salió de detrás de la barra y se dispuso a limpiar una de las viejas mesas circulares de madera. - Tome asiento viajera, aun tengo algo de comida, si le apetece. Esperó de pié junto a la mesa.

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05/10/2010, 23:08
Vast Rahnner
Sólo para el director

Vast volvió una vez más su rostro hacia el camino recorrido... ¡nada! Y redució el paso hasta pararse totalmente para recuperar el resuello. Escudriñó entre la espesura buscando cualquier movimiento que delatase alguna de esas cosas, pero poco podía hacer, la lluvia le limitaba la visión y, además, hacia mover violentamente los arbustos y ramas. Para el colmo, la humedad se entestaba en viciarle el aire que tomaba. Debería comer algo, mas no tenía hambre. Volvió a mirar el camino recurrido (o lo poco que se veía) y se puso otra vez en marcha, ya no se molestaba en taparse con la capa, estaba calado hasta los huesos.
Cuando llegue a un lugar seguro primero me tomaré un baño caliente... y luego ya pensaré!
Se sorbió los mocos y volvió a recuperar el ritmo que llevaba hacía pocos minutos. Dejó de lado todo tipo de pensamientos y recuerdos. Si quería salir de esa tenía que andar, andar y no pensar.
La solitaria figura lanzó un generoso escupitajo en su penosa procesión

Notas de juego

Ah si... los guantes finos són para ocasiones especiales, si no lo especifico cuenta que no los llevo puestos

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05/10/2010, 23:21
Director

Una mirilla tosca se abrió en la puerta, unos ojos cansados se asomaron, y te examinaron durante unos instantes. - Un elfo, ni más ni menos. La mirilla se cerró de nuevo, y tras un ruido de maderos, la puerta se entreabrió.

- Pasa viajero, es extraño toparse con gente... como tu por estos paraje. A decir verdad, hacía semanas que no paraba nadie por aquí, y hoy mismo, una hermosa mujer a entrado a la hostería. Dijo el guardia de la puerta mientras soltaba una pequeña risita entre dientes.

El guardia te permitió el paso, y cuando cruzaste el umbral de la empalizada, se apresuró en cerrar, y atrancar las puertas. - Es mejor no descuidarse, estas tierras son siempre peligrosas. Comentó con una sonrisa de medio lado, con la cara empapada por la lluvia.

La casa de huéspedes, era una construcción de una sola planta de madera, pero de fuertes ventanucos y puertas, y de una pequeña cuadra, se oía el relinchar de unos caballos. Un viejo cartel rezaba "Bienvenidos a De Camino".

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05/10/2010, 23:32
Veidan Kersh
Sólo para el director

Demasiado lejos para distinguir qué narices eres con esta lluvia, engendro... Piensa Veidan, y antes de planteárselo dos veces, vuelve a saltar a la oscura senda de la que venía, se esconde tras un retorcido tronco y se aparta el agua de la cara con la zurda mientras con la diestra desenvaina su espada larga tan silenciosamente como puede. Solo desea una cosa, que sea lo que sea lo que se está acercando, no tenga tan buena vista como él. Echa una ojeada para comprovar que la figura sigue acercándose desde el sur. Y qué haces tú solo en una ciudad maldita? Nada bueno, seguramente... Desconfiado, temiendo que sea otra víctima de la

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05/10/2010, 23:49
Director

La figura se aproxima con vigor renovado. Avanza por el camino embarrado entre la lluvia, se encorva levemente unos segundos y avanza. Cuando casi se encuentra a tu altura, distingues la figura de un humano. En ese momento, se detiene, algo parece alertarlo, seguramente tu presencia.

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05/10/2010, 23:56
Director

Nada más retomar tu marcha, los pelos de la nuca se te erizan, como si una corriente los hubiera hecho reaccionar. Algo acecha entre los espesos y muertos matorrales, y esta cerca, demasiado cerca.

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06/10/2010, 00:20
Cromvar
Sólo para el director

De Camino. De camino a pocos lugares últimamente, pocos o nadie se atreven a viajar. Me fijo en el edificio, cerrado y poco iluminado, seguramente. Que distinto a vivir en la naturaleza, pero la protección va primero.

- Entonces seguro que no hay problema de encontrar una habitación. Comento  mientras me dirijo hacia la posada - Decis que teneis otro huesped?Nos podrá indicar de donde viene y como estan las cosas por esos lares, pues nunca se sabe donde tendrá que ir uno.

Es extraño toparse con gente como tu... me parece que nada sabran del grupo que fue atacado ni de los supervivientes.

Entro, deseoso de quitarme la capa mojada y de tomar alguna cosa caliente, aunque sea ese vino aguado y con especias típico de los dias frios y lluviosos como este. Tras quitarme la capa echo una ojeada y busco al posadero.

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06/10/2010, 12:05
Veidan Kersh
Sólo para el director

Mierda! Ojalá pudiera distinguir si es un humano corriente o si es un maldito infectado por la peste viva... Veidan se mantiene en su escondite intentando apaciguar su respiración. Porqué se ha parado aquí? Acaso me ha visto?! La lluvia le fastidia, pero con mucho cuidado se inclina unas pulgadas para mirar otra vez a la figura mientras coge la espada con mas fuerza, intentando distinguir si supone una amenaza. Su andar inclinado no le hace pensar nada bueno, pero jamás atacaría a alguien sin estar seguro de sus intenciones...

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06/10/2010, 12:44
Vast Rahnner
Sólo para el director

¡Maldición! Ahora que me faltaba tan poco...
Como si quisiera protegerse mejor de la lluvia, se colocó la capa de manera que diestra llegase al puño del sable sin levantar sospechas. Cabizbajo daba la impresión de estar concentrado en la penosa marcha, pero realmente tenía los ojos clavados en los matorrales y el cuerpo en plena tensión.
Si sólo es uno, a por él. Si són más... ¡A la mierda! ¡A correr todo lo que pueda!