Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Capítulo 4: Perseguidos y malditos

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23/09/2010, 21:20
Dakota

El indio asintió con una leve reverencia a las palabras del guerrero yaqui, y luego volvió sobre sus pasos para encaramarse sobre su montura. Hizo un gesto con su cabeza al Predicador, instándolo a adelantarse junto a él.

Se giró a último momento para dirigirse al resto.

- Venir en paz… y ser aceptados. Respetar leyes de Pueblo… o responder ante Dakota.

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23/09/2010, 21:53
Predicador

El Predicador nunca había sido llamado antes hombre-santo, pero entendió que el calificativo iba por él. Se adelantó a sus compañeros cuando Dakota le confirmó definitivamente que el guerrero yaqui solicitaba su presencia a su lado. Bien, este es un recibimiento mas que aceptable....todavía conservamos las cabelleras.

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23/09/2010, 22:41
Frank

El cowboy se muestra en su interior satisfecho.

Ser recibido así por los salvajes es más que un privilegio.

Sigue a la comitiva intentando pasar lo más desapercibido posible.

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24/09/2010, 01:52
Director

La escolta india conduce al grupo a caballo hacia la aldea con rumbo seguro y directo. Las colinas y los desfiladeros hacen de esta zona un auténtico laberinto para alguien que no las conoce, y aquí el peligro de estar irremediablemente desorientado no es tan grande como el de caminar horas por desconocer una ruta mejor y acabar sorprendido por la noche... o algo peor. El paisaje es muy seco, pero Boyle tenía razón al suponer que ningun asentamiento humano sobrevive sin una constante provisión de agua, y antes de ver señal del pueblo ya están escuchando el rumor de un rio aceptablemente caudaloso correr.

Al bordear una última formación rocosa, la aldea queda por fin a la vista, y con los primeros pasos en el interior del poblado ya despejan algunos misterios, como el extraño apelativo dado al Predicador, o la hospitalidad mostrada por los guerreros.

Mientras marchan al paso en sus caballos dirigiéndose hacia el tipi del jefe, una verdadera muchedumbre se reúne en torno a los extraños mostrando curiosidad y alegría a partes iguales. La mayor parte del gentío son mujeres jóvenes o niños que, atrevidos, se acercan a los forasteros hasta el punto de tocar sus ropas y palmear sus caballos. El que más admiradores tiene es el Predicador, y a su paso todos repiten una misma palabra, incomprensible, en idioma español.

¡Misionero! ... ¡Misionero! ...

El aspecto tradicional de las chozas de madera y barro se contradice con algunas muestras de una fusión de culturas insólita. En lo alto de los grandes totems hay tallados toscos crucifijos de madera. El tipi más grande del pueblo tiene una irregular cruz dibujada en la piel que forma sus paredes, justo al lado de la pintura de un bisonte y de un águila. Las tradicionales vestimentas de piel roja y sus danzas se mezclan con evangelios entonados con alegría aunque con unas melodías muy poco ortodoxas. Aquí y allá se reza a la Virgen María* y a los espíritus por igual, y el idioma español e incluso el latín se entrecruzan con el lenguaje nativo de estos pacíficos indígenas. Aun a pesar de las comprensibles desconfianzas hacia un grupo de extranjeros tan bien armados entrando en sus tierras, lo cierto es que los yaqui llevan tres siglos en paz con el hombre blanco. La conversión al cristianismo poco después de que empezara la colonización europea en el continente les valió el privilegio de ser la única tribu que sobrevive desde los tiempos de Cortés. Aparte de mucha iconografía religiosa y de la adaptación de sus calendarios a las fiestas católicas, su estilo de vida ha cambiado poco, desde la perspectiva de un occidental, pero el eclecticismo de los antiguos y orgullosos yaqui les hace ser únicos. Como los visitantes descubren en seguida, la tribu habla el español más que el inglés, perpetuando la enseñanza de ese idioma de generación en generación como parte de su integración. Sin embargo, los yaqui se jactan de haber aprendido el idioma castellano de los auténticos españoles, y no de los mexicanos, a los que siempre odiarán por haberles echado de sus tierras originales, obligándolos a desplazarse hacia el norte, dependiendo de la hospitalidad de los estados Confederados.

Por lo demás, no solo tratan al Predicador como un auténtico segundo Hombre-medicina para ellos, sino que la presencia del hermano rojo Dakota es más que grata. Los yaqui están en paz con los apache, y siempre están deseosos de establecer contactos más allá de sus modestas fronteras. Por estos motivos, son conducidos como auténticos emisarios hasta la tienda del jefe de la aldea.

Notas de juego

*En español.

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24/09/2010, 03:24
Stephen Boyle

 Boyle asiente y por costumbre toca el ala de su sombrero para saludar, al ver la iconografía del sitio no puede sentirse más que extrañado. Esta parece una escena bizarra de helenismo en otro nivel... se queda pasmado y asiente levemente cuando le hablan en esta lengua desconocida, como señal de cortesía en muchas reuniones victorianas de sociedad, cuando le presentaban representantes de tierras lejanas con nombres impronunciables.

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24/09/2010, 11:09
Okhan

El guerrero yaqui baja de su caballo y le da dos palmadas en el lomo. Acto seguido un niño de la aldea se lleva el caballo. Luego se gira hacia el grupo, los mira a todos y se mete en la tienda. Al poco sale, y erguido se coloca junto a la entrada, al mismo tiempo los aldeanos guardan silencio. Al ver esto, el guerrero que habló al grupo agilmente va hacia el otro lado de la tienda. Cuando el que entró a la tienda parece que considera que todos atienden, mira a su lado y asiente.

En ese momento el guerrero que se acaba de colocar anuncia con un gesto de saludo hacia la puerta, la inminente salida del jefe indio.

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24/09/2010, 20:02
Jefe Yaqui

How!

El serio y severo rostro del jefe Yaqui sale del tipi. Su ropa es humilde, y los adornos sobrios, propios de un indio algo "civilizado". No luce la corona de plumas tan habitual en las tribus del norte, pues entre los Yaqui las costumbres son muy distintas a los hábitos comanches o sioux. En todo caso, sale con ceremonia de su propia tienda, y su llegada es recibida con respeto y silencio en el exterior.

El Gran Jefe hace unas preguntas en español a uno de sus hombres, interrogándolo claramente acerca de los visitantes. Tras eso, con el habitual saludo alzando la mano derecha y dirigiéndose a Dakota especialmente, el líder de la tribu habla empleando el idioma apache como medio de comunicación, a falta de otro lenguaje común.

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25/09/2010, 00:53
Director

Notas de juego

"El jefe Tahoga Diez osos saluda al extranjero Dakota. ¿Qué trae a los forasteros a las tierras de los Yaqui?"

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25/09/2010, 13:13
Frank

El cowboy se mantiene en segundo plano. Sin llamar la atención. Atento a su entorno; hostil en potencia.

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25/09/2010, 14:04
Dakota

El imponente indio agachó la cabeza en señal de respeto mientras el jefe de la tribu hacía su presentación. Luego de que éste le diera la bienvenida al grupo, Dakota volvió a erguirse tan alto como era y respondió alzando su mano derecha.

- How !!! – contestó en su tono grave y monocorde. – Dakota… responder por hombres blancos que viajar conmigo. Pedir disculpas por llegar sin avisar… y también por traer malas noticias.

- Escapar de lugar maldito… poblado de blancos que no estar muy lejos de estas tierras. Haber perdido grandes compañeros allí… y una sombra seguir nuestros pasos. – su mirada se volvió tan oscura como sus presagios, y tan dura como su curtido rostro.

- Tener que hablar con Hombre-Medicina. Pedir permiso para hacerlo.

El indio miró alternativamente a un lado y a otro, observando a la gente reunida a su alrededor.

- Historia larga… mejor contarla en otro lado.

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25/09/2010, 14:28
Director

A las palabras en el desconocido idioma apache del jefe le siguen unas frase de Dakota en el mismo idioma. Durante un momento es solo el mestizo el que habla, dando la sensación de que da explicaciones, y luego el jefe dice unas pocas palabras más que son respondidas de forma igual de breve por Dakota.

Mientras todo esto ocurre, el gentío ya se ha dispersado y solo quedan unos pocos indios rodeando al grupo. En las cercanías está el vigía que detuvo al grupo y habló con Dakota en el camino, y también el joven y fuerte guerrero de la lanza que permanecía en silencio.

Finalizada la conversación con el gigante medio-indio, el Gran Jefe vuelve a hablar, esta vez dirigiéndose hacia todos en idioma español, lo que obliga a Eckhardt a hacer una vez más de intérprete.

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25/09/2010, 14:36
Charles Eckhardt

Titubeante, por la repentina posición tan delicada que le ha tocado asumir, el reportero traduce lo mejor que puede.

El Gran Jefe dice que iremos... que vamos a ver a su hombre-medicina. El hombre-medicina nos recibirá ahora, pero debemos dejar las armas antes.

Mira fijamente a sus compañeros y mete sus manos en los bolsillos para no temblar tan visiblemente.

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25/09/2010, 14:42
Jefe Yaqui

El Jefe hace unas señas al guerrero de la lanza, señalándole que coja las armas de los visitantes. Otro indio, mientras tanto, se ocupa de los caballos.

Ugh.

Dice el Gran Jefe, y señala directamente hacia un gran tipi cercano, indicándoles que, una vez desarmados, entren.

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25/09/2010, 17:58
Predicador

El Predicador disfrutó sin reservas de la hospitalidad que ofrecían los Yaquis. Era mas que agradable ser tratado con amabilidad después de todo lo sucedido en los últimos días. Dejó que Dakota fuera quien tratara con sus primos lejanos mientras escuchaba la traducción que hacia del castellano el reportero. El sacerdote se mantuvo así en silencio mostrando el intento de sonrisa que podía transmitir su cara.

Eso fue así hasta que el plumilla les tradujo que el jefe indio quería que entregaran todas sus armas, en ese momento la cara de preocupación regresó al Predicador. Habló dirigiéndose tanto a Eckhardt como a Dakota, para que cualquiera de los dos les hiciera llegar su mensaje a los Yaquis. Lo hizo con las manos alzadas a modo de que los indios comprendieran su súplica y esperaran un instante.

Un momento, debéis decirles que no tengo problema en entregar el rifle y el otro Colt, pero que no puedo hacer lo mismo con el Colt negro, decidles que es una "medicina" poderosa, y que si lo toca otro que no sea yo....podría morir.

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25/09/2010, 18:39
Charles Eckhardt

El reportero traslada la petición del sacerdote al Gran Jefe de nuevo hablando en un inseguro idioma español. En todo caso, a juzgar por la expresión corporal del plumilla, se está esforzando en ser convincente.

Señalando varias veces al padre y a su arma negra en la pistolera, Eckhardt termina su exposición y espera, nervioso, la respuesta.

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25/09/2010, 18:43
Jefe Yaqui

Esta vez el Gran Jefe habla en un idioma distinto al que ha usado con Dakota o con Charles, así que es evidente que ha optado esta vez por su propio dialecto. A pesar de que ninguno de los compañeros entienda las palabras, y de que ninguno de los indios presentes parezca dispuesto a hacer de traductores, lo cierto es que es una señal de respeto. Aun a costa de no ser entendido por el sacerdote, el Jefe le habla directamente a él, sin intermediarios ni intérpretes.

El líder de la tribu junta las dos palmas de las manos, en la señal cristiana de santidad, y después hace una ligera inclinación. Mientras sigue hablando palabras incomprensibles, pone la mano izquierda en su corazón y con la derecha señala al revólver enfundado del Predicador, y luego al propio cura.

Al hacer todo esto, repite con frecuencia la palabra "misionero"*, como refiriéndose con ella al pistolero.

Finalmente, como conclusión, vuelve a señalar la entrada de la tienda del Hombre-Medicina.

Notas de juego

*En español.

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25/09/2010, 19:02
Stephen Boyle

 Stephen no había traido consigo más que su cantimplora, su bastón de lord y su confiable Spencer, la cual pone sobre sus palmas abiertas y hacia arriba, como señal inequívoca de intenciones no hostiles. La Gatling y el artilugio flamígero estaban en el tren, en uno de los baúles de la diligencia original.

En esta situación se encontraba en desventaja por la limitante de idioma. Por lo tanto era imperativo que llamase la atención lo menos posible hacia si mismo.

Un Boyle debe saber también callar. Estar bendecido por dotes científicas no es bien visto entre los místicos, como había aprendido su abuelo, uno de los primeros investigadores del Africa inhóspita.

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26/09/2010, 01:10
Frank

La mirada de Frank lo dice todo. Los ojos azules y avejentados del cowboy miran al Predicador. No hace falta mediar palabra. El vaquero no se desprenderá de su arma...

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26/09/2010, 12:27
Okhan

El guerrero de la lanza se pone en frente del grupo y señala al suelo frente a él. Mientras van depositando las armas el joven guerrero tiene la lanza en vertical apoyada en el suelo mientras la sujeta con su mano derecha.

Para un buen observador no seria dificil darse cuenta de que el puño del guerrero agarraba firmemente la lanza y sus musculos  estaban preparados a cualquier movimiento extraño.

A medida que van dejando las armas en el suelo asiente y les extiende la palma de la mano libre dirigiéndola hacia la tienda.

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27/09/2010, 01:33
Jefe Yaqui

El jefe vuelve a hablar en español y gesticula enfáticamente, señalando a Frank, que es el último que falta por entregar las armas, y cerrando el puño una y otra vez. Da órdenes a unos cuantos de los guerreros cercanos, que se acercan, pero el conflicto no parece ir más allá, porque el Gran Jefe deja de vociferar y mira a los demás, señalando de nuevo la tienda cercana.