Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Nirvana

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31/08/2010, 22:54
Ayudante del sheriff

En lugar del propio Sheriff, resulta ser su ayudante más joven el que se asoma por la puerta con un tembloroso revólver agarrado en su mano derecha, apuntando al suelo. El chaval reacciona lentamente, y la visión del bandido chino que se supone no debería estar ahí resulta tan paralizante como el arma cargada y amartillada que Danny Chang apunta hacia él.

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01/09/2010, 05:46
Danny Chang Lee

El arma que apuntaba otrora al condenado no había tenido mucho reparo en ponerse en dirección al pobre chico que servía como ayudante del sheriff. Danny estaba aún tan entusiasmado por la reciente batalla que ya se veía libre; y ni aquél niñato ni nadie le irían a impedir que continuará su camino en busca de Hudu, éso no lo iba a permitir.

¿Serás buen chico y me abrirás la puerta? No quisiera hacer algo demasiado torpe...

Acompañado de sus palabras, el medio chino miraba con firmeza y fiereza al chico anonadado frente a él.

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02/09/2010, 19:10
Ayudante del sheriff

El joven ayudante dejó su revólver sobre la mesa, sin movimientos bruscos. Aún no daba crédito a lo que veía.

En Tombstone se decía que aquel chaval era su propia versión local de "El Niño". Sin duda el delegado no había sido elegido para su puesto solo por cierto parentesco lejano con el Sheriff Eackley, ese pequeño hombrecito había nacido prácticamente con un revólver bajo el brazo, pero su falta de sangre fria siempre le había hecho un flaco favor. Ahora, creyéndose en un sueño o en algún tipo de borrachera de la que no recordaba ser responsable, el chico solo podía seguir las órdenes del chino.

Acercándose a la puerta de la celda con las llaves el la mano, el Kid musitaba.

Sí señor Chang. De todas formas no debería estar usted aquí, señor Chang, no me figuro cómo ha entrado.

Mira el revólver, antaño perteneciente al hombre ahora muerto en el suelo, en las manos de Danny. La visión del cadáver tampoco ayuda a tranquilizar al amenazado. Esto me va a traer problemas... parece pensar.

Tampoco es asunto mio, claro.

La puerta se abre al fin, y el ayudante no puede hacer otra cosa que apartarse, dejando paso a Danny.

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03/09/2010, 02:03
Danny Chang Lee

Danny, observando por última vez la celda en que el destino gusto de retenerlo, levantó el arma que el condenado había empuñado del suelo* mientras que el diligente ayudante del sheriff le abría la puerta. Guardándose las armas y con su sonrisa en la boca aún más ampliada, salió de la cárcel, y, pasando cerca del chico, palpó su cabeza como lo haría un padre a un hijo que hace bien su trabajo.

Para serte sincero, yo ni siquiera sé por qué estoy aquí - dijo el medio chino en tono confidencial. - Muchas gracias muchacho; y no digas ni una palabra de que me viste por aquí, no quiero que te metas en problemas con el sheriff.

Guiñándole el ojo al muchacho, como si estuviera cerrando un pacto con él, se encaminó al exterior de la prisión con el mismo aire de quien sale de su casa.

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12/09/2010, 17:27
Director

Eso fue lo último que supo Danny Chang de Tombstone, pues pronto la dejó atrás con la certeza de que su camino no volvería a pasar por ahí. No encontraría a Hudu Brown en ese pueblucho.

Su caminar era lento, pero le transportaba tan rápido como su mente quería. El paisaje desértico, cambiante y borroso, parecía hacer parte del esfuerzo. Alguna especie de viento hacía volar el polvo y la arena del suelo en la dirección contraria a la marcha de Chang, dando la impresión de que la propia tierra se movía bajo sus pies y aceleraba su paso. No sentía su corazón latir, ni sus pulmones respirar; el sol no se movía en el cielo ni existía ninguna otra señal del paso del tiempo. Su viaje pudo haber durado horas o semanas, era imposible decirlo, pero al final llegó a su destino. 

A decir verdad, tampoco sabría haber dicho por qué había llegado, ni a dónde. El lugar en el que estaba no era muy distinto al resto del desierto pasado, excepto por la sensación de familiaridad que le provocaba. Parte del horizonte se había ocultado por unas paredes rocosas. Estaba en el centro de una cañada que reconoció en seguida como las Quebradas Tres Hermanos que había atravesado con la diligencia a las riendas de Hank Bully. El mismo lugar donde los jinetes y ese cacharro a vapor les habían emboscado a Danny y sus compañeros. Los postes del telegrafo sobresalían en la cima del desfiladero, a un lado y otro, como árboles muertos y pelados. El cable pasaba justo por encima de la cabeza de Danny, cruzando la quebrada de una cima a otra.

Hudu Brown no estaba aquí; podía sentirlo. Y, sin embargo, el suelo había dejado de volar bajo sus botas, y sus propios pies no parecían tener intención de seguir camino. De alguna forma había llegado al destino, pero eso solo quedó explicado al ver la conocida silueta de un hombre al que creía no volvería a ver.

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18/09/2010, 16:49
Bill

El bueno de Danny Chang... Ya te dije que nos volveríamos a ver pronto.

El traidor Bill, ese pelirrojo de su banda que había resultado trabajar para Hudu Brown, tenía su sonrisa de siempre, y ni siquiera había señal en su cuerpo de los tres disparos a bocajarro que había recibido de parte de Danny. No cabe duda de que ese bandido era ahora un fantasma, un espectro... igual que Danny, aunque Chang había aprendido que las cosas podían ser de lo más reales en este extraño limbo.

En Purgatory los muertos no descansan, ¿sabes? Ahí cuando mueres es como si fuera tu cumpleaños... si pides un deseo ¡se te cumple! Hasta te hacen una fiesta con pasteles, regalos y cerveza.

Bueno, tal vez no tanto, pero los habitantes de Purgatory siempre se alegran de tener compañía.

Bill bajó las manos hasta su cintura, haciendo patente entonces la presencia de sus dos revólveres en las pistoleras. Fue un gesto casual, en todo caso, nada amenazante. Solo se ponía cómodo.

Mi deseo se cumplió, parece, y no tardaste en morder el polvo. No hace falta ser muy listo para suponer cuál fue tu deseo. Yo seré un perro, pero no tenía nada contra ti hasta que Brown me ofreció toda esa pasta por "vigilarte".

Levanta las manos, mostrando las palmas de las manos en gesto pacificador.

Sin acritud, Dan. Los dos estamos muertos y no es sano llevarse odio a la tumba. Tengo tu sable aquí conmigo señala hacia el suelo a sus pies y la espada ancestral ahí está, como por arte de magia y sé dónde puedes encontrar a tu querido padrastro.

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23/09/2010, 03:34
Danny Chang Lee

Danny abrió sus ojos de la sorpresa de ver allí a Bill, pero su mirada se serenó rápidamente. Sonriendo como usualmente hacía, se acercó unos pasos a aquel traidor, y como si estuvieran hablando entre amigos, le dijo:

Vaya, pero si es mi querido Bill. He de considerar una gran fortuna que nos hayamos encontrados en estos parajes, sobre todo si tienes un par de regalitos para mí.

Al ver su espada ancestral a los pies de Bill produjo en Danny cierta rabia interna, diciéndose a sí mismo que cómo era posible que objeto tan valioso estuviese a los pies de semejante traidor. Si fuera más imprudente, quizá no dudaría en partirle aquella cara de muerto al pelirrojo; pero en aquellas circunstancias, en donde sus pies parecían llevarle a lugares que se habían quedado en su recuerdo, no quería pecar por tonto, y realizar un movimiento estúpido y peligroso; ya bastante había tenido con el condenado.

Así que, poniendo su posición más relajada y su expresión de amistad falsa más convincente, le dijo a Bill con tono de circunstancias:

Que bueno que tengas mi espada, ya me hacía falta; pero ya apuesto que ni el arma ni la información vienen gratuitas, y como no tenemos nada que perder, entonces pon tus condiciones; y quizá también me digas algo de Hudu que yo no sepa, por ejemplo por qué te mando a perseguirme.

Una mirada algo picaresca se dibujo en el rostro de Danny, quien esperaba la respuesta de Bill con la mayor disposición de dispararle allí mismo si era necesario.

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28/09/2010, 18:17
Bill

Veo que la muerte te ha sentado bien, te deja razonar con más claridad. Quiero lo de siempre.

El pelirrojo pisó el sable haciendo que saltara por el aire hasta su mano. Degustó la mirada ansiosa y muerta de Chang siguiendo el filo en el aire. Bill estaba realmente disfrutando aquel momento.

Ni se te ocurra hacer una tontería como intentar quitarme el sable. Aquí las cosas no son como uno podría pensar... te acostumbrarás a ello. De todos modos tienes suerte: como ya te dije quiero lo de siempre ¡un duelo! Si lo ganas podrás preguntarme lo que quieras y yo te contestaré. 

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30/09/2010, 18:55
Danny Chang Lee

Danny sonrió al escuchar a Bill. Ni la muerte le había cambiado un poco, o al menos hecho redimir. Si quería pelea la tendría, pensó Chang, quien palpaba sus nuevas adquiridas armas.

Está bien, tendremos un duelo si así lo quieres. No puedo soportar verte con mi querida espada.

Realmente no tenía nada que perder. Ya había salvado a Jane; y no sabía muy bien qué pasaría con él una vez que acabará con su padrastro, pero la verdad es que no tenía ni una pizca de miedo. Si quería salir de allí de algún modo, de ese loco lugar en que se encontraba, tenía que atenerse a lo que se le aparecía. Al contrario que con el condenado, no iba a darle vueltas a las circunstancias para no acabar en duelo. No temía blandir sus armas, y mucho menos ante la recompensa que se dibujaba ante él si la suerte volvía a favorecerle. 

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01/10/2010, 15:20
Bill

Oh, sí... tu preciada arma.

Bill escupió en el filo de la espada.

Tu jodida y preciada arma.

De pronto a los pies de Chang aparecieron dos revólveres, traídos por una ráfaga de viento que levantó la arena descubriéndolos. Estaba claro que el pelirrojo sabía utilizar aquel lugar en su beneficio. Con un gesto despreocupado tiró la espada por encima del hombro como quien tira el hueso roído de una comida. En el cinturón del vaquero colgaban dos revólveres cargados.

 

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03/10/2010, 01:26
Danny Chang Lee

A Chang no le gustaba aquello, pero tenía que atenerse a las consecuencias, sobre todo a la perspectiva de la valiosa información que Bill se obligaría a soltar si tenía la suerte de volver a ganarle.

Lentamente se agachó para recoger los revólveres que descansaban a sus pies. Si Bill proveía de las armas, Chang no pondría mucho reparo en usarlas. Después de todo, como decía el dicho, si la vida te da limones haz limonada.

Parece que este lugar te quiere mucho, mi buen Bill, hasta se doblega ante ti. Veamos que tal se siente al ver tu cuerpo inerte sobre su suelo. Espero que estés listo para decirme dónde está Hudu, porque apuesto a que tendrás que soltar la información.

Aunque Chang no se sintiera muy cómodo, no quería perder la oportunidad de hacerle alguna bromita de mal gusto al bueno de Bill. Podría no gustarle la cuestión, pero eso no significaría que su sempiterna sonrisa se borraría de su rostro, aun cuando tuviera que defender su vida, o su muerte mejor dicho, en aquel paraje de los mil infiernos.

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03/10/2010, 13:26
Bill

Yo sé muchas cosas de este lugar Chang. ¿Qué se siente al no tener la iniciativa? ¿Al tener que estar al remolque de otro? Jode ¿verdad? Siempre has sido un listillo, tan seguro de ti mismo que dabas asco. Ahora te toca ir en el vagón de atrás.

Bill retrocedió un par de pasos situándose en posición para un duelo.

Vamos. Enfunda. Quiero que lo hagamos bien.- dijo sin dejar de encañonar a su oponente.

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05/10/2010, 21:55
Danny Chang Lee

Danny hizo lo que Bill le exigió, con toda la calma del mundo, no porque el pelirrojo así lo pidiese, sino porque él también quería cumplir con las reglas del duelo. Igualmente, y con una calma casi exasperante, Chang puso sus manos cerca de cada arma, sin tocarlas, pero sintiendo la presencia de ambas pistolas, como si fueran pedazos de hielo que hicieran congelar sus extremidades.

Que gané el mejor, mi querido Bill - le dijo Danny al pelirrojo, sonriendo a la vez que pensaba para sí que el mejor, por supuesto, era él.

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06/10/2010, 11:25
Bill

- Claro Chang, el mejor...

Dicho lo cual una ráfaga de plomo cayó sobre el desprevenido Chang justo en el momento que enfundaba las pistolas con toda la parsimonia del mundo. Era muy probable que lo último que escuchase el chino antes de caer al suelo emponzoñado en su propia sangre fuera la risa casi histérica de Bill.

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08/10/2010, 01:17
Director

BANG BANG BANG

Tres disparos atravesaron a Chang antes de que tuviera tiempo de articular un pensamiento. Aun en este extraño mundo - o, precisamente, en él - nunca habría esperado algo tan rastrero ni siquiera de un traidor como Bill. De alguna forma no tenía sentido, no parecía la forma en la que tenían que pasar las cosas. La muerte había esperado por Chang para que pudiera saldar sus cuentas con Brown. El Nirvana giraba y se deformaba para dar imagen a la historia de una venganza; Danny había creído que se trataba de la suya con Brown, aunque el puerco destino bien podía tener otra opinión, al parecer.

En el infinito instante que el cuerpo del chino tardó en caer al polvoriento suelo, los tres balazos tuvieron tiempo de hacer eco mil veces. Los mismos tres disparos con los que él mató a Bill en la otra vida. Una bonita simetría, y aun así parecía demasiado absurdo, demasiado injusto.

El dolor apenas existía en un lugar como este. La vaga sensación se parecía a estar mojado con un agua muy fria. El cuerpo se empapaba, convulsionaba unas pocas veces y luego se acabó.

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10/10/2010, 15:26
Director

Las brumas se formaban y se deformaban. El mundo residual en el que vagaba el alma de Danny cambió de color, del azul al violeta, al rojo y después al negro para posteriormente volver a hacerlo en el orden inverso, en un ciclo extraño y a la vez familiar para Chang.

Las brumas se disiparon, había podido pasar un segundo o cien años, y el paisaje se formó a su alrededor. Un desierto amarillo, un cielo azul con motas blancas que se mueven a una velocidad pasmosa. Él estaba en medio de ese vacío de colores puros, y frente a él un viejo conocido.

Bill estaba plantado en medio de todo aquello como si fuera una parte más del conjunto. El protagonista en el lienzo. Sus manos caían cerca de sus pistolas, enfundadas en sus pistoleras, y sus ojos claros miraban a Danny con frialdad. Su risa aún se escuchaba, introduciendo el sonido como si él mismo hubiera inventado ese elemento en el pequeño universo cambiante del Nirvana. Su risa se acalló poco a poco, y Danny Chang se dio cuenta de que su postura formaba una simetría perfecta con la del traidor pelirrojo. Sus pistolas también estaban enfundadas, y el sable de sus ancestros estaba clavado en la arena, justo entre ambos.

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10/10/2010, 20:30
Bill

- Oh... perdona... no pude resistirlo.- dijo Bill ante la mirada enfurecida de Chang - Bueno: creo que va siendo hora de dejar de jugar ¿no? Resolvamos ese duelo y los dos tendremos lo que queremos. Quien sabe...- añadió condescendientemente - puede que incluso te ayude con tu venganza. El tiempo pasa muy lento aquí y la eternidad se hace aburrida.

El pelirrojo dejó de sonreír mientras se situaba en posición de desenfundado. Las bromas habían acabado...

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14/10/2010, 04:42
Danny Chang Lee

Aunque Chang podía estar muy preparado - o al menos eso creía él - para cualquier treta de Bill no se venía ver esa; y cuando se levantó del suelo, con sus ropas cubiertas de arena, la rabia de sertirse de repente impotente le inundó como el fuego que devora una casa con extrema rapidez. ¿Cómo había podido ser tan estúpido? Quizá se había adormecido con su anterior victoria. Haberle ganado al condenado y salir de esa cárcel como si fuese Pedro por su casa le había hecho sentir demasiado conforme, como si él fuese el dueño de ese extraño mundo, pero la verdad era que sólo podría representarse como un peón en un raro tablero de ajedrez.

Con la lentitud de un adormecido puso un pie tras el otro sobre el suelo arenoso, dirigiendo a Bill una mirada rabiosa. La permanente sonrisa ya no quería aparecer; y si en Danny quedaba un dejo de alegría, en ese momento no quería demostrarla.

¡Te pasas de gracioso mi buen Bill! ¿Hudu te enseño a jugar sucio o lo aprendiste tú solito? ¡Te aplaudo y me quito el sombrero ante ti! - Acompañó sus palabras con una reverencia, sacándose el sombrero y dejando ante su enemigo su cabeza descubierta. - Vaya que me has sorprendido. - Rió, poniéndose en posición de duelo, con sus manos cerca de sus armas. - Está bien, déjemos de jugar; y gracias por la oferta, pero entre mi padrastro y yo hay una cuenta que tenemos que saldar solos, sin compañía de terceros, ¡aunque puedes acompañarme, así lo encontraremos más rápido!

En la voz de Danny había una rabia mal contenida. No se permitiría esta vez el lujo de dejarse tomar el pelo. Él no perdería. Iba a vencer, estaba muy seguro de ello.

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18/10/2010, 19:37
Danny Chang Lee
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

Farolear.

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23/10/2010, 12:11
Bill
Sólo para el director
- Tiradas (3)

Notas de juego

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