Partida Rol por web

Aunque Aki no comprendió bien el plan de su amigo – quiere asegurarse que realmente dejemos las tarjetas en blanco faltándonos el lápiz para escribir o lo necesita para más tarde ? - pero asintió de todas formas con un movimiento de la cabeza.

Manabu no había dicho nada de que les estuviera prohibido llevarse el lápiz, el bolígrafo, o el fuera que fuera para escribir, de forma que no incumplirían ninguna regla; tenían margen para actuar como les había propuesto Kenichi. 

Miirei apretó los dientes con fuerza, ken-chan siempre era el que se sacrificaba, siempre defendiéndoles, hasta ese "manabu-sensei" la consideraba el eslabón mas débil del grupo, asintió a las palabras de sus compañeros, haría lo que Kenichi dijo robaría lo que sea que se usara para escribir y le daría la victoria a sus amigos, le demostraría al torpe de manabu que no es débil! 

-¡Estupendo entonces, niños y niñas! ¡Que comience el segundo juego! ¡Bieeeeeeeeen! - dice con entusiasmo Manabu-sensei alzando las manos hacia el cielo. Después las baja y señala la cabaña de los rumores. - ¡Primer turno! ¡Podéis ir entrando de uno en uno en la cabaña y escribiendo los rumores que creáis convenientes! - asiente convencido, cruzándose de brazos. - Por cierto, en la pared de la cabaña tenéis una hoja de papel con las normas del juego escritas. ¡Leedlas con detenimiento, eh!

Sin mediar palabras ingreso a la cabina y tras unos segundos un enorme grito sale de la cabina.

¡Malditos miserables! ¡Voy a machacarlos! Lo juro. - resuena mi voz mientras salgo de la cabina intentando evitar darle un portazo a la misma para no romper la puerta ni las reglas.

Entrar y salir a Kenichi de la caseta y perjurar el mal que les hará.

- No te emociones, vamos a darles duro - le digo -. Ahora me toca a mí - añado adelantándome hacia la cabina.

No tardo ni un minuto en salir.

- Ya estoy, ahora otro - concluyo.

Aki comprendió que la emoción de Kenichi debía estar causado por un punto en las reglas, probablemente un punto echando abajo su plan de hacerse con el material parar escribir. Al pasar junto a él, le dio una palmada en las espaldas significándole que no valía la pena alborotarse contra esos malnacidos cuales, al menos por el momento, saldrían con el suyo.

“Ostras, esto va a durar una eternidad, cada uno de nosotros entrando y saliendo sesenta veces por aquí. Hay que aguantar. Espero que nadie escriba un rumor por solo aburrimiento”, intentó bromear un poco, con la sonrisa artificial medio torcida. “Bueno, digamos que en este lugar pervertido hay peores maneras de pasarse el rato. Y antes que nosotros los llamados Dioses se morirán de puro aburrimiento. Los haremos caer de su cielo de engreídos ávidos de espectáculo.”

Entró en la cabaña y tras poco tiempo, que probablemente había dedicado a leer las reglas, ya salió de ella. 

“Infiero de la cláusula refiriéndose a un jugador 'impidiendo que otro jugador coopere, causando daño al entorno de juego o de cualquier otra forma' que he hecho bien en dejar el bolígrafo donde está", comentó secamente.

Viendo como sus compañeros entraban y salían de la caseta, parecía que algo no iba nada bien. Y el comentario de Aki, confirma sus sospechas. Dejando caer los hombros ligeramente, Sayuri avanza en dirección a la cabaña de los rumores, para entrar conforme a las normas del juego.

En apenas unos pocos minutos, sale de la misma, reuniéndose con sus amigos en la azotea artificial. Al final, parecen tenerlo todo bien atado... Veremos como nos libramos de este callejón.

Aunque estaba algo decepcionada por el cambio de planes, Sayuri se mantuvo en silencio, cruzándose de brazos para no darles el gusto a los mirones de arriba de ver como sus esperanzas se evaporaban por momentos.

Pero quizá Aki tuviera razón, si iban a seguir así, los mirones acabarían por aburrirse y el show sería un desastre. - Con un poco de suerte, puede que tengas razón Aki-kun. - respondió esbozando una débil sonrisa hacia el joven Goro.

Miirei fue la ultima en ingresar, respiro profundo y camino hasta el lugar, una vez la puerta se cerro tardo unos minutos antes de volver a salir - tampoco sera buena idea trabar la puerta y fingir que me quede encerrada - pensó luego de recordar las reglas, un suspiro de frustración por un plan que no sera bueno para nadie, salio de sus labios, tardo mas que los demás en salir, y el pensar que había que hacerlo 59 veces mas la deprimía - espero que tengan bocadillos y algo que beber porque sera largo - dijo al salir, si los "dioses" se aburren esto de la mas rápido 

-¡Pueeeees... listo! ¡Ya tenemos todas las tarjetas de la primera ronda! - dice Manabu-sensei caminando hacia la cabaña de los rumores cuando todos vosotros habéis salido ya de ella. Saca la urna y comienza a sacar las tarjetas que hay dentro, de una en una, mirándolas con atención. - Vamos a ver... ¿cuántos rumores tenemos...? - dice y, tras unos instantes de tensión, lanza las tarjetas al aire. - ¡Ninguno! ¡Las tarjetas están todas en blanco! - dice con entusiasmo. - Bueno, hay una que tenía un garabato. ¡Pero eso sigue sin ser un rumor!

En el cielo comienzan a mostrarse mensajes...

¿En serio?

PUES VAYA MIERDA                                                           Bue...

Era de esperar...

En fin...

VENGA, EMPEZAD A ESCRIBIR COSAS

-¡Muy bien, niños y niñas! ¡Avanzad todos juntos hacia la siguiente casilla, por favor! - os dice mientras estáis situados en la primera de las casillas. Todos avanzáis una casilla y, entonces, en el cielo aparece un recuadro. - ¡Veamos qué tenemos en esta casilla...!

LOS JUGADORES QUE SE DETENGAN EN ESTA CASILLA PIERDEN LA CARTERA A LA SALIDA DE CLASE Su deuda aumenta en 100.000 yenes por cabeza.

Tras esto, en el cielo se muestran algunos mensajes más...

LOL

QUÉ MARRÓN

Eso por sosos.                                              XDDDDDDDD

Eso tiene que doler...

-¡Pues nada! - dice Manabu-sensei, dando una palmada para llamar vuestra atención. - Qué, ¿seguís pensando que es buena idea avanzar de casilla en casilla? - os pregunta. - El tablero se compone de 60 casillas... ¿os habéis planteado cuánto podría costaros llegar hasta el final? - os pregunta de nuevo, divertido, antes de señalar de nuevo la cabaña. - En cualquier caso, ¡es momento de la segunda ronda!

Se me descompone la cara al ver que nuestra deuda aumenta 100.000 yenes más, me maldigo por dentro, tuve que haber supuesto que alguna cosa parecida podría ocurrir en las casillas, aún y así voy a intentar de nuevo no poner nada.

- Probemos a hacer lo mismo de nuevo, quizá no todas las casillas sean la misma - digo a mis compañeros -. Si todas las casillas van por el mismo lado tendremos que ceder ante las peticiones, yo no tengo inconveniente en airear mis secretos e ir a la tercera prueba - añado con el puño en alto con confianza

Esos bastardos quieren obligarnos a jugar bajo sus términos. Muy bien ya verán los bonitos rumores que les voy a poner.

Chicos vengan, tengo otra idea. 

Una vez mis amigos y yo estamos lo suficientemente cerca comparto mi plan en un susurro.

Nada nos obliga a ser sinceros, podemos usar rumores falsos y mórbidos para salir rápidamente de aquí.

Yo  voy a escribir sobre mi en la tarjeta pero nada de lo que escriba va a ser verdad. Si gustan hagan lo mismo o mantengan las tarjetas en blanco, es su decisión. Yo no puedo obligarlos a seguirme al infierno de la tercera prueba, de hecho prefiero que no lo hagan.

Yo quiero cargar ese peso por ustedes. 

Miirei inflo los cachetes de pura rabia, no importaba, tenia muchas ideas, y es muy buena mintiendo, se cargaría este juego de pura bronca. Ignoro totalmente los comentarios de los idiotas que los observaban, y miro el casillero, con una mirada asesina y decidida, se acercó a keniche, escucho atentamente el plan de este y solo asintió, tenia la mente ocupada, y una lista en su mente perfecta para cubrir los casilleros, una vez llegara su turno empezaría.

No irán en serio... Esto va a ser un infierno. Pensaba mientras hacía un esfuerzo por no mostrar su disgusto, mordiéndose el labio inferior después de que Manabu-sensei anunciase el resultado. ¿Vamos a tener que hacerlo de verdad? Cada vez me repugnan más..

Sayuri se mantuvo cruzada de brazos, intentando seguir mostrándose serena ante quienes quieran que mirasen allá arriba. Malditos bastardos. Pero enfadarse no servía de nada, tenían que hacer algo pronto. Y parecía que Kenichi tenía un plan.

- Pero... Kenichi... - comenzó a decir bajando la voz mirando preocupada a su amigo, si se ponía a escribir rumores sobre él y lograba llegar a la tercera prueba, Miirei estaría a salvo pero... ¿A qué precio? - Tienes razón, en parte. - continuó haciendo una pequeña pausa mientras inspiraba hondo, tomando su decisión. No podía seguir cruzada de brazos sin actuar.

- No creo que sea sensato que te enfrentes sólo a la tercera prueba. Intentaré avanzar también por estas estúpidas casillas hasta la meta. - dijo asintiendo con decisión, no quería seguir manteniéndose al margen. Se iban a enterar, con esa nueva resolución esperó hasta que llegara su turno nuevamente.

“Pese a lo que estás afirmando, Manabu-sensei, vosotros no estáis jugando limpio”, constató Aki fríamente. “Te recuerdo tus palabras: ‘en cada casilla hay algún tipo de instrucción que puede afectar a la partida. ¡Igual que en un juego de tablero normal y corriente!’ ¿Y en qué esto de ver aumentar la deuda de súbito es una instrucción normal y corriente como en un juego de tablero? No, estáis jugando sucio, contradiciéndoos a cada paso sólo para poder ofrecer un espectáculo a vuestros clientes. ¿Y luego de verdad esperáis que nos atendemos a vuestras normas que vosotros mismos no respetáis?” Sacudió la cabeza.

Se volvió hacia Kenichi. “Amigo, creo que es buena idea. Manabu-sensei intentará comprobar si el rumoro es falso o verdadero. Si se descubre que alguien ha mentido, este pasará en cabeza. Pero como todos queremos terminar pronto con esto, a mi no me importa si estoy en cabeza o no. Así que sí, yo también mentiré como un mentecato.”

Miró a cada uno en los ojos. “No olvidéis el propósito de esos sujetos perturbados. Quieren romper nuestra confianza, nuestra amistad. Desde luego, para que no haya desconfianza, os propongo que cada uno al salir de la cabaña diga lo que ha escrito – o lo que no ha escrito. Transparencia completa. Podemos hablar todo lo que queramos, como nuestro sensei”, casi escupió la palabra, “ya lo ha bien subrayado.”  

- Aki, no vamos a avanzar intentando esa estrategia con Manabu-sensei - le digo a Aki mirando a la cabaña -. Nuestro objetivo es reducir la deuda a cero y, como en cualquier otro juego, la deuda puede oscilar por cualquier razón, es su juego y son sus normas, nos pueden parecer más o menos justas, pero todos los deportes tienen reglas, algunas son justas y otras no, pero hay que aceptarlas. No creo que nos vaya a ayudar decir lo que hemos escrito al salir, como has visto, las tarjetas tenían justo lo que habíamos escrito ninguno nos hemos quejado. Es mi turno.

Me dirijo a la cabaña y entro, cierro la puerta, en menos de un minuto vuelvo a salir.

Muy bien voy yo. Ya verán como me las gasto. - digo ingresando a la cabina totalmente despreocupado.

Salgo al cabo de unos 30 segundos.

“Tu mismo, Kazuma. Sólo date cuenta de lo que estás diciendo: que ‘la deuda puede oscilar por cualquier razón’, cualquier razón aleatoria entonces, y que ‘es su juego y son sus normas’”, destacó las palabras. “Acaba de mostrarnos que añadirá toques y cambiará aspectos siempre que pueda fastidiarnos y que le vaya mejor. Si pretendes poder ganarle reduciendo tu deuda a cero… pues, mucha suerte te deseo.”

Y con esto Aki entró en la cabaña. Salió un minuto después diciendo: “He escrito que soy huérfano, que mis padres no son mis padres biológicos.”  

Y yo que iré a la luna en el 3041. - digo con una sonrisa de ccomplicidad.

Veamos que piensan los dioses de ese rumor. Quizá hasta me envíen de un salto a la última casilla. Jejeje.

Aki no puede que sonreír ante el comentario de Kenichi. “Por este rumor te enviarán hasta la misma luna.”