Partida Rol por web

La joven guió al grupo hacia aquella última sala, controlando que todo en las instalaciones estuviera en orden. Una vez entraron a la tercera planta permaneció a un lado de la puerta mientras estos pasaban, asomando la cabeza hacia afuera antes de que las puertas volvieran a cerrarse.

Fue entonces cuando sus músculos (si es que ésta los tuviera), parecieron relajarse, paseando con una serenidad renovada por la sala que enmarcaba con un amplio ventanal el mar de simulación. Un lugar donde nisiquiera la desconocida de blanco había estado, pero cuya imagen se había impreso de manera cotidiana y lejana en los ojos de los habitantes de Tron City. El peligro había pasado. Y aprovechando quizás la distracción del paisaje, la muchacha se retiró la capa que había cubierto su identidad desde que dió con los forasteros, mostrando una apariencia tan irreal como aquella ciudad, y también lo menos esperado: un semblante sereno e hipnótico, el cual reflejaba una fragilidad que casi la hacía parecer débil.

- Es real. Se conoce como "Mar de Simulación" - explicó a la chica, arreglándose su cabello albino con una mano - No tiene nada que ver con lo que es la ciudad - Con aire distraído, aquel programa comenzó a hacer leves estiramientos de muñeca, rotándolas mientras las sujetaba con la otra mano. Observó entonces al grupo con más detenimiento: Ahora le parecían incluso más extraños. Sus ropas, su estética general y esa ingenuidad con la que lo observaban todo... Aunque la visión de ella tampoco debía de resultar muy corriente. No parecía ni extremadamente fuerte ni tampoco peligrosa

- Podéis llamarme "Deux" - reveló, dirigiendo la vista a Buzz, quien formuló la pregunta en su momento. El blanquecino de sus ojos ahora había adquirido un levísimo color verduzco, el mismo que cubría sus labios. Se acercó al ventanal, controlando la calle desde las alturas. Cualquier precaución era poca en los suburbios de La Red - Un número y un alias. No puedo revelaros mi nombre hasta que no demostréis ser dignos de mi confianza - les explicó mirándoles a los ojos - Contestaré a vuestras preguntas cuando contestéis a las mías: Quiénes sois, cómo y por qué habéis venido a este lugar.

No era tonta. Quizás había arriesgado su existencia por compasión, pero no iba a jugársela de nuevo hasta no obtener lo que necesitaba: Información.

No es que se me halla ido la olla con los Alias, máster xDDD "Deux" (2) Es una cifra que utiliza Swan con quienes no pertenecen a su círculo (a excepción de Croupier, que es con quien trabaja). El 2 tiene forma de cisne (que es lo que viene a significar "Swan" en español). Es más bien una iconografía de su propio nombre.

Chuck aún mantenía agarrada la mano de Jenna hasta pasados un par de minutos en que habían entrado en la lujosa habitación. No fue sino cuando ella le miró con su adorable sonrisa en que él la soltó de repente, respondiendo con una sonrisa cargada de culpabilidad, y se alejó de ella.

El corazón le latía con fuerza, y no era debido a la carrera. Todo aquello era excitante y atemorizador. Un mundo nuevo, sin reglas ni leyes. Le recordaba a esas películas de su infancia, donde forajidos se enfrentaban unos a otros en ciudades devastadas por las guerras nucleares.

Tenía que hablar, tenía que demostrarse a sí mismo que era capaz de controlar la situación.

- Muy bien, bonita - dijo, dando un paso al frente y moviendo el brazo hacia sus compañeros - la señorita es Jenna, esos dos son Buzz y Bishop, y yo... soy Chuck. Venimos de...

Demonios, ¿de dónde podía decir que venían? Recordó las palabras de sus compañeros "de aventura" y les dio una oportunidad. Buzz había estado hábil al respecto.

- Venimos de fuera de la Red (Grid). No somos programas... no se si eso significa algo para tí. Estamos buscando a un...  a un amigo nuestro. Jensen.

Alzó las cejas, repitiendo la frase dentro de su cabeza, y dándose cuenta que no tenía ni pies ni cabeza.

Me incorporé tras esa larga y exitante carrera rumbo a lo que creía a partir de ese momento se convertiría en nuestra especie de cuartel general y admiré cada uno de sus detalles, esa cruda y perfecta arquitectura que rodeaba toda la ciudad, no solo sus exteriores, si no sus interiores de igual forma.

Me percaté del muy, pero muy peculiar paisaje que mostraba el ventanal, por que Jenna parecía tener en su pregunta la respuesta a aquella digna representación del potencial humano en la informática: el mar de la simulación era su nombre. Y es que parecía un holograma pero a la vez era muy real, tan real que hasta parecía que se podía tocar.

No alcancé a articular palabra alguna cuando Chuck, para variar, se adelantó e hizo una especia de presentación con Deux, ¿Deux? hasta los nombres en este lugar eran geniales...

Me acerqué hasta donde Chuck y me dirigí a Deux:

-Así es mi estimada señorita Deux, antes de cualquier cosa te quiero agradecer a nombre de todos ellos por que sin ni siquiera conocernos te has ofrecido a salvarnos el pellejo y eso es algo que de verdad vale mucho para mí... 

Estiré mi mano en señal de saludo y con una ligera sonrisa en mi boca y una mirada clavada en sus ojos mencioné lo siguiente:

-Mi nombre es Bishop, James Bishop, a tú servicio y no te asustes, así es como nos saludamos fuera del Grid (red)...

Si si, me ha encantado, me parece perfecto, muy bien currado.

Por cierto, no conoces a nadie que se llame Jensen.

Aquello era absolutamente fascinante. ¿Cuantas variables había que programar para simular el efecto impredecible de las olas del mar? Se trataba de un algoritmo digno de una mente maestra, no, de cientos de mentes maestras. Un religioso lo definiría como "la obra de Dios". Pero él no era muy religioso. Lo que si veía era un mundo dentro de otro mundo. Por eso se ralló un momento, pensando en que era posible un sistema de bucle infinito, donde un mundo contuviera otro mundo y viceversa.

-Esto da un giro a la teoría del multiverso de Hawking -pensó en voz alta.

Luego se giró para ver como Chuck volvía a tirarse el rollo de líder una vez más. Lo que decía, además de una obviedad, era una repetición de sus propias palabras en su primer encuentro con Deux. ¿Acaso no le había escuchado entonces? Típico de él.

Las palabras de la chica nívea le hicieron reflexionar. Necesitaba una prueba, una prueba auténtica. Por eso, buscó en su bolsillo y sacó un objeto que guardaba allí, un PDA, y se lo mostró. Luego hizo lo mismo con el MP3 y la blackberry.

-Esto son objetos del mundo exterior. Tu mundo, esta ciudad, está dentro de un ordenador, un aparato muy parecido a esto. Flynn ideó un método para que las personas de mi mundo pudiéramos acceder a este. Y uno de nuestros amigos, llamado Jensen, desapareció hace unos días. Las pistas nos llevaron hasta aquí. En nuestro mundo, somos informáticos, al menos la mayoría. Unos mantienen ordenadores como este, otros simplemente trabajan con ellos. Yo diseño mundos como este, por así decirlo. Investigo sobre lo que nosotros calificamos como "inteligencia artificial". Tu y los que habitais este mundo, seríais un ejemplo de ella. Flynn era como yo, un programador. Diseñaba programas, y ahora veo que era un genio haciéndolo. Yo diseño programas todos los días, es mi trabajo y mi pasión.

Miró a Jenna un momento, y luego a la "alias Deux".

-Somos amigos suyos, y esa es su novia. Hemos venido aquí por que no creíamos que estuviera muerto. No conocíamos este mundo, pero tu nos has ayudado a sobrevivir en él. Gracias.

Sonrió un momento.

-Y ahora, tu ayuda por la nuestra. Dime en que podemos ayudarte, y lo haremos lo mejor que podamos. Solo queremos encontrar de nuevo a nuestro amigo.

La miró a los ojos. No podía olvidar el contacto con su mano, aún enguantada. Sentía que algo especial comenzaba a atarle a ella. Algo incomprensible.

-Y yo solo quiero ayudarte a ti, como tu me has ayudado a mi.

Deux había optado por apoyar la espalda contra la pared, escuchando las explicaciones de cada uno con los brazos cruzados. En ningún momento dejó de mirar a los ojos de sus interlocutores mientras estos narraban los motivos que les habían llevado a aquel momento.

Chuck fue el primero en hablar, y también el más escueto, aunque no por ello le prestó menos atención. Una vez más volvía a mencionarse el nombre de "Jensen". Pero aquel aporte de información aún quedaba demasiado limitado como para que ella empezase a sacar conjeturas: Por el momento sólo jugaba con nombres y procedencias.

A éste le siguió Bishop, quien tampoco le ofreció ninguna información que pudiera servile, aunque sí mostró una bienvenida cortesía. Deux realizó una leve inclinación de cabeza hacia éste a modo de agradecimiento.

- De igual manera saludamos en mi ciudad, Bishop - respondió educadamente - Gracias.

Todo apuntaba a que Buzz sería el encargado de esclarecer las dudas de la joven albina, quien observó los objetos que le mostraba el informático, estudiándolos con creciente curiosidad: Aquello era la primera prueba física que tenía del mundo del que seguramente provenía el Creador, y la muchacha se acercó a éste para analizarlos de cerca. Incluso parpadeó un par de veces cuando éste le explicó que su mundo residía en un aparato muy similar a aquel, tan pequeño, tan frágil en apariencia... Ella conocía la leyenda de Flynn: Todos sabían que éste había hecho posible, tiempo atrás, todo aquello relacionado con su existencia. Lo que desconocía era que ese universo residía en un objeto tan insignificante como aquel: Todo lo que conocía, toda su existencia almacenada en un Blackberry: Si CLU lo supiera se echaría a llorar. Aquella idea, en principio tan disparatada, despertó en ella un atisbo de angustia. Así que decidió guardarse cierto escepticismo para sí misma.

Pero si hubo algo que también logró captar su atención fue que Buzz se había autodenominado "programador", al igual que Flynn. Éste no sólo estudiaba a sus semejantes, sino que también los diseñaba.

- Increíble... - Qué suerte había tenido. No sólo había sido una de las afortunadas en tomar contacto con individuos procedentes del exterior. Podía hacerse una idea de la información tan valiosa que podía sacar de aquello, y esto casi la hizo olvidarse del tema de "toda su existencia dentro de un Blackberry". Asombroso.

Escuchó el agradecimiento de Buzz, quien había despertado numerosas dudas en ella, y también desenmarañado otras muchas. Deux halló la veracidad en los ojos del "diseñador", y como respuesta ésta dibujó una leve sonrisa en los labios, devolviéndole el mismo gesto de agradecimiento que había mostrado con Bishop, quizás dedicándole más "ceremonia".

Cuando volvió a alzar la vista, la joven de blanco volvió a observarlo todo con una visión mejorada de la realidad. Su realidad. Vió innecesario que Jenna explicase lo que el resto acababan de hacer, pues tenía información suficiente para empezar a moverse:

- Gracias por la información - hizo una pausa de cortesía, acompañada de una ligera reverencia - Y bienvenidos a Tron City. Dadas las circunstancias he de deciros que, lamentablemente, carezco de cualquier información relacionada con "Jensen". De igual manera, es posible que cualquiera de los detalles que podáis ofrecerme sobre él os ayuden con la investigación. - explicó al grupo.

- Os informaré de lo que debéis hacer para sobrevivir durante vuestra estancia en la ciudad.

Le había sonreido. En ese momento hubiera usado ese banner de foro PHPBB que salía una foto de Borat en trikini alzando los pulgares con la leyenda "great sucess". O bien aquella del tipo del bigote con camiseta negra señalando a la cámara con el dedo y la leyenda "Epic win". Sin embargo, todavía mucho por hacer, por descubrir, por experimentar. Esperaba que en ese mundo, al contrario del que venía, pudiera ser "algo más de lo que tus ojos ven". Mierda, ya estaba filosofando con frases frikis.

La pregunta de "Deux" le hizo volverse hacia Jenna.

-¿Tienes una foto de Jensen? Quizá pueda ayudar.

Estaba asombrada, maravillada con aquello, era tan bonito, tan distinto a lo que es su mundo. Ella seguía mirando por la ventana cuando todos hablaban con aquella chica. No iba a decir nada que ellos no hubieran dicho, ellos entendían mejor aquello que ella, aún le parecía una especie de sueño, aunque tuviera la certeza de que aquello era realidad.

Bajó la vista cuando la chica habló de que no sabía nada de él, ¿y si no estaba allí? ¿Y si lo que había pasado era que se había largado lejos de ellos y no quisiera saber nada más? Estaba poniendo en peligro la vida de sus amigos, por cabezonería, por no darse cuenta de que si desapareció, es que eso era lo que quería.

Daba suaves golpecitos contra el cristal, pensando, cuando Buzz comentó lo de la foto. ¡Que tonta! Era más fácil que reconocieran a una persona por una foto, que por su nombre, y más con lo que había comentado la chica.

- Si si.. creo.. espera

Rebuscó en los bolsillo de sus pantalones, luego en la parte interior de su chaqueta, de la que sacó algo doblado. Cuando lo desdobló, era una foto de ellos dos juntos, la más reciente que tenía de él, en las últimas vacaciones que tuvieron en la casa de la playa.

Se acercó a la mujer extendiendole la foto.

- ¿Lo has visto..? ¿Te suena?

La miraba esperando que su respuesta fuera afirmativa, que le hubiera visto, que le sonara su cara. Era la última esperanza que le quedaba.

Deux escudriñó la fotografía, y al hacerlo emergieron en sus iris unas delgadas estelas de luz que giraron vertifinosamente alrededor de sus pupilas. Simulaban al puntero de un ordenador cuando éste cargaba los datos.

Al momento, parpadeó un par de veces haciendo cesar el movimiento, y levantó la vista hacia los ojos de la portadora:

- No tengo datos sobre él - confesó - Lo siento.

Y realmente lo sentía. Si ese muchacho se había perdido en aquel lugar, las posibilidades de éste de seguir con vida serían muy limitadas. Pero aunque la búsqueda de ese desconocido no tuviera absolutamente nada que ver con ella, siempre era desagradable no poder hacer nada por evitar la desgracia ajena.

Por otro lado, la sensación de pérdida y búsqueda parecieron abrir una vieja herida, y Deux desvió la vista hacia otro lado...

La conversación se ve interrumpida cuando el ascensor se accionó por si solo. Pasaron unos segundos hasta que una figura se materializó poco a poco a medida que el ascensor subía. Cuando llegó a su destino, el sujeto pasó al interior y se acercó al grupo, mirando a un lado y a otro.

El programa se quito la capucha de su traje, que era una especie de chaqueta con los circuitos azules cruzándole el pecho.

-Me envia un...amigo. Soy Cripto. Creo que tenemos una especie de trato ¿no es así?

Era un tipo no muy alto, de aspecto joven, cabello rubio y con tupé prácticamente, sus ojos eran claros antinaturales y su piel mucho menos pálida que los guardias anteriores.

Miró a Swan.

-Supongo que tu eres el "contacto" ¿no?

Se fijó en lo que sus ojos hacían, era algo asombroso.. pero no sabía definirlo, no sabía si eso que había visto era real, o imaginación.

Pero sus palabras cayeron como una jarra de agua fría sobre ella. Tenía esa esperanza, y nuevamente se desvaneció.

Intentó sonreir, pero no le salía, bajó la mirada y volvió a mirar la foto.

- Bueno.. gracias de todas formas.. por todo

Se dió media vuelta separándose del grupo y tomando asiento en uno de los sofás. Se fijó en el nuevo hombre que entró y habló con la chica, ella volvió a bajar la mirada y suspiró, se guardó la foto en el mismo bolsillo donde la tenía guardad.

 Pude notar como el gesto que por un momento parecía de felicidad se desvaneció por completo en la tristeza. Y no era para menos, sentía que ya habíamos llegado algo lejos pero aún así no era suficiente para dar con Jensen y parecía que la que más afectada estaba era Jenna.

Ví como se alejó del grupo para sentarse sobre un sillón y caminé hasta donde ella para sentarme a su lado:

-No te preocupes Jenna, daremos con él, de alguna u otra forma daremos con él, Jensen es un tipo listo y sabrá cuidarse...

Acto seguido traté de abrazarle para demostrar que no estaba sola, que en esa sala habíamos más tipos en búsqueda de un fin común:

-Tranquila...

Entró aquel tipo, me parecía bastante conocido, como de alguna película... pero qué diablos, esto era real y él no era del mundo exterior.

Con cierta extrañeza escuché sus palabras y algo me decía que la verdadera acción estaba por comenzar...

- Bueeeno... - suspiró Chuck por lo bajo.

Parecía que sobraba en todo aquello. El aire estaba cargado de emociones, de palabras técnicas y de multiversos. Vio en "Deux" y en Jenna el gesto típico de alguien que ha perdido todo su mundo. A Bishop y Buzz alucinando con todo aquello, como si fueran chiquillos en un gigantesco parque de atracciones. Y luego el recién llegado, ¿en ese mundo todos andaban tan rectos? Era como si se hubiera tragado una escoba, maldita sea.

Pensó en echarle un vistazo a ese "mar de la simulación" que había descrito antes la chiquilla de blanco. Esa visión le tranquilizó, era terriblemente relajante. Entonces fue cuando cayó en la cuenta de algo.

No tenía hambre. No tenía sed.

- Oye... Buzz. Échame un cable con todo esto, a ver... Entonces, ¿somos programas, datos, no? Si Jensen acabó aquí, supongo que estaría en las mismas condiciones que nosotros...

Se rascó la cabeza, buscando las palabras adecuadas.

- Cuando busco el porn... las PELÍCULAS en mi ordenador, uso el Buscador...  - miró a Deux - ¿No hay algó así aquí? ¿Alguien que encuentre... gente?

Vió a Bishop sentarse a su lado para consolarla y sonrió de la misma forma, con desgana mientras miraba al frente, a ningún sitio en concreto. Estaba siendo muy dulce con ella, todos se portaban bien con ella, estaban alli porque ellas les llamó y ninguno dudó en acudir, por unas razones u otras.

Le abrazó y se quedó un buen rato asi, lo necesitaba.

- Siento todo esto Bishop.. gracias

Solo acertó a decir eso mientras miraba al frente. Se sentía una inútil, ella era la que menos idea de todo tenía, la débil. Estaba todo el rato lamentandose, llorando por los rincones que él hubiera desaparecido. Estaba cansada de estar pasandolo mal, tenía que empezar a asumir que quizás no le encontraran, que tuvieran que irse de allí sin él.

Se incorporó y miró a Bishop sonriendo dulce y volvió la mirada hacia el resto. Todo había cambiado, ahora tocaba que ella tambien lo hiciera.

El tipo había llegado. Debía ser el hombre al que había llamado por "teléfono" Swan, o un delegado. Se suponía que tendría que entregarles la ropa y los discos, pero parecía que iba a exigir algún tipo de pago por ellos. O eso suponía. Como siempre, Chuck rompió el momento con una de sus preguntas, y él carraspeó, apartándose de Swan y el recién llegado, y lo llevó a un aparte.

-No se si somos programas o nos hemos "metido" aquí. Si somos programas seríamos copias de nosotros mismos, y nuestros cuerpos quedarían fuera, desmayados o algo así. Eso sería jodidamente preocupante. Creo que una persona no puede sobrevivir más de 48 horas sin beber, o eso decía Bear Grylls.

Miró hacia Swan, pensativo.

-Dejemos que arregle lo de los discos primero, y luego le preguntaré. Tengo la impresión de que Jensen no habrá tenido tanta suerte al llegar. Le habrán conducido a donde lleven a lo que ellos consideran como "programas sin disco".

Por la cabeza de Jenna pasaron todos esos momentos con Jensen: Aquella vez que se fueron de vacaciones a la casa de la playa de un amigo, los baños en la playa casi desierta, los paseos por las avenidas, por los puestos, la forma que Jensen eludía hablar del tema del matrimonio y que luego la recompensaba de tal forma que la hacía sonreir y olvidarse del malestar.

Todos esos momentos que posiblemente no se iban a volver a repetir nunca, más si estaba perdido en aquel mundo extraño y peligroso...si es que estaba ahi, hasta ahora no había nada que le hiciera pensar con seguridad que estaba allí.