Partida Rol por web

Turno 509

Esta etapa del viaje paso sin ningun problema, lo que Valdir agredecio profundamente, asi que cuando pararon a descansar Valdir no bajo sus pertenencias de su montura, a excepcion de las armas, por si acaso tenia que salir rapidamente.

Valdir escucho como Gallindum le llamaba y se acerco donde él, por lo visto al final si habia que partir, asi que escucho atentamente las palabras del lider, la verdad es que lo tenia muy bien planeado y no tenia nada mas que añadir asi que solo dijo; Se hara como dices y los mas rapidamente que mi caballo pueda ir, vosotros tambien ir con cuidado maese Gallindum, y espero no volver demasiado tarde con la hierbas; dicho esto se dirigio hacia Dorhand y Marga, uno para hablar de las hierbas y a otro del dinero para el baul.

RESOLUCION TURNO 509

La mañana trancurrio en silencio, apenas hablaron durante el viaje dado que el ritmo impuesto era alto y la mayoria se concentraba en ir dosificando sus fuerzas. Seguian las estribaciones de los montes que los acompañaban. No seguían ruta alguna, si no que atravesaban las amplias praderas sin alejarse de las faldas de las montañas. Avanzaban como buenamente podian, a pie no era dificil, pero el carro, en ocasiones se veia forzado a vadear pequeños riacuelos. Para ello todos debian empujar con fuerza para salvar el pequeño hoyo que el agua oradaba en la tierra y que con simple salto todos pasaban sin problemas, el carro necesitaba de la ayuda de todos. La hierba corta a menudo escondia socavones, madrigueras, o simples regatos. Las ruedas de carro sufrian ante tal variedad de obstáculos, mientras las piernas de los aventureros trastabillaban con los agujeros. Todo eso habia quedado atrás, ya estaban comiendo y se habian asegurado de que estaban seguros en el lugar en que pararon.

Marga aprovecho casi todo el rato para preparar la raiz de arlan que Ilidan le habia dado. En un cuenco la trituro y la hizo casi una pasta que mezclada con algo de agua para aligerarla se la daria directamente a Briniel para que la tragase. Sabia a rayos, como denotaba su fuerte olor a humedad, pero al menos ganarian algo de tiempo, no demasiado, pero si quizas suficiente para llegar a Burh Ailgra. La señora estubo desierta el mismo tiempo que tardo en tragar aquel preparado. Sus gestos eran como los del niño pequeño que no quiere comerse el pure que su madre le ha preparado, pero en el fondo sabia que tenia que hacerlo. Agranil estaba algo mejor, apenado, si pero su salud parecia haber mejorado, y su pierna se encontraba prácticamente restablecida. Sin embargo no abandonaria el carromato, seguiria junto a su mujer. Ambos, acompañados de Coralak y Marga, no bajaron del carro, aunque si que se incorporaron, e incluso saludaron a todos, al menso hasta que Briniel cayo derrotada de nuevo, vencida por el sueño, ni siquiera probo bocado. Agradecio las intecion de Groal, pero no se podia hacer nada mas por la mujer, Marga toco el hombro del beornida en señal de agradecimiento.

Gallindum sopeso la idea de mandar a Valdir, como ya habia pensado, al galope hasta Ailgra. Realmente no pretendia hacerlo hasta que estubiese a un dia o dos de la ciudad, pero dadas las circustancias opto por adelantar su viaje. Miraron el mapa duerante un rato, con el ritmo que habian llevado hasta ahora, les quedaban algo mas de seis dias de viaje, pero aumentando el ritmo, como habian hecho esa mañana, tal vez fueran cinco. Valdir, estaba con ellos, y calculo que el podria hacerlo en dos o tres dias. Les restaban ciento sesenta kilómetros para llegar a Burh Ailgra, de modo que un jinete experimentado, a galope tendido podria llegar en tres o cuatro horas a lo sumo, pero eso era imposible, el caballo moriria extenuado tan solo si aguantase una hora de galopada, no eran los fantasticos mearas de los cuentos lejanos. Al trote, sin embargo le llevaria once o doce horas. Pero tendria que dejar descansar al equino, sin duda, el animal no aguantaria el viaje de no ser asi. Valdir, experimentado jinete, conocedor de los caballos, determino que alternaria el galope con el trote, descansando veinte minutos cada dos horas, de ese modo saliendo de inmediato, llegaria a Ailgra la mañana del tercer dia, teniendo que hacer noche en dos ocasiones recorriendo unos ochenta kilómetros diarios mas o menos. Tal vez, de haber salido esa misma mañana hubiera podido llegar antes del anochecer del segundo dia, viendos obligado a acampar en una sola ocasión. Pero no era momento de pensar en esas cosas, habia que decidirse.

Dejaron el mapa de lado. Y Valdir se preparo para partir de inmediato, Ya habian comido todos, Marga le dijo a Valdir muy despacio las hierbas que podrian valerle. Echaba de menos su tintero y sus papeles para dejarle una lista mas extensa, y por tanto mas opciones. Seguidamente Egorant se acerco al rohir, y le entrego una pequeña bolsa de cuero con veinte monedas de plata dentro. Valdir cogio algo de las provisones, casi todo embutidos, fruta, pan y queso. Tras despedirse y concretar la manera de no cruzarse en su camino de vuelta, Valdir subio a su caballo y se alejo a galope tendido. Su rapido caballo parecia volar mientras pegotes de barro y hierba se levantaban volando alla donde los cascos tocaban el suelo.

El resto, algo aturdidos por la belleza de la imagen del caballo alejandose comenzaron su viaje. Costo un poco al principio, los pies resquemaban como quejandose del breve descanso que les habian dado, pero enseguida volvieron a coger ritmo.

RESOLUCION TURNO 509
Grupo
 

Caminaron y caminaron y caminaron, nuevamente esquivando hondonadas, depresiones y agujeros. La marcha era lenta, para lo que hubieran deseado, pero realmente iban rapidos y avanzaban bastante prestos. La tarde fue cayendo y por tanto el sol se fue hundiendo en el horizonte. Aun apuraron las ultimas luces, hasta que ya se hizo muy dificil continuar y pararon en el primer sitio que pudieron. Tal vez podrian haber escogido un sitio mejor, pero primaba recorrer la maxima distancia. Cuando decidieron parar, lo hicieron en un alto, desde el que se podria ver, de haber luz, bastante bien las tierras de alrededor, eso significaba que tal vez pudieran ser vistos si, como temian a juzgar por el estado de alerta con el que viajaban, estubiesen siendo vigilados. Aun asi, no podian arriesgarse a buscar en plena oscuridad un lugar mejor.

RESOLUCION TURNO 509
Valdir

Valdir galopó durante casi media hora, para después continuar al trote. Eso era lo que a el le gustaba, la velocidad, el impetu de su caballo, el sentimiento de libertad, y no ir al paso junto a hombres a pie. Cuando el caballo ya no pudo mas se detubieron un poco antes de la puesta del sol. El rohir se encamino hacia las rocas de la ladera, en busca de un buen lugar donde acapar. Encontro un grupo de rocas que le ofrecían un sitio perfecto para dejar al caballo pastar y descansar y en el que encender una pobre hogera con la que calentarse, si encontraba la leña necesaria y era capaz de hacer fuego. Alli, rodeado de rocas grandes no seria facil descubrirle, al contrari que viajando con un grupo tan numeroso.

Turno 510

Ilidan vio como de forma majestuosa Valdir se alejaba con presteza hacia Buhr Ailgra sobre su magnífico corcel en búsqueda de las medicinas que necesitaba Marga para salvar de la muerte a Briniel, poco antes de que ellos también prosiguieran la marcha a buen paso, tras un rápido descanso.

En cuanto retomaron el ritmo de por la mañana, incluso no tuvieron problemas de aumentarlo un poco, alargando la jornada hasta que la noche se les echo encima. Decidieron acampar en un alto, mientras el resto levantaba el campamento, y Gallindum, además, tendría que decidir si valía más la pena encender la hoguera o no; el edain iría a revisar los alrededores.

-Gelion, ¿vienes?- Le propuso. El numenoreano, al cual le empezaba a hacer mella ya el cansancio, tras llevar unos pocos minutos parado, y por lo tanto no se veía bien capacitado para inspeccionar los alrededores solo, como había echo por lo mañana.

Turno 510

Dado a que se encontraban en un alto, esta vez Ilidan no tuvo que alejarse demasiado del campamento para revisar los alrededores en búsqueda de peligros.

El numenoreano dio una vuelta al perímetro del campamento sin perder de vista la llanura que se extendía a un lado, y las montañas que se elevaban al otro. Rompiendo sólo esta rutina, acercándose allí, cuando vislumbraba una formación, de rocas o un cúmulo de matorrales lo suficientemente cerca como para que alguien los acechará en ese mismo momento, o más tarde fuera el punto de partida de un ataque.

Aunque solo era una inspección de rutina, y por lo tanto, el numenoreano, no esperaba encontrar ningún peligro, este dio la vuelta de reconocimiento con el escudo fuertemente asido y la espada desenvainada, y con su arco y respectivos proyectiles a su espalda.

Turno 510

Oin se queda pensativo al ver partir al jinete y perderse en la lejanía. La verdad es que en el fondo, envidia a los humanos por montar a esas bestias pero desde luego, lo que es él, no va a subirse en un bicho de esos.

"Buena suerte, muchacho" piensa para sí.

Suspira y se vuelve hacia el grupo para empezar a montar el campamento. La verdad es que a pesar de la caminata se siente bien aunque cansado. 

Se acerca a Gallindum a preguntar sin perder de vista al herrero.

- El reconocimiento... ¿a quién toca? - pregunta mientras flexiona los músculos de la espalda un poco rígidos de cargar con el escudo.

Turno 510

Draupner aunque no estaba en la pequeña reunión que mantuvieron Gallidum, Dorhand y Valdir, sin embargo si estuvo lo suficientemente cerca como para escucharla de modo que cuando estos acabaron y antes de que el rohirrim partiera se acercó a ellos y dijo - El círculo de piedras no estará cerrado del todo, la parte abierta indicará la dirección que hemos tomado. Si encuentras algún peligro y tienes que desviar el camino haz lo propio y con eso estaremos advertidos. Que tengas buen viaje. -

Turno 510

Valdir partió rápidamente. Gelion se preguntaba si dados sus problemas con los caballos podría alguna vez galopar de aquel modo.

Ilidan le llamó para hacer la inspección. Se le notaba cansado. Extrañamente el erudito se sentía bastante reposado en aquel momento, de modo que se levantó y acompañó al montaraz.

Turno 510 (II)

El erudito miraba las cosas con curiosidad como hacía con todo en la vida. A su lado el montaraz, más acostumbrado a aquella forma de vida que el bosquimano, guiaba la marcha.
Extrañamente al origen de su raza, oriunda de los grandes bosques de la Tierra Media, el bosquimano había vivido la mayor parte de su vida en la ciudad de Minas Tirith por lo que en aquel lugar, aunque a gusto, no terminaba de sentirse cómodo. Se encontraba dividido entre sus raices en el bosque y su vida en la ciudad. Miró al cielo para buscar a Siempreviva pero no la descubrió. El ave debía reposar en la rama de algún árbol, harta de volar detrás de aquel montón de "dospatas" que acompañaban a su amigo.

La vuelta de reconocimiento transcurrió tranquila. Buscaron rastros y posibles amenazas y el bosquimano aprendió bastante de las buenas artes del montaraz. Al ver la actitud del mismo, espada desenvainada y escudo embrazado no pudo evitar preocuparse y sujetaba la varita de sauce en su mano derecha.

Turno 510

La situación era tan crítica que Valdir había partido incluso antes de lo que el propio Gallidum había previsto, pero concretada la ruta era cierto que no tenía sentido demorar su partida.

Desde que reanudaron la marcha tras Valdir, el viaje volvió a su cauce. Caminaban prácticamente en silencio, como lo hacen los ejércitos, salvo algún ocasional comentario por lo bajo, siendo el giro del eje del carro el que marcaba la cadencia de su caminar. Draupner siguió atento al horizonte en busca de alguna señal de humo.

La situación no se prestaba a elegir sitio donde hacer noche, así que cuando finalmente llegó la hora de parar, lo único que hicieron fue montar el campamento. Como medida de precaución, para reducir las posibilidades de ser vistos ya que estaban en lo alto de una loma y para que Brienel disfrutara de una mejor temperatura, trató de improvisar, ayudado del carro, una especie de cuadrilatero, cubriendo de ese modo el fuego por los lados para reducir las por un lado las posibilidades de que que pudieran verlos y por otro para acumular ahí dentro una mayor cantidad de calor que seguramente ayudarían a que el estado de la mujer no empeorara a causa del frío de la noche. 

Turno 510

Elendur vio como Valdir tomaba el camino con su veloz caballo, dejando una estela de polvo tras el. El montaraz en susurros adunáicos le deseo suerte al rohir.

seguidamente ellos comenzaron la marcha forzada, tenían un largo camino por delante y todo lo que adelantasen, seria camino que Valdir se ahorraría para traer las hierbas de Marga. En un par de ocasiones Elendur se intereso por el estado de Briniel, y vio que no había mejorado, por lo que sus fuerzas se renovaban para continuar la marcha.

una vez anocheció encontraron un sitio propicio para descansar y Elendur de bajo del caballo y lo ató a un árbol cercano. Con el fin de desplegar de nuevo el campamento. Estaba fuerte como un roble, no se había cansado a penas, y podría seguir cabalgando si fuera necesario.

Gallindum - Turno 510

Gallindum observó como el rohir partía a galope mientras rogaba a los Valar que guardasen al hombre de los peligros del camino. Su misión ahora era más importante que nunca, ya que la vida de Briniel dependía de Valdir fuese y viniese sano y salvo y rápidamente.

Emprendieron la marcha, con la idea de aumentar el ritmo y cubrir la mayor distancia posible antes de acampar para dormir, Gallindum caminaba en silencio junto a Draupner en la retaguardia, en permanente estado de alerta. Cuando era necesario ayudar para que el carro salvase algun obstaculo en seguida corrían a echar una mano, aunque sin bajar la guardia. Fue en una de esas cuando Gallindum sufrió un percance que le haría recordar aquella tarde durante mucho tiempo. Estaban empujando el carro para que pasase sobre la oquedad que formaba un pequeño arroyo cuando, con una increible mala fortuna, el enano metió el pie entre dos pedruscos justo cuando empujaba el carro desde atras, doblandose el tobillo lo que le provocó un agudo dolor en la articulación del pie. El enano apretó los dientes y no dijo nada, no quería que se detuviesen para que Marga le echase un vistazo ni nada parecido, no iba a ser él el que retrasase la marcha. O al menos, eso creía.

Continuó caminando y manteniendo el ritmo mientras pensaba que no había sido nada y que tras un rato de camino el dolor se esfumaría. Craso error. El dolor fue a más y lo que era una contusión sin importancia se convirtió en un infierno para Gallindum. Cada paso le costaba más y más y al cabo de unos pocos kilometros empezó a renquear, aunque con sobreesfuerzo conseguía aguantar el ritmo. Finalmente llegó el momento en que no pudo dar un paso más y, muy avergonzado, se vió obligado a dar el alto. Encima, no era el lugar más indicado, en lo alto de una loma desde la que podrían verlos fácilmente si les estaban siguiendo la pista.

Esto puso de muy malhumor al enano, estaba enfadado pero consigo mismo. Aunque cualquiera hubiese dicho que estaba enfadado con el mundo. Contestó parcamente a los que se dirigieron a él.- Hoy la vuelta de reconocimiento iba a cargo de Valdir e Ilidan, que Arlan acompañe al numenorean en lugar de Valdir.- y - No, no encendais ningun fuego a menos que Marga diga que es esencial para la salud de Briniel. Preguntad a la sanadora. Hoy descansa Arlan de hacer guardias, mañana veremos como nos organizamos en ausencia de Valdir.

Cénó rápidamente y en silencio, mirando hacia el suelo y muy consciente de que había retrasado la marcha de forma alarmante. Y enseguida se fue a dormir, pidiendole a Elendur que le avisase cuando les tocase hacer guardia. "Por la barba de Durin que vergüenza.... ahora solo falta que me quede dormido en la guardia... ¡picando carbón! ahí debería estar" fue su último pensamiento antes de acostarse.

Turno 510

Bolgo despidió al rohirrim con la mano mientras lo veia alejarse con un aire de admiración en la mirada. En aquel momento contempló bien al caballero que los abandonaba.

Ya verás cuando cuente en Combe que he conocido a un caballero de Rohan, pensó con la sensación de que no lo volvería a ver. Que te vaya bien, Valdir.

El viaje de aquella jornada había sido especialmente agotador debido al intenso ritmo con el que lo habían emprendido, de modo que la parada supuso un alivio para todos a pesar de que la situación de la enferma no había cambiado.

Bolgo le daba vueltas a qué haría aquella noche para cenar cuando Gallindum indicó que no harían un fuego. El mediano miró alrededor y enseguida se dio cuenta de a qué se debía. En aquel alto, de noche, una hoguera sería vista desde mucha distancia, y si alguien los acechaba, sería una estupidez.

Menos mal que estas cosa no dependen de tí, estúpido hobbit, se dijo sonriendo y meneando la cabeza con sorna.

Turno 510

Ahora Valdir estaba mas que feliz, cabalgando a toda velocidad y a su propio ritmo, pero por mucho que le gustara el caballo tendria que descansar, asi despues de un buen rato y con el caballo y él mismo un poco cansado, busco un lugar para descansar, y al final encontro un buen lugar para ello.

Una vez descansando y sin apartarle la vista a su caballo, se quedo pensando en el tiempo que hacia que no viajaba solo y con esta tranquilidad, Al final parace que voy a echar de menos el viajer en grupo, se dijo asi mismo con una sonrisa en la cara, pero bueno si todo iba bien no tardaria mucho en encontrarse de nuevo con todos.

RESOLUCION TURNO 510

El rohirrim salio disparado, dejando atrás a sus compañeros rapidamente. Cabalgo solo, con el viento golpeandole la cara y las manos. Era un viento frio que a esa velocidad se volvia gelido por momentos. Avanzo por terreno llano, esquivando agujeros y obstaculos. Durante casi media hora monto a galope tendido, para despues ir al trote durante hora y media seguida. Despues, al paso, dejo recobrar el aliento a su montura para despues volver a galopar. No habia dejado descansar del todo al equino, que no pudo mas que bajar el ritmo paulatinamente, Valdir estaba forzando al caballo y se estaba dando cuenta de ello, mas le valia avanzar al trote durante un buen rato. Esto lo retraso un poco, pero enseguida cogio el ritmo del animal y pudo avanzar con mas cabeza y por tanto optimizar la fuerza del animal. El jinete paso la cabalgada mucho mejor que el animal, aunque notaba el cansancio bien podria haber seguido un rato mas. No obstante cuando las luces comenzaban a apagarse en el horizonte, busco un buen sitio para descansar.

Valdir no encendio fuego alguno, pese a que el lugar elegido para el descanso hubiera escondido el brillo de las llamas. Tampoco inspeciono el lugar, aunque no fue necesario. Paso algo de frio, bastante se podria decir, debebido a las corrientes que de cuando en cuando se creaban entre las rocas. Acurrucado en su manta, mal durmiendo por el frio paso toda la noche. La mañana siguiente un buen susto se llevo el rohir, pues al despertar no vio su caballo. Raoidamente y alertado salio de las rocas buscando su corcel. Al poco tiempo lo encontro pastando entre otro grupo de altas rocas, habia tenido suerte, el caballo bien podia haberse alejado mucho, despistado mientras pastaba o quizas asustado por algun reptil o serpiente. Eso hubiera sido el fin de la carrera de Valdir. Esa noche habia tenido suerte.

Coloco la silla de montar y todos sus enseres en la grupa del caballo y tras desayunar ligeramente emprendio de nuevo el viaje.

Cabalgo y cabalgo hasta que el sol en lo alto y su propio estomago le alertaron de que el medio dia habia pasado, y por tanto debian comer algo. El caballo ademas necesitaba descansar, aunque esta vez el jinete habia dosificado las fuerzas de este.

RESOLUCION TURNO 510

El viaje fue mas pesado de lo normal. Tras la partida de Valdir, todos entusiasmados comenzaron el viaje. La primera parte del trayecto discurrio como hasta ahora, esquivando baches y sorteando riachuelos que bajaban de las rocas. La hierba alta escondia inumerables socabones. Ilidan comenzaba a notar el cansancio, habia trastabillado un par de veces y la pierna le recordaba lo reciente de su herida. Bolgo, con sus cortas piernas se estaba portando muy bien, pero poco a poco iba notando como la alta cadencia de sus pasos, en comparacion con el resto, hacia que sus pies le dolieran sobremantera. Iban retrasando el avance, pero el que mas lo hacia sin duda era Gallindum. El enano, ayudando a empujar el carro, se habia torcido el tobillo, no era grave. No estaba roto ni presentaba herida alguna, pero le dolia horrores. Tanto que finalmente tubieron que parar antes. A veces las prisas no eran buenas.
En el campamento Ildan y Gelion fueron a hacer el reconocimiento, entonces fue cuando Gallindum se dio cuenta de que no todos habian comprendido sus ordenes al respecto de los turnos. Cuando menciono que Arlan era el que tenia que hacer el reconocimiento, el mago e Ilidan y ase habian marchado.
Volvieron pronto, no habia nada especial salvo las tipicas huellas que los acompañaba durante todo el camino. Realmente los marlingos tenian razon vuando dijeron que era muy poco transitado.
Marga no necesitaba el fuego para preparar nada, por lo que dejo en manos de Gallindum preparar o no uno. No  encendieron fuego alguno, el lugar en el que habian parado hubiera sido visible desde muy lejos de haber llama. Aunque Draupner comenzo a preparar una especie de parapeto no sabian si habria servido de algo. Pasaron algo de frio, bastante se podria decir, debebido a las corrientes que de cuando en cuando se elevaban desde las zonas mas bajas, estaban bastatnte al descubierto. Acurrucados en sus mantas, mal durmiendo por el frio, pasaron toda la noche.
Por la mañana arrecidos y con el firo en los huesos todos se desperezaron frotandose rapidamente el cuerpo para entrar en calor. Un desayuno rapido, consiestente en queso fuerte y vino, mucho vino, hizo que cogiesen temperatura corporal, o al menos era la sensacion que tenian.
Briniel habia pasado bien la noche, y los esgarothianos se quejaban de frio entre estornudos, no estaban hechos para esas visitudes.
Comenzaron el camino de nuevo, ya con todos descansados. El tobillo de Gallindu parecia estar bien, asi como los pies de Bolgo y la pierna de Ilidan. El ritmo que se habian impuesto era agresivo, sin duda, y lo peor es que les esperaban varios dias mas asi.
Caminaron durante toda la mañana mientras veian como el sol se elevaba poco a poco. El camino… bueno, mas de lo mismo, y parecia que fuese a ser siempre asi. La amplisima planicie de Rhovanion parecia un oceano verde bajo el sol. Solo las montañas, a su izquierda ropian con el monotono color. Llegado el medio dia, cuando el sol estaba ya alto, decidieron parar.

Turno 510

La guardia de aquella noche fue dura, no solo por el frío reinante a pesar de su improvisado parapeto, sino por el cansancio que se iba acumulando. Eso unido a su preocupación por la falta de avistamiento de las columnas de humo que vieron le hicieron en general pasar una mala noche.

Trascurrida la noche sin incidencias y tras prestar oído a las novedades sobre el estado de la humana, dieron inicio a una nueva jornada de marcha. Poco a poco la mala noche le fue pasando factura y si bien no lo suficiente para ralentizar al grupo de más sí lo justo para agradecer la parada del medio día como agua de mayo.

Turno 510

El mediano empezaba a acusar el cansancio acumulado del viaje. En Combe gustaba de presumir de su fuerte constitución y de su inexpugnable resistencia a las grandes caminatas, sin embargo, aquello quedaba muy lejos de los largos paseos con los que se medía a sus semejantes. De hecho, dudaba que algún día, un hobbit hubiera dejado atrás tanta distancia como la que ya había recorrido el propio Bolgo.

Por si fuera poco, y el dolor de sus pies no fuera suficiente, un malestar general se había apoderado de su cuerpo. Empezó con una ligera presencia de la mucosidad en sus fosas nasales pero enseguida se convirtió en dolor de cabeza y constantes estornudos que agitaban todo su cuerpo e irritaban su garganta.

En varios momentos se repitió que no podía suponer una carga para el grupo, no obstante, repetírselo no lo convertía en realidad, y pronto se dio cuenta de que sus piernas no avanzaban tan rápido como las de sus compañeros ni tan rápido como él pretendía.

Agotado física y mentalmente, Bolgo se tumbó en el suelo frotándose su enrojecida nariz, respirando por la boca y deseando no avanzar un metro más en todo lo que quedaba de día.

turno 510

Elendur estaba muy cansado, y cuando le llegó el turno de dormir al instante se desvaneció, con tan mala suerte que su manta no estaba bien sujeta y en una vuelta se destapó, durmiendo toda la noche con frio y humedad en los huesos.

A la mañana siguiente un sin fin de estornudos y mucosidad le incomodaba incluso al hablar, al poco un leve dolor de garganta todo eso mella de la noche tan fria. Eso hizo que toda la mañana estuviera muy cansado, por suerte iba sobre el caballo, pero aún asi le costaba dirigir bien la montura con sus constantes estornudos.

Asi pues se dirigió a Marga y le dijo

-Marga amiga no tendrás algo para mi, me duele la garganta y estos estornudos  no me dejan ni respirar.