Partida Rol por web

Turno 614

- Oin, pensaba que ya dejaste de creer en cuentos de niños. - le recrimino. Seguro que todo tiene una explicación más sencilla.

- Esperemos que Draupner y Bolgo nos hagan llegar noticias pronto.

Turno 614

No pienso abandonar a Ilidan, igual que hicimos con Elendur. Escondiéndonos como cobardes. Y si crees que un bosquimano no sabe seguir rastros es que un yunque te ha golpeado la cabeza. Aquello era cierto, Gelion sabía seguir los rastros, pero tenía nociones básicas, no las grandes capacidades que desarrollaban los montaraces a lo largo de toda su vida. Oin supersticioso como siempre, se encogía de miedo. Yo digo que vayamos, y si vemos enemigos normales les puedes dar con el hacha, pero si son espíritus... yo me encargo. Gelion mostraba fiera determinación. Las muertes de sus compañeros estaban demasiado recientes.

Turno 614

- ¿Y qué vas a hacer Gelion? - le pregunto. ¿Vas a dejar a la dama sola? Pues aventurarnos con ella al interior del Bosque es cuando menos poco recomendable.

- No estoy diciendo de dejar a Ilidan solo. Ya han ido Draupner y Bolgo tras ellos. Además está junto a Arlan.

Luego me giro hacia Oin.

- Вы уверены было ilidan боль?

- подготовлен в соответствии с теми же искренность всегда. Вы думаете, что мы должны идти после И draupner bolgo или мы надеемся, что их новости? arlan не выдавала никаких обоснованных и именно это беспокоит меня больше всего.

Tradución:

- ¿Estás seguro de que era Ilidan el del grito?

- Responde con la misma sinceridad de siempre. ¿Crees que debemos ir tras Draupner y Bolgo o esperamos sus noticias? Arlan no ha emitido sonido alguno y eso es lo que más me preocupa.

Oin asiente con la cabeza y con fuerza a las palabras de Gallindum

- Illidan era... seguro estoy...

A la segunda pregunta de Gallindum le mira con los ojos muy abiertos por el miedo.

- взгляд, это лесов является... лишь в умах людей будет уничтожать их без шума, а это отличается от агонии. Я убежден, что drapuner и в средних ..., но ... - traga saliva con el miedo bailando en sus ojos - не идут в том, что лесные нечистая сила ...

Se siente un poco avergonzado. Ante enemigo mortal no tiene ningún miedo... pero los espíritus del bosque, elfos malditos, son demasiado para él.

- Lo siento... no puedo ir... - se retira muy azorado.

- Mira, ese bosque está embrujado... sólo los espíritus acabarían con ellos sin un ruido y con ese grito de agonía. Confío en Drapuner y el mediano... Pero... - traga saliva con el miedo bailando en sus ojos - No entraré en ese bosque embrujado...

Turno 614

De la nada salio un segundo enano, al principio ni Freagulf ni Temudyin se dieron cuenta, pero una voz se alzo junto a la carrera del naugrim.

- POR DURIN!!! - un grito de guerra que nuevamente desequilibraba la balanza, o no, pues el encapuchado estaba malherido.

TURNO 614(ASALTO 5):

Que precioso es el color de la sangre cuando esta pertenece al enemigo. De color vivo y brillante al salir despedida de la herida de un oponente, lanza destellos carmesí en su camino sin retorno hacía un destino que la vuelve granate en primera estancia, un granate que se apaga y, finalmente, en su última agonía, se ennegrece, reseca y muere.

Muere como el propietario de la misma, en este caso un enigmático encapuchado que de haberlo sabido, seguramente, no se hubiese arriesgado a atacar un campamento de desconocidos. Pero ahora era tarde: esclavos de las acciones como somos, también somos los responsables de sopesar las consecuencias de dichas acciones y, en su caso, las consecuencias no eran muy alentadoras para el herido.

El movimiento había salido a pedir de boca y la inconfundible sensación de estar lacerando carne junto con el sordo ruido de un hueso al partirse fue música para sus oídos.

- "Uno menos." - pensó mientras se sonreía. 

La verdad era que la situación no le gustaba un pelo y en enfrentamiento con aquellos asaltadores de campamentos era lo que menos hubiese deseado. Pero el daño estaba hecho. Le habían obligado a pelear y no iba a dejarse vencer por nada del mundo.

Mientras veía como el encapuchado doblaba las rodillas estudió la situación. Fréagulf estaba aguantando bien los envites de sus enemigos aunque no lograba hacer sangre. Temüdyin sabía que, posiblemente, no estaba recuperado del todo de sus heridas y que las secuelas de dichas heridas podían estar lastrando sus acciones. Si el combate se alargaba la situación podía volverse complicada para el ailgratha.

El enano, por su parte, presionado por los ataques del éothéod, había estado reculando hasta el borde del arroyo. No obstante había tomado buena posición para atacar a su compañero, encarándolo y preparándose para recibirle. Aquello dejaba a Temüdyin en una posición inmejorable para rodearlo, justo por el borde del riachuelo, y ensartarle la lanza en el costado. Su contrincante le estaba ofreciendo el lado izquierdo, justo el lado del escudo, pero el tuerto esperaba poder abrir su trayectoria lo suficiente como para conseguir que este no le molestara.

Decidido, empezó a moverse, justo por el lado del agua. No quería que el enano se girara pero tampoco quería darle la oportunidad de atacar. Si podía, intentaría ensartar al naugrim antes de darle tiempo de alzar su negra maza. Era la mejor manera para conseguir que su compañero no se desgastase más de lo necesario.

Y fue justo en ese momento, cuando ya su cuerpo había tomado el impulso para atacar con toda su fuerza, cuando oyó un grito que le alertó de que algo nada bueno estaba sucediendo. No necesitaba verlo, no necesitaba ubicarlo, sus palabras lo delataban. 

- ¡¡¡"Por Durin"!!! - Aquello solo podía salir de la boca de un enano, y Temüdyin podía confirmar que su objetivo no había gritado: un nuevo enemigo había irrumpido en el claro.

- "Malditos hijos de perra. ¿Qué coño pasa aquí?" - pensó para sus adentros. 

- ¡¡¡"Ailgratha, si salimos de esta, tenemos que repasar el concepto que vuestro pueblo tiene de lo que es un lugar tranquilo y discreto en el que pasar la noche"!!! - gritó mientras continuaba con su ataque.

No necesitaba variar la estrategia, no necesitaba variar su posición. Aunque no había localizado al enemigo sabía que se encontraba relativamente a cubierto. A su derecha el arroyo, a su izquierda el enemigo caído, y delante su objetivo. No obstante, y como este combate le estaba enseñando, nunca está de más ser prevenido después de haber tomado todas las precauciones posibles.

Por lo tanto, aún decidido a acabar con el enano de un solo golpe, se mantuvo alerta a cualquier cosa que pudiese acaecer alrededor, preparando su cuerpo para repeler cualquier ataque imprevisto.

Turno 614 (Asalto 5)

El enano lanzo su pesada maza hacia Freagulf, este con su espada estaba logrando desviar todos y cada uno de los golpes que se dirigian hacia el. No estaba acertado el naugrim, demasiado ocupado en no ser ensartado por Temudyin. Era un enano bravo sin duda.

El escudo enemigo se movia veloz hacia todos lados, buscando detener el avance de la efectiva lanza, no queria acabar como su compañero. Pero recibiria ayuda, compatriota suyo corria hacia ellos.

RESOLUCION TURNO 614

Oin dio un respingo al oir el grito, enseguida tomon las armas, Gallindum ya estaba preparado, con el escudo embrazado y su arma bien agarrada. El jefe de la escolta no había reconocido la procedencia del grito, aumentando sobremanera su nerviosismo. Se quedo mirando en la dirección de donde provenía el grito, la misma por la que sus compañeros habían desaparecido. Bolgo y draupner apenas hacia diez minutos, Ilidan y Arlan, algo mas de media hora.

Yelmogris fue a despertar de inmediato a Gelion, que dormía plácidamente, navegando por sus sueños y dejándose llevar por todo aquello que veía en ellos. Pero de súbito fue zarandeado por Oin, volviendo al mundo real, al frio del aire, a la humedad del suelo y a la oscuridad de la noche.

Coralak, casi de inmediato, se despertó también. El grito y las idas y venidas de los enanos lo habían despertado, al igual que a Agranil y a Egorant. Dorhand y Briniel seguían dormidos mientras esta ultima recibia un ungüento que Marga le estaba aplicando en el pecho. Coralak sabia lo que aquel grito significaba. Sufrimiento, dolor, algo ocurria. Rapidamente se levanto y tras despertar a Dwalin, era un brazo fuerte que podría defender también el campamento, se coloco junto a Gallindum.

Gelion no estaba dispuesto a dejar a sus amigos, abandonarlos a su suerte. Estaba dispuesto a seguir él mismo el rastro y adentrarse en el bosque, aunque eso significara dejar a la dama prácticamente sola. Gallindum estaba templando los nervios, si bien antes hubiera ido el mismo a buscarlos, poco a poco fue dándose cuenta de que dejar a los esgarothianos solos no era tan buena idea. Pero ¿como podrían salir de ese embrollo? Para colmo Oin creía haber reconocido el grito, era Ilidan, y eso puso mas tenso a Gelion.

El ambiente caldeado, los nervios a flor de piel y el frio de la noche, estaban haciendo pasar un mal rato a todos. Temian por Ilidan y por Arlan, y habían enviado a Draupner y Bolgo a buscarlos. Oin estaba asustado, creía que el bosque estaba embrujado y prefería no entrar en el, pese a que sus amigos podían estar en peligro.

De repente Egorant, que estaba en pie señalo el horizonte sin  mediar palabra, mas alla del linde del bosque. Antorchas, un grupo de cuatro antorchas portadas por hombres a caballo. Lejos para distinguirlos, pero en el subconsciente todos sabían de quienes se trataban, sagath. Venian del lugar donde habían estado esperando a Elendur y Valdir con el carromato. Ahora, casi sin duda, seguían las huellas dejadas por las ruedas. Era cuestión de minutos, quince o veinte a lo sumo, eso si no venían a galope tendido…

RESOLUCION TURNO 614
Asalto 5

Un enano salió de la nada, con un grito esperanzador. Se consagraba a Durin, era Draupner que arma en ristre corria hacia el oriental. Tal vez Ilidan tendría una oportunidad al fin y al cabo. El numenoreano estaba arrodillado a merced de su enemigo. Ilidan se había visto sorprendido por la acción de Arlan, que en su movimiento anterior había dejado al descubierto a su compañero. Arlan debía zafarse de uno de los enemigos, si seguía entre ellos recibiría por todos lados y por ello opto por moverse. Ilidan, en una desafortunada maniobra, dejo escapar el arma de sus manos, yendo a parar esta varios metros por delante, a la par que el oriental empalaba su brazo. No se habían entendido el enano e Ilidan, tal vez si hubiese cambiado de posición, o tal vez de enemigo, no hubiera pasado lo que paso.

Draupner corria haca el oriental, para intentar defender a Ilidan, si lograba centrar sus fuerzas en el, el numenoreano podría escapar de allí. Y asi comenzó a hacerlo. Ilidan levanto como pudo escudo en alto, comenzó a caminar a trompicones hacia los arboles, para el esa pelea había terminado. Draupner al ver que Ilidan podría ponerse fuera de peligro, siguió corriendo a por Temudyin.

Junto a ellos, a apenas uno o dos metros, Freagulf y Arlan intercambiaban una serie de golpes. Algunos bien dirigidos, otros menos, pero uno tras otro era esquivados o detenidos. Arlan paro un par de ellos con su escudo y Freagulf colocaba su espada en la trayectoria adecuada, desviando la maza del enano. De nuevo parecían estar igualando las fuerzas, si bien Arlan era comedido, esperando también el ataque del otro enemigo.

Temudyin se movio un poco, hasta tener al enano a la distancia suficiente. Con el movimiento dirigió su lanza hacia el costado del enano, pero protegido como estaba con su escudo logro parar ese primer embite. Chaka no había terminado por supuesto. La lanza iba y venia rápidamente, llegando a lacerar la pierna del enano varias veces hasta que encontró un hueco. Freagulf, en uno de sus espadazos había logrado que el enano bajase el escudo, momento que aprovecho Temudyin para alcanzar el pecho del enano. La sagre comenzó a brotar suavemente, empapando las ropas del enano y descubriendo asi, que tras esas ropas carecia de armadura alguna.

Pero entonces llego el Draupner, el enano que de entre los arboles había surgido. Era veloz, mas que ningún otro enano, enseguida, aunque no a tiempo para ayudar Arlan, estuvo junto a Temudyin. Llevaba un pequeño martillo de guerra, yelmo y una cota de malla, estaba mas preparado que Arlan. Su arma surco el aire directa a la cabeza de Chaka, pero éste con un hábil movimiento de su lanza, logro desviar la trayectoria, para después, de inmediato, volver a lacerar a Arlan, que superado por los ataques de los dos contrincantes, nada podía hacer salvo sangrar. Un nuevo ataque de Draupner vino después, y una vez mas Temudyin desvio el martillo con la parte de atrás de su arma, esto se repitió varias veces, todas con igual éxito, excepto una, que logro rozar el brazo derecho de Temudyin. Despues el tuerto se centro en desvaratar los intentos de ese nuevo naugrim, logrando no ser alcanzado mas veces.

Turno 614 615

El enano escupe al suelo.

- Maldición... sólo las sombras... salvarnos pueden... - hace un gesto con las mano armada para señalar que deberían esconderse entre las sombras de los árboles, de esa forma, los jinetes no podrán usar sus arcos y tendrán que acercarse.

Rápidamente se sitúa entre los atacantes y los esgathorianos agachado en las sombras y con el escudo frente a él. De nuevo, echa de menos su ballesta con la que podría abatir a uno de los jinetes antes de que se diese cuenta.

Turno 615 (asalto 6)

Desde los albores del bosque, aún semioculto tras los arbustos que lidiaban el claro, Bolgo agitaba su honda en el aire con inusitada violencia para tratarse de un mediano. En su mente, el recuerdo del cuerpo inerte de Elendur espoleaba sus músculos haciéndole ganar en fuerza, pero también en precipitación.

En un momento en el que había alcanzado la fuerza de giro suficiente y que encontró una linea de lanzamiento directo con su objetivo, soltó una de las asas del arma proyectando la piedra hacia su enemigo con una velocidad endiablada.

Turno 614 615

La discusión había acabado, con la llegada de los enemigos el destino de los demás pasaba a un segundo plano. La propia supervivencia se imponía y el mago decidió obedecer sin aspavientos a Gallindum. Vayamos pues, pero necesitaré un mínimo de tiempo para enfocar mis capacidades. Las hechicerías no aparecen chascando los dedos. Y hablemos bajo, o será fácil que nos detecten. Sostenía la varita de sauce en la mano derecha y con la izquierda, al tiempo que andaba, tocaba un medallón que le colgaba del cuello.

Turno 614. 615

Al ver las antorchas se me erizan los pelos del brazo.

- Maldición. - pienso al mismo tiempo que Oin.

Ante las palabras de Oin inmediatametne apagamos el fuego echando arena  tras lo cual empiezo a clocar a los hombres a ambos lados del camino.

- Los que sepais disparar situaros a ambos lados del Camino. Disparad a los primeros cuando estén al alcance de vuestros arcos. - le digo. Cargad rápido y volved a disparar. Si los podeis abatir bien sino lo que me importa es que piensen que somos muchos los que disparamos. Coralak, estás al mando de los Arqueros. Si clavais las flechas en el suelo a vuestros pies será más rápida la recarga.

- Oin, Dwalin. - digo a ambos Enanos. Si llegan hasta aquí ya sabeis que hacer. Confío en vosotros. Oin, tú dirigirás los ataques.

- Marga, necesito que concentres tu visión en la zona por la que se fueron Draupner y Bolgo. No tengo ganas de ninguna sorpresa por la retaguardia. Si ves algo avísa rápidamente a Oin.

- Gelion, ven conmigo. - le digo al Bosquimano. Iremos por la retaguardia de los Sagath. Les cortaremos la retirada. Mantente oculto y atacálos con tu magia.

Turno 615

Coralak miro a Gallindum sumamente sorprendido.

- ¿Arcos? no tenemos arcos - dijo secamente, ¿acaso aquel enano, nombrado jefe de la escolta no tenia ni idea de las armas que poseian?

El muchacho se mostraba nervioso, si era verdad lo que Ilidan habia contado y un ejercito de sagath se encotraba a no mucha distancia, corrian un gran peligro.

- No sabemos cuantos son, debemos escondernos - dijo joven

Turno 615

- ¿Escondernos? no, tenemos que huir, por el bosque, alli no podran seguirnos a caballo - dijo el anciano comerciante consciente de que contaban con pocos efectivos.

Turno 615

- Si huimos nos seguiran, veran nuestro campamento y sabran que estamos cerca. - dijo la enana - Entonces vendran mas aun, tenemos que acabar con ellos, pero no directamente. - quedaba pensativa pues ni ella misma sabia bien lo que hacer.