Partida Rol por web

Turno 810

- Amigo, no creo que ese hombre haya dejado nada, además ahora no es momento de ponerse a buscar pergaminos, dentro de poco será la hora de comer y después tengo trabajo retrasado. Ademas llueve mucho para andar entrando en casas ajenas - le dijo a Gelion, no estaba muy por la labor de entrar en esa casa y revolver las cosas de Luidarico, al fin y al cabo apenas conocía a esas personas.

Con eso habia dado a entender que no ayudaria al mago a conseguir esos pergaminos. Tal vez debiera intentarlo con otra persona, o ir el mismo.

RESOLUCION TURNO 810
 

Tras la marcha de Gindorel todos quedaron abrumados. Las formas del capitán quizás no habían sido del todo correctas, pero tampoco tenia muchas opciones, viendo las reacciones de Oin e Yves, y el hecho de encontrarse con una puerta cerrada. El capitán se fue algo enfadado, tenia cosas mas importantes en las que pensar que en las tiranteces con un grupo extranjero. Le preocupaban los sagath, y con la información obtenida de Temudyin, sabrían cual seria la mejor forma de actuar.

Ya solos, todos comenzaron a opinar. Groal se preguntaba que debían hacer ahora, sopesaba las opciones, el numero de efectivos de la aldea, su propia disposición… pregunto en voz alta que debían hacer. La pregunta dio pie a la contestación de otros. Gelion creía que debían luchar, luchar hasta la muerte, quedarse allí para proteger la aldea y a ellos mismos. Intentaba convencer al resto de que era la única opción, no deseaba ser perseguido de por vida, tenían que enfrentarse a sus perseguidores.

Temudyin permanecia escuchando, en silencio, tumbado en su reposo, al menos hasta que Yves menciono a su madre. El hermano tuerto no sabia de la existencia de una madre verdadera, solo habia conocido a las amas de cria y a sus señores como padres, habia sido un esclavo y no tenia derecho a tener madre, hasta ahora. Casi se le saltan las lagrimas cuando su gemelo la menciono de pasada. Yves estaba visiblemente enfadado con Gindorel, lo maldijo. Queria partir, huir con su hermano y trataría de convencerlo para hacerlo, tenia un propósito, una promesa que cumplir, llevaría ante su madre al hijo perdido.

Bolgo salió de la casa a toda prisa. Se puso la capa y abandono la estancia internándose bajo la lluvia. No dijo donde iba, ni lo que tardaría. A ninguno pareció extrañarle, quizás estaban demasiado metidos en la discusión sobre el siguiente paso a dar. Draupner se aparto para dejar salir al mediano, cerrando la puerta en cuando se fue.

Groal contesto a Gelion, le rebatió la idea de quedarse y luchar. En la opinión del beornida, tenían que huir, y no debían esperar mucho mas. Muchos de los presentes estaban mas a favor de esa idea que de la de Gelion, ninguno parecía tener intención de quedarse allí. Un debate se abrió, Draupner sabia que quedarse era un suicidio, le daba la razón a Groal con la cabeza. Oin parecía ser el único que no se decantaba por ninguna de las pociones. Era un soldado, un guerrero que tan solo acataba ordenes. Esas ordenes debían venir de Agranil, o Dorhand, pero el enano declaro claramente sus intenciones. Haría exactamente lo que Draupner le ordenara, ya fuera quedarse y luchar o marcharse y huir. Oin tras su clara postura, fue hasta su camastro y comenzo a colocarse la armadura y preparar su petate. Draupner sugirió que todos hiciesen lo mismo, debían estar preparados para irse en cuestión de minutos.

Dwalin estaba junto a Agranil, en silencio, pero su rostro indicaba claramente la opción que creía mejor, huir, era un suicidio quedarse a luchar junto a lor etheod. El alcalde se levanto entonces. Pedia calma, no valia la pena discutir, insto a todos a tranquilizarse e informo que tras la reunión que mantendría con Macahred podrían tomar las decisiones oportunas. Esa reunión tendría lugar durante el almuerzo. Sin embargo el mandatario dejo entrever su intención, que no era otra que huir. Dorhand entonces propuso a Groal, a Yves y a Temudyin, aunar fuerzas, les ofreció acompañar al grupo, aumentando asi los miembros de la escolta, todos ganarían seguridad.

Ularico contesto a algunas preguntas que se formularon. En la aldea no habia mas de setenta efectivos, de los cuales solo la mitad eran autenticos soldados, el resto eran exploradores, arqueros, milicianos y algunos civiles que aun quedaban. Tambien dijo que la mayoría de civiles se habían marchado ya, y con ellos al menos la mitad de la guarnicion, para proteger los caminos y los evacuados. Todo ello los dejaba en una difícil situación. Seria una verdadera locura aguantar. Despues Gelion se le acerco para hablar con el sanador, estaba interesado en adquirir algunos pliegos de pergamino para escribir en ellos, tanto sus notas como sus conocimientos mágicos. Se lo llevo a un lado y hablo con el en privado.

Draupner pido los mapas a Dorhand, Gallindum se los habia dado para que el lo guardase, de no haber sido asi lo hubieran enterrado junto al enano. Le tendio el pergamino a Draupner. Biorthen se lo habia dado antes de separarse, era el único que tenían.

A la proposición de Dorhand, Groal acepto sin dudarlo. Se sentía seguro con aquel grupo, y en cierta forma comenzaba a sentirse uno mas en el. A Yves también le pareció buena idea, pero prefería hablarlo con su hermano que aunque consciente aun no habia articulado palabra. El beornida además se preguntaba por el camino que tomarian, pensando en las diferentes opciones que tenían, las rutas a seguir…

Freagulf permanecia allí, tal y como le habían ordenado, pero no decía nada, permanecia ajeno a las discusiones de ese grupo. El era un soldado de Burh Ailgra, y como tal haría lo que se le ordenara. No era un guerrero, pero si un explorador, ellos también lucharían llegado el momento.

Ilidan tenia muy claro lo que, en su opinión, debía de hacerse. Tendido en su cama aprovechaba cada minuto de descanso, no necesitaba preparse. Tan solo necesitaba colocarse su armadura, el resto de cosas estaban bien guardadas en su mochila.

Asi permanecieron un buen rato, pensativos, descansando. Algunos se pegaron al calor de la chimenea, otros tumbados en los camastros dejaban pasar el tiempo. Debia ser la hora de la comida cuando llamaron a la puerta. Era un soldado, muy joven, pero bien pertrechado con su armadura y armas. Llamo a la puerta y después entro.

Fuera la lluvia continuaba incansable y feroz. Se estaban formando grandes charcos en las calles. El agua fluia del centro hacia las murallas, habia una ligera inclinación que encauzaba la acumulación de agua para desaguar en el foso exterior. No habia nadie en las calles, salvo los soldados que desde la muralla vigilaban bajo el aguacero. Aquella tormenta parecía que fuese a durar días y días. Un agua que aunque fría relajaba las temperaturas exteriores, hasta ahora bajas.

Turno 811

- Buenas, me manda Huithyn, señor de Burh Ailgra. - dijo educadamente el guardia - Busco a Agranil y a Dorhand, mi señor los espera en su hogar, para la comida -informo - Yo los guiare.

- Los demas pueden ir al comedor principal, les han preparado allí la comida. - Quedo a la espera.

Entonces vio a Freagulf. - Oh, estas aquí, no se si te han informado, pero debemos estar listos y formados después de la comida, en la plaza principal. - Le dijo a su compañero. Freagulf lo conocía de vista, era el hijo de un noble o algo asi, que servia directamente a Hiuthyn.

Cuando Agranil y Dornad se levantaron, fueron junto al soldado, se presentaron y desaparecieron bajo la lluvia siguiendo al guradia.

Turno 811

- No se preocupen, yo los guiare hasta el comedor - dijo Ularico, que habia quedado allí, aunque se iba a marchar cuando el soldado entro.

Turno 811

Bolgo se acercó a Draupner en silencio cuando hubo entrado en calor y en voz baja le dijo algo. El hobbit parecía tranquilo, pero algo evadido. Tras dedicarle unas breves palabras, volvió a situarse junto al fuego y su mirada se perdió de nuevo entre las llamas. Parecía abstraído y melancólico.

Pasado un rato, se levantó, recogió sus cosas y las dejó dispuestas para una posible partida, solo tendría que coger su bolsa de piedras de la cama y estaría dispuesto. Volvió a sus hipnóticas llamas y guardó silencio.

Turno 811

Bolgo se acercó al enano y tiró de su manga para llamar su atención. Después le habló en voz baja.

- He hablado con Gindorel. Me ha dicho que con toda seguridad decidirán abandonar el pueblo. Su vidente así se lo ha recomendado y me ha dicho que suelen hacerle caso.

Esperó un instante para comprobar si Draupner le respondía para después volver a su spensamientos ante la hoguera.

Turno 811

Fréagulf saludó con un leve y distraído movimiento de cabeza al guardia. Seguía perdido en sus tribulaciones preocupado por el futuro de su ciudad. Mientras siguiera lloviendo aún les quedaba una esperanza de defender su hogar. Aunque sus efectivos fueran bajos y el número de salvajes fuera aterradoramente elevado.

Pero entonces el guardia se dirigió a él y le comunicó que tenían que estar reunidos en la plaza principal. Listos y formados. Aquello podía suponer que partían a la guerra o que partían lejos de ella. Fréagulf asintió y recogió sus cosas. Al menos pronto se terminaría aquella incertidumbre que sentía. Decidió no preocuparse más por ello y centrarse en llenar su estomago.

Turno 811

El poco rato que estuvieron hasta marchar a comer, Ilidan lo pasó como el resto del día, descansando. Aunque debido al frío por la intensa lluvia, pensó que ya iba siendo hora de pasar a calentarse por la hoguera. Pero, antes de ello, nada más levantarse, aprovecho ese momento, en el que Ularico se encontraba algo más alejado del resto, para preguntarle algo en "privado".- Ularico, ¿tiene un momento? Quería preguntarle algo...personal- Con aquel adjetivo que había introducido intencionadamente al final, y con un leve gesto de cabeza le quería indicar al curandero que necesitaba más intimidad para que se diera  a la conversación, a pesar de que aquellos que podían haberle escuchado por su cercanía a los dos, eran unos pocos.

Tras hablar con Ularico, el numenoreano se acercó hasta la hoguera y cogió una banqueta que arrastró un poco por el suelo para sentarse hasta que fueran guiados hasta el comedor principal. Cuando llego la hora de ello, no se puso la chaqueta de lana, sino que únicamente cogió su capa para protegerse de la fuerte lluvia en el escaso trayecto que habría.

Turno 811

Un vez solos, el numenoreano por fin pudo preguntarle lo que deseaba, aunque siguiendo su actitud reservista y cautelosa, la formuló en voz queda, al igual que como se resolvió, al menos por su parte, el resto de la conversación.- ¿No habrá pasado por aquí hace un par de días un hombre llamado Gondimel?- Como preveía que aquel nombre no fuera suficiente para refrescarle la memoria al anciano curandero, si es que en realidad había pasado por Buhr Ailgra, Ilidan le añadió información extra.- Esta enfermo, así que igual le pidió ayuda a usted. Llegaría desde Barukkizdin donde ejercía de mentor de los enanos en las artes de curación, aunque dada la rareza de su enfermedad nada puede hacer él mismo, es por eso que viaja hacia el Sur en busca de una cura.- Se calló súbitamente, esperando la respuesta impacientemente.

- Claro,claro, dime... - dijo el anciano amablemente. Siguio a Ilidan hacia su camastro, que estaba algo apartado.

- ¿Que tal tu brazo? ¿Te duele? - le pregunto de camino.

Despues se sento y el numenoreano y el tubieron una pequeña charla. Gindorel gesticulaba suavemente, de cuando en cuando parecia hacer memoria...

- Gindorel... - dejame pensar... - Si, podria ser, no recuerdo bien su nombre, pero si recuerdo a un hombre enfermo, una enfermedad que no habia visto nunca... - Seguia mirando hacia arriba, intentando recordar. - No paraba de toser y estaba debil. Paso la noche en mi casa, bueno, mas bien en la parte de abajo de mi casa, tengo algunas camas para tratar a los enfermos. - La cara de Ilidan se lleno de esperanza.

- Marcho con algunos de los civiles evacuados, me dijo que buscaba a alguien en Limduin, o algo asi. - Eran buenas noticias, pero Ilidan no sabia bien donde estaba ese pueblo, o si estaba en el camino que llevaria la escolta de Agranil. - Hace dos dias de eso, creo...

Turno 811 (Continuación)

- Bien, gracias. El dolor ha menguado bastante. Muchas veces lo siento más como un cosquilleo interno, como si el hueso se estuviese soldando como dijo- Respondió a Ularico.

Turno 811 (Continuación)

No interrumpió a Ularico cuando se equivocó al recordar su nombre, hasta llamarle incluso Gindorel como el capitán de exploradores de Buhr Ailgra, estaba claro que hablaba de Gondimel- Sí, no cabe duda, debía ser la persona que busco.- En mayor parte, Ilidan se alegro al saber que no había perdido su rastro, y que en parte compartían el camino hacia el Sur, pero por otro lado se sentía algo triste por no haber llegado hace un par de días y por saber que su enfermedad empeoraba.

- ¿Limduin...?- Se quedó pensativo pues no conocía aquel lugar.- ¿Podría indicarme dónde, o al menos hacia dónde se dirigían los evacuados? Se lo agradecería mucho.-

No había mucho que preparar para partir, apenas la manta y poco mas, era una persona que solía estar listo siempre para salir, por lo que no deshacía casi nunca sus pertrechos…. Me recosté junto a la chimenea, con la manta por encime, y con gesto pensativo, me quede mirando a Tedmuyin, que estaría pensando, que iría a hacer…. La comida se aproximaba y llovía a cantaros al parecer.

Temudyin, hermano,¿ tienes fuerzas para ir hasta el comedor, o te traigo algo de allí?, para que así puedas descansar mas cómodamente.

Tome mi carcaj y vi que faltaban algunas flechas, un par de ellas nada mas, pero tenia que reponerlas antes de partir.

Freagulf, podrías conseguirme un par de flechas, para reponer mi carcaj… la verdad es que hable antes de pensar, lo mismo se ofendía, ante mi negativa de ayudar a defender la ciudad, y encima le pido que se quiten de un par de flechas que aun no valiendo gran cosa, en esta situación, bien podrían ser dos vidas enemigas sesgadas en buenas manos…. Perdona, déjalo, no tenia que habértelo preguntado.

Turno 811

Groal, viendo que tenían un poco de tiempo, decidió acercarse a Ularico para reiterar la pregunta que le había realizado antes, y que había quedado en el aire. Se empezaba a acercar, cuando Ilidan llamó a Ularico para que tengan una conversación privada. Groal esperó pacientemente a que la conversación termine, y cuando así fue, se acercó a Ularico a reentablar la conversación pospuesta.

-Estimado Ularico- dijo Groal -Me disculpo por la falta de tacto al acercarme a vos en nuestro anterior encuentro. Ahora que estamos un poco más tranqulos, me gustaría volver a preguntar lo que os pregunté anteriormente. Como ya había mencionado, también conozco algunas de las artes que vos manejais, pero en una medida mucho menor. Por eso me gustaría pedir vuestro consejo. ¿Qué fue lo que hicisteis exactamente con Temudyin? Si no fuera demasiado atrevimiento preguntar, por supuesto.

Turno 811

- No has de agradecer nada - el anciano parecia amable - Los evacuados van a Burh Waldlaes, La ciudad de fuego. - A Ilidan no le sonaba el nombre, pero tampoco conocia la zona. - Alli se esta reuniendo un ejercito, o eso dicen.

- Linduin esta muy lejos, en las tierras pardas, alli donde el Limclaro se une al Anduin... - Se quedo pensativo unos instantes - De hecho, ahora, recuerdo que me dijo algo de embarcarse alli para llegar a Minas Tirith por le rio...

Turno 811

- Descuida amigo - dijo refiriendose a Groal, no recordaba su nombre - Antes tenia prisa, no podia atenderte. - se escuso para escuchar al beornida.

- Es dificil de explicar - comenzo diciendo. - He pedido a Ëste, nuestra señora, que proteja a su hijo. - el anciano no sabia dar otra explicacion. - Ella nos ha honrado con su gracia, curando a vuestro amigo, es todo. Ella guio mis manos, su poder nos rodeo y Temudyin se curo, es todo.

Contesto a Groal sin entrar en detalles, profesaba un amor por la Vala, que era la base de su conocimiento.

Turno 811 (Continuación x2)

-Es lo mínimo que puedo hacer, la información que me ha aportado es muy importante para mí.- Respondía a Ularico sobre que sus agradecimientos sobraban.- Eso era todo, gracias.- Dijo tras darse cuenta que Groal estaba esperando para hablar también con el curandero. Hecho del que Ularico también se dio cuenta, y por lo cual aunque Ilidan tenía alguna que otra pregunta más que hacerle decidió ya dejarlo, para darle paso a Groal, lo que hizo con un leve gesto de cabeza acompañada por las siguientes palabras.- Es todo tuyo.- Esbozó además una ligera sonrisa.

Aunque no sabía dónde se encontraba Buhr Waldlaes, la intuición le decía que iría a parar allí sin remedio alguno llevado por la guerra que se sucedía en la zona. Además, ya había confirmado, Zallel se lo había mencionado en un primer momento en Barukkizdin, otros dos lugares donde buscar a su objetivo sino. Fue hacia la hoguera donde se quedo pensando sobre aquel tema.

Turno 811

Gelion permaneció todo el rato enfocado en sus papeles. Parecía obsesionado. Había dejado clara su opinión y la conversación con Ularico no parecía haberle mejorado el humor por lo que parecía zambullirse en los conocimientos como forma de evadirse de los problemas que se desencadenaban.

Después de un rato se hartó por lo visto insatisfecho consigo mismo o con alguien inexistente que le pinchaba por detrás, irritándole. Se acercó a la puerta y salió unos momentos. Soltó un penetrante silbido y permaneció largos momentos esperando. Finalmente un aleteo le informó de la llegada de Siempreviva, que se afianzó en su hombro.

Al entrar todos pudieron ver que el águila no se mostraba nada a gusto dentro del edificio pero Gelion la calmaba con pedazos de carne curada que guardaba para aquellas ocasiones y le acariciaba el pico hablándole tranquilizadoramente. Se acercó a Temüdyin y Yves-ashe.

Esta es Siempreviva. Es más familia para mí de lo que puede llegar a parecer. Nos conocemos desde pequeños y no nos gusta nada separarnos. Es una amiga que tengo desde antes de ir a vivir a Minas Tirith. Me gusta llamarla en momentos en que me encuentro tenso, su presencia me tranquiliza.

Y dejaba que le acariciasen las plumas siempre que a cambio recibiese un pequeño trozo de carne.

Turno 811

Draupner aprovechó el interludio entre la marcha de Gindorel y la llegada del soldado para que Fréagulf les echara un ojo y le orientara. - Disculpe Freagulf, tengo aquí un mapa al que me gustaría que le echara un ojo, si no tiene inconveniente - le dijo.

Ya había terminado de hablar con el Rohirrim y descansaba tumbado en su camastro cuando Bolgo que había entrado hacía un rato se acercó a él agradeciéndole la información recibida y dedicándole una sonrisa. Sabía por lo que debía estar pasando aquél pequeño pero valeroso personaje. 

La mañana había transcurrido mucho más rápido de lo que imaginaba, y la llamada a comer le sorprendió.

Se levantó pesadamente del camastro, colgó sus armas del cinto, y se colocó la gruesa capa de invierno. Luego tomó el escudo, no solo por cuestiones militares, sino con la intención de usarlo a modo de paraguas de camino al lugar que hubieran habilitado como comedor. 

Ya habían salido Agranil y Dornad e iba a ser su turno de adentrarse en la lluvia tras Alarico cuando les dijo - No sé si teníais pensado hacer algo después de comer, pero luego me gustaría hablar con vosotros. -La familiaridad de su tono y el momento en el que lo dijo, cuando la mayoría de los miembros que formaban la partida que saliera de Barukkizdin, dejó patente a quiénes iba dirigido el mensaje. 

Luego le dijo a Bolgo. - Si no quieres mojarte ven conmigo, yo te cubro. - e interponiendo el escudo entre las gotas y él salió al aguacero siguiendo al viejo en dirección al comedor.