Motivo: Esquiva
Tirada: 1d10
Resultado: 4(+3)=7
Jonn esquiva el mordisco del zombie, a duras penas, y se aleja de el, mientras el no muerto os observa, con la mirada vacía que caracteriza a estos seres, y camina hacia vosotros con pasos lentos pero decididos.
¿Que vais a hacer?
- ¿Qué mierda hace un zombie aquí dentro hermano? - dijo mientras avanzaba hacía la puerta, sin dejar de apuntar a aquel ser que casi alcanzaba a Jonn. Hernán no disparó en esta ocasión pues se dio cuenta en el tiro anterior lo difícil que era disparar con un rifle. Él había usado alguna vez una pistola y pensó que sería lo mismo, pero el peso y la maniobrabilidad eran mucho peores.
- ¡Salgamos de aquí! Este edificio no es seguro - por desgracia era una frase que se había hartado de decir, cuando un edificio tenía alguna brecha de "seguridad" y había seres dentro. Aunque esta vez era como si ese engendro hubiera estado ahí por alguna razón.
Hernán se apuntó mentalmente investigar sobre ello después.
San lorenzo se queda paralizado por unos segundos- Madre de Dios....- dice en un susurro a la vez que abre los ojos y una sudor fría le recorre la espalda. En cuanto escucha la voz de Hernan este reacciona agarrando a la mujer- vayamonos de aquí!- dice entre gritos
Apunto al zombi y disparo
Motivo: disparo
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+5)=7
Jonn intenta disparar al zombie pero falla su tiro, mientras el no muerto avanza irremediablemente.
Mientras San Lorenzo y Hernán intentan escapar de la sala, comenzáis a oir ruidos y gritos:
- ¡Zombies! Los zombies han entrado...
La señora que os acompañaba os apremia:
- Rápido, vayamos todos a mi furgoneta, es nuestra única esperanza
¿Que vais a hacer?
Si decidís hacer caso a la señora, hacerme una tirada de correr y esquivar (Tirar 1d10 y sumar vuestra Destreza, lo que tengáis en Correr y lo que tengáis en Esquivar).
Lorenzo agarra el brazo de la mujer y la ayuda a salir- vayamos hacia esa furgoneta!- indica a su compañeros que están a sus espaldas- ¿donde están las llaves?-pregunta a la mujer.
Motivo: escapar del zombie
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+3)=8
¿esta bien hecha la tirada?
Está correcta la tirada ;)
- Mierda! - exclamó al oír la voz de la mujer, anunciando lo que parecía ya inevitable. Hernán no perdió los nervios y se colgó el rifle, para tener mejor maniobrabilidad. Mientras corría hacía esa dichosa furgoneta, recordaba aquella vez que se habían quedado atascados dentro de una furgoneta, en medio de una horda de aquellos seres, en ese entonces El Señor le mandó una señal y lo salvó, y ahora dudaba de que volviera a hacerlo.
Motivo: correr+esquivar
Tirada: 1d10
Resultado: 6(+6)=12
Motivo: Correr
Tirada: 1d10
Resultado: 2(+3)=5
Motivo: Esquivar
Tirada: 1d10
Resultado: 5(+3)=8
Zombies, por todas partes... Caos, descontrol... Corréis, esquiváis, no tenéis claro como lo hacéis pero llegáis a la furgoneta.
No sois conscientes de como lo habéis hecho pero aquí estáis, a salvo en el vehículo que la señora conduce con celeridad, alejandoos de la horda de zombies, con un destino incierto pero huyendo de la infestada ciudad.
Pero no estáis todos. Tan solo Hernán, Jonn y el Padre Lorenzo, junto con la señora, os encontráis en la furgoneta. ¿Que ha sido del resto? No lo sabéis pero ahora lo único que os preocupa es vuestra supervivencia.
Un nuevo episodio comienza para vosotros en este nuevo mundo plagado de horrores...
Hernán ya hacía tiempo que había aprendido a sobrevivir por él mismo y solo preocuparse por su propia supervivencia. Aún así, al ser creyente, casi fanático en los últimos tiempos, se quedó mas tranquilo al ver que aquel capellán había conseguido salvarse de entre todo ese caos.
- ¿Esta bien, padre? - preguntó, cuando sus jadeos le permitieron. La adrenalina le había hecho correr por su vida, gastando muchas energías.
De modo sistemático, reviso mis pertenecías, para asegurarme que las armas esten en buen estado. Por ultimo dirigiéndome a la mujer, ¿Sabe usted señora hacia donde nos dirigimos?
Una vez dentro de la furgoneta, se queda durante unos minutos con las manos entrelazadas... pensativo. Cierra lo ojos con fuerza intentando mantener la compostura- oh dios mio... oh dios mio...- piensa para si mismo, repitiendose esa frase en su cabeza como si de un eco se tratara.
De golpe es sobresaltado por el chico joven- si... si...si....- contesta tartamudeando, a la vez que comienza a juguetear con su crucifijo entre sus dedos, un crucifijo negro que le habían regalado cuando era tan solo un niño.
se supone que solo estamos hernan, john, la mujer y yo... así q no etiqueto a los demás :/
La señora continua conduciendo con decisión, pero claramente alterada.
Cerca de aquí, hay un pueblo llamado VillaOso - dice con temblor en la voz - he oído que se encuentra protegido por las montañas y bien defendido... Podría ser buen lugar para resguardarse... ¿Que os parece? ¿O tenéis alguna idea mejor?
Hernán se encogió de hombros y resopló.
- Estarán igual de jodidos, igual que en todos los lados. - comentó pesimista, y luego dio un golpecito a su rifle. - Aunque al menos ahora vamos armados.
Nunca había sido de tomar la iniciativa. Hacía años cuando hacía gamberradas y delitos menores con su banda, normalmente seguía a los cabecillas y en pocas ocasiones tenía que decidir demasiadas cosas.
Ante la falta de respuestas concisas, la señora se dirigió hacía VillaOso, sin que en la furgoneta hubiese conversación alguna hasta que os encontrasteis en la entrada del pueblo, donde un par de militares os detuvo.
- Bajense del coche e identifiquense - os exigió uno de ellos.
La señora aparcó el coche como pudo y lo abandonó presurosa.
- Me llamo Berta - dijo con miedo en la voz - era ama de casa... antes de que todo esto... sucediese...
- ¿Y tus compañeros? - añadió el otro militar, mirando hacia vosotros - Bajaos de la furgoneta e identificaos, y si alguno puede explicarnos de donde venís, mejor que mejor.
Me bajo del coche tranquilamente, Soy Jonn, trabajaba en un taller antes de esto, somos supervivientes de la ciudad y de ella venimos, solo buscamos un sitio un poco seguro, donde permanecer dentro de una comunidad, yo por mi no soy una persona agresiva pero puedo ser de ayuda si tenemos un ataque.
Hernán se contuvo la carcajada cuando oyó las palabras de Jonn, aunque no lo siguió dada la tensión que había con los militares presentes.
- Yo soy "el" Hernán - dijo como si diera como una obviedad que supieran quien era. Se ponía nervioso y de mala leche, cuando alguien le ordenaba algo, y mucho mas si eran esos militares pretenciosos que solo controlaban pero en ningún momento les habían prestado ayuda.
El padre Lorenzo baja de la furgoneta con cierta dificultad, se sentía agotado ya que no había dormido nada en los últimos días.
Se acerca lentamente a los militares y con voz cansada se presenta – Buenos días, soy el padre Lorenzo…- hace una pequeña pausa- como ellos vengo de la ciudad…- se calla de golpe al observar que tenían armas, odiaba esos artefactos creados por el mismo diablo.