Partida Rol por web

- Te entiendo Atalulfo, pero recuerda que hora tienes sólo un brazo. - Aquel semimogro gigantón sólo pensaba en machacar cráneos, dicho lo cual era para lo que le habían encontrado precisamente.- No son criaturas demasiado inteligentes.- Miró a cada uno de los ojos de sus compañeros.- Es decir, podríamos engañarlas con dos maniobras de distracción simultáneas que permitan a Nehifile sacar a su hermana de allí. La primera consistiría en liberar a los animales de carga. Eso debería crear cierto revuelo y desconfianza en los kobolds. Después una infiltración deliberadamente ruidosa con todo el grupo menos Nehifile, que tendría la ocasión de escabullirse en la mina para buscar a su hermana. Pocos esperarán que el verdadero objetivo sea la elvariel. ¿Qué pueden tener aquí de interés para unos ladrones? Supongo que piedras preciosas. Simulemos que es eso lo que nos interesa y el camino de Nehifile quedará más o menos despejado.

La idea de que Nehifile explorara primero la zona no era mala idea, pero Alé planteó otra posibilidad, aunque el éxito de esta última dependía del buen o mal humor del Débil.

- Podría tratar de forzar una premonición que me permitiera saber donde está localizada tu hermana o, al menos, echar un vistazo al campamento. El problema de las visiones es que siempre son difusas y de interpretación dificultosa.

Puedes adivinar donde la tienen? Joder, haberlo dicho antes! Jijiji. Pues venga. Dijo más curiosa que burlona, aunque podía interpretarse así por la risa. Lo de la distracción lo firmo, aunque si no hay adivinación, necesitaré un buen rato. Por eso prefiero ir sola al principio y si la cosa se tuerce, pues vale, distracción y palante!

Seguían discutiendo la estrategia. 

Yo me puedo encargar de sacar a las bestias, luego podría ir y echaros una mano si la cosa se tuerce.

Comentó con cierto desinteres Ánore mientras vigilaba de vez en cuando que no hubiera nada cerca del grupo.

- No es tan sencillo mi querida Nehifile. Si fuerzo una visión y el Débil tiene a bien mostrarme lo que va a pasar, lo que sea tendrá que suceder tal y como lo haya visto.- Los Misterios del Débil no era algo que pudiera tomarse a la ligera.- Lo que sea.- Remarcó la sacerdotisa. No quiso ponerse agorera, pero si veía en la visión que Nehifile moriría, así tendría que ser. No esperaba que lo comprendieran. Simplemente  no les diría nada de lo que viera y así podría actuar en consecuencia, sin que ninguno de ellos tratara de cambiar el Destino. Buscó el rostro de la Bruja en busca de algo de comprensión.

Nehifile entendió algo claro de la respuesta de Alé, aunque no necesariamente lo mismo que significara para ella. 

Entonces... mejor que digas que todo saldrá bien. Jijiji. 

Aletheia se concentra para entrar en comunión con El Debil. La oscuridad empieza a envolverla mientras empieza la caida incesante al vacio del destino. Allí puede ver como Nehifile parte hacia la mina y consigue entrar sin mucha dificultad. El tiempo pasa muy despacio y Nehifile no da señal alguna.

Al final decidis entrar para ver que ha pasado con vuestra compañera. Justo antes de entrar a la mina, miras hacia el campamento y, a lo lejos, al lado de las bestias de carga te parece ver dos ojos rojos, inyectados en sangre, con el brillo blanquecino en forma de luna justo debajo de ellos cuando de repente...

La oscuridad que envolvía tu visión se transforma en fuego, vuelves a estar delante de la gran puerta de doble hoja, con una de las hojas ligeramente entornada.

Vuelves aquí a que te debore el alma, insignificante ser de carne y huesos. Pasa y verás el final de tu destino. BUAHAHAHAHAHAHA.....

Aletheia se concentra para entrar en comunión con su dios. Como es habitual, prepara un poco de incienso y se acomoda para la experiencia.

Pronto entra en trance, se nota como mueve los ojos con los párpados tapados mientras gira ligeramente la cabeza aquí y allá.

De repente, todo su cuerpo se queda rígido, su respiración se vuelve rápida y entrecortada, solo una de sus manos parece poder moverse, hacia delante, como agarrando algo pesado para tirar de él y entonces, abre los ojos llenos de terror cuando llena sus pulmenos para lanzar un grito.

Con la única mano que tiene, y para evitar un grito inoportuno, Atalulfo le tapa la boca con la mayor rapidez y delicadeza...

Shhhh, grita, grita, que ya verás qué bien nos lo pasamos sin llamar la atención. Sonríe. Decir mentiras le hace parecer interesante. Se da cuenta de que la ironía viste.

-¡Mmffffmfmfmmf, sssommmvoro!- La enorme mano verdosa de Atalulfo casi no le dejaba respirar. Su regordete cuerpo se resistía al agarre. Cuando logró tranquilizarse y darse cuenta de que no era la mano de su padre que trataba de estrangularla, se medio incorporó, sudorosa y aún con el corazón latiéndole frenético.

- Algo raro está pasando.- Dijo aterrorizada. Sobre todo miraba a la Bruja, que era la que podía entender más sobre los dones de la adivinación.- Aquel ser demoníaco, el que está relacionado con los extraños símbolos que encontramos, puede penetrarme.- La mujer no podía quitarse de encima las palabras que resonaban en su mente como si fueran el pesado brazo de Atalulfo.- Me ha visto de nuevo. La otra vez pensé que no tenía importancia.- Estaba casi sollozando.- Pero ahora me ha dirigido la palabra y no os podéis imaginar su poder...- Ese demonio tenía que ser poderoso si lograba romper las defensas del Débil.-...Su risa ensordecedora.-Alé comenzó a tiritar, pero no de frío. Se le habían quitado las ganas de tener visiones pro un tiempo. El problema es que no siempre eran voluntarias. Cuando se calmó volvió al asunto que les ocupaba. Miró ahora a la elvariel con cara de preocupación.- Nehifile partirá sola en su misión de reconocimiento, así será. Pero lo que iba a ser un simple "echar un vistazo" le llevará más tiempo del pensado.- La mujer sopesó sus palabras.- He visto unos ojos rojos que permanecían en el campamento cuando partíamos en su busca. No sé qué puede significar. Creo que deberíamos realizar nuestro plan de manera simultánea. Que Anore libere el ganado para facilitar la entrada de Nehifile. No he conseguido ver dónde está tu hermana, pues aquel demonio lo ha interrumpido.- No estaba satisfecha con la visión. No sólo no había conseguido información útil sino que encima, la que había obtenido, no era más que inquietante. ¿Qué eran aquellos ojos rojos que brillaban bajo la luz de la luna en el campamento que dejaban atrás? ¿Qué sería de Nehifile y su hermana? Si almenos las artes adivinatorias fueran precisas pues siempre podían parecer lo que no era.

Al ver el éxtasis de Alé, no pudo evitar pensar... y a punto de hacerlo en voz alta... que la pelirroja estaba necesitada de un buen meneo en un pajar.

...Y quién no! Jijiji. Pero algunas más que otras. 

Ojos rojos? Uy, qué miedo! Jijiji. Eso es un koboldo. Ven como gatos en la oscuridad... mejor incluso. Bah, no te preocupes, pitonisa, tendré cuidado. Lo que no entiendo... ese demonio qué leñes cuenta, el condenao! Quién es ese pringao?

Bien, si queréis soltar a los bueyes en estampida mientras me infiltro desde el cielo, por mí vale. Total, en el caos me muevo en mi salsa. Yo lanzaría a los bueyes contra el campamento directamente. Para qué ir con remilgos. Jijiji. 

Parecía que hacerlo todo a la vez era mucho más divertido para Nehifile. 

Bah, a ese de los ojos rojos yo me lo cargo con una mano atada a la espalda... mira su muñón recién adquirido. Eso, con una mano atada a la espalda -risa sin humor- me lo meriendo.

Atalulfo, por los gestos de éxtasis que había puesto la pelirroja ya se había figurado que algo estaba "penetrándola" ya, y no le sorprendió escuchar tal cosa, así que, para él, el asunto se reducía a un montón de Kobolds, unos bueyes, montar jaleo, pillar a la chica y largarse a todo trapo. Eso de los signos cabalísticos o lo que fuera se la traía floja. Apenas sabía leer común, qué carajo.

¿Hay algo que se pueda incenciar? ¿Quizá el forraje de los bueyes? ¿Podríamos hacer un pequeño incendio, además de lo otro?

No me costara mucho hacer fuego, seguro que hay paja seca donde los bueyes.

Comenta Ánore con el ceño fruncido.

Sea lo que sea deberíamos darnos prisa, no podemos quedarnos aquí toda la noche.

Denis irrumpe en medio del grupo de sopeton.

Ni fuego ni distracción, si sois muy fuertes, cargar directos contra ellos, os cargais unos cuantos y el resto saldrá corriendo. Para cuando salga el sol ya tendremos el botín bien guardado.

Entonces, Ánore se encargará de hacer el fuego y provocar una estampida de animales. Tengo 5 frascos de aceite. Mi familiar, gracias a su pequeño tamaño, se encargará gustoso de ir dejando un reguero entre tiendas para ir prendiendo fuego y yo, con mi magia, ayudaré a incinerar a los koboldos. Cuando empiece el caos Nehifile irá a buscar a su hermana y nosotros acabaremos con ellos. Creo que es un plan.

A la bruja se le iluminan los ojos cada vez que habla de prender las tiendas y a los koboldos.

Pues ala, marchando! Jijiji. Esto pinta bien. Sin duda parecía que el plan había ido creciendo en caos y horror. No podía ser aburrido. 

Al abrigo de la noche esperó a que sus compañeros empezaran su ataque. Luego ella aprovecharía la distracción, mientras observaba desde allí, para decidir por dónde entraba al campamento.