Partida Rol por web

Una nueva vida

Briefing.

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09/01/2010, 14:00
Director

Aquel día era especial. Eso se dijo Holly al levantarse de la cama, aquella mañana. Se encontraba en la Gran Universidad de Lucrecio, en todo el complejo que ésta tenía reservado para Wissenschaft, donde residían la mayoría de los cuervos que no estaban en una de sus misiones. Holly era una de ellas... y no había nada que la fastidiara más.

Odiaba estar parada. Sí, entrenaba a diario, hasta la extenuación... pero eso no le servía de nada. No se estaba luciendo, y era algo que se le daba de cine. Cada uno de sus movimientos se merecía una ronda de aplausos, aunque nunca esperara por ellos. Allí no era ni por asomo la más sorprendente de todas, aunque lo mereciera. Pero aquel día iba a ser especial. Lo sabía.

Entonces fue cuando escuchó golpes en su puerta: la estaban llamando. Era una voz masculina que conocía bien. Era Pietro, otro Cuervo. Holly había trabajado alguna vez con él, y era un tipo gracioso de ver en combate. En vez de esquivar los ataques con giros de cadera o apartándose simplemente del camino de los golpes, Pietro daba volteretas y pegaba saltitos. Pero casi siempre conseguía que sus enemigos erraran el golpe. ¿Atacar? Él apenas lo hacía. Pero era de los mejores en cuanto a defensa. ¿Qué querría ahora?

- ¡Eh, Holly! Me han pedido que venga a buscarte. Me han pegado el aviso de que tienes una nueva misión... te esperan en la Sala, tienes 5 minutos. Huy, perdona... tienes 3. Me he retrasado un poco. - maldito Pietro y su tranquilidad. Todo el nervio y la energía que tenía la gastaba en combate, pues fuera de éste era el tipo más tranquilo y vago que Holly se había echado nunca a la cara. Mierda, sólo le quedaban dos minutos. Al fin y al cabo, ella apenas necesitaba prepararse.

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09/01/2010, 15:08
Director

Hellin despertó sobresaltada, con varias gotas de sudor perlando su pálida frente. Un breve flashback de aquella pesadilla que acababa de tener volvió a su mente. El carromato en llamas caía sobre ella, mientras sentía todos los músculos de su cuerpo paralizados, sin poder evitar el trágico desenlace... que nunca llegaba, puesto que la chica siempre despertaba antes de que la madera rozara siquiera su piel.

Se sentía agobiada, pues aquellos sueños se repetían una y otra vez, a veces con mayor intensidad. Aquella noche su mente había sido benevolente y únicamente le había atacado por la mañana, permitiendo a la Cuervo descansar lo suficiente. Entonces fue cuando se percató de que en su habitación había algo diferente.

Una carta en el suelo que parecía haber sido deslizada por debajo del marco de la puerta. Hellin se levantó y fue a cogerla, para volver a sentarse en la cama. La carta rezaba: 'Preséntate en la Sala dentro de 25 minutos.'

Aquello solo podía significar que había una nueva misión, pues nadie ajeno a Wissenschaft podía entrar en aquel complejo de la Gran Universidad de Lucrecio, donde los Cuervos residían entre misión y misión. Allí tenían zonas de entrenamiento, acceso a la biblioteca, laboratorios de investigación (aunque reservados a los investigadores). Y estaba la Sala, el lugar donde les informaban de sus próximas misiones y de cómo debían llevarlas.

Una nueva misión... había que ponerse en marcha.

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09/01/2010, 16:04
Hellin
Sólo para el director

La mestiza de sylvain se quitó el camisón con el que dormía habitualmente, con gesto irritado, y empezo a caminar muy pausadamente por la habitación, sacando armas y partes de su equipo de la comoda y armarios y organizándolos con parsimonia sobre la cama, sino molestarse ni siquiera en empezar a vestirse. Era su forma de combatir la agitación y el abotargamiento que solían acompañar sus pesadillas. La deliberada lentitud y precisión mientras manipulaba las afiladas hojas, comprobaba los mecanismos de las armas más complejas y estudiaba la textura y color de las sustancias guardadas en pequeños viales, repasando mentalmente el listado de venenos y antídotos que tenía a su disposición, le daba a su mente agitada tiempo para volver al presente, a la realidad, y volver a funcionar normalmente.

También había el riesgo de que le metiese pereza en el cuerpo, pero normalmente Hellin estaba demasiado tensa al despertar para que eso supusiese un problema. Además, el frío acumulado por la piedra de las paredes durante la noche no tardaba mucho en empezar a morderle la piel, poniéndola en movimiento. A los pocos minutos, la asesina estaba despierta y lista.

¿Cuándo van a parar? Si al menos los sueños me dieran alguna pista, pero... pensé que esa mierda de cristal del que hablaba Lucanor me podría ayudar a indagar en mi memoria, pero no estoy ahora más cerca que antes de averiguar de qué va todo ese asunto del miedo quemado, y lo único que he conseguido es que las pesadillas se vuelvan más vívidas.

Hellin apretó los dientes, frustrada. Bueno, al menos eso le ayudaba a no perder la memoria de lo "otro" que la venía acosando desde el incidente del carromato. El maldito Garland. No ha dejado de poner los ojos y los oídos durante estos años esperando una señal suya, pero parece que se lo haya tragado la tierra, y su paciencia empieza a acabarse. Mandaría todo esto a la mierda, pero es dolorosamente consciente de que eso la mataría al faltarle la droga que les dan. Por no mencionar que sabe que Lucanor sabrá encontrarla si quiere- aunque si realmente se molestaría en hacerlo es otra historia.

Bueno. Al menos ya estoy despierta. Los instructores tenían razón, la cólera no es mala. Solo hay malos usos de ella.

Le quedaban unos escasos diez minutos para llegar a la sala. Más que suficiente.

Moviéndose con tal gracia y agilidad que era difícil seguirla con la vista, Hellin se puso sus ropas de viaje, embutiéndose en las prendas con movimientos secos y precisos, ajustando cinchas y hebillas de un solo tirón exacto al milímetro y colgándose u ocultando en su capa todo lo que podría necesitar llevar encima. En apenas un par de minutos había salido y cerrado la puerta con llave, y se había lanzado a un vertiginosa carrera a través de los pasillos, su capa flambeando tras ella mientras sus cortas y potentes piernas la llevaban a una velocidad endiablada por las entrañas de la universidad, girando la cadera con movimientos secos y potentes para esquivar a otra gente un objetos, remontándose en el aire para lanzar una potente patada contra las paredes y columnas para impulsarse cuando necsitaba cambiar de dirección, y saltando sobre balaustradas  y bordillos para acortar terreno.

Era úna de las primera lección que aprendía un asesino, a huir moviéndose con velocidad y sin detenerse, y pese a ello, seguía siendo la que más disfrutaba. Casi le dio lástima que se hubiese acabado tan pronto cuando entró a la carrera en la sala.

Exactamente a tiempo.

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09/01/2010, 18:34
Director

Aquel era el día. Ese día que marcaría un antes y un después en su búsqueda. Se había estado preparando física y mentalmente durante un mes para aquel día... el día en el que todo retomaría su rumbo.

Llevaba mucho tiempo yendo a la deriva. Viajando de aquí para allá, sin más motivación que encontrar a Loctus y con la excusa de reclutar miembros para Wissenschaft. Y, la verdad, es que su excusa se había vuelto su realidad. Había conseguido que varias personas se unieran a Wissenschaft, gente con potencial como Holly... pero no había encontrado ni una sola pista de Loctus. Dos veces encontró a alguien que lo había visto, pero le perdieron la vista con la misma rapidez con la que le encontraron. Y así se quedaba Athena, con la mirada vacía, sin encontrarl eun verdadero sentido a todo lo que hacía.

Pero aquella misión... iba a ser diferente. No iban a reclutar. No iban a acabar con nadie potencialmente peligroso. No iban a involucrarse en ninguna guerra ajena... Iban a buscar a Loctus. Eso le había dicho Lucanor. Tenían una ligera idea de dónde podrían encontrarlo, y nadie tenía tantas posibilidades de hacer razonar a Loctus que Athena. Era su sino.

Miró el reloj que tenía en la habitación, sus agujas le avisaban de que tenía que salir ya hacia la Sala, aquel lugar donde se daba la información de las misiones que se iban a realizar. Athena observó a su alrededor: pese a que estaba harta de estar encerrada, le gustaba aquel lugar. El enorme pabellón de la Gran Universidad de Lucrecio dedicado a Wissenschaft era de lo mejor del principado, donde ellos, si no tuvieran que trabajar, podrían vivir sin tener que salir de allí para nada. Pero quería salir... vaya si quería.

Volvió a mirar el reloj. Tenía que darse prisa.

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10/01/2010, 23:08
Holly

Holly apretó los dientes y las ventanas de su nariz se dilataron en tanto le enviaba una mirada dura y enfadada a Pietro. Maldito idiota. Odiaba aquella parsimonia suya, siempre tan tranquilo y tan egoísta. A ella no le gustaba llegar tarde a ninguna parte. Había aprendido pronto cómo aquello molestaba a todo el mundo. La vida en la ciudad se regía por el reloj y todo el mundo apremiaba a los demás para que llegasen a tiempo a sus malditas citas. Holly había vivido a su propio ritmo, sólo fijándose en la salida del sol y en su puesta, momentos en los que debía despertar y acostarse. Ahora era diferente.

No dijo nada a Pietro, ni siquiera se molestó en decirle que cerrase la puerta. La noción de la vergüenza significaba poco para ella. Se puso de pie y rebuscó entre los ruguños de ropa que había por el suelo, hasta encontrar un conjunto no muy sucio. Se trataba de unos pantalones negros y amplios (no podía pelear con algo apretado) y un chaleco blanco que amarilleaba por el uso. Se quitó la ropa de dormir de un tirón, dejando que se viese su cuerpo torneado y machacado hasta la perfección, surcado de cicatrices y quemaduras que se había causado a sí misma intentando desarrollar su Técnica, y se puso lo que había rescatado del suelo. No pasó por la jofaina. Salió corriendo de allí a toda velocidad en dirección a la Sala. Quizás encontrase a Athena esperándola.

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11/01/2010, 18:36
Director

El daimah se sentía intranquilo, como si algo fallara aquel día, como si algo fuera a cambiar. Por ello estaba nervioso, más nervioso de lo que era ya de por si. Se había despertado algo antes de lo habitual al escuchar el roce de una carta por debajo del marco de su cama. O eso creía él, pues anteriormente habían golpeado su puerta para avisar de la llegada del mensaje. El chico se levantó a coger la carta, que le avisaba de que tenía que dirigirse rápidamente a la Sala, en apenas 10 minutos. La Sala era el lugar donde se informaba a los Cuervos de las misiones que les correspondieran. Era un lugar curioso, ya de lo curiosa que es la Gran Universidad de Lucrecio, a la cual solo podía hacerle sombra la de Ilmora.

Bredo, como muchos otros Cuervos, vivía en aquel complejo de la Gran Universidad dedicado exclusivamente a Wissenschaft, donde tenían todo lo que podía necesitar y donde se entrenaban para su siguiente trabajo.

Y otra vez tocaba trabajar... el corazón de Bredo empezó a latir con algo más de rapidez: su cuerpo necesitaba acción.

Notas de juego

Te hago el post ya, pero no olvides hacer eso. Es muy importante (no solo para mi, que también, si no para los demás y para la partida).

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11/01/2010, 22:48
Director

Pese a llegar apenas dejarle diferencia, Holly llegó la primera. Y le sobró tiempo. En cuantro entró en la Sala, dos personas la miraban con una sonrisa, aunque una muy diferente de otra. La primera, la más cercana, era la de Dave, que le sonreía con amabilidad, como siempre. Aquel hombre, ya bastante mayor, era el que les solía presentar la mayoría de las misiones (y aquella no parecía ser especial, por mucho que Holly pensara que era así) y darles apoyo táctico a priori. También solía ser él quien les enseñaba a los Cuervos sus nuevos juguetitos cuando estaban listos para ser probados. Él no era un Cuervo ni estaba Procesado debido a la edad, pero era uno de los pocos Investigadores que conocían el proyecto del Proceso y uno de los mejores de Wissenschaft. Y, lo que más raro era, la gente le solía tener bastante aprecio, era un buen hombre que se preocupaba por sus compañeros. Una mente brillante que, por desgracia, empezaba a hacerse demasiado mayor.

Más allá, sentado en una silla con los pies sobre la mesa, se encontraba Pietro, con esa sardónica sonrisa que le caracterizaba y la cual perdía en muy pocas ocasiones. Le gustaba mucho creérselo, y todos sus movimientos parecían una pose, como si estuviera haciendo un inacabable papel en un teatro. Sólo le faltaba decir: 'Aplausos, por favor.' a cada paso que daba. Holly deseaba que él no estuviera allí porque participaba en la misión, pues no le soportaba. No era un mal tipo, y no trataba mal a la gente, pero simplemente a veces se volvía insoportable.

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11/01/2010, 22:48
Dave

- Hola pequeña. Para haberte dejado apenas tiempo has llegado con una buena marca. Felicidades, cada dia demuestras más lo que vales. - dijo el hombre, sonriendo. A la cabeza de Holly volvió el pensamiento de cómo se llamaría aquel hombre al que todos conocían por 'Dave'. Sabían que era un pseudónimo, pero nunca había revelado su nombre real. Puede que incluso lo ignorara. - Esperaremos a que lleguen los demás, porque quiero comentaros que os han asignado una nueva misión. Seréis cuatro Cuervos, Athena, Hellin, Bredo y tú. Pietro os acompañará hasta el punto de extracción, pero tomará otro camino. Digamos que estará para daros apoyo si al final las cosas salen mal. -

Holly conocía a Athena bastante bien, a Hellin y a Bredo los conocía de vista, Hellin era una muchacha bastante esquiva (más que ella misma, lo cual ya era decir) y que parecía una acechadora en toda regla, fuera y dentro del trabajo. Bredo era bastante nervioso, era un daimah que tampoco se relacionaba mucho. Sin embargo, eran buenos Cuervos. Se alegró de no tener que aguantar a Pietro, no al menos todo el tiempo. Esperaba no tener que recurrir a su ayuda o se lo recordaría durante meses.

Desde su posición, el chico hizo un gesto con la mano, haciendo una 'pistola' y murmurando 'Bang!' mientras apuntaba a la tecnicista.

Notas de juego

AL FIN ME HA DEJADO -.-""

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11/01/2010, 22:59
Bredo
Sólo para el director

- Si, si, si... - susuraba para sus adentro el Daimah.

Su rostro refeljaba un sonrisilla histerica, mientras se humedecia los labios con la lengua. Recogio la carta, pero no la leyo, ya sabia lo que ponia con antemano. Miro de reojo su equipo en el fondo de la habitación; un mandoble de considerables dimensiones que estaba sellado en la pared. Solo retiraban el sello para una misión, pero no antes de haberle informado de su objetivo y obligado a ponerse en marcha. Era normal que no se fiaran.

Se enderezo y se ajusto las correos que servirian luego para su espada. Su corazón latia muy fuerte, ansioso por ponerse en marcha. Y no se iba a retrasar más. Se puso en marcha, sin corer pero a buen paso. o mejor dicho, en trote, mientras entonaba alguna de las canciones que aún recordaba de su antiguo repertorio, tareando la melodia entre frase y frase:

 

Lejos quedara mi hogar mañana,

Porque partire hoy con el alba.

Lejos quedaran ya las ganas,

de despedirme en paz de mi amada.

 

Tengo por seguro que él viento,

pasara las cuentas de hazañas

que durante todos mis viajes

van fortaleciendo mi templanza.

Puede que algunos me detesten,

o me tachen presto de canalla.

¡Pero no ha sendero más liberto

que el que abrira con fuerza mi espada!

 

Y cuando vuelva del  camino

quizas cansado y abatido,

Hoja rota y malherido,

Yerto inerte en el camino,

recordareís siempre mi nombre,

porque habre logrado mi objetivo.

 

 

Poco tiempo más tardo en plantarse en medio en la Sala. Cada vez más animado con la tarea que estaban apunto de encomendarle.

Notas de juego

Ya tienes lo que pedías ^^, espero que sea de tu agrado ( y del de los demas).

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12/01/2010, 18:57
Athena

Tomó una goma para el pelo de la mesilla de noche, y salió de su habitación mientras se hacía una cola de caballo, para estar más cómoda. Si Athena fuera una mujer que sonriera, se vería lo radiante que estaba. Pero no, ella no sonreía. Hoy se había ataviado con un pantalón de cuero, unas botas con el tacón necesario para estilizar y ser cómodas a la vez, y un corsé encima de una camisa de algodón blanca, de manga corta. Unos guantes negros de cuero y las dagas a la cintura eran los complementos restantes a un atuendo provocador.

Cruzó los pasillos necesarios para llegar a la Sala, y abrió la puerta, para entrar.

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12/01/2010, 19:26
Director

El resto de Cuervos que faltaron por entrar llegaron en este orden: Athena, Bredo y Hellin. Holly ya estaba allí, pero parecía acabar de llegar. Allí, aparte de ellos 4, se encontraban Pietro y Dave.

Pietro era otro Cuervo, un hombre joven de unos 20 y pico años, algo mordaz y que se lo tenía muy, muy creído. Cada paso y cada movimiento que daba parecían una pose, y su frase preferida era un simple: 'Aplausos, por favor.' Sin embargo, tras todo eso, no era mal tipo, simplemente le gustaba llamar la atención. Ahora mismo estaba sentado en una silla con los pies sobre la mesa, mirandoos a todos una sonrisa de: 'Nos vamos a divertir.'

Dave era un hombre bastante mayor, uno de los mejores Investigadores de Wissenschaft. Él solía ser el que les enseñaba a los Cuervos sus nuevos juguetitos tecnomágicos cuando estaban preparados para su uso. Además, solía ser el que le explicaba las misiones a los Cuervos cuando iban a realizarse. Era un hombre amable al que todos respetaban... mucho más que a Pietro, sin duda.

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12/01/2010, 19:37
Dave

- ¡Hola a todos! Me alegro de que hayáis sido tan puntuales. Tenemos una nueva misión para vosotros. Lucanor me dijo que tenía que ser finiquitada en esta semana, por lo que seréis enviados allí de inmediato. Se trata de una misión de reconocimiento... o eso dice él, ya sabéis cómo son sus misiones de 'reconocimiento'. - dijo Dave con una sonrisa cómplice, haciendo un gesto para que el grupo se sentara. Él se dirigió a la silla que 'presidía' la mesa y se sentó, cruzándose de brazos.

- Debéis encontrar y capturar a dos jóvenes. Un chico joven y una adolescente, muy hábiles en artes marciales. Y os preguntaréis: '¿Por qué necesitamos a cuatro Cuervos para capturar a dos críos? Como he dicho, saben artes marciales, y lo hacen MUY bien. Son discípulos del mísmisimo Li Long, uno de los mejores luchadores de artes marciales que han existido nunca. Por alguna razón se han separado de su maestro y ahora viajan juntos aquí, en el Viejo Continente. No se preocupan mucho por ocultarse, así que os llevaremos al último lugar donde les encontraron. - dijo el hombre, cambiando la mirada de lado a cada poco. Entonces dirigió la vista a Athena, que empezaba a poner cara extrañada. - No te preocupes, esto está ligado con lo que él te dijo. Por lo que hemos podido descubrir, Loctus se ha encontrado recientemente con ellos. Podrás sonsacarles algo de información. Lucanor los prefiere vivos a ambos, pero ha dicho que si os resultan muy problemáticos y no tenéis más remedio que acabar con ellos, lo hagáis. Pero espera no llegar a esos extremos, pues algunos aquí, como Hellin, tenéis capacidades para dejarlos incapacitarlos y traerlos aquí sin matarlos. -

- Iréis hasta el Bosque de las Sogas en Moth, al lado de la frontera con Gabriel al norte. Os llevaremos hasta Chaville en la ruta habitual en zepelín hasta allí y allí os esperarán unos miembros de Wissenschaft con caballos para cada uno. Cuando los tengáis, simplemente volved a la frontera, encontraréis allí un campamento de unos viajeros... no son tales viajeros, pues son otros miembros de nuestra organización. Ellos os darán instrucciones de lo que debéis hacer. - volvió a mirar a todos antes de finalizar. - Peitro os acompañará hasta Chaville y desde allí partirá hacia su propia misión, pero si en unos dias no habéis vuelto irá a buscaros al bosque o a los alrededores. ¿Alguna pregunta? -

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12/01/2010, 21:34
Hellin

¿Saben que vamos a por ellos, o saben que alguien va a por ellos específicamente?- suelta Hellin, sin preocuparse demasiado por formalidades. Son Agentes, y los agentes no son burócratas ni cortesanos, son gente con una misión, que hace esa misión y ya. Y la suya es incapacitar o matar, ni más ni menos. Por supuesto, Wissenschaft no es una democracia, hay leyes y jerarquía, y se espera un respeto por tus pares y tus superiores, incluso para con los aprendices. Pero por otra parte, esta es una reunión para la misión, aquí se viene a decir lo que hay que decir, y cuanto antes quede todo claro, antes podrán irse todos a hacer lo que interesa que hagan.

No es que tenga por qué cambiar sustancialmente las cosas, pero una presa que sabe que lo es es más cauta. En un mundo perfecto, lo bueno sería saber por qué los buscamos, pero todos sabemos que no lo es y que mi trabajo no es hacer preguntas, al menos no a gente no agonizante. Pero de que lo sepan o no dependerá el cómo les vigilemos, el cómo actuemos y el cuando y donde. Me parece una información relativamente lógica que tener.

Los ojos de la nephilim saltan a los demás presentes, para ver qué impacto han causado sus palabras. No tanto por las palabras en sí, sino por el hecho de que tome la iniciativa al decirlas. Este trabajo es competitivo, y la gente es... celosa. En Wissenschaft hay una lucha constante e invisible por sobresalir, les entrenan para eso. Viven para eso. Por supuesto, hay gente que trbaaja bien en equipo, pero también hay mucho ego descontrolado suelto. Y menos mal que son mujeres. Con los hombres es peor.

Siempre conviene saber si la gente ve tu iniciativa como algo natural o como algo a combatir. Basta con ver a quien le molesta y alejarse de ellos. Su trabajo tampoco es crear problemas.

De hecho, es arreglarlos.

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13/01/2010, 01:17
Athena

Je. Con los hombres es peor. Pobre Hellin. Aún no conocía a Athena.

Se levantó de la silla y apoyó una palma de la mano en la mesa, lanzándole una mirada de odio a la Nephilim.

- ¿Qué clase de instrucción has recibido si te preocupas por detalles tan ínfimos? Ah, no, perdona... Los detalles de tu entrenamiento son bastantes discutibles, sabiendo tu entrada a la organización. De hecho, aún no sé por qué estás aquí.

Se alisó la arruga de la camisa blanca de algodón, bajo su corsé de cuero negro, y luego miró a Dave.

- ¿Armas y herramientas? ¿Donde siempre?

No quería perder el tiempo. Había una pista de Loctus. Había trabajo que hacer.

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13/01/2010, 09:28
Bredo

Bedo miro a sus compañeras como una paloma que escudiña el horizonte, con la cabeza en alto pero con los ojos pedidos en la nada. Algo inquietante. Escuchó en silencio la misión y las replicas mientras jugeteaba con sus dedos. Su cola de lince, disimulada tas un paño maron que le sevia de impovisado pareo, tambien estaba inquieta.

- ¿Y para el resto no hay nada? - con tono ironico - ¿Pero porque siempre tenemos que hacer misiones que tengan que ver con los caprichitos de Athenea? Y lo peor de todo es su genio. Ahora mismo como una perra en celo, hehehe -

Aúnque antes de que pudiea contestar añadio una odisosa muletilla:

- ¡Pero por mi esta bien! -

No le importaba el sexo de sus acompañantes, y mucho menos sus opiniones. Aúnque sentia cuiosidad, eso era inegable. Sabia su objetivo y estaba listo para ello ¿Que más se podia pedir?

- ¿Si los matamos traemos los cuerpos de vuelta Dave? - La unica especificación que necesitva. Aunque matar a un par de crios no era pecisamente algo que le entusiasmara. Se confomava si el viaje resultava de por si suficientemente entretenido.

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13/01/2010, 12:53
Hellin

Una donde no me llevé tantos golpes en la cabeza como para creer que todo se soluciona cargando de frente con las armas en ristre, aunque entiendo que a Su Gracia le pueda parecer cuestionable. Es bastante obvio que no todo el mundo ha tenido ese privilegioreplica la nephilim, sus rasgos neutros, aunque sin molestarse en disimular la sorna en su voz.

Ya que tanto os interesa, uno de los motivos de que siga aquí es que puedo tener éxito donde gente menos interesada por los... detalles, tiende a acabar empalada contra un muro de lanzas que salió de no se sabe donde. Si los detalles os aburren, sugiero que os retiréis y me dejéis a mi con ellos. Al fin y al cabo, entiendo que vos ya sabéis todo lo que queríais saber, ¿no?.

A juzgar por como se comporta, de hecho, diría que ya cree saberlo todo. Bueno, mejor para mí. Que se comporte como un elefante en una tienda de porcelana si le hace feliz, cuanto más llame la atención de esos dos  críos, menos tendrán para dedicarme a mí mientras me escurro a sus espaldas.

Siempre había sido así. Los asesinos son gente notablemente utilitarista. No hay buenos o malos compañeros de misión, sólo buenas y malas formas de usar los talentos de la gente. O su falta de ellos. Incluso el más completo imbécil puede servir de algo, aunque sea de cebo.

 

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13/01/2010, 13:15
Athena

Athena miró furiosa, a Hellin y a Bredo, alternativamente.

- Mirad, parásitos. Os guste o no, soy la líder del grupo, y me debéis respeto y obediencia. Cuando vosotros jugábais a ser gente normal, yo ya era una Cuervo, y he realizado miles de misiones yo sola. Preguntad por la puta mejor Ilusionista de Wissenchaft y seguramente saldrá mi nombre. Confío y conozco mis capacidades, y por mucho que os moleste, soy brillante. Mientras vosotros lucháis porque Lucanor se aprenda vuestro nombre, a mí me tiene en cuenta todos los días, malditas pulgas. Así que empezad a aprender en qué lugar de la cadena estáis. - Y luego miró al Daimah sonriendo de medio lado, con odio - Y la próxima vez que me vuelvas a llamar perra en celo, habrás muerto antes de terminar la frase. Y me llamo Athena, no Athenea, ¿estamos? Bien.

Luego calmó la voz y miró a Dave, para hablarle con amabilidad.

- No los quiero en mi grupo, Dave. Ves lo que suponen. Quiero a Holly y a dos miembros más que consideres necesarios, pero que sean más dóciles. Dudo mucho en las habilidades de Bredo para este trabajo, Y aunque sí creo que Hellin sería útil, su irreverencia y falta de disciplina para conmigo lo harían todo más difícil. Así que prefiero dejarlos fuera cuando se trate de una misión de esta importancia.

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13/01/2010, 13:37
Hellin

Hellin no está demasiado impresionada por el discurso de la mujer. Ha conocido a más fanfarrones de los que quiere molestarse en contar, es algo que inevitablemente sucede en los círculos en los que se mueve, y el discursito es parecido en todos. Ya hace tiempo que ha aprendido que lo primero que la gente realmente hábil aprende es a ocultar su propia habilidad para sacarle aún más partido gracias a la sorpresa. Es algo que ella misma ha hecho muchas veces. Por lo general, una boca muy grande para lo único que vale es para que las flechas entren mejor.

¿Cuestionas las órdenes de los superiores que han formado el grupo y me acusas a de falta de disciplina? Sere irreverente e indisciplinada, pero al menos yo me limito a obedecer órdenes, no a cuestionarlas ni mucho menos pretender cambiarlas, incluso aunque pudiese llegar a pensar- Dios no lo quiera- que alguien que se altera hasta tal punto por una pregunta no es el candidato más idóneo para liderar a un equipo en una misión que requiera pensar con lógica y mantener la cabeza fría. Hipotéticamente, por supuesto.

Hellin ignora a Athena y fija la vista en Dave. Le da bastante igual no caerle bien a su jefe, al fin y al cabo los Cuervos tienen que saber ser autosuficientes, es una necesidad perentoria cuando se dedican a lo que se dedican. Además, no es asunto suyo meterse en los parámetros de la misión, para eso ya está él.

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13/01/2010, 14:12
Bredo

- Esto se pone interesate -  declara escapandose entre sus dientes una risa hilarante a la vez - me encanta las rabietas que se coge la "jefa" cuando se chiva al "profe" si alguien se "porta mal" con ella. Estas muy mona cuando se pone de moritos, por mucho empeño en hacer ver que no   -

Tres posibilidades: O bien el Daimah era un insconciete de su suerte, o era un idiota, o no le asustaba la pose de mala de la "jefa".

- Dice que no quiere, pero puede ser muy entretenido un viajecito todos juntos ¿No? hehehehe - realmente no una risa agradable -¡Prometo no hacer trastadas! ¡Venga! Degame venir, no seas asi hehehe -

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13/01/2010, 16:47
Holly

Holly, hasta ese momento, se había hallado demasiado perpleja como para poder contestar. Hablaban demasiado, demasiado deprisa, demasiado fuerte. Aún no se había acostumbrado a aquella manía de todo el mundo de imponer sus opiniones gritando y fanfarroneando. Holly no era tímida precisamente, pero sí se sentía algo perdida en aquel nudo dialectico. No fue hasta que empezó a aburrirse que decidió intervenir.

-Ya basta, pareceis niños -murmuró-. Me estais avergonzando.