Partida Rol por web

 — Porque vas a tener el privilegio de ayudar a Gastón a estudiar. Si lo vas diciendo por ahí seguro que ganas popularidad. — guiñó el ojo el muy engreído.

Úrsula se quedó muy sorprendida con el chulito de cuerpo griego. No comprendía nada de lo que le estaba diciendo, no tenía ni idea de quién era, pero lo que sí que le había quedado claro es que debía de tratarse de algún famoso. ¿Y quién es Gastón? Le preguntó. Vale, sí, le había quedado claro que debía de tratarse de él, pero eso de hablar en tercera persona ya emanaba prepotencia, y eso era algo que no le gustaba nada a Úrsula. Su masculinidad, sí. Su cuerpo, también. Sus comentarios rudos y groseros, estaba mal admitirlo, pero también. Pero, eso de ir de chulito... Úrsula negó con la cabeza... ¡Se había equivocado de mujer!

— Cada uno tiene sus objetivos, no puedes culparlos. Apuesto que tú también tienes los tuyos. Además, no eres igual que el resto de chicas, es normal que te rechacen. 

Claro, luego vino lo de llamarla del grupo de "los raritos" y eso ya le terminó de matar. Úrsula no pudo evitarlo y le encajó una bofetada en la mejilla molesta por ese comentario. Después se puso en pie, ¿perdona? ¿pero tú quién coño te crees que eres? Dijo colocándose bien el pelo y dándose media vuelta. Disfrutad de este gañán. Le dijo a los que estaban comiendo con él.

Pero cuando estuvo a punto de marcharse, Gastón siguió hablando:

 — Nadie más que tú misma va a quererte de verdad — de eso Gastón sabía mucho — Así que no te afecte lo que piensen los demás — 

Aquellas últimas palabras a ürsula le hicieron darse la vuelta. Sus mejillas se pusieron coloradas avergonzada por el bofetón que le había dado. ¡Oh! ¡Vaya! Te entendí mal. No me gusta que se metan con mi físico. Así que se volvió a acercar a él y se sentó a su lado. Disculpáme. Es que tengo muy mal pronto. Está bien, estudiaremos juntos. Le dijo tratando de resolver la cagada que acababa de cometer. Por lo menos hoy no hay deberes, pero si quieres podemos ir a dar una vuelta. ¿Puedo compensarte de alguna forma? 

La joven estrechó los ojos ante la respuesta de Gaston, pero enseguida sus hombros se relajaron al percatarse de que él no lo habia dicho de mala fe.

Volvió su atención al plato y terminó el desayuno ajena a la entrada de Ursula y a toda la conversación que se desarrolló a su alrededor. Quería indagar más en la Universidad y ver si encontraba algo divertido que hacer y después de todo Blanca parecia tener conversación pendiente con el guaperas. Asi que se levantó y con un leve ademán de despedida salió fuera

 Blancanieves:
— pero si me dejan decirles algo, sus historias no deben definirlos — (...)— por algo están aquí 

El Lobo se quedó meditabundo pensando en aquellas palabras. - Por algo estaban aquí - la princesa Blancanieves tenía razón. Ella había demostrado ser una anfitriona demasiado misteriosa, pero nadie gastaría semejante cantidad de recursos mágicos sin un objetivo.

Blancanieves:
— ¿comerá aquí? — 

Grey miró a Blancanieves, todavía algo disgustado por la furia derramada durante la clase con sus compañeros, pero se apoyó en la mesa saboreando la manzana con mordiscos contundentes de sus poderosos dientes, aún rumiando sobre los posibles objetivos de aquella mujer. ¿porqué no? se dijo a sí mismo.

Gastón:
- Yo esperaba una introducción al menos, para eso estamos aquí. Para aprender o en nuestro caso "re-aprender"-

El Lobo soltó un bufido con una sonrisa, mirando al infinito —  Todos esperábamos algo más de información por parte de los profesores. ¿Te has preguntado porqué a los repetidores nos borraron la memoria?

Gastón:
- No quiero la ayuda de ninguna de las dos. Bella me traicionó en mi cuento y Rapunzel es una especie de bruja…

El Lobo alzó una ceja confuso. No sabía que la chiquilla sabelotodo de Bella podía haber traicionado a su príncipe. Eso si que era inesperado. Tal vez no fuese una princesa, tal vez estuviese destinada a convertirse en villana. Las posibilidades no eran sino una miríada de posibilidades a cada cual más divertida.

Respecto a Rapunzel… prefirió no opinar. Esa jovencita le producía sentimientos encontrados y le confundía sobremanera. Su magia era inofensiva, pero mejor dejar que aquel joven Héroe pensase lo que deseaba.

Mérida:
¿Cómo te atreves a llamarla bruja? Retira eso ahora miso -

Grey observó el pronto de la chica pelirroja y disfrutó del espectáculo masticando esta vez el corazón de la manzana, con un gesto divertido. Gastón le contestó de forma implacable con la lógica que solo un pueblerino podía cometer. La ignorancia era tan maravillosa. El Lobo decidió no sacarlos de su error.

Cuando se diluyó el tema, Gastón preguntó a la extraña mujer de figura imponente que había visto merodear por la hermandad de Villanos, @Úrsula, y escuchó con poco interés su conversación. Blancanieves se preocupó por la cara lánguida de la villana. ¿Es que esa chica siempre se preocupaba por todo el mundo? Grey no comprendía aquello.

Úrsula comenzó a soltar una lastimera historia de autocompasión que Grey escuchó con cierto interés. Cogió una copa que llenó de agua y pegó un buen trago para luego preguntar sin mucho interés.

— ¿Porqué quieren su ayuda? — dijo mirando el fondo vacío de su vaso para luego dejarlo en la mesa y mirar a la villana — Habéis dicho que cuando la gente está desesperada, os busca. ¿Porqué? ¿Que puede hacer usted que alivie tanto la desesperación ajena? — 

Mérida se levantó incomodada por la superioridad de la gente a la que le importaba un pepino la opinión sobre su amiga y se despidió.

— Hasta luego pelirroja — Grey pensaba que era importante llevarse bien con aquellas aguerridas princesas de temperamento fugaz. Sabía que Rubí era muy parecida y debía aprender a manejar a aquel tipo de personas.

Mientras esperaba a que Gastón le contestase, Úrsula se quedó mirando directamente a los ojos de Grey y le dedicó una sonrisa al hermoso muchacho. No hago nada de especial, simplemente escucho los problemas de los demás y trato de resolverlos en la medida que me sea posible. Dijo brevemente sin querer añadir nada más. Cuéntame... se quedó pensando en su nombre y se dio cuenta de que nadie les había presentado, cuéntame qué es lo que te aflige, te preocupa o te perturba. Después de una breve pausa para dejarle contestar le tendió la mano para que se la besase, por cierto, soy Úrsula.

Ludovic, queda comida en la mesa grande, ves a tus compañeros comiendo juntos, justo te cruzas con la pelirroja saliendo, los alumnos de otros cursos y profesores han terminado ya de comer y no queda nadie más.

Se sintió mal por Ursula, la verdad es que Megara y Ruby tenían sus asuntos personales y de seguro estaban por ahí terminando lo que habían empezado en el cuarto y que no habían dejado de hablar en la mesa pero creyó que no era conveniente contarle aquella parte de la historia, así que puso sus manos delante de ella y jugó un poco con sus dedos, meditando si decirle algo o no, después de todo, el que la ignoraran no había sido personal, de hecho ni a ella la tomaron mucho en cuenta, por otro lado Gastón parecía estar intentando usar la situación a su beneficio, lo que realmente era bajo, el guapo chico debería estudiar por su cuenta, eso le quitaría algo de lo pueril de su comportamiento. 

Merida se despide de todos y los deja, mientras los dos chicos parecían estar interesados en saber en qué podría ayudarlos Ursula, Blancanieves suspiró con profundidad, y presionó sus pulgares.

— Las chicas no te ignoraron por ser... tú, se fueron porque se gustan y tenían ganas de estar a solas, de hecho, sólo hablaron de eso en la mesa — por fin lo explica justo cuando llega Ludovic, lo que hace que se encoja de hombros, la conversación en la mesa había sido realmente incómoda con ese trío ahí, si no hubiera sido por Simba, no hubiera sabido que decir, suspiró y sus labios se presionaron un poco. 

— no creo que pase algo contigo que haga que te ignoren, al contrario, todo en ti es genial y destellan, Ursula y no dejes que este par te siga el juego para que los ayudes — mira con los ojos entrecerrados a Gastón, queriéndole decir "sé que juego intentas, guapo"; — lo que quiero decir es que no te desanimes, cada cual está recién conociendo a las personas, intentando congeniar o... incluso entender lo que pasa, ayer nos enfrentamos a un León que nos quería comer, y el día antes, cada cual estaba en su cuento... o en su historia y ahora nos cuestionamos si somos reales o si somos lo que queremos ser... o en lo que nos transformaremos — miraba a todos mientras conversaba, en especial a Grey, apenas pudiera le diría que se fueran a hablar por ahí, quizás adelantar la cita que tenían. 

— Gastón, si necesitas saber cosas, te ayudaré, aunque te digo que deberás estudiar al final, pero te ayudaré — comenzó a comer, tragando un bocado y volvió a tomar la palabra — Ursula...  cuéntame qué es lo que te aflige, te preocupa o te perturba, pero sobre todo, ¿cómo podemos ayudarte?... sin pedir favores a cambio y te lo pregunto porque como llegaste, creo que es lo más importante ahora, y perdón por haberme ido de la mesa sin preguntarte si querías comer conmigo, estaba buscando a Grey, quería hablar con él,  —  le sonrió de medio lado al lobo.  

Las palabras de Blancanieves subieron bastante la autoestima de Úrsula. Gracias guapa. Le dijo agarrando una de sus manos y plantándola un sonoro beso en ellas. En su mano quedaron los restos del carmín que aún tenía del día anterior, pues no le había dado tiempo a maquillarse por la mañana.

Bastante más animada, se colocó su pelo de nuevo para dedicarle una amplia y agradecida sonrisa a la que a partir de ahora se había convertido en su más mejor amiga. La verdad que no me preocupa nada ahora mismo. Gracias a ti. Lo de Ruby y Megara, no tenía ni idea, si lo hubieran explicado o hubieran comentado algo antes, no me habrían hecho sentir así.Dijo con un ligero rubor en las tostadas mejillas. Supongo que estoy tan acostumbrada a que me den de lado que ya todo me lo tomo de esa manera. Dijo acercándose más al resto de los que estaban en la mesa y tomando algo más de lo que quedaba en la mesa.

—Porque suspendí el curso anterior, por eso nos borran la memoria. Si no somos capaces de superarlo, de evolucionar o como ellos quieran llamarlo, nos devuelven a nuestro cuento y por tanto, a quedarnos con nuestro cutre desenlace. — Respondió a Grey bastante fastidiado. Por eso le urgía encontrar a alguien que lo ayudase a estudiar y superar el curso.

Luego de aquella respuesta, y habiéndole hablado también a Úrsula, ésta le replicó con un bofetón que le cruzó la cara de un lado a otro, y le dejó la mejilla colorada.  Gastón, sin habérselo esperado, se quedó mirando con los ojos muy abiertos a la mujerona: estaba tratando de asumir que le habían abofeteado públicamente. Algo no había entendido bien que el aldeano tuvo que proseguir con lo que estaba diciendo, aunque sinceramente, aunque no se hubiera metido con su físico, si las chicas se alejaban de ella era precisamente por eso, porque era muy diferente a ellas, pero ya no quería más bofetadas.

Gastón no sabía qué hacer. Marcharse de allí fue lo primero que se le pasó por la mente, pero luego cuando vino a disculparse y ofrecer una compensación a cambio hizo pensárselo dos veces. ¿Qué podía hacer para compensar aquella humillación pública? La cara del muchacho cada vez se fue tornando más y más roja de la vergüenza y la impotencia. — Estudiar… solo quiero aprender a estudiar. — murmuró muy bajito, habiéndole costado horrores tragarse su orgullo mientras se masajeaba la mejilla.

El cazador rodó los ojos cuando escuchó a Blancanieves, claro, se metió con su amiga Bella y Rapunzel y ya lo tenía cruzado. — Tras el bofetón me lo debe — replicó, casi parecía desesperado. Lo que no se esperaba es que al final ayudarle también. Gastón estaba confundido. Si a él alguien le cae mal, o lo ignoraba y dependiendo de si el sentimiento era más profundo, lo hundía en la mierda más pastosa, pero la chica no parecía reaccionar igual. ¿Era una trampa o de verdad estaba siendo sincera? Se quedó largos segundos callado, asimilando tanta amabilidad y ayuda desinteresada. Desde luego el joven arrogante no estaba acostumbrado a ese trato. — Solo necesito superar el curso como sea para cambiar mi cuento. — Carraspeó, aún con la vergüenza plantada en su cara.

Ursula tomó una de sus manos y la besó, Nieves le sonrió algo complicada, no era necesario ese acto, pero lo agradecía, y asintió a sus palabras, ahora estaba bien y la princesa agradeció el haberle dicho la verdad.

— antes de que llegarás... créeme, fue de lo único de lo que hablaron — intentó explicar lo que había pasado en esa mesa, pero su atención estaba en Gastón y su mejilla roja. Su rostro era un poema la verdad, ese bofetón lo había puesto en su lugar y a juzgar por cómo se comportó, no parecía entender mucho que acontecía. Luego vino lo de la suspensión y el hecho de cambiar su cuento. Nieves volvió a mirar a Grey...

— ánimos — alargó sus manos y tomó las de Gastón entre las de ella, apretándolas, las manos de la princesa era cálidas y se mantenían suaves a pesar de que desde niña se había encargado de labores domésticas — ahora entendemos mejor lo que te pasa y yo te ayudaré a estudiar pero no te daré todo en bandeja de plata... hay que romper patrones, más si la razón por la que estás aquí es cambiar tu mal final... ya sabes, hacer cosas que no harías en tu cuento, por ahí podrías empezar a... ser una mejor versión de ti mismo — las apretó un poco más antes de soltarlas — muy bien, ahora comamos, tengo hambre — anunció la princesa antes de seguir comiendo su plato lleno de verduras. 

Te ayudaré. Dijo Úrsula avergonzada por su reacción. Te ayudaré Gastón. Tenemos que conseguir que aprendas a estudiar. Y al escuchar a Blancanieves se quedó pensando. Pero no vamos a estudiar por ti, no te vamos a dejar nuestros deberes, ni te vamos a hacer los trabajos. Solo te apoyaremos y te ayudaremos para que lo consigas por ti mismo. Úrsula había estado comiendo durante toda la conversación y cuando su más mejor amiga dijo que era hora de comer, ella ya había terminado.

Pero bueno, dijo mirando al atractivo Gastón, hoy no tenemos ningún deber porque la clase, por llamarlo de alguna manera, ha sido una pura pantomima, así que podemos tomarnos el resto del día libre. ¿Alguien tiene ganas de investigar la Universidad? ¡Quizá encontramos algo interesante! ¿Os animáis cuando termineis de comer? Sin duda el ánimo de Úrsula había cambiado por completo. No era la misma persona que había entrado al salón, ahora estaba mucho más dinámica y entusiasmada. ¡Tenía un montón de ganas de probar conocer aquel lugar!

Justo cuando había llegado ya Mérida había salido, en el exacto momento donde la vi pasar por mi lado antes de  entrar a la cocina. Era una lástima ya que quería hablar con ella, la única con la cual compartía algo así fuera el mismo cuento, pero tal parece que tenía otras cosas que hacer.

Pero apenas me acerqué hasta la mesa tal parecía que algo había pasado hace poco, lo deduje por aquellas palabras de ánimo que le daba Nieves a Úrsula, además de estar Gastón con la cara roja y tal parecía que sorprendido, parecía que le dieron un buen bofetón... Como sea, solo pasé por su lado para tomar un plato, y después me senté junto a ellos para empezar a servirme algo de comida mientras ellos hablaban, pero cuando Úrsula dio aquella idea de explorar la universidad no pude evitar sonreír con cierto entusiasmo.

-Cuenten conmigo, quiero ver si aquí hay algún lugar donde se pueda entrenar, no quisiera perder mis habilidades el tiempo que esté aquí. Ah, y hola por cierto.-

Gastón era lo suficiente cabezota y orgulloso como para querer sacarse el curso por sus propios méritos, diferente era que durante el proceso recibiera ayuda, la cual necesitaba emergentemente porque él no era un hombre muy listo. Si lo superaba, seguramente necesitaría esforzarse el doble o el triple que otros con más mollera. Su voluntad tendría que compensar su otra carencia.

Se sobresaltó un poco cuando Blancanieves le agarrara de las manos; eran suaves y cálidas, lo que se esperaba de una mujer delicada como ella. En silencio la escuchó, a ella y a Úrsula que básicamente le estaban diciendo lo mismo. — ¿Una mejor versión de mí mismo? — Preguntó con duda. ¿Eso existía? Si él ya de por sí se sentía el hombre perfecto, sin ningún tipo de fallo pero claro, por algo estaba allí ¿no? Algo fallaba en su persona para haber terminado empujado al abismo; por no haber superado el curso el año pasado y el anterior.

— Ya lo sé, ya lo sé, yo no quiero que nadie luche mis batallas. Lo quiero conseguir yo, superar los exámenes y el dichoso curso. Solo necesito aprender cómo hacerlo.  — Respondió a las dos mujeres. — Entonces trato hecho. — y como buen trato, buscó cada una de sus manos para darle un buen apretón, quizás más fuerte de la cuenta pero Gastón no lo podía evitar, costumbres.

Se sentía aliviado. Ahora tenía a dos personas que le ayudarían a estudiar. Aquellas que le darían la clave de cómo hacerlo, ya el esfuerzo lo pondría él. Esperaba que le dejaran alguna vez sus apuntes para tomar ejemplo de como lo hacen. — Ayer fui a una especie de sala de juegos, hay todo tipo de artefactos recreativos. Me recuerda al taller de un loco de mi aldea. —comentó antes de ver como se acercaba Ludovic al tiempo que se terminaba de comer los huevos fritos — Pues exploremos cuando todos hayamos acabado, si es que a Blancanieves y a Grey les apetece. — Dijo mirando a éstos dos. Se levantó y de bebió lo que le quedaba de bebida.

El Lobo siguió devorando parte de la comida mientras miraba de reojo a aquellos humanos. Sus penas y deseos eran confusos, y el Lobo no entendía aquellos sentimientos que parecía demostrar esa tal Úrsula. Grey sabía que era una villana, por tanto seguramente debía estar fingiendo para atraer la simpatía de aquellos ignorantes. Esa vieja zorra era más astuta de lo que parecía, debía ser precavido.

Grey sonrió para sus adentros y masticó el corazón de la manzana mientras dedicaba una divertida mirada a Blancanieves.

— No entiendo porque quieres cambiar el final de tu cuento, ser Gastón —  dijo girándose y limpiándose las manos con una servilleta. —  Eres un héroe... acabarás casándote con Bella, convirtiéndote en príncipe si es que no lo eres ya y luego dejándola bien rellena de cachorros en su vientre. ¿Qué tiene de malo?

El Lobo no hizo esa pregunta con malicia o burla. Había deducido que era el príncipe de Bella, por lo que todo acabaría bien en su cuento, al final, claro.

Uno de aquellos príncipes (@Ludovic MacGuffin) entraron de repente y saludó como si nada. Grey simplemente lo miró con gesto compungido, le repugnaban los príncipes, pero movió la cabeza a modo de saludo.

 Ayer fui a una especie de sala de juegos, hay todo tipo de artefactos recreativos. Me recuerda al taller de un loco de mi aldea. 

 — Me encanta esa sala... —  dijo Grey saltando de un salto de la mesa hasta el suelo. — Hay muchas cosas divertidas, incluyendo un juego técnico muy divertido llamado "Billar" —  Haciendo un gesto a quien quisiera para acompañarle.

— Recuerdo que cuando estuve el curso anterior jugué muchas veces... y me encantaba apostar.

Con la panza llena y mi corazón agitado por haber corrido en los pasillos llegué al comedor. Aún tenía una sonrisa tonta dibujada en mis labios, puse en la mesa lo que había sobrado de mi picnic improvisado. Aproveché de servirme algo de jugo en lo que saludo a todos.

- Ursula, Ludovic, Nieves, Gaston, buen provecho- ya conocía a casi todos, excepto a uno cuyos ojos llamaron mi atención, era dificil reconocerlo vestido y sin toda esa sangre y mugre encima.

Miré si quedaba algún lugar para sentarme, observando de vez en cuando a quien le había prestado mi bufanda.

- Hola, soy ruby, no se si te acuerdas de mi. Te presté mi bufanda cuando llegamos aquí, tenias menos ropa entonces y parecías tener frío

Todo parecía pintar para bien, tanto Gastón como Ursula estaban de mejor ánimo y parecían ser buenas personas, eso te hacía pensar en lo que había pasado para que se volvieran villanos, por lo menos Ursula o Grey, aunque el lobo era curioso y aún no sabía que es lo que se traía entre manos, quizás solo incordiarla apenas pudiera. Nieves reflexionó sobre sus compañeros dándose cuenta que un final trágico solo lo hacían unas cuantas decisiones mal tomadas. Mientras Grey hablaba, la princesa le dio un pequeño empujó con su pierna en la de él como aviso de que estaba hablando de más, era obvio que Gastón no era el príncipe de Bella por sus propias palabras, que de hecho sería traicionado por ella.

— claro Gastón me gusta mucho la idea, no he ido a muchos lugares... así que explorar con ustedes me parece un panorama perfecto — le sonríe a Ludovic, más cuando él había indicado que quería entrenar, quizás podría enseñarle a usar una espada como correspondía pero no se lo preguntaría aún, no con todos ahí porque presumían que iniciarían las preguntas incómodas. Mojó sus labios  un poco mientras terminaba de comer su ensalada.

— ¿y Meg? — le pregunta a Ruby sin pensarlo mucho, pero de pronto cae en cuenta de Ludovic y se encoge de hombros, aún no comprendía lo que había pasado en la mesa de clases pero de seguro no era agradable para alguna de las partes de ese triángulo.

— eh... ¿vamos? — preguntó, ya terminado de comer — Ruby, iremos a explorar el castillo, ¿quieres venir con nosotros? — le propone a su amiga.

Ingreso al comedor con una actitud bastante más relajada y busco una mesa donde sentarme a almorzar.

El ambiente se encuentra bastante animado incluso me parece que hayvun grupo organizando una expedición en el interior del castillo, Nieves y Ruby parecen estar al medio de todo.

Por un momento considero la idea de sumarme, pero de verdad quería comprender como funcionaba eso del multiverso y para ello necesitaba ir a la biblioteca, tal vez para la próxima.

Cuando comía pocas veces prestaba atención. Apenas podía escuchar hablar a Gastón algo de ser mejor, una sala de juegos, casamiento, y un tal Billar, pero al escuchar una voz que ya me hizo ser conocida alcé la cabeza, para así sonreírle a Ruby de forma amistosa, y nuevamente volví a lo mío.

Estaba ocupado comiendo, hasta que entonces llegó un nombre a la mesa: Meg. Allí como si fuera un chasquido volvió a mi lo sucedido en la mesa, ese coqueteo descarado frente a mis narices, como no fui más que una broma para Megara, un simple juguete el cual despreció apenas vio a otro, Ruby. Veo a Nieves por el rabillo del ojo, frunciendo el ceño en obvio disgusto antes de fijar nuevamente la mirada a mi plato para seguir comiendo, tratando de ahora ignorar al resto concentrándome solo en eso.

Cuando ya no quedaba nada, igualmente seguía con algo de hambre, pero al alzar la vista pude ver de pie tanto al desconocido que también estaba en la mesa con nosotros que tenía cierto aspecto salvaje, por lo cual supuse que era tiempo para retirarse. Me levanté también de la mesa y dí una palmada tratando de llamar la atención de todos, además de tratar de animar al resto que estaban presentes. -Bueno, yo ya estoy listo, ¿Nos vamos?- Pregunté, pero al caer en cuenta de algo de pronto di media vuelta, para después caminar hasta la mesa que estaba detrás de nosotros y tomar una tarta, la cual corté en diferentes trozos, luego agarré una con mi mano desnuda para comer de esta mientras me daba la vuelta.

-¿Quieren?- Pregunté al levantar un poco la tarta, hablando con la boca algo llena antes de dar otro mordisco al trozo que tenía.

La gente seguía hablando de explorar el castillo, sin conocimiento de que lo que realmente debían explorar era dentro de sí mismos. Grey se preguntaba porque tenía aquella imperiosa necesidad de apostar algo en el juego de billar.

Todos sus pensamientos se convirtieron en una borrosa maraña de inservible murmullo cuando percibió el olor de la cazadora entrando en el comedor.

Sus pasos y su voz la delataron, pero la muy infeliz actuaba con la inocencia y falsedad que parecía querer fingir. El Lobo se preguntaba hasta que punto recordaba de su historia, hasta que punto fingía desconocimiento y hasta que punto sabía la verdad.

Su voz se clavaba en su cerebro como un cuchillo, y Grey cerró los ojos mientras se acercaba, estrujando las uñas en su palma, cerrando los nudillos y controlando a su corazón acelerado que le rogaba, le ordenaba coger el tenedor que reposaba cerca de su mano para saltar sobre ella y arrancarle los ojos sin compasión. 

Ruby:
- Hola, soy ruby, no se si te acuerdas de mi. Te presté mi bufanda cuando llegamos aquí, tenias menos ropa entonces y parecías tener frío

El Lobo comienza a abrir sus ojos y se encuentra de frente a aquella humana. El perfume de su sangre le recordaba a la anciana, la asesina. Su objetivo. 

Grey abrió los ojos lentamente, haciendo un ejercicio extremo de autocontrol... y esbozó una sonrisa.

— Por supuesto que te recuerdo. — sus colmillos crecieron unos centímetros, y sus dedos se pusieron pálidos por la presión de sus puños. — La guardo como un tesoro.

Entra un nuevo compañero (@Robin) y alguno se quiere marchar ya (@Ludovic)... pero nada de eso le importa ya a Grey. Solo mira divertido a la asesina de rojo, con sus pupilas dilatadas por la anticipación de lo que podría hacer.

— Dime Ruby... ¿quieres recuperarla? — 

Mi rostro enrojeció al escuchar el nombre de Meg, y por un momento dejé de prestar atención al chico de la bufanda. Sentía un dulce cosquilleo en mi estomago cada vez que escuchaba el nombre de mi nueva amiga. Aunque eso me hacia sentir mal por haber huido otra vez.  Parece que nuestros encuentros estaban destinados a terminar siempre conmigo huyendo de escena.

-Tuvimos un picnic en el patio interior. Pero nos separamos cuando entré al castillo- no podía decirle que había salido corriendo dejándola sola otra vez por razones que ni yo comprendia- Fue increíble Nieves no te imaginas cuanto. Ella me contó muchas cosas de su vida y yo le conté de la mía y comimos sandwiches. Meg es genial, aunque... bueno siento que su vida ha sido muy dura.

Hablando con Nieves por momentos me olvidaba que había más gente allí y cuando me di cuenta pensé que quizás había hablado de más. No noté que había dos personas que habían entrado conmigo hasta que Robin se sentó.

- Lamento no haberte prestado atención en clases green, tenia muchas cosas en la cabeza. ¿Aún necesitas ayuda? Ya sabes con lo de saber algo sobre tu historia.

Mi atención saltaba de un lugar a otro y el siguiente en atraparla fue Ludovic quien se veía adorable hablando con la boca llena de tarta.  Además de la invitación de Nieves a la excursión que me resultaba de lo más interesante. Al menos hasta que el chico cuyos ojos me resultaban tan familiares me habló respondiendo a mi pregunta (@grey)

- Claro yo...- Al volver a centrar mi atención en el él noté algo diferente pero no sabía que era exactamente, además tenía esa sensación incomoda que se tiene cuando andas en el bosque y un depredador te ha clavado el ojo. Me pregunté si es que Simba andaría por ahí  otra vez, hasta ahora era él unico depredador que conocía. Volví a la realidad aún con esa sensación en mi nuca.- Si, me gustaría recuperarla, claro si ya no la necesitas. Por cierto aún no nos hemos presentado ¿Cuál es tu nombre?