Entro con la pistola en alto y no encañono a nadie en particular, sino que me mantengo atenta a cualquier movimiento raro, sin descuidar al pobre muchacho, ni al libro.
Me mantengo en silencio tratando de no llamar mucho la atención.
- ¡¡VENGA!! -reforzó Valerio-
Había aprendido que a los arrestados es importante no darles tiempo a pensar. Sobre todo por si los listos. La gente tonta no pensaba demasiado: veían una pistola y obedecían por la cuenta que les traía. Los listos, los cultos o -lo que era peor- los que se pensaban que lo eran, tendían a pensar que la mente puede doblegar a un arma de fuego... y tenían razón. Pero lo que fallaban en ver era que no todas las mentes tenían esa capacidad, y que incluso en ese caso era una hazaña fácil de perpetrar, aunque una vez leíste a Virgilio y entiendas el concepto de las superestructuras de Marx.
O, en este caso, el Antiguo testamento.
El doctor Rocavila pudo comprobar desde la distnacia que el joven estaba bien, algo ido y enajenado, pero con la suficiente fuerza física como para aguantar de rodillas (lo cual era un buen signo en un ligerísimo diagnóstico visual desde la distancia). Mientras Marro y Valerio apuntaban al grupo, Virginia parecía tratar de estar alerta de todo.
Los sacerdotes jesuitas, todos ellos bastante jóvenes, se quedaron mirando a los nuevos invitados. Sin embargo, Raúl Balsera, el coordinador de todos ellos (y el que, según parecía, estaba orquestando todo aquello), les gritó.
¡¡A por ellos!! ¡NECESITAMOS destruir el libro! -gritó-. Entonces los clérigos comenzaron a correr hacia vosotros, sin importarles que estuviérais encañonándoles, actuando como si su mente estuviera embozada, desprovista, coaccionada o deambulante. Los seis se abalanzaron entonces, y Balsera comenzó a levantar sus manos. Pretendía seguir haciendo lo que estuvieran haciendo con el libro y el joven Dato (quien no parecía enterarse mucho de la situación).
Es un combate.
Los clérigos atacarán así:
C1 y C2 a Marro.
C3 y C4 a Valerio.
C5 a Virginia.
C6 a Rocavila.
Notas:
-Vosotros declarad una acción, lanzad dados e interpretad (luego yo arbitraré el turno).
-Todos habréis de lanzar 1d6 por Disputa. Si en el combate se supera la tirada, se gana el lance (y se lanzan daño). Si ambos superan, el que saque un valor menor. Los que tengáis dos rivales, un solo lanzamiento de Disputa valdrá para resolver ambos.
-Ya sabéis que Podéis invertir puntos de Fortuna para rebajar una tirada hasta el éxito (tantos puntos de fortuna como necesitéis). También, si una de las cualidades encaja con la acción (una pelea, en este caso), se puede repetir el lanzamiento (si se necesita).
Ya he revisado este reglamento casero, y está en su versión 3, pero de momento seguimos con la antigua por no liar mucho la cosa :)
El doctor se protegió tras sus acompañantes pero aquellos jóvenes monjes se tiraron contra ellos a las ordenes de Balsera. Parecía que él dirigía todo allí y le seguían ciegamente. La cosa se estaba poniendo complicada pero al menos se encontraban de nuevo los cuatro reunidos. Si hubiera subido solo con virginia la cosa no habría pintado favorable para ellos. En ese momento su atención se fijo sobre el libro y grito.
— El libro, hay que protegerlo.
Una vez que habían llegado hasta aquí era importante proteger el libro. Si no era así toda aquella búsqueda no habría valido para nada. Pero uno de aquellos monjes se precipitaba contra él y busco protegerse y apartarlo de su paso. Se había propuesto correr hasta el libro. .
Motivo: Disputa
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 2 (Exito) [2]
- ¿Destruirlo? - Dijo en voz alta, aunque no esperaba una repuesta.
Por primera vez desde que conocía a Rocavila, no estaba de acuerdo con él. Aquel libro causaba terribles consecuencias por allí por donde pasaba. Muertes, locura, violencia... Si los monjes realmente querían destruirlo, el mismo ayudaría a hacerlo. Era lo más práctico que había escuchado en las últimas cuarenta y ocho horas. Si destruían aquel objeto, todo aquel asunto se acabaría.
- ¿Quieren destruirlo? - Preguntó de nuevo, y en esta ocasión con mayor convicción. - ¡A mi me parece bien!
No obstante, tenía que defenderse de los religiosos. Guardó el arma y sacó la porra. Entonces se preparó para lanzar un porrazo contra el primero que se le acercara. No quería utilizar la fuerza, pero tampoco se iba a dejar capturar. Al fin y al cabo él era la autoridad y estaba llevando a cabo una investigación.
- ¡Balsera, hablemos! - Alzó la voz. - ¡Podemos solucionarlo como hombres civilizados!
Motivo: Disputa
Tirada: 1d6
Dificultad: 4-
Resultado: 3 (Exito) [3]
Este Balsera está definitivamente loco.
Ya le avisé, sobre que no queríamos interferir, y le hice entender de sobra que nosotros no estábamos por la labor de conservar un libro nefasto…
Podría haber hablado entonces con nosotros, o hacerlo ahora mismo, pero nos pone en una situación horrible.
Si nos pilla seguramente nos matará.
Si lo matamos nosotros a él no sabremos para qué es este rito, ni estaremos seguros si podemos destruir el libro.
Además, ahora el buen doctor me ha puesto paranóica con eso de "salvar el libro". Al demonio con el maldito libro.
Entonces caigo en que los frailes no importan porque son marionetas y que aquí el que maneja los hilos es Balsera. Eso no cuadra con que sean curas haciendo un exorcismo —¿un exorcismo en que el oficiante principal posee a los otros?— sino una invocación.
En todo caso los métodos de Balsera y su forma de atacarnos me empujan a tomar esta decisión.
Dispararle a él. A la cabeza.
Motivo: Disparar a Balsera
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Motivo: Disparar a Balsera (segundo dado por "pistolera")
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Como he fallado la tirada (he tirado dos veces porque Virginia tiene la cualidad "pistolera"). Si se puede, gasto puntos de fortuna para tener éxito (creo que harían falta 3 y tengo 7)
Valerio estaba de acuerdo... con Marro. Él solo había reclamado una explicación, pero ya le urgaba en la mente la idea de destruir el libro. Había pensado encerrar a los monjes, llevarse a Balsera y al libro al Garaje y resolver el asunto con un bidón y gasolina.
De hecho, se preguntaba si Balsera de verdad deseaba destruir el libro. Al fin y al cabo, parecía estar usándolo.
Además, Valerio no había desarrollado el hábito de disparar a curas. Dudó un instante, y el instante le costó caro. Demasiado tarde se dió cuenta de que la Astra 400 aún tenía el seguro puesto. Eso y su duro gatillo le dieron a los jóvenes jesuítas tiempo para echársele encima al Comandante. Y este tuvo el tiempo de lamentarse por haber hecho buena parte de su carrera en un despacho. Pero no para arrepentirse.
No después de lo de Barcelona.
- ¡Alto! ¡Alto! ¡Tiene razón! ¡Solo queremos una explicación joder! ¡¡¡No tiene porqué morir nadie, Ostia!!! -Remató Valerio, con un tono más desesperado de lo que le habría gustado
Motivo: Disputa
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
- Ups! Debo haber leído más las reglas: todo este tiempo creyendo que "Disputa" era para debatir XD
Marro trataba de razonar en la distancia con Balsera, pero éste no le hacía caso (estaba centrado en el ritual para con el libro y el joven Dato). Tal vez por eso que el primero de ellos (C1) le propió un severo puñetazo al inspector que lo hizo desplazar un poco hacia atrás...
Marro: -1 punto de vida.
Acto seguido, el otro tipo quería hacer lo propio, pero el inspector no iba a consentir recibir otro golpe de un muchacho que casi le doblaba la edad, por lo que levantó su porra y le golpeó en la cabeza. ¡¡PAFFF!! Aquel golpe resonó en la sala. El joven clérigo cayó al suelo, con la cabeza abierta...:
C2: Inconsciente (o muerto). KO en cualquier caso.
Al mismo tiempo, Valerio entendió que dos tipos iban contra él, dos muchachos de algo más de veinte años. Sin darle tiempo a reaccionar (ni con sus manos ni con su arma). Aunque ambos querían propinarle un golpe, sólo uno logró encajarle un gancho en el estómago (que hizo doblarse al militar por el dolor...):
Valerio: -1 puntos de vida.
Un instante después de todo ello, Virginia quedó pensando un segundo sobre la mejor forma de acabar todo este embrollo. No lo dudo (o tal vez algo así), pero disparó a Balsera, que estaba más alejado, más allá de la mesita con el caldero y también el atril con el libro de Ledesma... ¡¡BAAAANNNNGGGG!! Entonces disparó al jesuita y, tal y como había pretendido, una bala atravesó su cráneo saliendo por detrás de su cabeza. Un charco de sangre y vísceras quedaron imprengadas en el gran ventanal tras él. Su cuerpo inerte cayó al suelo. Fue entonces que el joven jesuita que iba a por ella le propinó una torta en el rostro y luego una patada:
Balsera: muerto.
Virginia: -1 punto de vida.
Finalmente, el doctor Rocavila, el único que al parecer mantenía el motivo del viaje original (recuperar, a modo de encargo, el terrible volumen de Ramiro Ledesma), echó a correr hacia el libro, justo cuando Virginia disparó a Balsera. El clérigo que iba hacia él trató de impedírselo lanzándose a sus pies, pero el doctor pudo zafarse y corrió hasta el atril. En pocos segundos tenía en sus manos aque volumen. Era negro, de un aspecto muy extraño (un material de piel negra muy rara) y sus páginas eran viejas aunque se conservaban bien.
Fue entonces, cuando hubo más sorpresas.
Virginia, Marro y Valerio estaban enzarzados con los jesuitas de Balsera, que pese a que ahora estaba muerto éstos seguían luchando contra ellos. Rocavila tenía en sus mano el volumen, y Javier Dato estaba arrodillado a su lado, mirándole, sin saber qué ocurría. Entonces entró en escena una figura.
Motivo: Disputa C1 y C2
Tirada: 2d6
Dificultad: 2-
Resultado: 2, 5 (Suma: 7)
Exitos: 1
Motivo: Daño a C2
Tirada: 1d4
Resultado: 4 [4]
Motivo: Disputa C3 y C4
Tirada: 2d2
Resultado: 1, 2 (Suma: 3)
Motivo: Disputa C3 y C4 (tirada buena)
Tirada: 2d6
Resultado: 2, 5 (Suma: 7)
Motivo: Disputa Balsera
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Motivo: Daño Virginia
Tirada: 1d8
Resultado: 6 [6]
Motivo: Disputa C5
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: Disputa C6
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 3 (Fracaso) [3]
Iniciativas (por grupos de disputa):
Marro: 3
C1: 3
C2: 3
______________
Valerio: 4
C3: Ileso
C4: Ileso
______________
Virginia: 3
C5: Ileso
______________
C6: 3
Rocavila:
_________________________________________________
Marro: Voy a considerar la porra con un 1d4 (como las armas de filo).
_____________________________________________________
Estados:
Marro: 4/6
Valerio: 6/7
Virginia: 6/6
Rocavila:5/5
C1: Ileso
C2: 0
C3: 3
C4: 3
C5: Ileso
C6: Ileso
Alguien entró corriendo, con una especie de estilete o abrecartas entre sus dedos, agarrado firmemente. Entró en el despacho ansioso, como no sabiendo donde iba, pero teniendo algo muy claro: recuperar el libro. Se sorprendió al ver la pelea entre tres hombres y varios clérigos jesuitas con atuendo negro, y entonces se percató de Rocavila. Lo tenía él: el libro estaba en sus manos.
El sujeto corrió entonces hasta su posición. Llevaba traje de chaqueta, y lo único que pretendía, al parecer, era arrebatárselo al doctor.
Sigue combate.
Los clérigos atacarán así:
C1 y C6 a Marro.
C3 y C4 a Valerio.
C5 a Virginia.
El trajeado a Rocavila.
Notas:
-Vosotros declarad una acción, lanzad dados e interpretad (luego yo arbitraré el turno).
-Todos habréis de lanzar 1d6 por Disputa. Si en el combate se supera la tirada, se gana el lance (y se lanzan daño). Si ambos superan, el que saque un valor menor. Los que tengáis dos rivales, un solo lanzamiento de Disputa valdrá para resolver ambos.
-Ya sabéis que Podéis invertir puntos de Fortuna para rebajar una tirada hasta el éxito (tantos puntos de fortuna como necesitéis). También, si una de las cualidades encaja con la acción (una pelea, en este caso), se puede repetir el lanzamiento (si se necesita).
Nota, este fin de semana estaré algo ausente. Asi que el lunes continuamos. Vosotros podéis ir interviniendo.
José escuchó un disparo y vio como Balsera caía a suelo con la cabeza reventada. En ese momento supo que todo se les había ido completamente de las manos. Trató entonces de zafarse de aquellos dos religiosos que se abalanzaban sobre él. No usaría la pistola si no fuera completamente necesario y peligrase su vida, así que lanzó un nuevo porrazo al aire, esperando que fuera tan efectivo como el anterior.
- ¡Depongan su actitud! ¡Maldita sea! - Alzó la voz Marro.
Motivo: Porrazo
Tirada: 1d6
Dificultad: 4-
Resultado: 5 (Fracaso) [5]
Motivo: Daño
Tirada: 1d4
Resultado: 1 [1]
Invierto un punto de fortuna para sacar un 4 y lanzo daño saliendo un miserable 1.
¿Se pueden gastar puntos de fortuna para repetir tirada de daño?
- ¡Alto! ¡Alto, joder! ¡Que se lleva el libro!
Los monjes no deponían su actitud, y no parecían pensar en absoluto. Como mártires resignados. Apartó como pudo a uno de sus atacantes con el brazo, haciendo espacio para abatir al segundo. Rezando para que tres muertos fueran bastantes para hacerles entrar en razón. Era como entrar en una choza de rifeños desarmados. Y a Valerio se le había olvidado cómo pelear sin estar detrás de un pelotón de regulares.
Motivo: Disputa
Tirada: 1d6
Dificultad: 2-
Resultado: 4 (Fracaso) [4]
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 7 [7]
Voy a gastar dos puntos de fortuna para pasar la tirada, o no terminamos nunca
No, para daños no se puede.
El doctor consiguió llegar hasta el libro y apoderarse de él pero en ese momento retumbo un disparo en la estancia y Balsera se desplomo a unos pocos metros. En medio de la confusión alguien trajeado se precipito contra el doctor. No parecía un jesuita pero quién era aquel hombre que le amenazaba con un bisturí.
Una vez que había cogido el libro no sabía que hacer ahora. No se desenvolvía bien en aquella escaramuza pero no podía dejar allí abandonados a sus compañeros. pero aquel hombre se precipitaba contra él. Quería recuperar el libro para su amigo pero no tenía intención de anteponerlo a su propia vida. Solo tuvo tiempo de reaccionar interponiendo el libro entre ambos, mientras le interpelaba.
— ¿Quien eres tú? ¿De donde sales?
Motivo: Disputa
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Trato de no pensar en lo que acabo de hacer, pero la imagen queda ahí, casi superpuesta, como cuando miras una luz brillante y luego ves como chispitas.
Ayer pensaba que el cielo o el infierno eran algo que cada uno llevaba consigo. Hoy no sé que esperar. Quizá me acabe de arruinar la vida... Pero ¡qué demonios! Si nos siguen atacando, esos locos. Aparece un tipo trajeado con un puñal.
Le disparo al del frene, a la pierna. No lo quiero matar pero no quiero que llegue a mí.
Motivo: Disparar al fraile que ataca en la pierna
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Motivo: Disparar al fraile que ataca en la piern (segundo disparo, por "pistolera".a
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 2 (Exito) [2]
He tirado una segunda vez por su faculad de "pistolera". Si está mal hecho corrige y narra en consecuencia, Máster.
Marro trató de golpear a uno de sus atacantes. Estaba rodeado por dos de ellos, y levantó la porra para impactar en el más cercano. El arma del policía golpeó la cabeza de uno, abriéndole una brecha:
C1: -1 punto de vida.
Acto seguido, Valerio disparó contra uno de los que iban contra él. Las ordenes de "alto" del militar no hicieron mella en sus oídos, y los dos tipos se abalanzaron contra él al mismo tiempo. Entonces se oyó otro disparo, después del que había matado a Balsera. Valerio había impregnado de plomo el pecho de otro joven jesuita:
C3: -7 puntos de vida. Muerto.
Al mismo tiempo, Virginia trató de disparar al otro que se le venía encima, esta vez en solitario, tal y como Valerio lo hizo. El disparo se encajó en la pierna del susodicho, habiéndole atravesado la arteria femoral bajo el hábito. Entonces comenzó desde su pierna a manchar el suelo con sangre. En pocos segundos cayó al suelo, desangrándose allí mismo.
C5: -6 puntos de vida. Muerto.
Finalmente, el doctor comenzó a pelear con el tipo trajeado del abrecartas. Un forcejeo inicial dio paso a un tumulto de puños, empujones, presiones en la cara por parte de las manos del otro y similares confrontamientos. Llegó un momento en que, en aquella disputa, el tipo del traje logró encajarle el "bisturí" o abrecartas en el estómago del doctor, sacándoselo e introduciéndolo varias veces. Rocavila dio un grito ahogado, entendiendo que le estaban apuñalando con semejante pequeño instrumento. Entonces no pudo más que soltar el libro y caer un poco hacia atrás...
Rocavila: -4 puntos de vida.
Motivo: Dispueta C1 y C6
Tirada: 2d6
Dificultad: 2-
Resultado: 10 (Fracaso) [4, 6]
Motivo: Dispueta C3 y C4
Tirada: 2d6
Dificultad: 2-
Resultado: 5, 4 (Suma: 9)
Motivo: Dispueta C5
Tirada: 1d6
Dificultad: 1-
Resultado: 3 (Fracaso) [3]
Motivo: Daño Virginia
Tirada: 1d8
Dificultad: 1-
Resultado: 6 (Fracaso) [6]
Motivo: Disputa trajeado
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Motivo: Disputa desempate: Rocavila
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 4 (Fracaso) [4]
Motivo: Disputa desempate: Trajeado
Tirada: 1d6
Dificultad: 3-
Resultado: 2 (Exito) [2]
Motivo: Daño de Trajeado a Rocavila
Tirada: 1d4
Resultado: 4 [4]
Iniciativas (por grupos de disputa), segundo turno:
Marro: 3
C1: 3
C6: 3
______________
Valerio: 4
C3: 3
C4: 3
______________
Virginia: 3
C5: 3
______________
Rocavila: 3
Tipo raro: 3
Estados tras el segundo turno:
Marro: 4/6
Valerio: 6/7
Virginia: 6/6
Rocavila: 1/5
C1,C4,C6: Ileso
C2, C3, C5: Muertos
Sí, Virginia, esta bien esa tirada y esa invocación de tu aspecto pistolera.
Valerio, si no he contado mal te queda 1 punto de fortuna.
El libro de Ledesma con portada negra se cayó al suelo, golpeándose el lomo. Rápidamente, mientras aún peleábais con porras y disparos, vísteis como el tipo del traje tiraba el abrecartas ensangrentado al suelo, se agachaba rápidamente a tomar el volumen, y lo abría con decisión y como si lo conociera de sobra. Entonces, mientras con una mano lo aguantaba a pulso, con la otra (una vez en la página que él quería), comenzó a gritar una extraña letanía, incomprensible y sin sentidos alguno para vosotros. No dejaba de apartar la vista del libro y sus páginas mientras gritaba en alto:
¡¡IK SAN KUOK'LO!! ¡¡IK SAN KUOK'SAL IK!! ¡¡MEL IK SAN KUO'K LOS'CHII!! -gritaba-.
Tras unos segundos, los jesuitas dejaron de prestaros atenciónm y el libro comenzó a expulsar una llama aún estando abierto, sobre la mano del tipo (que, por cierto, tenía como acento francés). El caso es que lo dejó caer para no quemarse y el libro siguió ardiendo en el piso, pero no calcinándose. Javier Dato seguía de rodillas, mirando todo aquello sin tener la más mínima certeza ni pizca de razón en su sesera (parecía totalmente ido de sí). Entonces la llama se hizo cada vez más y más grande, ¡más y más alta! Un tremendo humo salió en segundos de allí, tan espeso como la más densa niebla que jamás hubiérais visto... El caso es que entonces, oísteis un rugido, y apareció a través de ese humo una criatura totalmente deforme, ¡¡ERA UN TERRIBLE HORROR VENIDO DEL ALGÚN INFRAMUNDO INIMAGINABLE!!
La criatura que ahora teníais frente a vosotros era una masa informal de huesos, músculos y pellejos que se sustentaba en cuatro brazos en vez de piernas. En su rostro cadavérico sobresalía una prominente mandíbula, y su columna vertebral asomaba por su hinchada y torcida espalda. Aquella piel era negra, y sus ojos rojos y brillantes... Jamás habíais vistos tal cosa. Ni vosotros ni nadie, seguramente. El tipo del traje cayó del susto hacia atrás, sorprendido y sonriente de lo que acababa de invocar, y entonces comenzó a reír en una terrible y larga carcajada ¡¡ JA JA JA JA JA JA JA !! La criatura os miró, pero se giró hacia él y saltó sobre su traje, destrozándole al igual que su cuerpo. Separó de inmediato su cabeza, abrió su torax y desgranó su caja torácica compuesta de costillas. Parecía querer llegar al corazón del tipo. Y así fue... una vez lo hizo, extrajo el órgano vital y comenzó a comérselo delante de vosotros, emitiendo un terrible alarido gutural...
Ya no hay combate. Se ha parado por lo que acaba de ocurrir. Los más cercanos a la criatura, ahora, son Rocavila y Dato. Virginia, Valerio y José Alfonso están más atrás, con los sacerdotes jesuitas. No queda nada del tipo del abrecartas.
Valerio había visto cosas. Cosas terribles, algunas de las cuales, en efecto, habían enloquecido a gente más aprensiva que él.
Esto era diferente:
- ¡CRISTO BENDITO! -Exclamó, eludiendo por poco una expresión más blasfema-
Algo dentro de él, el ser humano más básico dentro de Valerio, le decía que echase a correr. El sargento chusquero que le habían metido durante la instrucción, sin embargo, gritaba que era un pusilánime que había descuidado los ejercicios básicos, y que hiciera el puto favor de disparar a esa cosa antropófaga como era claramente su deber.
Es lo gracioso que tiene el deber: que incluye hasta los imprevisibles.
Valerio hizo caso a su entrenamiento, aunque necesitó recordarse como apuntar debidamente:
Disparar si no se me está echando encima, ¿es Disputa o Pericia?
El corazón de Marro se disparó empezando a bombear a lo loco. Si no se había muerto de la impresión de ver aquello, lo haría pronto bajo sus garras. Al menos si no hacia nada para impedirlo y de no hacer nadar hubiera sido mejor morir de un ataque al corazón.
Fuera como fuera, ante aquella atrocidad salida de lo más profundo de las peores pesadillas que podía imaginar, sólo cabía una cosa, tartar de llenarla de plomo y que dejara de moverse. Por ello no lo dudó. Sacó su pistola y comenzó a disparar con la esperanza de que las balas perforasen el cuerpo de aquella abominación, dándole muerte.
- ¡Dios santo! - Exclamó mientras abría fuego. - ¿Qué atrocidad es esa?
Motivo: Iniciativa
Tirada: 1d6
Resultado: 3 [3]
Motivo: Disputa ( disparar)
Tirada: 1d6
Dificultad: 4-
Resultado: 1 (Exito) [1]
Cuál es el daño de la pistola??