Partida Rol por web

Comenzaste a subir la escaleras tal y como te indicó tu nuevo "subdito", tuviste que trepar durante más tiempo de lo esperado, el campanario desde lejos parecía pequeño pero era más grande de lo que aparentaba.

A pocos metros de tu cabeza estaba una trampilla abierta, la cual daba acceso a la plataforma del campanario, sin embargo, a pesar de que intentaste ser lo más sigiloso posible, el movimiento de la escalada provocó una serie de ruidos que hizo que tu sangre se helara.

En cuestión de segundos, comprobaste como otro hombre encapuchado se asomó por la trampilla y comenzó a mirar a tu posición. En aquellos momentos agradeciste que el Velo funcionara perfectamente de lo contrario te hubieran descubierto.

El hombre tras quedarse varios segundos mirando a la escalera, donde pudo comprobar que no había nadie, se retiró, dándote de nuevo acceso libre...

Cuando comienzo a trepar hacia el campanario y escucho el ruido que provoco, noto como el sudor comienza a recorrer mi espalda y al ver aparecer otro encapuchado, inconscientemente me arrugo y me quedo inmóvil. Gracias a los dioses, que llevo el velo sino hubiese sido descubierto...

Durante unos segundos que parecen ser minutos, el encapuchado se queda mirando el hueco, pero vuelve a retirarse dejando el acceso al campanario libre, trepo con cuidado mas despacio si hace falta para no provocar ningun ruido. Al alcanzar el campanario me quedo observandolo, un tanto preocupado por lo que puedo encontrarme alli...

Te encontrabas escondido en el campanario, confiado de que el hombre encapuchado no se había percatado de tu presencia, pero de repente el hombre se giró con gran violencia

- Maldita bestia, sé que me estás observando, ¡muéstrate cobarde o morirás bajo mis puños! - dichas esas palabras el encapuchado dio una patada que perfectamente podía haber impactado contra tu pecho de no haber tenido por tu parte unos reflejos felinos que te dio la oportunidad de apartarte a tiempo.

Estabas en un apuro, el hombre no te veía pero sabía que alguien estaba ahí, quizás no fuiste demasiado sigiloso o precavido, o aquel hombre era un vigía experimentado, la cuestión era que estabas en un problema...

Al ver como lanza una patada al sitio donde estaba noto que el asunto se esta complicando sobre manera, así que solo hay una opción y es acabar con el. Procuro moverme alrededor de el encapuchado para intentar noquearlo golpeándole con la empuñadura del arma en su nuca para tratar de dejarlo inconsciente, sino tendre que usar el arma de otra forma...

Justo cuando intentaste acercarte a el para atizarle un buen golpe que lo dejase inconsciente, el hombre encapuchado aprovechó el acercamiento para coger tu brazo y hacerte una llave que provocó que quedases totalmente inmovilizado, a su merced.

- Al menos ya tengo algo claro, no eres un fantasma... - comentó sonriente, aquel vigía que estaba altamente capacitado no puso ser contrincante para ti. Te tenía inmovilizado, totalmente a su merced, quizás lo que necesitabas ahora era una muerte rápida y poco dolorosa ¿o había otra salida?

- Dime quién eres y qué haces aquí ¿qué estas usando, magia?¿hechicería negra? nadie escapa a la perspicacia del búho... dame el gusto de saber tu secreto antes de matarte -

Ya sabias que iba a salir mal y aun así vas y lo haces, eres bueno con tu labia no con los puños pienso mientras me estampa contra la pared.

- ¿Que pasa que quieres saber mis secretos antes de matarme? - pregunto haciendo tiempo, mientras activo mi capacidad especial para convocar a un animal y que este le ataque. Despues ya tocara improvisar de nuevo ...

Cuando todo parecía perdido, recurriste a tu sangre sobrenatural, en una situación como esta un simple mortal hubiera muerto ante las manos de aquel cultista, pero gracias al don que te ligaba a la naturaleza de las bestias conseguiste convocar a una esplendorosa águila que con su graznido hizo que tu enemigo perdiera la concentración en unos instantes.

El ave, fiel y certera, se abalanzó contra el hombre clavando sus afiladas garras contra su rostro, el pobre hombre no tuvo tiempo a reaccionar, comenzó a moverse torpemente por el pequeño hueco del campanario para intentar zafarse de su castigador emplumado.

Debido a la confusión y al ataque continuado del ave, el hombre se apoyó en el borde del campanario donde finalmente perdió el equilibrio, cayendo al vacío junto con algunas plumas que pudo arrancarle a tu salvador.

Un sonido sordo indicó que la amenaza había concluido. El hombre había caído desde lo alto del campanario hasta el suelo, sus probabilidades de haber sobrevivido eran bastante escasas. El águila te miró, y acto seguido emprendió el vuelo con otro graznido, tu herencia acababa de salvarte la vida...

Al ver como cae por la escalera, veo que la misión vamos a tener que realizarla lo mas rápido posible, conecto el comunicador del velo para decirle a Dan:

- Estate preparado, ¿cuanto tiempo tardarías en llegar desde tu posición hasta la plaza que esta al lado de la iglesia? Es ahí donde vas a tener que recogernos si sale esto bien.

Mientras espero su respuesta, busco entre el campanario algo que me pueda ser útil para crear una distracción, sino bajo raudo por las escaleras.

Dan no tardó en responder

- En 10 minutos estaría allí, pero ya sabes lo que te dije, solo tendríamos una oportunidad, una vez salga de aquí debo volar a la Sede - con esas palabras cortó la comunicación.

Echaste un vistazo al campanario, lo único que viste fue una gran caja metálica que tenía un tubo conectado y daba al sistema de ventilación de la torre.

Pongo el reloj en cuenta atrás para que la alarma me avise cuando lleve nueve minutos, así me quedara un minuto para la recogida. Me acerco a la caja y miro rápidamente a ver si hay algún interruptor de encendido o apagado, o algo que pueda decir que es o para que sirve, si no encuentro nada que pueda serme útil, bajo rápidamente por la escalera, porque algo me dice que no tardaran mucho en subir para ver que o a quien encuentran arriba.

Intento llegar hasta donde he dejado la tunica negra, busco un confesionario y me dirijo allí para desconectar el velo ponerme la túnica, que no me fío del velo, ya que el cardenal podría verme a través de el. Desde mi posición observar al cardenal, miro el reloj para ver cuanto tiempo queda para que llegue Dan mientras pienso que puedo hacer para llevarme a ese maldito …