Partida Rol por web

Seguiste caminando en solitario aceptando el abandono por parte de Armand, al menos esperabas que tuviera buenos asuntos para justificar el dejarte en la estacada.

Intentaste encontrar algo inflamable para llevar a cabo tu plan, sin embargo aún no estabas realmente cerca de tu objetivo, aún quedaba aproximadamente un kilómetro por recorrer.

Dan no tardó en responder a tu llamada

- Veo que te han dejado solo caballerete, quizás el hecho de que os dividáis os traiga más facilidades, ya sabes que si existe algún problema debes avisarme, aunque no puedo hacer intervenciones directas o el jefe me corta el pescuezo - dijo en un tono humorístico.

- Tus otros compañeros están vigilando la periferia, de momento parece seguro, así que si hay actividad hostil es probable que sea cerca del objetivo designado, ya deberías de estar cerca. Corto. -

Tras la larga caminata, por fin lograste localizar tu objetivo, tenías justo en frente de ti el acceso al barrio designado para desempeñar la misión. Sin embargo hubo algo que te llamó la atención: el barrio estaba amurallado por gruesas paredes de hormigón.

Eso no era algo normal, sin embargo había un acceso por la zona frontal, donde el hormigón había dejado de ser construido. Junto a esa entrada se encontraba un vagabundo sentado en el suelo, acompañado de un pastor alemán que probablemente sería su única compañía. Una pequeña candela en un barril vacío era su único sustento de calor, hasta era visible una botella de vino vacía por el suelo, parecía que la vida no le había sonreído últimamente.

Técnicamente, gracias a tu Velo, a ojos de los humanos pasarías totalmente desapercibido.

Al observar las murallas del barrio, comienzo a preocuparme un poco, si solo va a producirse una misa no seria necesario proteger con una defensa tan férrea, parece ser que no les interesa recibir visitas  inesperadas…

- Dan, aquí Brent. Según parece toda el área del barrio pobre esta protegida por un muro de hormigón, es la típica fortificación para aguantar un asedio y evitar incursiones. Tienes manera de entrar en las agencias gubernamentales o policía francesa por si tienen previsto hacer alguna redada en la zona. Voy a desactivar el velo durante unos minutos.

Busco un sitio donde quitármelo guardándolo en un bolsillo, y de allí preparo unos euros e ir acercándome hasta el lugar donde se encuentra el vagabundo y su perro.

- Buenas tardes, mal día para quedarse sin nada para llevar al gaznate y entrar en calor, dicen que va a hacer una noche fría… - comienzo diciendo para intentar mantener una conversación con el vagabundo.
 

Dan no tardó en responder

- No tiene aspecto de que la policía vaya a hacer algo al respecto, este barrio ha estado bastante desatendido, ni siquiera sus ciudadanos son votantes de modo que de cara a los cargos políticos no son nadie, debe haber alguna manera de entrar a través de ese muro, ten cuidado mientras estés sin el velo, corto. -

El vagabundo abrió un ojo y te miró sorprendido

- Estoy acostumbrado a los malos días - dijo el hombre con mirada triste y de resignación

- No deberías estar aquí hijo, este lugar está desamparado de la manos de Dios, al igual que yo - comenzó a frotarse los ojos.

El perro no te quitaba la mirada de encima, pero no llegó nunca a ladrarte

- Ya pero no deberia de ser así, pero no pienses que estes desamparado del todo, aun hay buena gente en este mundo - digo, mientras saco una buena cantidad de euros del bolsillo y se los entrego - Se que no es mucho, pero al menos con esto podreis comer algo caliente tu y tu amigo, y encontrar un sitio donde poder pasar la noche - le digo mientras miro al perro y avanzo hasta el con tranquilidad. 

Cuando estoy cerca de el perro me agacho para acariciarle la cabeza y decirle - Cuida de el - Tras eso vulevo a acercarme al viejo y le pregunto:

- ¿La iglesia esta muy lejos de aqui?

El hombre sonrió agradecido ante tu gesto de generosidad. Su mirada apagada se iluminó, no sabías en qué iba a gastar ese dinero realmente pero estaba claro que le daría buen uso.

- No tienes más que cruzar esta parte de la muralla, está al final del barrio, es fácil de ver amigo - acto seguido te indicó el lugar por donde tenías que pasar, no era más que una brecha en la muralla justo a vuestro lado.

El animal a simple vista parecía reacio a que le tocara otra persona que no fuese su dueño, pero tan solo se necesitaron unos instantes para que el animal sintiera que eras de fiar, cerró los ojos y se dejó acariciar con mucha mansedad.

- Un buen animal - le digo al anciano mientras acaricio la cabeza del perro - Muchas gracias por la información. Cuidese - termino diciendo mientras atravieso la brecha de la muralla en busca de la iglesia. 

Me acerco hasta un lugar apartado, callejón o similar para volver a colocarme el velo y dirigirme hacia la iglesia, intentando encontrar algo que me sea útil.

- Dan, ya estoy en linea de nuevo ...

Dan responde

- A partir de aquí yo ya no puedo ser de demasiada ayuda, desde tu posición deberías de ver la iglesia o por lo menos los alrededores, procura no meterte en líos y más vale salvar tu pellejo si estás en apuros, corto. -

Efectivamente Dan tenía razón, en el momento que dejaste atrás al vagabundo y avanzaste unos cuantos metros, fuiste capaz de observar con detenimiento como era el barrio:

Fue sencillo una vez penetrada la entrada al barrio comprobar que se trataba de un lugar extremadamente desmejorado. Había muchas casas de una sola planta cuyo estado era lamentable, sucias, probablemente abandonadas, con infinidad de graffitis "adornándolas".

Por las calles no había nadie paseando, ni siquiera había luces tras las ventanas, parecía que aquel vagabundo y su perro eran los únicos habitantes, sin embargo comprobasteis que justo al fondo se mostraba la pletórica iglesia del barrio, la cual incluía una hermosa torre de piedra que se elevaba a gran altura. La iglesia tenía una enorme puerta doble de madera, pero no parecía que hubiera vigilancia. En mitad del camino había una gran estatua de mármol, la fuente estaba seca pero igualmente os llamaba a la atención la hermosa figura de un ángel que sujeta un cántaro donde anteriormente debió brotar agua.

- Tranquilo, he salido vivo de peores situaciones - respondo a Dan.

No me extraña que el vagabundo me dijese que estaban fuera de la mano de Dios... Normal que el cardenal haga una misa aqui, apartado de todo el mundo y seguramente si ha ayudado minimamente a la gente, serian capaces de dar su vida por el, ahi puede tener su pequeño ejercito, barato y desechable cuando el quiera.Esto no me gusta ... - pienso cuando avanzo entre los escombros, asomandome por las ventanas de las casas que hay en mi camino hacia la iglesia.

Observo desde la distancia la iglesia, que luce extraña entre tanto escombro, me acerco hasta la fuente examinandola mas de cerca, junto con la iglesia es lo unico que se mantiene en pie en buenas condiciones. Sigo hasta la iglesia, abriendo la puerta suavemente para ver si la ceremonia ha empezado y es por eso por lo que nadie esta fuera, y de paso para hacerme una idea de su tamaño. Antes de entrar, le pregunto a Dan.

- ¿Si alcanzo el campanario de la Iglesia con el cardenal podrías recogernos desde allí con el avión? 

Espero su respuesta para despues internarme dentro de la iglesia...

Cruzas todo el barrio echándo un vistazo rápido a sus alrededores, sin encontrar nada especial tu atención quedó enfocada a la iglesia en sí, es donde con casi total seguridad se encontraría tu objetivo, ahora quedaba resolver tus incógnitas.

- Aquí Dan, si quieres que vaya a buscarte tendrá que ser una acción rápida y deberás estar preparado, tan solo tendríamos un intento así que reza a quién quieras para que pueda salir bien -

Acto seguido intentas abrir la puerta de la iglesia pero descubres que está cerrada, probablemente desde dentro. La gigantesca puerta de madera posee una aldaba.

- Tranquilo que estaré preparado, pienso que va a ser la manera mas rápida y segura de salir de aquí. Si necesito algo te lo hago saber, mientras tanto, silencio de radio - respondo.

Empecemos el juego - Golpeo la aldaba para ver si me abren la puerta y cuando quede entreabierta introducirme dentro, y ya allí tocara improvisar (Si no me equivoco si uso el velo, si es humano no podra verme)

De pronto ves como a los pocos segundos se abre la puerta unos cuantos centímetros, justo cuando ibas a colarte por aquel hueco aparece un corpulento hombre ataviado con una túnica negra, el cual se asomaba para ver quién había llamado. Notabas casi pegado a tu cuerpo su respiración, no parecía que te viera lo cual certificaba que era humano.

Al menos no me ha visto y según parece es humano, al menos por ahora parece que la suerte me acompaña al ver quien abre la puerta, lo único es que no he podido acceder dentro.

Busco alguna piedra o similar por los alrededores para lanzarlo y haga ruido para que el hombre de la guardia avance un poco y pueda entrar dentro. Si no es posible espero un poco para dejar unos euros a una distancia cercana de la puerta desde donde pueda verlo al abrir y poder introducirme en la iglesia.

Comprobaste como el hombre se quedó mirando a tu posición en el momento que recogiste una piedra en el camino.

- Pero qué demonios... - con esas palabras comprobaste que se frotó los ojos.

Al parecer, no tuviste la destreza suficiente para hacer que la piedra fuese ocultada por el Velo, lo cual provocó que el hombre viera una pequeña piedra flotando torpemente en el aire. Tu perspicacia hizo que te dieras cuenta de tu error y que te deshicieras de la piedra lo más rápido posible, sin embargo habías hecho demasiado ruido en el proceso y eso atrajo mucho la atención del hombre

- ¿Quién hay ahí? no estoy loco, he oído algo moverse por el suelo... sal seas quién seas o tendrás problemas - dijo el hombre con voz gruñona mientras abandonaba su posición en la puerta. Notabas como su mirada estaba mirando exactamente en tu dirección, pero no podía verte...