Partida Rol por web

Viaje Hacia el Oeste

Prólogo: Después de la Tormenta

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09/05/2022, 12:19
Katarite

Yeona tomó la mano de Keiko, y con ello se dirigieron al portal por el que el resto estaban cruzando.
Aparecisteis en un punto bastante alejado, pues ya no había montañas si no que estas estaban a vuestra espalda.
En su lugar estabais en una pequeña aldea, con poco más de una veintena de casas de construcción sencilla; estructuras de madera y techos de paja.

Se veía el mar no muy lejos, con un pequeño puerto, apenas una estructura de madera en la que habían algunas pequeñas barcas de pescadores amarradas, así como un par de botes de madera.
Y anclado en medio del mar, llamaba la atención la figura de un inmenso barco de manufactura occidental.

El Valeroso. dijo Alfredo en un tono orgulloso.

Alandrel miró el barco y se detuvo.
¿Vais a llevarnos?
No sé cuales son vuestras intenciones, pero nosotros tenemos un rumbo definido. Y no podemos desviarnos ni un ápice.
Así que si nos lleváis, deberéis amoldaros a nuestra ruta.
le dijo el elfo al Tengu.

Y yo tengo mis negocios, pero oye, todo eso de pergaminos ancestrales y viajes por el mundo suena perfecto para mi nueva novela.
“Alfredo y los Pergaminos Sagrados”… buff, va a ser un Best Seller seguro.
respondió.

Alandrel puso cara de no terminar de entenderle.
¡Que sí! ¡Que os haré de chofer!
Pero quiero un sesenta, no un setenta por ciento del botín que encontremos; tengo muchos holgazanes a los que alimentar.
Y todo aquel que suba a mi barco, automáticamente me cede sus derechos de imagen para mi novela.
¿Tenemos trato?
y le tendió la mano.

Sí… de acuerdo. el elfo estrechó la mano de Alfredo, aún confundido por algunas de las palabras que había usado el Tengu.

Entonces Alfredo sacó una guitarra de aspecto, cómo no, occidental y tocó un par de notas de forma agresiva.
No tardaron en bajar desde los tejados de las casas cercanas un par de Tengu de aspecto más mundano, ataviados apenas con pantalones anchos y camisetas sin mangas. Uno llevaba un pañuelo en la cabeza y el otro un parche en su ojo izquierdo… el cual se retiró un momento para observaros mejor.
¡Venga polluelos! ¡A remar!
Toda esta gente viajará con nosotros. Nada de molestar ni incordiar.
les ordenó Alfredo.

Los tipos se pusieron a los remos de sendos botes, y os comenzasteis a subir.
Pronto dejasteis atrás el pequeño puerto y llegasteis al casco del enorme barco.
Desde arriba, os lanzaron una escalera de cuerdas para que subierais.
Ya a bordo del Valeroso, visteis a su variopinta tripulación.
La mayoría eran Tengu, pero también visteis a un par de Wayang.

Todos ellos medían 1,40 a lo sumo, la mayoría poco más de 1,20.
Así que vuestra altura era bastante llamativa.
Se os quedaron mirando, en un círculo alrededor vuestro.
Especialmente se sintieron observadas Keiko, Yeona y Hakko.
¡Eh! ¡¿Es que nunca habíais visto una mujer antes?! preguntó una voz femenina, abriéndose paso entre el tumulto de Tengu.
Gracias a que era humana, pudisteis verla acercándose por encima de los hombres pájaro.

Su aspecto era el polo opuesto a Yeona. No tenía su perfecta belleza, pero sí algo que atraía de forma inmediata a cualquier hombre.
Sea como fuera, varios tatuajes adornaban su brazo izquierdo, y varias ¿armas? colgaban de su cinto.

Alfredo la miró y se dirigió a ella.
Tenemos invitados. Siempre te quejas que mis polluelos no te hacen caso; ahora está contigo Lena para echarte una mano. miró a la Oni.

A ver chicos, os presento a Yun Mei, que es mi prometida. se llevó una colleja por parte de la chica No… ahora en serio. Es la contramaestre del Valeroso.
No os fiéis, tiene muy mala leche…
comentó en un susurro, aunque Yun Mei le había escuchado claramente.

Vamos a ir haciendo las presentaciones. A ver éste es Arashi, “La Tormenta Enmascarada”, mola ¿eh?
Ella es Lena como he dicho.
Y ellos, buff, cada cual que se presente.
dijo Alfredo encogiéndose de hombros.

De forma escueta cada cual fue presentándose, y cuando parecía que habíais terminado, Alfredo pasó a presentaros a sus polluelos.
Casi cincuenta Tengu que apenas se diferenciaban el uno del otro a vuestros ojos.

La cosa se alargó tanto, que empezasteis a ver humo desde la aldea en la que acababais de estar.
¡Pesaos! ¡No dejan ni tiempo para presentarnos!
¡Venga polluelos, levantamos ancla, izamos velas y let’s go!
ordenó Alfredo en algún otro idioma occidental.

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10/05/2022, 14:44
Sun Wufan

La visión de la chica lo había embriagado. Tras el reciente asalto al templo la rápida tranquilidad no dejaba de tenerlo intranquilo, era como si el mundo se hubiera detenido de golpe para darles un respiro pero sabía que fuera un ejército entero estaba buscándolos... y posiblemente cosas peores.

- Mi nombre es Wufan San, es un placer y un honor conoceros.

Hizo un ligera reverencia mientras miraba a la mujer tratando de encontrar qué le llamaba tanto la atención de ella.

- Nos encontramos en circunstancias extraordinarias, es de vital importancia salir de aquí, aunque veo que este sitio está mucho más tranquilo de lo que esperaba.- MIraba con suspicacia alrededor levantando una ceja.- Umh, veo que mantenéis a raya a vuestra tripulación y no os dejáis amedrentar. Admirable.

- El resto ha demostrado ser digno de esta compañía, será agradable compartir el viaje.- Esta vez se dirigió a los demás a los que saludó cortésmente inclinándose.- Por mis venas corre sangre celestial y he visto una fuerza en vosotros que rara vez se muestra en este lado del mundo.

Se apartó unos pasos hacia atrás sin dejar de mirar a las mujeres del grupo como habían hecho los tengu, sin embargo su actitud más que curiosa era de escudriñamiento pues trataba de obtener información en cada pequeño gesto sobre la chica que habían encontrado en las escaleras y la guerrera que resultó compartir un Kintoun como él.

También centraba su atención en el hombre cuya piel tenía el marcado tono azul y la chica roja. Ummh, extraña gente... interesante!!

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10/05/2022, 22:08
Lena

La oni no se separó del capitán en ningún momento, manteniendo la guardia alta y tratando de controlar a los nuevos integrantes con la vista. No quería perder ese trabajo tan bien pagado para nada y mucho menos en medio de una invasión. Al adentrarse en la aldea volvió a transformar su armadura celestial en una de cuero simple y fresca con un chasquido de dedos, mucho más cómoda a la vista que esa obra de arte barroca que llevaba puesta desde hacía meses.

Una vez llegaron al barco, decidió relajarse y bajar la guardia. La tripulación le sorprendió bastante, pero esbozó una gran sonrisa y se apoyó en su tetsubo mientras estos se presentaban. Le llamó bastante la atención la humana que estaba entre ellos y sabiendo que se iba a encargar de mantener a los otros a ralla junto a ella, era mejor caerle bien.

-¡Un placer trabajar aqui! Me alegra ver que cualquiera que le lleve la contraria a Alfredo lo pueda devorar de un solo bocado-Esbozó una sonrisa exagerada mostrando sus dientes tras decir eso lo suficientemente alto para que se enteraran todos los que estaban ahí-Pero bueno, seguro que nos vamos a llevar genial entre todos.

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13/05/2022, 05:59
Arashi

A pesar de la situación Arashi no puedo evitar sonreír levemente al ver las "negociaciones" entre Rakio y Ryokatsu. El tengu parecía casi disfrutar de que sus curiosos modales chocasen con la rígida cortesía de Jinin. Fue un alivio que llegasen a un acuerdo para continuar todos juntos, a bordo de aquel barco extranjero, tenía muchas preguntas por hacer.

Mientras abandonaban la aldea en los botes miro de reojo al sacerdote de Iroi y a la mujer que decía estar elegida por el destino. Tendría que consultar con ellos en cuanto pudiera sobre el motivo que le había llevado a él mismo al tempo, y también le intrigaba aquella supuesta búsqueda de pergaminos sagrados. Pero no delante de toda la tripulación del Valeroso.

Tripulación que resultaba tan extravagante como su capitán. Saludo con una inclinación de cabeza cuando el tengu presento a su contramaestre, obligando a sus ojos a mirar al frente, hacia el rostro de Yun Mei. ¿Qué hacía una humana formando parte de aquella tripulación? Otro pequeño misterio que añadir a la creciente lista.

- Encantado de conoceros, Wufan-sama. Opino lo mismo. He viajado como mercenario durante años pero es la primera vez que me encuentro rodeado de personas tan competentes - ¿Estaría relacionada la sangre celestial de aquel vanara con la nube mágica que montaba? Todo en el recordaba a las leyendas sobre el Rey Mono. Al ver que Wufan le observaba Arashi se caló de nuevo las mangas y la bufanda que se le habían movido durante el breve enfrentamiento, tapando de nuevo toda piel a la vista. Iba a ser problemático viajar con tanta gente. 

Sobre todo si tenía que aprenderse los nombres de toda la tripulación. No estaba seguro de querer saber si lo de polluelos era un mote cariñoso, o si realmente todos ellos eran descendientes de Alfredo. Pero todo su tedio se torno en cólera al ver el humo que salía de Kitaichi. La pequeña aldea no tenia ningún tipo de interés militar o estratégico y aún así estaba siendo atacada. ¿Porque? ¿en venganza por dar cobijo a su barco? ¿por simple ansia de violencia y saqueo? ¿Y como podían haberles encontrado tan rápido? 

 - ¿Podrían estaros siguiendo o rastreando mágicamente? ¿A alguno de ustedes o al pergamino? - la tripulación se encontraba ocupada con el barco pero aún así el hechicero procuro hablar en voz baja, mientras apretaba los puños y veía arder la aldea con impotencia. Esperaba que los habitantes hubieran podido huir a tiempo en sus barcas de pesca.

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13/05/2022, 09:19
Shen Long

Todo lo sucedido en los últimos minutos me tiene totalmente descuadrado ¿Quien ha conjurado el portal mágico?
Y se lo bastante acerca de las artes arcanas como para saber que sólo los más lócos y desesperados se atreven a hacer un portal a un barco. Aun así, por la gracia de Irori, esto ha funcionado.

"Shen Long, sacerdote de Irori" digo presentandome con humildad "Y el maestro Zenkei me ordenó reunir los once pergaminos restantes"

 

Entonces dedico una mirada a cada uno.
"Capitán Alfredo, y Contramaestre Yun Mei. Les agradezco inconmensurablemente su ayuda" digo con deferencia a nuestros salvadores
La declaración de Wun-Fei me sorprende "¿Sangre de Celestial? Maestro Wun-Fei, estaré encantado de oir vuestra historia y la de vuestro linaje, si es que quereis compartirla" Aunque creo que pocas cosas podré decirle. Yun-Mei ha robado este momento.

 

"Respecto a si nos pueden estar intentando rastrear" le digo haciendo un gesto al increible Arashi, la tormenta viviente  "recuerde que el destino de los Doce Pergaminos han sido un misterio durante siglos. Sería dificil que un aprendiz de conjurador pueda localizarlos. Y en cuanto este barco zarpe, tambien costará encontrarnos"
El estilo de la nave es peculiar. No soy ni marino ni constructor, pero la forma de las velas me parece algo burda, exótica, y lo nunca visto

 

 
"Señora Hakko" le digo a la compañera "Acordamos que rompería la maldición de la Piedra sobre vuestro pueblo ¿Donde está tal lugar? Es algo que tendremos que tener en cuenta cuando marquemos nuestro itinerario"

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13/05/2022, 13:28
Sumeragi Seijuro

Seijuro se tomó un último segundo antes de cruzar el portal para observar la magnitud y ferocidad del ejército al acercarse, sin posibilidad de alcanzarles de ningún modo, por lo menos de momento. Tras un pequeño salto, una vez al otro lado, y ya con el arco cerrado se dejó impregnar por la calma en contraste a la situación anterior. Se limpió la sangre de la Katana con el faldón de su kimono y la guardó reverentemente en su vaina. Lista para ser desenvainada otra vez cuando fuera necesario.

Una vez en la galera aprovechó para presentarse.

- Yo soy Sumeraji Seijuro, heredero de la casa Sumeraji. No hace casi ni una hora ni me imaginaba lo que estaba sucediendo en el mundo - dijo señalando con la cabeza el punto vacío dónde les dejó el portal de Alandrel san minutos antes. Luego posó su mirada en su hermana - De alguna forma fuimos escogidos, mi hermana Keiko y yo para llevar a cabo esta misión, y veo que no hemos sido los únicos. - Su mirada se hizo más dura y se dirigió a todos sus nuevos compañeros pasando de uno a uno para escudriñar sus reacciones ¿Todos tenemos el mismo objetivo de juntar todos los doce manuscritos y ponerlos a salvo de Daiguro, verdad? Tras observar sus reacciones se giró hacia la señorita que se hacía llamar Yeona - Dijiste que sabías la localización de cada uno de los pergaminos?

Entonces vieron humo en la ciudad que acababan de abandonar en bote. ¿La estaban atacando también? ¿Porqué? Ahí no había manuscritos de Irori. ¿Deberían abandonar cada lugar y dejarlo bajo el capricho de los ataques de sus perseguidores? Su misión estaba por encima de eso pero a cada huida sentía más peso en su corazón

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13/05/2022, 23:42
Sumeragi Keiko

Keiko inclinó la cabeza a modo de reverencia para saludar a todos cuando su hermano Seijuro la presentó. 

Después realizó el Chiburi, realizando un gesto corto y seco con su katana para que se desprendieran las gotas de sangre que cubrían su filo, que se estrellaron en el suelo del barco, y después, en un mismo gesto fluido, la giró en su mano para darle un agarre reverso para realizar el Noto y devolverla a su funda. 

Había sentido la mirada de esos Tengu y también de los extraños duendes que había a bordo de ese curioso barco al que les habían llevado tras cruzar el torii mágico. 

Viendo a toda la gente que la rodeaba, que parecían todos salidos de las antiguas leyendas, Keiko se sentía completamente fuera de lugar. Unos pocos días atrás, su única preocupación era cómo evitar el matrimonio que le tenían concertado, y no había tocado jamás una espada, por mucho que hubiera soñado con ello desde niña. Ahora se encontraba entre grandes guerreros, hechiceros, sacerdotes, ninja y seres míticos como aquella Oni de piel roja y el hombre-simio celestial. 

Esperaba que su recién adquirido kenjutsu bastara para estar a la altura de la misión y de sus nuevos compañeros. 

-No sé donde estamos... -dijo en voz baja, para sí- ...pero creo que esto es lo más lejos que he estado nunca de mi casa.

Se volvió en dirección a la borda mientras su hermano preguntaba a la chica a la que habían rescatado, Yeona. También había humo en la aldea. Más ataques, más gente inocente muerta. 

Se giró hacia el resto, con el ceño fruncido, una expresión de determinación que quedaba bastante socavada por el rubor que teñían sus mejillas. Años de educación para comportarse como una perfecta dama no se borraban de la noche a la mañana, y una dama no habla cuando no le corresponde, pero no pudo callarse. Ahora también era una guerrera; no más que eso. Una Kensai.

-¡Quizá sean pocos! ¡Un destacamento pequeño! ¡Quizá podríamos defender la aldea! ¡Esa gente no tiene porqué morir por nuestra misión!

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14/05/2022, 13:08
Alandrel Ryokatsu

Las dudas de Arashi sobre la posibilidad de que os estuvieran siguiendo encontraron la respuesta de Alandrel.
No es probable. Los pergaminos no emiten ningún rastro mágico, al menos hasta que sean sacados de su funda.
Es posible que hayan rastreado nuestra Magia y nos hayan seguido.
Lo cual significa que tienen hechiceros entre sus filas…
comentó con voz preocupada.

Se acercó a Keiko, asomada en la borda del barco pensando en ir a rescatar a los habitantes de Kitaichi.
Keiko-dono, lamentablemente no podemos ayudarles. Entiendo y comparto vuestra preocupación, pero nuestra misión es vital.
Si no la cumplimos, no será una pequeña aldea la que sufrirá, si no todo el mundo conocido.
Lo único que podéis hacer ahora por ellos es centraros en nuestra misión; el tiempo nos permitirá vengarlos.
le dijo a la joven, quedándose a su lado pero evitando cualquier tipo de contacto físico.

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14/05/2022, 13:16
Hakko

Hakko estaba sentada sobre uno de los palos del barco, evitando presenciar la tediosa presentación de la tripulación de Alfredo; en qué momento y cómo había llegado hasta allí, era un misterio.

Es una aldea al norte de Minkai, cerca de la frontera con el Bosque de los Espíritus. Se llama Komura… no te preocupes, no sale en los mapas. dijo, encogiéndose de hombros.

Entonces dio un brinco y bajó hasta ponerse al lado de Alfredo, que había comenzado a ponerse serio y daba órdenes a sus polluelos para que pusieran el Valeroso en marcha.
Eh, Capitán, no hemos hablado de los camarotes…
Seguro que no hay tantos para todos nosotros. Yo puedo compartirlo con Shen-kun, tranquilo.
le dijo al Tengu, mirando al sacerdote de reojo con una risita.

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14/05/2022, 13:20
Yool Yeomi

La joven miró con timidez a Seijuro, suspirando con cierta frustración.
Sí… bueno… a veces tengo visiones… he visto lugares en los que jamás he estado. Y en ellos siempre hay un pergamino reluciente…
Pensaba preguntar en Eikō-ji sobre su significado, pero debe de estar relacionado con las Doce Lecciones…
Creo… creo que he visto uno… dentro del mar…
explicó, no muy convencida.

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14/05/2022, 13:27
Yun Mei

Yun Mei miró a Lena y sonrió ante su comentario amenazando a los polluelos de comérselos.
Eso les había hecho ponerse a trabajar rápidamente, además de que Alfredo les estaba dando órdenes.

Tú, ¿tienes nombre? le preguntó a la Oni.
Los pajarracos estos son bastante vagos y de vez en cuando hay que asustarlos un poco… una vez se ponen a hacer su trabajo, son muy buenos.
Échame una mano con ellos y le diré a Alfredo que te deje un camarote con ventana. No querrás uno sin, créeme…
le dijo, y se puso a caminar por la cubierta supervisando el trabajo de los Tengu, que habían izado ya las velas y puesto en movimiento el barco.

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14/05/2022, 13:39
Alfredo Rakio

Alfredo se había puesto ¿serio? por primera vez desde que lo habíais visto, dando órdenes a su tripulación, que trabajaba rápido y de forma precisa.
El Valeroso desplegó las velas y se puso lentamente en movimiento; parecía ya imposible hacer nada por los aldeanos de Kitaichi.

Ante el comentario de Hakko sobre los camarotes, se encogió de hombros.
Sí… la verdad es que no hay tantos camarotes.
Hay cinco, solamente. Bueno, y hamacas en la bodega para dormir con mis polluelos, que por cierto no roncan como vosotros los humanos…
dijo, mirando a la Kunoichi.

A mi no me mires… le respondió Hakko de forma que no quedaba claro a qué se refería.

A ver… vosotros compartiréis uno… miró a Shen Long y Hakko.
Creo que las chicas deberían compartir otro… su vista fija en Keiko y Yeona los hombres otro… señaló a Wufan y Arashi …vosotros otro… Seijuro y Alandrel …y supongo que nuestra Oni favorita tendrá el privilegio de dormir sola… miró a Lena.

Yun Mei, enséñales sus camarotes, anda. le dijo a su contramaestre, que asintió y os hizo un gesto para que la siguierais.

Notas de juego

Todo vuestro. Saludos!

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15/05/2022, 18:13
Sumeragi Seijuro

Mientras la tripulación del valeroso ponía el barco de Alfredo en marcha Seijuro se acercó a su hermana.

- Es cierto lo que decías Keiko. Demuestras tener el valor de nuestros antepasados. - Tras una pausa dijo con pesar - Me molesta tanto como a ti tener que huir y dejar la población a merced de nuestros enemigos.

Escuchó atento las palabras de Yeona, la cual parecía la llave para encontrar los pergaminos.

- Un pergamino en el mar? ¿Bajo el agua debemos encontrarlo? Creo que estamos en el lugar adecuado - dijo haciendo referencia al barco en el que estaban. - Ese don que tienes nos va a ser muy útil. ¿Puedes provocarlo? Necesitaremos más detalles. - y se dirigió al resto de sus compañeros.- O quizá alguien más puede saber de su paradero. Reconozco que en ese sentido estoy totalmente a ciegas.

Aceptó en silencio al oir la distribución de los camarotes y se dirigió hacia el mago elfo Alandrel. - ¿Debemos suponer que todos los pergaminos estan protegidos en su funda entonces? Los más urgentes serían los que han sido abiertos, si es que hay alguno. No me gustaría tener que enfrentarnos a nuestros enemigos para recuperar alguno que esté en su poder. - A esto le vinieron pensamientos desagradables. No tendrían esa suerte. - ¿No habrá alguno ya en su poder, verdad?

Luego, cuando tuviera unos momentos de tranquilidad se dirigiría a su camarote para prepararlo y limpiaría como pudiera la sangre que había salpicado sus ropas durante la batalla.

Notas de juego

Entiendo que hemos puesto el barco en movimiento para huir, pero aún no sabemos hacia donde, verdad?

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15/05/2022, 19:32
Sun Wufan

El mar, quizá el lugar que menos le gustaba. Él había nacido en tierra, bajo el cielo, y ambos elementos eran suyos. Podía surcar el aire sintiendo la brisa como un pez nadaba bajo el denso oceano que ahora surcaban, o trepar al más alto de los árboles y llegar a la más imponente roca en el pico de cualquier montaña sin siquiera despeinarse... pero saber que su sigiente objetivo estaba bajo el agua generó algo de ansiedad en él.

Había querido elegir camarote pero tener a Arashi como compañero podía facilitarte conocer más sobre él, el mago le había sorprendido desatando la tormenta y su aspecto lo había llenado de curiosidad... aunque el resto andaba a la zaga. El elenco de guerreros que buscaban las doce piezas no podía ser más diverso y todos parecían aportar y a la vez esconder algo.

Ummh, lo que si echaba de menos era un trago, trataría de encontrar algo para mitigar la extraña sensación que estaba teniendo tras varias horas sobre el barco, no, definitivamente no me gusta el mar. El vaivén de la nave lo estaba mareando más de lo que había calculado y no encontraba manera de... espera!!

Silvó antes de que el Kintoun se presentara ante él y de un salto subió acomodándose. Perdonad, prefiero volar a navegar. Manteniendo el ritmo comenzó a sentirse mejor, el movimiento lateral había cesado y empezó a despejarse disfrutando por fin el viaje.

Ahí, cerca del resto, el color volvió a sus mejillas y por fin pudo pensar.

- Esas visiones, intuyo que se hacen realidad. ¿Tienes alguna pista sobre dónde se asienta? El mar es vasto y encontrar alguna pista puede llegar a ser imposible.

Él no se había preocupado tanto por los habitantes del templo, entendía que vivir y morir era parte de la existencia y cada uno tenía una parte en el tejido que formaba el destino, para muchos de ellos habría sido un honor entretener al ejército que según Alandrel podría acabar con el mundo si encontraban las Lecciones antes que ellos.

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19/05/2022, 07:11
Arashi

Asintió, compartiendo la preocupación del mago. Aquel enemigo contaba con grandes cantidades de tropas, si a ello se le sumaba apoyo mágico entonces sus opciones para enfrentarse a ellos estarían aún más limitadas.

 - ¿Pero quiénes son? - señalo hacia la costa - Han atacado Kasai, el Eikō-ji, y Kitaichi, y luchan bajo un estandarte que solo aparece en leyendas. - sus nuevos compañeros de viaje parecían saber bastante más acerca de su enemigo - ¿ A quien sirven realmente? ¿Y porque tienen tanto interés en esos pergaminos? -

Una cosa era procurar que unas reliquias sagradas no cayeran en manos que las destruirían o profanarían, pero la importancia que todos ellos le daban a los pergaminos iba mucho más allá. ¿El destino del mundo conocido? ¿de verdad podrían tener tanta influencia o poder aquellos pergaminos? ¿Y donde encajaba él en todo aquello? ¿habría malinterpretado las palabras de aquel otro monje?

Continuó contemplando el pueblo de Kitaichi mientras el barco se alejaba. Sin duda el omyoji tenia razón, ignorar la aldea y centrarse en la misión era lo más lógico y sensato. ¿Porqué entonces le dejaba un regusto tan amargo a cobardía e impotencia?. 

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20/05/2022, 23:49
Lena

-Soy Lena, sin apellido-Contestó a Yun Mei haciendo una leve reverencia-¡Mercenaria, guardaespaldas y mula de carga!

Tras una leve risa, hizo silencio para escuchar lo que los otros tenían que decir. Todo le parecía a chino, nunca tuvo la intención de coger un libro y empezar a leerlo, mucho menos uno de magia y leyendas. Por lo que entendió es que los otros buscaban unos pergaminos de mucho poder y con bastante urgencia. Parecía una buena aventura, pero ahora estaba bajo las órdenes de Alfredo así que sería lo que él dijera. Al mencionarse quien ocuparía cada camarote, se unió a la conversación con su opinión.

-Voy a ceder el camarote solo a mi compañero Arashi-san, si no os importa. Si lleva la máscara será para ocultar su identidad pero durmiendo con alguien puede que se revele.-Asintió y le dedicó una sonrisa a su compañero-Puedo dormir con Sun Wufan o con los polluelos, ¡será una mejora de los establos en los que tiendo a dormir!

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22/05/2022, 18:19
Katarite

Os repartisteis los camarotes de modo que Arashi sería el que dispondría de uno para él sólo, mientras que Lena y Wufan compartirían el suyo.
El Valeroso se fue alejando de la costa, hasta que esta desapareció en el horizonte y sólo os rodeaban leguas y leguas de agua, siendo aquella estructura de madera lo único que evitaba que fuerais al mar.

El sol comenzó a ponerse y Alfredo os llamó para decidir el rumbo a seguir, una vez había quedado claro que colaboraría en la misión de recuperar los Doce (Once si se contaba el que tenía Shen Long) Pergaminos.
Manejando el timón, o más bien, apoyado en él, os saludó una vez ya habíais visto los camarotes de cada cual.
Estos eran pequeñas habitaciones con poco más que una cama, un orinal y una pequeña mesita. Algunos tenían ventana y otros no.

Ya estamos bastante lejos de Minkai, creo que habría que comenzar a decidir nuestra primera destinación. afirmó el Tengu.

Pues… realmente sólo sé que la mayoría están en templos de Irori esparcidos por Tian Xia.
El más cercano es quizás el templo de Lushan, en Tianjing…
pronunció Aldariel, ligeramente dubitativo.
Acto seguido miró a Shen Long, por si el monje precisaba de añadir algo.

Notas de juego

Hay un par que no habéis posteado, esperemos que no se repita. Saludos!

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23/05/2022, 20:40
Sun Wufan

El cambio de última hora le sorprendió. ¿Qué tiene que esconder el mago? Ha demostrado un gran poder pero quizá por eso tiene también un gran secreto. No obstante la alteración le agradó, la mujer de piel roja era bastante llamativa y sin duda nada que ver con las otras que componían la partida. Menos delicada parecía saber defenderse por sí misma usando la fuerza bruta... y había renunciado amablemente a tener un camarote para sí sola demostrando altruismo. Tendrían tiempo de hablar antes de dormir.

No obstante el cansancio le hizo caer pronto dormido y tendrían que postergar la conversación para un momento más propicio. El vanara había tenido un día intenso desde que despertase en aquella cama ajena en mitad de la mañana.

El nuevo sol les trajo mejores noticias, la tranquilidad del mar proponía una jornada de transición durante una plácida travesía, al menos hasta encauzar el rumbo, que Alandrel aún no tenía del todo claro.

- ¿No podemos usar el poder de Yeomi? Quizá reconozcáis una de sus visiones si en algún lugar ha visto uno de los pergaminos que perseguimos.

Se dirigió a ella.

- Umh, ese... ese pergamino que viste bajo el mar, ¿recuerdas algo más? ¿Algún detalle?

Notas de juego

Yo estoy de exámenes pero creo que puedo mantener el ritmo (si acaso la semana del 6 al 10 de junio será más crítica e igual me la pierdo -tenlo en cuenta- pero ya tras eso como si queréis ritmo diario ;).

Recordad que Wufan por trasfondo tiene debilidad por las mujeres.

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24/05/2022, 22:57
Sumeragi Seijuro

Cuando acabó de condicionar su camarote Seijuro volvió a subir a cubierta. La calma era extraña. Era consciente de toda la agitación que recorría el mundo, y él, y todos los que con él estaban a bordo del Valeroso estaban casi haraganeando. Bueno, todos menos la tripulación Tengu, que cumplia las ordenes de Yun Mei. Seijuro sabía controlar los tiempos.

Tanto en la guerra como en cualquier empresa se alternaban momentos apremiantes y otros de calma, igual que en cualquier lucha, uno no debía precipitarse si adelantarse, sino esperar que por si solo llegara el momento de actuar. Y en ese momento lo único importante era estar preparado.

Se apoyó en la regala de estribor encarado hacia adentro, observando a sus compañeros. Estaba rodeado de magia. Siempre había pensado en la magia como algo deshonroso. Él, con su habilidad con la espada, fruto del duro entrenamiento durante años, podía quedar totalmente inutilizado bajo en influjo de un sortilegio. A pesar de todo, sabía que no se podía vivir de espaldas a ella. Y ya se había valido de ella tanto dentro como fuera del campo de batalla. No por él, sino a través de servidores suyos. Incluso en algunas épocas de su vida había deseado tener ciertos poderes.

A pesar de todo, y contrariamente a sus sentimientos habituales al respecto estaba agradecido y se sentía protegido. Obervó a Arashi, y pensó en la tormenta que desató, en Alandrel y sus portales Torii, la nube y el bastón de Sun Wufan, el poder clarividente de Yeona, Shen Long y la protección que les brindó, e incluso los recién adquiridos poderes de su hermana.

Se dirigió hacia Shen Long, que se descubrió como el portador del primer pergamino.

- Ese pergamino... puede servirnos si lo utilizamos? Deberíamos utilizar todo lo que tengamos a nuestro alcance para esta lucha. Concede algún poder a quién lo recite?

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25/05/2022, 11:45
Sumeragi Keiko

Antes de bajar a los camarotes, Keiko respondió a la pregunta de Arashi, el hombre de la máscara, aunque sabía que no era la más capacitada para hacerlo. 

-El estandarte es el Hatsuki no Bara, la Rosa con Cuchillas. Son fuerzas de Daiguro, el Enemigo de los Dioses. Orochi, el último vestigio de su esencia, está a punto de despertar de su letargo milenario, y las Lecciones de Irori son lo único que puede impedirlo. 

Entonces añadió rápidamente, con la confianza inicial dejando paso a una ligera vergüenza por hablar como si ella realmente supiera mucho sobre el tema:

-O eso es lo que nos dijo Sakuramiya no Asami en el templo de Shizuru.

Le dio la sensación de que a Arashi le daba tanta rabia no poder ayudar a la gente del pueblo como a ella, y de repente sintió curiosidad por saber más de ese hombre que se hacía llamar "Tormenta".

Después les tocó distribuirse los camarotes. Tras dejar sus escasas pertenencias en el camarote que iba a compartir con Yeona, Keiko se preguntó si sería capaz de pegar ojo con tanto balanceo y remeneo del barco sobre las olas. Era la primera vez que se subía a bordo de uno, y jamás había imaginado que aquello se moviera tanto. 

Cuando fueron llamados de nuevo, Keiko salió solo con su kimono tradicional y su katana al cinto. Hasta hacía muy poco ni siquiera había tocado una, pero ahora se sentía desnuda sin ella. 

Cuando llegó a cubierta, su hermano ya estaba hablando con Aldariel, Shen Long, Sun Wufan y los demás. Como siempre, estaba serio y solemne, con su sereno porte de samurai digno y noble que le salía tan natural como respirar, encarando la situación con aplomo. ¡Eso era algo que ella aún debía practicar! Las artes de la espada habían acudido a ella por sí solas, pero no llevaba toda la vida preparándose para ser un guerrero y un líder como Seijuro. 

Cuando el elfo comentó que el pergamino más cercano era el de Lushan, estuvo a punto de opinar que entonces deberían dirigirse en su búsqueda, pero las preguntas que formularon Seiji y el hombre-simio, Sun Wufan, eran interesantes, y la hicieron contener la lengua hasta conocer las respuestas.