Partida Rol por web

Vigilancia, victoria, sacrificio

1. En la paz, vigilancia

Cargando editor
06/10/2015, 14:27
Paexter RockHead

El enano miró ceñudo al trovador cuando se dirigió a él en voz baja, pero contestó con la misma voz atronadora que siempre:

- Bien, te dejaré tratar de convencerlos, pero si no lo haces en menos de un minuto, les convencerá mi acero...

Despues, Jarlath se metió de lleno en un "guirigai" de frases a las que el enano no prestó demasiada atención, salvo una palabra que rumió durante un rato, tal era la mente de un enano: "Anderfels"..., y entonces la relacionó con el nombre del enclave de grutas: "La Tumba de la Novia Roja":

- De que me suenan esos nombres?? A que zona del subterraneo corresponden??, pensaba el enano, mientras la conversación continuaba a su alrededor...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada de Saber (Dungeons), a ver qué me suena de esas cavernas... La hago "oculta", para menos metarroleo.

Cargando editor
06/10/2015, 14:47
Selene

Si por un momento el comentario de Jarlath provocó en Selene la esperanza de que la misión no terminara de un modo desagradable y sangriento, el enano la devolvió a la realidad con un grito de ira. La joven enmudeció como si hubiera sido silenciada, y agachó la cabeza mirando fijamente al suelo. -Traicionar es una palabra cargada de connotaciones... ¿quién puede saber las verdaderas razones que llevo a ese gente a entrar en la Orden, y a abandonarla después? Las cosas nunca son blancas o negras.- Habría querido poder poner en palabras alguno de los pensamientos que cruzaban por su mente, pero no se atrevió. Discutir en esas condiciones no tenía ningún sentido. Solo le quedaba esperar que los desertores fueran razonables y que el Guarda Comandante aceptara la propuesta del bardo y les concediera una segunda oportunidad... aunque dudaba realmente de que eso pudiera llegar a ocurrir.

De igual forma, lo que menos deseaba era otro falgard furibundo que les acompañara en su viaje, pero no tuvo valor para decirlo en alto. A fin de cuentas, otros estaban ya defendiendo la elección de Hroldar, y Selene se encontraba demasiado acobardada como para hacerse notar.

Notas de juego

*Falgard es enano en tevenés (o tevinterano, nunca he tenido claro como se dice XD), lo digo por las dudas.

Cargando editor
06/10/2015, 15:22
Enansal

Tras deliberarlo un instante, Enansal decidió que la expresión usada por el guarda comandante no era literal. Ni siquiera en una fortaleza llena de guardas grises que descendían a túneles subterráneos en busca de engendros tenebrosos. Nadie la había informado de que estar atenta a los rumores que circulaban por los patios era parte de sus atribuciones. Respondió al encogimiento de hombros de Dernheim con uno propio, guardándose cualquier otra réplica que pasara por su mente.

El guarda comandante no perdió más tiempo. Tenía una misión para ellos. Una que tenía poco que ver con lo que Enansal esperaba cuando tomó la resolución de marchar hacia Weisshaupt, y que le planteaba variadas disyuntivas. No era la única, a juzgar por algunas de las preguntas de sus compañeros.

¿Y eso es todo lo que se sabe de ellos? Supongo que no se marcharían sin motivos.

Se preguntaba qué importancia podían tener los secretos que habían caído en manos de simples reclutas. Se cuestionaba, también, qué necesidad tenían los guardas grises de secretismo, si los engendros tenebrosos eran en su mayoría seres de mentes simples. Muy distintos eran los gules, bien lo sabía, pero entendía que eran escasos en comparación con la verdadera amenaza que se cernía bajo los pies de todos.

La idea de matar no la incomodaba. La muerte de unos era necesaria para la vida de otros. Pero no iba a hacerlo ciegamente, contra unos pobres desgraciados. No otra vez.

Apartó la mirada de sus pies descalzos cuando escuchó las últimas palabras del trovador y la elfa urbana. Al menos, el hombre había tenido la delicadeza de mantener la ambigüedad en sus afirmaciones.

¿De veras? preguntó a la elfa urbana que pensaba que las habladurías y la realidad se habían alineado, clavándole una mirada grave. ¿Cuántas veces te ha pasado?

Cargando editor
06/10/2015, 15:38
Elietta

No pudo evitar sentir un cierto tono acusador en la pregunta de la Elfa Dalishana.

-Las suficientes como para sobrevivir a ellas...-Responde con un tono neutro, mirando a Enansal de reojo. No pensaba decir "ninguna", por supuesto. A fin de cuentas, tampoco era mentira. 0 era el número de veces suficientes para sobrevivir a un encuentro con un clan dalishano. 

¿Le habría molestado el comentario? No entendía por qué. Ellos eran los que se esforzaban en mantener el secretismo de su cultura. Mantenerse ocultos en los bosques... y dejar que las habladurías se convirtieran en la realidad de la que se hablaba en pueblos y ciudades.

Elietta ignoró la mirada de la elfa dalishana. No pretendía agraviarla más, y las palabras que tenía en mente no harían sino aumentar su mal concepto sobre ella. Deja que piense lo que quiera... No va a cambiar de opinión porque tú se lo expliques... y sólo conseguirás perder tiempo valioso.

Seguía con los brazos cruzados cuando, al final, no pudo evitar dejar que su boca dijera:

-Entonces, no habrá problema porque un grupo de Guardas Grises entre en territorio dalishano sin su consentimiento ¿no?-Me encojo de hombros-No habrá suspicacias, amenazas, problemas diplomáticos, baños de sangre ni siquiera una triste discusión sobre "por qué no se debe traspasar nuestros bosques"... Vaya. Sí que estaba equivocada entonces...

 

Cargando editor
06/10/2015, 15:55
Lynariel

Lynariel mantuvo la compostura cuando el Guarda Comandante hizo el comentario sobre la presencia de la campeona de Kirkwall. Su rostro no enseñó emoción alguna, pero en su fuero interno, a la elfa dalishana no le gustó el comentario. Cierto era que había notado más movimiento de lo normal los pasados días, pero no se le había ocurrido indagar sobre ello. Suficiente tenía con adaptarse a su nueva vida.

El Guarda Comandante no le dio más vueltas y explicó el motivo de aquella reunión. La elfa, a su vez, pensó que el hombre había faltado a su palabra, ya que, después de todo, no había hecho una pequeña presentación para que pudiese saber quién era Hawke.

La misión que les estaba ofreciendo el comandante era tan simple como capturar a unos desertores y traerlos de vuelta. Lyna desconocía los motivos por los que esos reclutas decidieron huir, pero no entendía qué secretos podían difundir o vender cuando se suponía que éstos estaban a buen recaudo. ¿Alguien se habría ido de la lengua? ¿Su curiosidad les hizo espiar algo que no deberían haber visto?

En un abrir y cerrar de ojos, tras la pregunta de Jarlath, el enano saltó con rabia como reacción. Lynariel levantó la ceja. No se había esperado un rebote como ese tan fuerte. Si el enano iba a ser uno de sus compañeros, se anotó mentalmente el no hacerle enfadar. ¿Serían así todos los enanos?

En cualquier caso, si esos renegados ofrecían resistencia, serían neutralizados, pero no habría que matarlos. Quizá estar al borde de la muerte revele las razones de su huida.

- Os puedo asegurar que eso no es cierto.- dijo a Elietta por primera vez desde que saludó a Hawke en un tono tranquilo.- Por otro lado, coincido con vos, Jarlath. Contar con la ayuda de quien conoce bien esas tierras, nos dará ventaja para movernos con rapidez y tener mayor seguridad. Además, si su presencia es bien recibida por los dalishanos de la zona, no deberíamos tener problemas.

Cargando editor
06/10/2015, 17:19
Guarda Comandante Dernheim

El Guarda Comandante escuchó vuestras preguntas y divagaciones con una calmosidad hierática que sólo las piedras podían imitar.

Usar la fuerza para traerlos de vuelta debería ser en última instancia, es decir, si ofrecen resistencia—dijo a quienes mostrasteis preocupación por aquella parte—. Desgraciadamente, es justo lo que se espera que hagan, aunque no me importaría equivocarme.

»Los clanes están lo suficientemente desperdigados por el páramo como para que ni os enteréis de que están ahí. De hecho, incluso buscándolos a conciencia resulta imposible dar con un solo dalishano; y de todos modos siempre han respetado a los Guardas. Nadie va a tenderos ninguna emboscada.

Cargando editor
06/10/2015, 17:45
Hawke

—... salvo que vayáis dibujando obscenidades en las estatuas de Ghilan'nain —pensó en voz alta Hawke—. Aún me pregunto cómo Isabela pudo sobrevivir aquel día...

Cargando editor
06/10/2015, 17:49
Guarda Comandante Dernheim

Dernheim tomó una serie de pergaminos que tenía ordenadamente apilados sobre la mesa y los ojeó: los informes de los reclutas fugados.

—Valya y Reimas son maga y templaria respectivamente, llegaron aquí huyendo de la guerra entre ambas facciones. Telvar es un descastado que le debe algunas cosas al Cartel y a Veldar lo iban a ejecutar por crímenes de guerra antes de que le reclutásemos.

Ordenó las hojas dándoles un par de golpecitos sobre la tabla pero no las soltó.

Asaltaron los archivos de Weisshaupt. Archivos que, huelga decir, se encuentran lo suficientemente bien protegidos como para no poder acceder a ellos a menos que seais yo, o conozcais cierto tipo de magia "mal vista" para que os permitan entrar—explicó—. Tras encontrar lo que buscaban, se largaron esa misma noche. Ésa es la razón por la que sospechamos que quieren vender los secretos de la Orden.

Cargando editor
06/10/2015, 19:45
Paexter RockHead

- Lo que yo decía: traición, VIL TRAICIÓN!!, gruño Paexter, entre dientes, cuando el Guarda Comandante contó qué había ocurrido antes de la deserción.

Las enseñanzas de Elain respecto a como controlar la ira se diluyeron en un velo rojo que le cubrió la mente... y le coloreó la cara, haciendo que balbuceara palabras sin sentido en su idioma, haciendo vibrar su espesa barba, recogida en rastas que iba agarrando con anillos de acero. No se paró a pensar en la opinión que de él se podrían hacer sus compañeros Guardas, o incluso el Guarda Comandante Dernheim, o la Campeona de Kirkwall, aunque tampoco hubiera podido, pero realmente debía resultar curioso ver su reacción para alguien que no supiese que una traición empañó y sepultó su pasado: Daba la sensación de que le hubiesen robado a él mismo.

Su mente le incitaba a dejarse llevar por la "ira", pero hacia tiempo que había aprendido a dejarla consumir dentro de sí, como si de una fragua se tratara. Cuando de nuevo consiguió calmarse lo suficiente como para dar inspiraciones profundas de nuevo, miró alrededor, como preguntando: Qué??!!, y trató de centrarse en lo que se decía, con los brazos cruzados sobre la coraza de su armadura completa.

Cargando editor
07/10/2015, 00:30
Enansal

Una respuesta sin sentido que demostraba lo que era evidente; la muchacha no sabía de lo que hablaba.

¿Quién sabe? respondió, encogiéndose de hombros nuevamente. No puedo responder por cada clan o cada dalishiano.

No dijo más. La enseñanza era el regalo de los ancianos a las nuevas generaciones. Dos elfas de la misma edad solo podían educarse mutuamente en convivencia, mediante el ejemplo.

Ignoró el comentario de la Campeona, fuera quien fuere, mientras el guarda comandante desvelaba los detalles que aclaraban la situación. No era simplemente una deserción. Los responsables se habían llevado algo de un lugar lo bastante importante como para estar protegido por algo más que gruesos muros de piedra, puertas robustas y guardas vigilantes.

Leía sobre los cuatro desertores en unos papeles. Se preguntó qué habría escrito en el que llevaba su nombre.

El enano respondió con un exabrupto, nuevamente. No sabía qué pensar de esa criatura. Nunca había hablado con uno de ellos. Le habían hablado de su existencia, aunque habían sido prácticamente seres míticos hasta que había visto a algunos de ellos en Gwaren, durante las escasas semanas que pasó allí. Lo que escuchó de sus bocas no le pareció diferente a lo que escuchó de las de los humanos. Incluso los elfos hablaban como humanos allí, humanos miserables.

¿Qué son unos archivos? preguntó, sin demostrar el menor pudor por su candor. ¿Y qué es lo que buscaban?

Cargando editor
07/10/2015, 13:51
Elietta

Aquello era efectivamente más serio. Ya no estábamos hablando de simples desertores que habían decidido marcharse al averiguar los secretos de la iniciación. Algo con lo que la elfa no habría estado en total desacuerdo. Eran los Guardas Grises los que se buscaban ese tipo de actos de sus reclutas por tanto secretismo por el "bien mayor". 

Pero ir a robar al archivo de los Guardas Grises y usar magia de sangre en el proceso no era lo que haría un soldado asustado queriendo marcharse. A menos que hubiera algo en ese archivo que se le estuviera escapando a Elietta. Otra cosa que tampoco le extrañaría demasiado. Demasiados secretos...

La mujer decidió que no tomaría ninguna determinación sobre qué hacer acerca de los desertores hasta oír sus motivos. Hasta entender qué era exactamente lo que habían hecho y por qué.

Cargando editor
07/10/2015, 14:20
Selene

Un escalofrío casi imperceptible recorrió la espalda de Selene. Bien era cierto que, al principio, las palabras del Comandante la habían tranquilizado o, al menos, la habían hecho esperar una cierta clemencia hacia los reclutas; sin embargo, las revelaciones acerca de la identidad de los desertores, lejos de aclarar, más bien habían producido la reacción opuesta en la tevinterana. Y es que la joven no podía comprender quién podía estar tan desesperado como para enemistarse con toda la Orden solo para obtener dinero vendiendo sus secretos; incluso sin magia de sangre, ante cuya mención se mordió involuntariamente el labio inferior a causa del nerviosismo, había formas infinitamente más sencillas y menos peligrosas de enriquecerse. Esa explicación carecía por completo de sentido común.

Haciendo de tripas corazón, la pelirroja alzó la cabeza del suelo y abrió la boca para decir lo que pasaba por su mente, si acaso estaban seguros de quiénes habían sido los responsables al asalto del archivo o si podía haber sido obra de otra persona o, en el peor de los casos, si podrían tener ambiciones más altas y peligrosas que las de unirse a una banda de salteadores. Pero antes de que pudiera pronunciar un solo sonido, el grito del enano resonó en la sala, y una serie de coloridos adjetivos cuyo significado quedaba más que claro incluso ante quienes ignoraban el idioma, fueron aplicados a los cuatro reclutas.

Desesperada, Selene volvió a bajar la mirada mientras se apartaba un mechón de pelo de la cara, y comenzó a darle vueltas entre los dedos, cada vez más inquieta por las dudas que no paraban de surgirle y que no se atrevía a manifestar.

Cargando editor
07/10/2015, 15:57
Lynariel

Lynariel escuchó con atención los informes de los fugitivos mediante los cuales pudo resolver una de las incógnitas que se había planteado. Al parecer, esos reclutas eran más listos de lo que había ella pensado. Si sólo ellos habían podido acceder a un recinto muy bien protegido sin que nadie se hubiera percatado, resultaban un grupo peligroso.

La elfa se preguntó qué era eso tan importante que habían robado de los archivos. ¿De verdad querrían vender los secretos? Esa idea no le resultaba muy convincente. ¿Cómo podrían tener la conciencia tranquila a sabiendas de que serían perseguidos hasta el final, incluso habiendo conseguido beneficios? Entonces, ¿habría otros motivos? De ser así, no había forma de saberlo, salvo recurrir a la sospecha.

Una vez más, al finalizar el informe del Comandante, el enano volvió a dar gala de su repertorio de berridos. Lyna le observó durante unos segundos, pero prefirió no decir nada. Cada uno era como era y ésta era la primera vez que había coincidido con él. Además si iba a ser uno de sus compañeros de misión, no era buena idea decir algo que le pudiese molestar y crease conflicto entre ambos.

Cuando cesó el ruidoso sonido, la elfa dalishana se dispuso a preguntar, pero Enansal se le adelantó.

- Debe tratarse de un lugar donde guardan importantes escritos acerca de la Orden.- contestó a la primera pregunta de su compañera dalishana por pura intuición. Al fin y al cabo, en muchos sitios todo lo que es importante se destina en algún espacio concreto y seguro. Luego añadió.- Si nos es lícito saberlo, ¿qué fue exactamente lo que robaron?

Cargando editor
08/10/2015, 00:11
Jarlath

Jarlath se quedó congelado. ¿Dernheim acababa de insinuar que él y sus compañeros podían enfrentarse a magia de sangre? Cuantos más datos iba conociendo, menos sentido le encontraba a todo... y sinceramente, dudaba mucho que fuesen a hallar las respuestas que buscaban entre las murallas de Weisshaupt. Ahora mismo, más que nada, Jarlath deseaba encontrar a esos fugitivos. Quería hablar con ellos, descubrir si era capaz de llegar a entender sus motivos. Se daba cuenta de que tal deseo era peligroso, porque podía llevarlo a una situación de la que luego no fuese capaz de salir fácilmente. En cierto modo, envidiaba a las personas como Paexter, que se limitaban a hacer lo que se les había ordenado sin cuestionarse nada. Era la vida del soldado. El soldado no tiene que apechugar con las consecuencias de sus decisiones porque no toma decisión alguna.

Pero Jarlath no era un soldado. Era un guarda gris, y como tal, se sentía en la obligación de buscar el camino medio, la respuesta difícil, el acto juicioso. Si no, nada de todo aquello habría tenido sentido. El largo camino bajo el sol de las Anderfels para llegar hasta aquel inhóspito lugar, con el corazón encogido de pena y la mirada vacía. Y si las órdenes eran imprecisas o estaban equivocadas... habría que corregirlas.

Sin embargo, no era un ingenuo. Sabía perfectamente que su razón podía no verse, y seguramente no se vería recompensada con la razón de aquellos a quienes iban a buscar.

Y entonces, pensó en Varnel. Fue como si su cara se hubiese materializado ante él, con sus ojos vivos y su sonrisa enigmática, que podía significar tantas cosas, y a veces, nada en absoluto. Él habría sabido qué hacer. Siempre lo sabía. Jarlath entreabrió los labios, y estos formaron su nombre en silencio.

«Varnel...».

¿Por qué el recuerdo seguía atormentándolo con sus imágenes, tan vívidas, tan reales? Pero su pregunta retórica no obtuvo respuesta. Varnel siguió allí, en el aire, con sus ojos vivos y su sonrisa enigmática. Nada dijo.

Jarlath tuvo un escalofrío, como si acabase de salir a cielo abierto en una noche de fría lluvia. Como si acabase de ver un fantasma.

Sin duda no podía tratarse de los secretos de la Iniciación —dijo, como despertando de un sueño—. Tenía que ser algo más. Es un secreto tan celosamente guardado que es imposible que albergaran sospechas hasta el momento mismo del acto. Nadie lo sabe, y quien lo sabe no lo cuenta. —Enarcó una ceja acusadora, mirando a Dernheim—. Hay dos posibilidades. Alguien dentro de Weisshaupt se lo dijo, y por eso ellos desertaron. O... puede que ya llegaran con la intención o con indicaciones de robarnos por parte de terceros. —Se cruzó de brazos, reflexionando sobre las implicaciones de sus propias palabras—. Enemigos dentro, enemigos fuera. No sé qué opción es peor. Sea como fuere, no me parece un caso de robo para vender al mejor postor. Nadie se arriesga tanto para eso. Ellos solo son el medio. Aquí hay intenciones ocultas, hay ánimo de herir a la orden. Por eso, cuando los encontremos, no debemos precipitarnos. Si solo cortas la hoja, la mala hierba sigue creciendo. Hay que encontrar la raíz.

Jarlath guardó silencio de nuevo. Creía que ya había hablado mucho por el momento; era hora de saber qué opinaba el resto de sus compañeros guardas.

Cargando editor
08/10/2015, 14:45
Hawke

—¿Un archivo?

La cándida pregunta de Enansal envió las cejas de Hawke al cielo de su frente. Pensó en su respuesta y esbozó una sonrisa.

—Oh, es como si hicieras un arabel muy muy grande, para que cupieran unos cuantos clanes. Y después hubieras metido a sus Custodios dentro, los hubieras exprimido hasta la última gota de conocimiento y, aquí viene la parte increíble, la hubieras plasmado en papel y ordenado por temas para su fácil acceso —se inventó sobre la marcha, sin atisbo de sarcasmo en su voz.

Cargando editor
08/10/2015, 14:57
Guarda Comandante Dernheim

Dernheim arqueó una ceja mirando a Jarlath como si a este acabasen de brotarle dos cabezas adicionales coronadas por un penacho de plumas de faisán cada una.

No os he hecho llamar con la intención de que me resolváis el misterio aquí y ahora—dijo. Por si se le había entendido mal—. Es más, os envío a por ellos precisamente porque considero que ponernos a lanzar hipótesis al aire a ver si acertamos carece de utilidad en comparación con ir en su busca y averiguar de primera mano qué significa todo esto.

La armadura del hombre tintineó cuando cambió el peso del cuerpo de pierna y se apoyó con los dos puños en la mesa.

En cuanto a la pregunta: No sabremos qué buscaban exactamente hasta que los archivistas terminen de hacer inventario, aunque no es necesario llevarse nada físico para robar un secreto. Lo de que alguien les haya ayudado no es nuestra hipótesis principal pero no lo descarto; se está investigando a los encargados de vigilar el archivo para depurar responsabilidades.

El Guarda Comandante hizo un gesto con la mano como de quien da la vez a alguien.

—¿Tenéis alguna preferencia a la hora de trabajar con uno de los Guardas Senior de los que os he hablado o elijo yo por vosotros?—dijo con un deje de impaciencia.

Cargando editor
08/10/2015, 19:25
Paexter RockHead

Poco a poco, la punzada en la sien fue remitiendo, y, como tantas otras veces desde que se había convertido en un descastado, se preguntó si estos ataques de ira habían estado siempre ahí, o habían surgido a raiz de... aquello. Realmente no lo recordaba. Era como si alguien, o algo, se hubiera propuesto borrarle, no solo el apellido, si no tambien los recuerdos... Un escalofrío le recorrió la espina dorsal, dejándole una extraña sensación de frio, así que decidió descartar esos lúgubres pensamientos con un: - Baahh, probablemente sea causa de la gran cantidad de aguardiente que te metes, cabeza hueca!!

... y volvió de nuevo la atención al presente, a la reunión con el mandamás, la legendaria y sus nuevos compañeros. Estaba hablando la Campeona de Kirkwall:

...Y después hubieras metido a sus Custodios dentro, los hubieras exprimido hasta la última gota de conocimiento y, aquí viene la parte increíble, la hubieras plasmado en papel y ordenado por temas para su fácil acceso...

- De que cojones está hablando...??, pensó Paexter, mirando de reojo a sus compañeros, a su alrededor. Gracias a "La Roca", parecía que no se esperaba que contestaran, así que se fue relajando aun mas, y, ahora sí, el Guarda Comandante les preguntaba directamente. Él lo tenía claro: el parangón enano:

- Sin ninguna duda, sería un honor echarme al camino junto Oghren, heroe de la Quinta Plaga!!, dijo, asintiendo varias veces, mientras se daba ligeros tironcillos de las rastas de la barba.

Cargando editor
08/10/2015, 23:12
Elietta

-Yo ya he dado mi opinión al respecto-Afirmo con sobriedad, aún con los brazos cruzados.

A veces a la elfa se le olvidaba que el héroe de Ferelden no cumplió su gesta él sólo. Había olvidado al enano que le había acompañado en gran parte de sus viajes. 

Miró a Paexter de reojo. Entendía que quisiera conocerlo en persona, del mismo modo que a Elietta le encantaría reencontrarse con el Héroe en sí... no obstante, lo más lógico parecía asegurarse de que el primer encuentro con los desertores fuera amistoso. Y no les vendría nada mal poder echar mano de la ayuda de algún clan Dalishano que hubiera por el camino. De haber alguno, claro está.

Cargando editor
09/10/2015, 11:31
Enansal

Lo que aventuró Lynariel debía acercarse a la realidad, a tenor del extravagante símil de la campeona. Sabía que era costumbre entre los pueblos humanos grabar el conocimiento en papel. Incluso entre los dalishianos se enseñaba la forma de escritura de los humanos, pues de la de sus ancestros solo quedaban vestigios.

Eso… sería útil, reconoció Enansal. Aunque imposible para un pueblo nómada.

Los dalishianos viajaban ligeros. No podían permitirse cargar con una cultura que se extendiera más allá de lo que podían retener en sus memorias. La cultura que había rechazado cuando era una niña que solo deseaba huir de los campamentos y jugar en el bosque, y que Finni había tratado de transmitirle durante su segunda oportunidad.

El guarda comandante confirmó que desconocían lo que habían hecho los reclutas fugados en los archivos, y solo lo averiguarían en el caso de que hubieran robado algo material. Razón por la cual se los enviaba tras su rastro.

Tras las explicaciones, aunque breves, Enansal no guardaba reparos en acometer la misión. Los inocentes no se comportaban como aquellos lo habían hecho. Si tenían alguna explicación para sus acciones, tendrían la oportunidad de darla.

Cuando Dernheim volvió a preguntar por las preferencias de compañía, Enansal se quedó callada y negó con lacabeza. Nada sabía de ninguno de ellos. No tenía motivos para elegir a uno u otro.

Cargando editor
09/10/2015, 16:42
Selene

En cuanto su superior habló, Selene se alegró de haber mantenido la boca cerrada. Si bien era cierto que Jarlath había manifestado sus mismas inquietudes, el Guarda Comandante no parecía complacido por sus elucubraciones. Afortunadamente, tampoco había levantado la mirada, por lo que nadie vio tampoco la ligera sombra que cruzó por su mirada. -Parece que tampoco aquí se puede hablar libremente... supongo que hay cosas que nunca cambian.

Los comentarios de la Campeona, además, también contribuían a su incomodidad. Entre lo que le imponía su presencia, y el miedo a quedar en ridículo ante ella, sentía la boca seca y tenía la desagradable sensación de que empezaría a tartamudear tan pronto como despegara los labios. Sin embargo, ya que al menos en algo se les había pedido su opinión, la tevinterana, tal vez a causa de su educación, consideraba una descortesía no responder a una pregunta tan directa.

-Yo... creo que contar con la ayuda de un augur avvarita sería conveniente- logró decir finalmente, muy despacio y suavemente, para luego volver al silencio. No es que la idea de contar con un Héroe de la Quinta Ruina le disgustase en absoluto, pero lo cierto es que la joven prefería contar con alguien especializado en evitar, antes que combatir, los conflictos.