Partida Rol por web

Arrinconada por las inmensas hebras, Enansal seguía aislada de lo que ocurría a su alrededor. Sabía, no obstante, que sus compañeros aún seguían vivos. Escuchaba sus voces. Clamaban ayuda; estaban en problemas. Las respuestas desde el otro lado de la barrera ponían sus propias condiciones.

Sintió una oleada de calor junto a sus piernas. El gusano había aparecido por fin, a su lado.

Metió los dedos en su morral. El pergamino que necesitaba estaba, como siempre, a su alcance. Extrajo la magia del papel y lo desechó, dejándolo caer. Una brisa fresca empezó a soplar a sus espaldas, abriendo un sendero en la bruma helada.

Señaló hacia el lugar del que procedían las voces del bardo y la maga.

—Ve —pidió al gran gusano ardiente.

A Movimiento: Sacar pergamino del handy haversack.
A. Estándar: Darsson's Cooling Breeze del pergamino.

Aquí, origen y efecto del viento en casillas: Ñ14-M14, M15-K15, K16-I16... Línea diagonal de tres en tres casillas, como la tercera de esta imagen.

El gusano se mueve siguiendo el viento.

Jarlath sintió un hálito de esperanza al oír que los reclutas respondían a sus súplicas. Quizá no todo estuviera perdido… si es que sus compañeros sabían aprovechar aquella oportunidad. ¿Es que no se daban cuenta? Aceptar sus condiciones les permitiría cumplir su misión tal y como esta les había sido encomendada, y sin derramamiento de sangre innecesario. Por no hablar de que, en aquel momento, se le antojaba la única alternativa viable para garantizar la supervivencia de todos.

—¡Si nos ayudáis, estaremos en deuda de vida con vosotros! —exclamó el trovador, tratando de hacerse oír entre las legamosas hebras de la telaraña mágica—. Aceptaremos vuestras condiciones.

Jarlath se preguntó si acaso él mismo, por voluntad propia, no habría decidido hacer lo mismo que aquellos reclutas si se hubiera encontrado los huevos de grifo en aquella tumba siniestra. Quizá los Guardas Grises ni siquiera supiesen que estuvieran allí, y llevarlos a Weisshaupt fuese, realmente, algo bueno.

«Nunca quise ser vuestro enemigo…», pensó, apenado, al tiempo que se inclinaba, agarrando sus piernas y tirando con todas sus fuerzas hacia arriba, intentando liberarlas de la resinosa red. Sin embargo, la tela no cedió ni un ápice. Seguía igual de atrapado. Solo esperaba que aquella brisa que había empezado a soplar misteriosamente se llevara la nuve nociva que estaba consumiendo su salud y su ánimo.

Una suave brisa abrió un estrecho camino entre la bruma y el gusano de las profundidades avanzó por él arrastrándose lentamente, estirando y contrayendo su cuerpo como el fuelle de una forja y dejando a su paso un desagradable olor a telaraña quemada. Jarlath y Selene sintieron en sus carnes el lacerante fuego de la criatura cuando esta pasó entre ellos, aunque también quedaron libres de las pegajosas hebras.

La sensación destemplada al retirarse la bruma resultaba similar a la que podría sentir alguien que acabase de salir desnudo de un estanque de agua congelada.

Mientras tanto, las sombras continuaban en busca de presas. Una de ellas, se acercó hasta chocar con la pared cercana a la puerta que custodiaban lso reclutas, hizo un extraño aspaviento replegándose sobre si misma y volvió por donde había venido, avanzando aún lejos... pero en vuestra dirección.

Nirasha se volvió a apartar de Paexter y cogió aire.

—¡BUH!—ladró repentinamente en la cara del enano.

El gesto recordó al típico juego de niños en el que alguien pretende darle un susto a otro, solo que con el espeluznante efecto teatral de que el sonido de la ya de por sí tenebrosa voz de la criatura retumbó en las paredes de la habitación como un trueno.

Paexter sintió dos cosas: Primero un punzante dolor en los oídos que hizo que cualquier sonido de la habitación desapareciera sustituido por un continuo, monocorde y agudo pitido. Y segundo: una desazón atroz. Un vacío en el estómago. Como si su corazón se congelase, como si la sensación de impotencia y de que todo estaba perdido se acentuase hasta limites insoportables, como si aquel ser ardiente que tuviese delante fuese de pronto la cosa más aterradora sobre la faz de Thedas. ¡Tenía que alejarse de él!

Jarlath y Selene sufren 6 de daño por fuego al pasar el gusano de las profundidades por sus casillas. La telaraña está en llamas.

La Sombra C9 deambula a ciegas y termina en C13.

Nirasha "vuela" un paso de 5' a L5 y lanza un conjuro desconocido sobre Paexter. Le hace 1 punto de daño y lo ensordece durante un turno. Paexter está ahora asustado: Hafficci, tu personaje sólo piensa en alejarse de Nirasha lo máximo que pueda y lo más rápido que pueda (roléalo como algo producido por la desesperación/desesperanza)

Iniciativas

Sombra R14 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, [/color] leyendo 10/10)
Sombra I16 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Hroldar [color=#BF0000](enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](asustado, ensordecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 6/9, volando)[/color]

¡Turno de Selene!

Uno supondría que el fuego debería templar su ánimo y su espíritu, pero todo lo que Selene sintió fue el dolor de las quemaduras sobre su piel, sin que ello calmara en absoluto la gelidez que estaba drenando la esperanza de su corazón. Tosió, mientras los signos del pergamino bailaban delante de su vista a causa del humo que despedían las hebras quemadas.

Y entonces los reclutas hablaron, respondiendo a la súplica del bardo y, a pesar de que sus palabras le tendrían que haber resultado reconfortantes, la maga se estremeció, todavía bajo el influjo de la criatura, pudiendo pensar únicamente en la imposibilidad de que sus compañeros dieran su brazo a torcer incluso a cambio de salvar su vida.

Jarlath había contestado por todos, pero dudaba de que ellos fueran a tomar su palabra como suficiente, especialmente, después de las reacciones que sus compañeros habían tenido con anterioridad. Pero, en cualquier caso, ella tampoco tenía derecho a decidir por el resto. Lo único que ella había querido desde el principio era evitar en todo lo posible el derramamiento de sangre... y no parecía que fuera posible conseguirlo.

-Nunca he querido que fuéramos enemigos- Indicó, con una mezcla de dolor y resignación, e incluso con una cierta tristeza al comprobar cómo todos valoraban más un ideal abstracto que unas vidas reales y concretas -Mi palabra la tenéis, si eso sirve de algo.

La sombra que había sido atacada por el conjuro de Hroldar estaba cegada pero ahora sabía que había alguien cerca de modo que asestó un zarpazo que atracesó al augur avvarita como si se tratara de humo. Pero un humo que le robó las fuerzas y lo hizo estremecerse.

Hroldar vio aparecer el gusano de fuego abriéndose paso por la telaraña con un suspiro de alivio. Pero el alivio duró poco cuando comprobó que la criatura liberaba a sus compañeros pero no a él.

Frenéticamente trazó el mismo hechizo, luchando contra las gruesas madejas de hebras de telaraña y salió triunfante de nuevo. Una nueva andanada de dardos se clavaron con violencia en el cuerpo de la sombra, que se deshizo en el aire.

La Sombra I16 ataca  Hroldar y le drena 5 de FUE.

Hroldar lanza Proyectil Mágico, le hace 16 puntos de daño a la Sombra I16 y la mata _{(ignorad la tirada de conjurar a la defensiva, se nos fue la olla: la sombra está ciega)}

Iniciativas

Sombra R14 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, [/color] leyendo 9/10)
Hroldar [color=#BF0000](-5 FUE, enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](asustado, ensordecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 6/9, volando)[/color]

¡Turno de Paexter!

Mientras el enano trataba de cortar en pedazos el cuerpo fluctuante de aquel que se hacía llamar Nirasha, podía escuchar de fondo el cruce de respuestas de sus compañeros con aquellos traidores a los que habían venido a buscar para llevar de vuelta a la Fortaleza de Weisshaupt: - Moved vuestro jodido culo desde detrás de la barrera de una vez, demostrad de que pasta estais hechos!!, dijo, mientras bufaba por el enesimo fallo que cometía en ese combate, donde, cada pie que se acercaba al espectro, este le parecía mas temible, con un brillo verdoso, enfermizo en el fondo de aquellas cuencas oculares fantasmales que estaba consiguiendo aplastar la determinación de su corazón: - Entonces accederé a mover esos condenados huevos...

Perdió solo un segundo en girar la cabeza hacia aquellos que se protegian tras el muro de luz para proyectar sus palabras hacia ellos, pero fue suficiente para que la magia del espectro volviese a golpearlo, demoledora, esta vez en su corazon. El vacío que sintió en la fragua de su pecho hizo que esta casi dejara de latir, e invadió su cabeza casi haciendo explotar sus oidos. Donde antes había ruido, conversaciones, voces, ahora solo quedaba un pitido ensordecedor, doloroso hasta lo indecible!! Pero lo peor fue que, cuando consiguió poner en movimiento, de nuevo, su corazón, y llenó sus pulmones de aire, el ente diabolico volvió a descargar sobre él su magia: la visión que Paexter vió en aquellos ojos traspasó su mente, arañando con garras de adamantita toda su estructura, destrozando aquello que la mantenía de una pieza, haciendo que se desmoronara, como una construccion cuyos cimientos se volatilizan. Era la muerte, su muerte, una muerte horrible a manos de aquella criatura, nacida de la vacío, del olvido, un olvido que habría hecho de su vida una mentira, como si nunca hubiese existido!!!

Entonces, la desesperanza se adueño de él. Y dolía tanto, que no pudo permanecer un segundo mas cerca de aquel Espectro, a todas luces infinitamente mas grande y poderoso que él. Ese sentimiento anuló su Furia, haciendole alejarse de él todo lo que su capacidad mágica de vuelo le permitía, mientras sentía la garganta seca como si además, ese ser le hubiese arrebatado todo el agua de su cuerpo...

Una de las sombras se acercó lenta y sigilosamente en vuestra dirección aunque de nuevo topó con una pared. Lejos de ser un alivio, el cambio de rumbo que tomó al hacerlo resultó pavoroso ya que enfiló directa hacia donde se encontraba Enansal.

La dalishana pudo sentir como algo casi físico su tenebrosa presencia cuando la criatura se detuvo a un paso de ella. Como si supiera que aquello que tanto ansiaba estaba por allí cerca, en alguna parte...

Los dos reclutas de la entrada se miraron entre sí esperando algo. Algo que no pasó.

El hombre depositó una de sus manos sobre el hombro de la mujer con la espada templaria, la cual suspiró resignadamente.

La Sombra R14 deambula a ciegas y termina en N13

Enansal, tienes derecho a AdO.

_{Nota: La sombra se ha movido sólo 35' porque como la dirección aleatoria que salió es diagonal y las diagonales cuentan 1-2-1-2, no le cuadra para mover los 40}

Iniciativas

Sombra N13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra C13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, [/color] leyendo 9/10)
Hroldar [color=#BF0000](-5 FUE, enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](asustado, ensordecido, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 5/9, volando)[/color]

¡Turno de Jarlath y Enansal (y su gusano) en cualquier orden!

Con tanta facilidad que asustaba, Nirasha espantó al poderoso Paexter como si fuese un niño. El enano salió huyendo por los aires, sin poder resistir por más tiempo la aterradora presencia del demonio. Al menos, eso pareció ayudarlo a entrar en razón y secundar, si bien a regañadientes, las palabras de Selene, y acceder por fin a acabar con el sinsentido de rechazar la ayuda de los reclutas por una cuestión de honor tan inflexible como ambigua. Una sonrisa titubeante asomó a los labios de Jarlath: empezaba a ver una posible salida de aquella terrible situación.

Entonces, sin que el trovador lo hubiese visto llegar, el extraño ser vermiforme al que Enansal ya invocara anteriormente apareció de repente entre el espeso bosque de telaraña, fundiendo y socarrando a su paso. La criatura pasó tan cerca de Jarlath que este tuvo que apretar los dientes para no dejar escapar un quejido de dolor. Las hebras de tela resinosa empezaron a arder a su alrededor, liberándolo de su impotente y asfixiante inmovilidad, pero las llamas prendieron también el pantalón y las largas túnicas del hombre. Sintiendo cómo el fuego lamía su piel, Jarlath palmeó rápidamente las incipientes llamas que encendían sus ropas, apagándolas. Desde luego, no podía decirse que los medios de la dalishana fuesen delicados o sutiles, pero sin duda eran efectivos.

Cuando terminó de sofocar las llamas, Jarlath levantó la vista para encontrarse con los aterrados ojos de Selene, que también había quedado libre de la tela. Se fijó también en Hroldar, que seguía debatiéndose, abatido y desesperado. No podía permitir que la desazón hiciese presa en ellos. Colocó una mano abierta junto a su boca, como si quisiera que su voz hiciese eco, y con la otra hizo un gesto extraño, cerrando primero el puño y luego abriéndolo al tiempo que tendía el brazo hacia ambos, en un movimiento fluido que simbolizaba la libertad. Y con voz firme y poderosa, declamó:

¡Oid! ¡Escuchad mi voz!

El fuego del alma no puede morir.

¿Cederéis al miedo atroz?

¿O decidiréis ser valientes y resistir?

¡Rugid y arded y arrasad toda oscuridad!

Sean libres vuestras almas, vuelen livianas como la flama.

Solo así aplastaréis con justa furia la maldad.

Y esquivaréis al Destino que tan cruelmente os reclama.

Con cada frase, con cada aliteración, la sombra de los corazones de sus compañeros se fue haciendo cada vez más pequeña, hasta desaparecer por completo, como si nunca hubiese existido. Jarlath rio con ferocidad.

—Hoy no, amigos… —dijo con los ojos centelleantes.

El terror había muerto. Jarlath sabía que tenían una oportunidad; solo esperaba que tuviesen la posibilidad de aprovecharla. Mirando a su alrededor y viendo la zona que el gusano de magma había limpiado de telarañas, decidió abandonar el lugar en el que se hallaba y acercarse a Hroldar. Era probable que el augur necesitase ayuda pronto…

Una sombra se movía entre las hebras, en la periferia de su campo visual. Apenas la registró. El suave vello de su espalda se erizó, un escalofrío escaló por su columna vertebral, desde el promontorio hasta el atlas. Miró a su lado sin mover la cabeza; una de las oscuras criaturas había llegado hasta ella, atravesando la masa de telarañas comosi no existiera, tal y como había atravesado su carne con una de sus garras.

Enansal se dispuso a enfrentarse a ella, como si fuera posible golpear a un ser intangible, pero lacriatura no atacó. De algún modo, la criatura no podía percibirla. Aguantando la respiración, soltó el morral y, dando un brinco mientras su cuerpo cambiaba de forma, atravesó el delgado muro de telarañas que la separaban del sendero abierto por su invocación.

El gusano seguía su camino, atravesando la gruesa telaraña con la misma facilidad con la que Enansal atravesaba el sotobosque. Con la forma de un gran lince, siguió la estela de jirones de seda chamuscados dejada por el ardiente anélido.

Nirasha voló sobre la telaraña en pos del enano fugitivo para seguir hostigándolo. Pronunció una palabra oscura, horrible... una palabra tan emponzoñada y rezumante de maldad que se os antojaba casi profana.

Las llamas verdes ardieron con fuerza justo antes de que estirase la mano en dirección a Paexter y una descarga de oscuridad negra como el abismo emergiese de la garruda mano, estrellándose contra el enano y provocando que un lacerante latigazo de dolor recorriera hasta la última fibra de su cuerpo. Para colmo de males, empezó a sentirse repentinamente mal.

Las sombras continuaban incansables la búsqueda de nuevas presas, uan de ellas dio media vuelta tras hallar una pared y se internó en la telaraña atravesándola como si fuese humo. Hasta el punto de que no pareció notar ni el frío de la bruma.

Jarlath y Hroldar reciben 6 puntos de daño por frío de la bruma

El efecto de Calmar Emociones termina.

Las llamas de la telaraña se extienden hasta N14 y N15

Nirasha vuela hasta E7 lanza un conjuro desconocido sobre Paexter y le hace 16 puntos de daño. Paexter está afectado (sickened) y ya  no está ensordecido.

La Sombra C13 deambula a ciegas y termina en I13.

Iniciativas

Sombra N13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000] Inf.Valor +2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra I13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2 [/color], leyendo 8/10)
Hroldar [color=#BF0000](-5 FUE, enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](asustado, afectado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 5/9, volando)[/color]

¡Turno de Selene y de Paexter en cualquier orden!

_{Nota Ha ocurrido un desaguisado inmenso así que paso a explicaros para que os aclareis:}

_{Primero, ignorad por completo las dos tiradas de "cambio de dirección" con resultado 9 y resultado 10, sólo cuenta la primera (la de resultado 8) porque no sé qué ha sucedido que a tirar el dado me ha sacado tres tiradas en vez de una, así por toda la cara.}

_{Segundo, en la tirada de "¿fallo?" de la Sombra N13 puse sin querer la dificultad en la casilla de modificador, así que figura sumando, no le hagais caso a esa suma. Lo que cuenta es el resultado del dado.}

No podía dejar de echar miradas fugaces, con los ojos desorbitados hacia atrás, tal era el efecto que la magia de aquel engendro había ocasionado en el rudo enano, que nada podía hacer salvo huir, alejarse de él, pues si permanecía cerca, estaba convencido de que encontraría su fin en aquella lóbrega caverna. Pese a refunfuñar siempre que algo relativo a El Velo salía a colación, esta vez agradeció sobremanera la magia que Hroldar había obrado sobre él, pues de otra manera, sus cortas piernas, y los temblores que sentía en todo su cuerpo, no le habrían permitido alejarse demasiado de allí.

Bordeando el pegajoso nido de telaraña que mantenía oculto a todos sus compañeros, sin siquiera mirar a donde los reclutas traidores se escondían, el enano voló todo lo que pudo en dirección sur, donde una de aquellas condenadas sombras, deambulaba como sin rumbo, para meterse de lleno en la telaraña antes de que él pudiese siquiera pensar en atacarla. De pronto un brillo verde sobre su hombro le alertó de que la entidad conocida como Nirasha no cejaría en su empeño de destruirle, y él, con toda su fuerza y su pericia con el hacha, no sería capaz de evitarlo:

- NOOOOOO!!! ALEJATE DE MIIIII!!!, acertó a gritar, antes de que el espectro verdoso finalizase su magia, impertérrito. Una oleada de poder golpeó al enano en el rostro, como una enorme bofeda, que retumbó por todo su cuerpo, generando un dolor indescriptible. Y no solo eso, pese a haber dejado de escuchar ese incisivo pitido que le privaba de todo otro sonido, una creciciente sensación de nausea empezó a subir desde la boca del estómago, con un sabor amargo pugnando por salir. Dejó de gritar, no tenía sentido, el fin estaba cerca, así que, luchando por su vida, e intentando controlar esas enormes ganas de vomitar, se concentró todo lo que pudo en llegar al tunel, por el que habían llegado allí. Su única vía de escape de esta tumba maldita. En ese momento, redordó con nitidez a sus compañeros: - Es posible que me esté olvidando de ellos???!!!, gritó en silencio, apretando los dientes, sintiendo una vergüenza infinita por haber pensado simplemente en huir. Con esa premisa, pensó que quizá, entre todos, podrían acabar con el espectro:

- Compañeros, como estais?? Ese condenado espectro está fuera de nuestras posibilidades!! Deberiamos salir de aquí!!!, barbotó, mientras se acercaba, no sabiendo si los demás estarían vivos o muertos aquellas alturas. Entonces vió aparecer al gusano de fuego convocado por Enansal, y al menos supo que la extraña elfa de los tatuajes debía seguir viva...

Como, tal vez por la influencia del demonio, ya sabía que ocurriría, los reclutas no reaccionaron, sino que los abandonaron a su suerte para que fueran abatidos por las criaturas del Velo. El grito de Paexter, a su vez, confirmaba sus peores temores: no podían hacer nada, la única opción que parecía factible era salir corriendo y, aun sí, con toda probabilidad serían atrapados. Por lo menos, ya habían comprobado que el enano seguía vivo, aunque ese era un rayo de esperanza que no tardaría demasiado en extinguirse.

La voz del bardo, sin embargo, se alzó nuevamente en la lóbrega caverna y, durante unos instantes, dio la impresión de que su canción, como en otras ocasiones, iba a lograr infundir ánimos en su corazón derrotando al influjo de la criatura... pero al cabo de unos instantes el frío volvió a introducirse en el pecho de la tevinterana. Pudo ver como Jarlath se introducía entre la bruma que la magia de, con toda seguridad, Enansal, había despejado, y fue consciente de como la magia le hacía estremecer.

Quiso hablar para recomendarle tanto a él como a Hroldar que salieran de allí, pero las sombras seguían rondando por la cercanía y no se atrevió. Por el contrario, se acercó a ellos, desistiendo de leer el pergamino en esas condiciones, y tocando la espalda del orlesiano le hizo una señal para que retrocediera. Se encontraba gélido al contacto, y dándose cuenta de su estado, la maga tomó de su mochila un ungüento que tenía siempre a mano en caso de necesidad, y aplicó un par de dosis sobre él esperando que eso pudiera ayudarle a recuperarse de los estragos de la temperatura.

Se encontraba sin nada que decir y, cuando terminó, esbozó una breve sonrisa que no resultaba muy sincera, pero que al menos servía para agradecer el esfuerzo que hacía por seguir tratando de elevar la moral que se encontraba por los suelos.

Hroldar pugnó para salir de la telaraña, pero sólo consiguió liarse más todavía.

Una de las sombras avanzó tenebrosamente entre la bruma helada, cuando llegó al lado de uno de sus congéneres, ambas emitieron una serie de sonidos susurrantes mientras sacudían las zarpas en el aire, como si protestase uan con la otra por chocarse.

Cuando eligió otra dirección en la que avanzar, por suerte, lo hizo algo más lejos de vosotros.

Hroldar trata de zafarse de la telaraña pero no lo consigue.

La Sombra N13 deambula a ciegas y termina en M10

Iniciativas

Sombra M10 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Jarlath [color=#BF0000](estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2)[/color] y Enansal [color=#BF0000](-5 FUE, estremecida, fatigada, [/color][color=#008000] Inf.Valor +2, piel resbaladiza)[/color]
Nirasha y Sombra I13 [color=#BF0000](cegada)[/color]
Selene [color=#BF0000](estremecida, fatigada, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2 [/color])
Hroldar [color=#BF0000](-5 FUE, enmarañado, estremecido, fatigado, [/color][color=#008000]Inf.Valor +2)[/color]
Paexter [color=#BF0000](asustado, afectado, [/color][color=#008000]Inf.Valor+2, Furia 4/9, volando)[/color]

¡Turno de Jarlath y Enansal en cualquier orden!

Tan confundido estaba Jarlath después de quedar repentinamente libre de las pegajosas sedas que ni siquiera fue consciente de su error cuando se acercó a Hroldar, aún aprisionado, para proporcionarle apoyo en caso de problemas. Solo se dio cuenta de que había entrado en la zona afectada por el maleficio de Nirasha cuando el frío y el entumecimiento volvieron a acuchillar sus debilitados músculos, robándole las energías y la fortaleza de espíritu. Su vista se nubló, y tuvo que hacer un esfuerzo para no desvanecerse. Ya estaba lamentando su pobre y apresurada decisión, cuando notó que unas manos delicadas, sin duda las de Selene,  aplicaban un ungüento en su cuerpo. El efecto de la milagrosa sustancia no se hizo esperar, y Jarlath sintió que las fuerzas volvían a él.

Sabiendo que debía actuar con prontitud, el trovador entonó un cántico de renovación al tiempo que posaba sus manos sobre los hombros de Hroldar, esperando que la energía que lograse devolverle fuese suficiente como para permitirle aguantar un poco más. Pero, por mucho que quisiera ayudarlo, sabía con certeza que si permanecía allí, el conjuro del demonio acabaría consumiéndolo.

—Resiste —fue lo único que pudo decir antes de apartarse de la nube de muerte. Mientras cambiaba de posición se cruzó con Paexter, que huía dando volatines por el aire. Quizá desde donde se encontraba ahora pudiese ayudar tanto al enano como al augur. Tan solo esperaba que su resistencia no fuese en vano.

Se topó con sus compañeros en el claro entre las hebras chamuscadas tras el paso del gran gusano. El trovador y la maga tevinterana, tiznados, todavía atrapado el augur avvarita y, de algún modo volando sobre la telaraña, el enano. Ni rastro de la otra dalishiana.

Llamó la atención de la criatura invocada y le señaló el camino a seguir. El dolor era preferible a la indefensión.

Sacó un segundo pergamino de su morral. La niebla todavía se aferraba a los extremos del túnel de brisa, donde Hroldar pugnaba por liberarse. Extrajo la magia impresa en el papel y la dirigió para crear una segunda brisa.

El gusano se dio media vuelta y avanzó pesadamente, contorsionando su cuerpo una y otra vez, mientras el mundo ardía a su alrededor.

A. Movimiento: Sacar permino del morral.
A. Estándar: Invocar Darsson's Cooling Breeze (y con esto me quedo a cero) del pergamino.

Gusano: Doble movimiento.

En verde conjuro, en rojo gusano.

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pc: 29/34.